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sábado, 15 de noviembre de 2014

VALDEDIÓS: EL VALLE DE LOS REYES (PUEYES, VILLAVICIOSA, ASTURIAS)

      
Valdediós desde Arbazal: a la derecha El Conventín, el santuario más antiguo, medio escondido entre los árboles. Por allí llega el Camino procedente de La Rivera. Vemos la entrada allí al monasterio de Santa María y sus claustros. El Camino sigue hacia La Campa justo detrás del conjunto, pasando entre el monasterio y la antigua escuela, en medio de la foto
Llegada a Valdediós; a la derecha el Camino, a la izquierda el aparcamiento y los muros del monasteruo
Los peregrinos que, siguiendo el Camino Norte o de la Costa se deciden, en el cruce de Casquita, divisoria entre las parroquias de Grases y Amandi, al sur del casco urbano de Villaviciosa, por tomar el camino hacia Oviedo/Uviéu, la capital asturiana, recorrerán el antiguamente llamado valle de Boides, el formado por el río Rozaes y sus afluentes, como el río Valdediós. Así y Tras pasar Camoca llegarán a Castiellu, donde podrán optar a la vez por subir a La Campa, paso al valle del Nora, por Arbazal, el trayecto más empleado en la antigüedad, o bien dirigirse por La Rivera, parroquia de Pueyes, a Valdediós, pasando por su famosísimo monasterio


Así a la izquierda vemos el alto muro del convento y su destacadísimo conjunto monumental formado por la iglesia de San Salvador, conocida como El Conventín (Arte Asturiano), que es el edificio que se ve en primer término y, poco más allá y del que sólo se ve la espadaña del campanario, el monasterio de Santa María de Vadediós, en origen románico pero con numerosos añadidos renacentistas y barrocos


Según su la inscripción de su ara fundacional El Conventín fue consagrado el 16 de septiembre del año 893 con toda solemnidad por los obispos de Dume, Astorga, Coimbra, Compostela, Lamego, Lugo y Zaragoza. un acontecimiento que simbolizaba el momento de máximo esplendor y poder del Reino de Asturias. Todo el noroeste ibérico obedecía al mandato del monarca Alfonso III El Magno, un verdadero rey-emperador. En aquel tiempo sus ejércitos acababan de tomar Braga, Oporto, Chaves, Lamego y la ciudad de Coimbra. Extrañamente eso sí, no aparece en la relación el obispo de la sede ovetense, la entonces capital del reino


Es en este contexto cuando se consagra este templo de San Salvador, en el palacio real del valle de Boides, que era como se conocía al gran valle central villaviciosino, uno de los espacios preferidos por el mandatario para descansar de las tensiones de la corte pero tampoco demasiado lejos de su capital, en Oviedo/Uviéu, por si se precisase con urgencia de su presencia. Aquí tenía tiempo para lo que más le gustaba, el cultivo de la mente y del espíritu, vida sosegada y retirada pero con otras emociones vitales tales que fiestas y cacerías

Se trata de un templo basilical de tres naves separadas en el interior por cuatro arquerías de cuatro tramos, cabecera tripartita con tres cámaras ciegas superpuestas, dos cámaras laterales abiertas a las naves de los lados y tribuna sobre pórtico al oeste. Los techos son de bóveda de cañón. A cada lado hay cuatro ventanas bíforas que dan luz al interior, en total ocho. Están situadas sobre las claves de los arcos que separan las naves


La ventana bífora de la nave central de la cabecera, sensible más alta, es también más grande que los laterales. estas ventanas, con dos y a veces tres huecos, son uno de los símbolos más reconocidos popularmente del Arte Asturiano, pues mismamente se emplean como anagrama de entidades y asociaciones o en campañas de promoción turística, cultural etc


Hay grabadas diversas filigranas, sogueados arriba, en los arcos y sobre ellos, y círculos, espirales, motivos geométricos... en los capiteles sobre los que se asientan


Luego, más de tres siglos después de estos sucesos, los monjes blancos del císter, reformadores de la Orden Benedictina, buscando un rincón apartado para fundar uno de sus renombrados monasterios, extendidos por todo el occidente europeo, encontrarán en este mismo enclave la simiente dejada aquí por el Rey Magno y con ella también el lugar apetecido para retirarse del "mundanal ruido" pero a la vez sin renunciar a él, pues ejercieron un enérgico dominio sobre la comarca durante siglos. Desde un portón lateral en el muro podemos apreciar estas dos fundaciones que marcaron la historia del valle...


