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lunes, 8 de julio de 2013

BUSPOL: EL ANTIGUO HOSPITAL DE PEREGRINOS Y LA GRAN BAJADA AL NAVIA, "EL RÍO DE LOS TRES CAMINOS". (GRANDAS DE SALIME, ASTURIAS)


Buspol y al fondo la villa de Grandas

Ha sido larga y muy pronunciada la cuesta del Camino desde A Mesa pero pronto culmina aquí, en los altos de Buspol, dando vista a la villa de Grandas de Salime, la capital del concejo, que se nos antoja muy próxima y cercana pero... solo en apariencia. Buspol antiguamente fue uno de aquellos numerosos hospitales de peregrinos que jalonaban el recorrido xacobeo, el cual pagaba al obispo y su cabildo un tributo en forma de "una libra de cera en torta". En 1.753 el famoso Catastro de Ensenada informaba de esta hospedería, diciendo que era una casa particular, en la que seguían dando manta y techo a los peregrinos que por aquí circulaban.

Grandas desde Buspol
En línea recta nos da la impresión de tener la villa grandalesa prácticamente al alcance de la mano, pero la vista también engaña en ocasiones, aún nos queda un larguísimo descenso a las profundidades del río Navia, donde está el embalse, el "Gran Salto", para luego ascender nuevamente, camino de Grandas.


Aquí se produce este tan llamativo efecto visual: vemos enfrente y a "tiro de piedra" como tanto se dice por estos andurriales, la villa de Grandas, donde hay posadas, pensiones y el siguiente albergue público jacobeo, pero resulta que todavía nos aguarda una prolongada bajada hasta el Salto de Salime (el embalse) y posterior subida por carretera hasta la población, etapa nada monótona y muy bella hacia las profundas simas donde se encaja la gran masa de agua del río Navia, pero dura. Hay quien la ha calificado incluso de "etapa psicológica".


Desde el sendero vemos las cuadras y la vivienda, todo ello cerrado en un gran portalón o corrada, donde las losas de pizarra siguen predominando en paredes y techos. Hay una nave ganadera en el conjunto y un hórreo, entre prados de siega y huertas.


Divisamos a lo lejos las alturas la Serra do Acevo, paso de Asturias a Galicia,con el Monte da Curiscada y Pedras Apañadas (1.204 metros de altitud) que caen hacia el valle del Navia


A Buspol llegamos ya iniciando la gran bajada al embalse del Salto de Salime, al principio por esta carretera local


En la primera curva a la izquierda nos desviamos a la derecha


Justo por aquí, tomando esta pista


En esta bifurcación bajamos por el sendero de la izquierda, entre los setos silvestres, véase el mojón


Según la señalética del GR-109 estamos a 12,5 kilómetros de Grandas de Salime


Desviándonos de la carretera local un bonito sendero nos dirige hacia la quintana que es actualmente el antiguo hospital de peregrinos que aquí existió en siglos pasados...


Es un camino algo estrecho pero por el que pasa perfectamente un caminante, un ciclista o un caballo


Luego se estrecha un poquito más


Encajado entre los muros de las fincas


Y ya vemos al fondo la capilla, detrás de la casa


Nos dirigimos a ella


Es la capilla de Santa Marina de Buspol, advocación que comparte con Santiago y con María Magdalena y Santa Teresa


Fue la capilla del hospital de peregrinos y está en un pequeño y hermoso campo, en el mismo Camino


Era este el oratorio del antiguo hospital de peregrinos de Buspol, que tenía una campana que era de las más antiguas de Asturias que hubiesen llegado a nuestros días, del siglo XIV. Se ha retirado para evitar a los amigos de lo ajeno


En el retablo encontramos una hermosísima muestra de imaginería popular barroca en un santuario rural que conserva todo su encanto natural, bien cuidado...


