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martes, 28 de octubre de 2014

CANERO/CANEIRU (VALDÉS, ASTURIAS): EL PASO DEL ESVA

San Miguel de Canero o Caneiru, donde hubo hospital de peregrinos antes del cruce del Esva
El Chano de Caneiru
Saliendo de Queirúas, el Camino Norte o de la Costa recorre la marina del concejo de Valdés, en el occidente asturiano, justo al sur del Cabo Busto o Cabu Bustu, enclave poblado desde los albores de la Humanidad, hace al menos medio millón de años. Son los paisajes de la rasa costera en el corazón de la parroquia valdesana de Canero o Caneiru, viendo a lo lejos las colinas boscosas del Picu La Gubia (418 m) y Las Siel.las (422 m) en le Sierra Conciyeiru o Concelleros, cuya máxima altitud es el pico de este nombre (501 m)


Estamos en El Chanu de Caneiru, la gran llanura de la rasa costera, muy cerca del mar, que no vemos bien, oculto por los pinares de Tras la Sienra, a nuestra derecha, en las cercanías de aquellos yacimientos achelenses del homo heidelbergensis, el primer peregrino de estos parajes, pasos naturales costaneros moldeados por la naturaleza y asentamiento de las primeras comunidades humanas del Cantábrico


En el  Diccionario Geográfico Popular de Asturias de Luciano Castañón hallamos estos refranes populares "Cuando la truena va pa Caneiru, xunce los bueis y veite pal eiru". "El que nun diga l.lin, l.lama, l.lumeiru, ese nun ya del l.lugar de Caneiru" (la grafía "l.l" es propia de buena parte del dominio lingüístico asturleonés y ha de pronunciarse como "ts", a veces apareciendo escrita con esas letra


En la franja costera, cerca de las playas y de las principales vías de comunicación, los usos residenciales y turísticos comparten espacio con las tradicionales faenas agropecuarias, que continúan en nuestros días, si bien evolucionadas a los pastos de ganado vacuno de leche y también carne


Precisamente ante nosotros tenemos el vallado, barrera acústica y visual, de la Autovía del Cantábrico (A-8). Todos los caminos, desde la más remota noche de los tiempos, parecen haber aprovechado este pasillo entre las montañas y el mar


La A-8, como la N-634, coinciden por ello en su trazado con el antiquísimo camín real medieval, basado en las vías romanas anteriores, como la de Brigantium (A Coruña o Betanzos)a Ossarum (Oyarzun o Irún), que a la vez seguía estas prehistóricas sendas. Con la construcción de la Carretera de Galicia, avanzando el siglo XX, antes incluso que la autovía, el viejo camino pasó a ser una vía pecuaria más, pero esta fue en muchos tramos ensanchada y asfaltada, como tantas otra, con la mejora de las comunicaciones locales como manera de proceder a la mecanización del campo, para permitir el acceso de maquinaria, tractores, camiones, etc.


Aquí precisamente iremos a la izquierda para pasar bajo la autovía y continuar camino


Al otro lado seguimos de frente. El triunfo del tráfico rodado y la generalización del uso de automóviles, por encima incluso también del malogrado ferrocarril, favoreció el arreglo y adaptación a ello de estas vías locales, antaño camino de carros en el mejor de los casos, mayoritariamente de herradura para las caballerías de los arrieros


Aquí empezamos la bajada al valle del Esva o Ese, al que se debe el nombre de este concejo, Valdés, que aparece ya configurado con identidad propia en la alta Edad Media, en torno al año 1.000, cuando aparece reflejado su topónimo por escrito, Ualdes, en la documentación del poderoso monasterio de Courias, en Cangas del Narcea, que dominó directamente gran parte del occidente astur dentro de una nominal dependencia de la mitra ovetense, centro episcopal  de la Iglesia asturiana


No estamos demasiado lejos de otro de los grandes caminos de Santiago norteños, el Camino Primitivo, en concreto a una treintena de kilómetros al sur de su paso por La Espina. El mismo valle del Ese, paso ahora de la N-634, era una comunicación natural entre ambos, senda natural que comunicaba además más al sur con los puertos de la cordillera y la meseta. Se sabe que en ocasiones los viajeros y peregrinos del camino costero, hartos de vadear ríos y rías, remontaban valles arriba para ir por el interior. Otras veces era al revés, con nevadas y condiciones meteorológicas adversas, del interior se bajaba a la costa, de clima por lo general más suave


El Camino sigue cuesta abajo por trecho asfaltado pero estas escaleras a la derecha llamarán poderosamente nuestra atención


Bajan a esta hermosa fuente, en medio de los prados donde pastan las vacas frisonas. La especialización ganadera en vacuno de leche, también de carne, fue pareja al crecimiento de las grandes zonas urbanas e industriales, afianzándose sobre todo a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y continuando en nuestros días


Más antiguamente, cuando se acudía aquí a por agua, o se llevaba el ganado a abrevar, proliferaban las pequeñas caserías de autosubsistencia, cuyos excedentes solían venderse en los mercados locales y comarcales. Esas explotaciones familiares y por lo general diminutas fueron dejando de ser rentables y solo aquellos más especializados, con gran número de reses evolucionaron según lo hacían el mercado y la sociedad rural tradicional, También los cultivos de cereales para hacer el pan en casa desaparecieron en favor de pastros y forrajeras, o también en grandes cultivos de hortalizas frescas para los grandes mercados


Buena parte de la población de las zonas rurales, como en toda Europa y prácticamente todo occidente, emigró, antes a las Américas, y también a las citadas ciudades en expansión y áreas industriales en crecimiento. Quien quedó solía especializarse en producciones para los mercados, si bien siempre se empleó parte de la producción para autoconsumo. La mecanización del campo se vio favorecida por la mejora de las vías de comunicación, no solo las carreteras generales, sino también los caminos vecinales, así como la concentración parcelaria, lo que permitió el acceso al agro de la maquinaria moderna, cada vez más grande, pesada, y por tanto también especializada, tractores, camiones, remolques, ensiladoras, segadoras, sembradoras, etc.


Un grupo social es además especialmente relevante en el occidente asturiano, los vaqueiros de alzada, pastores trashumantes cuyo modo de vida mantuvo su identidad hasta nuestros días. Parte del año, el invierno en el sentido climático del tiempo (a partir de San Miguel de septiembre solía ser) vivían con sus grandes rebaños en los pastos de la marina y los valles interiores; y otra, el verano climático, desde más o menos avanzada la primavera, subían con estos rebaños hasta los pastos altos de los puertos de la cordillera. De su origen como grupo social diferenciado, así como sus relaciones, no siempre buenas, con los marnuetos o vecinos de la costa, y los xaldos, las gentes de los valles interiores no vaqueiras, se ha escrito mucho durante siglos y se escribirá. Hoy en día pocos son también los que siguen siendo ganaderos y menos los trashumantes (ya en camiones), pero su identidad se mantiene en sus descendientes, tanto en forma de asociaciones, festivales, música, folklore, fiestas, etc., siendo una de las más renombradas la de la Vaqueirada de Aristébano, en las montañas entre los concejos de Valdés y de Tineo


Y viendo las montañas costeras sobre el valle del río Esva llegamos a El Ventorrillo, donde la carretera N-632 realiza una curva cerrada. esta carretera fue la que sustituyó a los viejos caminos reales que durante siglos fueron las principales vías de comunicación descendientes de calzadas romanas y sendas ancestrales muy anteriores en estos pasos naturales. Ahí está El Ventorillo, solar de una de aquellas antiguas ventas camineras de siglos pasados, si bien nada parece quedar del edificio original, o al menos eso se nos dice en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa:
"Tampoco quedan restos de El Vantorillo, situado en las cercanías de El Chano de Canero..."

