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sábado, 11 de octubre de 2014

ENTRANDO EN EL CONCELLO DE VILALBA POR LA PARROQUIA DE CORVELLE (GALICIA): LOS CRUCEIROS, EL PAN DE MARTIÑÁN Y A PONTE VELLA

Entrando en el concello de Vilalba
El Camino Norte de Santiago avanza hacia el corazón de la Terra Chá y pasa del concello de Abadín al de Vilalba aquí, pasando el Rego de Santa Baia, al oeste de Castromaior, donde un cruceiro de piedra se alza en el límite municipal. El sendero es muy llano y discurre por bosquetes autóctonos o fragas y verdes praderías de la campiña chairega. Un poco más allá una placa informativa señala el trazado del camino


El Camino y su paso por el concello de Vilalba, un itinerario mayormente llano en el que la Terra Chá, la tierra llana, hace plenamente honor a su nombre


Estamos entre Os Forcón y Os Fieitás, en la parroquia de Corvelle, rumbo primeramente a Martiñán


Luego este es el trayecto de Goiriz a Vilalba, la villa capital del concello de este nombre y de toda la Terra Chá


Y este es el itinerario de Vilalba a Alba, Carralmaior y Penadrade


Y en el mismo mapa, el paso por A Ponte de Sa al concello de Guitiriz


En este trecho sí que se nota que hemos llegado a la Terra Chá, estamos en una gran llanura, lo notamos en el camino, que ha dejado atrás definitivamente las serranías de A Mariña y la montuosa Cornisa Cantábrica. Recordamos aquí estos versos del famoso poemario Terra Chá de Manuel María...
"Ollada a Terra Chá dende as alturas
é semellante a un mar en calma.
Pra medila só valen dúas mensuras
¡ferrados de corazón, fanegas de alma!"

Pasamos así junto a las entradas a los prados
"Agora xa non canto. ¡Choro! ¡Os tractores
desfixéronle a face á miña Terra Cha!
¡Os Ruxidos inhumás e roucos dos motores
matáronlle, pouco a pouco, a súa soidá"

Poco después, caminados unos metros, encontramos una bifurcación, en la que iremos a la izquierda

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán
El mojón, estratégicamente colocado en el mismo cruce, nos indica la ruta a tomar


Los setos silvestres separan los campos y el camino, campos muy llanos, aquí sí se nota que hemos llegado a la famosa Terra Chá, tan glosada en los versos del gran Manuel María, su gran poeta:
"Eu amo a Terra Chá, sempre tan miña
Eu amo a Terra Chá tal como é:
la súa selva corre no seu sangue
el alúmeme, a súa luz, o corazón!"

Como su nombre indica es una tierra llana, pero eso sí, "no parece tan llana cuando se hace caminando", se suele decir, si bien en este periplo que nos aguarda hasta Vilalba, una docena de kilómetros aproximadamente, sí predominará totalmente el camino en llano

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán
Castaños y carballos jóvenes son las especies arbóreas predominantes en estos bosquetes autóctonos o fragas que crecen al amparo del camino


Este paisaje de bocage, setos silvestres y matas de arbolado, sí es bastante similar al que encontramos en el litoral cantábrico y en A Mariña, si bien aquí en una gran llanera


Terra Chá es tierra tradicionalmente campesina de agricultores y ganaderos, no en vano Manuel María escribe así su poema Labrego:
 "¡Pra escravo o labrador! 
No Inverno móllase. 
No Vrao derréteo o calor.

A súa vida é incerta: 
ó sementar non sabe 
se acerta ou non acerta. 

Pra lograr unha anada 
ten que contar co sol,
coa auga, coa xeada... 

Como a terra é cega, 
se lle dá froito un ano 
o que vén xa llo nega.

Así vive o labrador: 
¡comendo pan regado 
con sangue e con suor!"
Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán
En estas fragas, en temprana primavera el cuco señala el final del invierno con su canto, ta y como glosa Manuel María

"O cuco, cuco, cuqueiro. 
O cuco, cuco, cucón. 
¡Madrugón e cantareiro! 
¡Cantareiro e madrugón! 

