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viernes, 27 de marzo de 2015

RIBADEO "LA LLAVE DE GALICIA" (y 4) SALIENDO DE LA VILLA POR LA CAPILLA DE SAN LÁZARO: EL CAMINO Y LA MALATERÍA. LA SOLIDARIDAD CON EL LEPROSO, UN EJEMPLO DE LA HISTORIA

Capilla de San Lázaro

Los peregrinos que salen de Ribadeo camino de Ove, encaminando sus pasos a Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo, se encuentran con una modesta capilla que guarda uno de los testimonios más ejemplares de los caminos de Santiago y todos los antiguos caminos, el de la solidaridad con el enfermo, pues fue santuario de la malatería de San Lázaro, patrón de los leprosos, una de las enfermedades más temidas de la antigüedad, la lepra, pero, en cuenta de lo que pudiese parecer y como gran contraste, a pesar del miedo al contagio, estos hospitales de leprosos, posiblemente una evolución de la atención a peregrinos enfermos y antecedente de la acepción actual de hospital más como centro sanitario que hospedaje humilde para peregrinos, pobres y enfermos, estaban situados en algunos de los caminos principales y más frecuentados, tal que este, entrada y salida de la puerta principal de las desaparecidas murallas de Ribadeo, la Porta de la Vila

Santa María do Campo y rúa de San Francisco, Camino y antiguo convento franciscano de Ribadeo

Poco más allá de la Porta de la Vila, en la antiguo Campo da Vila, la llanura por donde Ribadeo creció fuera de aquella cerca o muralla medieval, los franciscanos también establecieron su monasterio, por entonces aún en pleno extrarradio de la población, el cual fue desamortizado en el siglo XIX, pasando su santuario a ser la iglesia parroquial de Ribadeo, Santa María do Campo, que visitábamos en la entrada correspondiente, dedicada al tramo anterior del Camino por la villa, y por donde comenzamos nuestra andadura hacia la capilla de San Lázaro, que ha dado nombre a un barrio entero a su alrededor y, de allí, continuar rumbo a Ove


Desde la iglesia tomamos la rúa de San Francisco a la izquierda, siguiendo camino por este hermoso paseo-bulevar de firme adoquinado y árboles y plantas ornamentales


Por la mañana temprano, cuando salen de Ribadeo numerosos peregrinos, la sombra del picudo campanario de Santa María do Campo se proyecta sobre estas fachadas, así como las de los árboles del bulevar


A la izquierda, sendas placas en la fachada de una casa recuerdan, una de ellas, la de arriba, que fue aquí donde el escritor Leopoldo Calvo Sotelo, Hijo Adoptivo de Ribadeo y hermano del político José Calvo Sotelo, y padre del también político y Presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo y Bustelo. escribió su famosa novela Ribanova, nombre figurado de Ribadeo, la cual comienza así:
"Ribanova no es una novela. El autor, novicio en estos menesteres literarios, no ha sabido urdir una trama al uso, y eso que, a las veces, la pluma se le iba detrás del argumento, fácil quizá de componer dentro del marco ribeiriano -el forastero que llega, mozo y disponible, y, después de las peripecias reglamentarias, enamora a una rapaciña, casa con ella, y cátate hecho el cuento: el cuento de todos los días, que acaba en una página del libro de matrimonios del Registro civil. 
Pero no ha querido tampoco, ¡líbrele Dios de vanidad tanta!, sentar plaza de original ni romper los moldes acostumbrados. Su propósito, bien humilde, no ha sido otro que el de dibujar unas escenas de la vida de pueblo: escenas donde los personajes constituyen sólo un pretexto y el diálogo una manera de animar el cuadro, ya de por sí monótono en demasía; comedia en la que los actores significan menos que el decorado. 
Ribanova levanta su apiñado caserío a orillas del Nova. Allí va José Luis a pasar el verano. José Luis observa, inquiere, descubre noticias interesantes sobre la historia de la villa, trata a las principales figuras locales, rinde pleitesía a los encantiños ribeirianos, se suscribe al Eco y a La Voz, los dos batalladores semanarios, asiste a una «lodrobada» con media docena de amigos, recibe la visita del coadjutor de Villasol, el más cumplido de los clérigos de la diócesis monledense, cultiva la amistad de los Canegos, marineros de la ría, curiosea en las playas con infracción de las severas ordenanzas del Ayudante, procura mantenerse a respetuosa distancia de las viejas del Campo de San Rosendo, admira el Gran Casino villasolano y el Gran Cementerio de Ribanova... 
-¿Y eso es todo? 
-Eso es todo. 
-Pero -preguntará el lector- ¿no le pasa nada a José Luis? 
-Nada. 
-¿No busca novia ni le acongoja ningún conflicto sentimental? 
-Ni novia ni conflictos sentimentales. Soltero vino y soltero se irá. 
Lector: para prevenir posibles acusaciones de fraude he escrito estas líneas. No te llames a engaño. Todavía estás a tiempo de dar la vuelta. Acaso sería mejor que no te decidieses a entrar y que en la cartelera cubierta de anuncios multicolores buscaras otro espectáculo más ameno. 
Luego no protestes, lector..."