El viejo camino cruzará allí esta carretera. En El Ventorrillo es normal parasen arrieros y pastores, así como alguno de aquellos viajeros de tiempos pretéritos. No es improbable lo hiciese también algún peregrino, si bien estos tenían para ellos un hospital de acogida sito un poco más adelante, al lado de la iglesia parroquial de San Miguel de Caneiru, cuyo campanario asoma enfrente, un poco más al sur, entre las arboledas


De aquel antiguo hospital, como de tantos otros, solo se conservan noticias a partir de los censos del siglo XVIII, cuando estaban ya en decadencia, desconociéndose su origen. Es precisamente en el censo de Floridablanca de 1787 cuando se sabe que ya no tenía rentas para su mantenimiento, pero sí hospitalero. Se extinguiría sin duda no mucho después


El Ventorrillo es un topónimo común a muchos lugares que tuvieron venta, parece ser que por alguna razón tuvieron algunos una denominación común, dentro de un diminutivo de raíz castellana del despectivo ventorro, fonda, bodegón o casa de comidas, posada barata de las afueras de las poblaciones, leemos en diferentes acepciones. Así, llegamos a la carretera N-632 y vamos a la derecha


Justo en medio de la curva, una casa...



La casa y sus anexos o dependencias forman un ángulo frente a la carretera. El edificio principal, de cubierta de pizarra a dos aguas, sigue un modelo muy usual en el occidente costero asturiano. Casa grande, con planta alta y además un bajocubierta que es en la práctica un piso más de la vivienda


Sobre la puerta una inscripción: "Se hizo año 1889"


Un poco más abajo. a nuestra izquierda, hay otro par de casas, prado abajo. Hace tiempo el camino estaba señalizado por la carretera desde la rotonda al pie de la autovía, bajando luego por ahí para seguidamente subir a la iglesia


La carretera hace aquí un poco de bajada. No suele tener tanto tráfico como antaño, antes de la autovía, pero como vemos no tiene arcén y hemos de ir muy atentos


Las casas de El Ventorrillo ahora a nuestra izquierda. Alguna de ellas hubo de ser sucesora en algún momento de aquella antigua venta o pequeño ventorro, literalmente así llamado


Esta casa que vemos a la izquierda de la foto es la que más parece guardar la fisonomía tradicional de las viviendas tradicionales de la zona


Es un caserón venerable, con corredor y puertas y ventanas adinteladas, enorme cubierta de pizarra a cuatro aguas. En su fachada figura la fecha del año 1839


 En principio podría ser el camino que pasa frente a ella el camín real original, si bien la construcción de la autovía, con sus pasos bajo ella para salvarla, ha trastocado un tanto la señalización en este tramo


Nosotros ahora dejaremos la N-632 para empezar a subir por el camino de tierra de la derecha, que parece labrado en la misma pared de la roca


Es el camino que nos lleva al campo de la iglesia, cuyo campanario veíamos hace solo un momento cuando bajábamos a El Ventorrillo


En este lugar se dice hubo un monasterio altomedieval, Sancti Micaelis, fundado por los condes Xemeno Xemeniz y Aragonti, padres de Piniolo y de Sancho, el hijo que lo heredó, pero que a su vez lo donó a su hermano para que este fundara, con otros seis conventos, el que fuese el tanto tiempo poderoso monasterio de Courias en Cangas del Narcea, allá por el 1044, del que Canero/Caneiru fue dependiente


Dentro de esa fundación, este monasterio aquí existente debía dedicar parte de sus rentas a la "atención hospitalaria", que sin embargo el gran investigador Juan Uría Ríu no relacionaría con las peregrinaciones. Si se sabe que habría de entregar a Courias un tercio de sus ingresos, fueran en rentas, donaciones, o limosnas, a Courias, así como ciertas cantidades de escanda, sal y pescado en reconocimiento del señorío, gozando a cambio de una cierta autonomía


Hacia el año 1130 Alfonso VII concede al monasterio su correspondiente coto de propiedad directa, estableciendo sus límites. Todos los habitantes de las tierras, villas y lugares entre Luarca/L.luarca y la Villa de Mauros  (Villademoros/Vil.lamouros) habían de dar diezmos y primicias a este monasterio, lugar donde se enterrarían. De esta manera lo cuenta Antonio C. Floriana en El Libro Registro de Corias:
"se nombran como dotaciones hechas a Canero la del presbítero Pedro, que cedió a Corias toda su heredad en 1088, la otorgada por Ordoño de sus propiedades en el valle de Semble el año 1090, la del conde Sancho Xemeniz en Villaut, en la cual y además de las propiedades territoriales se incluían los siervos de la mandación, con la condición de recibir sepultura en el Monasterio; la de Pedro Martínes de una senra en Fondorio, otorgada en el año 1100, la de un tercio del lugar de Ranón, cedido en 1117 por García Moniz; la de villa Pedtri, donada por Bermudo y Tosenda el año 1074; la de Vermundo Petri que donó toda su heredad entre Fonte Sacrata y el río Coellas en 1096; la de doña María en el mismo lugar; la de la villa de Quintana también donada en el mismo lugar y en el año 1064 por el conde Sancho, y, por último Álvaro Velaz y su mujer Azenda donaron toda su heredad a dicho monasterio"

Un monasterio en la alta Edad Media no era necesariamente un gran cenobio, a veces unas chozas y una capilla u oratorio con un muy escaso número de monjes, pero administrando un territorio más o menos extenso. La actual iglesia de San Miguel, no obstante, es en su hechura actual una obra del año 1800, tras unas obras que se iniciaron en 1796. Su planta es de cruz latina, nave única con capillas a los lados y bóveda de arista. En su interior se guardan retablos que fueron restaurados en 2019


En la hornacina de la fachada, la imagen del Arcángel San Miguel con la lanza, aplastando al demonio. De su veneración y simbología leemos esto en Holyblog:
"San Miguel Arcángel es uno de los tres arcángeles reconocidos por el Cristianismo, y no sólo. Su figura es de hecho el objeto de culto y veneración también por otras profesiones de fe, como el Judaísmo y el Islam. Más bien, podemos decir que es reconocido por todos como el Arcángel por excelencia, antes de que este término se usara para Gabriel y Rafael. Su nombre significa “¿Quién como Dios?”, sus símbolos siempre han sido la espada, o la lanza y la armadura. Miguel es un guerrero celeste, de hecho, EL guerrero, comandante de las huestes angélicas, él que dirigió los ejércitos del Paraíso contra Lucifer y sus rebeldes, expulsándolos más allá de las nubes y haciéndolos caer al infierno.