Óise pola carballeira 
o vello cuco souril
 ó nacer a Primaveira 
entre o Marzo e o Abril.

 ¡O vello cuco, cucou 
e moito máis cucará!
 ¡O cuco non me capou 
e nunca me capará! 

Polas mañás ben cediño 
o cuco canta "cú-cú". 
¡Como o teño por veciño 
eu trato ao cuco de tu!"

"Non canta na Chá ninguén.
 Por eso o meu carro canta. 
Canta o seu eixo tan ben 
que a señardade me espanta.

 Non hai canto tan fermoso: 
fino como un asubío. 
Anque é, ás vegadas, saudoso,
 faise, no ar, rechouchío. 

O meu carro é cerna dura: 
sábese carballo e freixo.
 ¡Que fermosa a súa feitura!
 ¡Que lixeireza a do eixo! 

As cousas vanse aledando 
por onde o meu carro pasa. 
¡Carrétame herba pró gando! 
¡Tráime a colleita prá casa"
Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán
Esplendor de la naturaleza gallega a cada paso que damos. Pequeña carballeira de robles jóvenes

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán
Y así, inmersos en este paisaje de fincas, setos y árboles avanzamos por esta parroquia de Corvelle, puerta del concello de Vilalba


Empezamos a oír el tráfico de la Autovía del Cantábrico (A-8) y llegamos a ella: Aquí iremos a la izquierda, pasando por debajo en este túnel

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Pasan poquísimos coches por aquí, más bien algún tractor, pero a la izquierda tenemos una acera

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Salimos al otro lado y vamos a la derecha


La pista se ensancha saliendo a un gran campo abierto


Por aquí pasa un pequeño arroyo, el Rego de Leiras. Al fondo vemos una gasolinera, la Estación de Servicio Vallibria, de Martiñán, en la N-634, donde hay cafetería



Al lado de esta pista, una vieja pontella, dos grandes piedras a manera de puente, tal vez testimonio del viejo camino

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán


Caminamos, subiendo ligeramente unos metros, al lado de la finca de una gran nave, la de Talleres Tipsa


Y se nuevo vamos a las arboledas


Pasamos la entrada a la nave y caminamos todo recto, Fijémonos en las balizas del gasoducto


Es la recta que da entrada a Martiñán por Viladóniga. A partir de aquí volveremos a pisar asfalto


Y ya vemos las casas de Martiñán, extendidas mayoritariamente a los lados de la carretera N-634


Barrio de Galanas. La verdad es que estos campos en llanos y rellanos son un evidente contraste con las etapas montañosas que hemos dejado atrás


Aquí ya pasamos al lado de algunas parcelas, pequeños chalets y viviendas unifamiliares, según atravesamos Viladóniga, lugar mencionado en un documento de abril de 1175, cuando Vela Iñíguez le vende al abad Don Gonzalo del monasterio de Vilanova de Ozcos un terreno... "in uilla que uocitant Uilla Donega, secus flumen Euee". El topónimo hace referencia a un asentamiento, villae, propiedad de una tal Donega, del latín Dominica (Señora)


El 11 de agosto de 1286 un tal Álvaro Gómez compra a Dª Urraca Péres de Villadonega la hacienda que tenía en Carballido, Romai, San Simón y Vilamartín


Dentro de esta antigua diplomática medieval que menciona al enclave, recogida por Francisco Mayán Fernández, en 1396 Fernán Pérez de Andrade dona los Casares de Villadonega y Martiñán al obispo D,. Lope y al Cabildo de Mondoñedo por partes iguales


En nuestros días Viladóniga es un vergel de casas y jardines a los lados del camino a Vilalba


Ahora atención en este cruce: el camino sigue de frente pero si deseamos tomar algo podemos ir a la izquierda para ir a los bares del pueblo, Café Bar Parra y Café O Barrio, retomando luego el camino en la carretera


Justo en esta encrucijada, sobre una tapia: el Cruceiro das Galanas, descrito en Cruceiros de Galicia como eel tipo de Cruz, pero sin imagen de Cristo crucificado. Cruz latina de sección romboidea, con remates florenzados (en forma de flor de lis) y botón central. capitel cuadrangular con molduras, fuste o varal de la columna hecho en sección cuadrada con las esquinas rebajadas en chaflán


