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domingo, 27 de julio de 2014

A FONTE VELLA, LA CASA NATAL DE ÁLVARO CUNQUEIRO, "AS CATACUMBAS DE MONDOÑEDO" Y LA BARBERÍA "O PALLAREGO".

A Fonte Vella, cruce de caminos: al fondo casa natal de Álvaro Cunqueiro
Praza da Catedral de Mondoñedo: bifurcación de caminos
Dos son los caminos que se unen en la Praza da Catedral de Mondoñedo dentro de los itinerarios oficiales del Camino Norte de Santiago: uno es el que viene de Ribadeo y otro el procedente de Trabada, los dos pasos históricos desde Asturias, pero también a la vez dos se separan: uno sube hacia Os Remedios para seguir luego por el valle del Rego de Cesurar y posteriormente ascender por A Infesta para tomar la ruta de Abadín, y otro, ahora llamado camino complementario pero que durante años fue el único señalizado, es el que sale de Mondoñedo hacia el Alto da Xesta dirigiéndose a Maariz: este es del que nos vamos a ocupar en esta ocasión, y para ello tomamos la dirección al sur de la plaza, a la derecha de la catedral


Allí pegado a la catedral está el Pazo Episcopal (s. XVIII), que ostenta el grandioso blasón del Obispo Riomol y Quiroga, y a la derecha, la histórica Farmacia Martínez


De la farmacia, del Pazo Episcopal y su ampliación hacia la derecha, hacia la rúa da Fonte, realizada a finales del siglo XVIII por el obispo Francisco Cuadrillero Mota, hablamos abundantemente en los artículos correspondientes a las entradas de este blog dedicadas a la catedral y a su plaza


Aquí recordamos que tuvo su botica Joaquín Cunqueiro, padre de Álvaro Cunqueiro, el gran escritor mindoniense, cuya casa natal veremos al fondo, al lado de la Fonte Vella, que esa sí vemos ya desde aquí, en este lugar donde estaría antaño A Porta da Fonte o Porta da Vila en las desaparecidas murallas: aquí llega el camino oficial que, procedente de Asturias, subió por Trabada la Serra da Cadeira, atravesó Val de Lourenzá y entró en el concello de Mondoñedo subiendo a Lindín y bajando por O Couto de Outeiro para luego adentrarse en el casco urbano mindoniense por A Ponte do Pasatempo y el barrio de Os Muíños


Este sería además el camino principal con Castilla, y en tan estratégico paso estaba el antiguo Hospital de San Pablo para acogimiento de pobres y peregrinos, documentado desde 1261 pero que se supone existiría desde antes de 1233. Se sospechaba podría haber estado en otro de los accesos a la ciudad, más allá de otra de sus puertas, la de Batitales, en el Campo dos Remedios, pero el investigador Xosé Ramón Fernández Pacios señala en su obra O Camiño Norte na Mariña luguesa que estaba en este lugar

 Al acabarse en 1755 las obras del nuevo gran Hospital de San Pablo y San Lázaro auspiciado por el obispo Sarmiento, este sí en el citado Campo dos Remedios, el antiguo aquí existente desaparecería, pues desde dos siglos atrás se manifestaba totalmente insuficiente, siendo unificado con el de San Lázaro existente al norte de la ciudad, que también se trasladó a la nueva ubicación

Llegamos así a la rúa da Fonte, donde el camino sigue a la derecha, pero merece la pena antes visitar este gran monumento y rincón de A Fonte Vella, viendo ya a su izquierda, en la entrada del viejo camino, la casa nata de Álvaro Cunqueiro, en la que hoy es la rúa que lleva su nombre, antaño llamada Méndez Núñez y antes aún rúa da Fonte Vella


En el año 1548 el Obispo Diego Soto de Valera manda construir esta fuente sustituyendo a otra más antigua documentada desde 1263. La nueva fuente se ubica en otro lugar distinto a la anterior, sita en el camino del Hospital de Peregrinos de San Pablo, pues se secaba frecuentemente y esta, tenida "por de las mejores del Reino de Galicia", aprovechaba el agua de diversos manantiales

La leyenda, no obstante, achaca no al obispo Sarmiento, sino a un amante celoso, Don Bonifaz, previsor del Pazo episcopal, enamorado de una vecina del lugar, Adela Montes, que iba a por agua al río Sisto, siendo tal  su belleza que Don Bonifaz no podía resistir los celos de las miradas hacia ella de otros hombres en este su paseo cotidiano a por agua. Contrató por los servicios de una meiga casamentera que, por el precio de un macho cabrío entregado en luna llena, prometió solucionar el caso. Se dice que con sus sortilegios logró casar a Adela con Don Bonifaz, prácticamente a la vez que se construía esta fuente... se dice que desde ella se puede ver la ventana del segundo piso en el que vivieron ambos


Un gran arco abovedado y escalinatas, a modo de pequeño "anfiteatro" constituyen la principal característica de esta fuente, la cual cuenta con varias inscripciones alusivas al tiempo de su fundación, así como el escudo imperial de Carlos V, junto con otros dos relativos a la estirpe del obispo fundador. En ellas se reflejan la fecha de fundación además de símbolos y blasones


Existían por aquel entonces algunos edificios y viviendas próximos a la fuente, los cuales eran motivo de problemas en muchos casos, pues cuando había obras en las casas estas afectaban a esta fontana, tal y como aconteció en el año 1614. En aquel entonces para más inri la fuente ya estaba seca, y como era la única de la que disponía la ciudad, en 1622 hubo que contratar los servicios del fontanero compostelano Gaspar Fernández para elaborar un proyecto de restauración, encargado a su vez por el regidor de Mondoñedo Álvaro Pérez Osorio, al maestro de obras y también fontanero Juan de Laro, de Navia (Asturias), quien hubo de traer catorce carros de piedra de las canteras de Toxoso, en Abadín. Aún así diversos problemas con las edificaciones colindantes persistieron tiempo después, con pleitos en litigio todavía en 1653.