Y a la puerta la Oración del Peregrino


Este pequeño santuario es todo un símbolo del Camino Primitivo en Grandas de Salime, a partir de él el sendero de adentra en la impresionante bajada al Salto de Salime


Saliendo de la capilla, durante unos metros, el firme es bastante llano


La vista desde aquí es impresionante, al menos cuando se disipan las usuales nieblas, un fenómeno que según dicen se incrementó cuando se construyeron los embalses del Navia


 Chantas marcando el Camino...


Pronto empezaremos a bajar


Nos maravilla ver ya, allí bajo las montañas, el río Navia con sus embalsadas aguas


Sobre el gran embalse los montes que separan Asturias de Galicia, con la Serra do Acevo en su cumbre cimera. A la derecha, donde está el parque eólico es A Curiscada, sube desde Penafonte la ruta al Alto do Acevo, donde el Camino entrará en Galicia por el concello de A Fonsagrada


Ahora abrimos la portilla de un pastizal y pasaremos al lado de las vacas. Suele cerrarse ella sola por un muelle o resorte pero en caso contrario es preceptivo cerrar las cancelas de los prados siempre una vez hayamos pasado nosotros.


Buspol es uno de tantos y tantos topónimos con la raíz lingüístico bus y busto (del latín combustum) referidos a espacios ganados, hace cientos de años o incluso milenos, al bosque, para pastizales y usos agropecuarios. Otra teoría dice que viene de bois con el significado de bueyes, atribuido al ganado vacuno en general


Seguimos el mojón. De frente seguimos viendo Grandas


Sobre grandas el alto de A Bornela (748 m). Vemos, un poco encima de la población, subiendo por la ladera, la carretera AS-28, comunicación con O Alto do Acevo, paso a Galicia por A Fonsagrada. El Camino pasa un poco más abajo, saliendo del centro por el barrio de El Carmen cuesta arriba (en el centro y un poco a la izquierda de la foto) y luego sube hacia dicha carretera por los prados de la izquierda

Ahora, justo a la izquierda de Grandas, veremos por donde sigue el Camino, en A Farrapa, con la factoría quesera bien a la vista (en el medio y un poco a la derecha de la foto). Justo enciMa asoma Cereixeira y, a su izquierda, la llanura, entre prados y bosques, que va a Malneira


Más a la izquierda de Malneira Castro y Padraira


Y, subiendo poco a poco, Xestoselo, bajo A Pena das Lamas y, arriba a la izquierda, Penafonte, ascenso a El Zarro y A Curiscada, alturas estas últimas que dan paso a tierras gallegas y fonsagradinas


Grandas de Salime, tan cerca... aparentemente


La gran bajada al Salto de Salime se inicia verdaderamente aquí con sus curvas y revueltas, que hemos de tomar con calma, atendiendo a la señalización y a los cruces, no forzando demasiado las piernas, pues vamos a bajar y bajar.


Bajar y bajar, eso sí, absortos por el paisaje que se domina en estas alturas y que abarca, poco más abajo, gran parte del valle inundado por las aguas del embalse. Entorno que nos embelesa, según nos vamos asomando, paso a paso, al fondo del impresionante paraje que constituye esta comarca en la que las montañas parecen hacer caer a pico sus laderas, desplomando su desnivel literalmente sobre el pantano, como esculpidas por el hachazo de un titán. Es además el Navia "Río de los tres Caminos", pues nace en Busnullán, concello de Piedrafita do Cebreiro, mítico puerto de montaña del mal llamado Camino Francés, viene aquí a enlazar con el Camino Primitivo y desemboca en la villa asturiana de Navia, en pleno Camino Norte o de la Costa. Hacia él van ahora nuestros pasos, preparados para el buen juego y trabajo de piernas que supone bajar a su profundo valle.