Sigue así el camino asfaltado, en una larga recta hacia el inmediato horizonte: la carretera general


A lo lejos, a la derecha, otra importante referencia


Desde aquí vemos las casas de la carretera, en la larguísima recta de Vilalba. Allí está la célebre Panadería de Martiñán, famosa por su pan, que mucha gente pasa a recoger. Extraemos del blog de gastronomía, literatura y fotografía Colineta estas frases que lo explican mucho mejor que lo podamos hacer nosotros...
"En esta panadería, situada al borde de la carretera y ante la cual acostumbran a parar los conocedores de lo que allí se cuece, preparan un pan que no necesita acompañamiento. Puro sabor, ligeramente más dulce que un pan normal, de corteza gruesa, sabrosa y ligeramente amarga en la parte inferior por recibir un fuerte calor en esa zona, miga compacta como los antiguos panes caseros, tan compacta que los bollos que parecen de medio kilo pesan en realidad el doble. Naturalmente, cocido en horno de leña"
O Bolo de Martiñán
, es pues, la esencia gastronómica del afamado pan local, llevado a la fama por esta panadería hace ya bastantes décadas, tal y como sabemos gracias a este reportaje en El Progreso:
"Non ten unha feira coma o capón ou o queixo de San Simón, pero o bolo de Martiñán, un pequeno barrio da parroquia vilalbesa de Corbelle, ten a fama da tradición que traspasa fronteiras co sabor de sempre. "Podería facelo cos ollos pechados", di Virginia Pico, que aos seus 65 anos segue dando forma ao pan igual que empezaron seus pais, Olegario e Lola, hai máis de medio século 
"Viviamos en Abadín e tiñamos uns tíos aquí e en 1961 meus pais colleron un garaxe e puxeron un forno. Facían pouca cousa. Cocían dúas veces por semana", rememora Virginia, que ten que remontarse a 1961 para contar o xermolo do que hoxe é unha das panaderías con máis fama de Vilalba
"Meu pai repartía nun carriño en bicicleta", relata unha muller que recoñece, pese a que a súa filla, Loli Ramil, xa está embarcada dende hai anos na tradición familiar, que non é capaz de xubilarse. "É moi difícil desengancharse. Foi a túa vida e non me dou decidido", di, e fala dun negocio que evolucionou sen perder as raíces. 
"Aos tres anos compraron esta casa -na que hoxe cocen e venden o pan- e puxeron o forno -un dos tres que aínda traballa- e a panadería. Pero facíase pouco pan. Agora cócese tódalas noites, excepto Nadal e Aninovo, e un día normal fanse unha media de 700 pezas", que aumentan a máis de mil as fins de semana ou aos 2.000 nestas datas navideñas que, xunto co verán, é a época máis forte. "Veñen por sacos porque este pan mantense moito", di. 
Actualmente traballan no negocio dez persoas, con tres coches repartindo por semana e catro a fin de semana, por toda Vilalba, Xermade e algo de Abadín. "Tamén veñen dende As Pontes, Mondoñedo ou Ferreira do Valadouro para levar para vender en tendas", comenta co orgullo de recoñecer que o produto funciona pero sen a necesidade de darse máis importancia da que cre que considera 
"Non queremos protagonismos, pero o pan ten moita fama. Se falas de Martiñán xa é no primeiro no que pensa a xente", e trata de dar as razóns do éxito: "É moi boa zona de trigo e de auga e séguese facendo igual que sempre. Non hai cámaras de fermentación". 
Sexa como sexa, nin a crise económica nin a apertura da A-8 mermaron as vendas da panadería vilalbesa. "O pan viaxa moito. Vén moita xente de Asturias a propósito e moitos camioneiros saen na autovía para compralo. É algo moi bo que teña éxito, pero ás veces supón un exceso de traballo e, como vivimos aquí, teñas aberto ou pechado, búscante para compralo", explica unha muller que sabe que a mellor forma de vender o que amasa cada noite, cando toca o espertador ás 3.30 horas, é degustalo un mesmo 
"A mellor recomendación é probalo. É moi macizo, consérvase moi ben e vale para comer con calquera cousa", di, despois de contar unha anécdota inesperada: "Un rapaz de Burela sorprendeunos un día porque fixo unha páxina de Facebook do bolo de Martiñán e pide unha foto do bolo na autovía". Hoxe suma 1.400 seguidores. Alguén aínda non o probou?"

