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lunes, 27 de enero de 2014

EL PASO DE UNQUERA A BUSTIO: EL CAMINO NORTE ENTRA EN ASTURIAS


BUSTIO Y LOS PUENTES DEL DEVA: EL CAMINO NORTE ENTRA EN ASTURIAS POR LA RÍA DE TINAMAYOR

 


Bustio desde Unquera. Paso de Cantabria a Asturias por el Camino Norte

El Camino Norte de Santiago pasa de Cantabria a Asturias cruzando el puente sobre la Ría de Tinamayor, formada por el río Deva en su desembocadura al Cantábrico y que separa la cántabra población de Unquera de la asturiana de Bustio, en el concejo de Ribadedeva, cuyas aguas se reflejan en las cristalinas aguas de este estuario de apenas cuatro kilómetros de longitud pero de tradicional importancia pesquera, tanto es así que los pescadores de Bustio, junto con los de Unquera y Molleda, llegaron a crear su propia cofradía en 1983, independizándose de la de Llanes



Antes de este puente existía otro de madera cuya construcción salió a subasta pública en 1868, aunque ya hacía más de un siglo que ye proyectaba la construcción de uno, encargado por parte de la villa de San Vicente de la Barquera al célebre Padre Pontones, el monje jerónimo Fray Antonio de San Joséarquitecto, ingeniero y tratadista, podemos leerlo en Carreterucas. Historia de las carreteras de Cantabria:
"Parece ser que la primera vez que se intenta construir un paso permanente sobre el río Deva se remonta a los años de 1737 a 1773. Por aquel entonces se encarga por parte de la villa de San Vicente de la Barquera a un curioso personaje, Fray Antonio de San José Pontones, la localización del mejor lugar para el establecimiento de un puente sobre el río Deva. 
Este monje jerónimo, conocido coloquialmente como el Padre Pontones, fue un destacado constructor de puentes, además de arquitecto e ingeniero hidráulico. Una extensa biografía la podéis encontrar en esta tesis: Fray Antonio de San José Pontones. Arquitecto, Ingeniero y Tratadista en España (1710-1774)"

Antes aún se pasaba el Deva de Unquera a Bustio en barca y el embarcadero de Bustio estaba en el llamado Pozu del Ángel, unos 300 metros más al sur. En el libro El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, coordinado por la catedrática María Josefa Sanz Fuertes, podemos leer:
"El río Deva, uno de los más ancho cauce de nuestra región, supone el primer gran obstáculo que ha de salvar el caminante que desde la vecina Cantabria pretenda adentrarse en el solar asturiano, hasta la construcción del puente interprovincial, el paso del Deva había de hacerse casi con total seguridad, en barca quedando aún recuerdo del antiguo embarcadero de que se localizaba en el lugar conocido como El Pozo del Ángel...

En el mismo libro, en el apartado dedicado al Itinerario Histórico, se da cuenta de este servicio de barqueros de Unquera a Bustio y del testimonio de alguno de los sufridos viajeros de antaño, como el famoso Juan de Llano PonteJuan de las Carreteras, incansable viajero y cronista obsesionado con la imperiosa mejora de las pésimas comunicaciones decimonónicas:
"En el Camino de la Costa a su entrada en el concejo de Ribadedeva, aún por las Asturias de Santillana, salvaba el estuario del Deva por la barca de pasaje de Bustio, actual divisoria provincial con la vecina Cantabria. Primer gran obstáculo a superar por parte de los muchos que seguían esta vía peregrinatoria, de la dificultada que entrañó siempre su paso nos dan fiel testimonio algunos viajeros decimonónicos. Así, cuando la travesía era posible, la experiencia de la misma no debía diferir en mucho a la vivida por el viajero asturianio Juan de Llano Ponte en agosto de 1866, quien la describió en estos términos en sus Impresiones de viaje. (Por Oriente):
"Llegamos a las siete de la tarde a saludar el turbio Deba... en unba especie de sandalia romana que en Asturias llaman chalana, tosca embarcación aún para alimentar la navegación fluvial, con el lodo hasta la rodilla y en una atmósfera ponzoñosa que el limo de su cegado lecho producía, pasamos al fin"

 En el Diccionario de Madoz, a mediados del siglo XIX, al describir el "Camino Real, que desde Santander atraviesa por la costa y se dirige a Galicia", se señalan este y los principales servicios de barquerías de Asturias, diciendo que:

"Estos pasajes cuestan una retribución módica establecida para personas, bestias, cabalgaduras y cargas; los pueblos inmediatos, cuyos vecinos tienen precisión de pasar y repasar muchas veces en el día, contratan con los dueños de dichas barcas el pasaje, obligándose a pagar anualmente en metálico o en grano"

 El paso del Deva nos permite disfrutar de una vista hermosísima de Bustio y esta parte de la Ría de Tinamayor, donde el Deva desemboca en el Mar Cantábrico, pero cuya boca del estuario no podemos ver, pues nos la oculta al norte El Picu'l Cañón (202 m), en la Sierra de Tina, en la parte asturiana (izquierda de la foto), así como a la derecha El Llanu (223 m), en la parte cántabra (derecha de la foto), también plantado de eucaliptos, que con el Picu Terreros y El Matón, separan también este valle del mar

Allí está otro de los puentes del Deva, el del ferrocarril, construido en algún momento entre los años 1956 y 1989 para sustituir a otro anterior puesto en servicio el 20 de julio de 1905. al abrirse al tráfico el tramo Llanes-Cabezón de la Sal de la línea que el Ferrocarril del Cantábrico trazaba hacia Santander y que en 1972 se integraría en Feve. Fue precisamente en este lugar donde el Padre Pontones había proyectado la construcción del primer puente sobre el Deva en esta ría


Aquel primer proyecto de puente era de piedra pero no llegó a construirse... al menos aquí, pues en base a él, y tras la muerte del fraile, se harían los de Pesués y San Vicente de la Barquera. Este era su proyecto y esquema, en el que escribe:
"TRAZA Para la Execucion de un Puente de nueva Planta que se intenta Fabricar sobre el Rio Deva y Brazo de Mar cuios Fluxos y Refluxos Bañan el Valle de Riva de Deva por el Albeo o Madre del dho. Rio hasta donde esta la Barca llamada de Junquera; que unas veces Navega sobre las Crecientes del Mar y otras sobre las aguas del mismo Rio. La Eleccion del Sitio para esta nueva Fabrica Deverà ser desde la Cruz de S. Juan immediata al Lugar de Bustio del dho. Valle, Atravesando el Prado de D. Ventura de Cosido hasta el canto llamado de Toxa que se reduce a la explicacion siguiente"

Dado que el puente del Padre Pontones no se construyó la barca prestó servicio hasta la construcción de un primer puente de madera en 1868. En el Archivo de Remigio Fernández de Ribadeva se recogen aquellas prestaciones y condiciones de los barqueros, resumidas en el citado blog Carreterucas de Cantabria:

 "Estaba obligado a reponer y conservar todo el material que se rompiera: casco de la barca, amarres, cadenas..

El servicio era de luz a luz durante el día, y en caso del correo y urgencias del servicio militar a cualquier hora del día y la noche, siendo castigado con cuatro ducados la primera ve que se negara, al doble la segunda y a la tercera lo que el Ayuntamiento determinase.

Los vecinos y naturales del Concejo así como sus criados no abonaban el peaje, ni tampoco el ganado de su propiedad.

En caso de que el río "vaya fuera de su madre", es decir, hubiera crecida, estaba obligado a contratar a tres hombres para mantener el servicio. Y para evitar cualquier pretexto del barquero por la crecida, si había tres hombres del pueblo dispuestos a hacer el trabajo ¡debía continuar dando el servicio!"

De todas maneras, pocos oficios tuvieron tan mala fama en la antigüedad como el de los barqueros. El paso de ríos y rías era un suplicio por varios motivos, la zozobra de las atestadas chalanas y barcas hacía que no pocas personas, caballerías y equipajes acabasen en el agua expuestas a las corrientes, y el pago de los peajes era otra suerte de infortunio que no pocas veces hacía que viajeros y peregrinos remontasen orilla río arriba para buscar puentes, con o sin portazgo pero más seguros, o pasos a pie o incluso en lancha pero menos complicados y más baratos, lo que hacía cambiar de camino, dejando la costa por los del interior

Luego, sería en este lugar en el que saliese a pública subasta, en el citado año de 1868, un primer puente de madera, del que se conservan algunas fotografías, para la nueva carretera Oviedo-Torrelavega, que sustituiría a los milenarios caminos reales costaneros. Pero aún en 1897, necesitado de reparaciones, se restituye el servicio de barquerías mientras duran estas obras

Al paso del puente, un gran panel nos muestra el itinerario del Camino Norte en Cantabria, el cual al llegar aquí ya habríamos dejado atrás. El historiador Luis Antonio Alías, del que mucho hemos de hablar, o él mucho ha de hablarnos, en esta senda jacobita, dice en su libro El Camino de Santiago por Asturias. Itinerarios:
"La ruta costera del Camino de Santiago, menos frecuentada que el Camino Francés -vascos y montañeses, injustamente considerados salvajes, ladrones y otros calificativos mucho más gruesos, eran objeto de una desmedida mala fama entre los peregrinos- salvaba, tras el necesario descanso en alguno de los hospitales de San Vicente de la Barquera, la desembocadura por un puente, -desaparecidos los de mayor antigüedad el actual es de hormigón- que unía Unquera y Bustio"

Por su parte la famosa Xacopedia publica un interesante artículo dedicado a Cantabria, del que extraemos esta parte dedicada a sus itinerarios y antiguos hospitales de peregrinos:
"El Camino del Norte o de la Costa abandona Euskadi y se interna en Cantabria a través de Castro Urdiales. Prosigue por Liendo y Laredo, donde la antigua puerta de Bilbao da la bienvenida al peregrino. En esta población se produce una bifurcación de caminos: mientras algunos peregrinos viajan en barca directamente hasta Santoña, otros circundan la bahía por Colindres, y ambas variantes se unen en San Miguel de Meruelo. A continuación, el Camino visita los enclaves de GüemesGalizano y El Astillero, antes de adentrarse en la capital, Santander. De nuevo dos itinerarios, uno al norte y otro al sur, conducen a la próxima localidad: Boo de Piélagos. Antiguamente un servicio de barcas, custodiado primero por los dominicos y posteriormente por parientes de Calderón de la Barca, posibilitaba cruzar la ría de Suances para llegar hasta Polanco. Después de internarse en Santillana del Mar los peregrinos viajan hasta Cóbreces y Comillas, donde el fabuloso Parque Natural de Oyambre se extiende hasta San Vicente de la Barquera. A continuación, el límite con el Principado de Asturias se encuentra una vez pasada la población de Unquera, en el municipio de Val de San Vicente
De Cantabria parten varios ramales hacia el Camino Francés. Uno de ellos une Santander con Burgos y otro, conocido por el nombre de la ruta del Besaya, conecta Santillana del Mar con la localidad palentina de Carrión de los Condes. También de San Vicente de la Barquera sale un ramal, conocido como Ruta Lebaniega o Vadiniense, que llega hasta Mansilla de las Mulas. 
A lo largo de este trazado en Cantabria se situaron en la Edad Media diversas cofradías y hospitales que proporcionaban atención a los peregrinos. El de Colindres, fundado en el año 1544 a iniciativa de Carlos I, fue el primer hospital de peregrinos de Cantabria. 
Algunos de los muchos hospicios documentados se ubicaban en Islares -conocido con el nombre de la Vera Cruz e incluido en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria-, Galizano (bajo la advocación de San Andrés), Cóbreces (del Buen Suceso), Val de San Vicente y Comillas. La mayor parte de este tipo de centros surgió alrededor de los principales puertos de desembarco de peregrinos. Así, Laredo llegó a tener tres hospitales -de San Lázaro, Santo Espíritu y Santa María-, mientras que Santander ponía a disposición de los caminantes el importante hospital de Sancti Spiritus (s. XIV). San Vicente de la Barquera, por su parte, disponía de los hospitales de la Concepción (ss. XIV-XVI), Abaño (s. XIII) y la Misericordia (s. XV) y de la hostería de transeúntes y penitentes de Nuestra Señora de la Barquera. También Santillana del Mar contó con un hospicio adosado a su emblemática colegiata y dos más humildes"

Desde aquí vamos a tener una buena vista completa de la Plaza del Mercado de Unquera, gran explanada entre las casas y el estuario. El mercadillo se celebra todos los miércoles de 9:00 a 14:00 y destacan los productos alimenticios locales, así como ropa, calzado, artesanía, etc.


Y esta es la renombrada Confitería Pindal, de los hermanos Junco, de gran tradición hostelera. Ya su padre, Luis Junco, llanisco del pueblo de Parres, fundó a mediados del siglo XX Casa Junco en la carretera N-634 en el cercano pueblo de El Peral, por donde pasaremos próximamente, abriendo seguidamente un hotel y adquiriendo posteriormente las cafeterías Pindal en Unquera, abriendo incluso una discoteca sobre el obrador


Tras las obras de 1897, en fecha tan inmediata como 1902 el viejo puente de madera aquí existente vuelve a estar seriamente deteriorado y así se denuncia públicamente en la prensa. Quince años más tarde, el Ayuntamiento de San Vicente se queja al Ministerio de Fomento y pide un nuevo puente para Unquera, entre eso y las gestiones del diputado por Santander Pablo Garnica y Echevarría se hace un puente de hormigón inaugurado en 1926 al lado del de madera, que terminó desapareciendo. Este puente de hormigón fue obra del constructor Nicanor Menéndez, y de él siguen comentando en Carreterucas de Cantabria
"Los inicios de la historia del hormigón armado en España tienen dos grandes exponentes en Cantabria de la mano del ingeniero y profesor de la escuela de Caminos José Eugenio Ribera: el puente de Golbardo (y su hermano, un arco del puente de Ganzo) y el puente de Unquera.  
El puente de Unquera está formado por tres vanos ejecutados mediante celosías de hormigón. Las celosías de hormigón son estructuras muy eficientes en cuanto al uso de materiales. El problema es que para su construcción se necesita mucha mano de obra, por eso actualmente apenas se usan como alternativa constructiva"

La retirada del antiguo puente de madera no parece haber sido fácil, pues salió a subasta nada menos que tres veces. En cuanto al de hormigón fue dinamitado en agosto de 1937 en un vano intento por detener a las tropas franquistas durante la Guerra Civil, pues fue rápidamente sustituido por otro de madera hecho por los ingenieros de la 61 División Navarra, apoyado en las mismas pilas de hormigón del dinamitado


Tras el de estos pontoneros, se construye, mientras se estudia la reparación del puente destruido, un puente provisional de once tramos de vigas metálicas de doce metros apoyadas sobre caballetes de pilotes en unas bases de hormigón. No deja de ser curioso que formase parte de un circuito turístico aún en plena Guerra Civil, si bien ya caído el Frente Norte, en 1938, como faceta propagandística para que los ciudadanos, principalmente extranjeros, conociesen personalmente "la tranquilidad y el orden que reina en las regiones recién conquistadas por las armas":
"el día primero de julio próximo, abre al turismo extranjero la gran Ruta de la Guerra del Norte […/...] En plena guerra, pero con fe absoluta en la inminencia de la victoria final, la España del Generalísimo Franco se expone a abrir la primera de sus rutas nacionales de guerra, organizada en este ministerio por el Servicio Nacional del Turismo, e invita a todos los ciudadanos de los países civilizados a recorrer la del Norte, a partir del primero de julio próximo, para comprobar personalmente la tranquilidad y el orden que reina en regiones recién conquistadas por las armas […/...] También podrán recorrerla los españoles..."