Las aguas del embalse, aunque muy abajo al fondo del todo, se nos antojan relativamente próximas. En realidad no es así, nos aguardan unas dos horas de bajada más alto de tramo llano, incluso otra pequeña subida, pasar a la altura de la presa, seguir un buen tramo más allá y luego otros veinte minutos de bajada hasta la carretera y el mirador de la Boca de la Ballena. En total pueden ser entre dos horas y media y tres las horas que empleemos, siempre caminando con calma, "sin prisa y con no demasiada pausa para no perder el ritmo", en llegar a El Muro, la pared del embalse, por donde pasa la carretera


Curva a la derecha: empiezan los grandes zigzags para perder prontamente altura. Buspol está a unos 1.000 metros de altitud y el río a unos 200. Un formidable desnivel


Bajando ante el gran río y sus montañas...



Curva a la derecha


Vemos en la distancia los montes que caen hacia el Navia, con A Lomba (706 m) en primer término


Caminamos hacia el siguiente mojón. Al fondo, en la montaña de enfrente, vemos A Paiciega, en el concejo de Pesóz/Pezós, unos de los poblados que se construyeron a mediados del siglo XX para albergar a los muchísimos trabajadores que vineron a las obras del embalse. Más al fondo los montes de Pesóz o Pezós


De frente As Campas (691 m) y más a lo lejos A Bornela (748 m) y a su derecha El Corno (739 m)


Monte bajo, brezales, toxos, vegetación de puerto de montaña


El sendero no tiene pérdida y será el principio de un largo y continuo zig-zag


Inmensa caída hacia el valle. A la izquierda vemos en todo momento Grandas de Salime


Seamos prudentes en esta rampa impresionante. Hay mucha piedra suelta


Ahora el río está a nuestra izquierda. Abajo los pinares de Trasmonte. Arriba Pedras Apañadas


Curva a la izquierda


A lo lejos seguimos teniendo la villa de Grandas como referente


Grandas más cerca... o eso parece. La carretera que sube a la población también es muy visible. Por allí subiremos


Caminando en dirección sur con el río enfrente, abajo. Es un camino muy pedregoso


Más al sur es el concello gallego de Negueira de Muñiz. La frontera autonómica entre Asturias y Galicia hace grandes entrantes a ambos lados del río, divisoria sinuosa que sigue montes, regueiros y picachos


Camino, embalse y montañas. También reconocemos, dibujando colinas en la citada serranía, los surcos y vaguadas boscosas formadas por los arroyos que a él desembocan desde aquellas cimas... El Rigueiro del Gato, El Riguerio da Brañota, praderías de aldeas como Penafurada, Airela y Armilda, bajo A Pena Mouxada, o la zona del castro de Pelóu, ya en la raya con el concello gallego de Negueira de Muñiz. Más abajo de ellos discurre El Rigueiro da Bulliqueira, son corrientes fluviales lejanas que no podremos reconocer tampoco, ocultas en el boscaje, pero sí su evidente acción en la orografía de la montaña


En nuestro trayecto a veces la bajada se suaviza y a veces se torna más directa, atrás van quedando los pastizales y nos internamos en un paisaje de monte bajo, con brezos y arbustos, abedules, aunque pronto caminaremos bajo las extensas repoblaciones de pinos


No pocas veces, insistimos, el paisaje que veamos sea este: el de las nieblas del Navia


Suelen ir desapareciendo a medida que avanza la mañana


Y sale el sol


Luego de otra curva a la derecha viene un cruce de caminos al entrar en un pinar


Bajamos a la izquierda


Es eso sí una pista muy ancha, sin pérdida


Siempre bajando


Si no llevamos bastón con nosotros muchos peregrinos se hacen con algún palo para hacer más llevadero el gran descenso al Salto de Salime


