Eres el Peregrino Número

Buscador de Temas del Camino de Santiago

lunes, 31 de marzo de 2014

A TELLEIRA: ENTRANDO EN VILANOVA DE LOURENZÁ POR LA CAPELA DA SANTA CRUZ (LUGO, GALICIA)

 

Vilanova de Lourenzá vista desde el Camino, saliendo del Monte Calvario

El Camino Norte de Santiago, en su recorrido por la Mariña lucense desde Ribadeo, ha entrado en el concello de Lourenzá procedente de  San Xusto de Cabarcos, en el concello de Barreiros y, saliendo de los eucaliptales del Monte Calvario, da vista a su capital, Vilanova de Lourenzá, desde los prados de A Tilleira, en el precioso valle del Rego do Batán o Rego dos Baos, uno de los afluentes del Masma, río que quiso hacer navegable en el siglo XVIII el obispo Sarmiento, desde su desembocadura en el mar en la Ría de Foz, hasta Mondoñedo, su sede episcopal y una de las antiguas capitales de las que fueron, hasta las reformas del siglo XIX, siete provincias gallegas


Aquí, el Camino, pista de tierra, llega a una vía local asfaltada por la que, yendo a la izquierda, empezamos a bajar a Vilanova de Lourenzá viendo, a lo lejos, una buena referencia geográfica, el monte Padornelo (618 m), que se yergue sobre la ciudad de Mondoñedo, aunque no lo vemos desde aquí, pero nos señala, como un gran mojón natural, el camino a seguir


Precisamente encima de Vilanova de Lourenzá, por el monte As Revoltas, sube el Camiño Real, el Camino de Santiago, rumbo a Arroxo y a Ogrobe, donde entrará en el concello de Mondoñedo


De Arroxo escribe el gran literato, intelectual y político Francisco Fernández del Riego en su libro O río do tempo. Unha historia vivida, recordando su juventud y narrando este episodio acontecido a fecha 15-9-1931, y que rememora esta cuesta, A Costa de Arroxo:
"Abandonamos a casa na que naceramos, e puxémonos en camiño cara ao novo destino. A partida da vila supuxo un insólito acontecemento para as xentes coas que conviviramos. Xuntáronse moitos veciños, algúns con bágoas nos ollos, a nos despedir. (...). Subindo a costa de Arroxo desde a altura, contemplei outra volta -agora con nostálxica mágoa- os lugares acasarados, as minúsculas aldeas. Aí, ao pé da requeixada da meseta galega, quedaba a paisaxe valeca; o xorrar do río no seu embastecemento aluvial; a escura sombra da serra da Cadeira, núa e antiga, sobre a que tantas veces ollara acenderse os candieiros do luceiro da mañá. Viñéronme ás mentes, de súpeto, topónimos moi sabidos: O Cascapizo, CA CondomiñaEscouridoPumar de DónA CazolgaRecemilTiagonceVilapol... Alá, no fondo, quedaban soterrados os anos da nenez e adolescencia."

El topónimo Arroxo podría proceder de arroxa, palabra gallega relacionada con las quemas de monte para ganar pastos, si bien otros filólogos piensan latín tardío arrogium, relacionado con galerías subterráneas y corrientes de agua empleadas para lavar el mineral, oro en esta comarca, lo que daría que pensar en alguna actividad minera que aquí de momento no ha sido localizada. También podría aludir a 'ladera escarpada', como lo es esta cuesta. En lugar fue escenario de una batalla en la francesada o invasión napoleónica en este disputado camino Mondoñedo-Ribadeo de la que hablaremos cuando pasemos por allí hacia tierras mindonienses


Justo debajo, y más allá de A Telleira, vemos el campo de fútbol de Santa Cruz, donde juega el E.D. Lourenzá, junto al que pasaremos desde A Telleira para llegar a la población


A su izquierda, oculta desde aquí a nuestra vista, tenemos la capilla de la Santa Cruz, A Capela da Santa Cruz, frente a la que el Camino se dirige a las primeras casas de Vilanova de Lourenzá. Al fondo, bajo O Picoto, vemos los núcleos de Recemil y A Lamela, en el extrarradio de la villa


Tal y como leemos en Toponimia de Galicia que Recemil es un topónimo que procede de Villa Recemeri, la villa, casa y posesión de un tal Recemirus, antropónimo germánico "que podríamos traducir como hombre 'rico' y 'célebre', significado de las partículas REKIS- y -MIRUS que lo conforman"


Por su parte, A Telleria debe sin duda alguna de nombre de alguna tejera, pequeña fábrica artesanal de tejas y ladrillos fundamentalmente (hoy diríamos 'cerámica'), que aprovecharía el barro de estas camperas


Vilanova de Lourenzá es un hito caminero de suma importancia, nacida al amparo del Camino y del famoso monasterio de San Salvador de Lourenzá, fundado en el siglo X sobre un pequeño cenobio anterior y al que se le dotó de hospital de peregrinos 

 
El antiguo cenobio, que vemos desde aquí, fue fundado en el año 969 con especial patrocinio del conde Osorio Gutiérrez, el Conde Santo (primo y cuñado del rey Ordoño IV) quien vino aquí desde Tierra de Campos tras la Batalla de Simancas para hacerse cargo de las posesiones heredadas de su padre, Gutierre Osóriz, y de su tío Nuño Osóriz, firmándose carta de fundación el 17 de junio de aquel año, siguiendo el convento la Regla de San Benito, y acabándose la obra 8 años después


El Conde Santo marcó la impronta del convento desde su misma fundación (o refundación) y su tumba, albergada en su interior, está rodeada de leyendas, siendo especialmente venerada por su tradición milagrosa, que hicieron del lugar un centro de peregrinaciones locales en el que también paraban los caminantes jacobitas:
"Osorio Rodríguez en la vejez viajó a Tierra Santa, donde se dice que adquirió un sarcófago de mármol, de arte paleocristiano. La leyenda cuenta que lo dejó en el mar y arribó en la costa norte de Lugo.  A su muerte,  el Conde  fue enterrado en él, dejando un pequeño agujero en la parte inferior.  El sarcófago se encuentra en la Capilla de Nuestra Señora de Valdeflores, en la Iglesia de Santa María del monasterio. Lo visitan los peregrinos con la tradición de introducir el dedo en el agujero y pedir un deseo al Santo."