Para los musulmanes fue el ángel que, junto con Gabriel, instruyó a Mahoma al Corán, un ángel austero y sombrío que nunca reía. Algunas tradiciones, especialmente las orientales, lo representan con una balanza en la mano, mientras sopesa y juzga las almas de los muertos.

San Miguel Arcángel es una figura emblemática, que se extiende a través de la historia de Europa, no sólo la religiosa, objeto de veneración por los bizantinos y los Lombardos, comparado por ellos al Dios Odín, de lo cual imitaba las virtudes guerreras y dimensión militar, y en otras partes de Hércules, Mitra, Hermes. Su culto se ha extendido al Este y al Oeste, llevando a la construcción de lugares de veneración colocados a lo largo de una línea recta, la llamada Línea sagrada, que conecta Irlanda con Israel, pasando por Inglaterra, Francia, Italia, Grecia.

Patrón de numerosas ciudades y pueblos, Protector del pueblo Judío, Guardián de la Iglesia Católica, Protector de los Enfermos y Paramédicos; de las Fuerzas Policiales, de la Policía a los Marineros, de los Paracaidistas a los Bomberos; Radiólogos y Abaceros y todos aquellos que usan balanzas, como farmacéuticos, pasteleros, comerciantes; de espadachines, maestros de armas; de los doradores; de los fabricantes de bañeras.

San Miguel Arcángel en la Biblia se menciona cinco veces, y siempre como líder supremo del ejército celestial.

Una vez, él y Lucifer lideraban a las milicias divinas juntos, como los más fúlgidos entre los ángeles, los más fuertes, los más valientes, los más cercanos a Dios.  
Apocalipsis 12,7-8: 7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.

 Después de la traición de Lucifer, después de su rebelión, la perfección representada por estos dos ángeles se rompió y se convirtieron en enemigos acérrimos. Miguel hizo de la guerra contra su viejo hermano la razón de su propia existencia, expulsándolo del cielo, persiguiéndolo a través de los milenios, defendiendo a la humanidad de sus trampas y sus tentaciones. Desde entonces, el Arcángel Miguel se ha convertido en el castigador de todos aquellos que se levantan contra Dios, los orgullosos, defensor de la Fe, de la Verdad, de la Iglesia misma. 
Como ya hemos escrito, su nombre deriva del hebreo Mi-ka-El que significa “¿quién como Dios?”. 
“Arcángel” deriva del griego y es una palabra compuesta de àrchein, “mandar” y ànghelos, “mensajero”. Entonces los Arcángeles, y Miguel en particular, son los que mandan a los otros ángeles. 
A menudo, el culto de San Miguel se entrelaza con el de la Virgen María. Ambos luchan contra el demonio, ambos están representados mientras lo aplastan bajo sus pies, en la forma de una serpiente o un dragón. Ambos, sobre todo, son protectores de la humanidad contra sus adulaciones, guardianes del rebaño de Dios contra el Mal. Según una antigua tradición, San Miguel Arcángel será quien tocará la trompeta del Juicio anunciando el fin del mundo. 
San Miguel Arcángel se celebra junto con los otros dos Arcángeles, Gabriel y Rafael, el 29 de septiembre ... (...)"

 "... También hablamos sobre la línea sagrada que conecta todos los lugares de culto más importantes dedicados a San Miguel Arcángel, también conocida como la Ley line de San Miguel:

Skellig Michael en Irlanda

Monte de San Miguel en Cornualles, Inglaterra

Monte Saint-Michel en Normandía, Francia

la Sacra di San Michele en Valle de Susa,

San Miguel, Monte Sant’Angelo, Apulia

Monasterio de San Miguel en la isla de Symi, Grecia

Monasterio de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Israel.

Además de estar a lo largo de la misma línea recta imaginaria, tres de estos lugares importantes también son equidistantes entre sí: es el Monte Saint-Michel en Francia, la Sacra di San Michele en Valle de Susa y el santuario de Monte Sant Angelo en el Gargano.

Las “Ley Lines” son líneas rectas que unen lugares de la Tierra que siempre han sido considerados especiales, quizás nodos energéticos del planeta, imposibles de rastrear su verdadero significado. La Ley line de San Miguel, o la Ley line del Dragón, está, entre otras cosas, perfectamente alineada con la configuración del Sol en el día del Solsticio de Verano. Por lo tanto, no es un secreto que, desde la antigüedad, el culto a San Miguel Arcángel se ha estudiado desde muchos puntos de vista, siguiendo sugerencias que a menudo trascendían la religión y el valor espiritual de los lugares de devoción"


Portada, en el interior del cabildo, donde aparecen las fechas reseñadas de las obras


El lugar tal vez sea la cristianización de un antiguo nemeton o santuario natural, dado que desde el templo se accede al castro de La Corocha, muy oculto por la maleza, pero del que se conocen dos fosos y contrafoso intermedio


El camino que viene subiendo al campo de la iglesia, aquí explanada asfaltada, realiza una curva y pasa ante aquellas ruinas, la antigua casa rectoral, que también nos recordarán al antiguo hospital de peregrinos que aquí existió en el pasado y que debió prestar servicio hasta el siglo XIX. De estas instituciones habla así la Xacopedia
"La doble función de los hospitales de peregrinos, durante la Edad Media, consistente en alojamiento y atención sanitaria, se reconvirtió en los albergues actuales, que contribuyen al desarrollo local por la atracción de personas que realizan en Camino de Santiago. Eran atendidos por los denominados hospitaleros, personas dedicadas a los peregrinos que, en algún caso, fueron santificadas, como Santo Domingo de la Calzada o San Juan de Ortega 
Históricamente, el paso de peregrinos que se dirigían a Compostela desde todos los países europeos precisaba de instalaciones específicas tales como hospitales, hospicios, albergues y posadas, que pudieran atenderlos en su camino. Además de los hospitales propiamente dichos, también recibieron, de forma más o menos continuada, ayuda asistencial en monasterios, conventos, iglesias, castillos y catedrales. Esta red generó un cuantioso y valiosísimo patrimonio histórico y artístico que, por desgracia, sólo en parte ha llegado hasta nosotros. 
En sus inicios, estos centros fueron fundados y dotados por reyes, nobles, obispos, órdenes religiosas y militares, incluso existieron algunos impulsados por cofradías de gremios de artesanos, con el nacimiento de la burguesía"