En ese tiempo era conocida simplemente como A Fonte, hasta que en 1726 y por iniciativa del Obispo Fray Juan Muñoz y Salcedo se inauguró A Fonte de San Xoán, por lo que esta fuente, más antigua, empezó a ser llamada A Fonte Vella (vieja). A lo largo del siglo XIX hubo diversas obras de canalización de las aguas y pavimentación del lugar y, en 1911, como consecuencia de las basuras arrojadas por la vecindad en su parte posterior, de dictaminó que estaba contaminada, por lo que hubo de advertirse de la prohibición de tirar inmundicias, bajo pena de multas


En 1916 se registró una epidemia de tifus en Mondoñedo con varias víctimas, por lo que el manantial fue clausurado, aún así diversos análisis demostraron que no era una contaminación grave, dándose el caso que algunos vecinos se resistían a acatar la prohibición oficial, siendo célebre el zapatero apodado O Larón, quien, vecino del lugar, acudió a la fuente con un colador con la idea de "colar los microbios"


Los problemas, causados por desperdicios de las casas allegadas, fueron desapareciendo y en 1929 sería esta la única fuente pública de la ciudad, al sustituirse por esta todas las demás de la población. Una fragua y una carnicería fueron entonces construidas a ambos lados del monumento, las cuales desaparecerían a posteriori. En 1988 se culminan los trabajos de restauración tras diversos avatares y en 1989 se acondiciona su entorno


Al lado de la fuente nos enseñan una placa que recuerda al escritor nacido justo enfrente, Álvaro Cunqueiro


Y una de sus frases definitorias de Mondoñedo: "rica en pan, en augas e en latín", agua de esta y otras buenas fuentes, agua del Valiñadares, canalizada hacia el barrio de Os Muíños, el gran suministrador la ciudad, con sus molinos harineros para el buen pan mindoniense. El latín, la sede episcopal, pero sobre todo, el Seminario de Santa Catalina, que tenemos muy cerca


En torno a la Fonte Vella, que tantas veces vería Cunqueiro desde las ventanas de su casa natal, desde donde "se oía toda la noche el canto de la fuente", vendían antiguamente los labregos haces de hierba seca y paja para los caballos durante As San Lucas, las históricas ferias y fiestas de Mondoñedo, en octubre, Por ello escribió varias veces de aquella imborrable estampa:
"Si viniera a las San Lucas un perfumista de París yo le llevaría a la Fuente Vieja, para que aspirase lentamente el aroma a heno de hierba recién cortada, y partiendo de él inventare un perfume de otoño..."

 Y en el Faro de Vigo, el 18 de octubre de 1958, fecha de las ferias, leemos su artículo El mercado de hierba en As San Lucas:

"Si yo fuese pintor habría pintado veinte veces el mercado de hierba verde, heno y paja que se celebra en los días que duran As San Lucas, en la plazuela de la Fuente Vieja, junto a la Porta da Vila, en mi Mondoñedo natal. Creo que solamente el mercado de rosas de Farfistán o el mercado de tulipanes de Harlem serían más bellos. Y en perfume, no cede a ningún mercado del mundo"

 En su artículo As San Lucas antiguas para las fiestas de 1960 plasma esta semblanza:

 "Todavía hay horas de una hermosura impar: las del mercado de la hierba para el caballar en la Fonte Vella, las de la llegada de las greas que bajan de la alta y solitaria Pastoriza y de la áspera Tierra de Miranda, terra brava ya en Vasco da Ponte, La pequeña ciudad, nuestra amada provincia"

Y, ocho años más tarde, diría así:
"Me pasé estos días haciendo cuentas de si podré o no ir a mi ciudad natal a ferias. Iré, y una vez más me meteré en la Fonte Vella entre haces olorosos de hierba ,y subiré al ferial a ver las greas montaraces"

Si tenemos oportunidad en alguna visita guiada podemos bajar a ver la canalización de la fuente.


Son las llamadas "catacumbas de Mondoñedo"


Por aquí viene, subterránea el agua de varios manantiales de las inmediaciones


Presenta una bóveda subterránea  de casi 9 metros de longitud, 4,20 metros de ancho y algo más de 2 metros de alto, así como un corredor de 4,5 metros


La bóveda de piedra, apta para que entren incluso a la vez un cierto número de personas


La bóveda de piedra, apta para que entren incluso a la vez un cierto número de personas


Volviendo al exterior, Nos fijamos bien en la casa natal de Álvaro Cunqueiro, ahora que nos hemos familiarizado un poco más con su entorno, con el paisaje más inmediato que marcó al genial fabulador durante buena parte de su vida, desde su mismo nacimiento. Así decía en Entrevista inédita do ano 1973, de M. Ledo Andión (Coordenadas 1982):
"Eu nacín en Mondoñedo, un 22 de nadal de 1911, dunha familia que levaba vivindo aquí, nas terras de Mondoñedo, por parte de miña nai, e nas terras de Miranda, que haxa documento desde o día 16 de febreiro de 1232. De modo que son 700 anos mindoniense"

También, en Álvaro Cunqueiro cuenta su vida a Pedro Rodríguez, artículo de El Pueblo Gallego del 3-1-1959:
"Yo nací el 22 de diciembre de 1911, cuando en Madrid debían estar dándole al bombo. Y nací tan rollizo que no pudo resistir el médico decirle a mi madre: "Le ha tocado el gordo, señora... !". Claro que luego fui siempre un auténtico hilo. Llegué a pesar cincuenta y ocho kilos con mi estatura actual"

En la placa de su casa natal vemos la frase "Álvaro Cunqueiro, nado nesta casa o día 22 de decembro de 1911, soubo facer da realidade poesía e fantasía". Él, por su parte, escribía en 1933 en Poemas do sí e non:
Eu nascín
-entre as zocas e os lobregos
na mitade da noite-
corenta e sete días despois de primeiro aeroplano.
Aínda colgaban do aramio da anteguerra todas as
intactas maravillas inauditas.

Eu traguía os dos meus ollos no seu sitio
e meu corpo ezquerdo con áxil xogo indeciso nos cóbados

Cando eu nascín tan soio a doce cousas lles faltaba
o nome preciso
i eu cheguei cun oco nas frontes e na man
pra atopar a indefinición das suas craridades navegantes.

Todo o meu nascimento foi unha hora nova
na que houbo que pechar os dormitorios e abrir
as chimeneas
pra acenar polas suas perichas perfebas de fume
os panos enloitados da cociña

Decatádevos!