No obstante a nuestros días poco ha llegado de aquellos primeros tiempos fundacionales, pues sus edificios y dependencias fueron reformados paulatinamente en gustos románico y gótico y rehechos prácticamente por entero en el siglo XVIII bajo pautas barrocas, que son las que han pervivido hasta nosotros, pudiendo encuadrar perfectamente su arquitectura dentro de ese estilo


La actual iglesia barroca del monasterio, que vemos desde aquí, sobresaliendo su torre y cúpula sovbre el crucero, empezó a construirse en el año 1735 y es de muy notable importancia, pues en base a ella se diseñaron unas líneas maestras, artísticas y arquitectónicas que después se expresarían en la magna fachada barroca de la catedral de Santiago, construida por el mismo arquitecto, Fernando de Casas Novoa, por lo que podemos decir que es, sin duda, su precedente


En un principio se siguió el proyecto del arquitecto y fraile benedictino Juan Vázquez de Samos pero, a posteriori, ese se alteraría por la mano del citado Fernando de Casas Novoa, gran maestro consagrado que ya había trabajado en la catedral de Lugo y en varios santuarios gallegos y que, poco después, en 1740, alcanzaría su obra cumbre con su trabajo en dicha fachada barroca de la catedral de Santiago que mira a la Praza do Obradoiro, siendo pues esta de San Salvador de Lourenzá una antecesora inmediata, verdadera premonición de las líneas directrices que el mismo maestro ejecutaría en la ciudad del Apóstol, donde también había intervenido en el monasterio de San Martiño Pinario, al lado de la catedral


Fernando de Casas Novoa se haría cargo aquí del proyecto de la fachada (que veremos al pasar) y de la dirección de la labor en la nave del templo hasta el crucero. El material era granito procedente de las canteras de Burela, en la costa lucense. Los datos los sabemos gracias al manuscrito de un monje aquí residente, fray Benito Ponte, quien relató todo el proceso


Vemos además desde aquí los tejados de algunas de las demás dependencias monacales, desamortizadas en 1835, cuando el monasterio queda abandonado, la iglesia pasa a parroquial bajo la advocación de Santa María de Valdeflores y se desaloja su gran biblioteca, sufriendo además posteriormente un incendio en 1878


En 1910 el monasterio vuelve a estar ocupado por monjes, estos procedentes de la abadía de Samos, que forman un priorato, es decir, una comunidad religiosa con un prior dependiente del abad del cenobio matriz, que permanecerán aquí hasta la posguerra, que se transforma en Seminario Menor dependiente de Mondoñedo hasta 1970, cuando estos edificios monásticos pasan a ser municipales


En la actualidad la iglesia sigue siendo la parroquial y desde la Oficina de Turismo, sita en uno de los antiguos edificios monacales (con el Centro de Interpretación da Faba de Lourenzá), organiza visitas guiadas. Unos voluntarios la abren determinados días, dentro de sus posibilidades, fuera del horario litúrgico. Al lado, la antigua casa del abad es la Casa do Concello o Ayuntamiento


En cuanto al Hospital de Vilanova creado al amparo del monasterio de San Salvador, se supone que su historia iría pareja al cenobio desde la fundación del convento en 969, si bien los libros de fábrica conservados comprenden el periodo de 1602 a 1720, aunque se tiene constatada de forma documentalmente demostrada la presencia de peregrinos en esta villa desde el siglo XII


 Asimismo en el Archivo Municipal aparecen expedientes del mismo entre 1852 y 1864 cuando, acabado tiempo ha el periodo de las peregrinaciones históricas pasa, como en otros casos, como el del Hospital de Ribadeo, a ser Hospital de Caridad



Se sabe por inventario que había en el hospital cinco alcobas y siete camas, tallas religiosas entre las que destacan una de Santiago Apóstol y otra de Santa Catalina. El pueblo escogía un mayordomo que llevase sus cuentas, si bien durante los tres siglos que existen referencias al respecto no parece haya sido ninguno muy diligente


El hospital dejará de cumplir su función en 1864, si bien su edificio se mantendría en pie hasta su demolición en 1915


Según bajamos por A Telleira contemplaremos en todo momento la villa, así como las montañas que guardan el valle por el sur, en el secular paso a Mondoñedo, donde coincidiremos durante un buen rato con el Camiño Natural de San RosendoRudesindus Gutierri, el gran abad fundador de monasterios, quien era además también primo de Osorio Gutierrez, El Conde Santo


Mucha atención ahora, pues nada más salir a esta carretera local desde el Monte Calvario y bajar unos metros por ella llegaremos a este cruce


Aquí hemos de tomar el camino que va a la derecha, fijémonos en el mojón que tenemos delante


El Camino sigue todo recto cuesta abajo atravesando A Telleira


La gran explanada y gradas del Campo Santa Cruz nos sirven de referencia


 El Camino pasará detrás, donde están los aparcamientos, dirigiéndose a la capilla


Desde la Capela da Santa Cruz, bajando un poco más se entra en el casco urbano de Vilanova de Lourenzá por la rúa de Calvo Sotelo, cruzaremos el histórico Ponte da Pedra y, por la antigua Rúa Real, actualmente de Avelino Montero Villegas, atravesaremos la población, donde hay en la actualidad varios albergues de peregrinos, tiendas, comercios, pensiones, hostelería, etc.


Por supuesto, sobre todo si vamos a pernoctar aquí y disponemos de un poco de tiempo libre, recomendaríamos la visita, si tenemos la suerte de encontrarlo abierto o si podemos concertar guía en turismo, al antiguo monasterio de San Salvador de Lourenzá, viendo su iglesia, claustro, reliquias y, por supuesto, el emblemático y venerado sarcófago del Conde Santo, su mítico fundador


Vemos un poco mejor, aunque aún muy tapados, otros edificios monacales, en torno a los dos claustros existentes, donde estarían estancias tales como los antiguos cuartos de los monjes, la cocina, la sala capitular o el Museo de Arte Sacro con su capilla de Valdeflores, donde se encuentra el sarcófago del Conde Santo, la sacristía con su gran retablo relicario del siglo XVII, obra de Francisco de Andrade, la capilla de Nosa Señora da Valvanera o la biblioteca, de la que se conservan unos 4.000 libros a pesar de su desmantelamiento


La advocación a San Salvador delata que el monasterio se encuentra en otra muy importante vía de peregrinación que coincide con la de Santiago, la de San Salvador. Estamos obviamente en uno de los muchos "caminos de los Salvadores" que se dirigen a la catedral ovetense de San Salvador, en el corazón histórico de la capital asturiana, cuyas reliquias de santos, apóstoles, la Virgen María y el mismo Cristo (de ahí la dedicación a San Salvador), esta última la del Santo Sudario, llamado popularmente El Pañolón, vinculado con la Sábana Santa de Turín, se consideraban las más importantes de la cristiandad


Por eso, aunque los primigenios caminos norteños fueron desplazados por los de la meseta, más llanos, según se fue afianzando la posesión de los mismos por los reinos cristianos, se sabe que muchos peregrinos, al ir, o también al volver, de romería a Santiago, se desplazaban a San Salvador de Oviedo haciendo caso a aquella máxima medieval que, en distintas lenguas y versiones, dice que "Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al Señor"


Esta es una foto de Vilanova de Lourenzá un día nublado, sin contraluces, dado que estas fachadas miran casi todas hacia el norte y suelen estar en umbría, lo que tal vez nos da una idea mejor de la disposición de la población en el valle, encrucijada de caminos e hito hospitalero jacobita, cuyos actuales albergues (el público al sur de la población en el Campo da Gracia) son sucesores en este cometido de su antiguo hospital monacal


Y aquí tenemos las niebla que cubren el monte Padornelo, cerca de cuya cumbre discurre la Autovía del Cantábrico (A-8) que tantas veces hay que cerrar por esta causa, encarrilando al tráfico por la N-634, en uno de los mayores errores de trazado llevados a cabo en las obras viarias españolas en los últimos tiempos