Para fundar estos hospitales había diversos motivos, unos religiosos como el cumplir una necesidad espiritual y garantizar con ello la salvación del alma, caritativos, pues en muchos solía también acogerse a pobres y enfermos, o también estratégicos, controlando el paso de gentes y encaminándolos por ciertos caminos, o por razones políticas para lograr apoyos de diversos estamentos según el caso, nobleza, clero, corona, o mismamente entre las clases populares:
"Los hospitales estaban destinados a ofrecer acogida y ayuda en todas sus formas al peregrino, para poner en práctica obras de misericordia afines al peregrinaje como “dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento y dar posada al peregrino”. 
De Molina explica que “el hospital acostumbraba a cumplir tres funciones: asistir a los enfermos, asilar a los mendigos y dar alojamiento a los viajeros, en especial a peregrinos. Por eso los hospitales proliferaron en las rutas de peregrinación”. Los servicios más valorados y comentados en los diarios de peregrinación que surgen en el siglo XV eran los que daban cobijo por varios días y el sustento, que constaba de desayuno, comida y cena. 
En las numerosas escrituras de hospitales se dan instrucciones sobre el uso y dedicación de estos centros y ya en las más antiguas se indica que su función era servir de uso a los pobres y sustento a los peregrinos, según constató Alfonso VI, al referirse a la alberguería de Burgos en el año 1085. 
Reyes, obispos y señores feudales se aseguraban de dotarlos tanto de equipos como de medios suficientes; ya en propiedad, como tierras de cereales, huertos, granjas y animales, o bien en usufructo, mediante derechos y concesiones especiales, como diezmos. Así, se sabe que existía una considerable diferencia de unos sitios a otros, y de unos períodos a otros, pero todos tenían el mismo denominador común de dar a los peregrinos una comida lo más abundante y variada posible, según el régimen de la zona"

Dentro de sus numerosas crisis, la llegada de nuevos usos y costumbres, también religiosos, con la Ilustración, las peregrinaciones languidecieron según avanzaba el siglo XVIII. Las guerras napoleónicas y el final del Antiguo Régimen con las reformas liberales, principalmente las desamortizaciones, a lo largo del siglo XIX hicieron desaparecer a estas fundaciones hospitalarias, cuyos bienes fueron pasando a particulares, que hicieron de ellos casas, cuadras. o cantera para aprovechar sus piedras. En otros casos, principalmente en villas y ciudades, fueron antecedentes de los hospitales de caridad y de los hospitales en el sentido sanitario actual del término, así como en algunos casos, también residencias, e incluso paradores


Dejando el campo de la iglesia continuamos por esta explanada, que dejamos a la izquierda para tomar un sendero a la sobra de un ciprés


El mojón con la concha y la flecha amarilla nos encamina por estas arboledas, iniciando la bajada al valle del Esva


La senda va realizando un suave descenso y es ancha y cómoda de caminar. Estos caminos vieron sin duda las andanzas de Juan Fernández Cernuda y Bernardo Fernández Asenjo, que lucharon en la francesada, tal y como leemos en la Gran Enciclopedia Asturiana, voz Canero (tomo 3)


Una profunda caja caminera delata la antigüedad del camino costero, que se unirá en la ribera del Esva con el procedente del interior por La Espina, actual carretera N-634


Castaños y laureles, especies realmente abundantes en las veredas. Los setos silvestres de laurel separaban secularmente los caminos de las fincas colindantes, y las castañas caídas al camino eran alimento de los viandantes y vecinos


El entorno más inmediato es un tupido bosque que nos ofrece su frescor en jornadas calurosas


El trayecto no da lugar a pérdida, bien pisado por los peregrinos


Pasamos en este momento bajo un gran pino


Salimos nuevamente a la N-632, la también oficialmente llamada Carretera Ribadesella-Canero, dando vista al valle. El río, un poco más allá, pasa oculto entre la frondosa vegetación ribereña


Al otro lado sí vemos bien las casas de La Veiga, donde molía antaño el molino de este nombre, bajo el monte El Gayón


Más arriba los picos de La Gubia y en lo alto La Siel.la Anguleiro


La Veiga, tierra de molinos y molineros, donde El Regueiru'l Gayón desemboca en el río Esva, poco antes de su desembocadura en el mar


Ojo al incorporarnos a la carretera pues hemos de recordar que no tiene arcén


Nos acercamos a la célebre Rotonda de Canero, con el viaducto de la Autovía del Cantábrico al fondo, en lo alto, sobre la desembocadura del Esva en la Playa Cueva o Playa Arena, que no vemos desde aquí. En sus tiempos hubo una Hermandad de Labradores y Ganaderos, Coopertativa Agropecuaria y Corresponsalía de Previsión Social, siendo este un importantísimo nudo de comunicaciones hasta la construcción de la citada autovía, por la que circula ahora el tráfico entre Asturias y Galicia y entre el centro y el occidente asturiano


Ahora abajo a nuestra izquierda otra carretera muy importante, la N-634, que recorre la cornisa cantábrica entre San Sebastián y Santiago de Compostela. Ella ha sido y será una de nuestras referencias viarias más próximas hasta llegar a la Ciudad del Apóstol. Nos separamos de ella entre Llanes y Ribadesella/Ribeseya, y ahora llega hasta aquí procedente de la capital asturiana


Todas las vías de comunicación confluyen en este rincón del valle. La N-634 viene del sur, pues ya antes de Ribadesella/Ribeseya, donde arranca la N-632, se va al interior de Asturias, del valle del Sella al del Piloña y el Nora, atravesando Oviedo/Uviéu, la capital asturiana. Luego, por el valle del Nalón, va a subir desde Grado/Grau a La Cabruñana para seguidamente bajar a Cornellana, y por el valle del Nonaya, continúa a Salas y asciende La Espina. siguiendo en ese itinerario desde la ciudad ovetense un trayecto muy paralelo al otro gran camino de Santiago norteño, el Camino Primitivo


Y aquí en esta rotonda, donde la N-632 finaliza uniéndose a ella, la N-634 baja de La Espina, separándose del Camino Primitivo, por el valle del Esva, atravesando muchos pueblos entre los que destacarían Brieves y Trevías, donde estuvo otro de los históricos monasterios del valle


En la rotonda, siguiendo la N-632 salimos a la N-634 a nuestra izquierda, para ir en dirección al puente sobre el Esva, que vemos a la derecha de la foto 


Varias de estas casas están dedicadas hoy día al turismo rural. Más allá en medio de la vega del río vemos la nave de una antigua industria láctea, la de Mantequeras Arias, una de las muchas factorías de esta firma, que se asentó aquí en 1962 si bien empezaría a trabajar en marzo de 1963, especializándose en leche en polvo. Anteriormente habían visitado para ello la Exposición Universal de París de 1959 y diversas empresas europeas, según información de Historia de la industria láctea española: una aplicación a Asturias 1830-1995


El diseño de la fábrica era toda una novedad para la época, con una gran capacidad de producción, cuya torre de elaboración era de la marca Volma, filial de la holandesa Stork, quien diseñó los planos del resto de la calderería, si bien por los altos costes de importación fue construida por Manufacturas de La Felguera. Llegó prontamente a una capacidad de recogida de 20.000 litros diarios. Más tarde, entre 1967 y 1972, la americana Grace fue adquiriendo la totalidad del Grupo Arias, transformando su producción y política comercial, centrándose esta fábrica de Canero/Caneiru en producir quesos. A finales de la década de 1970 Grace fue desprendiéndose de las industrias alimentarias que había adquirido en Europa, vendiendo Mantequeras Arias a la francesa Bongrain. Años después cesaría la producción en esta factoría


Aunque, reiteramos, la mayor parte del tráfico vaya ahora por la autovía, esto no quiere decir, ni muchísimo menos, que por aquí circulen pocos vehículos ni mucho menos. Por ello, con la máxima atención, vamos acercándonos al puente del Esva, cuya construcción evitó el paso de viajeros y mercancías, diligencia incluida, en barca de una a otra orilla