El desván, faiado o, como dicen en esta parte de A Mariña, faio, fue la sede de la llamada Oficina Lírica do Leste Galego, compuesta por aquellos jóvenes artistas que fueron, aparte del propio Cunqueiro, el poeta Aquilino Iglesia Alvariño y el pintor Bernardino Vidarte. Aquella buhardilla fue sede de la Editorial UN, de donde salieron los primeros escritos de Álvaro Cunqueiro y publicaciones como las revistas Galiza o Papel de Color. Aún en 2014 han aparecido textos inéditos del autor 


Miramos ahora al Pazo Episcopal...


Y el escudo-blasón del obispo Cuadrillero y Mota que hizo esta ampliación en 1782


Más allá asoma otro edificio excepcional, del que ya hemos hablado


Reconocemos parcialmente el Real Seminario Conciliar de Santa Catalina (pinchar aquí), al que dedicamos un artículo especial en este blog. También estamos muy cerca del histórico barrio artesano de Os Muíños. En lo alto, el Padornelo (618 m), por cuya ladera va la Autovía del Cantábrico. Enfrente estuvo O Torrillón, una de las torres de la antigua muralla, y a la derecha, en la misma calle, un célebre establecimiento, La Viña, "comercio de comestibles y vinos de José Antonio Polo. Plaza de la Leña", según se anunciaba. El cual fue noticia por la instalación, en enero de 1926, de un "potente aparato receptor radiotelefónico" que causó sensación, escuchándose en é las noticias, conciertos y hasta un mensaje del Aviador Ramón Franco. Cerró en los años 50 del siglo XX. En esa zona, el Calexón da Leña, se piensa estuvo el barrio judío de Mondoñedo, si bien es más una suposición en base a su forma y configuración, pues se carece de documentos que lo avalen


Desde A Fonte Vella seguimos, un poco cuesta arriba, por la rúa da Fonte, la cual estuvo casi un siglo plantada de acacias en este trecho, desde 1861 hasta los años 50 del siglo XX, tal y como publica Andrés García Doural en su Miscelánea Mindoniense
"A comienzo de la década de los años sesenta del siglo XIX, el Ayuntamiento de Mondoñedo quiso dar un gran impulso al arbolado en los márgenes de las carreteras, en los paseos y sitios públicos. Para ello, se vió obligado a aumentar en los presupuestos una asignación mayor para plantar más árboles, para renovar otros y para la conservación de todos ellos. 
A primeros del mes de octubre de 1861, el Ayuntamiento de Mondoñedo acuerda plantar unas acacias desde el comienzo del Palacio Episcopal hacia la Fuente Vieja y a lo largo de la nueva obra de cubierta del Río de Sisto 
A comienzos de los años cincuenta del pasado siglo, se realizan importantes obras en el pavimento del Palacio Episcopal y Fuente Vieja. En estos momentos el arroyo Sisto, que cruza la población por el Sur, se hallaba encauzado en una vieja alcantarilla, discurría a cielo abierto por el camino del Matadero Municipal hasta verter sus aguas en el cauce del río Valiñadares y era utilizado en una parte del recorrido como receptor del alcantarillado. Cuando se rematan estas importantes obras, es cuando se retiran los troncos de las viejas acacias que jalonan la fachada del Palacio Episcopal y el frontal de algunas viviendas. El cemento comienza a cubrir el pavimento de la mayoría de las calles mindonienses"

En esta rúa, la bifurcación entre camino principal y complementario, señala las dos opciones


A la derecha el camino principal, volviendo a la Praza da Catedral, a la izquierda el camino complementario


En este caso, insistimos, nosotros tomamos el complementario, que sigue calle arriba, acercándonos, paso a paso ya, en la esquina al fondo a la izquierda, a la que fue la barbería y casa de O PallaregoManuel Ledo Bermúdez, gran amigo de Álvaro Cunqueiro, a donde este, como muchísimos mindonienses, acudía a cortarse el pelo y hablar de sus cosas


O  Pallarego"Hombre menudo, de cabello blanquísimo, aún joven, de sonrrisa cálida y permanente", dijo de él Cunqueironació el día 30 de enero de 1899 en el cercanísimo barrio de Os Muíños. De niño cantó en el coro catedralicio para formarse luego como violinista, llegando con el tiempo a ser compositor y director del grupo musical O Eco, intérprete, compositor y enseñante del arte musical, corresponsal de El Progreso y presidente de la Sociedad de Obreros Católicos de Mondoñedo, siendo además actor de teatro y mecenas compañero de grandes de la vida social y cultural de la ciudad: Trapero Pardo, Aquilino Iglesia Alvariño, Xosé Díaz Jácome... y por supuesto a Cunqueiro, quien le llamó su "barbero de cámara", y a quien O Pallarego le dedicó su Cantar das Coruxeiras, como regalo, cuando el escritor ingresón en la Real Academia Galega en 1963


Fundó comparsas de Antroido (Carnaval), coros y rondallas, recogió coplas y canciones populares, coleccionó sellos, y dejó su impronta, bien joven, en esta barbería, desde 1916 hasta su fallecimiento en 1964

 
Aquí pasó, dice Armando Requeixo en Cunqueiro e Mondoñedo. Guía literaria, muchas horas don Álvaro, ya en la preguerra, con otros ilustres de Mondoñedo, desde el veterano Lence Santar, a Xosé Trapero Pardo, Xosé Crecente Vega, el artista y dibujante Bernardino Vidarte, el escritor Xosé Díaz Jácome, o los también escritores Xosé María Díaz Castro, Raimundo Aguiar o Xosé María de la Fuente. Dice Antonio Reigosa, Cronista Oficial de Mondoñedo:
"Na barbería do Pallarego perderon literalmente as barbas ou o cabelo moitos individuos que representaron a intelectualidade laica e relixiosa de medio século de historia mindoniense. Barbas e pelos destes próceres, incluídos bispos, que se mesturaban cos rasurados ás xentes do común, tanto do espazo urbano como das aldeas veciñas, e incluso os pelames de moitos personaxes de ficción (Soleiro de Azúmara ou Pardo das Pontes) fillos da fantasía dalgúns destacados clientes que por alí se achegaban. 
O concello de Mondoñedo púxolle o seu nome á Escola de Música Municipal en 1997 e hoxe tamén leva o seu nome a agrupación musical creada na súa memoria pola súa filla, Remedios Ledo Vizoso. 
A barbería do Pallarego foi un crisol onde se fundiron e mesturaron as tres culturas e as tres linguas: a cultura popular, a teolóxica e a burguesa, expresadas invariablemente naquel entón e por esta orde nas tres linguas: galego, latín e castelán"