Sin niebla vemos el Padornelo, intuimos el Alto da Xesta, paso a la Terra Chá, y también, a la derecha de la foto, los picos de la Serra da Toxiza, otra referencia geográfica caminera que vemos desde no pocos lugares de nuestro trayecto a Mondoñedo, tal que este


Ahí destacan los picachos de Pena Corveira (768 m), A Toxiza (833 m), el Pico da Lebre (783 m) y el Penido dos Galos (777 m). Se la considera parte de la gran Serra do Xistral, que se extiende desde la costa de A Mariña hasta bien entrada A Terra Chá, cerca de Vilalba, la capital chairega. La erosión ha formado llamativos penedos graníticos que se ven desde muy lejos, pese a que la sierra fue intensamente plantada de pino y eucalipto


A la derecha del Padornelo sobresale, tímidamente, sobre O Picato, A Pena da Roca (754 m), allá en la lejanía, en lo alto del monte que separa el valle del Rego de Cesuras del del Valiñadares, por donde, desde Mondoñedo, salen dos caminos jacobitas, el antiguo Camiño de Ferrol, actual camino oficial, y el Camiño de Vilalba, que durante dos décadas fue el único señalizado


A la izquierda nos parece reconocer la Serra de San Martiño, al sur, que se extienden entre los concellos de Abadín y Bretoña y cuya cumbre más alta sería el monte de Neda (795 m)


A lo lejos, cierran el valle de O Val de Lourenzá los montes de A Serra das Augas Santas que llegan en su picuda cumbre cimera a los 716 metros. En medio es Cova Longa (463 m) con Cornomouro (631 m) asomando un poco en la distancia. A la derecha Monte Ferreira (437 m). A sus pies, por O Val de Lourenzá, va, camino también de Mondoñedo pero sin pasar por Vilanova, el llamado Camín Vello, viejo camino que evitaba el paso de la Ría del Eo o de Ribadeo por su bocana y lo hacía en A Ponte Vella de Abres, un poco más al sur. Ese trazado es, junto con este, senda jacobita oficial dentro del Camino de Santiago del Norte


A Telleira, se extiende prados abajo hacia Cornido, Escourido y Dodelle, caseríos del entorno de Vilanova de Lourenzá, cerca ya del mercado de ganados


En las tierras del monasterio se encuentra el Muíño dos Frades, esto es, el molino de los frailes, donde se molían el grano para hacer el pan para su alimentación y seguramente la de su servicio. Estaba muy cercano al cenobio y su maquinaria era movida por el agua canalizada del Rego dos Vaos. En la actualidad dicho molino da nombre a una casa de turismo rural y a la calle que hay detrás del convento


Otro elemento que vemos desde aquí es, al pie del monasterio y en primer término, el Torreón dos Frades, gran torre de planta cuadrada que en nuestros días alberga el centro de Servicios Sociales del Concello de Lourenzá. A su derecha asoma la parte superior de la antigua chimenea de las cocinas del convento 


Sigue el Camino todo recto y cuesta abajo entre los prados. De frente el Coto do Ferro (250 m). A lo lejos seguimos viendo las picudas torres de la Serra da Toxiza. Ahí se encuentran los restos del Castelo da Toxiza, descubiertos en 1957 y que en un principio se los tomó por dólmenes. Hoy en día sigue siendo enigmática su adscripción, sospechándose pueda ser castrexa, romana o altomedieval, no existiendo documentos conocidos que mencionen esta misteriosa construcción, o lo que de ella queda


Al norte a nuestra izquierda, Pousada, bajo el monte Sandín (196 m)


En la lejanía, la Pena do Buitre (456 m), donde se unen tres concellos, Lourenzá, Foz y Mondoñedo


Más a la derecha, Cornelle, cerca del Polígono Industrial de Lousada. A lo lejos es el Monte Corneira (432 m), donde confluyen las divisorias otros tres concellos, en este caso Barreiros, Foz y Lourenzá 


Las plantaciones de eucaliptos imperan en el paisaje y conforman el paisaje arbóreo más común, como en toda la cornisa cantábrica, destinados a las fábricas de celulosa


Vilanova de Lourenzá vivió pues en torno a este monasterio de San Salvador, fundado, según consta documentalmente el 17-9-969. El Portal de Archivos Españoles (PARES) nos aporta al respecto esta información:
"El monasterio de San Salvador de Lorenzana, ubicado en la localidad de Lorenzana, en el valle del Masma, cercano a la villa de Mondoñedo, fue fundado por el conde Osorio Gutiérrez quien en el año 969 establecía su fundación, le dotaba generosamente con parte de sus bienes muebles e inmuebles, se determina el modo de vida que deberá seguirse en el mismo y se hace especial hincapié en la independencia que deberá tener frente a todo tipo de intromisiones, ya fueran de parte de familiares del fundador o del poder civil o eclesiástico. De ahí que este documento fundacional del conde Osorio pueda ser considerado como un testamento monástico y presenta bastantes similitudes con el que San Rosendo otorgó para la fundación de Celanova. No hay que olvidar que Osorio Gutiérrez era primo carnal de San Rosendo."

Sus primeros tiempos no fueron nada fáciles, objeto de apetencias nobiliarias y serias disputas que llegaron al asalto armado:
"Desde fecha temprana el monasterio fue objeto de las apetencias de los nobles, de la realeza y el obispado de Mondoñedo. En 1066 tuvo lugar el primer pleito con Ermesenda Núñez, parienta del conde Osorio, que reclamaba la mitad de los bienes que éste había donado para la fundación. Para predisponer al rey a su causa doña Ermesenda disponía que su muerte esos bienes pasaran a la corona. Alfonso VI, una vez en posesión de esos bienes, dio una parte de ellos al obispo de Mondoñedo. Ante la queja del monasterio intervino el arzobispo de Toledo, quien ordenó devolverle sus bienes, pero esta no tuvo lugar hasta el reinado de doña Urraca y gracias a la intervención del Rodrigo Vélaz, nieto de Osorio Gutiérrez. Los desmanes de los poderosos fueron notables, como el protagonizado por Ruy Gómez Bolaño y sus familiares, los cuales entraron con gente armada en monasterio robando muchos documentos para que no pudiesen reclamar las posesiones que al mismo tiempo les quitaban."