La placa que le recuerda, entre los balcones, es del año 1958, celebrando los treinta años de publicación de esta novela y conmemorando los veinticinco del fallecimiento de su autor, que con sorna y retranca plasma la historia de la localidad ideada de Ribanova y sus avatares:
"Hospitalaria, la villa llena de agasajos a cuantos forasteros de alcurnia trasponen sus puertas. En 1622 obsequia con doce gallinas, cuatro cajas de conservas, doscientos limones, cuatro frascos de vino de Ribadavia y ocho panecillos al almirante de la escuadra francesa que había entrado de arribada en el puerto. A bordo de los buques, una epidemia de amigdalitis hacía estragos. Con el zumo de los dos centenares de limones pudieron todos gargarizarse y lograr pronto alivio. Dos días después, el almirante dirigió un comunicado al Concejo, expresándole sus reconocimiento por las atenciones recibidas. «Gracias a la solicitud de vuestras mercedes, decía el documento, que se conserva en los archivos de Ribanova, mis hombres tienen ya expeditas las tragaderas; denlas ahora ocupación para que con el ocio no les vuelva la pasada calentura, y mándennos más vino y más gallinas, que panecillos todavía quedan». Los regidores concedieron lo pedido, y era tal el apetito de los marineros, sin duda avivado por la dieta sufrida, que durante mucho tiempo guardaron luto los corrales ribeirianos. Los franceses no trajeron, se llevaron las gallinas de Ribanova..."

Ribanova es una creación literaria, pero indiscutiblemente hay un poso de intrahistoria ribadense que le sirve de base a toda esta muy amena narración:
"¿Y la moral pública? De diligentes curadores disfrutó Ribanova. En 1750, el Real Consejo de Castilla dispuso que cada juez se aplicase a investigar y averiguar, en su jurisdicción, la vida de los súbditos, «y si algunos la hubieren escandalosa o cometen otros desórdenes, formen pesquisa y den cuenta». Las beatas del campo de San Rosendo promovieron incidente de competencia, invocando el primordial derecho que las asistía, desde épocas remotísimas, para estos oficios de curioseo: ganaron el pleito, y las sucesivas generaciones han respetado su título, como pocos justo. En 1772, el maestro de Gramática que abrió su escuela en la Casa de Aulas, frente al lavadero público, denuncia que «es patente a todos la desenvoltura, indecencia y ningún recato con que están las más de las mujeres que allí concurren a lavar..., que acuden muchos a chocarrearse con las lavanderas... y que no se oyen sino juramentos, blasfemias, maldiciones, palabras obscenas, cantares escandalosos y cuanto malo se puede discurrir en esta materia». El Concejo nombró una Comisión para depurar los hechos. Dos semanas después la Comisión elevó un luminoso informe, en el que se anotaban, por orden alfabético, todos y cada uno de los cantares escandalosos, palabras obscenas, maldiciones, blasfemias y juramentos objeto de la denuncia: la lista cubría cuatro pliegos y medio de letra apretada. Comprobó también la Comisión que los más asiduos concurrentes al chocarreo con las lavanderas eran tres fijodalgos y dos regidores, y hubo de atribuir a contagio ineludible las demasías del vocabulario, «porque, razonaba el ponente, dime con quién andas y te diré quién eres, y mal puede pedirse limpieza de boca a quienes viven entre lienzos emporcados». El informe terminaba haciendo cumplidos elogios de la moderación y cortesía de las verduleras del mercado y de las pescadoras del Perellán."