Aquellos apoyos del puente provisional eran llamados cepas, unos bloques de hormigón que pudieron verse abajo a la derecha del puente actual durante bastantes años. Se sospecha aunque no se sabe cierto, que habían sido la base de la estructura del primer puente de madera. En el blog de la Carnicería Villasola, fundada en Unquera en 1915, leemos de ellas:
"Las cepas del viejo puente ya no están. Llegó Costas  y descubrió que estorbaban , allí en las crecidas se acumulaba gran cantidad de ramas , viejos arboles que el agua se traía de "arriba", y es cierto todos hemos visto las viejas cepas llenas de arbustos enganchados de maderos que no parecían querer llegar a la mar, ........estoy viendo aún la escena, gente ribereña, chalanas peleando para poder pasar, esquivando las cepas para subir y bajar desde Molleda hasta El Pedrero, a La boca de La Barra....algunas veces alguno de ellos (no de Costas) se armó de valor y un buen hacha ó con suerte una motosierra, y quedaba listo hasta la próxima riada....Pero en fin, antes que limpiar mejor quitar un foco de suciedad, pero ahí se nos fue la historia, no dejaron ni la muestra, quedan eso sí las fotos antiguas, y sobre todo la memoria, de cepa a cepa se aprendía a nadar, de cepa a cepa se hacían carreras, entre cepa y cepa te tirabas desde el puente, en la cabecera de las cepas se paraban las truchas,......pero bueno la historia está hecha para construir el presente, ahora la historia será otra y la contarán otros ...hay una pasarela muy bonita.....los coches ya no te salpican tanto cuando llueve......hay luz en el puente, con farolas y todo, los críos ya no se te escapan a la mitad del puente......y de las truchas....volverán a su sitio natural........que no se cual es pero los ribereños seguro que ya lo saben"

Tras repararse y volver a entrar en servicio, este puente de hormigón soportó durante años el cada vez más intenso tráfico de la carretera N-634 hasta que se construyó la variante de la misma, evitando el paso por Bustio y Unquera, en 1975, así como posteriormente la Autovía del Cantábrico,  tal como nos informan en Carreterucas de Cantabria:
"El Plan REDIA (Red de Itinerarios Asfálticos) fue un plan de carreteras que se inició en el año 1967 para la mejora completa de varios itinerarios con intensidades de tráfico importante. Por supuesto,  dentro de las carreteras mejoradas estaban las radiales, pero también algunos otros itinerarios periféricos. Entre ellas se encontraba la N-634, entre San Sebastián y Oviedo. Uno de los primeros tramos donde comenzaron las obras fue en la parte asturiana, con la construcción del tramo desde Unquera hasta Llanes, pero sin solucionar el paso por las travesías de Unquera y Bustío.

 (...) los niveles de servicio en la N-634 eran insuficientes, por lo que se propone dentro del avance del II Plan de Carreteras 1992-2000, que se desarrollaría dentro del Plan Director de Infraestructuras 1993-1997, la construcción de una autovía entre Solares y Unquera. En 1993 se aprueba el Estudio Informativo de todo el Itinerario, pero sólo se ponen en marcha los proyectos entre Torrelavega y Unquera, al existir un itinerario por autovía entre Solares y Torrelavega a traves de Santander. 
La construcción del tramo Lamadrid-Unquera sale a licitación el 1 de agosto de 1998 y es adjudicado el 30 de dicembre de 1998 a la UTE Dragados - FCC por un importe de 15.588.683.854 pesetas (unos 93,7 millones de euros). Dentro de este tramo se construye un nuevo puente sobre el río Deva (...)

Se inaugura el 19 de octubre de 2001 y aunque el puente se construye para la situación definitiva de la autopista, la pintura se realiza de forma provisional para adaptarse al tráfico bidireccional de la N-634 que todavía no se había desdoblado en Asturias. Los problemas con el tramo entre Unquera y Llanes, que se inauguró finalmente en el 30 de diciembre de 2014, hizo que esta situación del trazado provisional estuviera la friolera de 13 años!!"

Por su parte, sabemos que el puente del ferrocarril también fue destruido en 1937 y reconstruido dos años después. Más allá están el de la variante y del de la Autovía. A lo lejos las alturas de El Llanu, que separan estos valles del mar

El puerto de Bustio se halla realmente aún más allá, al pie del Picu'l Cañón y la sierra plana de Pimiango, solar que fue del mítico monasterio de Santa María de Tina, emplazado en las inmediaciones de la cueva prehistórica de El Pindal, que demuestra un antiquísimo poblamiento de este territorio que habría de ser muy rico en recursos pesqueros

No nos resistimos a compartir lo que dice Luis Antonio Alías de este el primer pueblo de Asturias en el Camino Norte...

"Bustio recibe al peregrino con aire indiano y marinero. Embarcaciones de poco calado en los márgenes de la ría, espacio para abuhardilladas casas de grandes balcones y corredores"


Desde el puente y a nuestras espaldas tenemos una buena vista de Unquera, población perteneciente al municipio de Val de San Vicente, bajo los altos de El Cantón y Jalesango (150 m). Hace dos siglos todo esto eran junqueras (de ahí el topónimo Unquera) y marismas pero, cuando a mediados del siglo XIX, estas se desecaron, la población prosperó a partir de una vieja venta caminera que aún prestaba sus servicios en 1860. Las carreteras y el ferrocarril propiciaron su expansión, tal y como leemos en Wikipedia:
"Durante el Antiguo Régimen el municipio de Val de San Vicente perteneció como señorío a la casa de los Marqueses de Aguilar de Campoo. Sin embargo, Unquera como localidad tiene una vida muy corta para los cómputos europeos. No aparece en el mapa de Coello (1861), aunque sí se cita la ensenada de Unquera en la ría de Tina Mayor.​ Unquera pudo haberse desarrollado a finales del siglo XIX gracias a la mejora de las comunicaciones, especialmente por el ferrocarril,2​ y por el auge comercial de la región, posible tras la apertura de la carretera del desfiladero (luego N-621) en 1863. Este camino se utilizó como vía para exportar, a través de la ensenada de Unquera, las materias primas de Liébana y el desfiladero de La Hermida a InglaterraBélgica y Alemania.​ En 1881 Unquera ya se cita como una aldea situada al fondo de Tina Mayor.​ Desde entonces Unquera ha crecido linealmente en torno a la carretera, y también paralelamente a la ría, donde posee un paseo fluvial"

La localidad se ha hecho celebérrima gracias a las famosísimas Corbatas de Unquera, pastel de hojaldre en forma de corbata o pajarita. Según unas fuentes las corbatas son una creación del asturiano aquí afincado José Julián Revorio, fundador de la panadería El Pindal. Esta es la versión que recogemos de La Casería de Potes:
"Corbata es el nombre con que se conoce a uno de los productos típicos de la reposteria de Cantabria, principalmente elaborado en Unquera (Val de San Vicente) y San Vicente de la Barquera.

Se trata de un pastel de hojaldre con forma de corbata o pajarita hecho con mantequilla, azúcar, huevos, harina de trigo y almendras, y recubierto con una capa de azúcar con almendras.

Las Corbatas de Unquera nacieron en la panaderia "El Pindal" fundada por la familia Revorio, el creador de las Corbatas de Unquera fue José Julián Revorio, un reconocido repostero de la provincia de Asturias que al vivir un tiempo en Unquera decidió formar la panaderia de "El Pindal".

Otras fuentes dicen que en 1951 el pastelero Manuel Canal Cordero ideó estos hojaldres de forma alargada a quienes su padre llamó "corbatas" por su parecido con el nudo de un lazo de corbata o pajarita, alcanzado el dulce y su nombre gran popularidad, al ser Unquera lugar tradicional de paso de vehículos entre Cantabria y Asturias por este puente, donde solía hacerse una parada para descansar y tomarse un refrigerio. De esta manera leemos en Nuestra España dulce:
"La "corbata" de Unquera tiene su origen en el año 1951, de la mano del pastelero, Manuel Canal Cordero, a quien se le ocurrió dar al hojaldre una forma alargada y estrecha y es su padre quien pasa a llamar a este hojaldre "corbata", ya que su forma le recuerda el nudo de un lazo o pajarita, cogiendo fama y llegando su nombre hasta hoy en día. Hoy en día es uno de los dulces de hojaldre, representativos de Cantabria, con Polcas de Torrelavega, a la hora de merendar o acompañando un buen café o infusión"

En 2006 se hizo una pasarela peatonal en su vertiente norte. En 2008 se haría lo mismo en el tramo sur, por lo que al cruzar el puente podremos ir por cualquiera de las dos, o por la derecha, o por la izquierda

Hemos de decir que es una pasarela muy bien ejecutada, con buena anchura para los peatones. No siempre tendremos la misma suerte al pasar las rías. Por ejemplo, en la del Nalón hallaremos un paso sensiblemente estrecho para pasar a Muros y, para pasar de Asturias a Galicia por Ribadeo, el vertiginoso, largo, estrecho y tambaleante Ponte dos Santos no deja de ser una prueba de miedo...

Y este es el tan emblemático paso del Deva de Cantabria a Asturias, un momento de gran emoción para muchos peregrinos, sobre todo aquellos que ya llevan muchos días a sus espaldas, desde Irún, o mismamente desde Bayona, que por diferentes razones, históricas y culturales, es cada vez plaza más escogida para comenzar el itinerario completo por el denominado en nuestros días Camino Norte

El nombre Camino Norte se ha afianzado modernamente sobre el de Camino de la Costa que se empleaba antaño, el cual tenía importante razón histórica ya que existen referencias desde antiguo a un camino real (real, del reino, es decir, público) de la costa, costero o costanero, así como sus ramales. Tal vez para diferenciarlo de otros caminos costeros, como el portugués, se ha decidido asentar más esta denominación norteña, aunque a veces comprobamos que lleva a cierta confusión a no pocos peregrinos con otros caminos, principalmente el Primitivo

Aparte de denominaciones tradicionales geográficas o de lugares, tradicionalmente todos los caminos por los que venían peregrinos centroeuropeos eran llamados camino frances, franco, francisco o similares, y ahí tenemos el caso de la documentación de época y la misma toponimia. Únicamente en nuestros días y con el fin de diferenciar oficial e institucionalmente unos de otros se ha dejado el nombre de francés al que debió tener más trasiego de gentes entre la baja Edad Media y el siglo (XVIII), el de la Meseta Norte, el cual se afianzaría a medida que el avance cristiano se iba extendiendo hacia el sur. Pero insistimos en que es una denominación que históricamente tendrían derecho otros muchos, incluyendo este

En Bustio destaca en lo alto, por su torre-mirador, una gran mansión: Villa Delfina. Se trata de una muy hermosa quinta hecha para el indianu o emigrante a América, José Egüez Otazabal,  quien, a diferencia de sus paisanos, que emigraban a México, se dirigió a Puerto Rico, donde hizo fortuna. Hablaremos más de ella según nos acerquemos, pues el Camino pasará a sus pies para acometer la empinada subida de La Cuesta'l Cantu, siguiendo en viejo camino real y jacobita que lleva a Colombres, capital de este concejo de Ribadedeva o Ribadeva

Apreciamos bien desde aquí, en la loma o colina a la izquierda de Bustio, la citada ascensión por la Cuesta'l Cantu, así llamada por ir por el cantu o cresta de la misma, desde la que contemplaremos maravillosas vistas de esta Ría de Tinamayor

Más a la izquierda son los altos de La Peña, por Llagunes y La Cantería. A sus pies hay una preciosa vega donde se asientan las casas de la carretera de Vilde. Por ahí estaba el Pozu del Ángel con el fondeadero para la antigua barca del pasaje, propiedad del Conde de la Vega del Sella, que la arrendaba a algún barquero. Ahora una chimenea señala el emplazamiento de la antigua fábrica de Leche Pascual, la cual a su vez era sucesora de la Lechera de Bustio, fundada en 1940 por el bodeguero vallisoletano Mariano Ruiz en esta misma finca, comprada al Sr. Eguen, según recogemos del libro Historia de la industria láctea española; una aplicación a Asturias: 1830-1995, de Alicia Langreo Navarro, que nos informa que, dada su situación efectuaba la recogida de leche en caserías tanto asturianas como cántabras, dedicándose inicialmente a la recogida de leche entera y su posterior elaboración en leche condensada en botes de 5 kilos, llegando prontamente a tener una gran expansión y llegando a recoger 3.000 litros diarios. En la década de 1950 comenzaron los problemas, principalmente a causa del fraude del aguado, el cual reducía su rendimiento, dedicándose posteriormente a la elaboración de queso. Luego paró su actividad y tras unos años sin trabajo fue comprada por Clesa para la campaña 1969-1970, pasando a figurar como Celebusa, una de las empresas de su grupo

La compra obedecía a la necesidad de las nuevas centrales lecheras de hacerse con fábricas de leche condensada para abastecer de las crecientes áreas urbanas, en este caso Madrid. En el acuerdo de compra figuraba el compromiso de los antiguos dueños de recuperar el servicio de recogida anterior, que se había perdido al cerrar, y así fue al principio, aunque enseguida Clesa prefirió gestionar esta recogida directamente, construyendo además una torre de polvo para aprovechar los excedentes de las recogidas, empezando asimismo a producir mantequilla como subproducto de la leche en polvo desnatada. Clesa utilizó estas instalaciones hasta comienzos de la década de 1980, cuando decidió irse de Asturias tras algunos problemas con otras empresas en el conflicto del abastecimiento de leche y cuando ya había inaugurado nueva fábrica en Galicia:

"Bajo la propiedad del grupo CLESA los volúmenes trabajados por esta fábrica crecieron espectacularmente. En los primeros setenta contaba con 25/30 trabajadores y recogía más de 15 millones de litros de leche anuales, incluidas líneas en Santander, cifra que subió a lo largo de la década. Sus producciones eran leche en polvo entera, desnatada y mantequilla.