Pensando en las exquisiteces gastronómicas de Martiñán seguimos nuestro camino atravesando la población, que por su ubicación a lo largo de la N-634 es el más poblado de la parroquia vilalbesa de Corvelle. Antaño había unos cuantos comercios y negocios, constituyendo un importante eje económico


Vanesa Bran publica en El Progreso esta explicación de la historia comercial del lugar:
"Martiñán é o barrio máis poboado da parroquia vilalbesa de Corvelle. Foi un dos núcleos comerciais máis relevantes da comarca. Agora, vellos negocios sobreviven e os novos emerxen para recuperar o potencial que tivo fai décadas
Un dos principais motores económicos da zona está ubicado nunha privilexiada situación en pleno Camiño Real, que levaba da capitalidade chairega á localidade mariñá de Mondoñedo. Isto era Martiñán fai pouco máis de catro décadas, e así o definen os seus veciños. Este barrio vilalbés, o máis poboado da parroquia de Corvelle, conserva hoxe en día os resquicios do enorme potencial que nalgún tempo tivo. En cada recuncho da vila pódense observar os restos da máis viva historia mercantil da zona, que estaba repleta de negocios e empresas que atraían a xente de todos os lugares e facía fronte á mesma capital da Terra Chá: Vilalba"

Llegados a la N-634, hemos de cruzarla con muchísimo cuidado. Aunque hay mucha visibilidad los vehículos suelen pasar a altísimas velocidades, y un coche, camión, autobús... que veamos a lo lejos se planta aquí en segundos


Hay un botón que pone en funcionamiento un sistema luminoso que avisa a los conductores de paso de viandantes. Hagamos uso de él aunque parezca que no haya tráfico


No queremos dejar de informar que, en esta carretera, aún más allá de la panadería, está la Parrillada A Casilla, paraíso de la gastronomía gallega


El camino sigue entre las casas que tenemos delante...


Es la ruta hacia A Pontevella, histórico puente del viejo trayecto a Vilalba, hito del Camino Norte en Galicia, elemento destacado del patrimonio de esta senda varias veces milenaria


Primeramente iniciamos una larga pero ligera subida al Alto de Martiñán


Cuidadas huertas frente a la carretera nacional. Su construcción dio como resultado el abandono del viejo camiño real, el cual quedó como carretera local. Carmen Pena en Del camino real a la carretera y a la autopista, Vilalba, dice:
"Este, como todos los paisajes, pertenece al universo. Y no sólo porque es parte del cosmos natural terráqueo, sino porque también lo es de la historia de la civilización y la modernización, a su escala, desde su lucha por integrarse en la red viaria desde los tiempos más remotos, más aceleradamente a partir del S. XVIII y vertiginosamente en el siglo XX, en el cual una red de carreteras primero y autopistas más tarde lo han ido haciendo un paso obligado del turismo y el comercio, que se dirigió desde principios del siglo XX de Asturias al Norte de Galicia- A Coruña y Ferrol- y a Portugal (...)
“La Carretera” pasa por el pueblo, dirigiéndose por Mondoñedo y Ribadeo hacia Asturias. Esta fue parte del camino de la modernización más avanzada de los años veinte en España en el terreno del transporte, al integrarse en el Circuito de Firmes Especiales aprobado en 1926, una red de carreteras y con nuevo sentido comercial y turístico “moderno”, que cambió por firmes asfálticos los anteriores pavimentos de “macadam”, los cuales ya no servían para el paso de automóviles y camiones, que ya eran bastantes y rodaban a la velocidad meteórica de 65 kilómetros por hora"

