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jueves, 16 de octubre de 2014

VALDEPARES (EL FRANCO) Y CAMPOS (TAPIA): EL "EXCELENTE CAFÉ DE LUGI SALANDRA", EL PÁRROCO BEDIA, LA ANTIGUA CAPITAL, "OS ROMEDIOS" Y EL PASO DEL PORCÍA


Palacio de Fonfría, Valdepares (El Franco). ¿Primer testimonio del café en Asturias?
Campos de Novales desde el Camino
Una vez dejada atrás A Caridá (La Caridad), capital del concejo de El Franco, el Camino Norte de Santiago ha entrado en la parroquia franquina de Valdepares al cruzar el río de Vío o de Salgueiras. Luego, por las inmediaciones de El Transformador, Pedra y Mernes, cruza la carretera N-634 cerca de Novales, y sigue en dirección a la cabeza de la parroquia, discurriendo por caseríos y aldeas en los llanísimos campos de la rasa costera del noroccidente asturiano, a un paso ya de Galicia


El hábitat en esta zona de la parroquia de Vadepares es muy disperso, así llegamos a Casa Remedios, al norte de A Ronda, uno de sus barrios o lugares


Las conchas indican el Camino, cerca de las camperas de Os Carbayotes


 Avanzamos por este trecho llano y recto en El Cercadín. No hay arcén pero en principio esta carretera local no tiene mayormente tráfico, si bien a veces hay quien gusta de apretar un poco el acelerador. Estemos muy pendientes también del paso de maquinaria agrícola, grandes tractores, remolques, arados, ensiladoras, o los camiones de las lecherías


Si bien desde los años 70, y sobre todo a partir de mediados de los 80, desaparecieron muchas caserías tradicionales, pequeñas y familiares. En cambio hay en la actualidad grandes rebaños de leche, concentrados en ganaderías de importante tamaño y dimensiones, que requieren gran mecanización y buenas vías de comunicación, ensanchándose considerablemente los antiguos caminos vecinales, como lo era ya incluso el camín real desde la apertura de la carretera general, primeramente llamada carretera da Coruña o carretera nova de Oviedo, existiendo noticias de época de líneas de diligencias que comunicaban con el puerto coruñés, salida de los emigrantes embarcados a las américas



Leemos así en la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 19 apéndice 1981-1992 voz El Franco), que esta especialización láctea se refleja en que la cuarta parte de la superficie del concejo son pastos, mientras que solo el 10% se emplea para cultivos como patatas, maíz, fabas y hortalizas


En los prados donde no pacen las vacas normalmente se siega la hierba (sino se hacen monte) y se empaca para heno


Buena parte de la zona rural del concejo, sobre todo la más cercana a la capital, a las carreteras y a la muy turística costa, se torna en residencial de baja densidad, de viviendas unifamiliares con terreno, con jardín y frutales o árboles ornamentales


En este cruce seguimos adelante, por el camino principal en todo momento, la carretera local hacia A Ronda


Tal y como manda el mojón, siempre colocado muy oportunamente



Curva a la izquierda. A la derecha empezamos a ver el valle del río Piñeira, que se une al Mernes y desemboca un poco más al norte, en la pequeña pero muy atractiva Playa de Monellos, una de las encantadoras calas y conchas de la cercana costa


Y esta es su encantadora veiga: los árboles delatan su pequeño curso bajo el pueblo caminero de San Pelayo, por donde pasaremos, a un paso ya de la cabeza de esta parroquia de Valdepares y en ruta a Fonfría y el emblemático paso del río Porcía


Tramo a la sombra, cuando nos acercamos a dicha vegetación ribereña, paraje de delicioso frescor en días soleados y calurosos


Por ahí va el río Piñeira, oculto por las arboledas de sus orillas, que nace un poco más al sur, al pie del pico Anguileiro


Este es el puente, el río, un pequeño arroyo, es posible incluso que nos pase desapercibido


Estamos en Os Pradoes: grandes prados, pradones, como su nombre bien delata. Que haya caldo como topónimo revela que tradicionalmente se empleó como pasto. Existieron antaño rebaños trashumantes que en varano subían a los pastos de los puertos y en invierno bajaban a los más suaves climas de los de la marina, de ello hemos hablado abundantemente a nuestro paso por los denominados conceyos vaqueiros. En la actualidad aún hay algo de esa trashumancia en algunos lugares, pero ya en camión, no andando y cambiando incluso de residencia


Estamos en la aldea de A Ronda, otro de los barrios, de hábitat también muy disperso de la parroquia de Valdepares, A poco que nos separemos de la costa, más urbanizada, comunicada y turística como hemos dichos, ya predomina totalmente la actividad ganadera


Pinares: casi dos quintas partes de la superficie del concejo tiene usos forestales, si bien mayoritariamente al sur, en la montaña. Leemos en Costa Occidental de Asturias de la Wikipedia:
"La presencia humana muy extendida en toda la rasa costera ha ido deteriorando, a lo largo de los años, la vegetación autóctona de la zona que originariamente debería estar formada de forma mayoritaria por bosques de carbayos (Quercus robur), abedules (Betula pubescens subsp. celtiberica) y laureles (Laurus nobilis). Destacando en la actualidad escasos cultivos madereros de pino marítimo (Pinus pinaster) y eucalipto (Eucalyptus globulus). Por su parte, en las vaguadas y en el piedemonte de las sierras prelitorales que delimitan la rasa por el sur aún pueden encontrarse escasos fragmentos de bosque en los que se distinguen alisedas, lauredales y carbayeras con castaños"

Y en el caso concreto de los pinos marítimos es interesante el estudio La transformación histórica del medio forestal en Asturias, de Carlos Manuel Valdés, Geógrafo de la Universidad Carlos III de Madrid, Pedro Díaz Fernández, Doctor en Biología, y Luis Gil Sánchez, Ingeniero de Montes, que dice:
"La deforestación secular y la alta demanda de maderas a que se llegó en el siglo XX motivó desde principios de siglo una política generalizada de repoblaciones forestales. Las primeras especies usadas fueron las de aprovechamiento económico más rápido y rentable, principalmente pinos y eucaliptos. Las principales especies empleadas son Pinus pinaster, Eucalyptus spp., Pinus radiata y Pinus sylvestris (Figuras 22, 23, 24 y 25). El origen exótico del eucalipto y del pino insigne no ofrece ninguna discusión. En el caso de los pinos autóctonos, negral y silvestre, su actual distribución asturiana se debe a la actuación del hombre, que los reintrodujo en terrenos intensamente transformados a lo largo de la historia, o bien favoreció su expansión a partir de rodales o pies aislados. Los datos paleobotánicos confirman la presencia de los pinos en tiempos pasados, por lo que resulta más adecuado considerarlos como especies reintroducidas que como especies alóctonas. El pino más abundante es el pino negral (Pinus pinaster) que ocupa el 13 por ciento de la superficie forestal. Sus masas se engloban dentro de la región de procedencia “Noroeste” y dentro de ella en la subregión “noroeste costera” que desde Galicia entra en Asturias hasta Gijón, en los terrenos situados por debajo de los 600 metros (Alía et al., 1996). El pino silvestre ocupa algo más del 4 por ciento de la superficie forestal. Esta especie ha sido empleada en repoblaciones forestales de carácter fundamentalmente protector en áreas donde la ganadería secular ha conducido a la pérdida del arbolado"

 Y en relación a las nuevas especies de pino, este mismo informe, que publica el Ministerio de Medio Ambiente, continúa:

"Con criterios eminentemente productores se han empleado en repoblaciones forestales, a partir del siglo XX, eucaliptos y pino insigne (Pinus radiata) para el aprovechamiento de su madera. La enorme difusión de estas especies se debe fundamentalmente a la reforestación de propietarios particulares" 

Y según la Ordenanza municipal reguladora de la distancia entre plantaciones y fincas de labor y praderas aprobada por el pleno del Conceyo o Ayuntamiento de El Franco se dice:
"Las nuevas repoblaciones forestales guardarán una distancia mínima de 30 metros, medida sobre el terreno con viviendas u otras edificaciones agrarias, turísticas o industriales en uso, núcleos rurales o suelo urbano y suelos urbanizables, planificados y/o desarrollados. Entre los 30 y los 75 metros, no se autorizará la plantación de pinos, eucaliptos o acacias, y la distancia mínima entre los plantones será de 7 m."

Tras una pequeña cuesta desde el puente y pasar al lado de los pinos, llegamos a estas casas...


En este lugar salimos de A Ronda...


Y llegamos a otro de los barrios de Valdepares: San Pelayo, que hace un momento veíamos desde la distancia


San Pelayo extiende sus casas a lo largo de este antiguo camín real y la carretera general, al norte de Os Pradoes, y es la antesala de Valdepares, la cabeza de esta parroquia


Entramos en San Pelayo por el pequeño valle que forma aquí el río de Mernes, bajando un poco para después subir


El arroyo apenas se ve, es poco más que un surco, apenas visible entre los prados, al menos en verano. A nuestra derecha volvemos a ver la N-634


Vaquerías en el pequeño valle, justo sobre el río, sin duda en la hierba más jugosa. Vacas lecheras frisonas, a las que corresponde la primacía ganadera franquina, prácticamente el 95% del total vacuno 


San Pelayo es un núcleo rural de carácter eminentemente residencial en nuestros días, con apartamentos, alojamientos rurales y vivienda vacacional, en un lugar muy bien comunicado, accesible y al lado de las playas


Carro del país. Antes indispensable para el trabajo del campo, hoy elemento decorativo en esta bella finca. Sus originales ruedas, anteriores a las de rayos o radios, tienen un diseño de remotísimo origen histórico. Leemos de ello en la voz rueda en la Wikipedia:
"Las primeras ruedas eran simples discos de madera con un agujero central para insertarlas en un eje. La posterior invención de la rueda con radios permitió la construcción de vehículos más rápidos y ligeros y surgió durante la cultura de Andrónovo (2000-1200 a. C.), al norte de Asia Central
La inclusión de una cinta de hierro alrededor de las ruedas de los carros surgió en el primer siglo antes de Cristo entre los pueblos celtas que, además, fueron los primeros en usar un tipo rodamiento rudimentario en el eje consistente de unos discos de madera muy dura. Posteriormente los romanos utilizaron anillos de bronce como rodamiento, a modo de buje. Por esa época, constructores daneses también probaron con éxito un sistema de cojinetes con rodillos de madera que hacían girar la rueda con menor fricción. 
No hubo grandes modificaciones hasta el siglo XIX, cuando se generalizó el uso de metales en la elaboración de maquinarias"