En la segunda mitad de los setenta esta fábrica  se utilizaba como reguladora: en ella entraban más de 100.000 Kg. de nata como nueva materia prima, que se transformaba en mantequilla, y como abastecedora de otras fábricas del grupo -casi un 20-25% de su recogida de leche cruda salía del Principado sin elaborar con destino a las centrales lecheras del grupo-.Mientras tanto el número de trabajadores descendió a unos 15"

El 18 de febrero de 1989 la fábrica de El Bustio se vendió a la sociedad ASLAT (Lácteos Asturianos), formada en un 50% por accionistas de LAGISA y el Grupo PASCUAL, dedicándose a ser empresa reguladora para ellas, si bien se suspendió la fabricación de mantequilla, centrándose únicamente en la leche en polvo y la venta de leche cruda a otras fábricas de esta sociedad láctea, bajo cuya gestión se hizo la instalación de frío, similar al modelo de Pascual en toda España, instalándose desde 1883 tanques en frío en las explotaciones ganaderas, los cuales eran propiedad de la empresa, cuyo radio de recogida llegaba a los 50 Km que comprendían unos 600 ganaderos abastecedores. La sociedad se disolvió en la década de 1990, quedándose Leche Pascual con estas dependencias y casi toda la recogida, aunque la producción como tal acabó, ciñéndose a ser centro logístico de la recogida de Pascual en Asturias y Cantabria. hasta que esto también cesó. Las instalaciones fueron demolidas en 2007 a excepción de esta chimenea de ladrillo rojo catalogada como patrimonio industrial

Es significativo que esta zona al sur de Bustio ya era antes un centro industrial de importancia: entre finales del siglo XIX y comienzos del XX funcionó un molino que era fábrica de harinas, central hidráulica y ferrería de tachuelas y puntas de hierro

Ribera del Deva que se extiende hacia el sur, donde el río va a hacer un meandro. En río nace en Fuente De, al sur de los Picos de Europa, y riega tierras de Liébana, siendo cruzado por el Camino Lebaniego en Santa María de Lebeña, antes de llegar a Potes y al monasterio de Santo Toribio

A Liébana, vía Panes (Peñamellera Baja) y Desfiladero de La Hermida, va la carretera N-621, por donde se extienden las casas del sur de Unquera, con vistas al río, truchero y salmonero por excelencia, que recibe las aguas del mítico Cares en Ciliergu antes de entrar en Panes. Las cimas calizas que vemos a lo lejos señalan esa entrada en la abrupta Hermida, a cuyo paso por ella escribió Benito Pérez Galdós:

"Es un paso estrecho y tortuoso, cuya alta cima no alcanza a percibir la vista entre dos paredes. Elcamino, como el río, va por una gigantesca hendidura delos montes resquebrajados" 

El Deva recorre algo más de 72 kilómetros antes de desembocar en el mar formando previamente esta bella Ría de Tinamayor y luego de pasar, desde Panes, por Sieju y El Mazu, solar de otra cueva prehistórica, La Loja, viniendo luego aquí por Narganes, Buelles y Molleda

Entre Molleda y Muriances, justo antes de llegar a Unquera. el Deva forma uno de sus grandes meandros, conformando otro de sus bucólicos paisajes que encandilaron a tantísimos viajeros y montañeros a lo largo de la historia. Más a lo lejos la Sierra de Arria forma un murallón que cierra al otro lado el valle del río Lamasón, afluente del Nansa, paralelo al Deva y que desemboca en otra ría cercana, la de Tinamenor, paso del Camino Norte que hemos dejado atrás, en Puentenansa. Esas montañas son otra referencia para los peregrinos del Camino Lebaniego, pues se ven desde lugares tan significativos de esa ruta como CabanzónCadesSobrelapeñaLafuenteCicera, así como La Canal de Francos y el Colláu Arceón, en el paso a Liébana por Lebeña

Las picudas moles de piedra clara caliza gris, casi blanca, anuncian la antesala de los Picos de Europa, de os que tantísimo hemos hablado viniendo ya por Cantabria, pues llegan a verse desde una gran distancia. Precisamente una de las posibles explicaciones de tan llamativo topónimo es que eran "las peñas de Europa", referencia de tierra firme desde alta mar, formando parte de la extensa Cordillera Cantábrica, que se extiende por todo el litoral, llamada en siglos pasados Pirineos (topónimo que abarcaba por lo visto más montañas que las actuales) y aún antes Mons Vindius, "a donde antes subirán las aguas del mar que no las armas de Roma"

Deva, nombre de origen céltico, que denomina una diosa de la naturaleza de raíz indoeuropea, la Gran Diosa Madre que da la vida, simbolizada en las aguas y el nacimiento de los ríos. un ejemplo de la veneración y el respeto de las antiguas culturas para con el entorno natural que hace posible la vida y de la que el agua es el principal fundamento. No es de extrañar que un elemento fecundador y femenino como es el agua quedase divinizado por un ser también femenino, Deva, y este fuese con el tiempo transformado o asimilado a nuevo nombre, aunque no de función, cuando una nueva religión se superpone a las anteriores. Tanto el río como su nacimiento en Fuente Dé (Fuente Deva), portan esta etimología

No muy lejos de aquí, encontramos reminiscencias de Deva en varios topónimos, como la Isla la Deva casi enfrente de la desembocadura del Nalón, el río Deva que nace en el Monte Auseva en Covadonga, al otro lado de los Picos de Europa, o la parroquia de Deva, en Gijón, nombre antiguo de su río Peñafrancia... pero hay muchas más desde Europa hasta la India y entre ellos destacamos en Galicia el río Deva en Pontevedra, Deba en el País Vasco, que también denomina a un río y a una villa, el Deventer en Holanda, la ciudad de Devon y Devonshire en Inglaterra, las Divonna de Francia, Diviciacos, famoso druida galo; el Dvina, río de Rusia y Letonia, la Diva de los persas y un larguísimo etc., que sería harto prolijo enumerar

También este culto a Deva parece estar muy emparentado con las creencias en los seres femeninos del agua y las cuevas que existen en la mitología de todas las culturas y que en Cantabria y Asturias están representados por las anjanas, injanas o xanas, que se aparecen en fuentes, ríos y lagos, Escribe, cómo no, también de ello Luis Antonio Alías en su libro jacobita...

"Ría de Tinamayor, Encuentro del Deva -nombre de origen sánscrito e importación céltica que significa diosa o, más en concreto, diosa engendradora, fertilizadora, madre y protectora de las gentes indoeuropeas- y el mar. Antaño, mucho más que hogaño, era puerto natural de cierta importancia Hoy, sin que dejen de surcar las, normalmente, tranquilas aguas pequeñas embarcaciones pesqueras, la cierta importancia o, con mayor exactitud, la importancia cierta, es ecológica y paisajística"



Por su parte Bustio parece ser uno de tantos topónimos de raíz bustum o similar, vinculado a combustum o lugar de quemas, posiblemente la ancestral costumbre de ganar de esta manera pastos y terrenos al monte

Villa Delfina, con sus excelentes vistas de la ría y su puente, sigue dominando la escena. Fue encargada en 1921 por aquel indiano, Eguen Olazábal, al arquitecto santanderino Deogracias Lastra López, acabando las obras cuatro años después en 1925. El maestro de obras fue Valentín Zubizarreta. Sin duda lo que más destaca es su característica torre cuadrada de tejado a cuatro aguas, veleta y pararrayos, de preciosa inspiración montañesa

Atrás, otra hermosa vista delos barrios de Unquera desde el puente hacia el sur, la zona del Auditorio, Plaza Ruperto Leza y calle San Felipe Neri, bajo las verdes lomas de las camperas de El Cantón

Contemplamos ahora hacia la derecha la Ría de Tinamayor y sus puentes entre Unquera y Bustio. Las marismas o esteros, que se extienden a lo largo de los cuatro kilómetros que nos separan de la boca del estuario, fueron tiempo ha desecadas y rellenadas para su aprovechamiento como pastizal, aunque de vez en cuando el mar, en sus mareas vivas, o el río con sus riadas, recuperan lo que un día fue suyo 


No está excesivamente clara la razón etimológica de los topónimos Tina aquí existentes, Tinamayor, Tinamenor, Santa María de Tina... suele atribuirse al latín tinam, dando tina y sus variantes en lenguas romances, normalmente referido a recipientes de líquidos, como podría ser el caso de esta ría y su gran cantidad de agua, elevado caudal que predomina sobre el de las mareas y que, por comparación, se le ha añadido mayor, en contraposición a la más pequeña Tinamenor


El estuario guarda un gran interés biológico, pues sus orillas de carrizo (Phragmites australis, que forman las junqueras o unqueras) se cobijan numerosas especies de aves, algunas no demasiado frecuentes por estas latitudes, como el rascón europeo, el carricero tordal, la pilluela pintoja, gallinetas comunes, ánade azulón, escribano palustre y bastantes más


Otro topónimo significativo es. en la ribera cántabra, El Juncal, por donde entra en Unquera el Camino, procedente de Puentenansa y Pesués, capital del municipio de Val de San Vicente


En la actualidad, la proliferación de albergues en el Camino Norte, públicos para peregrinos y privados, normalmente turísticos pero no pocos especializados en peregrinos, permiten bastante bien acomodar las etapas a nuestro gusto, pues las de las guías son, realmente siempre han sido, únicamente orientativas. En este caso, la relativa abundancia de otros alojamientos, pensiones, hoteles, campings y casas rurales, al menos desde primavera a verano y principios de otoño, dada la importancia turística de estos lugares, incide también en ello


En buena medida, las etapas reflejadas que solemos ver en las guías se basaban en los escasos albergues (casi únicamente públicos) existentes hasta que se multiplicaron exponencialmente a partir de 2005 aproximadamente al incrementarse notablemente el paso de peregrinos. Otros establecimientos hoteleros y hospedajes, aún no exclusivos de peregrinos, los aceptan gustosos, incluso con precios especiales, no pocos han habilitado a la vez sus propios albergues


Por ello puede decirse que el paso continuo de peregrinos, al menos en circunstancias normales y en dichos meses de primavera, verano y buena parte del otoño, es un importante aliciente económico y de divulgación de los lugares por donde pasa el Camino Norte, incluyendo sus variantes y las cercanas sendas costeras, empleadas en ciertos tramos de mucha carretera como alternativa por los caminantes


Pasamos así el puente y pisamos ya tierra asturiana en Bustio, ante esas hermosas casas típicas de corredor y galería que miran a la ría y que a nadie dejan indiferente, asomando sobre ellas la torre de Villa Delfina


Aquí llegamos a la carretera AS-344 y seguimos a la derecha


Cruzamos con cuidado la calle del puente y estemos atentos, pues seguidamente habremos de ir a la izquierda, hacia Villa Delfina, cuya torre sigue asomando, siendo una perfecta referencia visual y geográfica para el peregrino. A su derecha Casa Velarde, célebre casa de comidas de Bustio, antigua fonda y parada de diligencias que fue escenario de cine y origen de la leyenda que dice que de aquí salieron las botellas de vino que se subieron al Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes en su primera escalada, efectuada por Pedro Pidal, Marqués de Villaviciosa y Gregorio PérezEl Cainejo, el 5 de agosto de 1904, si bien parece una leyenda creada muy a posteriori, o al menos eso relata Elisa Villa, geóloga, investigadora y especialista en los Picos de de Europa, en Desnivel el 29-12-2020:
"Hay ocasiones en las que una leyenda envuelve un hecho histórico, se adhiere a él, y hasta lo supera, pasando el aspecto legendario a ser casi lo único que con el tiempo se recuerda. Cuando alcanza ese grado, será difícil competir con la fuerza de una leyenda, porque, con frecuencia, esta parece mejorar, o al menos “redondear”, la historia real. 
Algo así ha ocurrido con un relato que enlaza a los protagonistas de las dos primeras escaladas al Naranjo de Bulnes (llamado el Urriellu, o el Picu, por los naturales del país), en el que se cuenta cómo Gustavo Schulze, autor en 1906 de la segunda escalada a esa cima, encontró en la cumbre dos botellas que Pedro Pidal y Gregorio Pérez habían dejado allí en 1904; una contenía la tarjeta de Pidal y otra estaba llena de vino. 
El relato en cuestión continúa diciendo que, más tarde, en 1907, Schulze, Pidal y el conde de Saint-Saud se reunieron en la Fonda Velarde de Bustio, junto a la desembocadura del río Deva, y allí, durante la cena, el primero entregó a Pidal la tarjeta, dándole las gracias por el vino que generosamente había dejado en la otra botella como regalo para el primero que volviese a subir al Picu. 
La historia que comentamos comenzó a difundirse a partir de 1985, fecha en la que se publicó la primera traducción al castellano de la gran obra de 1922 del conde de Saint-Saud “Monographie des Picos de Europa”. 
En esa traducción, titulada “Por los Picos de Europa” y realizada por el alpinista y gran estudioso de los Picos de Europa José Antonio Odriozola, la historia de las botellas aparece contada por el conde de Saint-Saud. 
Y como el conde parecía una fuente fiable, puede decirse que desde entonces casi no ha habido publicación, conferencia, o artículo sobre la gesta de la conquista del Naranjo en la que no se haya repetido tan sorprendente anécdota. 
Pero es justo señalar que algunos autores, como, por ejemplo, Francisco Ballesteros, en su libro “Las historias del Naranjo” de 2004, y Alberto Fernández, en un artículo de 2006 en Peñalara titulado “Las botellas misteriosas”, han manifestado su extrañeza ante el hecho de que Pidal y Gregorio, enfrentados a una escalada arriesgada y difícil, y en una pared desconocida, hubiesen sido capaces de subir con ellos un par de frágiles botellas. Aunque, como añade Alberto Fernández, del marqués de Villaviciosa se podía esperar cualquier osadía. 
El misterio de las botellas se resolvió en octubre de 2006, cuando, coincidiendo con el centenario de la ascensión de Gustavo Schulze, aparece el libro “Gustav Schulze en los Picos de Europa (1906-1908). 
La obra, en la que participamos cuatro autores, daba a conocer los diarios de campo, en parte también personales, en los que el geólogo y alpinista había ido anotando minuciosamente las actividades realizadas durante sus tres campañas en Españ  
 En estos cuadernos, descubiertos a finales de los años 70 en la biblioteca de una universidad alemana, Schulze no menciona botella alguna en la cima del Urriellu, como tampoco lo hace en el hermoso y extenso artículo sobre su ascensión publicado en 1934 en la revista Peñalara. 
Los autores del libro citado conocimos otro relato más de Schulze contando su aventura en el Naranjo, y este inédito: el texto de una conferencia impartida por el alpinista en Munich en 1908, una conferencia salpicada de anécdotas en la que, sin embargo, no hizo ninguna referencia a algo tan inesperado como habría sido encontrar dos botellas en aquella cima. 
Nos dirigimos entonces a la obra original en francés de Saint-Saud (casi olvidada por entonces), de la que procedía la traducción de Odriozola, y revisamos cuidadosamente sus dos ediciones (1922 y 1937), comprobando, con sorpresa, que la historia de las botellas no aparece en ninguna de ellas. Y es que, en realidad, Saint-Saud… nunca la contó. 
¿De dónde surgió, entonces? 
Un artículo sobre Schulze, publicado por Odriozola en la revista Peñalara en 1965, por tanto, muy anterior a la traducción de la obra de Saint-Saud, nos dio la clave. 
En ese artículo, Odriozola dice que ha visitado la Fonda Velarde para recabar datos sobre Schulze (alojado allí a principios del siglo XX) y que Delfina Velarde, única superviviente de la familia, le ha contado detalles de una cena que, 58 años atrás, reunió en la fonda a Pidal, Schulze y Saint-Saud. 
Esos detalles incluían una conversación entre Pidal y Schulze sobre las botellas del Naranjo, conversación que ella, entonces una jovencita, pudo escuchar gracias a que “andaba por allí mientras servían la cena”. 
Así pues, Delfina es la única fuente de la que procede la supuesta historia de las botellas. Odriozola tomó la anécdota como un hecho real y, años más tarde, al abordar la gran tarea de traducir a Saint-Saud, no se resiste a incorporarla al texto en castellano; pero, llevado quizá por el entusiasmo, cometió el error de insertarla como si fuese parte de la obra original de Saint-Saud. 
Con todos estos datos, el sentido común nos dice que lo que Delfina escuchó en 1907, y muchos años después transmitió a Odriozola, no fueron otra cosa sino las bromas joviales que se gastaron entre sí dos comensales con sentido del humor. 
No obstante, si todavía hay alguien a quien le puedan quedar dudas sobre la no existencia de las botellas del Naranjo, se le sugiere que repare en lo que cuenta el propio Pedro Pidal sobre su gran escalada de 1904: “… llegamos a un punto en que tuvimos que dejar los morrales, los anteojos y los palos, todo, menos la cuerda, para marchar con el mayor desembarazo posible”. 
Y quizá también se puedan considerar significativas las palabras de Gregorio, cuando comenta que al llegar a la cumbre tomaron “unos caramelos por la mucha sed que teníamos”. No parece que tuviesen a mano líquido alguno. 
La historia de las botellas aparece recogida de nuevo en el magnífico número que Desnivel ha dedicado recientemente al Urriellu (Desnivel nº 408, octubre 2020, pág. 9), demostrando, una vez más, con qué fuerza ha quedado enraizada en la crónica de las dos primeras ascensiones al Picu. 
Se non è vero, è ben trovato, dice un refrán italiano para justificar una anécdota que ayuda a describir con eficacia un hecho real, y que incluso le añade interés aunque, en realidad, tal anécdota jamás haya tenido lugar. 
Este refrán se podría aplicar a nuestra historia de las botellas, y ganas dan de hacerlo, porque la anécdota ¡es tan singular! Sin embargo, en aras de un registro de la historia lo más riguroso posible, debemos renunciar a este sabroso aderezo. Vayamos acostumbrándonos"