Esta era precisamente la Casa del Barco, la de la histórica barquería que daba servicio a quienes pasaban el Esva en este lugar, propiedad en 1752, según el Catastro de Ensenada, de la familia Avella-Fuertes, quienes la arrendaban por entonces a Juan de la Fuente y Rodrigo del Rey en 220 reales anuales, sabiéndose que el pago por pasaje era de dos maravedís por persona y cuatro por caballería


La casa es un hermoso conjunto de quintana asturiana, con gran cubierta de pizarra a cuatro aguas, portalón en la entrada y sobre él galería, que posiblemente cierra un antiguo corredor que miraba hacia el río, cuyas barcas cruzaban por medio de un sistema de cuerdas fijadas a ambas orillas


En la actualidad, la elevación del firme de la carretera y la vegetación que crecen en el talud la han dejado en una especie de hondonada


Hoy en día el río prácticamente puede decirse que no se ve hasta que llegas al puente, pues en su ribera crece una espesa arboleda con mucha vegetación. Ya en 1837 el famoso viajero, erudito, filólogo y correcaminos difusor de la Biblia protestante, George Borrow, Jorgito el inglés, se asombró ante los bosques del paso del Esva, por entonces pródigos en castañales


Además del Camino Norte de Santiago pasan por aquí sendas costeras entre Cabo Busto y la Playa Cueva


El primer puente era del año 1908 y metálico, su inauguración favoreció el transporte de viajeros en líneas regulares por esta vía de comunicación cuando el ferrocarril aún era un proyecto. Pese a todo la duración del viaje  costero era larguísima



El puente permitió un paso mucho más fluido en este enclave en el que se unen, o separan según se mire), el viejo camino de la costa y del interior. Fue destruido en 1936, al comenzar la Guerra Civil, en un intento por detener a las columnas gallegas que habían penetrado en Asturias, pero los ingenieros nacionales hicieron una pasarela aprovechando cimientos antiguos sobre los que no se había construido


 Precisamente aquí las columnas se dividieron el 11 de agosto: una continuó por la costa, al mando del comandante Ollo, y otra por el interior, hacia La Espina, la del comandante Teijeiro. Ambos serían detenidos en el Frente del Nalón. Tras la guerra el puente fue reconstruido


Y estas son las boscosas riberas del río Esva en su desembocadura. Al fondo el viaducto es uno de los muchos construidos en el trazado de esta Autovía del Cantábrico (A-8) para salvar los profundos valles de los ríos cantábricos en su desembocadura. Más allá está L'Arena o Playa de Cueva, que no divisamos


El viaducto fue inaugurado en 1999 y desdoblado en 2007 para el paso de la autovía, mide 470 metros de largo y tiene una altura de 80 metros, la anchura 22, 60 metros. La construcción de estas inmensas obras de ingeniería, algunas con su propio record, constituyó una gran ventaja y fluidez para las comunicaciones del norte, si bien su gran número y el estar sobre valles y playas ocasionó un fuerte impacto paisajístico en zonas de gran interés turístico y ambiental


Si bien antes del puente no habría de ser este un paso especialmente largo ni complicado, salvo en crecidas, el cruce de ríos y rías en barca no dejaba de ser muy significativo para los peregrinos y viajeros de antaño. Así lo reseñan el romero picardo Guillaume Manier, que pasaría por aquí en 1726, en y Jean Pierre Racq a finales de esa misma centuria


Las barcas solían ir bastante atestadas, de gentes, caballerías y mercancías, por lo que no era infrecuente que hubiese algún disgusto. Esto y el precio de los pasajes hicieron que el de barquero no fuese precisamente uno de los oficios mejor vistos de aquellos tiempos


Y este es el río Esva según viene desde el sur, aguas arriba ese y cuyo valle, Valle del Ese, dio nombre a Valdés. En esta su desembocadura es llamado también Caneiru, recuperado y repoblado de salmones después que, durante mucho tiempo, su desembocadura estuviese tapada por piedras y arena. Río cantado y glosado por el gran escritor valdesano, Fernán Coronas, El Padre Galo, del que hablamos en Cadavedo/Cadavéu:

Rigu Esva, rigu Esva,
l’augua túa nun yá pouca,
peru tu cuasi nun cantas
ya la voz traisla bien rouca.

“Anque you nun sou de llonxe,
rendíu ya afanando vengo,
que fai yá sieglos que corro
ya encima gran pena tengo.

Duelme’l ver que la tierrina
se fai cada vez más mala,
ya de las mías mocedades
nun-y queda güei nin la fala.

Días los días d’entoncies!
Homes los homes d’antanu!
Falaxe’l qu’ellos falaban,
todu dafeitu asturianu!

Güei que crucio estrañu suelu
mueiro de malencolías;
¿Áu tán los mieus asturianos?
¿Áu tán las Asturias mías?

L’augüina mía chorosa,
ensin gracia pa cantare,
vei triste ya amargurida
cumu’l corazón del mare.”

Asina respondéu L’Esva
con un quixúme fondu,
ya you quedéime chorando
ya inda nun choréi abondo  

Más a lo lejos el gran viaducto del Ferrocarril Ferrol-Gijón, la línea de vía estrecha proyectada en 1886 y que no fue totalmente terminada hasta 1972, cuando ya las necesidades perentorias que motivaron su puesta en marcha (comunicación de la artillería ferrolana con las fábricas de armas de Asturias), hubiesen desaparecido por completo hacía muchísimo


El propio topónimo Caneiru es discutible según su etimología y tiene varias acepciones, pero casi siempre vinculadas al río, desde cañas hasta presas y similares. Las transformaciones viarias han hecho desaparecer el trazado del viejo camino, por lo que, una vez pasado el puente, nosotros seguiríamos a la derecha por la carretera N-634, aproximadamente un kilómetro más. Es lo más directo pero hay que tener en cuenta, una vez más, que que no tiene arcenes y en ocasiones el tráfico, además de veloz, es intenso, sobre todo en temporada estival, cuando se va a la cercana playa


Existe no obstante una alternativa al peligroso tránsito por esta carretera nacional y es la de desviarse por un sendero fluvial, frecuentado por pescadores y parcialmente señalizado, que nos lleva entre los árboles a lo largo de la ribera del río


Unas flechas amarillas pintadas en sendos troncos que flanquean el sendero nos indican bajar un poco entre la frondosa vegetación ribereña


Abundan los helechos y el camino se estrecha pero se pasa bien


No hay mayor pérdida que acercarse al río, casi al mismo borde de la orilla


El río Esva y su puente quedan ahora atrás a nuestra derecha


 Y avanzamos siguiendo la ribera, todo en dirección norte, hacia el mar


A la derecha el río y a la izquierda, muy próxima también, la carretera


El trayecto está bien pisado y es fácil de seguir


El Esva se dirige a su desembocadura tras nacer de la unión de los ríos Bárzana y Navelgas en la localidad tinetense de Ese de Calleras, recorriendo unos 35 kilómetros en los que atraviesa las sierras litorales


Como hemos dicho, durante muchos tiempo, prácticamente toda la primera mitad del siglo XX, no podían subir los salmones, al quedar la desembocadura cegada por cantos y arena. Posteriormente se abrió y fue repoblado, habiendo también truchas, reos y anguilas, esto en lo relativo a los peces, pues hay igualmente garzas, nutrias y ánades...