Y además, desde otros lugares de Galicia, venían Ánxel Fole Xosé Figueira Valverde, Francisco Leal Ínsua, Dionisio Gamallo Fierros y tantos otros. En Álvaro Cunqueiro cuenta su vida a Pedro Rodríguez (El Pueblo Gallego 4-1-959), dice de él don Álvaro:
"Ha sido mi gran maestro, con él aprendí filosofía, música, literatura, gografía. Aquí venía yo todos los días a leerles el periódico a todos los que estaban. Aquí escribí mis obras de teatro, que versaban sobre los acontecimientos del día anterior en la peluquería de El Pallarego y aquí las representábamos. Aquí formábamos nuestras rondallas con letras que hacía Jácome"

Resalta además Requeixo que fue O Pallarego quien ayudó a sufragar los primeros libros de Cunqueiro, Mar do Norde en 1932 y Poemas do sí en non de 1933, comprometiéndole además en la celebración de las Festas dos Maios allá por 1934, componiendo los dos letras para ser cantadas por su rondalla. No es de extrañar, por tanto, que Cunqueiro lo incluyese en los relatos de alguna de sus obras. De esa misma entrevista escribe Reigosa:
"O xornalista, Pedro Rodríguez, describe a barbería da Fonte Vella como un salón decimonónico, con vellos sillóns e un pulcro espello corrido, absolutamente sumido na penumbra mentres un mozo sentado nun banco templa, baixo a mirada do Pallarego, unha vella mandolina. 
Mentres se preparan para unha fotografía, O Pallarego tocando a mandolina e Cunqueiro sentado na cadeira de brazos lendo o periódico, entra na barbería unha nena cun abrigo vermello. Cérranse as portas e a nena que acaba de chegar ponse a recitar unhas deliciosas panxoliñas en galego da autoría de Álvaro Cunqueiro. 
A nena que acababa de entrar, andaría entón polos 8 ou 9 anos, non era outra que Remedios Ledo Vizoso, a única filla de Manuel Ledo ‘O Pallarego’, hoxe e sempre memoria viva do extraordinario quefacer dun pai que se lle foi a ela e a Mondoñedo cando ela tan só contaba 14 anos"


Cuando el 14 de julio de 1964 fallece O Pallarego, escribe así de él en el periódico del que llegó a ser director, El Diario de Vigo:
"Tipo humano de primera calidad y un amigo irreprochable. Va unido a tantas horas de mi vida que no llego a entender que me falte. Tendrá que haber en el Paraíso una sala para esta gente humilde, dialogante y entusiasta, a la que aspiro y en cuyo rincón de la cual me gustaría estar atento, maravillado (...) Que la tierra mindoniense, oscura, dulce en los labios que él tanto amó, sea leve sobre el pequeño y frágil cuerpo de mi amigo Manuel Ledo"

La  Asociación Juvenil Xoldra representa A Barbería do Pallarego


Y seguidamente llegamos a esta bifurcación, en la que iremos a la izquierda, para tomar la rúa da Rigueira. Aquí, según investigó Andrés García Doural, estuvo la Cárcel Eclesiástica de Mondoñedo, en el solar donde ahora están Casa de Croas y Casa de Peré. Se sabe de ello gracias a la documentación existente que las menciona cuando, por iniciativa del obispo Sarmiento, el gran constructor, hizo una nueva cárcel, más amplia y salubre, en las entonces afueras de la ciudad, Campo dos Remedios, y aforó las dependencias de los viejos edificios a particulares
"El 19 de enero de 1750, D. Baltasar Valcárcel y Quiroga, canónigo de la Santa Iglesia catedral de Mondoñedo, como mayordomo y apoderado general del Ilustrísimo obispo Fray Antonio Alejandro Sarmiento de Sotomayor, decide aforar por el tiempo de cien años las antiguas cárceles eclesiástica y secular. El obispo Sarmiento, con piadoso y justificado celo se dedicó a construir y fabricar casas para cárceles y vivienda para el alcaide, con mayor seguridad y comodidad a la entrada del Campo de los Remedios, donde ya se hallan recluidos los presos, ante la incapacidad, mala situación y escasa seguridad de las anteriores.

La cárcel eclesiástica se hallaba situada a la entrada de la Rúa de la Rigueira y la secular en la Rúa de la Fuente. Quedando, como quedaron vacías las dos edificaciones, su Ilustrísima decide aforarlas por tiempo de cien años a las personas que paguen más canon. Se publicaron cédulas durante tres días festivos en lugares públicos, designando la tarde del día ocho, en que celebraba la festividad de Nuestra Señora de la Concepción, como fecha límite. Participaron varios solicitantes al aforamiento de la casa situada a la entrada de la Rúa de la Rigueira. Finalmente, fue aceptada la postura de D. Francisco de Vivero, vecino de Mondoñedo, en el canon de diez y seis ducados, que hacen ciento setenta y seis reales de vellón por cada año.

Para que constase su estado, se constituyeron el aforante y el D. Francisco de Vivero, y se nombraron como peritos de carpintería y mampostería para su reconocimiento a José Méndez de Camiña, maestro de cantería y mampostería, vecino de la Villa de Avilés y a Antonio do Vale, maestro de carpintería, vecino de Mondoñedo. Efectuaron un reconocimiento ocular y comprobaron que la esquina de la casa que mira al Norte se hallaba desplomada y que por esta causa y la debilidad de las paredes y al ser hechas de barro, en el caso de levantarse o de modificarse, es preciso demoler hasta la puerta principal. También se comprobó que la pared que da al cauce del Río de Sixto esta algo desplomada. Recomendaron darle más altura y demoler las partes desplomadas.