Asomados al portón lateral de este muro vemos los edificios de ambas fundaciones


San Salvador de Valdediós es en realidad únicamente la parte que llegó a nuestros días de un gran espacio arquitectónico mucho más grande, parte de una villa palaciega en la que Alfonso III pasaba sus momentos y temporadas de asueto en un valle de ensueño. Posiblemente en el lugar o en las inmediaciones hubo una villa romana. Por su parte la iglesia de Santa María, del siglo XIII, que vemos al fondo es de estilo románico, si bien "camuflado" entre numerosos elementos agregados a lo lardo de la historia


Esta es la fachada norte del Conventín o iglesia de San Salvador. Seguimos viendo las ventanas bíforas en lo alto de la nave además de la de la capilla lateral. Llaman la atención los contrafuertes y la existencia de una puerta de arco de medio punto cegada


Fijémonos en la ventana bífora, un poco más grande que las de la nave pero menos que la de la cabecera


Otra serie de sogueados recorren el arco y círculos y otros motivos decoran la parte superior del pétreo ventanal


Recorriendo el muro el Camino sigue a la derecha, viendo los edificios del monasterio de Santa María añadidos más posteriormente. Aquí está la entrada principal


En el monasterio de Valdediós hay además albergue de peregrinos


Vamos a pasar a visitar el lugar...


Accedemos al interior por el portón...


Y recorremos el gran pasillo central que se dirige a la iglesia de San María


A la derecha, en medio de esta preciosa vega, con el río Valdediós, canalizado por los monjes escarmentados por inundaciones, pasando más atrás, al lado del bosque, vemos El Conventín, su fachada principal, mirando al oeste


Se trata de la evolución más lograda de los modelos y trazas del Arte Asturiano, arte prerrománico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco


Las soluciones artísticas y arquitectónicas del tiempo de Alfonso II El Casto (primer peregrino a Santiago) y de Ramiro I, monarcas anteriores a Alfonso III, llegan aquí a su mayor perfección. Ángulos y naves, contrafuertes, bóvedas... todos los detalles del Arte Asturiano están presentes en El Conventín de Valdediós, mejorados, majestuosos, de las ventanas a las celosías, de los arcos a los capiteles


Este arte aparece netamente vinculado a los monarcas asturianos, en principio parece que nace con el AsturumAsturum Regnum y desaparece no mucho después que la corte se traslada a León aunque, siempre habría que matizarlo. Sigue modelos anteriores, se compara con el arte visigodo y similares y, como estos, bebería del arte clásico. No en vano en algunas iglesias se han reaprovechado elementos de época romana o poco posteriores, preexistentes, y algunos arqueólogos quieren ver en algunas villae tardías el origen de este arte, que se extendió por buena parte del reino, localizándose ciertamente los más significativos ejemplos en Asturias, pero que también están presentes en otros lugares, principalmente Galicia


Las últimas muestras que han llegado a nuestros días del Arte Asturiano son de pocos años después del traslado de la corte a León. La llegada del románico procedente de Francia, siguiendo el Camino de Santiago tras sus peregrinos y órdenes religiosas, lo sustituye, si bien, hasta en torno al año 1000, aparecen templos que han llegado a nuestros días con una mixtura de ambos estilos


Esto podría ser en líneas generales y apurando la expresión lo más o menos aceptado en nuestros días, pero existieron y existen partidarios de ver en su nacimiento relaciones políticas y culturales con Bizancio o al menos con los lombardos, focos de arte y cultura en algunos de los siglos más difíciles de la alta Edad Media. Se sabe que debieron existir como existieron y muy intensas con la corte de Carlomagno pero eso no quiere decir necesariamente que el Arte Asturiano se inspirase en estos, que por otra parte también se nutren de bases clásicas