Independientemente de sus actuales usos residenciales o turísticos, se mantienen muy bien las estructuras tradicionales propias de la zona


Casa-bloque, con tejado a cuatro aguas que tiene a ser apiramidado, predominando mampostería y teja en su construcción, resultando un conjunto de grandes proporciones


Aquí tenemos otro ejemplo, con balcón, elemento introducido muchas veces según inspiración, influencia o gusto indiano. Al fondo, otro estilo, de casona, con largo corredor y soportal, tejado a cuatro aguas y buhardilla o bufarda. El desarrollo de la industria del vidrio en el último tercio del siglo XIX influyó en no pocos diseños y reformas, tendiendo a hacer ventanas más grandes por ejemplo


Y llegamos ahora al Parque de San Pelayo, donde hay una bifurcación... y tenemos que tomar una decisión


Unas flechas indican seguir a la izquierda, todo de frente y recto, y otras a la derecha, las dos opciones llegan al parque de Valdepares. Tradicionalmente nosotros venimos empleando el ramal de la derecha, pues así se visita la capilla que da nombre a este barrio de San Pelayo, así como se como se ve el Palacio de Fonfría y pasamos al lado de la iglesia y la escuela, conociendo algo de su historia


Ya desde el mismo cruce, en este ramal derecho que vamos a seguir, vemos al fondo este santuario pelagiano


En el parque, admiramos al ir allá otra de las numerosas cruces de Santiago, obra del artesano Jesús Trabadelo González, de A Caridá, la capital franquina e instaladas en el trayecto xacobeo en el año 1993, y que confirman nuestro camino, todo un emblema caminero en Asturias


Llegamos a la carretera nacional N-634, que cruzaremos con sumo cuidado todo de frente hacia el campo de la ermita


Al cruzar veremos la nave de Muebles Francisco. La carretera y la cercanía a la autovía favoreció la instalación de empresas en Valdepares, incluso un polígono, el de Novales, en buena parte como esta dedicadas a lo relacionado con la madera


El camino pasa entre la mueblería y la capilla, todo de frente y recto


La capilla de San Pelayo, que alberga en su interior una imagen del santo mártir, ha de ser muy antigua para haber calado como topónimo de este lugar, sin embargo no existen demasiadas noticias relativas a su antigüedad, solo que la que vemos en nuestros días es fruto de una reforma realizada en el siglo XVIII sobre otra anterior de la que no hay datos de su fundación


Tienen un precioso campo de romerías, estupendo para hacer un alto y descansar de nuestra larga caminata. Es de planta rectangular y tejado a dos aguas, así como una pequeña espadaña de arco de medio punto


Y aquí tenemos otra cruz más del artesano franquín Jesús Trabadelo, de las que fueron colocadas con la recuperación de los caminos de Santiago en 1993, y que en su mayor parte aún siguen en pie


Las empezamos a ver según entramos en el concejo de El Franco, pero las continuaremos encontrando en otros concejos a partir de aquí, incluso gallegos, sobre todo di tomamos el camino histórico y oficial por ASsturias, hacia Vegadeo/A Veiga, incluso al entrar en Galicia por Ría de Abres (Trabada) y en Vilanova de Lourenzá (frente al albergue público), justo antes de Mondoñedo


Visitada pues la capilla, reemprendemos la marcha, y seguimos por el camino


Así apenas salimos del campo de la ermita encontraremos una bifurcación, en la que nosotros seguimos a la izquierda. A la derecha se va a la cercana Playa de Monellos, a unos 600 metros de aquí, cerca también del castro del Cabo Blanco, uno de los más importantes de este sector de costa


En este tramo están las señales de la senda costera, que tomamos en dirección a Tapia


Desde la bifurcación, el camino señalizado sigue recto rumbo a la iglesia de Valdepares, el centro de la parroquia


En esta recta pasamos al lado de las últimas casas de San Pelayo...


Predomina como en buena parte de la costa occidental asturiana, un paisaje de rasa litoral de campos muy llanos, a veces abiertos, y casas desparramadas por los caminos, con su terreno, huertas y frutales


Enseguida reconocemos en la lejanía Valdepares, cabeza de la parroquia, en concreto el barrio de Fonfría


Fonfría es un topónimo existente en muchos lugares y hace referencia más o menos siempre a "una fuente de la que mana agua fría en verano y caliente en invierno", si bien se trata más bien de una sensación corporal al beberla, respecto a la temperatura ambiente de cada estación que de cualquier otro fenómeno geológico



Fonfría debe su nombre en este caso a una fuente de aguas ferruginosas aquí localizada, si bien el elemento más destacado y visible desde el Camino es el Palacio de Fonfría, cuyas dependencias se extienden a la derecha de las casas del barrio, rodeadas de una extensa finca


El Palacio de Fonfría o de los Camposorio, se construyó en el siglo XVI al estilo de los pazos gallegos de esa misma época, en los que la pequeña aristocracia rural empezaba a resultar favorecida frente a los grandes señores de la ya pasada baja Edad Media. Parece ser, como es frecuente, que la casona se hizo en base a una torre preexistente, un recinto fortificado de vigilancia, control del territorio, de paso etc. que habría perdido su razón de ser, siendo transformado en casona, y del que ya habrí anoticias en el siglo XIV


Su primer dueño fue D. Diego Castrillón Cienfuegos, cuyo escudo de armas luce en la fachada, pasando luego a su descendiente D. Santiago Castrillón Cienfuegos, alcalde de El Franco varias veces y famoso por su humanidad para con sus colonos. También fue solar de D. Alejandrino Menéndez de Luarca, perteneciendo en nuestros días a los Camposorio y pasó por sus pertinentes reformas, principalmente en el siglo XVIII


El palacio tiene dos alas en forma de L, con un espacio central cerrado por murallón almenado. Está construido en mampostería y su portón metálico es dieciochesco. Junto a la casona, de portada neoclásica, está la capilla, dedicada a la Inmaculada. Hay una importante biblioteca privada y en la huerta está la citada fuente de aguas ferruginosas que da nombre al lugar. 


En esta casona solariega debió ser donde el viajero-ingeniero Luigi Salandra tomo tomó "un excelente café" cuando paró en ella en 1797, uno de los primeros testimonios escritos referidos al consumo de café en Asturias. Al menso así nos lo dice la Gran Enciclopedia Asturiana en la voz Café (tomo 3), si bien, el dato que da "una casona solariega situada entre Figueras de Castropol y Navia de Luarca"  abre la posibilidad a que fuese aquí o en el siguiente palacio que nos vamos a encontrar, el de Campos, ya en el vecino concejo de Tapia


Luigi Salandra, el protagonista de esta historia, es realmente un gran desconocido. Su Viaje por España en 1797, año de guerra con Inglaterra, permanece inédito en el Instituto Iberoamericano de Berlín, fundado en 1930, si bien algunos extractos fueron traducidos por Jesús Evaristo Casariego y publicados en Caminos y viajeros de Asturias, estudiados por el también investigador Ramón Baragaño, de quien escribe en El Comercio, el 23 de abril de 2009, dentro del artículo Luigi Salandra, un viajero italiano en Avilés (1797):
"Nada sabemos del autor, excepto que era ingeniero y un claro representante de los viajeros de la Ilustración, que cuenta lo que ve, con todo lujo de detalles, incluso de las cosas aparentemente no importantes, como la comida y los precios, lo que nos proporciona una visión muy realista y minuciosa de la época, que contrasta con la mirada apasionada y exótica de los posteriores viajeros románticos. Tampoco puedo ofrecer el retrato de Luigi Salandra, puesto que no se conoce ninguno.
El viajero italiano entra en Asturias, cruzando la ría del Eo en barca, procedente de Ribadeo (Lugo), por el puerto de Figueras, en el concejo de Castropol, y continúa viaje por la costa asturiana a través de Navia y Luarca, donde embarca con dirección a Avilés, villa en la que permanecerá durante dos días a la espera de otro barco que le llevará a Santander y Bilbao"

Tal y como Luigi Salandra describe el tomarse su café en su escrito, da la impresión de que no se tratase de una grandísima novedad, pues no en vano fue en ese siglo XVIII cuando el café triunfo definitivamente en Europa, cosa tan corriente y cotidiana que para nada nos hace pensar en los muchos problemas que trajo su éxito en la sociedad. Se trataba de un producto del que no se tiene constancia de su existencia antes del siglo XV, y cuyo lugar de origen es Abisinia, actual Etiopía, en concreto la comarca de Kafa. La tradición asegura que algunos pastores observaron el efecto tonificante que producía en sus animales la ingestión de la semilla de la planta del cafeto, y empezaron ellos a probarla. También se habla que en los monasterios allí existentes, principalmente cristianos coptos, fue donde se perfiló su elaboración bebible tal y como hoy la conocemos, ya que era muy apreciado por los monjes, dado que les ayudaba a mantenerse despiertos durante los oficios nocturnos. Posteriormente de Abisinia pasó el Mar Rojo y llegó a Yemen, extendiéndose por toda la península arábiga y por lo tanto a lo largo y ancho del mundo musulmán. Dado su éxito entre la población pronto se abrieron los primeros establecimientos que hoy llamamos cafés y cafeterías, pero es entonces cuando surge el problema, los guardianes de la religión observan los efectos que produce el consumo del café, animando a la reunión, la tertulia y el debate, la charla y la excitación. Ello, considerando los preceptos islámicos sobre la condena de la intoxicación, llevó a su pronta prohibición, cerrándose las cafeterías, ayudando en ello el poder político, que atribuía a esas reuniones para tomar café un foco de rebeldías y críticas a las autoridades. Poco no obstante pudo hacerse, pues ante el peso de la popularidad del café, aquellas vedas hubo que levantarlas y tanto triunfó que en algún país musulmán se estableció que una mujer podía divorciarse del marido si este no le proporcionaba unos mínimos del negro y líquido tesoro