Mojón telefónico que hace las veces de hito caminero, como los de la concha y la flecha, siendo para nosotros un excelente sustituto en este tramo


Siempre por la misma orilla enseguida dejaremos el boscaje de ribera para salir a campo abierto


Un gran prado en esta extensa veiga bajo el gran viaducto. A la izquierda está la carretera



Aquí el sendero se aparta de la orilla para dirigirnos a aquella casa que se ve en la N-634


Es La Vuelta, la curva que hay frente a la que fue Casa María, histórica parada de viajeros en esta carretera, hoy en día hotel. Por detrás, a su derecha, sigue el camino


 Un hito confirma el camino correcto


Señalización en pizarra de las clásicas líneas, blanca y amarilla, de las rutas de pequeño recorrido con las que aquí coincide el Camino Norte o de la Costa


Si acaso no lo viésemos o estuviese desaparecido, nuestra orientación es la de ir siempre hacia La Vuelta, donde Casa María, histórica parada de postas que es ahora el Hotel Canero, con habitaciones y menús para peregrinos y visitantes, excelencias culinarias de la gastronomía asturiana


Al llegar al pie del hotel, por su parte posterior, hay un cruce: si queremos comer o pernoctar iremos a la izquierda, saliendo a su entrada por la carretera. Si queremos seguir camino continuaremos a la derecha


Siguiendo pues la ruta señalizada, seguimos todo de frente por la pista que atraviesa el prado de la vega


Es el valle de El Forcón, donde volvemos a ver las señales de la senda costera


Avanzamos hacia el bosque, donde hay una bifurcación. Observemos las balizas de un gasoducto subterráneo


Sin darnos cuenta pasamos sobre El Forcón, un regato apenas visible y mayormente seco que se forma sobre todo con las lluvias, desembocando en el Esva un poco más a nuestra derecha


Y llegamos a esta bifurcación: a la derecha se va a la playa de L'Arena o Playa de Cueva, una de las más bellas y amplias del litoral de Valdés, ante el Cabo Busto, donde desemboca el río Esva, morada de xanas o ninfas astures de las aguas, según mitológica tradición. Pero el camino señalizado, que se supone seguiría el trazado más aproximado al del camín real, sigue a la izquierda


Aquí tenemos el mojón jacobeo que nos orienta


De nuevo nos adentramos en el bosque, en este caso una verdadera selva de tupido arbolado

 
 

Aquí, donde hay otro monolito jacobita, empezamos a subir


Se trata de un sendero muy hermoso. de tierra y piedra...


La senda se estrecha entre helechos saliendo a un tramo más "al descubierto"


Salimos enseguida a una pista en la que iremos primeramente a la izquierda...


Y acto seguido tomamos el camino que sigue la cuesta arriba, a la derecha y continuamos ascendiendo


Muy atentos al mojón que tenemos aquí, pieza fundamental de esta encrucijada en el monte


Desde él nos dirigimos a los eucaliptos


Afloramiento rocoso, el empedrado natural del viejo camino


Subimos aún más en esta mata de árboles autóctonos


Línea de losas: sin duda es un empedrado muy antiguo de este trecho del camín real


Las ramas de los árboles también afloran en esta superficie terrosa


Y una vez más salimos a la carretera N-634, la cual cruzamos para ir cruzando de frente y un poco a la izquierda 


Allí al otro lado de la calzada un nuevo mojón nos indica seguir subiendo por aquel sendero


Por aquí acometemos otro buen recuesto al pie de las paredes pétreas y verticales de esta ladera


Es casi una pequeña ruta de montaña que salva el desnivel entre el valle y la planicie de la rasa costera


Pasamos al lado del mojón y carretera va quedando abajo


Nos metemos por unos buenos vericuetos, pero se camina bien


La única dificultad es el ascenso continuado, que no obstante salva la larguísima curva de La Vuelta, en la N-634


Verdaderamente es un trayecto enormemente bello bosque a través...


Algunos helechos llegan a alcanzar un tamaño considerable. Crecen rápido, a veces toca apartar algunos con nuestro bordón o nuestro bastón


Adivinamos el final de la ascensión, que es realmente recta y directa


Cerca de Las Fontaronas, al sur de Caroyas, llegamos a esta pista asfaltada


Llaneamos al lado de la Autovía del Cantábrico, cuyo trazado ha modificado el camino primigenio


Esta pista fue abierta con las obras de la Autovía del Cantábrico como vía de servicio que sustituye a los antiguos caminos afectados por el trazado de la A-8


Es una pista ancha, lo suficiente para el paso de un vehículo, y muy recta


Sobre nosotros la Sierra Conciyeiru o Concelleiros, también Conciero, un lugar también de viejos caminos y peregrinaciones


Pinares y tramo ancho y asfaltado


 Según avanzamos admiramos el entorno que se nos ofrece al norte, hacia el mar


A nuestra derecha, al otro lado de la autovía, el pueblo de Caroyas y el Cantábrico


Caroyas es el más occidental de los pueblos de esta parroquia de Canero o Caneiru, todos estos términos pertenecieron al monasterio de San Miguel. Es un hábitat concentrado formando calles a lo largo de los caminos, eminentemente rural y ganadero, en medio de estos campos de la marina valdesana. A lo lejos las praderías de Los Picones


En Caroyas estuvo La Venta'l Jaco, parada de los ganados y los tratantes cuando se iba andando a las ferias. Es posible que fuese el trazado del camín real o sus ramales, que quedó muy trastocado con la construcción de la carretera N-634, desapareciendo en este tramo. Existió un paso sustituyéndolo pero quedó cortado por la autovía


Por poco no llegamos a ver la Playa Cueva o L'Arena pero sí algo de la rasa del Cabo Busto, gran promontorio que se adentra en el mar, asentamiento de las más antiguas colectividades humanas halladas ahora en el Cantábrico


Aunque vemos parcialmente los acantilados de El Cantón, no llegamos a divisar tampoco la hermosa concha de la desembocadura del Esva


En el cabo, plantado de pinares, se ha recuperado la zona húmeda de L'Agüeria como refugio de paso para aves migratorias. Otro elemento que se nos oculta desde aquí es el faro, inaugurado en 1858, ampliado en 1920 y reformado en 1962


Al oeste, en La Sierra Concelleros, Conciyeiru o Concieiro, El Picaratín (411 m), solar de la capilla de San Antonio, paso del Camín Real de Madrid, que se dirige hacia el sur, y que a causa de ser acceso al venerado santuario es también llamado el Camín de Misa. A esa capilla van los romeros dos veces al año, según nos informan en Turismo Luarca:
Camino de San Antón de Concieiro. Antiguo camino real a Madrid y camino de Santiago. Atraviesa toda la sierra de Concilleros (Pico Concilleros, 504 mts.) por un suave y fácil trayecto. Preciosas vistas de la rasa costera.