Se trata de un antecedente, uno de los existentes en Europa, del arte románico que en buena parte la unificó en este sentido, incluso suele aparecer en recopilaciones, publicaciones, catálogos... de arquitectura románica


Vamos a ver bien los elementos principales de esta fachada oeste, la principal, la de la puerta de acceso, de arco de medio punto sostenido por columnas con capiteles, fustes y basas


Esta ventana bífora sobre la portada de acceso es la más llamativa


Sobre ella está la Cruz de la Victoria, mandada hacer por Alfonso III El Magno en el Castillo de Gauzón, cerca de Avilés (según la tradición recubriendo la cruz de madera que portó Pelayo en Covadonga). Entonces es ya definitivamente el emblema del reino, símbolo que, con algunos pertinentes cambios, llega a nuestros días como bandera de Asturias


Las clásicas ventanas con columnas del Arte Asturiano son otro de esos símbolos, artísticos e históricos, que reconocemos familiarmente también en la actualidad


Las tres naves están dedicadas a Jesucristo, la mayor, y a Santiago y a San Juan Bautista las laterales. Poco después de la construcción del santuario se abre en la fachada sur un nuevo complemento, el Pórtico Real, con bóveda, columnas y una preciosa celosía que constituye asimismo uno de los emblemas de este arte y este periodo. Tal vez se trata de un espacio reservado al rey: Este pórtico, inusual en estas iglesias, podría ser de inspiración mozárabe, pues muchos se estaban asentado en los dominios de Alfonso III como refugiados del sur


La hermosa celosía... otro símbolo de Valdediós y del Arte Asturiano...


Una puerta, abierta durante las  visitas guiadas, nos permitirá acercarnos al santuario y verlo mejor, así como entrar en el interior


Accediendo al campo del Conventín admiramos en todo su esplendor esta también soberbia parte sur del santuario. Aquí está la Capilla de los Obispos, donde hay enterramientos medievales y se conserva la estela de consagración, de mármol, incrustada en el muro. En el interior existen más lápidas de piedra con textos que contienen alegatos de amparo y protección contra robos y ataques. Algunas oraciones delatan pudieron ser del mismo rey o encargadas e inspiradas por él a algún poeta

Dentro del templo existen pinturas de gran valor así como inscripciones originales que nos informan del día y del instante de su consagración, junto con una oración que delata ser compuesta por el mismo rey mas algún conjuro contra enemigos y ladrones. También se observan los espacios de distribución de los fieles


La advocación al Salvador demuestra esta estrecha relación con la corte asturiana y su catedral ovetense de San Salvador, al igual que con el paso de peregrinos a venerar sus reliquias, dirigiéndose muchos a continuación a Compostela


Después de su momento más esplendoroso y tras la muerte del rey, la cabeza del reino termina trasladándose a León luego de ser este repartido entre sus hijos. El lugar, que pasará a posesión del monasterio ovetense de San Vicente, recordará con tranquila serenidad aquellos legendarios acontecimientos pero, después de unos siglos, volverá a recobrar gran parte de su protagonismo y a escribir páginas importantes de la historia...


Allá por el año 1200, uno de aquellos reyes de León, otro Alfonso, el IX, tendría especial querencia por Asturias, origen de su reino, por lo que fundaría monasterios y abadías que, además de ser centros de retiro y oración, eran una especie de grandes empresas agropecuarias de ordenación y administración del territorio, verdaderos latifundios dueños de grandes extensiones, donaciones, huertas, rebaños, sirvientes, vasallos, colonos, molinos... pero también enclaves de cultura, política y poder. Así es como se funda el monasterio de Santa María, que empezaría a darle al valle el nombre de Valdediós. El privilegio de fundación fue otorgado en Santiago de Compostela el 27 de noviembre de 1200 pero las obras de construcción no comenzarían hasta casi dos décadas después, en mayo de 2018, si bien había ya monjes aquí establecidos en 1198, haciendo realidad las normas del capítulo general de la Orden del Císter de 1134 para establecerse en lugares apartados