En aquel entonces, ya en el siglo XVI, algunos viajeros europeos empezaron a escribir sobre el café y sus efectos, lo que conllevó su popularización, atribuyéndose a los mercaderes venecianos su introducción en Europa. Aquí pasó algo muy parecido al principio: primeramente se extendió rápidamente su consumo pero fue entonces cuando algunos religiosos pusieron en grito en el cielo. El los países protestantes de acusó al café, como al tabaco, de ser otros de los vicios traídos por los católicos, pero en los países católicos hubo clérigos que lo acusaban de ser bebida de Satanás, dado que entraba en competencia con el vino, sagrado en la liturgia por ser transformado en la sangre de Cristo. La discusión llegó al Vaticano, donde el papa Clemente VIII llegó a probarlo para discernir entre su bondad o maldad como bebida de infieles. Tanto le gustó que afirmó que sería injusto dejar que únicamente los infieles disfrutasen de tal placer, llegando incluso a bautizar simbólicamente al café para que no cupiese ninguna duda

En los países protestantes y en la mayoritariamente anglicana Inglaterra también hubieron que levantar la mano ante esta gran difusión del café. En el siglo XVII abrieron por doquier cafeterías en Oxford, Londres, Berlín, etc.etc.etc. pero aún en tiempos de Federico El Grande de Prusia se suprimieron las últimas censuras a su comercio y consumo, pese a que todavía, avanzado el siglo XIX, existía bastante prevención contra su consumo en el norte de Europa. Mientras, en Rusia tomar el café podía acarrear prisión y hasta tortura, pues para más inri, cualquier estado de ansiedad o nerviosismo era prontamente atribuida a su consumo. En Estados Unidos, tras el motín del té en Boston, inicio de su guerra de independencia, fue considerado bebida nacional por oposición a los hábitos teínos ingleses. Al final el café derrotó toda oposición y fue tan totalmente aceptado que toda esta historia parece inverosímil cuando no ridícula, pero es cierta, pues hubo hacia él tanto o más miedo incluso que hoy en día ante las drogas duras


Por ello, cada vez que el peregrino se tome uno de esos estupendos cafés que reaniman el cuerpo y el alma, mente y espíritu, muchas veces tan necesario como unas buenas botas, principalmente por las mañanas, ha de tener tan presente que no fue tan del todo fácil que esto ocurriera y tiene, aquí en estos rincones del  Camino, el testimonio de aquella verdadera odisea cafetera. Sin duda apetece, solo saberlo y pisar Valdepares, tomarse un café... en sus múltiples preparaciones


Y así, dejando San Pelayo y con ganas sin duda de tomarnos un café, nos encaminamos a Fonfría, bajando primeramente al pequeño valle que se forma en esta vaguada. Es un camino recto que desciende para volver a subir


Urbanizaciones en construcción

A nuestra derecha el Monte Molina


Entrando en Valdepares, el valle de Parius, dicen los filólogos, un antiguo posesor de época romana o altomedieval...


Y tras bajar, empezamos a subir, siempre en línea recta


Asomando sobre los tejados, la espadaña del campanario de la iglesia nos sirve de muy buena referencia, pues pasaremos a su lado


Entorno rural y residencial de viviendas unifamiliares, parcelamientos y naves ganaderas


Y la gran llanura litoral que se extiende hacia el mar. Las casas de Fonfría se extienden hacia el camino del Cabo Blanco y su gran solar castreño


Invernaderos al lado del camino...


Prados y naves a nuestra derecha


Va acabando la cuesta según llegamos a la casa rectoral, de trazas modernas, rodeada de frutales...


Al llegar a la rectoral acaba la cuesta, caminando nuevamente en llano


Y seguidamente, ya vemos la iglesia parroquial de San Bartolomé de Valdepares, con su campo separado del camino por una línea de árboles y arbustos. En el inventario de parroquias asturianas de Gutierre de Toledo, años 1385-86, aparece mencionada como Santa Olalla de Valdepares



La fiesta patronal se celebra el 24 de agosto, y se festeja también el Corpus, pero es especialmente significativo el Encuentro que se celebra el domingo de Pascua, cuando se encuentran dos procesiones, una de hombres, con pendón rojo, y otra de mujeres, con pendón morado. Después de tres venias y un simulacro de combate, con gran destreza entre quienes portan y mueven los pendones, se simboliza el triunfo de la vida sobre la muerte


Es esta, iglesia de notable antigüedad, si bien con profundísimas reformas a lo largo de los siglos. se dice fundada en el siglo XVI sobre otra anterior, si bien su traza actual es de principios del siglo XX. Llaman la atención sus grandes capillas laterales, una a cada lado del crucero. Más pequeña, adosada entre una de ellas y la la también grande cabecera, es la sacristía


Fijémonos ahora en lo que hay entre las dos ventanas de esta capilla que mira al camino...


Es un reloj de sol, elemento muy común en muchas iglesias y edificios notables, antecesor de las maquinarias relojeras...
 

Aunque actualmente ha quedado como un elemento más decorativo que práctico, su existencia era muy útil pues advertía, al menos al párroco que viviría en las inmediaciones, de las horas canónicas, y podría tocar las campanas, llamando a las misas y demás actos litúrgicos, o a reuniones como el conceyo aberto o junta vecinal, que solía celebrarse en los pórticos


La faz o cara del reloj marca las horas con sus líneas, mientras que la otra parte suele ser una superficie plana, una varilla o pequeña chapa, el gnomon o estilo de forma adecuada, cuya sombre, al proyectarse sobre las rayas, marca la hora


El el cruce, el camino continúa a la izquierda, pero según pasamos seguimos contemplando la iglesia y su entorno


Seguidamente vemos el cabildo, eran esto lugares, como hemos dicho, de reuniones vecinales. En muchos de ellos estuvieron las primeras escuelas, por eso cuando se construyeron las primeras se hicieron tan cerca de los templos. Enfrente de la entrada hay una explanada asfaltada, cerrada al camino de Fonfría con un muro almenado 


Naturalmente, la pizarra, elemento primordial y tradicional en la zona, predomina en las cubiertas de todos los edificios, incluyendo las iglesias. Hasta bien entrados en Galicia, prácticamente hasta la Serra da Cova da Serpe, en el paso de tierras lucenses a coruñesas en el camino de Sobrado, será la pizarra lo que más se vea, con diferencia, en estas cubriciones


Vamos a acercarnos un momento a su portada mientras admiramos so delantera y los pórticos y capillas laterales, todo de estructura especialmente alta e importantes dimensiones. Arriba está la espadaña del campanario, la referencia visual que teníamos desde San Pelayo: dispone de dos huecos grandes abajo y otro más pequeño arriba, para las campanas


Sobre la portada, un ventanuco, que imita los renacentistas, arroja luz al interior


La portada presenta ciertos elementos decorativos, delgadas y estilizadas columnas a los lados que acaban en una especia de copas o jarrones, y en medio una cabeza y sobre ella una roseta o disco solar...


La cabeza, si nos fijamos, es la de un ángel, muy reconocible por las alas. No sabemos su significado concreto, porque sin duda lo tenía. Su representación sobre la portada parece sin duda una alegroía de la entrada en la casa de Dios, trozo del cielo en la tierra, etc.


Y ahora, desde el muro almenado situado enfrente el citado muro almenado, se nos ofrece una buena vista de parte de Valdepares


Dominando la escena, otro de los grandes edificios históricos de Valdepares, A Torre, bien identificable por sus palmeras


A Torre de Valdepares fue una impresionante mansión de tres pisos, mirador y fachada azulejada, severamente arruinada tras el incendio sufrido en 1996, si bien se trata en realidad de la profunda transformación de un edificio muy antiguo, donde tenía solar Diego García de Valdepares, bajo cuyos auspicios y negociaciones se firmó la creación del concejo en 1583, desgajándolo del antiguo territorio de obispalía ovetense Tierra de Ribadeo y de su sucesor el Concejo de Castropol tras la Desamortización de Felipe II. Diego se casaría además con una mujer de la familia Castrillón, dueños por entonces del Palacio de Fonfría, uniéndose de esta manera ambas estirpes


La casa tiene dos cuerpos adosados, uno esta bien visible torre cuadrada, con dos tramos a distinta altura, mientras que el otro, más bajo es de planta rectangular, y estaba rematado con una torre prismática y sobre ella una galería volada que no acababa hasta la torre. Es un buen ejemplo del eclecticismo o mezcla de estilos tan propio de la arquitectura indiana


La quinta que llegó a nuestros días fue construida por el naviego Víctor Ochoa, tío del Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa, emigrante que hizo fortuna en Puerto Rico y que la hizo a su regreso. Según el investigador y presidente de la Fundación de Amigos de la Historia de Puerto de Vega, Servando Fernández, no se sabe exactamente la fecha de las obras, sí que Ochoa murió en 1926 con 67 años, y que fue un activo político, jefe del Partido Reformista de Melquíades Álvarez, cuyo gran valedor en el occidente asturiano era Vicente Loriente, de Castropol


Desde este campo de la iglesia veremos también algunos barrios al oeste de Valdepares demás del de A Torre, como A Forxega


A nuestra izquierda vemos el Colegio Público de Valdepares y la gran nave del Polideportivo, donde se celebran eventos, deportivos y sociales



Desde el campo de la iglesia nos dirigimos hacia allí, una de las escuelas que siguen existiendo en el ámbito rural de Asturias


Las escuelas fueron hechas por iniciativa de los emigrantes de las Sociedades de Naturales de El Franco en el año 1924, en estos terrenos donados por los Menéndez de Luarca, del antes citado Palacio de Fonfría, contando con mano de obra vecinal