Concieiro significa "sitio de paso". Este fue un lugar de trasiego de gentes caminantes y arrieros que viajaban a través del Camino Real. Existía en otra época no muy lejana, una venta, parada de postas donde descansaban los arrieros y sus caballerías. A San Antonio acuden gentes tanto de la marina como de las brañas valdesanas, por lo que Concieiro no sólo es un cruce de caminos sino de pueblos y culturas diferentes. Dos son los días señalados para las fiestas: el 17 de enero se celebra San Antonio de invierno y se acude con figurillas de cera representando los animales a los que se quiere bendecir. En verano se celebran las Pascuinas: cuarenta días después de Pascua. Esta ruta permite observar los dos tipo de poblamientos que se han desarrollado a ambos lados de Concilleros condicionado por el relieve y los factores ambientales: disperso en la marina y de pequeños núcleos en la montaña. La sierra de Concilleros con orientación NW-SE, ubicada y en situación prelitoral recoge los vientos marinos cargados de humedad y nos avisa de las futuras condiciones meteorológicas. El refranero popular apunta con mucho acierto "nubló Concieiro, agua en el caldeiro".

A nuestra izquierda y más cerca el pico del mismo nombre que la sierra, de 504 metros de altura (otras fuentes ponen 501 y 499)


Llegamos a una explanada donde hay una encrucijada. Un mojón con concha jacobita nos encamina a la derecha para cruzar el puente sobre la autovía


La pista es muy ancha y tiene además paso peatonal, con barandilla y protegido por guardarraíles, a ambos lados


No es un trayecto en el que haya trafico ni mucho menos, pero puede se ocasional el paso de grandes tractores que ocupan buena parte de la calzada, por lo que mejor es que empleemos una de las dos veredas peatonales


A nuestra izquierda vista al oeste, de los bosquetes en el camino de Barcia, el recorrido que nos aguarda hasta la capital del concejo, mayormente muy llano pues los caminos siguen aprovechando el gran pasillo de la rasa entre las montañas y la mar océana...


Y ahora vista hacia el este, hacia Caroyas y el Cabo Busto


Aquel pueblo alargado linealmente en la llanura del cabo es Busto o Bustu, un poco más al norte de El Chanu Caneiru. El Camino no pasa por él pero sí discurre bastante cercano, a su derecha, por lo que hemos pasado a escasos metros


El lugar ya aparece en el 1066 como perteneciente al monasterio cangués de Courias, al menos su mitad, por donación, mientras la otra era territorio realengo, es decir, dependiente directamente de la corona. En 1137 Alfonso VII lo donó al noble local Gonzalo Menendi. Fue solar de los Gamoneda, a los que Carlos III otorgó el marquesado de este título


De todas formas a los visitantes, peregrinos y viajeros de ahora tal vez les interese especialmente saber que es ahora solar de un paraíso de la gastronomía asturiana más dulce, la Pastelería Cabo Busto, fundada en 2012 por Jonathan González, del que sabemos por el blog Viajando con mi cámara, de Gema de los Reyes, lo que dice cuando se le pregunta porqué se estableció aquí:
«Fue duro al principio pero aposté por la calidad y ahora estoy contento. Además he encontrado lo que quería: poder desayunar con mi abuela, pasear con mi madre, salir a correr por la senda de Cabo Busto, sentir cada día la brisa del mar (…)” 

En la actualidad es muy reconocido por sus productos, destacando su maravilloso hojaldre, así como por su Tarta de Asturias, con productos asturianos tales como compota de manzana, mazapán de avellanas, mermelada de sidra, etc.


El topónimo Busto y sus múltiples derivados es muy usual en Asturias y otros lugares del noroeste ibérico, parece no ofrecer dudas en cuanto a su etimología, terreno quemado para ganar pasto, estando emparentado con palabras como combustión y combustible


Cuando llegamos al otro lado del puente, Caroyas ha quedado ya a nuestra izquierda: nosotros seguimos la pista local asfaltada que sigue ahora en dirección norte, hacia el mar


De frente vemos uno de sus barrios, El Calvario, que emplaza también sus casas linealmente. Sin duda debería su nombre a un camino señalado con cruces, o con representaciones de los pasos de la Pasión de Cristo (ahí está la capilla de San Ramón), pero también puede deberse a la antigua existencia de una cruz o cruceiru en el lugar. A lo lejos sigue recortándose la silueta del cabo


Se dice que Caroyas es "el pueblo de las cebollas", plantándose abundantes y muy buenas. Esta tradición cebollera se afirma que viene de un antiguo pago de tributos en especie. Se cuenta que antaño se pagaban a los dueños del terreno y caserías unos 900 reales y pico al año junto con 25 riestras de cebollas, hasta que en 1927 se llegó a un acuerdo para redimir aquel antiguo foro


Bajamos ligeramente cerca de La Casina'l Monte enfrente de Los Molinos, acceso a la playa homónima, donde molía antaño el Molín la Rapina, con agua del río Ricande, en cuyo curso fluvial, pese a su escaso tamaño, longitud y caudal, existieron más de diez molinos, de ahí el nombre de la playa


Y dando vista a las boscosas riberas dejamos el asfalto en la primera curva para tomar esta senda a nuestra izquierda


Ahí tenemos nuestro monolito: se trata de una hermosa pista de zahorra que recorre esta verde campiña entre la sierra y el mar, ahora en dirección oeste


Una verde y hermosísima llanura en otro bellísimo tramo caminero: es posible que aquí retomemos el trazado original del Camín Real de la Costa


Por la serranía, el Camín Real de Madrid, llamado también de otras formas, pues de Madrid seguramente fue cuando esta villa pasó a ser corte, era además un camino de peregrinación jacobita, uno de aquellos que enlazaban aquí y allá la costa con el interior y viceversa, aunque en nuestros días no está reconocido oficialmente como tal, al menos con la señalización pertinente. Por ello, y dada su trascendencia para el tema que nos ocupa en este blog, no nos resistimos a transcribir el artículo Salas Valdés: una ruta jacobea olvidada, que publica Jesús Menéndez Peláez, catedrático de Literatura Medieval y del Siglo de Oro, en la página de la Fundación Valdés-Salas, fecha 25 de septiembre de 2017:
"El pasado día 22 de agosto publicaba en LNE un artículo en el que pretendía llamar la atención sobre una ruta jacobea olvidada: Salas-Valdés, es decir, el paso de la ruta del camino primitivo a la llamada ruta de la costa. En esta nueva entrega quiero aportar nueva documentación, que acredita la vitalidad que en su día tuvo esta ruta, que partiendo de Salas comunicaba con el concejo de Valdés. En esta ruta tuvo una importancia capital el Hospital de San Martín de Faedo en el Coto de Lavio. El Archivo Histórico del Principado de Asturias (AHPA) custodia una buena parte de esta documentación, cuyas consecuencias prácticas creemos que afectan muy directamente al ciudadano de a pie. Por ello nada mejor que utilizar esta atalaya de LNE para su difusión dejando de lado el llamado “aparato crítico»...