Son partícipes de su fundación los monjes cistercienses del monasterio gallego de Sobrado dos Monxes, que también podremos ver en este Camino Norte. Las obras acabaron entre 1225 y 1126 (otras fuentes dicen en torno a 1250) pero el monasterio sería reformado y agrandado sucesivas veces, llegando a ampliar considerablemente sus dependencias, que entre otras construcciones incluirían claustro y patio de servicios, junto con otras dependencias y edificios, si bien la iglesia mantendría bastante bien su estructura original pese a que, por ejemplo en 1522 una gran inundación destruyó el pórtico, que hubo de ser reconstruido. Poco antes, en 1515, el monasterio había dejado de depender de Sobrado dos Monxes y pasaba a serlo de la Congregación de Castilla de la Orden. En 1691 un nueva inundación afectó a conjunto. De esa centuria es el segundo claustro


Si visitamos El Conventín podemos pasar a admirar la parte posterior de la iglesia, con su gran triple ábside semicircular que arranca en tramo recto, muy del gusto arquitectónico benedictino. El templo es de grandes dimensiones y este tripe ábside obedece a su planta basilical de tres naves, la central considerablemente mayor que las laterales y separada de ellas en el interior por arquerías apuntadas


La iglesia del monasterio cisterciense es obra como el primitivo monasterio del maestro Gualterio o Galterio (Walter), posiblemente venido del otro lado de los Pirineos y relacionado con Borgoña. La sobriedad ascética de la Orden del Cister destaca en su ideal artístico y arquitectónico. La majestuosidad de su estructura tardorrománica, dentro y fuera, es lo que se hace valer como fundamental, además la decoración cincelada en la piedra, sobre todo en las portadas, entradas y accesos, que veremos a continuación, pero también en los canecillos que sostienen los aleros de estos ábsides. La sobriedad estética cisterciense, no obstante, se refleja en las ventanas, carentes de toda decoración


Veamos en primer lugar el ábside más cercano a El Conventín, el de la derecha según miramos desde fuera o de la nave de la epístola, con su ventana lisa y sus canecillos


La decoración es escueta, alguna forma de rollo, bolas, alguna figuración geométrica y otros canecillos casi lisos



Ahora el gran ábside mayor central, el de la nave principal, con tres ventanas que en la actualidad permanecen cerradas


Canecillo lisos o de somera decoración y otro con una representación de una cabeza humana con rostro bien visible que mira hacia el suelo. Muy propio de los cistercienses además del gusto por la decoración vegetal, muy difundida en todo el románico pero especialmente preferida por esta orden, tal y como vemos en las flores tetrapétalas del alerón o en el capitel de una de estas columnas exteriores, este con un ajedrezado sobre él




Otra de las columnas con motivo vegetal en el capitel y arriba elementos florales en línea. Si bien objeto decorativo en principio la simbología repetitiva podía transmitir sensaciones de movimiento, infinito y eternidad


Canecillos con diversas formas representadas. Arriba flores hexapétales, ajedrezado y tetrapétalas


Bolas, rollos e inspriación similar. Más plantas esculpidas en el capitel de otra columna


Y ahora el pequeño ábside del lado del evangelio...


Rollos bolas y formas gométricas y naturalistas






Al exterior, en la obra original del santuario vamos a ver el muro norte


Aquí las ventanas son lisas, así como la portada sur


Esta portada sur tiene varios arcos sostenidos por tres columnas a cada lado. Tanto la arcada como las columnas con sus fustes y capiteles carece de nada esculpido


Ahí en el tímpano vemos la importantísima inscripción que narra que el 18 de mayo de 1218 comienza aquí la construcción del monasterio estando presente el maestro Galterio, que "construyó esta basílica" reinando Alfonso IX en León y "siendo Juan el obispo de Oviedo"


Dejamos el campo de la vega del río Valdediós para volver al pasillo que da entrada a las diferentes partes del convento


Un gran pórtico del siglo XVII (año 1687) guarda las portadas principales. De esa época es también la enorme espadaña del campanario


Todo es grande en Valdediós, incluyendo esta extensa explanada como espacio de distribución. Aquí la iglesia y estos edificios, mayoritariamente de los siglos XVII y XVIII, forman una gran plaza cuadrada. estas intervenciones ocultaron parcialmente la estructura primigenia entre las nuevas edificaciones conventuales