En cuanto a la obra de cantería, reconocieron ser preciso hacer de nuevo la puerta principal y ventanas, como también el piso de lo que servía de cocina, aunque no tiene chimenea, que los pisos de la citada casa, están todos buenos y bien construidos"

Por esta rúa da Rigueira, recordaremos el documento del Archivo Provincial de Lugo, Protocolos notariales de D. Baltasar Sanjurjo Montenegro, año 1750, localizado por Doural, donde se señalan las características de aquella antigua cárcel:
"Dicha casa era de dos altos, de treinta y dos cuartas y media de superficie cada planta. Se hallaba situada a la entrada de la Rúa da Rigueira y testaba por el mediodía en el Río de Sixto; por el Oriente, hace frente al puente que hay en el lugar, por el Norte y entrada principal en la Valada de Reigosa (actual de Febrero) y por el Poniente en salido de otra casa, que fue de Agustín Vázquez" 
En este lugar comenzamos a subir, entre filas de casas de varias plantas dispuestas linealmente, y pagadas unas a otras, a lo largo de la rúa


Nos cruzamos con el callejón de la rúa Congrúas y seguimos subiendo. Realmente la cuesta proseguirá un buen trecho, incluso saliendo de Mondoñedo, hasta llegar a lo alto de As Berbeitas, en el camino de Maariz


La mayor parte de las viviendas son altas, de planta baja mas dos pisos, pero más bien estrecha, siguiendo una antigua disposición constructiva propia de la baja Edad Media. Aunque las casas no son tan antiguas sí parecen estarlo sobre el solar de otras construcciones anteriores


La calle es también relativamente larga, toda recta y siempre en cuesta. Por debajo pasa, canalizada y subterránea, el agua del Río de Sisto, que también da nombre al barrio


Este barrio tuvo, como el de Os Muíños, también población de artesanos. Aquí tenía su alfar Benigno Flores Freire, cuyo hijo, Francisco Flores Iravedra, más conocido como O Paquito de Benino de Xan Flores, llegó a ser un reputado artesano del barro de quien se ocupó el historiador y cronista de Mondoñedo, Eduardo Lence Santar, que dijo de él que era "o millor de cantos no seu tempo había en Mondoñedo", afirmando además que sus piezas era "repinicadas, que namoraba velas", poseyendo además Lence un porrón de agua similar al tronco de un carballo, regalo de O Paquito. Era además bajo en la Banda Municipal y, como tantos vecinos, buscó mejores oportunidades vitales en la emigración, marchando a Argentina en 1909


Aquí hay un poco de explanada y se ensancha la calle


Aquí el paso se estrecha delante de este solar. Es una especie de bifurcación, pero nosotros vamos por los que es exactamente la calle, a la izquierda, entre las casas, siempre en ascenso


Los edificios se agrupan en filas y bloques de viviendas


Sigue sin tregua la empinada rúa...


Contrafuertes asentando el terreno de la ladera. Todos estos barrios, bajo San Cayetano o San Queitano y el Bosque de Silva, tienen un problema secular, durante lluvias y tormentas, con el agua que baja con fuerza por la ladera y provoca además corrimientos de tierras, de ahí lo necesario de estas actuaciones


Tras de nosotros vemos las torres barrocas de la catedral, que parecen darnos la despedida, junto con San Rosendo, en medio


Avanzamos entre más filas de casas cuando la rúa se estrecha aún más. En esta parte apenas pasa un coche


El camino sube recto y poco más allá vuelve a ensancharse


Cuando cae la carga se ve la piedra de mampostería en las paredes, la de cantería de los dinteles de los vanos, puertas y ventanas, suele dejarse a la vista


Placa con el nombre de la rúa


Volvemos a mirar atrás y ahora a la catedral parécele unirse en nuestra despedida la iglesia de Santiago o Igrexa Nova, a la izquierda, de la que tanto hablamos en nuestros recorridos por Mondoñedo


Su picudo campanario la delata asomando sobre los tejados de las casas. Más a lo lejos el Monte de Camba, escenario de una de las batallas libradas contra las tropas napoleónicas que couparon Mondoñedo en la francesada


Llegados delante de esta casa topamos con esta bifurcación: vamos por abajo a la derecha


Aquí, donde las señales, hay un lavadero: A Fonte da Rigueira. Aquí vamos saliendo del casco urbano de nuevo a los paisajes de prados y caseríos del agro gallego. Arriba las casas del camino a O Rosal, solar del antiguo convento de San Francisco del Rosal, actual Centro Cultural da Alcántara, y más arriba aún O Mirador


Al pasar vemos la fuente, recordando una vez más que Álvaro Cunqueiro definía a Mondoñedo como "rica en pan, aguas y latín". Aquí tenemos la prueba, es la llamada Fonte do Río de Sisto, que aprovecha el agua de este río ahora subterráneo, donde en tiempo se hizo también un lavadero. De ello nos habla Andrés García Doural en Miscelánea Mindoniense:
"En las inmediaciones de las viviendas del barrio del Río de Sisto y a la orilla del arroyo que por allí desciende, existe un abundante manantial, con su caño de hierro, que abasteció de agua durante muchos años a numerosos vecinos de Mondoñedo.
Sobre el caño de la fuente, fue construida una pequeña cavidad, cerrada con una puerta metálica, en el interior de la cual se halla un "repartidor de caudal", confeccionado en plomo, a través del cual, la mitad del agua del manantial viene encañada por el trazado de la calle Rigueira hasta una fuente existente en el interior de la huerta amurallada del Palacio Episcopal. 
Junto a la fuente del Río de Sisto fueron construidos unos buenos lavaderos de mano y un amplio estanque, de los que hicieron uso durante muchos años familias mindonienses. Con la llegada de las máquinas lavadoras a los hogares, han dejado de usarse estos apreciados y concurridos lavaderos. 
Después de transcurrir varios años sin echar gota de agua el caño de la fuente del Río de Sisto, desde hace un corto periodo de tiempo, comenzó a manar de nuevo abundante agua. La mano destructora del ser humano tuvo algo que ver con este suceso. Persona desconocida introdujo a presión un trozo redondo de madera por el interior del caño. Unos obreros de la empresa de abastecimiento de agua a la población de Mondoñedo (Aqualia) revisaron el manantial y retiraron el trozo de madera 
En estos momentos me viene a la memoria, cuando éramos prácticamente unos adolescentes y regresábamos a nuestros domicilios por el camino del barrio del Río de Sisto, después de jugar unos largos y disputados partidos de fútbol en la pista de cemento de Alcántara. Una vez junto al caño de este abundante manantial, los jugadores hacíamos cola para saciar la sed con su fresca agua. 
Durante el tiempo que dejó de manar agua, cada vez que transitábamos a pie por sus inmediaciones, nos asomábamos por la parte superior del muro donde se encuentra colocada para comprobar si salía agua por su caño. Echábamos en falta el sonido de su agua"