Prestemos atención al tráfico, pues aunque haya autovía en fines de semana y en verano puede ser a veces bastante intenso, pero fijémonos también en las señales jacobeas de la concha y la flecha amarilla


Y aquí, pasada esta primera casa, cruzaríamos la carretera para iniciar La Cuesta'l Cantu a los pies de Villa Delfina, cuya estructura de planta cuadrada empezamos a vislumbrar al ver mejor cómo es su asentamiento al comienzo de esta subida


En la parte más baja y a los primerísimos metros de la cuesta está el garaje o cochera, con buen portón. Encima hay una buena terraza jardín ante la casa con su torre mirador y amplios ventanales y balcón semicircular saliente, con frontón triangular sobre su puerta


Si lo deseamos, antes de emprender la subida tenemos, al lado del puente, esta pequeña explanada provista de varios bancos para el descanso. Una buena oportunidad para ajustarnos bien la mochila, atarnos bien las botas o los playeros y observar otro buen instante las riberas del Deva y Unquera


La encantadora Ría de Tinamayor, donde Asturias y Cantabria se dan un abrazo. Hoy en día, recalcamos, el tráfico marítimo es escaso y reducido a alguna lancha, pero antaño fue puerto natural de abrigo y comunicación con otros de España y Europa. Por aquí entraban desde el vizcaíno valle de Somorrostro los minerales que se embarcaban para remontar el Deva hacia las ferrería existentes río arriba, existentes al menos desde el siglo XV y bien documentadas desde el XVI


Allá por el 1900 había comercio marítimo con Bélgica y Alemania, embarcándose igualmente mercancías para la Real Compañía Asturiana de Minas, sobre todo calamina y sulfuro de zinc. Dos aduanas, la de Llanes y la de San Vicente de la Barquera, podían utilizar el estuario para embarcar géneros, frutas y productos


En Unquera y al lado de la ría, la Plaza del Mercado, un encantador paseo marítimo fluvial. Volvemos a ver la Cafetería Pindal y, a su derecha, otro establecimiento corbatero, Royal, confitería fundada en 1898


No vamos ya a esperar más, cruzamos la carretera en la calle La Cruz y nos dirigimos, como estaba previsto, marcado y señalizado, hacia Villa Delfina, de la que nos cuentan así en la página xacobea asturiana Asturies, Camín al andar:
"Vivienda de 1925 promovida por el indiano José Egüen Otazabal, situada en un lugar privilegiado de Bustio, en una zona alta del pueblo con dominio sobre toda la localidad y sobre el río. Es un edificio de planta rectangular con dos pisos, el inferior a modo de pórtico con arcadas y el superior conformado por una galería acristalada. En la esquina se dispone, adosada al edificio, una torre de tres alturas, con arco en la planta baja, balcón en la intermedia y remate con ventanas flanqueadas por columnas adosadas a las esquinas de la estructura, bajo un pronunciado alero"

Mucho hemos hablado ya de indianos en lo que llevamos de Camino Norte y mucho habremos de seguir haciéndolo por toda la costa asturiana y parte de Galicia, especialmente Ribadeo. Su impronta marcó la fisonomía de muchos pueblos, no solo en sus casas, a veces nuevas y a veces reforma del solar familiar, sino también en otras construcciones públicas y privadas, escuelas, carreteras, fuentes, lavaderos, capillas, panteones e iglesias, así como empresas y sus edificios y todo tipo de industrias, al igual que bibliotecas, junto con la fundación de asociaciones, centros culturales, casinos y otras instituciones, de las que no pocas perviven hoy en día


De nuevo la concha y la flecha. Unquera y Bustio forman las dos alas de una sublime puerta doble, entre Cantabria y Asturias y entre la costa y el mar


Un muro rodea Villa Delfina, el cual cierra el jardín en torno a lo que es propiamente la vivienda.la cual vemos, impresionante, según comenzamos a subir por la cuesta, admirando esta imponente perspectiva alzándose hacia el cielo que nos recuerda a las torres medievales y torres-campanario de muchas iglesias. Nos da la impresión que, sin duda para aprovechar bien el espacio en altura, a muchos indianos les encantaban las escaleras. En este aspecto, si bien referido a la vecina Galicia, puede en parte extrapolarse el estudio de Miriam Elena Cortés López, de la Universidad de Santiago de Compostela, titulado La escalera en la arquitectura indiana gallega, donde entre otras cosas podemos leer:
"¿Qué sucede con la escalera? Al igual que sucede con las tipologías arquitectónicas, su diseño y construcción va a mantener los criterios impuestos por la tradición. Ello implica una continuidad con la tradición bien definida en siglo XVIII, por la que la escalera se convertía en uno de los elementos arquitectónicos más significativos del edificio. Si las dimensiones, el diseño y despliegue estilístico de la construcción eran los marcadores que definían la posición social del propietario, lo mismo sucederá con la escalera. Y, en este sentido, la arquitectura indiana mantiene una tradición que proviene de siglos atrás, en la configuración de los grandes pazos15, rurales o urbanos, en los más sobresalientes colegios y hospitales gallegos, surgiendo el concepto de «parque antropizado», legado de los grandes palacios absolutistas, que comienza a hacerse público con la sociedad burguesa emergente del siglo XIX. Es en la arquitectura patrocinada por los indianos donde hay que ver el desarrollo del nuevo «palacio» de este siglo. 

En este contexto se podrá comprobar cómo la escalera mantiene su carácter funcional, simbólico, artístico y contextual, ya que para unir dos o tres plantas en el caso de espacios interiores, o diferentes planos aterrazados en un monte, cabe añadir el uso de tipologías tradicionales que siguen esquemas simples o compuestos16, dependiendo de la importancia que se le quiera conceder a la construcción. Por tanto la escalera se convierte en elemento dignificador del conjunto, en ocasiones haciendo uso de recursos decorativos como esculturas, jarrones acróteros o elaboradas barandillas, elementos que rigieron el modus operandi de la escalera monumental en Galicia17. La única nota que rompe con la tradición constructiva gallega es la introducción de nuevos materiales como el hormigón o la forja, que conviven con la tradicional piedra granítica o la madera y los decorados en marquetería y mármol que rodeaban el vestíbulo de entrada y el conjunto de escalera"

Continúa Cortés López hablando de la influencia en las escaleras de la arquitectura indiana de modelos monumentales que se veían por entonces en los monasterios que había sido reformados en las centurias anteriores, casi siempre estilo barroco y gótico, y la presencia de maestros cántabros, de larga tradición constructiva
"... la escalera es uno de esos elementos que se mantienen afines a la tradición. Hay dos espacios esenciales para la construcción de escaleras: interior y exterior. Común a ambos es la respuesta que este elemento da a la necesidad de unir dos o más planos a diferentes alturas haciendo uso de rampas. La escalera de interiores en Galicia cobra especial protagonismo en el marco de la construcción de colegios, hospitales o casas nobles (pazos urbanos o rurales), y especialmente al amparo de los claustros de los monasterios y conventos que fueron reformados desde el siglo XVI hasta el XVIII. Será a través de los talleres de obreros y maestros canteros que trabajan en estos espacios, donde se dará cabida a la creación de relevantes ejemplos de escalera monumental que sirvieron de fuente de inspiración para artistas posteriores. Por su parte, la escalera de exteriores es propia del ámbito de lo paisajístico o del urbanismo, encontrando los ejemplos más sobresalientes en la unión de diferentes niveles de un jardín o parque, así como precediendo fachadas de edificios. 

También existen dos factores determinantes en la configuración de las tipologías. El primero de ellos es la mano de obra, a través de artistas foráneos (andaluces, cántabros o castellanos, fundamentalmente) que trabajan en el diseño de estas piezas20, y que a lo largo de los siguientes siglos serán reemplazados por los propios maestros de obras locales. El segundo es la influencia que haya podido tener la literatura especializada –los tratados de arquitectura o libros de corte de la piedra– que, en varias ocasiones, han podido ser la fuente de inspiración para determinados arquitectos. Estos recetarios formaron parte de las grandes bibliotecas de artistas, monasterios, conventos y cabildo"

A la izquierda es la parte posterior de las casas que veíamos desde la pasarela sur del puente, con galerías y corredores hacia la ría. como Casa Emilio


De Villa Delfina dice así Luis Antonio Alías en El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios:

"Palacete de estilo montañés. El cuerpo bajo tiene una doble arcada por acceso, mirador sobre ménsulas, corredor4es y cortafuegos. La torre, de amplio alero, alfiz en ventanas, pilares simulando matacanes en las esquinas, balcón bajo frontón y ante voladizo semicircular, marca el máximo punto de altitud urbana y parece apropiarse del papel de fortaleza local"

Sobre el Camino, un corredor entre cortafuegos guarda la esencia de la arquitectura popular montañesa que evolucionó en este estilo. Realmente se afirma que no existe una arquitectura indiana en el significado único del término, sino que esta englobaba corrientes artísticas y arquitectónicas muy variadas, desde las tradiciones locales al modernismo, art decó, eclecticismo, historicismo, etc. conviviendo a veces varias en un solo edificio, según gustos de los dueños, siempre de acuerdo con el arquitecto, el maestro de obras y, por supuesto, los materiales disponibles y el presupuesto


Y esta es la empinada Cuesta'l Cantu. El Camino, nada más entrar en Bustio sale de él adentrándose en este concejo de Ribadedeva o Ribadeva, en la ribera del Deva, del posiblemente céltico ripam (orilla)


La Cuesta'l Cantu forma parte del viejo camino real costanero que cayó en desuso al ir abriéndose las primeras carreteras. Recuperado con el actual paso de peregrinos, ha sido enlosado y acondicionado. La situación era distinta aún en 2003, cuando leemos en  Enciclopedia del Paisaje de Asturias, de La Nueva España:
"Espinazo algo calizo situado entre los pueblos de Bustio y Colombres, en Ribadedeva. Por él discurre una buena vereda por la que se comunican rápida y peonilmente ambas localidades, pero es poco transitada hoy día, época en la que el ominpresente automóvil todo lo domina"

Más allá del tejado de esta casa volvemos a ver la chimenea de la antigua fábrica láctea, ante la vega de Vilde y de nuevo a la vista de las casas al sur de Unquera


Los eucaliptos para las papeleras predominan en el paisaje de gran parte del litoral. Empezaron como árbol ornamental, luego se emplearon para la construcción y la entiba de las galerías mineras, ahora predomina su destino para la producción de celulosa en la industria papelera


Y aquí tenemos otra buena vista de la zona de expansión urbana por la ribera sur del Deva en Unquera, que se extiende linealmente aprovechando la franja entre El Cantón y la orilla con la N-621 como eje


Ahí está el, con bar y terrazas, uno de los numerosos alojamientos de Unquera. Un poco a su izquierda es el Auditorio Bajo Deva y más allá los bloques de pisos de las calles Remigio Noriega y Pérez Galdós


Mirando atrás, la fachada oeste de Villa Delfina, llamativamente sobria y con una sola ventana en el piso alto mirando hacia la ría. En la distancia el valle que comunica las cuencas del Deva y del Nansa, por donde hemos venido, siguiendo el Camino desde Pesués


Otra vista del puente. A la derecha está el edificio del Bar Deva, A la izquierda vemos la fila de edificios de la Carretera General (N-621), por donde viene el Camino Norte hacia el puente


Zona del Pozu del Ángel y antiguo embarcadero. Hemos dicho que los barqueros no eran precisamente maestros de un oficio simpático, especialmente para los peregrinos. El mismo Codex Calixtinus los critica de esta guisa
"Los barqueros merecen la más absoluta condena, pues aunque son ríos muy estrechos, por cada persona que pasan, sea rico o pobre, cobran de tarifa una moneda, y cuatro, que reclaman violenta y abusivamente, por la caballería. Además tienen una barca pequeña, construida de un tronco de árbol, en la que apenas caben los caballos; una vez montados, hay que andar con cuidado para no caerse al agua"