Aquí había caballerizas, cocinas, y salas diversas además de celdas para los monjes, el abad y personal de mantenimiento


También una fuente con dos caños, la Fuente de Valdediós


Junto a la fuente, en la misma pared, una inscripción


La placa alude a la entrega en 1991 del Premio Príncipe de Asturias a la activa asociación Cubera de Amigos del Paisaje de Villaviciosa, tan activa siempre en favor de Valdediós, por parte de S.A.R. el entonces Príncipe Felipe de Borbón, luego Felipe VI


Enfrente, otras dos estancias aprovechadas en la actualidad: a la derecha la Hospedería de Valdediós, casi en la esquina. A la izquierda el albergue de peregrinos



Hospedería, albergue y bazar del convento están atendidas, como todo el monasterio, por las monjas Carmelitas Samaritanas establecidas aquí en julio de 2016, tras el abandono dos años atrás de una comunidad cisterciense que había vuelto al que fue su desamortizado santuario, una vez rehabilitado


El monasterio estaba realmente en un paraje un tanto aislado, como apetecían los cistercienses "en lugares apartados, no frecuentados por hombres que llevasen a la puntualidad observancia y reformación"

Realmente el camino principal de comunicación iba monte arriba por Arbazal, donde los propios monjes construyeron un mesón para atender a viajeros y peregrinos. En la actualidad, si bien esa otra ruta es también oficial y está señalizada, suele ser más bien secundaria en la práctica para los actuales peregrinos, que prefieren seguir valle abajo hasta el monasterio, atraídos por su historia y por la hospitalidad de su alojamiento


Vamos a acercarnos a la iglesia para ver sus portadas y luego el interior. Hay una leyenda que afirma que la boda de conveniencia entre el rey fundador Alfonso IX con su prima Teresa de Portugal en 1196 y, casi acto seguido y tras repudiarla, con su sobrina Berenguela de Castilla, anuladas ambas por el Papa a causa del parentesco y la consanguinidad, dejaron al monarca leonés en muy malas relaciones con la Iglesia, por lo que trató de congraciarse con los entonces poderosos cistercienses, que con sus ideales de sobriedad, pobreza y ascetismo se estaban extendiendo por todo el orbe cristiano


Independientemente de ello el rey era uno de los monarcas que ampararon y favorecieron a esta Orden del Císter reformadora de la Regla de San Benito. Previamente consiguieron por permuta este Valle de Boides o Boiges (posiblemente de boi y bovis, ganado vacuno) al monasterio de San Vicente de Oviedo/Uviéu


Así, el 27 de noviembre del año 1200 Alfonso IX y su entonces mujer Berenguela firman la carta de donación de sus posesiones en el valle de Boides a los monjes del Císter, para que estos erigiesen una abadía filial de la que tenían en Sobrado dos Monxes en Galicia, rebautizando estos, como tenía costumbre, el valle, llamándolo Valdediós en advocación a la divinidad, tal y como hicieron también en uno de sus cenobios en el valle del Loira


Veinte años más tarde el mismo Alfonso IX fija la extensión del coto monástico, unos diez kilómetros cuadrados que coinciden mayormente con la actual parroquia de Pueyes, concediendo a los frailes de este valle que los cistercienses comenzaban a llamar Valdediós, unos importantes derechos sobre el comercio de sal en el puerto de Avilés, mas numerosos bienes y rentas en muchos lugares de Asturias, León y Zamora, haciendo de él el más poderoso monasterio de Císter en Asturias


Junto a la iglesia se fueron levantando las demás construcciones monásticas, el primer claustro, la sala capitular, o las celdas de los religiosos, las cuales desaparecieron como consecuencia de las reformas del siglo XVI


En 1348 el monasterio padeció incendio y destrucción, perdiéndose su valioso archivo. Valdediós tuvo grandísimo poder e influencia desde su mismo origen en todo el territorio que dominaba... y también en el que no. Se quejó de la competencia que significaba para el convento la fundación de una villa o pola libre del poder señorial como era La Pola de Maliayo, actual Villaviciosa, por el rey Alfonso X El Sabio, quien tuvo que revocar su decisión de fundar otra en Sariegu entre 1270-72