La segunda placa, en la planta baja, nos informa que también vivió aquí Carlos Álvarez Fernández-Cid, fundador de la Coral Polifónica de Ribadeo y de la Orquesta Clásica Amigos de la Música, quien, nacido en Santiago en 1918, vino a Ribadeo antes de cumplir un año. Fue farmacéutico y dio clases en el Instituto a su creación. Gran músico desde joven, esto hizo de él una persona célebre en Ribadeo, pues con 16 años era organista de la iglesia y director del Coro Parroquial de Ribadeo. Dirigió la Tuna Universitaria de Santiago en 1943-1944 y seguidamente la Banda Municipal de Ribadeo entre 1946 en 1946 y 1949. La Polifónica de Ribadeo la fundó en 1955 y a la vez apoyaba a otras formaciones musicales locales. Esta Placa se colocó con motivo de su centenario, cuando se celebró en la villa un merecido homenaje a su memoria, glosada por J. Martínez en La Voz de Galicia el 24-5-2018:
"Si bien Carlos Álvarez vio la luz en Santiago, antes de cumplir el año de edad ya había sido trasladado a residir en su casa familiar en Ribadeo. Carlos Álvarez Fernández-Cid, farmacéutico de profesión, dejó su impronta en numerosas agrupaciones musicales de Ribadeo y muy diferentes actos para promover la música, en los que participaba siempre de forma altruista. Dirigió la Tuna Universitaria de Santiago siendo estudiante de Farmacia; fue concertista de piano y de música de cámara y dirigió, entre oras formaciones, a la Coral Polifónica de Ribadeo, decana de la provincia (que creó en 1955); el coro Sagrado Corazón, el coro Santa María del Campo; la orquesta y coro de Semana Santa; la rondalla y la banda de música. Falleció en 1984."

Esta calle o rúa de San Francisco era antiguamente llamada do Postigo, posiblemente por alguna puerta o entrada menor (postigo) de la desaparecida muralla medieval. Esta zona es de prestigiosas tabernas, como a la derecha A Tapería, de la que compartimos estas impresiones de la Guía Maximín, donde podemos encontrar deliciosas fotos de sus especialidades en ella descritas:
"El saber popular es un gran aliado en muchas ocasiones. Dicen que donde hay bastante clientela. referido a un establecimiento hostelero (bar,cafetería, restaurante,…) es un buen lugar para tomar algo. Igual que en carretera hace unos años, si había muchos camiones era un buen sitio donde comer. Pues en este caso hemos seguido las normas del saber popular y hemos tomado un pequeño picoteo en este bar-restaurante.
En la ciudad de Ribadeo, recién llegados por la tarde-noche, un martes de finales del mes de octubre, después de un largo viaje (aunque al día de hoy no son como antiguamente) y que después de llegar al alojamiento reservado hemos salido a dar un paseo por una calle peatonal, que a pesar de la fecha, tenía un cierto ambiente agradable y tranquilo. Buscábamos algo que tomar, especialmente si era comida gallega mucho mejor, acabamos de llegar de fuera. 
Hemos encontrado este establecimiento, como hemos dicho había muchos clientes. En la parte de la calle, no se puede definir como terraza al uso, había algunas personas, en la zona de barra, amplia, estaba al completo y en la zona de restaurante también lleno salvo tres mesas que estaban en una especie de pasillo, pero no muy transitado, por lo que elegimos una de ellas. 
Una carta donde había para elegir con seguridad algo que te gustara. En nuestro caso éramos dos personas y nos pusimos de acuerdo inmediatamente (será que Galicia nos sugiere estos platos). Sin dudar unas zamburiñas, un bivalvo que está de moda, muy sabroso, similar en forma a la vieira pero de menor tamaño. Seguro que a estas alturas ya lo habéis tomado. Las hemos pedido a la plancha, muy frescas y en su punto de plancha. ¡¡¡Buen comienzo!!!. 
¿Y quien estando en Galicia no pide una de pulpo?. Pues efectivamente, una ración de pulpo excelente, abundante, sin patatas (lo decimos porque todo era pulpo) y un pulpo en su punto tanto en textura (ni blando ni duro) así como en sabor y cantidad de pimentón y aceite. ¡¡¡El picoteo va viento en popa!!!. 
Para acompañar unos pimientos de Padrón, que como se dice unos pican y otros no. Pues en este caso alguno sí que picó, pero de una forma «cariñosa», más bien suave. Todo ello con un pan gallego recio que con el aceite del pulpo se convertía en un doble manjar y unas cervezas fueron la bienvenida a las tierras gallegas, donde hemos pasado unos días. Escribiremos sobre otros sitios donde hemos estado, todos ellos muy interesantes"