En origen era de aulas diferenciadas por sexos, con un cuerpo central más alto, local para reuniones y tejado a dos aguas, pero sin viviendas anexas para los maestros. En 1974 pasaron a ser locales vecinales, pero en 1984 se fundó un colegio público de educación infantil y primaria que sigue haciendo su labor en nuestros días


La escuela es también centro de diversas iniciativas culturales y ha contribuido al asentamiento de población en esta parroquia de Valdepares


Frente a la escuela nos encontramos con esta bifurcación, en la que iremos a la derecha


De frente A Cruz, el altar al que llegan las procesiones desde la iglesia, camino del Parque de Valdepares


El Parque de Valdepares está dedicado a quien fuera párroco durante 51 años, José María Bedia, fallecido en el año 2016 y nombrado Hijo Adoptivo de El Franco, apodado Motorín por su forma de caminar, y denominado asimismo El cura más bueno del mundo. Esta es la necrológica de su fallecimiento firmada por David Suárez Fuente en El Comercio el 6-7-2016:
"En la tarde de hoy ha fallecido en la Casa Sacerdotal de Oviedo a los 83 años de edad José María Bedia Bedia, cura párroco de Valdepares durante 51 años. José María Bedia era conocido en el noroccidente asturiano como 'Motorín', debido "a su forma enérgica de caminar", recordaba esta misma tarde un vecino, sin olvidarse de la fiesta "multitudinaria" que el pueblo le organizó el pasado año en su cincuenta aniversario.
Don Francisco Fernández, párroco de La Caridad, recordó a su compañero como "el cura más bueno del mundo", asegurando que "mantuvo el buen humor que le caracterizaba hasta el final". José María Bedia falleció tras una enfermedad que se agravó en las últimas semanas, que le impidieron oficiar la misa de los domingos en su parroquia"

Al día siguiente, el mismo corresponsal describe así los funerales en este periódico:
"Una gran multitud ha despedido esta tarde en Valdepares a José María Bedia Bedia que había sido en los últimos 51 años cura de esta parroquia franquina. Personas de todos los concejos del noroccidente asturiano se han acercado a despedir a 'Motorín', como era conocido en la zona debido "a su forma enérgica de caminar", ha explicado un vecino. Momentos antes del funeral se han podido escuchar frases como "era un gran hombre", e incluso alguna anécdota o historia como a que dio a conocer José Manuel Berdasco, presidente de la Asociación de Vecinos de Valdepares, "una vez tuve una lipotimia y el me atendió", explicó dando cuenta de los estudios de medicina que José María Bedia había cursado, y fueron muy útiles a los vecinos "en aquellos tiempos en el que el sistema sanitario era deficiente". Todo han sido buenas palabras y elogios para este sacerdote que sin duda ha dejado huella en la comarca, a pesar de que la puntualidad no era una de sus virtudes, se suplía con sus características bromas y chistes por todos conocidos. 
El funeral ha sido oficiado por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, y al que le han acompañado los doce sacerdotes del arciprestazgo de Villaoril, el vicario de la zona occidental o los arciprestes del Eo y Villaoril. También han asistido miembros de la corporación, familiares, amigos y feligreses que han querido acercarse a despedir a su párroco.
Ha sido necesario habilitar un dispositivo especial de tráfico para evitar un colapso en el pueblo, en el que han participado miembros de protección civil de Castropol y del Franco, así como varias patrullas de la Guardia Civil. El ayuntamiento ha dispuesto un aparcamiento, y colocó unos altavoces y un centenar de sillas, en el exterior de la iglesia, para que todo los presentes pudiesen escuchar la emotiva despedida. 
Su compañero Francisco Fernández, cura de la parroquia de La Caridad, ha indicado a EL COMERCIO, que José María Bedia "mantuvo el buen humor que le caracterizaba hasta el final". El párroco falleció el pasado miércoles en la Casa Sacerdotal de Oviedo a los 83 años de edad, tras haber sufrido una enfermedad que le mantuvo apartado de la parroquia durante las últimas cuatro semanas. Tras el funeral el cuerpo fue enterrado en el cementerio local tal y como era su deseo"

Este es el Parque de Valdepares: el camino sigue recto a su derecha

Hay cancha deportiva, juegos infantiles y zona de arbolado, un lugar precioso que le da a Valdepares un cierto aspecto de pequeña villa caminera, muy acogedora para el peregrino

Aquí se celebraría antaño una feria mensual muy importante, aún reflejada en el Diccionario de Pascual Madoz de 1845-50, dedicada a ganado "especialmente de cerda, y géneros y frutos del país"


 A nuestra derecha, fila de casas con jardín


Pero para jardines, los del parque, bellísimos, bien cuidados y frondosos, un buen lugar para hacer un alto y descansar en nuestra larga e intensa caminata en uno de aquellos bancos...


Y seguidamente, reemprender la marcha, calle adelante


Admirando el paseo y la arboleda. Unos años antes de su fallecimiento, el tan recordado José María Bedia, hablaba así de Valdepares en Agencia SIC (Servicio de Información Católica), con motivo de un cálido homenaje que aquí se le tributaba en junio de 2015:
"La verdad es que a mí siempre me han gustado mucho los pueblos, y en Valdepares la gente me tiene mucho cariño, saben que tienes una necesidad y se vuelcan. Son muy amables y desde el primer día me recibieron con los brazos abiertos. Además, al ser de Figueras, conocía un poco la “fala”, y eso también me acercó a la gente, supongo. Eso y que soy cariñoso, que me gusta estar al lado de la gente. Por eso, hay una cosa que tengo pensado, y que les diré el día 20, y es que el cura debe descansar con los feligreses. Aunque en Figueras están mis padres y mi familia, yo ya tengo una casa aquí hecha, y se llama Courias –el cementerio–. Allí hay dos nichos preparados de la iglesia y uno de ellos será el mío. Quiero que me entierren en Valdepares, el lugar donde más tiempo he estado en toda mi vida"

Y ya llegamos a las casas de la carretera, en la recta de Valdepares


La carretera N-634 es una gran compañera del Camino Norte, coincidimos con ella desde San Sebastián en muchas ocasiones, y más que coincidiremos hasta llegar a las mismas puertas de Santiago


Es esta la recta de Vadepares, hemos de cruzar con mucha atención, pues aunque hay muy buena visibilidad los vehículos suelen pasar muy velozmente



Al otro lado sigue el camino, al oeste A Barraca, hacia el barrio A Molle y A Grandella, donde hay camping


Es la ruta también hacia El Franco, el barrio de Valdepares que fue capital del concejo entre 1583 y 1862, que vamos también a conocer en esta ruta, pues llegaremos a él dentro de poco


Al cruzar veremos la pensión de Casa Rego a la derecha, que tenía antaño también restaurante. Otra posibilidad para pernoctar


Nuestro camino continúa junto a esta muria de piedras que cierra la finca de la casa de la carretera


De frente, Casa Gabriela, a la izquierda del camino...


Este trecho del viejo camín real es ahora un camino vecinal con una señal de veinte, máxima velocidad autorizada para los vehículos



El camino sigue siendo mayormente llano, y así continuará hasta la bajada al puente del río Porcía, ya en el paso al concejo de Tapia


A nuestra derecha volvemos a ver A Torre, en concreto su fachada sur y parte de la oeste


Tenía espléndidos jardines y estatuas. Aunque hubo diversos intentos de venta y proyectos para hacer un hotel y restaurante continúa arruinándose


Por los campos de Valdepares recordamos cómo presentaba al concejo el citado Diccionario de Madoz a mediados del siglo XIX:
"El terreno en lo general es llano y fértil: hácia el S. y O. Tiene montes de diferentes magnitudes, donde se crian castaños, robles, pinos y otros árboles, hallándose tambien muchas y sustanciosas yerbas de pasto. Los caminos son locales y en mediano estado; el correo se recibe de Navia 3 veces á la semana. Produce cereales, lino, patatas, legumbres, hortaliza, garbanzos y castañas: hay ganado lanar, cabrio, de cerda y el vacuno preciso para las labores: caza de liebres, conejos y perdices: y pesca de varias especies en los rios, realizándose la de atun, besugo, mujol, congrio, sardina, pulpo, etc., en el mar. Industria: agrícola, telares de lienzos ordinarios y molinos harineros. Comercio: estracion de lienzos, jamones y pesca, é introduccion de géneros de vestir y comestibles necesarios"

Más atrás, en la alta Edad Media, todo el territorio dependía de dos monasterios, el de Miudes y el de Cartavio, pasando luego al cangués de Courias y, sobre todo, a la mitra ovetense de San Salvador, que tuvo aquí tierra de obispalía, la Tierra de Ribadeo (que no incluía a la villa gallega de este nombre). Escribe de ello el profesor Perfecto Rodríguez Fernández, de la Universidad de Oviedo, en el Boletín del Instituto de Estudios Asturianos:
" Sobre estos núcleos monásticos y su zona de influencia existe suficiente documentación que nos permite conocer detalles tan concretos y curiosos, como los ganados (el número de vacas, bueyes, yeguas, ovejas, etc.), el nombre y apellidos de los siervos de S. Juan de Prendonés o de los cautivos moros de Cartavio, y los lindes concretos del dominio monástico de Miudes en aquellos lejanos tiempos. Desde este punto de vista geográfico y toponímico es también de agradecer el escrúpulo con que el notario de turno redactó los documentos referentes a Cartavio o la diligencia con que hizo sus anotaciones el monje de Corias que compuso el Libro Registro en lo que concierne al monasterio de Miudes. Pues bien, en ninguno de estos documentos de los siglos X al XIII aparece el topónimo que comentamos o algún indicio que pudiese explicar su aparición posterior. En cambio sí son frecuentes los nombres de accidentes geográficos de todo tipo (montes, ríos, etc.) y sobre todo lugares (entidades de población o villas en la acepción latina del término) fácilmente identificables con los actuales por no haber sufrido apenas evolución ni contaminación alguna." Limitándonos simplemente al litoral por donde discurre la actual carretera Oviedo-La Coruña a su paso por los municipios de Coaña y El Franco, por donde aproximadamente pasaba una de las vías de peregrinación a Santiago, llamada también camino francés y más tarde camino real, esta documentación señala los ríos Navia, Ermezana, Vio y Purzia, y los nombres de lugar siguientes: Madias (Mohías), Felgueras (Folgueiras), Garrio (Jarrio), Cartavio, Miudes, Castellum de Aquilare (Castello), Arvoces, Moizes (La Caridad), Merles (Mernes), Purzia (Porcía), etc..."