Si bien no se conservan elementos originales de su construcción ni de sus fases posteriores románica y gótica, salvo un arca del siglo IX y una lauda del XII, sí se sabe que fue reformado administrativamente en el siglo XVI e integrado a la obediencia de la Congregación de San Benito de Valladolid en 1505, lo que supuso "un periodo de tranquilidad frente a los ajetreados siglos anteriores", aunque la incorporación efectiva no se hizo efectiva hasta 1518 con la renuncia del abad Fernando de Villamor. A la vez, se produce la anexión del monasterio de San Martiño de Xuvia a este de San Salvador de Lourenzá


Entre 1637 y 1650 se acometieron las obras del claustro mayor y, en 1644, el maestro de obras fray Benito Escobar contrató al maestro cantero Domingo de Castro para hacer los arcos, pilastras y antepechos del llamado del Mirador, una parte del monasterio desconocida actualmente. El prestigio de la abadía fue tal que el 24 de junio 1642 el rey Felipe IV otorgó el título de Marqués de Lorenzana a Don Álvaro Quiñones, "señor de la casa y villa de Lorenzana", aquí nacido en 1575, en agradecimiento a sus servicios, caballero de la Orden de Santiago, Consejero de Hacienda, Gobernador y Capitán General de Panamá y Guatemala, quien fallecería poco después en el Océano Pacífico viajando a Perú


Entre 1648 y 1650 figura en los libros de fábrica Francisco López Rosillo como maestro principal de los trabajos que se llevaban a cabo en el edificio, que terminaría configurándose con dos claustros. En el menor se encuentra el llamado Pozo do Santo, del que se decía que sus aguas eran milagrosas y curativas, siendo costumbre de los peregrinos sacarla para beber o llevársela en recipientes


Cuando, décadas después de la desamortización eclesiástica que, el 18 de octubre de 1835 desalojó a los frailes y suprimió el monasterio, vuelve la vida monástica al lugar con los monjes de Samos en 1910 y la creación del priorato independiente, esta terminará abruptamente para, entre el curso 1942-1943 y 1970 dar paso al Seminario Menor:
"...en 1942 con la supresión de los prioratos independientes y su anexión a Samos, la comunidad de Lorenzana descontenta con la decisión, optó por dispersarse. A partir de entonces el obispado de Mondoñedo instaló en él el Seminario Menor diocesano, donde permaneció hasta 1970. Hoy día sus dependencias están ocupadas por el ayuntamiento y su iglesia es la parroquial de la localidad"

Al sur de Vilanova de Lourenzá, As Plazas y Soutelo, zona de expansión urbana. En primer término, otra vista de la parte más concentrada de A Telleira, con sus casas y cabazos rodeadas de prados y frutales


A contraluz, la ladera de Carballás y, a lo lejos, otra hermosa vista de las serranías que cierran O Val de Lourenzá y que dan paso al concello de A Pastoriza


Maizales, frutales, huertas de berza y prados de siega y pasto, un entorno plenamente rural es el característico de los alrededores de Vilanova de Lourenzá, menos residencial que el de las poblaciones más cercanas a la costa


Así es el magnífico paisaje que contemplamos desde las camperas de la zona más alta de A Telleira


Los postes y alambres delatan los usos ganaderos de estas praderías. También se planta en ellos maíz, pero hoy en día como planta forrajera, no para el consumo humano, como antaño, con su grano panificable


Casa y cabazo en medio de la campiña, en fase de rehabilitación


Es del famoso estilo Mondoñedo, fijémonos en sus altos pilares o cepas, en los tornarratos dispuestos para que, si algún ratón logra escalarlos, no puedan acceder al grano que se almacenaba en el interior y en la pasarela que lo comunica con la planta alta de la casa, a cuya derecha y con forma cilíndrica vemos un característico pozo de agua, tal como son tradicionalmente gran parte de los de esta parte de Galicia


Otra casa, también solitaria, es esta que encontramos al lado del Camino


Pasamos enfrente de su fachada de acceso, donde crecen un par de cipreses


Atrás va quedando la Serra da Cadeira, con alto de igual nombre, donde están As Penas Mouras (554 m) y el solar de la Ermita de San Marcos, con su campo de romerías, en el collado que da paso de Trabada a Vilanova de Lourenzá, reunión de gentes de estos concellos, una de las más antiguas de la comarca de A Mariña


Antaño la ruta oficial del otro Camino, el Camín Vello, que entró en Galicia por Ría de Abres y Trabada, Camín Vello, pasaba por sus inmediaciones, pero ahora se ha señalizado un poco más allá, en plena Serra da Cadeira, yendo directamente por O Val de Lourenzá a Mondoñedo, en cuya Praza da Catedral nos uniremos los peregrinos de ambos caminos


Por ahí están el Monte da Fórnea y el Monte do Marco, en cuya cima se sitúa el Marco da Pena Verde. Donde hay localizado un hito a manera de menhir. el cual marca la divisoria entre Barreiros, Ribadeo y Trabada. Este Marco da Pena Verde es pues un monumento megalítico, citado como Pedra Ficta (Pedrafita) dentro de la descripción de buena parte de todo este territorio, "entre los ríos Eo y Masma" (Iuva et Masoma), hecha en el famoso Diploma del Rey Silo del año 775, en un latín ya muy romanceado cuya traducción viene a ser:
"Para mí, Silo, es cosa grande y distinguida, para provecho de mi alma, hacer una donación como lugar de residencia a los hermanos y siervos de Dios, Pedro presbítero, Alanto converso, Avito presbítero, Valentino presbítero y a los otros hermanos que están en el mismo lugar o a quien Dios había llevado allí porque esos siervos de Dios nos habían besado los pies para que les diésemos un lugar de oración en nuestra finca que está situada entre el Eo y el Masma, entre el riachuelo Alesancia y el Mera, lugar que se llama de la Luz, delimitado desde la casa de campo en donde vivió nuestro melero Espasando y por el Mar Negro y junto al monte que se llama Faro y por las Piedras Blancas y por la laguna hasta la otra laguna y hasta Piedrafita y por la laguna y por el vilar que se llama del Deseo y por el campo que se llama Alesancia y por la otra Piedrafita que está en el monte sobre Taboada por el camino que separa el límite hasta el lugar que se llama Areas y el campo que se llama Comasio con todas las salidas y en la vuelta dos castros con toda su producción, los montes y los vallados de zarzas que allí hay con todas sus salidas y todo lo arriba citado os la doy como obsequio y os lo concedo por medio de nuestro fiel hermano, el abad Esperanta, para que recéis en provecho de mi alma en la iglesia que allí se construyere y lo tengáis todo desligado de mi derecho y entregado y confirmado en vuestro derecho firme e irrevocablemente y a quien Dios llame a la confesión en ese mismo lugar que reivindiquen todo y hagan justicia y lo defiendan de cualquier mal augurio y si después de hoy alguien quisiera inquietaros en relación con ese lugar o en todo lo que queda escrito arriba, que sea separado de la santa comunión y que quede excluido de la asamblea de los cristianos y de la Santa Iglesia, que sea considerado con Judas el traidor como merecedor de ser condenado y que lo alcance tal castigo divino que todos los que la vean queden aterrados y los que lo oigan se estremezcan. 
Hecha la carta de donación el 23 de agosto, era (año) 813. Yo, Silo (firmo) esta carga de donación con mi propia mano; yo, Nepotiano, testigo (firmo) esta escritura de donación, en la que fui presidente y testigo; yo, Lerico, hice la señal de la cruz con mi mano; yo, Esperanta, abad, (firmo) esta escritura en la que fui testigo, Florencio presbítero, testigo, Salvado, presbítero; yo, Teodenando, converso, hice con mi propia mano la señal de la cruz, confirmándolo Adefonso."