 El Císter hacía presión sobre sus súbditos como verdaderos señores feudales y por ello hubieron de hacer frente alguna vez a las rebeliones populares, como cuando en 1413 los vecinos de Sariegu entraron en el coto del cenobio armados con lanzas, escudos y otras armas, llevándose el ganado. El cobro de determinados tributos hacía que los vasallos no estuviesen de acuerdo con el gobierno de sus señores eclesiásticos. Valdediós no renunciaría a ellos hasta 1678


Alrededor del año 1500, nuevas obras traerán nuevos gustos y estilos que irán uniéndose y transformando la fábrica románica medieval: portadas renacentistas primero y barrocas después compartirán espacio con las viejas estructuras románicas


Vamos a entrar primeramente pues al claustro a contemplar más de los elementos románicos originales, como las dos portadas románicas que miran al oeste


Aquí vemos las dos portadas románicas, a la izquierda, siendo la segunda la principal y más grande. Al fondo, mirando al sur, hay una portada más, barroca, acceso a uno de los cuerpos agregados por aquel entonces a la obra románica


Vamos pues a empezar por esta primera portada izquierda, la más cercana a la entrada del pórtico, bajo una ventana también románica


Es una portada bastante sobria y sencilla, con dos arquivoltas molduradas con boceles y guardapolvo. La parte más exterior presenta decoración geométrica. El tímpano carece de decoración y de inscripciones. Es evidente el deterioro de la piedra por la humedad, Hay dos columnas a cada lado con sus capiteles, fustes y basas


Los capiteles sí están cincelados, estos son los del lado izquierdo


Los motivos son apomados y plantas


Y estos son los de la derecha, también con inspiración naturalista de plantas



Vamos a pasar a la siguiente portada, la principal, en medio, acceso a la nave central


De considerable tamaño, es la que presenta más motivos decorativos y simbólicos representados en sus componentes, con tres arquivoltas semicirculares envueltas en guardapolvo


El remate semicircular exterior es ajedrezado, Otros dos son motivos en zig-zag con uno intermedio de tetrapétalas. El tímpano es también aquí liso


Cuatro columnas a cada lado, con sus basasm fustes y capiteles


Capiteles de la izquierda, bajo una banda ajedrezada


Los dos de la izquierda son elementos vegetales entrelazados. El siguiente a la derecha son hojas y tallos. En más cercano a la puerta se ve un tallo anudado


Hay además en él dos representaciones de personas. En la esquina una figura de cuerpo entero


Y a la derecha una cara con gesto violento y una mano que agarra una especie de palo que se lleva a la boca


Es muy expresiva, se ven los dientes mordiendo con fuerza, y los ojos desorbitados


Vamos a ver abajo las basas, también con representaciones


Basa derecha


Basa central


Basa izquierda


Ahora las columnas de la derecha


Capiteles bajo ajedrezados también con profusión de representación de plantas



En el tercero empezando desde la puerta aparecen cabezas humanas. La central incluso levantando los brazos a la altura del pecho y mostrando las palmas de las manos



A la derecha, el más exterior, una cabeza asomando entre "la selva"


Abajo las basas


La central...


La exterior


Y la interior más próxima a la puerta


Antes de entrar pasamos a ver la portada barroca


Hermoso frontón con columnas y arriba triángulo del frontal


Arriba las flores de lis rememoran el origen francés de la orden cisterciense


Arriba el escudo de la Congregación de Castilla o de la Regular Observancia de San Bernardo en España, a la que pertenecía Valdediós desde 1515...

"De azur a la banda de doble serie de escaques de plata y gules, tres lises de oro, brazo de monje, moviente del flanco siniestro, empuñando báculo abacial, y una mitra, todo ello al natural"



Y ahora, por la ya descrita portada principal, entramos dentro de la iglesia...