Fue esta durante siglos la comunicación directa entre Mondoñedo, capital de la extinguida provincia de este nombre, y Vilalba, capital chairega, fundada en el siglo XIII en torno a un castillo que protegía una importante encrucijada de la que formaba parte este camino. Según nos informa la Xacopedia esta ruta predominó a partir del siglo XIV para los peregrinos del Camino Norte que el paso por Lugo, antigua capital del Convento Lucense de Gallaecia


Alegoría de Camino de Santiago pintada en una puerta. Dentro de la recuperación del trazado de los caminos históricos jacobitas en los años 90 fue considerado itinerario oficial y señalizado como tal


Una de las características del trazado caminero a Vilalba es que carece de variantes, caminos complementarios, recomendados, alternativos, etc. La ruta oficial es solo una y una seguirá siendo hasta Baamonde, donde se abrirá un abanico de posibilidades para llegar a Santiago


El Camino sube recto. Es muy posible que fuese un paso natural desde la más remota noche de los tiempos que recorre toda la gran llanura interior lucense, readaptado durante la romanización y mantenido, tal vez con algunas variaciones, en tiempos medievales, y así siguió, como hemos dicho, hasta la construcción de la actual red de carreteras


Salimos de nuevo a más fincas. En Galicia Única leemos:
"El paisaje es una mezcla de prados, cultivos y bosques autóctonos. Y el Camino del Norte de las peregrinaciones a Compostela, atraviesa también estas tierras, con final de tramo en Vilalba, que cuenta con un magnífico albergue. Este Camino es el precursor de Vilalba como lugar de descanso para los viajeros…"

La cuesta va suavizándose según llegamos al Alto de Martiñán, una de las escasas cuestas en la ruta de Vilalba


Pasamos así al lado de esta casa de alta y artística chimenea. Una buena referencia visual


Hortensias junto al cierre de la finca


Arte naturalista en el jardín: troco con forma de puente, ruedas y eje del carro do país, roca, enlosado, arbustos ornamentales...


Esta cuesta no es absolutamente nada en comparación con todas las que hemos dejado atrás en el Camino Norte, las más recientes las de la Mariña lucense, pero quien más quien menos revela cierta fatiga ya en las últimas jornadas antes de llegar a Santiago


Y aquí acabamos definitivamente de subir: Alto de Martiñán (441 m)


El camino se abre en dos ramales frente a esta casa


Iremos a la izquierda, tomando el camino hacia A Pontevella


Así nos lo indica el mojón, avanzando ya en tramo recto y llano


Carro do País en el prado frente a la casa, testimonio del trabajo del campo, ahora elemento ornamental


Cipreses en la finca, donde vemos también un cruceiro


Cruceiro del Alto de Martiñán. Al fondo un pozo de agua, con su clásica estructura de piedra, portezuela de madera y tejadillo a dos aguas


El conjunto es un verdadero pazo de estilo más o menos contemporáneo. Si bien los pazos gallegos clásicos se construyeron entre el final de la Edad Media y principios del siglo XIX, otros, de nuevos estilos más urbanos o indianos, siguieron construyendo hasta avanzado el siglo XX


Luego de unos metros en llano empezamos poco a poco a bajar


Es el valle del Rego do Batán, con sus caseríos desparramados por la campiña y sus soutos o bosques de ribera


Hortensias dando la nota colorista al paisaje intensamente verde


Gran castiñeiro con hermosa y buena sombra


El camino pierde el asfalto según nos acercamos al río


A la izquierda los prados se extienden hacia la fértil vega


Campos y fragas de Portovello, bosques de Ordoño y Curro de Abaixo


Allí abajo termina este descenso, en la umbría de las tupidas y mágicas arboledas fluviales


Y aquí está el histórico puente de A Pontevella, construido en el siglo XVII por los famosos canteiros de la Terra Chá para que el ancestral camiño real entre Mondoñedo y Vilalba cruzase el Rego do Batán.