 Aquí, sobre la vieja muria, crece una buena mata de vistosas hortensias...


  Ahora hay una bifurcación: en ella seguiremos de frente todo recto


Campos muy llanos y casas diseminadas a distancia unas de otras es el hábitat que vemos ahora a nuestro alrededor: A Grandella


Desde estos prados y mirando a la derecha, al norte, tendremos otro gran paisaje de Valdepares


La gran llanura litoral ante el mítico Cabo Blanco, solar del legendario Rey Castro, personaje de la tradición local, que luchó contra "os mouros", es decir, los antiguos, que serían quienes hicieron el castro allí existente. pues escapando del Rey Castro "intentaron separar el cabo de tierra y por eso excavaron los fosos"


En las cercanías hay mouras o encantadas, una de ellas en la fuente de A Polía, castigada por su padre al enamorarse de su enemigo, el Rey Castro, la cual se aparecía, guardiana de riquezas, en la alborada de San Juan. Tal y como cuenta la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 7 voz El Franco), el cronista franquín Marcelino Fernández y Fernández "constataba la creencia, a finales del s. XIX, en bruxas y trasgos, en el home marín -con el que, es experiencia nuestra, se atemorizaba aún a los niños a mediados de este siglo- y en la Santa Compañía (reuniones de muertos que expían sus culpas por caminos y caleyas en las noches de invierno"


Basándose en el mismo cronista, dicha enciclopedia cuenta otra extraordinaria leyenda, la de La luz del Arca:
"... a propósito de unos fuegos fatuos que se veían por la noche en un bosque con algunas zonas pantanosas, situado entre el caserío de Piedra y el río de Vío (también en la parroquia de Valdepares). Tal luz era relacionada con la aparición del alma en pena del señor de un supuesto castillo, el cual, por sus crueldades, había sido condenado a sufrir un purgatorio tan duradero para él como el mundo, y precisamente en el lugar de sus culpas. Según otra versión el alma en pena es la de la esposa infiel de cierto varón natural del Arca (ella era de Nenín, en la parroquia de San Juan de Prendonés), la cual baja, en forma de luz, en las noches oscuras y borrascosas hasta el lugar de sus pecados desde el cementerio de su parroquia -distante unos 3 km-, a donde regresa al amanecer"

En A Grandella se abre ante nosotros un abanico de caminos: a la izquierda se va al camping, otra posibilidad de lugar para pernoctar. Nosotros seguimos de frente, hay un mojón al pie de la tapia de la casa a la derecha de la foto


He aquí el mojón y he aquí nuestro camino...


A nuestra izquierda la verde campiña que se extiende al sureste hacia As Pedreiras, cuyo suelo firme de pizarra es el origen del topónimo. Hay un área recreativa y allí se celebra la Festa da Gaita y la Xornada de Gaiteiros, organizada por la Asociación Cultural Arcángel San Miguel. Se va por el camino paralelo que hemos dejado atrás


Y de nuevo otra Cruz de Santiago de las hechas por Jesús Trabadelo nos marcan la ruta en el barrio de A Molle, cerca ya de El Franco, la antigua capital municipal, de nombre homónimo al del concejo


En A Molle, pasando entre estas dos casas, seguimos disfrutando de unas soberbias vistas de Valdepares...


La gran llanura litoral del noroccidente asturiano, donde un edificio tan alto como A Torre sigue dominando el panorama y divisándose en la distancia


La pareja de grandes palmeras de su jardín compiten en altura con la torre que aún se mantiene en pie


Dadas sus amplias proporciones no cuesta nada imaginarse su antiguo esplendor, en este solar que tanto tiene que ver con el origen y nacimiento de El Franco como concejo


En A Molle, por la carretera antigua a El Franco, tomamos ahora esta recta


El perro guarda la casa. Observamos estas estructuras constructivas de cuerpos laterales (cuadras o establos tal vez en origen) adosados a los lados de la vivienda, quedando una delantera bastante protegida de los vientos, que nos encontraremos en más ocasiones


Seguidamente un campo de cultivo. Es maíz recién plantado


Y por aquí, al llegar a la siguiente casa, vamos saliendo de lo que es propiamente el pueblo de Valdepares con sus barrios y lugares


Es la Casa Luis de Tomasa, vivienda campesina a la derecha del camino


Azulejos con el nombre sobre la puerta


Salimos de Valdepares pero seguimos dentro de los términos de su parroquia, llegando ya a ver las casas de El Franco, pueblo del nombre del concejo, pues fue su capital desde 1583, cuando se firmó su redención por el citado Diego García de Valdepares, con residencia en su palacio o casona de A Torre, quien era comisionado de la villa y concejo de Sueiro, pues en Sueiro (parroquia de Prendonés), pudo estar muy al principio su capital

Por entonces, como forma de apoyar a Felipe II en las guerras de religión, el papa Gregorio XIII concede a la corona española numerosas tierras de propiedad eclesiástica de los obispados, para con sus rentas y ventas poder sufragar sus ejércitos. Así, el territorio del Navia-Eo, que si bien integrado en Asturias, en lo eclesiástico había sido confirmado como posesión directa de la mitra ovetense de San Salvador en 1154, pasa a ser el Concejo de Castropol en el año 1579, a excepción de este concejo de Sueiro, pues los demás no se irán independizando, paulatinamente, hasta las reformas liberales del siglo XIX


Es posible que esa capitalidad de Sueiro y concejo de Sueiro se formulasen por entonces a la vez que Castropol, ya como entidad aparte, pero en la firma de constitución del concejo hecha por Diego García de Valdepares en 1583 esta ya se establece la capitalidad en El Franco, cerca precisamente de donde estaba su palacio. Así el cronista franquín Marcelino Fernández y Fernández escribiría...
"la capitalidad y casa de Ayuntamiento estaba en Sueiro, hasta que, por escritura de redención, en enero de 1583, otorgada por García de Valdepares, en representación del concejo, pasó la capitalidad a este lugar, próximo a su casa y parroquia de Valdepares"

El nombre de El Franco, en el sentido de franco como equivalente a libre, se plantea claramente como un símbolo de esa independencia administrativa, tanto de la Iglesia de San Salvador como del nuevo Concejo de Castropol 


Se desconoce qué nombre tendría anteriormente este enclave, habitado o no, pero El Franco pasó a referirse a todo el concejo, incluso cuando la capitalidad pasó a A Caridá (antiguo San Miguel de Mohíces) en 1852


Sin duda, la pérdida de la capitalidad hubo de ser todo un trauma en aquella población, pero se vivió en un contexto de profundísimos y continuos cambios administrativos que no eran sino el reflejo de las transformaciones sociales, políticas y económicas que ya habían arrancado en el siglo XVIII y se sucederían tras las guerras napoleónicas, las Cortes de Cádiz, las reformas liberales, la reacción absolutista y posteriormente las guerras carlistas, los pronunciamientos, el paso a la sociedad industrial y la transformación de las formas de producción y comunicación, con sus nuevas carreteras, factorías, ferrocarril, etc.


Aquellos cambios, no pocas veces convulsivos, afectaron a España en general, a la mayor parte de Europa y a buena parte del mundo, pero en lo administrativo y sin salirnos del territorio franquín, en 1796 nacen las parroquias de A Braña y Arancedo escindidas de Miudes. Durante el Trienio Liberal (1821-1823) estas tres parroquias junto con la de Cartavio se constituyen con ayuntamiento propio como Concejo de Revellón. En 1863, al independizarse Tapia de Castropol, El Franco pierde su parroquia de El Monte, actualmente A Roda, que pasa a constituirse como parte del nuevo concejo tapiego. Todo ello dentro de un contexto social importante al máximo, la gran emigración de franquinos, como de asturianos, gallegos y de otras regiones y países en general, a las nacientes repúblicas americanas, cuyos capitales (los de los que hicieron fortuna naturalmente) en buena medida sufragarán estos cambios con la construcción, no solo de sus mansiones, sino de obras y edificios públicos como ayuntamientos, escuelas, iglesias, fuentes, lavaderos, caminos, etc.


Pero desde luengo tiempo ha, este entorno costero estuvo densamente poblado y fue muy importante ya desde época prerromana con el comercio marítimo y las minas de hierro y oro, prueba de ello es la gran cantidad de castros localizados en toda la franja costera cantábrica astur-gallega. La ancestral tradición portuaria, era no solo pesquera sino también comercial, navegación de cabotaje donde cada ensenada era un abrigo y puerto natural y dispondría de su castro correspondiente. Con el tiempo esta actividad se centró en esta zona en puertos como Ortigueira, Viavélez/El Porto, Porcía (en tiempos de la minería del hierro) o Tapia. Como puerto comercial puede decirse que en las cercanías solo Ribadeo, al hacer uno nuevo en Mirasol, mantiene este movimiento de carga y descarga de mercancías


Cabazo destartalado, otro símbolo del paso del tiempo. Obsérvese la alternancia de teja y pizarra en su construcción: losas de pizarra para las alas del tejado, teja para las aristas, una composición también muy usual. Este es uno de los estilos predominantes en la zona, elevado sobre dos pilares o cepas, cada una con su tornarratos para que no suban los roedores, y las paredes laterales de listones de madera o doelas, con un espacio intermedio para que entre el aire y no pudra lo guardado en el interior, generalmente destinado en origen a los cereales para moler y hacer pan para consumo familiar


La mayor parte de El Franco se extiende linealmente a lo largo del antiguo camino y luego su prolongación hacia la carretera. Llegado a a este cruce seguiremos de frente en el barrio de El Franco conocido como El Viso