Aquí vemos la gran nave central y las laterales. separadas entre sí por arcos de medio punto, mientras que en el interior las tres se cubren con bóveda de crucería, característica de arquitectura cisterciense que denota la transición al gótico. Los capiteles están aquí parcamente labrados apareciendo muchos lisos y otros con estética similar a los del exterior, como las caras humanas


En la nave central, arriba a la derecha, el órgano barroco es del año 1713 y ha sido declarado Bien de Interés Cultural


Un monasterio, como una catedral, realmente nunca se acaba de construir y las labores se prolongan en el tiempo. En el siglo XVIII seguían haciéndose trabajos no sólo en las ampliaciones del convento sino también dentro de la iglesia, como las artísticas pinturas del interior o el retablo del altar mayor.


Pero lo que sí rompía y acababa con la sobriedad cisterciense eran los retablos barrocos. Nuevos gustos, ideales y perspectivas fueron las que encargaron en 1750 el nuevo Retablo Mayor a Manuel González Manjoya, una impresionante maravilla de formas, figuras, ornamentos y ostentación que logró acoplarse con una simbiósis perfecta entre el majestuoso arte constructivo del ascetismo medieval y las recargadas filigranas del más profuso arte barroco

Eran las piezas más adecuadas que se pudieron hacer para llenar de imágenes, brillo y colores las frías y enormes estancias del primitivo templo cisterciense. Majestuosidad constructiva que fue a combinarse con la mayor magnificencia decorativa. Románico cisterciense y barroco aparentan ser contrarios pero, justo por ello, se hicieron más que compatibles, inseparables, en Santa María de Valdediós.


Esta es la nave lateral derecha según entramos, el lado de la epístola, con sus arcos ojivales y sau bóveda de crucería


Y aquí la nave del lado del evangelio. Además de los retablos barrocos se conservan los tres altares románicos. Si el peregrino, mínimamente sensible. e independientemente de sus creencias o ideología, lo tiene a bien, podrá en algún momento de oír a las monjas sus cantos litúrgicos, un momento inenarrable



Visitado el interior volveremos afuera. Aquí, entre el pórtico y la puerta del albergue, está el pasadizo hacia el claustro...


El mayor cambio de todos los siglos de historia de Valdediós habría de venir en 1835 de la mano de la Desamortización de Bienes Eclesiásticos de Mendizábal, cuando el monasterio fue declarado oficialmente extinguido y sus bienes pasaron a particulares, mientras la iglesia iba a ser parroquial, si bien un pequeño grupo de tres monjes siguió viviendo en el lugar hasta la muerte del último en 1862


En realidad el histórico monasterio se estaba empezando a venir abajo antes ya de la Desamortización, cuando acabó definitivamente la actividad monacal, aunque en 1862, adquirido por la Iglesia, se funda un seminario mayor y en 1877 un colegio de segunda enseñanza que funcionará hasta 1923. Cientos de seminaristas, alumnos, profesores, le dieron nueva vida y en él trabajaba mucha gente de los pueblos de la redonda, siendo durante otro buen periodo otra importante referencia cultural, social y económica en la zona, celebrándose aquí además alguna fiesta como la del Corpus


La historia se vio no obstante terriblemente empañada en la guerra civil cuando se instaló un hospital dentro de la zona republicana. El personal médico y sanitario fue torturado y exterminado en un delirio de violencia injustificable por una unidad militar regular del ejército nacional y posteriormente enterrado en una fosa


Es la fosa de Valdediós, en El Prau de don Jaime, un poco más atrás de El Conventín, al lado del camino que pasa detrás del cenobio, lugar en el que reposan los restos de aquellas personas, en el mismo sitio en el que fueron fusiladas después de padecer lo indecible en manos de sus captores


En el año 2003 voluntarios españoles y extranjeros exhumaron los cadáveres y se instaló un monolito obra del escultor Joaquín Rubio Camín, residente en las inmediaciones, en pleno camino, como "ventana abierta a la Esperanza"


Una placa del Ayuntamiento de Villaviciosa recuerda aquellos terribles acontecimientos



En la posguerra se suprimió el seminario y el abandono seguirá hasta 1986, cuando el gobierno autonómico asturiano asuma su restauración con una escuela taller a cargo de la Consejería de Cultura dirigida por los arquitectos García Pola Marqués y Palacios. En 1992 se produce un acontecimiento cargado de emotividad y simbolismo: el regreso de los cistercienses (ya no como los antiguos amos feudales, naturalmente), un pequeño grupo de monjes parecía hacer revivir la fundación, pero no tuvo éxito la iniciativa y los últimos marcharon en el año 2009, llegando posteriormente frailes de la Orden de San Juan que, no pudiendo asumir el mantenimiento del lugar, lo abandonaron a su vez en el 2012, pasando nuevamente a la Archidiócesis de Oviedo