Se atribuye su construcción concretamente a Domingo Antonio de Seoane, de la dinastía de Os Carboeira, autores de numerosas obras, familia y taller oriundos del lugar de este nombre, en la parroquia Vilalbesa de Román, muy bien estudiados por Fernando Arribas Arias y José Manuel Blanco Prado en Os Carboeira, unha dinastía de canteiros de Román (Vilalba)


Vamos a asomarnos a ver su estructura por este lado, el izquierdo según vamos hacia él


Hay dos grandes arcos de medio punto, uno mayor que otro, y un tercero bastante más pequeño que sirve de aliviadero en las grandes riadas o crecidas. Hay un poco de muro de contención en los arranques del puente



Como es tradición el paso del puente dispone de un tramo de calzada empedrada- Antes de cruzarlo vamos a pasar al lado derecho, pues merece la pena


Hay una carballeira con área de descanso. un rincón especialmente bello y tranquilo que invita a realizar una parada


Mesas y bancos de piedra ofrecen la posibilidad de abrirmla mochila y tomarnos un tentempié, dado que aún es largo el trayecto que nos aguarda hasta Vilalba


Nos asomamos también aquí a admirar su fábrica


Vemos los tres arcos y el gran muro-cuña que encarrila el agua de las crecidas hacia el arco pequeño, con su muro de contención a su derecha


Vistas estas márgenes ahora sí que vamos a cruzar este histórico puente pisando las viejas piedras de su calzada...


A los lados sendas líneas de chantas o chantos, losas lisas de piedra, a manera de petril, característica constructiva de toda la comarca, que veremos sobre todo en cierres de fincas


Es casi una de esas cajas camineras naturales de las viejas sendas. Hay alguna inscripción casi borrada muy mala de leer


Las orillas del río, en una idílica estampa: a la izquierda...


Y a la derecha... es común ver troncos caídos o arrastrados por la corriente


Pasamos el puente y al otro lado sigue un par de metros más el firme empedrado


El Camino sale así nuevamente a los prados


Bifurcación y a la derecha


El mojón indica que estamos a 130 kilómetros de Santiago, de la Praza do Obradoiro exactamente


Saliendo de la ribera del Rego do Batán, cuyo topónimo trae a la memoria los antiguos batanes que antaño funcionaban con la fuerza de su corriente, empezamos esta cuesta entre campos y fragas


El corto repecho acaba pronto 


Son los parajes del Monte Botelo. Recordemos que en Galicia, como en Asturias y otros lugares, la palabra y topónimo monte hace referencia a bosque, arbolado, etc. más que, necesariamente, a montaña o elevaciones del terreno, si bien los antiguos bosques chairegos han dejado paso en buena parte a las plantaciones de eucaliptos


Sea como sea en el camino a Vilalba vamos a admirar en toda su plenitud el paisaje de la gran llanura de la Terra Chá


A nuestra derecha, arrabales de Martiñán, cerca de la carretera. Más a lo lejos es el valle del Rego da Ribeira y sus afluentes, cerrado al norte-noroeste por la Serra da Carba, cuya cumbre es el Monseivane (935 m). La sierra es fácilmente identificable con su parque eólico. Son estribaciones de la gran Serra do Xistral, que se extiende desde la misma costa hasta el interior de a chaira


Hay extensas fincas y fragas, como es la tónica dominante del paisaje en esta comarca



En este lugar llegamos a un cruce



Salimos a una carretera local que comunica estos caseríos con la N-634, que discurre unos cuantos metros más a nuestra derecha, pero que apenas vemos (ni oímos) desde aquí



El mojón, siempre oportuno, nos indica seguir de frente, a la izquierda. Eso sí, desde aquí podríamos acercarnos a la mencionada Parrillada a Casilla, en la carretera, si quisiésemos comer de mesa y mantel o tomar algo


Una casa con sus cuadras, granja y explotación ganadera en medio del prado


Fila de árboles que dan sombra al camino


En este cruce atención: seguiremos recto, de frente



Justo por donde viene paseando aquel vecino con su perro: veamos a la derecha el mojón


 Aquí el camino vuelve a ser de tierra, pero sigue siendo muy llano


Avanzamos fraga adelante en un encantador paraje boscoso


El camino avanza recto entre los árboles


A nuestra izquierda. al sur, A Cruz, en la parroquia de Carballido


Gran pradería a la izquierda: por aquí nos metemos en la parroquia de Goiriz, cerca de As Touzás, por donde seguirá nuestro camino a la villa de Vilalba, la capital de la Terra Chá, que estamos recorriendo















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