Los topónimos viso y sus variantes son muy comunes y parecen venir del participio del latín videre, ver, esto es, visum, acción de ver, emparentado a la vez con abysum, abismus, abismo. Lo que en ambos casos aquí tendría sentido, una gran vista hacia la rasa costera, y a la vez un abismo en la bajada al Porcía, río que forma una honda tajada en la planicie costera, como enseguida comprobaremos


Por su parte, el topónimo Franco, aunque ha quedado claro y no aparece hasta después de declararse este lugar como capital del naciente concejo franco o libre a finales ya del siglo XVI, también tuvo en su momento conjeturas, dado que en otros lugares el mismo topónimo tiene otra raíz, y vinculada a las peregrinaciones, pues franco como francés y similares revelan el paso de peregrinos francos, que englobaba no solo a los actuales franceses sino que puede decirse que a centroeuropeos en en general


Otro elemento que empezará a verse con cierta frecuencia son los pozos de agua, con tejado y cerrados con puerta, como este que vemos ahora a nuestra derecha, antes de la casa


Este pozo daría servicio sin duda a este grupo de casas a nuestra derecha, todas campesinas y que guardan más o menos la estructuras básicamente comunes de los tipos existentes en la comarca, unas con tejado a dos aguas y otras a cuatro, siempre con planta alta y buen aprovechamiento del bajo-cubierta


Un animal cada vez más difícil de ver en nuestras aldeas, antes indispensable para el trabajo del campo y al transporte de carros y alforjas, ahora incluso en riesgo de extinción


La yedra cubre algunas viejas construcciones. Todo son símbolos también de las transformaciones acaecidas en menos de un siglo...


Retomando el tema del topónimo El Franco, deseamos plasmar otra parte del estudio a ello dedicado por el profesor Perfecto Rodríguez:
"... El Franco no aparece ni en la documentación altomedieval escrita básicamente en latín, ni en la romance posterior que hemos podido consultar hasta el siglo XVI. Por lo tanto, parece que el actual nombre de lugar de la parroquia de Valdepares, llamado El Franco, donde estuvo el ayuntamiento del mismo nombre antes de su traslado a La Caridad, no es anterior al siglo XVI y no tiene nada que ver con los francos peregrinos a Santiago y mucho menos con S. Francisco de Siena como escribió el P. Martínez Cabello.
Descartado el origen antiguo, supuestamente medieval, del topónimo de El Franco, ¿cuál podría ser el origen real a la luz de la historia y las tradiciones posteriores?. 
La palabra Franco puede tener básicamente tres acepciones que justifiquen su origen toponímico: 
1.-Podría significar, como ya hemos visto, “individuos francos” procedentes de allende los Pirineos: peregrinos de Francia y resto de Europa, mercaderes, caballeros voluntarios que venían a pelear contra los moros, extranjeros simplemente, etc.(Hipótesis más generalizada, válida para otros lugares de Asturias, que hemos descartado en nuestro caso tras atento examen de la documentación medieval y posterior). 
2.-Procedente de una persona llamada Franco. (Hipótesis del P. Cabello que hemos desestimado por descabellada). 
3.-En su acepción etimológica significa “hombre libre”, frente a siervo. De aquí procedería su posterior significado de “individuos o lugares que gozaban de ciertos privilegios o se emancipaban de algún poder o control administrativo consiguiendo la franquicia o libertad”. 
Este último es precisamente el significado concreto que tiene la palabra que da nombre al municipio de El Franco y al lugar del mismo nombre de la parroquia de Valdepares donde estuvo la capitalidad hasta mediados del siglo XIX. El hecho histórico que dio lugar a esta denominación aún está en la mente de todos los habitantes del concejo, que en 1.984 conmemoraron con espléndidas fiestas los cuatrocientos años de la consecución de la franquicia o libertad de la Obispalía de Oviedo, concedida por Felipe II con fecha 13 de marzo de 1583 y efectos del año siguiente de 1584 en que se produjo la toma de posesión. Así el concejo, reconocidos sus fueros y privilegios, empezó a tener vida propia y cierta autonomía e independencia. La satisfacción de los habitantes de entonces quedó reflejada en la leyenda que aparece en la piedra de armas que a partir de aquel momento presidió el ayuntamiento: FRANCO POR EL REY – LIBRE POR SU LEY"

A nuestra izquierda, en medio de El Viso, una explanada y parque infantil con tobogán y columpios. Más allá parece haber unos bancos...


De frente un cruce, en el que saldremos a otro camino y seguiremos a la derecha


Al pasar veamos los "picos" en el remate superior del alerón del tejado de algunas viviendas, característica de la arquitectura tradicional de la zona


El camino al que salimos es una recta que, procedente de As Pedreiras por El Armayor, articula también linealmente toda la población hasta las escuelas, comunicando luego con la carretera 


Pero nosotros no vamos a ir hasta las escuelas, nos desviaremos en el siguiente cruce


El cruce es este, otra explanada y en medio un poste telefónico en un tapín verde: hay que ir a la izquierda


Hay tenemos el mojón que nos lo indica, aparte de las flechas pintadas en el citado poste y otros lugares


Más praderías llanísimas al norte de El Ribeiro, aunque al fondo ya se divisan los árboles que caen al estrecho valle del río Porcía. El paso por El Franco es citado por el peregrino  y sastre picardo Guillaume Manier en 1672, cuando realizaba el camino de vuelta desde Santiago, donde había ido por el actual Camino Francés, hacia la capital asturiana para visitar las reliquias de la catedral de San Salvador, pues sin duda conocería aquella conseja de origen franco que decía, y dice: "quien va a Santiago y no val al Salvador, visita al criado y olvida al Señor"


El valle, oculto, prácticamente no llegamos a verlo, pero sí lo adivinamos: allí están las casas de Campos, ya al otro lado del río y por lo tanto el concejo de Tapia. Por allí sube la N-634 y a su derecha hace lo mismo el camino, remontando ambos ambos desde sus respectivos puentes. Al fondo reconocemos la iglesia parroquial de Campos y Salave, con su alta torre-campanario


Poco ante de la iglesia, en la Cruz da Caleya, antigua escuela de Campos, el camino se bifurca haciéndose dos, es el abanico de posibilidades que empiezan a abrirse para seguir ruta a la muy cercana Galicia: 
-Un camino, considerado oficial, se dirige al sur (a la izquierda), cruza la N-634 y se dirige a Tol (Castropol), en Castropol, abriéndose luego en diferentes ramales: Figueras/As Figueiras, Castropol y Vegadeo/A Veiga.

-Otro, la llamada Variante de Tapia, no cruza la carretera sino que continúa de frente hacia la iglesia en ruta a Tapia, la capital del concejo homónimo
En ello incidiremos al llegar a ese cruce


Mirando al sur, también intuimos el valle, que se extiende linealmente desde la Serra da Bobia, donde nace el Porcía, hacia el mar. No es un río largo, y aunque en su desembocadura hace una pequeña ría, no forma esta gran estuario, pero es un paso importante a medio camino entre las grandes rías del Navia y del Eo o de Ribadeo, bien reflejado por algunos peregrinos y viajeros de la antigüedad, formando además una isoglosa lingüística dentro del gallego-asturiano respecto a fenómenos como la palatización de la l inicial, llobo/lobo y otros 


Al sur -se extiende la parroquia de El Monte o A Roda, la desgajada del concejo de El Franco en 1863 al crearse el de Tapia


Antaño, aparte de este, debió haber otros caminos para cruzar el Porcía, pues según leemos en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa:
"... aquí se ha señalado la existencia de los vestigios de un puente romano a unos 100 m al sur del puente de la antigua N-634"
Los puentes, sobre todo en los ríos mínimamente grandes en lo caudaloso, sufrían especialmente las crecidas, máxime en estos que nacen, aunque no muy lejos, si a cierta altura, bajando con mucha fuerza, y no siempre en el mismo lugar que el anterior, buscando a veces un asentamiento mejor. Lo cierto es que poco más al sur existe un pequeño puente, de uso básicamente local y casi particular, un poco aguas arriba, en El Rabote, concejo de Tapia, donde había un molino


Nosotros llegamos ahora a Casa Leocadia, donde empieza propiamente la bajada



Delante de la casa, en esta bifurcación iremos a la izquierda


Esta nave avícola nos sirve como referencia, pues allí están puestas la concha y la flecha


Y a partir de aquí comienza la cuesta abajo por el bosque de esta ladera ribereña... "iniciándose aquí el descenso al valle del Porcía por El Morillo y La Canteira"


La senda pierde el asfalto y se forma una profunda caja caminera


Aquí un mojón nos indica que tomemos este camino a la derecha


Es conveniente fijarse, a veces si crecen la hierba o el seto silvestre, o si les da mucho la sombre, pueden no verse al pasar desapercibidos


Bajada a la sombra de laureles y otros arbustos. El entorno se torna incluso selvático, muy tupido


Estamos en el lugar de A Canteira, que tal vez guarde alguna relación con las antiguas minas de hierro que existieron en este entorno, explotadas hasta la década de 1960


El camino también se estrecha un poco en un primer tramo pro para quienes van andando se pasa bien


Luego parece ensancharse atravesando la umbría y siempre en bajada...


Aunque parcialmente oculto por los árboles, percibimos el abismo que cae hacia el río y al que antes nos referíamos


El primer tramo de descenso, el más largo y arbolado, acaba al llegar a la N-634, que vamos a cruzar de nuevo


Estamos en Porcía: el entorno se torna más humanizado, senda ancha y parcialmente asfaltada para los vehículos, fincas cerradas por setos y portillas, quitamiedos o guarda raíles...


Ya vemos las casas, se supone Porcía habría de venir de villa porcina o uillam porcinam, tierra de cerdos, puede ser que salvajes o jabalíes, como en otros casos similares (Porciles), aunque cierto es que en las ferias cercanas de antaño, como las de Valdepares y A Caridá, existía cierta especialización con el ganado de cerda, por lo que podría ser a causa de criaderos de cerdos domésticos o pocilgas. Es factible también, pero señalan los filólogos como más improbable, que fuese la villa o casa de un posesor llamado Porcilius, como en el caso de Porceyo


Sea como sea, al llegar a estas casas, o justo antes para ser exactos, hemos de tomar otro camino, a la izquierda


El camino parece que estuviese cerrado por una portilla de otra finca, pero no es así...