En cuanto a este Camino, más o menos transformado o más o menos conservado según su trazado, es parte del Camín Vello de Lourenzá, como se le conocía secularmente desde su salida de Ribadeo


Si bien su origen caminero se sume en la noche de los tiempos, su asentamiento como vía viajera y peregrina hacia Santiago es posible se deba a dos factores fundamentales: uno el cambio de la sede episcopal mindoniense desde el monasterio costero de San Martiño de Mondoñedo, situado al lado de Foz, al antiguo Val de Brea o Vallibria (el Mondoñedo actual), más al interior, en 1112


El otro factor, algo posterior, sería la fundación de la nueva villa de Vilalba, con sus fueros y leyes que amparaban a sus ciudadanos y actividades, desde los mercados a los centros asistenciales, suponiendo además un acortamiento, para los romeros y todo el que se dirigiese a Santiago por la razón que fuese, de la distancia desde la costa a uno de los mayores santuarios de la cristiandad y ciudades del orbe atlántico


Vilanova de Lourenzá, Mondoñedo y Vilalba establecieron sin duda un eje de comunicaciones que supondrían un trayecto muy directo hacia Santiago de Compostela desde la costa cantábrica y, en el caso de los peregrinos, con su sistema de centros asistenciales con los hospitales, en el sentido hospedero del término, fundado en estas poblaciones, una de origen monacal, otra sede episcopal y capital de una de las antiguas provincias del llamado hasta 1833 Reino de Galicia y, la tercera, capital de A Terra Chá


Hoy en día, con la multiplicación de los albergues y alojamientos, no solo en dichas localidades sino en numeras villas y pueblos intermedios, los peregrinos actuales puede, según sus gustos y fuerzas, planificar sus etapas según les apetezca, dado que las que aparecen en las guías son orientativas


El Padornelo, fácil de identificar además de por su altura y forma por la alta antena sita en su cima, orienta nuestros pasos por los valles y montañas mariñanas


Según avanzamos y seguimos bajando se va ofreciendo ante nosotros una mayor perspectiva de O Val de Lourenzá hasta la cabecera del valle, el llamado agrariamente O Val da Faba por su gran producción de este producto, la preciada Faba de Lourenzá, cuyo museo, reiteramos, podremos visitar en dependencias del antiguo monasterio, donde está actualmente también la oficina de turismo


Son las parroquias de San Xurxo San Tomé y Santo Adrao de Lourenzá, con extensas y llanísimas tierras en la gran vega que forma allí el Rego dos Vaos o Baos y sus afluentes, nacidos de las fuentes de las montañas circundantes, y que es afluente del Masma, como hemos dicho


Desde Mazúa, en la parroquia de San Xurxo, el río recibe las aguas del Rego do Batán, alternando a partir de ahí este hidrónimo con el de Rego dos Baos, que suele ser la fórmula empleada en su escritura, si bien filológicamente habrá de ser Vaos, del latín vadum 'vado', 'cruce de río'


De igual manera, el topónimo Rego do Batán tiene también su explicación filológica en relación con un batán, ingenio hidráulico, que, como los molinos, funciona con la fuerza del agua canalizada que hace mover su maquinaria, mazos de madera movidos por un eje que machaca los materiales empleados para hacer paños y prendas


Los ríos de la franja cantábrica tienen como característica común el no ser demasiado largos dada la proximidad de las montañas y cordilleras, pero sí caudalosos y con cierta fuerza en sus corrientes, sobre todo con lluvias y deshielos, dado el desnivel que salvan, en continuo descenso, a veces muy rápido, para llegar al mar, bien directamente o bien como afluentes de otro río mayor, como es este el caso


La especialización ganadera para suministro de carne y, sobre todo lácteos a las crecientes urbes y áreas industriales, hizo que la mayor parte del terreno fuese dedicada a pastos y siega (prados "de diente y guadaña"). Luego el abandono del campo transformó muchos pastizales y montes comunales en eucaliptales


Pero en gran parte del valle, en O Val da Faba, la agricultura sigue estando bien presente con este producto autóctono señero, la Faba de Lourenzá, con su Indicación Geográfica Protegida (IGP), algunas de cuyas plantaciones veremos en nuestro trayecto, si bien es en ese extremo del valle, por donde pasa el Camín Vello a Mondoñedo, donde se encuentran la mayores extensiones de este cultivo, que cuenta también con su Festa da Faba, que se celebra el primer domingo de octubre


Por su parte, este era llamado tradicionalmente el Camín Vello de Lourenzá, desde su salida de Ribadeo, empleado por los peregrinos que cruzaban de Asturias a Galicia en las lanchas de os lancheiros encargados de pasar gente de uno al otro lado, servicio regular de transporte náutico al menos desde la Edad Media con la concesión de la Carta Puebla de Ribadeo por el rey Fernando III El Santo


Con la construcción, desde últimos del siglo XIX, de las primeras carreteras, aquellos viejos caminos reales (del reino) quedaron relegados en su mayor parte a vías de tránsito local o vías pecuarias, otros desparecieron pero otros se transformaron, tal que este,  a veces con algún cambio de trazado con motivo de alguna concentración parcelaria o alguna otra actuación similar


Vilanova de Lourenzá constituyó también un núcleo industrial de entidad con las fábricas de muebles, evolución del secular trabajo maderero ancestral en los antaño poblados bosques autóctonos mariñanes. Ahí vemos, por ejemplo, la gran nave de Muebles Hermida que, como todas las de la madera en esta comarca, tuvieron importante producción y plantilla, hasta que resultaron afectadas por profundas crisis desde hace ya unos cuantos años, unas del sector, otras de todo el tejido industrial de A Mariña, que continúan en nuestros días


Aportamos este extracto de la noticia de la Agencia Efe publicado por El Diario el 5-7-2020 y titulada A Mariña: una comarca que encadena calamidades:
"Los moradores de la Galicia cantábrica, donde los bosques se confunden con el mar, saben de carrerilla los nombres de las empresas que han ido desapareciendo o que sufren problemas de regulación de empleo, datos fácilmente contrastables: Industrias Pardiñas, Parquets Lorenzo, Aglomerados Ecar, Muebles Hermida, Conservas Alonso, Costiña… 
Su mirada está ahora en Alcoa y, el sentir común, es que si cae, caerán todos, pues aporta un tercio a la economía de Lugo"

Llegados a esta encrucijada seguimos bajando todo recto y de frente, a lado de la entrada a los aparcamiento del Campo de Fútbol Santa Cruz. A partir de aquí la carretera dispone de farolas de alumbrado


El mojón, siempre indicándonos el itinerario a seguir


Primeros bloques de pisos, los de O Penelo, que al otro lado tienen entrada por la N-634 que, en su travesía urbana, recibe el nombre de Avenida de Calvo Sotelo. Más atrás está el Alto dos Castros con O Picoto (98 m), situado estratégicamente sobre la confluencia de los ríos Os Baos y Masma, montículo plantado de eucaliptos donde ha sido localizado un antiquísimo castro galaico que dominaba estos vallea, recinto fortificado antecesor de la actual villa de Vilanova


En la distancia, Vilapol, donde está otra industria relacionada con el mueble, Muebles Huertas


Más allá de Vilapol, uno de los viaductos de la Autovía del Cantábrico, el de Valiño, sobre el Rego dos Vaos y justo donde entrega sus aguas al Masma


Al fondo monte de As Teixoeiras y cima del Alto de Padriñán (222 m), todo plantado de eucaliptos


A partir del mojón, curva cerrada ahora, a la izquierda


A la derecha, más urbanizaciones de pisos, en la avenida, por la zona de O Pedrón