Pasamos así al pie de los rosales de las últimas casas del barrio, Río de Sisto


Casa do Moxeno


Andrés García Doural nos cuenta que, el 14 de julio de 1936 (justo cuatro días antes de estallar la Guerra Civil), ocurre en las inmediaciones de las casas de Sisto de Río un terrible acceidente, que resultó muy impactante por su dramatismo, en un taller pirotécnico:
"Éste se halla situado en una pequeña edificación, a la orilla del llamado "Camiño Novo" y muy cerca de las viviendas del barrio del Río de Sisto. Era regentado por Isidro Díaz Rico, más conocido como "O Licho", que era minusválido de una pierna. A medio día del 14 de julio de 1936, su propietario se hallaba recebando las bombas para la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, inflamándose una de ellas. Un enorme estruendo se escucha en todo Mondoñedo, la edificación del taller pirotécnico es pasto de las llamas y se encuentra prácticamente derribada. La muerte de Isidro Díaz fue instantánea y se comentó entre los vecinos que la puerta de madera de la edificación y su pierna ortopédica llegaron al lugar de "O Sabelo"

Y ya salimos a las praderías del extrarradio, frente a los altos de Prado, As Coruxeiras y O Mirador, que tenemos enfrente. A nuestra izquierda tenemos la carretera que va a Maariz, a la que vamos a salir y a la que tenemos que ir, adentrándonos en el Bosque de Silva, que tanto inspiró algunos escenarios de las obras de Álvaro Cunqueiro, pues se veían desde su desván, o faiado, donde escribía, tal y como contábamos al visitar su casa natal en la Praza da Catedral


De esta bosque, y de la cierta problemática de su exacta ubicación, despeja dudas García Doural En su artículo ¿Dónde está el Bosque de Silva de Mondoñedo?:
"Después de escuchar muchas veces comentarios, de leer en la prensa escrita, de citar en la presentación de algunos libros y de contemplar algunas imágenes en la prensa del ?Bosque de Silva?, casi se encuentra uno obligado a explicar de una manera corta y clara donde se encuentra situada esta masa boscosa de Mondoñedo. Unos lo sitúan en la plantación de nogales de D. Jesús Rivas, otros en la plantación de eucaliptos de D. José Antonio Cora y otros junto al ?Monte de Cora?, donde fue enterrado el soldado de regulares Mohamed Ben Mohamed, fallecido en el Hospital de Sangre de Mondoñedo durante la Guerra Civil. 
Uno de los primeros mindonienses en dar a conocer el "Bosque de Silva" fue el sacerdote D. Daniel Pernas Nieto, a través de alguna de sus poesías. El escritor y periodista D. Álvaro Cunqueiro, también lo cita en numerosos artículos y publicaciones. El economista D. Ricardo Pedreiras, recuerda en alguna publicación suya que siendo niño recibió a la sombra de sus árboles clases particulares de latín por parte de D. Daniel Pernas. 
El popularmente conocido como "Bosque de Silva" se halla situado en la parte superior del barrio del Río de Sisto. Comprende la superficie boscosa que linda con camino de carro que asciende desde las viviendas del citado barrio hacia el de San Cayetano, con camino de carro que parte desde el barrio de San Cayetano hasta juntarse con el camino que nuestros mayores conocen como "Camiño Novo", con el cauce del Río de Sisto, con algunas tierras de labor y por último con las viviendas del barrio del Río de Sisto. Para acercarnos a su interior, podemos hacerlo por la calle Rigueira y Río Sisto o por el "Sabelo" y carretera que asciende a Maariz. Forman parte de esta masa boscosa numerosas plantas de castaño, roble, abedul o laurel. 
De entre su masa arbórea fueron extraídos en los años sesenta numerosos postes de madera para ser utilizados posteriormente por la empresa Barras Eléctricas en el tendido eléctrico. También recordamos efectuar en su superficie varias talas e incluso algún pequeño incendio. 
En la parte superior del "Bosque de Silva", muy próximo al camino de carro, todavía se pueden observar las ruinas de una pequeña edificación. Preguntamos a alguna persona mayor si había llegado a estar habitada y nos respondieron que sí. Logramos averiguar que allí vivieron durante un tiempo una madre viuda y su hija, dedicadas a la labor de la tierra y que eran conocidas por el mote de "As Xardescas". 
Esta superficie boscosa era propiedad en el año 1862 de la conocida familia Silva Villaronte de Mondoñedo. En la actualidad, se halla repartida en varias parcelas, que son propiedad de vecinos de Mondoñedo"

Así, en abril de 1959, mirando por la ventana de su faiado a este bosque, Cunqueiro escribe...

Aquí vino ya la primavera. Es algo tan hermoso, tan alegre, tan coloreado que le obliga a uno a andar de pasmarote. Las rosas llegan, por la ventana, hasta la Smith Premier”

Poco antes, el 22 de marzo, había recibido la visita del petirrojo:
"Un petirrojo enamorado canta, a dos varas de mi vieja “Smith Premier número 10″, doble teclado, en una rama florida de ciruelo"

Ahí llegamos a, cruce con la carretera local que va a Maariz


Al llegar a ella seguimos a la izquierda


Un buen momento para detenernos y miarar atrás, a contemplar el paisaje


Mondoñedo en el valle. Arriba a la izquierda el antiguo Convento de Alcántara, la Iglesia de San Pedro de Alcántara y la Capilla de la Venerable Orden Tercera


 Ahora está ahí el Centro Cultural da Alcántara, en la antigua iglesia de San Pedro de Alcántara, del que fue convento desamortizado de San Francisco del Rosal. Al lado a su izquierda está, aunque no lo vemos desde aquí, el Albergue de Mondoñedo (público)


En el centro urbano divisamos nuevamente, aunque un poco mejor la torre de la iglesia de Santiago o Igrexa Nova



Y de nuevo, las dos torres de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Mondoñedo, así como el frontispicio con la imagen de San Rosendo en lo algo