Sigue bajando, estrecho, entre el seto de la citada finca, a la izquierda de la portilla, y un muro que cierra otra


Advirtamos la concha y la flecha, también en un lugar que puede quedar a veces algo tapado o en penumbra


Aquí el muro ha sido reforzado, muy posiblemente a causa de algún corrimiento de tierras, o al menos para prevenirlo


Y sigue el muro, ya en lo que parece un tramo más antiguo, mientras caminamos, en continua bajada, bajo las ramas de los castaños...


Y a partir de aquí paredón a la derecha y empezamos a ver el río a nuestra izquierda


Estamos en las bucólicas y boscosas riberas del río Porcía, próximo a desembocar en la playa homónima, presto a formar su paisaje de meandros y ría, que aunque no pase por ellos el camino, recomendaríamos conocer en un posible desvío existente al otro lado del puente y del que os hablaremos al llegar a él


Allí está el puente al que nos referimos, sucesor de otros anteriores. 


Existió además de este un antiguo vado, donde se habilitada en él incluso una pasarela móvil para las fiestas



Bajo uno de sus arcos pasa la canal que lleva agua al Molín de Porcía, situado después del puente, uno de los muchos que funcionaba empleando como fuerza motriz de su maquinaria la fuerza de sus aguas, al igual que hacía otros muchos ingenios hidráulicos, como batanes y grafuas, por lo que también se le llamaba el río das ferreirías...


En 1672, el viajero francés, de Rocherfort, Antoine Jouvin, escribe en su obra Le Voyagueur d'Europe que este del Porcía "era un gran puente de piedra". Ochenta años después en el Catastro de Ensenada se dice que constaba de cinco arcos


Por las casas de Porcía sube el camino hacia el puente, pero antes de él tenemos una visita obligada muy vinculada a la historia del lugar


Y es que, a nuestra derecha y sobre el Camino, está la ermita de los Remedios, que podemos visitar, lugar de peregrinación y gran tradición romera, fundada en 1612 por el mismo Diego García de Valdepares que asentó la independencia del concejo en 1583


Tal vez vinculada en algún momento con este santuario estuviese la alberguería u hospital para pobres fundado por Ramón Murias de Beldedo (Vegadeo/ A Veiga), de la que nos da noticia Luis Antonio Alías en El Camino de Santiago por Asturias. Itinerarios, así como que en algún lugar cerca de la desembocadura del río hubo un monasterio bajo la advocación de Santa Coloma citado en un documento de Alfonso III en el 905 (si bien puede tratarse de una interpolación más del Liber Testamentorum de dos siglos y pico después)


La capilla pasó de generación en generación a la familia del Palacio de Fonfría de Valdepares, con quienes emparentó su fundador, uno de cuyos descendientes y herederos, el Sr. Camposorio, ante su estado de ruina, la dona en 1972 a la iglesia de esta parroquia de Valdepares, siendo prontamente recuperada. El ocho de septiembre se celebra la solemne romería de Os Romedios con sendas procesiones el ocho de septiembre, una religiosa desde el puente y otra profana en la alameda de la orilla, espacio protegido por su importancia natural


También aquí, sobre el camino y a la entrada del santuario, una magnífica Cruz de Santiago de Jesús Trabadelo, de las que tantas hemos visto y aún veremos más, sobre todo si tomamos el llamado Camino Histórico hacia Vegadeo/A Veiga y Trabada


Vamos a fijarnos ahora en algunos detalles artísticos y constructivos de su fachada sur, la más amplia, grande y luminosa, donde unos ventanucos en saetera dan luz al interior


También un medio óculo sobre la portada...


Y sobre la puerta, esculpido en piedra, un motivo ornamental vegetal. Podría parecer vagamente la hoja de un carbayo, tal vez tenga algún significado especial


Y este es uno de los ventanucos de esta fachada...


Normalmente en nuestros días el acceso suele hacerse por la portada que mira al este, hacia un pequeño terreno colindante con las fincas


Esta portada es de arco de medio punto, lisa y sin adornos, con un pequeño óculo encima y la pequeña espadaña para su diminuta y preciosa campanía


Y al entrar, vamos de frente al altar, con un retablo de factura moderna y mesa con la Cruz de la Victoria grabada en la madera, que es también obra del gran hacedor que es don Jesús Trabadelo, el de las camineras cruces de Santiago, Hay también coro y pila bautismal


La veneradísima Virgen de los Remedios. Os Romedios. La llave del camarín se reservó en su donación por la familia Fonfría, para que fuesen sus miembros quienes siempre la vistieran, sobre todo el día d ela fiesta. Es una talla en armadura hecha especialmente para vestir


Virgen coronada con el Niño


La romería está organizada por la asociación cultural Alameda de Porcía, junto con su preciosa jira o comida campestre y desde su primera edición en 1983 la Noite Celta de Porcía, decano de los festivales de música celta y folk en Asturias, por el que han pasado músicos, nombres y grupos de resonancia internacional


Visitada esta histórica y venerada capilla romera y caminera retomamos el camino


Bajamos las escaleras junto a la Cruz de Santiago y salimos a la carretera


Pasamos primeramente al lado de la Casa del Río y en la carretera iremos a la izquierda, hacia el puente


Coincidimos con las señales de las sendas costeras en este antiguo Puente del Porcía por el que pasaba además antiguamente la carretera, dentro de las grandes campañas de obras públicas dieciochescas emprendidas por Carlos III en las vías de comunicación, germen de lo que sería la red de carreteras actual, si bien aún tardaría un siglo  en empezar a hacerse realidad


Cruzamos el puente. De suficiente anchura quizás para el paso de las carretas, de ahí carrateras, para los que estaban diseñados, pero no se imaginaban no por asomo el número y tamaño de vehículos a motor que llegarían a existir, siendo entonces preciso hacer uno nuevo un poco más al sur, para la actual N-634


Bajo nosotros la canal del molín, el canal que llevaba agua embalsada al antiguo molino. Esta es una foto de principios del verano, cuando las hojas de los árboles dan plena sombra


Y este es el mismo lugar al principio de la primavera, cuando aún no ha crecido la hoja y entra el sol iluminando todos los rincones


La esclusa de la canal del molín bien a la vista, memoria de aquellos tiempos en los que el pan se hacía en casa, luego de llevar el grano a moler


Al otro lado, a la derecha del puente, abajo, vemos dicho molino, el Molín de Porcía, con todas sus partes y dependencias más o menos intactas, incluyendo la vivienda. Se ve que fue un molino importante al que vendrían a moler continuamente las vecindades de varios pueblos alrededor. Al fondo, al otro lado del río, va el mencionado camino a la playa


Desde algún rincón tal vez asome en la distancia algún pequeño trozo de la playa, como este, en la misma desembocadura, hermoso arenal y pequeño pero muy bello estuario que, insistimos, merece la pena conocer. La Playa de Porcía, paraje protegido de extraordinaria belleza, fue un embarcadero natural, ya que el río constituía una comunicación fluvial muy importante entre las montañas y el mar, en aquellos tiempos en las que los caminos terrestres eran toda una odisea. Ya se embarcaría oro incluso desde época prerromana desde las cercanas vetas auríferas, y el hierro desde entonces casi hasta nuestros días, pues hay galerías de las antiguas minas mismamente al lado mismo del camino

Puede verse claramente el trazado del pequeño tren minero de vagonetas que llevaba el mineral a los pequeños barcos, uno de los cuales, el carguero Valkenburg, de bandera holandesa, quedó varado el 23 de junio de 1928 al chocar contra las rocas que cierran su bahía, las islas e islotes de Os Bois y Os Castelos, que de la misma manera que hacen de ella un abrigo natural, son un peligro para la navegación, que llegó a ser relativamente intensa, pues el cargadero era la salida comercial del hierro no solo de aquí, sino de gran aparte de esta comarca, e incluso de productos manufacturados de este metal elaboradas en las ferreirías del valle, como Llagar, e incluso el clavazón y herramientas procedentes de Boal. En Amigos de la historia de Tapia leemos:
"La actividad en las minas de hierro de Porcía (Tapia de Casariego) a finales del XIX y principios del XX supuso una serie de problemas para el pueblo de Tapia. Las calles se veían deterioradas por el trasiego de los carros que llenos de mineral iban al puerto a cargar los mercantes. 
Por ello se decide construir un cargadero en Porcía en un lugar, que como muchas personas indicaron, no era apropiado por su poco calado y proximidad a las rocas y bajos. 
A finales de los años 20 se pone de manifiesto la peligrosidad del cargadero cuando un mercante de entre 1300 y 1500 T, el Valkenburg, encalla en el canal y se pierde, cerrándose así el acceso al cargadero. 
Se ha especulado sobre si se trató de un hundimiento intencionado, ya que la explotación estaba atravesando una crisis. Según las informaciones que nos han llegado el causante del accidente fue un fuerte viento que se levantó cuando el barco estaba saliendo"
Las labores de rescate se prolongaron muchos años, aún a mediados del siglo XX se sacaron las calderas del mercante y se transportaron al puerto de Tapia. Hubo también un pequeño puerto pequero de arribada en tierra ahora prácticamente testimonial. En la actualidad la playa, con área recreativa, se centra en sus usos turísticos, paraíso de bañistas y solaz de caminantes y peregrinos


Visitar la playa es algo que, por su cercanía, deseamos recomendar. Entendemos perfectamente que quien va andando, y también en bici, no puede pararse a cada momento a verlo todo, y menos aún desviarse a conocer rincones cercanos, por bellos que sean, pero de vez en cuando merece la pena, y este puede ser el caso. Para ello habríamos primeramente de cruzar el puente, pues justo al llegar al otro lado está el ramal que se dirige al arenal, divisando los preciosos meandros desde él


Fue además río este de gran riqueza piscícola, salmones, truchas y reos abundaban en sus aguas. Poco después se abre a un hermoso estuario con meandros y bellas riberas que conoceremos al ir a la playa