Fijémonos en el mojón. Detrás de él las casas de la rúa O Penelo, al lado de la carretera N-634


Más allá otro viaducto, el de la N-634, que antes atravesaba el casco urbano de Vilanova de Lourenzá (actual Avenida de Calvo Sotelo)


Al otro lado Castro, lugar vinculado toponímicamente al yacimiento castrexo de O Picoto y al Alto dos Castros de los que antes hemos hablado, los primitivos poblados fortificados de la que sería la tierra de LaurentianoLaurentius o similar, una villae agrícola de los tiempos de Roma, con posesor de nombre latino, o tal vez altomedieval


 Diversos autores sostienen, con bastante fundamento posiblemente, que muchas de aquellas villae fueron los antecesores de la vida monástica, basada en la explotación agropecuaria del territorio, de monasterios como en este caso sería el de San Salvador (y su precedente), origen de la villa 'refundada' o 'nueva', de Vilanova
 

En la distancia, las Canteras de Isidro Otero, de calizas, en la carretera LU-153 y con el Viaducto de Lourenzá, de la A-8, a su izquierda, con el monte Algara de fondo. Más abajo vemos las casas de Tiagonce, lugar que fue famoso por Mico, El gato gigante de Lourenzá, como le llamaba La Voz de Galicia en su edición de A Mariña del 18-11-2000:
" La relación del gato «Mico» con sus dueños, José Iglesia y Mari Luz Iglesia, comenzó más bien por casualidad. Su futura dueña, que deseaba tener un felino doméstico en su domicilio, iba andando por Barcelona. Apareció el animal: lo cogió, lo llevó para su casa «y hasta hoy». Hace más de cinco años que se produjo aquel encuentro de felices consecuencias. Entonces, recuerda su dueña, «era como un puño, muy pequeño». A comienzos de 1996 sus dueños se trasladaron de Barcelona a Tiagonce, un barrio que apenas dista dos kilómetros del centro de Vilanova de Lourenzá. El gato fue castrado, y empezó a engordar hasta llegar a su peso actual. El animal vive muy apegado a sus dueños. «No da ningún trabajo», comenta Mari Luz Iglesia. Comer carne y acostarse sobre cajas de cartón son algunas de sus aficiones favoritas. Por las mañanas, si ve que falta su desayuno, no duda en maullar para reclamar su alimento. Tan habituados están a su compañía que los dueños comentan que al gato «sólo le falta hablar». Cuando aún vivían en Cataluña, el gato tuvo que ser operado a vida o muerte por un problema en el aparato digestivo. «Lloramos mucho», recuerdan ahora sus dueños. La vida hogareña A «Mico» le gusta la vida hogareña, sale más bien poco por los alrededores, y sus propietarios se sienten «bien acompañados». En una vivienda próxima, una gata siamesa, al parecer, vivió trece años. Si alcanzase tal longevidad, a «Mico» aún le quedarían muchos trozos de carne por comer y muchos ratos por pasar."

Otro cruce de caminos que, como en el anterior caso, tomaremos siguiendo de frente y siempre en bajada


Ahí tenemos el mojón y de frente la población, que espera por nuestra pronta llegada, a 167 kilómetros de Santiago de Compostela, lo que hizo de ella un importante hito jacobita del que nos cuentan así en la Xacopedia:
"Se formó la villa en torno al monasterio de San Salvador. La fecha de su fundación se remonta al menos al año 969, y su construcción se terminó ocho años después. Un documento de ese año alude al conde Osorio Gutiérrez, primo y cuñado del rey Ordoño IV de León, como su precursor, quien donó además 33 camas al cenobio, reservando 12 para los pobres. Aunque su creación fue anterior a la llegada de los primeros peregrinos procedentes de la Ruta de la Costa, en adelante dio cobijo a los caminantes que lo precisaran. El noble era conocido con el sobrenombre del Conde Santo por abandonar la gloria militar y donar todas sus pertenencias, entregándose a una vida contemplativa. 
Con el fallecimiento de su esposa, Osorio se recluyó como fraile en el monasterio. Tras su peregrinaje a Tierra Santa trajo desde Aquitania un hermoso sarcófago de mármol paleocristiano (s. VI) de características únicas en Europa, destinado a su eterno descanso, y que se conserva. Incluso se decía del noble que su sepulcro fue traído tras su muerte desde Palestina, tal y como aconteció con el del Apóstol. La capilla de Nosa Señora de Valdeflores, erigida en el siglo XVIII en la iglesia de Santa María, custodia sus restos.
Son muchos los milagros que se le atribuyen al noble, entre ellos el del pozo del Santo, situado en el patio del claustro. Se cree que sus aguas poseen asombrosas propiedades curativas, razón por la que los caminantes que se acercaban hasta el templo calmaban con ellas sus dolencias. Otra de las tradiciones aún se cumple a día de hoy durante las fiestas de la villa, que se celebran el último domingo de agosto. La leyenda cuenta que quien consiga tocar el ataúd del conde a través de un agujero existente en la parte baja del sepulcro, verá cumplido el deseo que pida."

Estamos en el espacio geográfico, literario pero con visos históricos, que el gran escrito mindoniense Álvaro Cunqueiro denominaba Terras de Miranda, en su novela Merlín e familia, muy bien descrito resumidamente por Alfonso Agís en su blog Turismo en Galicia:
"El territorio de Terras de Miranda está documentado ya desde el siglo XVI, aunque el ayuntamiento como tal desaparece tras la reforma de 1833.

Pero para Cunqueiro seguiría existiendo como la tierra que comprende Riotorto, Pastoriza, las tierras que van del Miño al Eo. En ese espacio natural y simbólico será en el que se desenvuelva la ruta Cunqueiro, por lugares donde vivió, paseó o sitió para de su creación literaria. Riotorto, Vilanova de Lourenzá, Abadín, Meira, A Pastoriza y Mondoñedo, una de las siete provincias del Antigo Reino de Galicia."

Efectivamente, hubo en el Obispado de Mondoñedo-Ferrol, sucesor de la mítica Diócesis de Britona, un arciprestazgo de Miranda y una entidad administrativa que abarcaba parroquias de los concellos de Riotorto, A Pontenova y Trabada, sitos más al sur. Empezando el siglo XXI Terras de Miranda dio nombre a un grupo de desarrollo rural que abarcó a varios concellos del norte lucense, cuyo ámbito de actuación abarca los concellos de Alfoz, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, Ribadeo, Trabada, O Valadouro, Viveiro y Xove


Ya llegamos al Campo Municipal de Santa Cruz, que veíamos desde que salíamos del gran eucaliptal del Monte Calvario. Suele haber cierto trasiego de gentes y coches los días de partido y de entrenamiento. Aquí juega el equipo Escolas Deportivas de Lourenzá, fundado en 1996, en todas sus categorías