Desde el albergue hay también un camino directo que nos permite enlazar directamente aquí, sin necesidad de volver a bajar a la Praza da Catedral, si bien recomendamos, como siempre, a los peregrinos amantes del Camino y su historia, gentes y patrimonio, la visita a la Fonte Vella, Os Muíños y el Seminario, entre otros monumentos, atreviéndonos incluso a sugerir, si se está bien de tiempo y fuerzas, a reservar una jornada para ello, quedándonos un día en Mondoñedo, o bien saliendo por la tarde, haciendo una etapa corta, pernoctando por ejemplo en O Bisonte de Maariz o en el Albergue de O Vilar, si vamos por esta ruta


Subimos así al Bosque de Silva, del que decía Cunqueiro "que me servía para poner el fondo en las historias que amé y amo todavía"



Abajo A Rigueira, por donde hemos salido del casco urbano de Mondoñedo. Arriba, una nueva perspectiva de O Rosal, solar del desamortizado convento alcantarino



Fue en las primeras décadas del siglo XVIII cuando el obispo Muñoz y Salcedo planteó fundar un monasterio de Padres Descalzos alcantarinos y lo propone al Cabildo catedralicio, propietario de los terrenos, que tras mostrarse de acuerdo inicia las gestiones pertinentes y en 1727 ya llegan los primeros religiosos, buscando lugar para asentarse



Hubo incluso un pleito dada la oposición del cercano convento de Los Picos pero en 1729 y tras llevar el asunto a Roma se sigue con las obras. Roma dio el visto bueno definitivo en 1731. No obstante la vida monacal aquí duró muy poco, desde ese año hasta la Desamortización de Bienes Eclesiásticos de Mendizábal de 1835. En la actualidad gran parte de las dependencias monacales han desaparecido, celdas de los monjes, cocinas cuadras, el claustro grande... solo hay una explanada de aparcamientos y, como elemento superviviente de todo este sector, casi hasta fuerza de contexto, el claustro pequeño,al costado de la antigua iglesia. A su derecha es el edificio de los juzgados


Actualmente en el centro cultural hay una buena exposición permanente para conocer la obra y figura de varios ilustres mindonienses, Álvaro Cunqueiro, Leiras Pulpeiro, Pascual Veiga, Antonio Noriega Varela... A la izquierda, tapada, está la capilla de la Orden Tercera, único edificio del monasterio que sigue teniendo uso litúrgico y, un poco más a la izquierda, el Albergue de Mondoñedo (público), que apenas vemos desde aquí


Más allá, el Campo dos Remedios, donde vemos el antiguo Hospital de San Pablo y San Lázaro, auspiciado por el obispo Sarmiento, cuyas obras culminaron en 1755 y sustituyeron a más antiguos hospitales de malatos, pobres y peregrinos. Así como algo de las instalaciones del antiguo Asilo de Mondoñedo (actual Residencia San Rafael), fundado en 1893 con el capital del emigrante retornado José María Pardo Montenegro y Cordal.

Por allí pasa el otro camino, el que subirá a las montañas que separan A Mariña de A Terra Chá por A Infesta


Más al oeste, sobre el valle del Rego de Cesuras, por donde va la otra ruta, y bajo A talaia (529 m) y a la izquierda de la aldea de O Formigueiro reconocemos el gran edificio monacal del ya mencionado Mosteiro dos Picos o de San Martiño de Vilaourente, supuestamente construido en el año 1348 por los franciscanos

Sabemos documentalmente que el 9 de agosto de 1379 le es concedido privilegio real otorgado por el monarca Enrique II de Castilla o de Trastámara, confirmado más tarde por su hijo Juan I en documento del 25 de abril de 1382, mostrando su devoción por este convento de "Vilalaurente" en el que "se acogen muchos peregrinos que van al Apóstol Santiago". De ahí se descubre que tenía hospital de romeiros xacobeos


En el año 1676 acontece un suceso que muestra las tensiones con las autoridades eclesiales mindonienses. Un fiel devoto dona a los frailes una ermita en San Antonio do Carrascal y se produce un intento de traslado frenado por la jerarquía catedralicia que acabará con el auto del Real Consejo ordenando el regreso de los franciscanos un año después

En el año 1687 comenzarán las primeras intervenciones que transformarán la original fábrica medieval monacal, la cual estaba muy deteriorada, construyéndose un lienzo del claustro donde estaban la bodega y la panera, siendo este reedificado, así como la casa desde la capilla mayor a la iglesia, la sacristía y la hospedería. En 1701 nuevas obras se derribará la antigua torre del campanario y se hará una nueva de más altura. En 1715 el Obispo Muñoz y Salceo sufragará la construcción de una nueva iglesia

En 1884 pasará a estar ocupado por los Pasionistas, quienes residirán en él hasta 1964, empezando un periodo de total decadencia del conjunto que caería en la ruina pese a alguna tentativa, infructuosa, de restauración. Su traza actual es el de claustro cerrado por tres tramos y el cuarto por la iglesia, de planta rectangular y cúpula sobre el altar mayor


De todos esos lugares y de otros muchos más damos cumplida cuenta en las correspondientes entradas de blog dedicadas a nuestros periplos por la histórica ciudad episcopal, que ya vamos dejando atrás


Nos adentramos así en el Bosque de Silva, una verdadera fraga en la que predominan las especies autóctonas, carballos jóvenes y castaños


Pasamos junto a un pajar o henil. Son estos detalles los que nos avisan que hemos dejado atrás lo urbano y hemos regresado a lo rural


Y seguimos adelante por la ladera del monte. Aquí, sin ser del todo llano, la cuesta se suaviza en una tregua antes del repecho que nos aguarda hacia As Barbeitas


Llegamos a unos prados que forman un gran claro, el cual nos permite ver de frente, al este, la montesina silueta del Padornelo (618 m), por cuya ladera discurre la Autovía del Cantábrico, y que alarga su loma  hasta Lindín, viendo el viaducto de este nombre a la derecha de la foto bajo el que pasa A Calzada, el viejo camino a Castilla y a Asturias, o los los caminos, pues allí se bifurcan ambos, o se unen, para los que vengan, como es el caso de los peregrinos que llegan a Mondoñedo procedentes del Camino Histórico del Norte, que de Tol (Asturias) va hacia Vegadeo/A Veiga, pasando a Galicia por Abres y atravesando Trabada y el Val de Lourenzá