Y  ahora Casa Villaronta a nuestra izquierda, otra de las célebres tascas de Ribadeo, con más de 60 años de historia, especialidad en cocina tradicional gallega, con el pulpo a feira y los calamares por bandera. Fue fundada a principios del siglo XX cuando la familia Villaronta se dedicó aquí a servir comidas para los trabajadores del puerto. Así nos la presentan en la página Toda la información, dedicada a restaurantes, viajes y demás eventos y locales:
"Casa Villaronta se ha especializado en cocina tradicional gallega, con el pulpo á feira como su plato estrella. El pulpo se cuece en grandes calderos de cobre y se sirve en platos de madera, acompañado de aceite de oliva, pimentón y sal gruesa. También se puede degustar a la brasa, con un toque ahumado y crujiente. Otros platos típicos son las zamburiñas, los chipirones, las croquetas de marisco, los pimientos de padrón, el lacón con grelos o la empanada gallega."

En el cartel, un pulpo y una frase ya nos ponen sobre aviso de sus maravillas gastronómicas. A la derecha, otro clásico de Ribadeo, La Botellería, por donde pasa el peregrino.  Aquí plasmamos la entrada a ella dedicada del prestigioso blog  Tony (Vacaciones y Derivados):
"Local inaugurado en Ribadeo en el mes de julio del 2010 y situado en el número 24 de la Calle San francisco, justo enfrente del templo y la meca del pulpo, la más que conocida Pulpería Villaronta (...)
Local con una generosa barra nada más entrar en la que es recomendable tomar algo, ya que siempre acompañan las consumiciones con alguna que otra rica tapa. Tenemos también al lado de la barra unas mesas perfectas para comer algo informalmente, y al fondo del local, un coqueto y agradable comedor, después del cual hay una acogedora mini terraza con cuatro mesitas. 
Este local es un poco diferente a la mayoría, tanto en decoración como en concepto, al salirse del habitual sota, caballo y rey, ya que uno se encuentra una carta distinta, y los más importante, una carta que rota, ya que incorpora platos nuevos dependiendo de la temporada o el mercado, con lo cual se puede degustar cocina tradicional o platos un poco más atrevidos y originales, cosa que siempre se agradece.  
Decidimos situarnos en la terraza, ya que el día acompañaba y mi compañero de mesa es un fumador empedernido. Un servidor no fuma durante la comida, pero si lo hacen, a mi no me importa ni molesta. 
Lo primero que llama la atención es la carta, ya que la presentan en un bote de cristal hermético de toda la vida. Corta y concentrada, con platos clásicos y tradicionales, y otros algo más atrevidos, como por ejemplo con el que empezamos, Ensalada Templada Con Fish And Chips
Plato basado en principio en los famosos Fish And Chips, ese plato de comida rápida tan popular en el Reino Unido y alrededores. En este caso se presenta el pescado rebozado en el tradicional cucurucho de papel, el cual iba dentro de un vaso para ganar consistencia, y todo ello en un plato en que se presentan las patatas fritas sobre una base de ensalada, regadas las mismas con mostaza tipo Dijon, de sabor fuerte, algo picante y textura muy suave. Me consta que este plato da que hablar y se está popularizando por la zona de Ribadeo. Impresionante, me encantó. 
Hicimos boca con unas Papas Con Foie Al Romero, plato curioso, patatas con textura similar a las de la tortilla de patata, con su correspondiente huevo a modo de revuelto y un magnífico foie coronando el plato. Muy bueno. 
Para rematar la comida, algo de lo que soy forofo y que me llamó mucho la atención en la carta, Albóndigas. La última vez que había comido unas muy buenas albóndigas fuera del ámbito familiar, había sido en el Restaurante El Molino De Oscar (Hoznayo - Cantabria). Pero las de La Botellería no eran de carne, si no de pescado, Albóndigas De Pescado Con Crema De Anchoas. Mismo resultado que en El Molino De Oscar, sabrosas, jugosas y tiernas. Impresionantes."