Mítico jugador del equipo fue Iván Recalde, a quien la periodista Susa Pena le dedica este reportaje en el periódico El Progreso con motivo de su despedida de la competición, publicado el 13-5-2023:
"Iván Recalde, uno de los grandes emblemas del equipo aficionado de fútbol de las Escuelas Deportivas de Lourenzá y el máximo goleador de su historia, dice adiós después de casi toda su vida deportiva defendiendo los colores rojiblancos. 
El delantero se despedirá mañana ante el Castro, (Santa Cruz, 18.00 horas), aunque ya vivió grandes emociones el pasado fin de semana, en Antas, donde contribuyó con un gol a sellar la permanencia del equipo una temporada más en Primera Autonómica. "Foi algo moi emocionante porque se desprazou moita xente de Lourenzá e bastantes dos que había sabían que me ía retirar. Puiden marcar un gol de falta moi importante no minuto 75 e faime moi feliz saber que o equipo se vai quedar na categoría", dijo y añadió que "nunca tiven dúbidas, pero dende logo non me gustaría deixalo cun descenso". 
Aunque se hizo oficial tras el partido, Recalde ya tenía decidida la retirada desde casi el comienzo de temporada. "Eu tíñao bastante claro, non quero dicir que sufrira pero si que me custou máis do habitual sentirme importante e tampouco quería ter a sensación de sobrar, así que penso que con 39 anos é un bo momento para deixalo. Teño sensacións encontradas porque me gusta tanto o fútbol que ás veces tiña medo a non saber cando había que deixalo", señala, añadiendo que "da miña xeración non queda ninguén se descontamos a Garrafín, non quere dicir que os compañeiros de agora non sexan fantásticos, pero boto moito de menos aos que foron os meus compañeiros durante moitos anos". 
Aunque en las redes sociales se da por hecho que formará parte de la directiva del club, Recalde explica que "eu vou estar aí para axudar, Lourenzá é un pobo no que da gusto facer deporte porque se volca, pero sobre todo co fútbol. Aínda se segue falando moito do que fai o equipo e se respira esa conexión entre os seareiros e os xogadores que cada vez resulta máis difícil de atopar". 
"As mensaxes de cariño que estou recibindo dende que se publicou a miña retirada nas redes sociais son incontables. Dende logo que unha das cousas que vou botar de menos é a de atopar a tanta xente coñecida nos equipos rivais", aseguró Recalde, que tiene clara una de las cosas más importantes que se lleva del mundo del fútbol: "No Aleti xoguei cos meus amigos, pero fóra do meu equipo de sempre tamén fixen moitos, é unhas das cousas que levo".

Dejamos la entrada al estadio y la explanada de aparcamientos a nuestra izquierda. Nosotros continuamos bajando siempre en recto


Justo donde están los árboles al final del parking está la Capela da Santa Cruz, relacionada legendariamente con el Conde Santo, fundador del monasterio de San Salvador de Lourenzá y, por ende, de la población


Será allí donde dejaremos esta carretera local y tomaremos un desvío a la derecha


Desvío que se dirige a la rúa de Calvo Sotelo atravesando estas fincas, para cruzar posteriormente el Rego dos Baos, dos Vaos o Rego do Batán por A Ponte da Pedra


Desde ese ramal, como desde aquí, seguiremos contemplando el costado septentrional del antiguo monasterio y de su iglesia, la actual de Santa María de Valdeflores, parte del centro urbano y A Costa de Arroxo hacia As Revoltas. En esta foto, a la izquierda, está la Avenida de Mondoñedo, donde está el albergue Castelos



En Lourenzá, historia y mitoTere Gradín escribe muy acertadamente que El monasterio de San Salvador, fundado por el Conde Santo, es el origen de esta villa lucense inspiradora de ilustres literatos, y así lo encabeza en su artículo para El Faro de Vigo del 30-3-2012:
"En las tierras lucenses de A Mariña Central, Vilanova de Lourenzá, villa milenaria ligada desde su origen al monasterio de San Salvador, ejerce de capitalidad de un término en el que conviven los mundos reales e imaginarios de ilustres mirandeses –por aquello de Terras de Miranda– como Álvaro Cunqueiro o Francisco Fernández del Riego, hijo ilustre de una localidad que vio nacer a otros personajes emblemáticos como Julia Minguillón o el obispo Villarroel. En estos parajes la historia y el mito confluyen para hablar de un Conde Santo, señor de Tierra de Campos que llegó a Galicia para fundar el monasterio de San Salvador en una geografía de fértiles valles que tanto llevan a la Mariña como a la Terra Chá o a las montañas, y donde la faba se ha convertido en producto venerado dentro y fuera de sus límites. 
La capital de la alubia más famosa de Galicia nació al amparo del mosteiro que, junto con la iglesia de Santa María, compone un imponente conjunto declarado monumento histórico-artístico desde 1974. Cuenta la historia que el conde Osorio Gutiérrez, primo del rey Ordoño, fundó en el año 969 el cenobio de San Salvador de Lourenzá, donde se recluyó tras el fallecimiento de su esposa. El monasterio consta de la casa abacial y el templo, reformado por Fernando Casas y Novoa en 1732. El trabajo le sirvió a este maestro arquitecto de la catedral de Santiago como ensayo para la fachada del Obradoiro. La iglesia presenta tres naves con planta de cruz latina y cúpula, además de notables ejemplos de retablos barrocos. En su interior destaca un sarcófago paleocristiano de mármol del siglo VI, único en Europa, que según reza la leyenda fue traido de Tierra Santa por el Conde para enterrar en él sus restos. Notorio es también el Museo de Arte Sacro, que alberga piezas únicas. La actual sede municipal ocupa la que en su día fue cámara abacial".

Otra gran escritora de viajes, María Salgado, de La Voz de Galicia, escribe en Ven a Galicia sus impresiones con su Viaje a Vilanova de Lourenzá: una tumba paleocristiana, un monasterio del siglo X y puentes de piedra sobre ríos cristalinos, del 16-5-2023 y del que plasmamos lo siguiente:
"Érase una vez un conde que enviudó y se refugió en un valle verdísimo. Así empieza la maravillosa historia de Vilanova de Lourenzá, cuando el Conde Osorio Gutiérrez, primo del Rey Ordoño, pierde a su mujer y en el año 947 funda el Monasterio de San Salvador, donde se recluye como fraile. Allí instala un sarcófago de mármol del siglo V que habría adquirido en un viaje a Tierra Santa, una tumba paleocristiana única en Europa, en la que fue enterrado. Este es sólo uno de los tesoros que esconde la villa natal de Francisco Fernández del Riegoescritor homenajeado este 17 de mayoDía das Letras Galegas, una ocasión perfecta para viajar a este valle fértil, y surcado por ríos cristalinos, donde se cultiva la mejor «faba» de Galicia. 
En el corazón de esta villa interior de A Mariña lucense, descubrimos este antiguo monasterio, fundado por el llamado Conde Santo, aunque no lo fuera, y que en el siglo XVI fue integrado en La Congregación de los Benedictinos, que se encargaron de su posterior reforma. El conjunto monumental, declarado patrimonio mundial de la humanidad, incluye un espectacular claustro, el patio del pozo, una cámara abacial y la Iglesia de Santa María de Valdeflores, una joya del barroco gallego del siglo XVIII reformada por Fernando de Casas Novoa, arquitecto también de la fachada del Obradoiro de la catedral compostelana. En esta iglesia, visita casi obligada para los peregrinos que caminan hasta Lourenzá, se encuentra una sacristía con un precioso relicario del siglo XVII que alberga 28 reliquias, la capilla de la Valvanera y la de Nuestra Señora de Valdeflores, donde se puede ver el sarcófago del siglo V. El retablo mayor es de estilo neoclásico y obra de Ventura Rodríguez. 
Aunque ya no cobija frailes, el Monasterio de San Salvador está lleno de vida, ya que sus dependencias acogen el Museo de Arte Sacro y el Museo da Interpretación da Faba. El primero, fundado en 1964, tiene tres salas y una biblioteca monacal. El visitante puede disfrutar allí de pinturas, esculturas, orfebrería, mobiliario e indumentaria de los siglos XVII y XVIII. La impresionante biblioteca conserva más de 4.000 libros, algunos que datan del siglo XVI. El segundo es un pequeño espacio donde se muestran las técnicas utilizadas para el cultivo del haba. Esta zona expositiva incluye un túnel de huida que usaban los monjes en caso de peligro. De especial interés es recorrer la Ruta da Faba, que atraviesa miradores, molinos, puentes, arroyos y plantaciones."