Curva a la derecha. En este gran peñasco hay un buen balcón natural


El Navia debe su nombre a a la diosa celta (o precelta) Navia, vinculada a la abundancia, cosechas, fertilidad, suerte... y que da nombre a no pocos lugares de Europa occidental, relacionados con hidrónimos. La raíz indoeuropea se hace ya patente en el sánscrito navya (curso de agua), y algunos topónimos de este origen son en Asturias, además de este río y la población de su desembocadura,  Naviegu, Navelgas, Nava, Navidiellu o Nalón (antiguo Nauilo), así como Fontenavia, Nonaya, Bodenaya, y otros, en Galicia podemos encontrar el Navea, río afluente del Sil (Ourense) y el Nabalia, actual Eck, afluente del Rhin, en Alemania, o el Nauaeus, ahora Naver, en Escocia, el Naseby o antiguo Naubesia en el condado inglés de Northants o el Neber, el viejo Nabarcos, hoy Neber, en Gran Bretaña


Diversos lingüistas relacionan el nombre de esta diosa celta de la abundancia y la fertilidad con la palabra nava como equivalente a valle, e incluso con nave (barco), navegar, navegación, etc, lo que le daría fundamento como divinidad acuática en ríos navegables y espacios naturales en valles y lugares similares. No en vano se ha querido traducir Navia como la "diosa barquera", y como tal aparece en los mitos y sagas irlandesas: bella mujer que conduce a las almas al "otro lado", así cuando el héroe Cúchulainn hiere sin saberlo a us hijo Conlaoch o Connia, este se arroja a una lancha de cristal donde un hada le dice...

 "los inmortales te invitan. Serás uno de los héroes del pueblo de Tethra. Día tras día se te verá en las asambleas de tus abuelos, en medio de aquellos que te conocen y te aman"

Escena parecida se repite cuando las hadas llevan al rey Arturo a Avalon, la Insula Pomorum o paraíso de los celtas...


Desde su nacimiento hasta el mar el río sigue una dirección muy rectilínea y directa hacia su desembocadura, a diferencia de la mayor parte de los ríos cantábricos, que hacen grandes revueltas y meandros


Esta foto es diferente a las anteriores. Vemos el pinar calcinado. Este bosque resultó por un pavoroso incendio forestal en abril de 2017 del que sin duda tardará muchos años en reponerse si es que alguna vez se repone del todo


Seguimos bajando bajo otro gran peñasco


La bajada se va haciendo cada vez más impresionante


Curva a la izquierda


Y más pinos...


Aquí estamos más o menos a la altura de la villa de Grandas. Recordemos que habrá que bajar hasta el emblase y volver a subir. Se trata y puede sonar a broma, con retranca pero se trata en cierta manera de una verdadera explicación práctica de la Teoría de la Relatividad y del binomio espacio-tiempo. El precepto fundamental teoría de la relatividad es que "la localización de los sucesos físicos, tanto en el tiempo como en el espacio, son relativos al estado de movimiento del observador". Bien, pues aquí tenemos al fondo la villa de Grandas, vista tan cercana, pero a pesar de ello nuestro camino y esfuerzo por esta ruta la va a hacer extremadamente más lejana


El gran río encajado entre altas montañas


El Navia se nos irá ocultando


Curva a la derecha


El zig-zag y sus continuas vueltas


Mojones con conchas peregrinas, con piedras encima depositadas por los caminantes, nos confirman siempre la dirección correcta, pero de momento insistimos que no hay mayormente pérdida, es todo cuesta abajo en largos tramos zigzagueantes. Pronto los pinares nos ocultarán momentáneamente la panorámica del entorno y nos meteremos en las frondosidades del bosque


A lo lejos, en el monte de enfrente, otra vista de A Paicega, en el concejo de Pesóz/Pezós


Uno de aquellos poblados construidos para los trabajadores del embalse y sus familias


Sigue la bajada


Los pinos predominan totalmente en el paisaje


Y así sigue este larguísimo descenso


Curvas y curvas...