En otro apartado el Codex dice cosas aún más graves. No se refiere a los barqueros de estos ríos, pero dadas las referencias que dan los viajeros de lo que pasaba en cualquier río o estuario, es muy posible que pudiera extrapolarse:
"...se condenarán indudablemente; pues aunque aquellos ríos son muy estrechos, sin embargo por cada hombre, tanto pobre como rico, que transportan hasta la otra orilla, suelen cobrar un dinero, y por las caballerías cuatro, que exigen incluso por la fuerza, abusivamente. Y su nave es pequeña, hecha de un solo árbol, y en ella no caben los caballos; cuando hayas embarcado en ella guárdate prudentemente de caer, por casualidad, al agua. Te convendrá arrastrar por las riendas a tu caballo detrás de ti, fuera de la nave, por el agua. Por eso entra en ella con pocos, pues si va muy cargada peligrará. También muchas veces los barqueros meten tanta cantidad de peregrinos, tras cobrarles el precio, que vuelca la nave, y se ahogan los peregrinos en el río. Por lo que malignamente se alegran los barqueros, apoderándose de los despojos de los muertos"

En nuestros días no hay barqueros, pero sí canoas que realizan la célebre singladura del Deva entre Panes y Unquera, de unas tres horas de duración, un encantador itinerario fluvial de unos 12 kilómetros en total


Además de disfrutar de la travesía fluvial dándole al remo se recomienda ir descansadamente, hay tramos de aguas mansas y otros más rápidas. Se para a tomar el sol o a comer en plan picnic en alguna de las playas fluviales existentes


El Camino es en este trecho casi un bulevar, con barandas de madera (nunca nos apoyemos por si acaso y menos nos sentemos) y farolas de época, estilo isabelino


A la derecha, el muriu de piedras que cierra la finca de Villa Delfina, la cual se extiende ladera arriba 


A nuestra derecha tenemos una muy buena vista de otro de los barrios de Bustio, El Castañéu. Más allá El Corral de Riba y a lo lejos la Sierra de Tina, atalaya del Cantábrico, 


El mar no llegamos a verlo... por poco, El Picu'l Cañón en la vertiente asturiana y El Llanu en la Cántabra, separan estos valles de las playas y los acantilados


Higueras y nogales, junto con otros frutales, jalonan el trayecto, proporcionando además algo de sombra en algún corto trecho


Es una cuesta importante, con cierta pendiente, pero no insalvable para el peregrino que ya ha pasado las de las montañas costeras vascas y cántabras antes de empezar, ya aquí, las primeras de Asturias


Al sur, bajo nosotros, otra vista de las vegas de la carretera de Vilde, ganadas a la marisma. Poco másallá los prados de La Quinta, Santa María y San Pedro de Las Baheras. En la distancia de nuevo la Sierra de Arria, antesala de Liébana


Huertas y frutales forman un pequeño y exuberante bosquete cuando llegamos a La Peña, una fila de casas y establos que ya vemos aquí enfrente 


Setos y rosaledas forman un muro vegetal a cada lado del Camino según llegamos a este lugar de las afueras de Bustio


Las casas de La Peña y sus cuadras y cobertizos se extienden a partir de aquí a nuestra izquierda


En pleno repecho, este lugar de La Peña hace referencia a los afloramientos calizos existentes en La Cuesta'l Cantu


En un pequeño azulejo cerámico en la primer casa de la izquierda aparece el nombre del lugar. La Peña, un pequeño jardín del edén florido y hermoso con plantas y macetas, donde la gente se sienta a la puerta a ver pasar y saludar a los peregrinos


Conchas jacobeas en las losas del suelo indican que vamos por la senda correcta


La Peña es además un muy buen lugar para seguir viendo, según subimos, más perspectivas de Bustio y Tinamayor


Otra vista, ahora desde más arriba, de los barrios de El Castañéu y El Corral de Riba, que se extienden a lo largo de los caminos y camperas al oeste del pueblo, uno en este pequeño valle y otro en aquella suave loma. Predomina el paisaje rural de prados verdes de pasto y siega


Dejamos La Peña y continuamos por La Cuesta'l Cantu, que nos ofrecerá  conforme ganamos altura más paisajes de esta magnífica entrada a Asturias por el Camino Norte


Vemos, a partir de La Peña, la señal de circulación prohibida. Realmente es sumamente difícil encontrarnos con coches, salvo los de algún vecino con propiedades o terrenos en esta zona. Sí puede pasar ocasionalmente también algún tractor, transporte o vehículo agrario


La Cuesta'l Cantu y atrás, en Cantabria, asoma de nuevo El Cantón, topónimos similares pero el segundo en aumentativo, lomas, cuetos y colinas que cierran por el este y el oeste el valle del Deva ya en la desembocadura



Es admirable el permanente cambio del paisaje en el Camino: hace un momento un bello entorno fluvial y urbano en el paso de Unquera a Bustio, ahora saliendo de Bustio praderías y majadas


Hay varios tendejones y cobertizos y las vacas pastan en los prados alrededor de la casa


Junto a la casa varios árboles, algunos de ellos frutales, todo ello aprovechando el espacio llano en otro cantu o cresta de otra loma


El pequeño valle de El Castañéu conforma un bucólico panorama sobre la Ría de Tinamayor



Empezamos a ver las praderías y marismas inundables de la desembocadura del Deva, entre El Llanu y El Picu'l Cañón, pero aún no divisamos el puerto de Bustio, que empezaremos a ver desde algo más arriba


Otro contraste paisajístico es el de los soleados campos verdes alrededor de las casas y la umbría más oscura de las especies de crecimiento rápido que se han plantado en lo que fueron antaño tierra de pasto y monte comunal


No deja de ser La Cuesta'l Cantu un pequeño puerto de montaña costera, viejos caminos prehistóricos que aprovechaban los pasos naturales existentes, empedrados o acondicionados durante la romanización, pasando en la Edad Media a ser los caminos reales que estuvieron en uso hasta la construcción de las carreteras, transformándose la mayor parte en meras vías pecuarias, carreteras locales (en el mejor de los casos, pues fue necesario habilitarlas para la mecanización del agro), o sencillamente desapareciendo


En el siglo XVIII, justo antes que empezasen a ser sustituidos por las primeras carreteras, muchos fueron acondicionados para el paso de diligencias. Antaño eran en gran parte caminos de herradura, solamente aptos para caballerías, las recuas de los arrieros (los grandes transportistas de la antigüedad) y, con suerte, algunos pequeños carros del país, el carru rinchón...


Con la revalorización de la cultura, la historia y el patrimonio, muchos de estos caminos fueron reparados y recuperados como rutas senderistas o vías históricas a partir sobre todo de las dos últimas décadas del siglo XX. Entre ellos un apartado especial son las rutas de peregrinación, en este caso los caminos de Santiago, que aprovechaban aquellas seculares rutas. Investigados para recobrar su trazado o al menos el más aproximado, como este de La Cuesta'l Cantu


No existe unanimidad entre los investigadores sobre si el camino real costero cantábrico se basa en una antigua calzada romana Ossaron (Oyarzun o Irún) a Brigantium (A Coruña o Betanzos), con sus ramales, variantes y cambios, estos formaban parte de una red de sendas y vías sin una conexión entera y directa. Sí podemos decir que, por documentación existente, podríamos hablar de un Camino o Camín Real de la Costa desde época bajomedieval, que es fácil que se basase en itinerarios romanos y anteriores


Los peregrinos seguirían también aquellas calzadas ancestrales pero no irían todos por el mismo camino. Incluso los actualmente señalizados es muy posible que no fuesen en todos sus tramos los mismos que los medievales. Los arrieros se desplazaban por ventas y posadas donde pudiesen descasar y hallar abrigo ellos y sus mulas, así como los pastores trashumantes con sus rebaños y los viajeros en general. Los peregrinos también lo hacían, pero buscando más las fundaciones asistenciales (hospitales de peregrinos) que, fundadas por la aristocracia, el clero, los ayuntamientos y particulares, les proporcionasen "lumbre, caldo y lecho" al menos durante una noche, no pocas veces previa presentación de una oportuna credencial (antecedente de las actuales) y compartiendo espacio con pobres y enfermos, a los que también se albergaba, como en los actuales hospitales de caridad y albergues de transeúntes


Esta red de caminos de peregrinación empezaría a fraguarse en la Edad Media sobre rutas preexistentes, pero la fundación de nuevas villas o polas aforadas dentro de la política repobladora vigente por entonces, favorecería la creación de estos hospitales y su amparo legal, además de económico, con las oportunas rentas, posesiones propias, limosnas y donaciones. En este caso por ejemplo, habría hospitales de peregrinos en San Vicente de la Barquera y en Llanes, que vendría ser una jornada de caminata para un peregrino, perfilándose este como el principal camino entre estas poblaciones


Mirando atrás, vamos ganando campo de visión a medida que vamos ganado altura. Atrás quedan Bustio, La Peña y más atrás aún Unquera


La rocas calizas que dan nombre a La Peña afloran a la superficie a lo largo del recorrido


Hermosa perspectiva lineal de Unquera con sus casas extendidas a los lados de la Carretera General. A lo lejos asoman un poco el Polígono Industrial Río Deva, la Autovía del Cantábrico y algunas de las casas de Pesués, donde también hubo hospital de peregrinos, si bien no parece que no tan importante como los mencionados de San Vicente de la Barquera y Llanes


Maravillosa vista ya desde esta de El Castañéu, los puentes de Bustio y Unquera y El Llanu


El prócer gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos pasaría por este mismo Camino allá por el año 1790, tal y como a punta en sus Diarios, solamente que en sentido inverso, bajando a la Barca de Bustio procedente de La Franca y Colombres, quejándose de paso de la penosa situación del Camino por entonces
 

Desde aquí distinguimos perfectamente bien los puentes del ferrocarril y de la autovía, la cual fue en este tramo un verdadero dolor que se prolongó durante años, pues no llegó a inaugurarse hasta el 30 de diciembre del año 2014. Para hacernos una idea, extraemos parcialmente de la Wikipedia la cronología de aquella dilatada construcción:
"En Asturias la construcción de la Autovía del Cantábrico tardaría más tiempo por varias razones, destacando su sinuosa orografía, las vicisitudes políticas y judiciales y el hecho de que es en esta comunidad en la que la autovía tiene más recorrido (más de 230 km de los casi 590 totales, contando desde Biriatou hasta Baamonde). Desde la apertura de la famosa «Y» asturiana el 13 de febrero de 1976, habrían de esperarse más de veinte años para la apertura del segundo tramo. De esta forma, y hasta 2005, los tramos inaugurados se centraron básicamente en conectar el centro de Asturias con la Asturias oriental (...)
Desde 2005 se consumó el parón en la zona oriental de Asturias en el tramo Llanes-Unquera, convirtiéndose este en un verdadero embudo de la N-634, especialmente en períodos vacacionales, siendo el tráfico de vehículos pesados particularmente intenso en cualquier época del año. Por ello, los esfuerzos se dirigieron hacia la zona occidental de esta comunidad (...) 
A partir de abril de 2009, y coincidiendo con la crisis económica, las obras sufrieron un parón importante, lo que llevó al retraso en su apertura. La judicialización del tramo Llanes-Unquera y la evidente necesidad de agilizar las obras, llevaron a dividir este tramo en dos: Llanes-Pendueles y Pendueles-Unquera, que acabaron abriéndose a su vez en dos subtramos (...) 
Finalmente, acabando el año de 2014, se ponía fin a la agonía de los tramos orientales, permitiendo conectar a Asturias con la red europea de autopistas por la alternativa A-67/S-30/S-10, a falta de terminar los tramos cántabros. Con todo, el tramo Pendueles-Unquera se caracterizó en su construcción por la abundancia de percances, principalmente debidas a los deslizamientos de la ladera de Villasola, situadas entre las localidades de El Peral y Bustio, del concejo de Ribadedeva que, debido a su inestabilidad, obligaron a un modificado del proyecto para adecuarlo a las normas de seguridad vigentes..."

Bella panorámica de este pequeño valle, una vaguada de prados abiertos y algunos árboles al oeste de Bustio


De La Cuesta'l Cantu leemos en el magnífico libro El Camino de Santiago por Asturias Topoguía 2. Ruta de la Costa:
"... recorrido, corto, aunque empinado, que permitía a los caminantes disfrutar de una amplia panorámica sobre la ría de Tinamayor y la rasa de Pimiango; se llegaba así a la población de Colombres, capital concejil que se sitúa sobre una elevada y dilatada roca caliza"

La Rasa o Sierra Plana de Pimiango, de unos 140 metros de altitud, está al fondo a lo lejos pero ya a la vista. Una rasa en una planicie elevada de la que existen numerosos ejemplos en Asturias y su espectacular costa acantilada, formaría parte de la Sierra de Tina, la cual es una prolongación al oeste de la larga Sierra Plana de Llanes


Las serranías costeras asturianas se extienden mayoritariamente paralelas a la línea de costa desde la misma orilla litoral hasta la misma cordillera, formando entre ellas largos valles de este a oeste que se cruzan con otros, formados por ríos y rías, de norte a sur. Esla base de los pasos naturales sobre los que se hicieron estos tantas veces milenarios caminos...


Pimiango fue célebre, hasta principios del siglo XX, por su famoso gremio de zapateros ambulantes, los cuales compatibilizaban este oficio con las faenas agrarias. Parece ser que los últimos desaparecieron tras la Guerra Civil pero se conserva viva su memoria. En primavera recorrían Asturias, Cantabria, Vizcaya y el norte de León, Palencia y Burgos en cuadrillas formadas por un maestro y tres o cuatro aprendices. Iban por ferias y mercados arreglando objetos de cuero, principalmente zapatos, empleando para comunicarse entre ellos una jerga, el mansolea o mascuencie mansolea, para que personas ajenas a su labor se enterasen de sus comentarios, algo común en todos los oficios tradicionales de estas características. Su nombre significa hombre (man) de la suela (mansolea)


No se sabe exactamente el origen de esta tradición artesana, algunos legajos y leyendas hacen entrever que fueron primeramente un pueblo de pescadores que tras una tragedia dejaron de faenar, aprendiendo este nuevo oficio de los zapateros de Noreña de resultas de la vinculación familiar de algunos señores de esta tierra. El investigador Armando Laso Madrid publicó esta leyenda de forma e´picaen el periódico El Oriente de Asturias en 1997:
 "A mediados de este siglo XVI, les ocurrió a los vecinos, a los pescadores de Pimiango la gran tragedia, la gran desgracia, que había de cambiar totalmente su modo de vivir. Era un hermoso día de sol, con una gran bonanza en el mar, que aprovecharon estos pescadores para aprovisionarse. Y salieron al mar muy optimistas esperando llevar a cabo una pesca sonada. Nada hacía presagiar el brusco cambio de la mar que, en unos momentos, cambió radicalmente, revolviéndose una galerna, una borrasca temible. Los pescadores desprevenidos y a bastante distancia del puerto, no pudieron atravesar con sus débiles lanchas la boca de la barra, pereciendo la totalidad de los pescadores. Los supervivientes, ancianos, mujeres y niños, hicieron juramento solemne de no volver a pescar más. No volver más a la mar traidora. Juramento que cumplieron totalmente. Y ahora viene el grave problema que se les presentaba y que había que resolver urgentemente, porque, ¿de qué iban a vivir tantas familias faltándoles repentinamente la pesca, que era casi su único modo de subsistir?. Una vez más intervienen los Colombres y les proponen una solución. Pero una solución bien distinta. Sabemos que la gran familia Gutiérrez de Colombres procede de la villa de Noreña. Sabemos también que en aquellos tiempos (últimos años del siglo XVI) ya funcionaba la famosa artesanía de los zapateros de Noreña, con gran desarrollo, trabajando en sus propias viviendas donde pasaban en total de dos centenares los varones que trabajaban en este oficio, siendo las mujeres las que transportaban a los mercados y vendían los artículos fabricados. La exposición verbal de los Colombres a las pobres familias de Pimiango fue aceptada inmediatamente y pronto, con los zapateros de El Palacio, de La Higar, etc., organizaron unos rápidos cursillos de lo más elemental, y al comenzar el siglo XVII ya salieron a la costera los primeros mansoleas, cada uno con su ayudante, mientras seguían enseñando a los siguientes."