Y al norte, a nuestra izquierda, usa soberbia perspectiva de la ciudad. A la derecha el Seminario, en el medio la catedral y al fondo A Igrexa Nova (Santiago). Entre los siglos XVI y XVIII la antigua Provincia de Mondoñedo, extinta con las reformas liberales de 1833 como el Reino de Galicia, pasó de unos  40.000 habitantes a más del doble, 85.000 ó 90.000, por lo que esta ciudad, su capital, llegó a ser la más populosa de todo el noreste gallego y albergar más población que otras sedes episcopales como Lugo, Ourense o Tui



El Seminario de Santa Catalina, es en tamaño el edificio más grande de Mondoñedo, fue construido en 1775 trasladando otro, mucho más pequeño, que se fundó a finales del siglo XVI según los preceptos del Concilio de Trento, en un extremo de la Praza da Catedral, actual rúa Alfonso VII. Es una auténtica institución mindoniense cuyos alumnos siguen manteniendo en su tradicional espíritu de compañerismo pese a que hace unos años clausuró sus últimas actividades de enseñanzas regladas, aprovechado ahora, eso sí, con otros muchos menesteres, hospedería comedor, charlas, conferencias, viviendas de sacerdotes retirados y otros en activo, etc.


La Catedral Basílica da Asunción, sucesora de la antigua doble sede episcopal, britona y dumiense, de San Martiño de Mondoñedo, que por disposición de la reina Urraca se trasladó, allá entre los años 1112 y 1117 y con nombre y todo, de su solar primigenio en las cercanías de la Ría de Foz aquí, a la población que en los papeles aparece mencionada como Villamayor de Vallibria, valle del Bria o Brea, el actual Valiñadares 

Y algo puede verse a su izquierda de la  Praza da Catedral, donde están O Cantón Grande, con la Casa-Museo de Álvaro Cunqueiro y la confitería de O Rei das Tartas. También se sitúan en la plaza el Consistorio Vello, y O Cantón Pequeno, las casas blancas que vemos de frente, que ocupan ellugar donde se asentó el primer seminario, a finales del siglo XVI. Al fondo A Igrexa Nova, construida a finales del siglo XIX y principios del XX (inaugurada en 1901) para que el patrón de la ciudad, Santiago, tuviese parroquia propia fuera del templo que tenía dentro de la catedral de la Asunción


De la iglesia de Santiago o Igrexa Nova, al lado de la actual Casa do Concello. De ella hemos hablado concienzudamente en nuestro recorrido por Mondoñedo, pero ahora, despidiéndonos paso a paso de la ciudad, nos agrada traer a colación un artículo de Miscelánea Mindoniense con un recuerdo de su autor, Andrés García Doural, Anécdota en la iglesia de Santiago de Mondoñedo:
"Corría el día 25 de julio del año 1952, festividad del patrón Santiago Apóstol. Por esas fechas, en festividades muy señaladas, acostumbraba tocar las campanas de la iglesia parroquial de Santiago de Mondoñedo, más conocida como "Iglesia Nueva" nuestro vecino Julián Álvarez. Para que volteara con facilidad la campana de la torre que tenía que tocar en día tan señalado, le echó una considerable cantidad de aceite quemado en su eje. Cuando sale del interior de la iglesia parroquial la imagen de Santiago a hombros de los feligreses, por entre los numerosos asistentes a misa, para celebrar la procesión de costumbre, el ?campanero? comienza a voltear y hacer sonar la campana. Inmediatamente, empiezan a caer numerosas gotas de aceite quemado del alto de la torre de la parroquial, que rociaron al numeroso público asistente y que les causaron importantes daños materiales a sus ropas. Han transcurrido sesenta años de la anécdota, pero algunos vecinos de las calles Lodeiro Piñeiroa y Julia Pardo relatan el suceso con todo tipo de detalles"

Ahora, en el barrio de San Queitano, la carretera de Maariz realiza una pronunciada curva a la derecha


Aviso del paso de peregrinos


En este barrio se fundó, en el siglo XVIII, una fábrica de loza que pudo ser el origen de la tradición alfarera de Mondoñedo. Fue el fundador el mindoniense Lorenzo da Riva Otero, llegando a una producción anual de 12.000 a 14.000 piezas, teniendo de plantilla un oficial, un maestro y dos aprendices. Al mismo tiempo fundó también aquí una fábrica de sombreros, para la que importaba telas francesas y vascas, con una producción de hasta 3.000 al año, que se vendían casi todos fuera de Mondoñedo. Trabajaban en ella, todo con datos de García Doural, cinco oficiales, cuatro aprendices y un maestro:
"Llegó el momento en que la suerte le fue adversa a D. Lorenzo, sus fábricas experimentan cuantiosas pérdidas, viéndose obligado a hipotecar numerosos bienes rústicos e incluso venderlos. Entre los bienes hipotecados se encontraban las dos fábricas, las cuales serían valoradas en 50.000 reales.

D. Lorenzo da Riva falleció el 12 de enero de 1793, viudo de Dª María Rubiños. Fue enterrado dentro de la Santa Iglesia Catedral de Mondoñedo, con misa y vigilia cantada, de termo entero y toque de campanas mayores. Le quedaban de su matrimonio tres hijos: Javier, Josefa y Vicenta.

En el año 1795 se abrió una bolsa de agua en las inmediaciones del lugar de A Picheira de Barbeitas, deslizándose por el terreno gran cantidad de agua y tierra, que ocasionó importantes daños materiales a la edificación donde estuvieron instaladas las fabricas"

Preciosos castiñeiros junto a estas fincas del camino...


Este es el cruce de San Queitano: nosotros seguimos de frente rumbo a As Barbeitas


A partir de aquí comenzamos otra buena cuesta 


Y nos adentramos en más frondosas fragas


Tupida arboleda que siempre dio pávulo a numerosas historias y leyendas, para nada es extraño que el autor de Merlín y familia hallase en estos bosques gallegos inspiración para sus relatos


Salimos enseguida a estas praderías: hemos llegado a As Barbeitas, bajo los altos de As Airas (354 m), en nuestro camino a Maariz, sobre el valle del Valiñadares





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