Este mismo blog gastronómico Tony (Vacaciones y Derivados) de febrero de 2012, dice esto de Casa Villaronta:
"La Pulpería Casa Villaronta está situada en la calle San Francisco 9 en Ribadeo (Lugo). Local pequeño, rústico y coqueto recientemente reformado, mucha gente lo define como el templo o la meca del pulpo (veanse comentarios varios en internet). Regentado hace bastantes años por un matrimonio y su hija, está completamente lleno por la semana y a tope el fin de semana y verano. Una de sus especialidades es el pulpo, pero a mayores de eso tienen otras cosas muy ricas tambien. Para mi estas son sus especialidades ;
* Pulpo (obviamente)
* Lacón.
* Chipirones.
* Calamares.
* Empanada.
* Queso, membrillo y nueces de postre (imprescindible).
* Cervecita, jarrita de ribeiro.
* Y un pan muy rico para acompañarlo todo"

Bien soleadas y luminosas galerías de las casas de la rúa de San Francisco. La impronta indiana se hace patente en Ribadeo, símbolo de toda una estirpe de emigrantes cuya influencia y aporte transformó Ribadeo y ayudó a su expansión urbana fuera del núcleo primigenio. Por ello todos los años se celebra en su memoria la fiesta Ribadeo Indiano, con numerosas atracciones, eventos, y recreaciones de su época dorada


Nos acercamos al cruce con la Avenida de Asturias, donde ya vemos los primeros edificios de pisos. Los peregrinos se disponen a pasarla y seguir de frente por la rúa da Deputación hacia la antigua Malatería de San Lázaro, en el camino a Ove, la secular ruta a Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo desde Ribadeo, villa citada en la canción francesa Chanson Nouvele, además de Navia y Luarca/L.luarca, hitos del Camino de Santiago costero, estas en Asturias:
A Louarque [Luarca] sur la mer
faut passer,
sans y faire demeurance,
Navia et Rive Dieu [Ribadeo]
dangereux
pour les pèlerins de France.

A nuestra izquierda y antes de cruzar la pulpería Mar de Rinlo, otro emblemático establecimiento ribadense, del grupo Llanoponte, de Juan Carlos Fernández y María Ester Montero, entrevistados por Cristina L. Felipe en Expansión a todo gas, artículo para El Progreso de Lugo del 25-4-2022:
"El focense Juan Carlos Fernández Carreiras y su mujer María Esther Montero están detrás del Grupo LlanoPonte, propietario de los restaurantes La Quinta de Foz, Ribadeo y Avilés, O Fogar da Quinta en Viveiro y la pulpería Mar de Rinlo en Ribadeo, además de la marisquería San Martiño Playa que abre en Foz en época estival y de los alojamientos turísticos Fermont, negocios en los que emplean a más de 80 personas, que superan las 110 en verano. En sus planes más inmediatos está abrir otro Mar de Rinlo frente a la playa de Poniente en Gijón y dar el salto a Alemania, donde abrirán en Marktredwitz –localidad natal de su mujer– el restaurante Lomas, al que llevarán el producto que trabajan aquí en sociedad con su cuñada, con la intención de dar el salto a ciudades más grandes si el proyecto encaja.
El inicio de la trayectoria profesional de Juan Carlos Fernández vino marcado por un episodio que casi acaba con su vida. "Quería ser ciclista profesional, acababa de comprar un cuadro de una bici hecho en Francia a medida para mí y nunca lo llegué a estrenar porque sufrí un accidente muy grave, con un derrame cerebral y estuve más muerto que vivo, un mes en el Juan Canalejo", explica el hostelero, quien recuerda que a raíz de las intervenciones que le realizaron cambió su forma de ser y de ver la vida, y con 18 años decidió montar un bar de copas –el Fauce, Foz en romano– en un local que tenían sus padres. 
"Arrasé, era el negocio más rentable en ese momento en España", asegura y añade que en poco tiempo llegó a tener ocho negocios con más de cuarenta empleados entre pubs, cervecerías y terrazas. También montó un kiosco, Mister Pizza, en primera línea de la playa de Foz para servir bocadillos de pizza a los jóvenes que salían de los pubs y amortizó la inversión en dos días: "Lo abrí un jueves y el sábado ya estaba desquitado. Había colas de 30 minutos y días de más de mil bocadillos, una salvajada". 
Esos buenos tiempos para el ocio nocturno fueron cambiando con las restricciones horarias y con la ley antitabaco. "Los locales seguían funcionando pero empecé a notar que no iban como tenían que ir y los fui traspasando uno por uno", comenta sobre el cambio del ocio nocturno a la restauración, que empezó con cervecerías en Foz y Lugo y después con un restaurante italiano, el Carpaccio, del que aprendió que "el madrileño no buscaba italianos, porque ya los tenía en Madrid". Entonces decidió ofrecer productos de la tierra: "Zamburiñas, mejillones, pescado, arroces con bogavante..." y a partir de ahí nacieron los restaurantes actuales. 
"Localización, localización, localización", escuchó decir Fernández Carreiras al dueño de la cadena Vips en una ponencia cuando le preguntaron por el éxito de sus restaurantes y fue un "cambio de chip" que aplicó a sus negocios, en las zonas más céntricas y concurridas de cada localidad y que además son locales en propiedad de la empresa, que curiosamente lleva el nombre del palacio Llano Ponte en la Plaza de España de Avilés, en el que montaron su restaurante. "Siempre compramos el inmueble, queremos ser los jefes, no depender de nadie", dice. 
Esta buena ubicación también la demanda el cliente, comenta el hostelero, aparte de la "puesta en escena, ya que los locales aburridos y cutres cada vez gustan menos". Y añade que "antes que el precio" los consumidores miran la calidad del producto. 
El gran reto del sector es encontrar trabajadores cualificados y considera que el negocio irá bien si el personal está contento. "Nosotros lo que queremos es hacer cosas y crear empleo, que mis empleados sean lo más felices posible", dice, consciente de que "la hostelería es un sector muy duro" y que es difícil de conciliar con la vida familiar. "La gente quiere vivir bien y tener una vida digna, porque cuando todo el mundo se divierte y los hijos tienen el día libre la mamá está trabajando, y eso hay que conciliarlo". En su caso contrató a un economista para tratar de cuadrar las cuentas y lograr la implantación de la jornada laboral de cuatro días, que cree que "es algo imparable", y aunque por ahora lo ve "inviable" confía en que con un aumento progresivo de precios y ventas puedan lograr margen para fijarla en el futuro."