En el año 2016 la llegada de las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús dieron nueva vida al lugar que, como hemos dicho y recalcamos, dispone de albergue público de peregrinos, hospedería, bazar del convento y servicio de visitas guiadas


Conocida, un poco más, la historia de Valdediós y visitados sus monumentos, hayamos o no pernoctado en el albergue, nos disponemos a continuar camino, saliendo por el portón del santuario


Saliendo a la carretera local hay una encrucijada, nosotros nos dirigimos a la izquierda


De frente, eso sí, hay un muy importante hito caminero


Una señal con varios pueblos de la zona: nosotros nos dirigimos a la izquierda, recalcamos, hacia Villarica. Al fondo hay una cruz


Es la Cruz de Valdediós. un crucero con un pequeño altar
ç

Así, a las puertas del monasterio, iniciamos la subida


Las flechas amarillas orientan nuestros pasos


El Conventín abajo


Los históricos edificios monacales a la izquierda


Sigue la subida junto a antiguos almacenes del cenobio cisterciense


El Camino pasa encajado entre los muros y la ladera


Llegamos a unos antiguos edificios


Son las antiguas Escuelas de Valdediós, con viviendas de maestros, extendidas a lo largo del Camino


Aquí estaban las aulas: enfrente hay un cruce


Es un cruce: nosotros tomamos el ramal de la izquierda


Es el Camino de Vallinaoscura


Por este camino llano seguimos todo el muro del monasterio


Y vemos los edificios en torno al claustro


Sacristía, sala capitular y casa abacial se construyeron a mediados del siglo XVI, mientras los dos pisos inferiores del claustro y el perímetro interior del patio de servicios, en dos alturas, se hicieron entre finales de esa centuria y principios de la siguiente


En 1687 se construyeron, a la vez que el pórtico, los dos cuerpos meridionales de la hospedería, cuya parte externa vemos desde aquí


Monte arriba va la carretera La Campa (AS-267), cuya apertura en el siglo XIX hizo caer en desuso el viejo Camín Real que, reiteramos iba aún más alto, por las alturas de La Campa Arbazal hasta el pueblo de este nombre, cuyo mesón cisterciense guarda la memoria de la historia de estos lugares...


En la segunda mitad del siglo XVIII se remataron la hospedería y el archivo del monasterio


En 1776-1777 era culminada la obra del piso superior del claustro, que es posible hubiese empezado en 1760


Dejamos atrás los edificios monacales pero seguimos todo el muro de la finca del cenobio


Llegamos a un paraje muy arbolado



El muro parece hacerse más alto, a la derecha hay fincas con praos arrimaos, esto es, pendientes, sobre el Camino


Grandes castaños, nogales y fresnos


A la derecha una portilla


Y sobre el Camino una panera


Esta panera le fue regalada en el invierno de 1973 al artista Joaquín Rubio Camín por su amigo el arquitecto villaviciosino José Ramón Miyar. Joaquín buscó de inmediato un lugar para ubicarla y, hallando un lugar para crear y concentrarse plenamente en su trabajo, llegó aquí a Valdediós, donde residiría el resto de su vida


Joaquín Rubio Camín, escultor, pintor, diseñador y fotógrafo, nació en Gijón/Xixón en 1928, estudiando en el Colegio Corazón de María e iniciando su carrera artística como pintor en los años 50, ganando diversos galardones, pasando luego a su trabajo más reconocido, el de la escultura, también notablemente premiado. Establecido en Valdediós llegaría a ser nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1991. Falleció a finales del año 2007 a los 78 años. En peregrino honra aquí su memoria...


Y sigue, casi sin detenerse, hasta el fondo del valle


Los últimos tramos llanos antes de iniciar la larga rampa a La Campa, por Vallinaoscura y Villarrica
















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