Veinte años atrás, en 1977, otro erudito del tema, Jesús María Alonso Noriega, ya abundaba en esta relación de la aristocracia local con la noreñense, que auspiciaría la aparición de los zapateros de Pimiango:
"El cronista Mendoza (cronista y Rey de Armas de Carlos I) al igual que otros historiógrafos que se ocuparon del origen de la familia Colombres, dice que el apellido Colombres trae su primitivo nombre de los Condes de Noreña y son tradicionalmente descendientes de los Alvarez de Noreña"

Sea como fuese, lo cierto es que en 1753 el Catastro de Ensenada se dice que más de la mitad de los varones de Pimiango eran zapateros. En Los zapateros de Pimiango, artículo de El Comercio fecha 19-6-2010,se cuenta algo de esta historia...
"Se da la paradoja que una parroquia de Rivadedeva, Pimiango, la más cercana a la costa, ha sido, tradicionalmente, la que vivió de espaldas al mar. Históricamente, en Pimiango no hubo marineros, sino zapateros. Así, en el Catastro del Marqués de la Ensenada, de 1753, de los cincuenta y un vecinos censados, treinta y dos eran zapateros, catorce eran labradores, y ninguno era marinero. El origen de esta curiosa pasión por el zapato, se debe por una parte a la huida del mar, propiciada por una galerna, y a las relaciones de la familia Gutiérrez de Colombres con la villa zapateril de Noreña.

Los zapateros de Pimiango eran itinerantes. Ejercían su oficio por Cantabria, el País Vasco, Asturias y el norte de Castilla y, para entenderse 'sólo' entre ellos, utilizaban un argot o una jerga, el 'mansolea', el habla de los hombres de la suela, que llega hasta nuestros tiempos. 
A mediados del siglo XIX, un zapatero de Pimiango José Manuel de Cue y de la Borbolla, alcanzó cierta notoriedad, y no precisamente por su oficio. El buen hombre se enteró que en la parroquia de Tresviso, en el corazón de los Picos de Europa, estaba vacante el curato. Se hizo con una sotana y durante varios meses desempeño el papel de sacerdote, empleando una curiosa liturgia en la que se entremezclaba el 'mansolea' y el latín. Debía ser una buena persona, porque además de desempeñar las funciones religiosas, también arreglaba zapatos y enseres, con tan buena mano que el sacristán comenzó a sospechar que había algo raro en este cura obrero de Tresviso"

En lo referente al mansolea existen no pocos estudios y tratados. Nos quedamos con lo expuesto en el Gran Atlas del Principado de Asturias de Ediciones Nobel: 
"Este lenguaje se compone de préstamos de otras lenguas, principalmente el vasco, de palabras nuevas o alteradas en su forma o significado, etcétera. Veamos algunos ejemplos: aldrame (madre), ascode (mucho), galocho (calzado), jatear (comer) lleo (él), pelada >(peseta), uzmaya (leche)..."

Oculto por la sierra costera se hallan el Cabo de San Emeterio y la Cueva El Pindal, descubierta en 1908, con sus famosas pinturas rupestres atribuidas al magdaleniense, unos 15.000 años atrás, entre las que está pintado lo que parece un mamut. La cueva no parece haber sido lugar de habitación sino algo similar a un santuario, pues no se han hallado evidencias arqueológicas de hogar humano. La cueva eso sí, parece haber sido empleado como templo o lugar de reunión trascendental y arte mucho tiempo, hasta el posterior periodo aziliense, hallándose en la zona señales también de los concheros asturienses


Un antiquísimo camino por la rasa comunica Pimiango con la cueva, la capilla de Santu Medé o San Emeterio y con el que fue el monasterio de Santa María de Tina, cuyas ruinas se encuentran también en esa misma rasa. Parece ser este camino comunicaba también con un fondeadero existente en la boca de la ría, Puertu Chicu, donde se sospecha pudo haber un servicio de barquerías para pasar de una orilla a otra, pese a que bajar, o subir, desde él a Tina debía ser una epopeya, a tenor del desnivel de la acantilada costa. En mapas antiguos ese camino aparece reflejado. De esto nos enteramos gracias a Paralelo 41 caminos, recursos didácticos y geología, de Fernando Marcos, que nos ofrece investigaciones de varios autores y fotos del camino y sus mapas:
"La pendiente es excesiva para un camino, está claro. Sin embargo, Javier Fernández Conde, historiador citado, escribe, en la obra del Ayuntamiento de Ribadedeva  ya presentada, «un camino carretero que une la ría de Tina Mayor con Pimiango y otros pueblos costeros, partiendo de Puerto Chicopasa por las proximidades del espacio murado que circunscribía las edificaciones centrales de Santa María de Tina. El desembarcadero de Puerto Chico, un pequeñísimo puerto natural de la margen izquierda de esta ría, cerca ya de la barra de la misma, permite una comunicación fácil y rápida desde Cantabria a Asturias, evitando el rodeo, por tierra, de Unquera y Bustio, por donde va el trazado de la actual carretera. Las relaciones naturales del pequeño complejo de edificaciones de Tina con este camino costero sugieren, a primera vista, la existencia de funcionalidades de carácter caritativo-asistencial en este asentamiento religioso.»

En este sentido el monasterio (podía ser una pequeña comunidad de monjes) aparece registrado ya en el siglo X pero parece haber sido fundado sobre una capilla bastante más antigua, sabiéndose que el lugar era empleado como camposanto desde tiempo atrás. Incluso se ha especulado sobre la presencia de ermitaños de las primeras comunidades cristianas. La función de un posible centro caritativo-asistencial en el lugarnos hace también pensar en ruta de peregrinaciones


Aquel viejo monasterio de Santa María de Tina sería testigo de aquellos siglos en los que el actual concejo de Ribadedeva era parte de Primorias o provincia Premoriense. luego tierra de Aguilar, que de estar en "territorio asturicense" según documento del año 1157, pasa su sector más oriental, del Ríu Cabra al este, actuales Ribadedeva y las Peñamelleras, a las por entonces castellanas Asturias de Santillana en 1230, reinando Fernando III El Santo, si bien eclesiásticamente siguieron perteneciendo a la mitra ovetense y un privilegio especial amparaba a sus habitantes, que gozaban de importante autonomía frente a Santillana del Mar, conociéndose en el siglo XVIII como Real Valle de Ribadedeva . En 1833, con las reformas liberales, el territorio se reintegró en Asturias, constituyéndose el actual Ayuntamiento de Ribadedeva al año siguiente, 1834 


Un cuarto de siglo antes el paso del Deva había sido varias veces disputado por las tropas napoleónicas las varias veces que entraron y salieron de Asturias por diferentes caminos. Ya en 1808 el Exército Asturiano de la Junta General del Principado estableció en el río su línea de defensa, que al mando del general Francisco López Ballesteros, mantuvo varios meses, realizando varias incursiones al este, a territorio dominado por los franceses, hasta que en mayor de 1809 estos lograron forzar esta línea más al sur, mandados por François Bonet, que ocuparon seguidamente Bustio, Colombres y Pimiango


Algo después los franceses se retiraron y se restableció la línea del Deva, nuevamente franqueada por los franceses en agosto, que dentro de sus avances y retiradas perderían de nuevo y forzarían por última vez el 25 de enero de 1810


Otra magnífica vista de Unquera con la carretera que la atraviesa, un poco del ferrocarril y paseo arbolado de El Juncal (en medio de la foto) y la autovía (a la izquierda) con el lugar de La Mata. El trazado de la autovía obligó al cambio del trayecto del camino en este lugar, que ahora viene de Pesués por El Cañu la Portilla, detrás del polígono (derecha de la foto) y paralelo a la vía del tren


Más a la izquierda otra deliciosa panorámica de Bustio, los puentes y las marismas de Tinamayor. Aquí se pesca el Pescado de Rula con Artes Sanos
"Se trata de una pequeño estuario por donde las embarcaciones de la Cofradía de Pescadores de Bustio salen al mar para pescar el «Pescado de Rula con Artes Sanos» que será subastado en la Rula de Bustio (localizada hacía el interior de la Ría de Tina Mayor, en plena marisma)"

La Rula de Bustio está en el puerto, que ye empezaremos a ver desde aquí, un poco más al norte, a la izquierda de la foto, justo donde parecen unirse, visualmente, los dos montes de ambos lados de la bocana


El puerto está en El Curtíu, paraje de significativo nombre, pues allí se preparaban los curtidos, cueros de vaca y caballo, que empleaban los zapateros de Pimiango, en un establecimiento propiedad de Manuel Noriega Laso. Las pieles se curtían con el tanino que se sacaba de las cortezas de encina, árboles abundantes en la rasa, la cuales molían en una gran muela hidráulica movida por las mareas


Este emplazamiento portuario de origen natural al amparo de la ría es sumamente interesante, pues entroncaría con la leyenda de los pescadores de Pimiango que se hicieron zapateros. De todas maneras y leyendas aparte, no se sabe exactamente el origen de la tradición pesquera y marinera del puerto de Bustio, abrigado en el interior de la ría. la misma Cofradía de Pescadores ha de echar mano de la tradición oral al respecto, la cual expone en su página web:
"Según transmisiones orales: a finales del siglo XIX no había casi pescadores de mar en la zona de Bustio y fue entonces cuando el pescador José Peñíl Díaz, de Suances (Cantabria), pasó varios veranos por la zona pescando langosta mediante nasas. Viendo que la pesca era buena, en los primeros años del siglo XX vino en su chalana acompañado de su mujer Cecilia Villegas Cacho y enseres, a establecerse en la zona de Bustio, convirtiéndose con el paso de los años en uno de los apellidos marineros de la zona. 
Antes de la guerra civil, Don Manuel Noriega, fletó varios barcos de vapor para su fábrica de conservas; siendo a partir de 1945 cuando se empiezan a introducir motores diesel citroen (viejos motores de coches), en las chalanas. A partir de esta fecha se empiezan a introducir barcos de diferentes nacionalidades 
 Cuando las embarcaciones evolucionaron a motor y con cubierta, el puerto pesquero se estableció río arriba, en el muelle denominado Las Acacias, estas embarcaciones tenían los palos con bisagra para poder abatirlos y pasar por debajo del Puente de Hierro (del ferrocarril). 
El 18/10/1983 se crea TINAMAYOR SOCIEDAD COOPERATIVA LIMITADA, formada por ocho socios, siendo su primer Presidente : Jaime Alechiguerra Melero. Instalándose la “Venta” de la cooperativa en Las Acacias"

Antiguamente, antes de la construcción de los actuales muelles, no había aquí instalaciones portuarias, por lo que los pesqueros más grandes fondeaban en plena ría, acercándose sus tripulaciones en botes hasta Bustio, una milla aguas arriba, donde amarraban en los argollones de Las Acacias, sujetos en un muro de piedra. La boca del estuario está delimitada por La Punta la Barrera en Cantabria y La Punta de Tina en Asturias, careciendo de señalización y siendo la luz más cercana la del Faro de San Memeterio (Santu Medé), en La Rasa de Pimiango, por lo que arribar de noche y con niebla es prácticamente imposible


En el puerto hemos de decir que el edifico de la derecha es el de la citada rula o lonja de la cofradía de pescadores, que fundadas en 1983 al independizarse de la de Llanes, como hemos dicho, se dice es la más joven de España. Al año siguiente ya se hizo un primer local de ventas, con báscula industrial y pequeña oficina y en 1985 se admiten nuevos socios en la cooperativa y cinco años más tarde se empieza a construir el actual puerto, cuya gestión administrativa se informatiza en 1993


Respecto a la rula actual esta empieza a levantarse en 1996, con subasta informatizada que incluye cintas transportadoras, traspasos automatizados de gestión administrativa y estadísticas pesqueras. En la página Pescado de rula dicen de ella:
"En un enclave paradisíaco, la Rula de Bustio comercializa en primera venta pescado y marisco procedente de pesca artesanal. Todo pescado fresco del día. Fue una de las tres primeras Rulas (Junto con la Rula de Ribadesella y la Rula de Llanes) en certificarte con el sello «Pescado de Rula con Artes Sanos» que designa al pescado capturado en Asturias por la flota artesanal de Artes Menores (artes no masivas).

Sus instalaciones están localizadas en la Ría de Tina Mayor, cerca de la bocana de está Ría que marca la frontera con la Comunidad Autónoma de Cantabria donde desemboca el río Deva-Cares.  La Cofradía de Bustio (asociación de pescadores) administran las instalaciones que dan soporte a la comunidad de pescadores artesanales del Concejo de Ribadeva en Asturias. La cofradía presta servicio de combustible, grúa de 3 Tm. y lonja informatizada para la subasta de las capturas, así como servicios administrativos a los pescadores y compradores"

El edificio de la rula y cofradía de pescadores es también la sede del Centro de Interpretación de la Avifauna, sito en la planta superior:
"resume la geología, naturaleza y relaciones del ser humano con esta, en este enclave astur cántabro. La parte expositiva se divide en tres partes: Una que resume las características generales del espacio natural, comenzando por la base, la geología, y cómo la modificación de esta dio lugar a tres zonas bien diferenciadas en la ría. Se explica también las consecuencias que la mezcla de aguas tiene en la vida de la ría y cómo se produce esta mezcla de aguas en la ría de Tinamayor en concreto. Esta mezcla de aguas determina la distribución de la vegetación en la ría en la que hay 7 unidades de vegetación fácilmente distinguibles. Fuera de la ría el cambio de vegetación es enorme y dentro de la propia ría la aparición este año de una especie que no estaba catalogada aquí nos la muestra como un espacio aún más interesante"

Pese a la lejanía podemos ver alguna de las embarcaciones del puerto de Bustio, así como la línea ferroviaria que recorre toda esta vega. Al otro lado del puerto vemos los almacenes de los pescadores y las casas de la carretera. Un poco más abajo y en primer término asoma entre los tejados del barrio del Corral de Riba, la espadaña del campanario del santuario de Nuestra Señora del Carmen de Bustio


El templo, reformado en 1976 mira a este puerto y ría, teniendo a su derecha la antigua escuela. Las fiestas del Carmen, en julio son de marcado carácter marinero hasta en su gran plato estrella, el sorropotún de patata y bonito recién traído al puerto por los pescadores locales, el cual se reparte entre los asistentes. También hay Folixa por los Bares, que son recorridos al son de gaita y tambor

Y aquí tenemos, prosiguiendo la subida por La Cuesta'l Cantu, alguno de los bellos encinares que caracterizan el arbolado autóctono que aún puede verse en estos parajes

El secular aprovechamiento agrícola y, sobre todo, el ganadero al ir acabando el siglo XIX y según avanzaba el XX, han hecho de Ribadeva una gran pradería. Los pastos abandonados con la reconversión agraria padecida por el campo asturiano con el éxodo rural fueron aprovechados para plantar ocalitos, por lo que las matas de árboles y arbustos propios del ecosistema local no son demasiados y es una delicia encontrarse con ellos, tal que aquí, camino de Colombres...