Parte de la historia de Vilanova de Lourenzá parece condensarse en esta imagen que constituye una verdadera alegoría, la solitaria torre barroca de la iglesia y la cúpula sobre el crucero con su cimborrio y linterna, que parece querer disputarle en altura. Más allá, las naves de las fábricas de muebles...


Al sur, en lontananza, en O Val da Faba, las citadas parroquias de San Xurxo, Santo Adrao y San Tomé, fueron un tiempo concello independiente hasta que, en 1840, acabaron incorporadas al concello de Vilanova de Lourenzá


Esa parte de O Val de Lourenzá siguió teniendo una impronta propia pero jamás, pese a algún ocasional intento, pudo volver a constituirse en ayuntamiento. Ambos, O Val y Vilanova de Lourenzá, pertenecieron también hasta entonces a la desaparecida provincia gallega de Mondoñedo (Galicia tenía siete)


Atraviesa el valle de este a oeste el citado Camín Vello a Mondoñedo que, procedente de Trabada, a donde llegó por Ría de Abres tras entrar en Galicia, ha bajado de la Serra da Cadeira para, luego de continuar por la llanura, subir a Lindín, donde entrará el el concello de Mondoñedo, a cuya ciudad bajará entrando por A Ponte do Pasatempo al barrio de Os Muíños. Nos reuniremos con él en la Praza da Catedral


La Serra da Cadeira se extiende a nuestra izquierda y su máxima altura es O Chao Grande (770 m) con Cerrochao (768 m) -hay cierta confusión con estas cotas según fuentes consultadas- y, más acá, tenemos el Alto da Fraga (704 m), O Picato (752 m), el Alto de Liñeira (624 m), Os Cornos (528 m), A Órrea (596 m) y el ya citado Pico da Cadeira (565 m)


Más cerca y aquí abajo, las casas de la rúa A Ponte de Cuñas, puente que cruza el Rego dos Baos en ese lugar


Y a la izquierda llegamos ya a la Capela da Santa Cruz, en un pequeño campo que forma un rellano rodeado de arbustos


 A su derecha, en plena curva, será, como hemos dicho, donde tomaremos un camino de tierra que nos llevará al casco urbano en dirección a la Ponte da Pedra


Este venerado santuario esta datado en el siglo XVIII, si bien fue construido sobre otro anterior, relacionado con la leyenda del Conde Santo, fundador de villa y convento


Y es que, desde aquí, se dice que el conde Osorio Gutiérrez arrojó una piedra que bajó rodando hasta el fondo del valle y, allí donde se detuvo, fue donde se construiría el recitado cenobio de San Salvador de Lourenzá



Tiene un pequeño y hermoso pórtico muy acogedor sito sobre el mismo Camino y su tejado de lousas de pizarra, con las aristas cubiertas de tejas y sus clásicos picos es de los característicos de estas Terras de Miranda



Y, sobre el tejado, vemos una cruz, su pequeño campo está cerrado por un murete de piedras en forma circular


Ligeramente elevado sobre el nivel del Camino, se accede a él por una escalera de piedra de tres peldaños


El templo es de planta rectangular y merecer la pena acercarse a visitarlo, aunque solamente sea unos instantes, antes de dirigirnos al centro urbano


Es además una buena oportunidad para descansar en su acogedor pórtico, bajo el que no pocos peregrinos se han cobijado para resguardarse de la lluvia o del implacable sol veraniego, buscando el amparo de su fresca sombra


Fijémonos en el suelo, hecho de grandes losas de tierra, así como en los bancos corridos laterales del pórtico, con asientos cubiertos de lajas de pizarra


En la fachada hay un gran arco. Es posible que fuese esta la portada original y que estuviese cerrada con verja, bien de hierro o más fácilmente de madera, la cual posteriormente se tapó, posiblemente por seguridad o integridad, dejando una puerta más simple con dos ventanucos a los lados. En la clave está escrito Capilla de Santa Cruz y, más abajo y encima de dicha puerta PAX, emblema que identifica el lugar como perteneciente al antiguo monasterio, pues que el espíritu de la regla de San Benito se resume en el lema de la Confederación Benedictina a la que pertenecía con esta palabra, que significa 'paz', más el tradicional ora et labora, 'reza y trabaja'


Desde las ventanas laterales, protegidas con barrotes y donde suele haber puesta alguna vela podemos ver el interior


Ahí está el altar, con la Cruz de la Sábana Santa sobre fondo blanco dentro de un círculo verde y una rosa encima más otras dos, algo más grandes, a los lados. Sobre él, varios objetos litúrgicos. Observemos las hornacinas en la pared del fondo y encima en la cubierta de vigas de madera pintadas de azul cielo


Preside el altar un pequeño retablo con un Cristo del siglo XVII y detrás una pintura de la Jerusalén Celestial o Nueva Jerusalén


A su izquierda, en una hornacina de madera con cristal colocada en la pared, una imagen de vestir de la Virgen María con el Niño. Según leemos en Románico Digital se trata de una talla románica tardía o gótica temprana, de la segunda mitad del siglo XIII, aunque reformada, pues sus brazos originales fueron sustituidos por otros articulados para poder vestirla cómodamente


Y San Roque, el santo peregrino, con su hábito, sombrero, rosario y bordón, enseñando la llaga de su enfermedad. Bajo él ángel y el perro, clásicos en su iconografía, pues el primero le protegen de la peste que contrajo en su peregrinación a Roma y el segundo le llame las llagas, curándoselas, según la tradición cristiana


La devoción por este santo peregrino occitano, San Ròc, se extendió pues por los caminos de peregrinación y como protector contra la peste, que tantísimos estragos causó en sucesivas epidemias a lo largo de varios siglos


Una placa nos explica la historia y características del santuario

 
Y así, tras estos hermosos momentos descubriendo este lugar lleno de historia, sentimiento, espiritualidad y arte popular, cruzamos esta carretera de A Telleira y continuamos camino prados abajo  hacia A Ponte da Pedra, atravesando Vilanova de Lourenzá por la Rúa Real en dirección a su antiguo monasterio de San Salvador...










No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!