El mismo lugar a principios del verano, cuando las hojas, ya crecidas, de los árboles, proporcionan buena sombra y crece la hierba en estas inolvidables orillas


Al pasar el puente habremos salido del conceyo de El Franco para entrar en el de Tapia por términos de la parroquia de Campos y Salave. Al lado estaba A Venta de Porcía "que era parada obligada para todo viajero", propiedad del marqués de Santa María del Villar y lo administraba don Pedro Menéndez de Murias, vecino de El Franco, por medio de su criado Plácido Blanco, con unos beneficios de "cuatrocientos reales de vellón al año", según datos del Catastro de Ensenada que recoge la recitada Topoguía del camino en la costa asturiana


En A Venta de Porcía el camino sigue de frente, pero atención, si deseamos ir a conocer la Playa de Porcía hemos de tomar el camino de la derecha


Del camino a la playa hablamos pues en el correspondiente enlace. Nosotros, siguiendo el Camino Norte, avanzamos hacia El Cruce de Porcía, justo de frente


Hay un poco de cuesta en estas casas que son la parte del pueblo que pertenece al conceyo de Tapia, y es que desde el río empezamos a subir de nuevo a las llanas camperas de la rasa costera


Aquí, luego de las casas de A Venta de Porcía, dejamos el asfalto de la carretera para subir esta cuesta hormigonada


Es la subida de L'Outeiro, un corto pero fuerte repecho que pasa junto a las casas


Un primer tramo asciende todo recto entre fincas, hasta aquel muro de piedra que tenemos enfrente, tras el que crecen los frutales y asoman más casas


Subida corta pero directa y empinada


En el citado muro un azulejo con concha nos confirma que vamos bien y que la cuesta continúa, serpenteado ligeramente para ganar pronto altura


Buen subidón y un trecho colorista y florido en este cuestudo trayecto


Las flores parecen darnos la bienvenida en estos nuestros primeros metros por el oncejo de Tapia, creado en 1863 tras escindirse de Castropol como lo había hecho El Franco casi tres siglos atrás


El fuerte recuesto parece empinarse más en este tramo. No es nada para quienes han hecho el camino por Las Ballotas o por Las Palancas, solo por acordarnos de alguna de las últimas serranías costeras que hemos dejado atrás de todos los puertos de montaña y altos y bajadas de los que abunda el Camino Norte


Casas de L'Outeiro. Este cruce puede ser un buen lugar para hacer un alto a mitad de la cuesta, recuperando aliento antes de seguir subiendo


Atención a la concha de esta otra muria, pues la yedra tiende a taparla


Hermosos rosales: es un camino eminentemente botánico y agradable, pese a la dura subida


Vislumbramos ya cerca el final del largo remonte desde el valle


También es buen momento para volver la vista atrás y ver los altos de El Franco por los que acabamos de bajar


Vista adelante, sigue la bella línea de flores en un verdadero jardín lineal casa a casa, una pequeña ruta botánica que sin duda deleitará a todo el mundo, principalmente a los amantes de las plantas


Volviendo a mirar atrás, al ganar altura reconocemos a lo lejos algunas casas de El Franco, por donde acabamos de pasar antes de la bajada a Porcía


Concha y grifo de la fuente en el muro de la entrada de Apartamentos Porcía


Bonito diorama: buzón de cartas en forma de casa y detrás, al otro lado de la valla, un cabazo, así como varios cerdos ¿alegoría de Porcía?: estamos en el barrio de Campos, uno de los que componen esta parroquia de Campos y Salave. Se trataba en realidad de dos parroquias tapiegas que se fusionaron en el año 1891


Y aquí acaba la cuesta, en los campos de Campos, valga la redundancia: en esta bifurcación iremos a la derecha


Caminamos en llano ya al lado de esta artística portalada con tejado de pizarra a cuatro aguas


Queda a nuestra izquierda la extensa finca del soberbio Palacio de Campos. también llamado Casona dos Magdalena, por ser sus dueños durante gran parte del siglo XX, y Palacio de Santa María del Villar, por su antiguo propietario en el siglo XVIII, don Joaquín María Miranda Omaña y Osorio, marqués de Santa María del Villar


Palacio originario del siglo XV pero con grandes ampliaciones, sobre todo en el siglo XiX. Cuenta con capilla propia, fuera de la cerca que lo circunda, y también se le denomina Casona de los Magdalena por ser estos sus propietarios durante gran parte del siglo XX. También sería posible que el "excelente café" de Luigi Salandra hubiese sido servido en esta casona, dado que no está del todo claro a qué palacio de la zona se refiere en sus crónicas.


Es un palacio cuyas características constructivas pasan por tener poca altura, planta baja para cuadras, almacenes, caballerizas, cochera y demás servicios y planta alta para vivienda, todo ello en torno a un patio central. Forman parte del conjunto todas las huertas y campos aledaños. Sigue la tendencia de la arquitectura tradicional de la zona, donde abunda en su construcción la pizarra, de estructura sobria y robusta, sin ornamentos podría decirse


Las ventanas, en el primer piso, son más bien pequeñas, las puertas son de arco de medio punto y a sus lados hay ventanucos tipo saetera. En en IPAA o Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias dicen así:
"Los vanos distribuidos regularmente en el primer piso son de pequeño tamaño y se cierran con carpintería enrasada. Al exterior presenta un aspecto sólido, compuesto por varios volúmenes cúbicos, totalmente desornamentados. En la planta baja hay puertas con forma de arco de medio punto. La fachada principal es de escasa altura, con el piso bajo poco peraltado y de aspecto más próximo la arquitectura tradicional que a las soluciones arquitectónicas formales.

Un conjunto integrado por el palacio, propiamente dicho, la capilla fuera del recinto amurallado, las tapias y las huertas y campos que lo circunscriben. El palacio está construido con mampostería irregular de pizarra, reforzada con sillería en las esquinas, cornisas, jambas, dinteles y antepechos de los vanos. La cubrición exterior es de pizarra, material característico de la arquitectura del occidente de Asturias, sobre la que se colocan piedras de sección piramidal en la línea de fachada, cuya función era y es evitar posibles desprendimientos. El inmueble muestra una clara dependencia con los pazos gallegos, como atestigua la presencia de una amplia finca o jardín, un palomar y una capilla"

A lo lejos a la derecha el barrio de Bardascón, Por allí va, hacia Tol, uno de los dos caminos que se separan en la Cruz da Caleya


Hacia A Cruz da Caleya vamos nosotros, atravesando Campos por el lugar de Celleiro


Siempre de frente en dirección oeste volvemos a admirar las planicias de la llanísima rasa costera, aquí plantadas de maíz


Además de los mojones, a nuestro paso por Tapia hallaremos muchos de estos postes con el azulejo de la concha, principalmente en estos lugares donde no hay muros donde pagarlos ni donde pintar siquiera las flechas amarillas


En esta parroquia, además de las plantaciones de maizal como planta forrajera para el ganado, veremos extensos prados de siega y pasto, además de terrenos cultuvables, con grandes plantaciones de arándanos, por ejemplo


En la llanura, el camino suele dibujar estas largas rectas: de frente las casas de El Barreiro, donde está A Cruz da Caleya


A Cruz da Caleya es sin duda una de las grandes bifurcaciones del Camino Norte, esta de muy especial relevancia ya que condicionará nuestra entrada en Jackobsland, Galicia, el País de Santiago


Este es un lugar muy importante, pues aquí, detrás de estas las antiguas escuelas, hemos de decidirnos entre continuar por lo que era el "camino principal" y oficial hacia Tol, o la llamada Variante de Tapia. Pasamos a explicar someramente ambas alternativas, de las que a la vez salen en abanico, otros caminos y enlaces:
-La Variante de Tapia, últimamente muy empleada, sigue de frente a la derecha, hacia la iglesia, camino de la villa de Tapia, capital del concejo. Luego por Villamil y Serantes pasa por la Playa Penarronda y en Villaldún se dirige hacia A Ponte dos Santos para pasar a Galicia por Ribadeo admirando la boca de la ría

-El Camino hacia Tol, que se dirige a la izquierda, al sur, cruzando la N-634, puede ser el principio del otro gran camino para entrar en Galicia: el llamado Camino Histórico, si bien también lo son otras alternativas que salen de él en Tol:
1) El Camino Histórico propiamente dicho va de aquí a Tol, ya en el concejo de Castropol, toma la dirección sur camijo de As Campas, Lantoira, Vilavedelle y Seares para dirigirse a Vegadeo/A Veiga y luego de allí pasar a Abres, cruzando allí el Eo para entrar en Galicia por Ría de Abres en el concello de Trabada para ir a Mondoñedo por la Serra da Cadeira y el Val de Lourenzá. Era la ruta empleada por los peregrinos que no deseaban exponerse a los entonces grandes riesgos de pasar la ría en barcas atestadas y normalmente de caro pasaje

2) Otra opción es ir desde Tol a Barres, y luego, por la parte alta de Figueras/As Figueiras cruzar A Ponte dos Santos por su paso peatonal del sur, o bien bajar al puerto y allí concertar los servicios de una lancha de pasajeros para revivir, con mayor seguridad, aquel antaño atrevido embarque que a pesar de ello escogían muchos peregrinos de tiempos pasados, llegando a Ribadeo, como es el camino oficial y preceptivo, por su puerto antiguo de Porcillán

3) Y aún hay una opción más: dejando el cruce anterior y continuando unos metros por el Camino Histórico, en As Campas tomar el Camino a Castropol hacia la ensenada de A Lieira y una vez en Castropol cruzar también en lancha, pues era otro de los puntos, con hospital de peregrinos incluido como Figueras/As Figueiras, para la singladura barqueira hacia el puerto ribadense de Porcillán

Desde Ribadeo la ruta oficial va a Mondoñedo, donde confluye con el Camino Histórico. Todo un amplio abanico de posibilidades, insistimos, para pasar de Asturias a Galicia, y que al otro lado tiene su correspondencia también en diferentes opciones y variantes camineras, como veremos en su momento





















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