La subida es recta y directa, las lomas y colinas son tan buenos pasos naturales o incluso más, pues estas no se inundan con las lluvias y las crecidas de los ríos, por lo que forman verdaderos pasillos aprovechados desde la más remota noche de los tiempos


A la derecha una pequeña pumarada, de las muchísimas que veremos en Asturias, dedicadas principalmente a la producción de sidra. Si bien donde había manzanos había sidra y son muchas las regiones sidreras del mundo, en Asturias se creó una gran cultura sidrera mientras decaía la del vino. Ello se debe a varios factores que intentan poner en claro investigadores y especialistas


En la actualidad otras comunidades, principalmente el País Vasco y con fuerza, pero también Cantabria y Galicia, intentan recuperar aquel patrimonio sidrero que Asturias no solo nunca perdió, sino que hasta se incrementó, haciendo de la sidra, la manzana y su mundo, toda una seña de identidad que va mucho más allá de lo enólogo o lo culinario, desde las canciones y la música a la arquitectura, las leyendas y los cantares, la literatura y las expresiones, esto es, todo el bagaje del patrimonio material e inmaterial


¿Nos adentramos en la Insula Pomorum o País de los Manzanos de las leyendas artúricas, el Ávalon de las sagas célticas y los árboles de la sabiduría?. Bien pudiera, G. Warcollier, en su libro Cidrerie, (El manzano de sidra y la sidrería) lo expresaría así, plasmando el paso del fruto  silvestre al manzano cultivado:
"El manzano crece espontáneo en los bosques, de donde el hombre le ha sacado, cultivado y mejorado, creando nuevas variedades, hasta resultar, en frase poética de Milton, un hermoso árbol cuya seductora fruta parece tener reflejo de oro y púrpura y cuyo jugo es una fecunda savia destilada del néctar que beben los dioses, al punto de haber dicho Adán a Eva en el Paraíso Perdido: te felicito por tu exquisito gusto. Nada iguala al manjar que hoy me has ofrecido"

En esta zona de Asturias se dice, según folkloristas como Constantino Cabal, que existió la costumbre entre los pastores de quemar manzanas a fuego la noche de San Bartolomé, el 24 de agosto, para luego comerlas, y que a esto lo llamaban "quemar brujas". Llamativamente la costumbre existe con otros frutos y plantas en distintas latitudes. No se sabe a ciencia cierta cuando empezaría a emplearse en Asturias la manzana para sidra. Una cita de Estrabón del zhytos como bebida de los pueblos prerromanos del norte podría referirse a la sidra pero no es seguro, no siendo difícil que con la romanización se plantase como otro de los productos de las villae. Lo cierto es que las primeras menciones escritas e inequívocas conservadas pertenecen a la alta Edad Media y vinculadas, como el vino y otras bebidas espirituosas, a los monasterios, pero estos habrían de haber seguido una tradición muy anterior...


Encinas y espineras componen en la cuesta un bello túnel vegetal de los que tanto nos gusta fotografiar


Las alambradas, para que el ganado no pase a los caminos, delatan los terrenos dedicados a pastizales. En medio, un peregrino parece haberse sentado justo en medio del Camino


Ahora bifurcación y siempre de frente y subiendo...


Así nos lo indica este mojón caminero, aunque el camino realmente no tiene pérdida posible, otro es para arriba sin desvió alguno hasta Colombres


Viene a ser este ya el último repecho fuerte antes de llegar a Colombres. Vamos a disfrutarlo intensamente y paso a paso

 
Abajo a la derecha el camino que hemos dejado atrás y que comunica con El Corral de Riba


Y ahora a nuestra izquierda un mirador, pero este hacia la otra vertiente, al sur


Está en un rellano de la cuesta, es un buen lugar para hacer un alto y disfrutar del paisaje


Son los montes de La Peña, peñascos cubiertos de vegetación que forman profundos y estrechos valles. En ellos hay señales de otra de las grandes civilizaciones de la antigüedad, el megalitismo


 Más al sur son las estribaciones más orientales de La Sierra Cuera o El Cuera, la gran cadena montañosa que se extiende por el oriente de Asturias separando los valles costeros de los interiores, a medio camino entre el Cantábrico y los Picos de Europa, En este sector señalna la frontera sur de Ribadedeva y destacan los 611 metros del Picu Jana
 

Volvemos a ver abajo, solo que ahora desde más altura, la parte sur de Unquera, extendida por la carretera N-621 y al pie de El Cantón


El desfiladero entre Unquera y Molleda y, más a la derecha, El Picu los Moros (356 m), que como todos los topónimos de este estilo hacen referencia no a los norteafricanos sino a los pobladores más antiguos, precristianos. Suelen ser sitios plagados de leyendas, cuando no o a la vez enclaves de gran importancia arqueológica


¿Y qué montes de ven allí en la lejanía?, creemos que las cimas más occidentales de la Sierra del Escudo, que nos han servido de referencia visual durante nuestro recorrido por el Camino Norte en Cantabria, sobre todo una vez pasado Santander


Y aquí apreciamos bien el canto o cresta que da vista a dos vertientes


Miramos de nuevo al norte, a La Rasa de Pimiango y Sierra de Tina, los prehistóricos caminos de El Pindal, hollados por las más antiguas civilizaciones que se asentaron en estos lugares, ahora plenamente costeros, pero que en su momento eran de interior, pues se sabe que la costa retrocedió al menos unos cuatro kilómetros de entonces para acá, un fenómeno que se dio en todas las costas europeas y que ha dado pie, a ciertos investigadores, que los mitos y leyendas relativos a civilizaciones sumergidas, el más célebre el de la Atlántida, hayan tenido que ver con aquel gran avance de los mares hace unos milenios...


Pimiango, con su línea de casas sobre la rasa, en La Ería, es como un faro que se ve desde muy lejos, tanto desde el mar como desde tierra. Uno de sus barrios tiene el significativo nombre de Las Pellejas, haciendo referencia al cuero con el que trabajaban sus antiguos zapateros, los cuales en la trashumancia de su oficio, cual peregrinos del calzado, se marchaban y volvían varias veces al año, como durante el invierno, y regresaban a primeros de marzo para festejar a su patrón San Emeterio. Volvían el 15 de mayo, el 15 de agosto y el 28 de octubre


Hay en Pimiango buena arquitectura popular, casonas y palacios pero una construcción destaca en altura sobre el resto, el antiguo depósito del agua, hecho en altura, como es normal en las llanuras, para conseguir presión para que llegue bien a las casas. Es, como tantas cosas de estos pueblos, obra financiada por los indianos, en este caso por Ángel Noriega Fernández, con la que inauguró las traída de aguas al pueblo, año de 1963, siendo agasajado cinco años más tarde en un homenaje de vecinos y autoridades


Más a lo lejos y a la derecha otra torre se eleva sobre el caserío de la rasa, la torre-campanario de la iglesia parroquial de San Roque, del siglo XVII y varias veces reformada


En la iglesia se conserva la muy interesante talla románica (s. XII) de la Virgen con el Niño procedente de la arruinada iglesia de Santa María de Tina, donde había permanecido hasta bien entrado el siglo XX. Estando a punto de ser quemada en la Guerra Civil, unos vecinos la ocultaron en un rincón del Faro de San Emeterio. La Virgen de Tina fue luego traída a la antigua capilla de San Antonio de esta iglesia, restaurada con tal fin en 1985


Abajo el valle de La Salcea, arroyuelo afluente del Deva, bajo la Sierra de Tina, por cuyas laderas vemos las casas de Jairín o H.airín (h. = hache aspirada). Por ahí abajo estaba El Fortín de Bustio, un búnker para nido de ametralladoras construido durante la Guerra Civilen un vano intento por hacer una línea de defensa en el Deva como la que se había hecho contra los franceses en 1809


Dejamos ya pues este mirador y continuamos el largo ascenso a Colombres por La Cuesta'l Cantu y su enlosado suelo...


Ahora líneas de matojos y arbustos a ambos lados flanquean la vía siempre en continuada subida que aún no da tregua


Una torre de alta tensión es nuestra siguiente referencia, pero más importante aún puede ser la de los ocalitos del fondo, allí viene a acabar la cuesta


Pasamos ahora el depósito del agua, construido en el año 2006 para la nueva traída de aguas de Bustio


Unos metros más adelante, a pasar esta cancela, la cuesta va a empezar a suavizarse, paulatinamente...


Cuando Jovellanos bajó por aquí en 1790 calificó esta cuesta de "fatigosa bajada", según venía, en dirección contraria a nosotros, de Colombres a Bustio. Las penalidades de los abruptos caminos del norte son una constante en los relatos de viajeros y peregrinos de todos los tiempos. Por entonces el concepto del paisaje era diferente al nuestro midiéndose más su belleza por la dureza del mismo que en otos aspectos estéticos y geográficos


Y, al oeste, un nuevo paisaje se ofrece ante nosotros: abajo la Autovía del Cantábrico, cuyo paso por esta ladera tantos problemas dio en su construcción y posteriormente, pues alguna vez hubo de ser cortada, como la carretera N-634, por argayos o corrimientos de tierras, principalmente causados por las fuertes lluvias y el escaso afianzamiento de la falda de este monte de El Cantu


Allí están los túneles de El Peral, paso a La Franca y sobre los que discurre la carretera a Pimiango. A lo lejos El Llanu de Buelna en La Sierra Plana de la Borbolla, ya en Llanes, a cuyos pies el Ríu Cabra hace de frontera entre estos concejos, siendo el límite occidental del de Ribadeva


Como hemos dicho, la Sierra Plana de Pimiango, aunque separada de la de La Borbolla por dicho río, es su continuidad natural, se trata de la primera de las serranías costeras que se extienden de este a oeste paralelas a la línea de costa


Bajo La Ería, donde se asienta Pimiango, los cuestudos prados de La Viña hacen referencia al antiguo cultivo de vides del que no se guarda ni memoria, salvo en este topónimo. Por ahí se extienden, bajo el pueblo los caseríos dispersos de Arcillero, Las Baxuras, Molledal...


Otro de los barrios de Pimiango es El Palaciu, referido al palacio de El Pedrosu, de origen bajomedieval (s. XV) pero con reformas de las dos centurias siguientes. Era la casa fuerte del linaje de los Colombres, asentados aquí desde el medievo


Antaño se sabe que esta rasa estaba plantada de robles de propiedad real para la fabricación de navíos, tanto de guerra como mercantes. Aunque no la podamos ver, hemos de decir que la capilla de Santu Medó o San Emeterio es del siglo XVII y de gran tradición romera, pues se atribuyen al santo propiedades curativas de los pies y en las cercanías hay una fuente considerada milagrosa. Quién sabe si serán reminiscencias de creencias antiguas cristianizadas en ese enclave tan especial


Trichorio, La Salcea, Molledal, Jairín, La Texera, más caseríos que se extienden entre la cima de la Sierra de Tina, plagada de eucaliptos, y el valle, de praderías y bosquetes, matos o setos silvestres. En el libro dedicado a Llanes y Ribadedeva (varios autores coordinados por Juan Ignacio Ruiz de la Peña) de la colección Asturias concejo a concejo del Real Instituto de Estudios Asturianos, leemos así referido a estas masas de arboblado:
"Por espacio es el eucalipto el que ocupa una mayor extensión, ya que cubre las dos vertientes de la Sierra Plana de Pimiango, en especial la meridional. En la Rasa de San Emeterio todavía se conservan algunos ejemplares de encinas asociadas con madroños y zarzaparrilas. El resto de las especies (abedules, álamos, alisos, castaños, fresnos, plátanos, o algún ejemplar de roble) crecen aislados o en pequeños grupos allí donde el hombre selo ha permitido"

Los eucaliptos de la cima, o casi la cima, de La Cuesta'l Cantu ya ante nosotros. Aunque los talen dentro de las periódicas cortas, pronto otros los sucederán al ser especie de crecimiento rápido, y seguirán sirviendo de referencia al peregrino para adivinar donde irá acabando la subida


El Camino sigue enlosado y hormigonado a lo largo de todo este trayecto de Bustio a Colombres


Los últimos recuestos, ya con ganas de ver Colombres, muy cerca de aquí...


Bajo nosotros a nuestra derecha van carretera y autopista


Estos trechos finales de La Cuesta'l Cantu pueden ser un lugar perfecto para echar un vistazo a la valle del bajo Deva, que ya a quedar definitivamente a nuestras espaldas, el abrazo de Asturias y Cantabria


El Llanu, en Cantabria, que separa el valle de Pesués de Pechón y su playa y afamado camping. La cota más alta puede ser el Picu Terreros, de unos 200 metros de altura...