Continua el investigador sobre el origen del antiguo hospital de peregrinos:

"Sobre los orígenes fundacionales ya me referí en el citado artículo así como otros aspectos documentales que testifican la intensa vitalidad que tuvo este hospital hasta la Guerra de la Independencia no solo como ruta jacobea, sino como vía de comunicación entre los concejos de Valdés y Salas. Su «época dorada» jacobina va desde el siglo XVI hasta principios del XIX, cuando desciende el espíritu religioso de la peregrinación en la cristiandad occidental. De aquella efervescencia nos queda un cáliz del siglo XVII con esta inscripción “Soy del Hospital de san Martín de Faedo por un devoto de Lavio”. Una auténtica reliquia de aquella vitalidad religiosa de la que fueron testigos aquellos “parajes agrestes” y remotos. Nada sabemos de la advocación de las dos imágenes que presidían el retablo, ni de la campana que hasta hace unos años convocaba a los vecinos de Pende (Lavio) para celebrar la fiesta de San Bartolo. Allí donde el espolio la llevó también la inscripción de su pertenencia al Hospital de san Martín de Faedo. 
A pesar del descenso de la peregrinación como ejercicio de piedad en el siglo XIX, el Hospital de san Martín de Faedo mantuvo el interés de las autoridades por ser la principal vía de comunicación entre el occidente de Asturias, vía Valdés y su capital Luarca, y la capital de la provincia, Oviedo, a través de Salas donde el camino real lleva el nombre popular de la Carrilona, un camino emblemático en la historia de nuestro concejo salense. «El camino que media entre Salas y Luarca -dice el documento de principios del XIX- va por un despoblado de más de media legua en términos de la parroquia de Lavio. Este paso es absolutamente necesario para todos los que se dirigen de una de las dos villas a la otra. Por él  conducen los caudales nacionales que ingresan en la administración de Luarca». Sin embargo, el deterioro va carcomiendo aquel edificio, a pesar de ser punto nuclear en esta ruta; de ahí que haya distintos proyectos de restauración en el primer cuarto del siglo XIX. Uno de los más detallados corresponde a 1825; en este documento se describe con precisión cada una de las unidades que habían de restaurarse; su precio total asciende a 4.975 reales vellón, cantidad que testifica la importancia que el Hospital de Faedo tenía en esta ruta. Por distintas razones tales proyectos fracasaron. Sus restos, para evitar que fueran refugio de ladrones, fueron derruidos. Hoy solo queda el solar y la historia escrita en unos legajos que reposan en el AHPA..."

Y este sería el itinerario completo del camino, que enlazaría con este un poco más allá, en Barcia: 

"¿Cómo esta ruta Salas-Valdés entronca con la llamada ruta costera? Es una hipótesis de trabajo que suele generar polémica, ya que la orografía, a partir de la llamada Venta de las Cruces, último eslabón del concejo de Salas, pudiera ofrecer alternativas. El método que utilizamos es el documental. Para ello disponemos -además de la cartografía y la tradición oral- de un documento hasta ahora desconocido por los especialistas de hospitales de peregrinos. Este documento facilitado por su propietario don Antonio Rico, vecino de Trevías, es fundamental para determinar esta ruta jacobea; nuestra gratitud más sincera por su generosa donación que, según su propio testimonio, encontró en un ¡basurero! El documento es un “apeo de bienes del hospital de Ambasvías”; está fechado en 1587. Es fundamental para nuestro propósito. Consta de siete folios en los que distintos testigos declaran ante el notario los bienes del citado hospital en San Feliz (Trevías). Uno de ellos testifica [fol. 6] que siendo muchacho oyó decir a su abuelo que el citado hospital había sido fundado por la abadesa del monasterio de san Pelayo de Oviedo; yendo en peregrinación fue sorprendida por una tormenta, uno de cuyos rayos fulminó a una de las muchachas que la acompañaba; este accidente sería el motivo por el cual la abadesa ovetense habría fundado dicho hospital. Otro testigo de ochenta años más o menos [fol. 7] indica igualmente que es un hospital «muy antiguo». Ese sintagma referido a su antigüedad lo repiten reiteradamente varios testigos. Esto nos indica que pudo haber sido fundado en la Baja Edad Media (siglos XIV-XV). El hecho de que la referida abadesa ovetense utilizara esta ruta es igualmente significativo de la vitalidad de este itinerario jacobino. La cartografía es otro documento fundamental. El mapa de Tomás López de 1777, que ilustra esta reseña, ratifica el seguimiento de lo que él llama “camino real”; este mapa, cuya autoridad es bien reconocida, será utilizado por el alemán Franz Ludwing Grüssefeld, a finales del siglo XVIII, en su mapa sobre la zona occidental de Asturias. Esto explicaría la presencia de peregrinos alemanes que siguen la ruta que proponemos; según testimonios de la catedrática María José Sanz, máxima autoridad, sabemos que uno de ellos fue agasajado por los marqueses de Ferrera de los Gabitos con unos dulces que no eran otros que nuestros “freisuelos’. 
Estas fuentes documentales concuerdan perfectamente con la tradición oral, hoy viva en vecinos de Faedo, Biescas, Brieves, San feliz y Barcia, sin que exista conexión alguna entre ellos. 
La ruta olvidada, que desde esta atalaya reivindicamos, saldría de Salas, subida a la Venta de Las Gallinas, Venta de Carlones, Hospital de Faedo, Venta de Las Cruces, Ferrera de los Gavitos, Muñás, Carcedo, Brieves, San Feliz, Lago, Ambasvias (dejando Concilleiro a la derecha) y finalmente Barcia.Quienes se ocupan de la conservación del patrimonio histórico de los concejos de Salas y Valdés deben saber que esta ruta, hoy olvidada, fue la más importante vía de comunicación entre estos dos concejos, vecinos, hasta que se abrió la N-634 tomando La Espina como “carrefour” con el occidente de Asturias"


Ahora, nos metemos en el bosque que oculta el curso del río Ricante, el cual nace en el cercano Picu la Cabra, en lo alto de este totémico cordal costero


Tras los campos abiertos volvemos pues una vez más a la mágica espesura


Hitos del Camino nos orientan, emplazados cada cierta distancia


El arbolado se abre un poco en este lugar... 


Y es que llegamos de nuevo a la carretera N-634, que cruzamos seguidamente al otro lado, por donde vemos que continúa el Camino Norte


Más hitos y flechas nos lo confirman, continuando de esta manera nuestro encantador periplo por el bosque


Senda siempre llana entre árboles y arbustos


Este tramo, muy recto, está asfaltado


Pasamos al lado del depósito del agua sobre el pequeño valle formado por este regueiru de Ricande, que divide la parroquia de Canero/Caneiru de la de Barcia, a la que vamos a entrar ahora


Salimos enseguida otra vez a la carretera nacional N-634 y vamos de ella a la derecha


Siguiendo por este sendero paralelo a la calzada evitaremos exponernos demasiado al tráfico


Los seguimos sin desviarnos al pasar enfrente de este cruce al lado del pinar


Seguidamente nos separamos una vez más del asfalto carreteril para tomar esta senda que nos vuelve a adentrar en el boscaje 


El camino va recto y paralelo a la calzada, separado de esta por una mata de arbolado


Entramos así en la parroquia de Barcia, según nos acercamos a su histórico cementerio musulmán, del que hablaremos en la entrada de blog correspondiente al siguiente tramo del Camino, poniendo  rumbo a la capital del concejo de Valdés, el camino de Luarca/L.luarca







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