Tramo de bajada recta: A Costa de Salime


Pico de Valiel (867 m)


Nos adentramos en lo más profundo del bosque


Es agora cuando viene la parte más puramente sicológica pues, tapadas nuestras referencias visuales y geográficas por el tupìdo pinar nos parece estar bajando sin que se vea un final de tan prolongado descenso


Y así sigue la gran bajada de Buspol al Salto de Salime


El embalse ya a nuestros pies


Allí está otro antiguo poblado, Vistalegre, en El Salto, justo al lado de El Muro o presa del embalse, que no vemos aún. Por allí sube la carretera a Grandas y por allí subimos nosotros. La única casa habitada es la del hotel Las Grandas, que tiene también bar y albergue de peregrinos


Tomándolo con calma, pues estas largas bajadas pueden hacer resentirse un poco músculos y articulaciones, el descenso culmina en un cruce de caminos

Suele estar esta bifurcación bien señalizada, también con flechas y mojones: hemos de seguir camino A LA DERECHA. El ramal de la izquierda es testigo de algún que otro despiste y quebranto, pues forma parte a una larga bajada hasta la orilla del agua, hacia las pocas casas, normalmente deshabitadas, que quedaron del pueblo de Salime tras la construcción del embalse. De allí no hay continuidad posible...salvo volver a pie por el mismo camino. En teoría un lancheiro pasa o pasaba antes a determinadas horas o días, al parecer más en verano, con su barca, pero no nos arriesguemos, últimamente hasta ese ramal parecía estar en desuso y bastante abandonado. Por eso, recordemos siempre: al llegar al camino llano, dirijámonos a la derecha, la ruta a la presa o Salto de Salime


Pinos y penedos


Impresionante falda boscosa


Ahora vamos a caminar un tramo relativamente llano


Montes de Taladona, Os Rozois y Valía Longa


Ahora vemos entre el boscaje una construcción muy peculiar



Un cortín donde se guardaban las colmenas tradicionales, trobos o truébanos, de las apetencias de los osos


Bajo el cortín pasa el Camino... en otra curva


Ahora cesa la bajada, incluso se sube un poco por esta pista




Precipicio a la izquierda



Pared de roca a la derecha



Señales del gran incendio de 2017



Mucha piedra suelta...



Abajo, los pinos nos dejan de nuevo ver el río Navia. Por allí va la carretera subiendo a la villa de Grandas, siguiendo la ladera boscosa de A Costa hacia A Loma da Valía con los altos de As Campas (691 m)



Foto del mismo lugar antes de los incendios


Engañosamente puede parecernos estar cerca de las riberas, pero aún no, aún estamos muy altos. En este momento, tal vez algo cansados de la bajada, también nos da la impresión de estar próximos al mencionado paso del embalse por la carretera, pero hemos de tener paciencia, la senda, aunque más llana, sigue sinuosamente toda la forma de la falda del monte, nunca nos apartemos de ella, hay un verdadero precipicio cuesta abajo.


Muchos pueblos desaparecieron cuando se construyó el embalse. De ello hablaremos en el siguiente capítulo de esta ruta.


Al fondo los boscosos montes del Coto de Grandas


Subimos un poco más por el arrasado pinar


Más peñascos o penedos, otro estupendo mirador...


Gran masa de agua... y profunda la del embalse. La carretera sube bajo las faldas de Zreixolón y sobre A Costa (la cuesta)


El trayecto, bastante llano parece alargarse, es otra sensación que puede darnos en este momento, donde la gente a veces se preocupa un poco, pese a que es paso ancho y cómodo, pues puede dar la impresión que "lacarretera al embalse nunca llega", y es que aún hemos de pasar a la altura del muro de la presa, pero más arriba de ella, entre los árboles..


Otra vista de Vistalegre


Gran penedo...


Una cruz metálica. Ahora estamos justo a la altura de la presa del embalse, pero todavía no la vemos.  La frontera concejil nos hace pasar aquí del concejo de Grandas de Salime al de Allande durante el trecho que nos aguarda hasta El Salto


Los pinos dejan paso a un gran castañar


También resultó afectado por el incendio de abril de 2017, si bien parece que no tanto o se ha recuperado mejor


Hay una fresca humedad y umbría


Sendero labrado en la roca...