Más abajo las casas alrededor de la capilla del Carmen de Bustio y los carriles de la autovía que las bordean, donde estuvo el desaparecido barrio de La Mata, que ya había sido partido en dos por el trazado de la variante de la carretera general. En el artículo La Mata, ni casa ni autovía, Rebeca Aja publica el 4-12-2009 su crónica en La Nueva España:
"En la década de los setenta, la construcción de la carretera N-634 partió el barrio de La Mata en dos. Tres décadas después, lo que entonces quedó en pie lo arrasó la construcción del tramo Unquera-Llanes de la autovía del Cantábrico. Casi todo, porque entre ambas infraestructuras se quedará, como testimonio de que donde hay asfalto hubo barrio, la única casa que ni la nacional primero ni la autovía después ha tocado. La Mata fue el último escollo para ejecutar el trazado de la A-8 previsto por la Administración. 
En el año 2005 los vecinos de La Mata decidieron hacer pública su situación para mantener «vivo» el problema del barrio. Pero la causa terminó en febrero de este año, con el precipitado derribo de las viviendas y una ganadería de La Mata que dejó a algunos vecinos viviendo de alquiler y a otros pendientes de recibir la correspondiente indemnización económica. Lo que no ha quedado pendiente es ninguna de las causas judiciales que, en su día, emprendió el vecindario para desviar el trazado hacia el Norte y evitar la demolición de sus casas. 
Donde antes hubo barrio ahora se va acumulando parte del material para la construcción de los pilares del viaducto que salvará el desnivel de la zona de Las Bajuras, entre La Mata y El Peral. No hay casas ni tampoco autovía pero la empresa adjudicataria del tramo Unquera-Pendueles (la UTE Fomento de Contratas y Construcción y Alvargonzález Contratas S.A.) está acelerando las obras en el entronque de la Autovía con Cantabria. Estos días se trabaja en la construcción de las zapatas que sostendrá el primer tramo de la Autovía del Cantábrico en Asturias, el que entra en Asturias por el viaducto que cruza la ría de Tina Mayor. 
Pasará por encima del extinto barrio de La Mata para avanzar, a lo largo de un nuevo viaducto junto a la actual plataforma de la N-634 desde Bustio hasta El Peral. Un área de trabajo no exenta de dificultades y que requerirá extremar las precauciones, puesto que serán necesario realizar voladuras a escasos metros de la carretera nacional. En esta parte del trayecto, el trazado actual de la N-634 se desplazará hacia el Sur para encajarse en la montaña y el de la autovía se hará discurrir junto a la calzada actual. 
El trazado denominado «mixto» que recomendó el informe elaborado por los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente para el tramo comprendido entre Unquera y El Peral, afectó a seis viviendas del barrio de La Mata, en Bustio, a una ganadería situada en esta misma barriada y a otra localizada en el pueblo de El Peral, donde también afectó a una vivienda unifamiliar, a varios almacenes y a un bloque de cuatro viviendas. 
Ribadedeva es el concejo en el que se han concentrado el mayor número de demoliciones. Ya en el concejo de Llanes, la localidad de Buelna ha sido otra de las más afectadas por los derribos"

Más a la izquierda otra admirable panorámica del estuario hasta El Curtíu y puerto de Bustio. al otro lado, en la vertiente cántabra y cerca de la Playa del Pedreru o El Cascajal se sospecha podría haber estado el embarcadero desde el que las lanchas cruzarían a Puertu Chicu enlazando ambas vertientes y comunicando Santa María de Tina


Aquella antigua tradición marinera que hubo en Ribadedeva tuvo su máximo exponente conocido en Juan de Escalante y Mendoza, nacido hacia 1550 y uno de los más ilustres marinos asturianos de su tiempo. Protegido por su tío Álvaro de Sevilla, empezó a navegar muy joven, realizando numerosos viajes a Flandes. Trabajó para la Casa de Contratación de Sevilla y llegó a ser Capitán General de la Flotas de Indias, escribiendo en 1575 su libro Itinerario de navegación de los mares y tierras occidentales, obra fundamental para conocer las rutas de las flotas españolas con América


Aparte de la leyenda relativa a losa antiguos pescadores de Pimiango, en el siglo XVIII el puerto de Bustio, por entonces solamente un abrigo natural en el estuario, tuvo actividad pesquera y comercial, llegando fragatas en pleamar y arribando embarcaciones de los puertos de Bilbao y Bayona con vino de Rioja y bacalao, saín y aceite de ballena, y saliendo con madera, castañas, avellanas y nueces


Las poblaciones ribereñas eran solar de pescadores de salmón, trucha y anguila, mientras en el mar se pesca tradicionalmente congrio, merluza, rape, pescadilla, besugo y congrio, siendo los mayores caladeros los de Tinamayor, La Franca, Trique, El Bancu'l Castru, El Cabezu la Manuela, o El Cantil del Medio


Desde aquí vemos ya mejor el puerto y sus pesqueros, así como embarcaciones deportivas y la carretera que lo comunica, pasando sobre El Cañu del Mazu, desembocadura del río La Salcea


Se reconoce de nuevo muy bien el edificio de la rula (derecha de la foto). Ahí hemos de contar que está también el Restaurante Bateau. Si nos fijamos, en la explanada está la grúa del puerto y, asomando más allá del tejado de la rula dos aerogeneradores eólicos, que forman parte del sistema de producción propia de electricidad de la cofradía, junto con las placas solares. La Cofradía de Pescadores de Bustio fue de las primeras de Europa en disponer de autosuficiencia energética


La ría cuenta con otro manjar pesquero, la tan preciada angula, tanto es así que su explotación está seriamente regulada. Dentro de los planes experimentales aplicados en esta ría solamente se permite la pesca a pie y con un máximo de 20 anguleros. El plan, que incluye la Playa la Franca y el Ríu Cabra, esta gestionado por esta cofradía, que se encarga del pesaje y control de las capturas diarias, colaborandocon el Principado en la vigilancia de la actividad con el servicio del guardapesca 


Al otro lado de la ría va la carretera de Pechón (CA-380), donde un gran edificio de almacenes recuerda que por esta ría salían, a finales del siglo XIX y principios del XX, las calaminas y blendas de las minas de los Picos de Europa, así como el hierro del Cuera, la remolacha de las vegas y la madera de nogal y haya delos montes de toda la comarca. Asimismo se importaban unas 800 toneladas anuales de artículos de consumo, procedentes de los puertos gijonés y santanderino, con destino a las tierras ribereñas del Deva, desde aquí a Peñamellera y Liébana


También en la orilla cántabra El Puertucu, un embarcadero natural


Más allá Las Tinas y El Cañu la Portilla, desembocadura del río que forma el valle entre Pesués y Unquera


Cada ensenada es un embarcadero natural que sin duda fue aprovechado por la navegación de la antigüedad, de la que tan poquísimos datos tenemos. Hay quien quiere ver en esta ría el famoso puerto de Verasueca, citado por Plinio en el territorio de los cántabros orgenomescos, otros lo sitúan en el actual San Vicente de la Barquera


Lanchas de pesca surcan las aguas en este bucólico paisaje marítimo-fluvial que sin duda encandilará al peregrino que disfruta saboreando paso a paso la esencia de los lugares por los que discurre su jacobita andadura 


Ahora, entre los eucaliptos de La Cuesta'l Cantu nos fijamos que hay una torre de madera y unas columnas con una especie de puente colgante


Se trata de tirolinas o similares, instalaciones de turismo multiaventura


Aunque supone que no hagamos caso a los versos de Machado, nos agrada de vez en cuando volver la vista atrás, pues siempre hay detalles y cosas que observar


Vemos los últimos edificios de Unquera y el polígono industrial que se extiende hasta Pesués, la capital de Val de San Vicente, un verdadero pasillo-corredor que comunica Nansa y Deva, Tinamayor y Tinamenor


Val de Sen Vicente está formado por doce de los quince concejos del histórico valle de Pesués, que era parte de las Asturias de Santillana y eran tierras de behetría, lo que daba cierta libertad a sus habitantes, allá por el siglo XII. Pero en el siglo XV el rey Juan II lo cedió a los Castañeda, con propiedades ya en el territorio y derechos de pesca del salmón, allá por los años 1445 y 1447, en concreto a su canciller Juan García Manrique. A finales del siglo XVIII el dominio señorial fue acabando. Aún en 1814 el rey Fernando VII suprime la designación de mayores y corregidores por parte de los marqueses


En 1822 se creó el primer ayuntamiento constitucional, Luey, nombre de uno de los pueblos, donde se estableció la capital, ayuntamiento que en 1835 abarcaría también Estrada y Unquera y tendría su capital en Pesués, llamándose ya entonces Val de San Vicente, perteneciente al partido judicial de San Vicente de la Barquera


Más allá Los Tánagos, ya al otro lado de Tinamenor (no vemos el estuario, oculto), ya cerca de San Vicente de la Barquera. Sin embargo el Camino Norte señalizado hoy en día oficialmente viene, dando un importante rodeo, por Serdio, a cuya salida se separa de este el Camino Lebaniego


Hubo también en Serdio hospital de peregrinos, el de Santa Ana, citado en el Catastro de Ensenada como "ospedería para peregrinos" y que habría sido fundado por el vecino Juan Sánchez de la Fuente, siendo su administrador Diego Fernández de Zires. En aquel momento (mediados del siglo XVIII) parece ya estaba en decadencia y, aunque tenía ciertas propiedades para su manutención, estaba sin personal y eran los propios vecinos los que atendían a los peregrinos, pobres y enfermos


Y... atrás han quedado ya los paisajes de Tinamenor... y el Deva


Aún no se ve Colombres, pues todavía nos aguarda este corto recuesto antes de llegar a su planicie...


A nuestra izquierda sigue extendiéndose la finca de las tirolinas del turismo activo


Y en lontananza, al sur, las estribaciones más orientales de la Sierra del Cuera, gran referencia visual y geográfica que nos acompañará durante nuestro periplo por la zona oriental asturiana


Estas serranías más orientales del Cuera marcan la frontera sur de Ribadeva, señalando la raya con El Valle Baju de Peñamellera (Peñamellera Baja)



El Picu Llueres (707 m) es una de las altura máximas de este sector del cordal, sobre Alevia, puerta de Peñamellera, entre la costa y los Picos de Europa...
Si quieres ver a Cabrales
súbite al altu de Unquera
de allí verás a Cabrales 
y a tola Peñamellera

El28 de septiembre del año 1517 Carlos de Flandes, el futuro Carlos I de España y V de Alemania  pasaría por este mismo camino pero en dirección contraria, luego que la flota que lo traía de tierras flamencas llegase por azares marinos a Tazones (Villaviciosa) en vez de a Santander, habiendo de recorrer por tierra el trayecto que separaba ambas poblaciones, dados los inseguros vientos marítimos imperantes,  para luego dirigirse a Tordesillas a visitar a su madre Juana I y seguidamente a Valladolid para heredar y hacerse cargo de sus dominios castellanos, pasando luego a Zaragoza para lo mismo con los aragoneses 


En ese periplo se sabe, por el relato de su cronista Laurent Vital, que el joven monarca y su regia comitiva iban haciendo jornadas de villa en villa, Villaviciosa, Colunga, Ribadesella y Llanes, de donde pasaron a Colombres, cabeza del por entonces Alfoz de Ribadedeva, a la que califica de "aldea o cabañal", pues a diferencia de las villas anteriores no había tenido un desarrollo mínimamente urbano al carecer de carta puebla que favoreciese de manera especial su poblamiento


Llegaron a Colombres el 28 de septiembre, siendo agasajados con comida y bailes por las gentes de estos pueblos, disponiendo el joven Carlos, antes de retirarse, se hiciese algún obsequio alas mozas que habían danzado en su honor. Al día siguiente, 29, tras oír misa y desayunar, recorrieron el trayecto a San Vicente de la Barquera "para hacer dos leguas largas de muy malo y penoso camino"


Camino que pasa ahora por la Capilla'l Cantu, aquí sí que podemos decir que acaba la cuesta, un oratorio de ánimas de los muchos que jalonaban los caminos de antaño, donde se ofrecían dádivas y limosnas por las ánimas del Purgatorio


Las capillas u oratorios de ánimas son pequeños altares de los caminos, que aunque de distintas formas y fábrica suelen tener características muy comunes, estaban hechas unas de mampostería y otras de madera (de las que prácticamente ya no quedan), podían estar cubiertas y rematadas con carga de argamasa o cemento para dejarlas con sus paredes lisas. Siempre se erigían en lugares significativos, en los accesos a pueblos, cruces de caminos o cercanías a santuarios


Llegando a la capilla empezamos a ver las casas de Colombres, la capital del concejo y del antiguo y medieval Alfoz de Peñamellera, situado a medio camino de las dos importantes polas portuarias que eran Llanes y San Vicente de la Barquera


Puede decirse que Colombres no alcanzaría un evidente desarrollo urbano hasta finales del siglo XIX, cuando los indianos construyeron sus mansiones y sufragaron edificios y obras públicas en este enclave, situado en un amplio rellano sobre estos valles del antiguo alfoz, gobernado en 1169 por Don Gómez, como toda la tierra de Aguilar de la vieja provincia Premoriense, que pasaría de las asturianas Asturias de Oviedo a las castellanas Asturias de Santillana dentro de los cambios administrativos realizados tras la unión de Castilla y León en 1230


Se dice que, prácticamente, los indianos hicieron a Colombres tal y como hoy la conocemos, En el Gran Atlas del Principado de Asturias leemos esta descripción de esta población en la que dejaron especialmente marcada su impronta
"El "pueblecito o aldea llamado Colombres", en el que pernoctó la noche del 28 de septiembre de 1517 la comitiva del joven monarca Carlos I, debe su actual fisonomía a la labor edilicia y filantrópica desarrollada a fines del siglo XIX que urbanizaron y modernizaron su antiguo caserío. El más destacado enl banquero Manuel Ibáñez Posada, primer conde de Ribadedeva, que tiene un monumento a su memoria en la plaza de la villa, obra de Agustín Querol. En efecto, a la iniciativa de Manuel Ibáñez, y a la de su hermano, Luis, responde la construcción del cementerio, la traída de agua, la reforma de la iglesia parroquial -obra del arquitecto Darío de Regoyos Molenillo, (...), la plaza de la villa (...) y el ayuntamiento (...).Los indianos edificaron también espléndidas villas residenciales (...)

Hito del Camino de Santiago por la Costa, esta localidad es hoy una tranquila y bella villa, punto de partido privilegiado desde el que disfrutar de las excelencias turísticas del concejo y de las de toda la comarca oriental de Asturias y de la vecina Cantabria"

Una de esas casonas indianas es la Villa Guadalupe, histórica quinta que es en la actuaidad sede del Archivo de Indianos, que destaca con su altísima silueta saliendo de entre los árboles y recortándose contra los formidables picachos calizos de la sierra de Cuera, que divisamos en el horizonte


La quinta Guadalupe, que podremos visitar atravesando Colombres pues está a muy escasos metros del trazado del Camino, fue mandada hacer por el acaudalado indiano Íñigo Noriega Lasso en honor a su mujer Guadalupe Castro en 1906, siendo su proyecto encargado al arquitecto montañés Valentín Ramón Lavis Casadís, pero a causa de diversas vicisitudes nunca llegó a ser habitada por la familia, lo que dio lugar a diversas leyendas en la que no es fácil separar la realidad de la fantasía, como la que afirma que había sido ofrecida por Noriega al presidente mexicano Porfirio Díaz como su residencia de exilio


De la Quinta Guadalupe y de otras muchas que hallaremos cruzando Colombres camino de La Franca y en ruta a Llanes, hablaremos en la entrada de blog dedicada al siguiente tramo del Camino Norte, ya adentrándose en Asturias y siempre cercano a su maravillosa costa oriental









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