Sin duda alguna, va a llamarnos poderosamente la atención estas tres ventanas de la fachada de esta pulpería restaurante que abrió sus puertas en abril de 2019 donde antes estaba Xeito


Las conchas y las flechas nos indican cruzar aquí la Avenida de Asturias. Arriba una de las placas dispuestas a lo largo y ancho del casco antiguo nos informa que la rúa de San Francisco, que aquí vamos a dejar fue antes la rúa do Postigo y Tras San Francisco


Vamos pues ya saliendo del casco antiguo y del ensanche ribadense de entre los siglos XIX y XX, estos ya serían edificios construidos bastante avanzada ya la centuria del XX, continuando aquí la expansión urbana hacia San Lázaro


El antiguo Camín Real y ruta a Santiago es aquí ahora la rúa da Deputación, encajada en este primer tramo entre dos altos edificios de pisos que dan entrada a este barrio que pertenecía antaño a la ribadense parroquia de Ove, hoy plenamente incorporado a villa de Ribadeo


Concha y flecha. En contra de algunas creencias populares, la concha no señala necesariamente la dirección a seguir sino que únicamente identifica al Camino. El único elemento plenamente direccional es la flecha amarilla, que aquí nos confirma seguir de frente


Bifurcación con la rúa Recaréi, sita a nuestra izquierda, en la que nosotros continuaremos a la derecha por la rúa Deputación, un cruce que nos recuerda al famoso Fernando Recarey, "el rey de los carnavales ribadenses", como lo llama el cronista local Pablo Vivín en Ribadeo, historia y emigración:
"Fernando Recarey, habia nacido en Veracruz (Mejico) en el año 1813, desconozco si el que fue hace unos años considerado el «Rey de la noche de Rio». Chico Recarey, seria descendiente, ambos tenían algo en común, los dos amaban al carnaval. Coincidencias de la vida.

Fernando Recarey, conocido en Ribadeo, como «El Mejicano», llegara a Ribadeo con 15 años de edad, en compañía de sus padres, eran descendientes de una importante saga de plateros en tierras mejicanas.

Con veinte años, se fue a servir a la patria como oficial de Marina, por los mares de América (1833-1850).