Sigue el tramo llano


Un verdadero túnel vegetal


Salimos aquí a un tramo más abierto


Es ahora cuando con alegre sorpresa vemos abajo a la izquierda la gran presa del Salto de Salime y algunas de las instalaciones que se hicieron durante su construcción, estas a su lado y abandonadas. Arriba del todo están El Cerro dos Burros, As Carquelas (concejo de Grandas de Salime) y a su derecha A Paicega, A Llananda y A Lomba (concejo de Pesóz/Pezós)


No solo hemos llegado a la altura de la presa sino que la hemos pasado ampliamente. Por algo se nos antoja este recorrido tan largo, donde además del esfuerzo físico se requiere calma y paciencia de mente, pues el tiempo transcurre y aún queda bastante para llegar a la villa de Grandas, aquella que ya en Buspol, antes de empezar a bajar, nos parecía tan cercana


Fijémonos con atención al llegar, poco más allá al siguiente cruce


Dejamos esta llana pista para bajar a la derecha


Estamos a 7 km de la capital del concejo


 El mojón de labajada...


Este sendero es más estrecho que la pista por la que bajábamos desde Buspol


Vuelve el descenso en zigzag, rápido y directo, por los castañares. Si echábamos de menos las bajadas aquí tenemos otra buena...


Es un castañedo precioso


Crecen los helechos


Tramo recto y llano


Pronto otra curva cerrada en continuo descenso


Unos metros en llano...


Y a seguir bajando... son las laderas boscosas y rocosas de A Pena de Armadela


En pleno bosque de castaños


Flechas amarillas confirmando ruta


Crecen los helechos en el suelo...


Cruce y hacia abajo. Pronunciada curva a la derecha


Entre piedras y musgos...


Piedras pizarrosas...


Un paraje inolvidable


Curva a la izquierda


Desde aquí, nuevas referencias visuales


Ahora sí que vemos cada vez mejor El Santo de Salime, con todas las viejas instalaciones de silos, cargaderos, etc. situados en la vertiente contraria, construidos en una ladera empinadísima, con muchos penedos o roquedos, pinos, matojos y arbustos, por donde venía el teleférico en el que se transportaban los materiales desde el puerto de Navia para tan titánica empresa. Más arriba de El Salto Vistalegre con la carretera y, sobre el poblado, las laderas de Fonte Carbayín, Zreixalón y As Charquelas, bajo el Cerro dos Burros y A Fontela (716 m). En torno a la presa se unen las fronteras de los concejos de Allande, Grandas y Pesóz/Pezós


Y continúa nuestro periplo castañar abajo


Desde el comienzo del larguísimo descenso, en Buspol, los músculos se resienten un poco


Esta parte de la bajada es algo más suave


Hojarasca y pizarra...


Torres eléctricas del embalse


Y ahí está "el gran salto", El Salto de Salime


La bajada no parece acabar nunca, es como un descenso a las entrañas de la tierra...


Tramo más sombrío...


Otra flecha amarilla


En esta zona podemos oír el ruido de los vehículos


Y es que ya estamos a la vista de la carretera AS-14, con la que hemos coincidido desde El Palo o desde La Puela/Pola de Allande quienes vienen desde allí


Llegamos a la carretera...


Y de ella seguimos a la izquierda


Sigue la bajada pero ya no tan pronunciada. Pese a ser asfalto muchos peregrinos sienten un gran alivio al llegar aquí, pues se va culminando la gran bajada desde Buspol


No hay arcén. Hay que tener cuidado


El Salto de Salime, por fin el espacio y el tiempo volverán a sus parámetros ante los muros de embalse. Antes de llegar a él tenemos que hacer una visita a su mirador: La Boca de la Ballena








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