Cuando regresa a Ribadeo, casa con la hija del armador Antonio Casas y se dedico a «vivir la vida» a cuenta de su suegro. Su casa , era la que estuvo muchos años en sus bajos «Solloso», enfrente del Cantón, aunque también se hiciera construir una Villa a la cual le puso de nombre «Recarey» (casa donde vivió Antucha Lazurtigue) y además el barrio era conocido como «El mejicano».

Según me tienen contado mis antepasados y Dionisio Gamallo, Recarey disfrutaba de los carnavales sin limites. En el año 1878, se encontraba con problemas de salud y en las fechas «do Antroido» su estado de salud era critico y el alcalde de aquella época José García Montenegro, ordeno a los municipales que «Pidan que no haya griterío, ni aglomeraciones ruidosas y multitudinarias debajo de los balcones del domicilio del Sr. Recarey y adviertan que Don Fernando esta muy malito».

Según la historia local a media noche se abrió uno de los balcones de la casa, concretamente el de su habitación y apareció una persona cubierta con una sabana blanca, ante la mirada de los presentes grita «MASCARITAS ME CONOCEIS, SOY RECAREY DISFRAZADO DE DIFUNTOOO». A continuación se cerro el balcón y a las pocas horas fallecía.

Era la madrugada del sábado al domingo, decretando el ayuntamiento día de luto el domingo y el lunes, día que se celebro el funeral y el martes se celebro por todo lo alto la festividad de Martes de Carnaval, como homenaje a Fernando Recarey.

¿Realidad o leyenda urbana del siglo XIX?"

San Lázaro es un barrio popular, originalmente en el extrarradio de Ribadeo y, como hemos dicho, en tiempos perteneciente a la parroquia de Ove, dentro de este mismo concello, barrio que creció, también a lo largo del siglo XX, a ambos lados del viejo Camino que sigue siendo aquí la rúa Deputación, popularmente llamada A Regueira, nombre recuperado para denominar a unos apartamentos, y que aquí se estrecha entre las casas


El crecimiento de la villa, como es habitual, llevó a la absorción de barrios, terrenos y lugares de las parroquias rurales vecinas. Aún hoy en el barrio podremos comprobar esa transición entre lo urbano y lo rural-residencial tan propia de los arrabales de las poblaciones importantes


La rúa Deputación era también antiguamente llamada do Postigo, como el tramo final de la de San Francisco. Fue rebautizada por acuerdo plenario del 23 de julio de 1895, al igual que numerosas calles, plazas y calles de Ribadeo en aquella fecha, tal y como podemos leer en el acta del día, recogida en el blog de la asociación Atalaia:
"Abierta bajo la presidencia del Sr. Alcalde D. Amando Pérez Martínez y asistencias de los Sres. diez concejales expresados al margen (D.Nicasio de Prado, D. Antonio González Murias, D. Francisco Martínez, D. Manuel Lage, D. José Pulpeiro López, D. Francisco Soto, D. Matías Losas, D. José Rodríguez, D. José Suárez y D. Benito Fernández), sin que hayan asistido los cinco restantes por hallarse indispuestos cuatro de ellos, según avisos pasados, y por hallarse ausente el otro que es el Sr Sela, se leyó y fue aprobada por hallarla conforme el acta de la ordinaria anterior.
También se leyeron los Boletines Oficiales de esta provincia recibidos desde entonces, quedando enterado el Ayuntamiento de las disposiciones en ellos publicadas.

Asuntos y Acuerdos

1º El Sr. Alcalde llamó la atención de la Corporación sobre el estado ruinoso en que se encuentran los rótulos de las calles y la numeración de las casas de esta población y la falta de rótulos en las travesías y barriadas y la confusión que reina en todas ellas y lo mismo de números en las casas edificadas desde que se colocó hace bastantes años la numeración. Expuso también las oportunas consideraciones encaminadas a encontrar la necesidad de variar los nombres de algunas calles en cuya variación deben preferirse, a su juicio, los nombres que conmemoran o recuerdan algún hecho importante en las ciencias o en las letras, o en las Armas e igualmente algún servicio especial hecho al pueblo. Por último encareció que se declare urgente este asunto, mandando proceder por de pronto a la nueva rotulación de las calles y a fin de facilitar el trabajo propuso lo siguiente:

Dar a la calle del Hospital el nombre de “Alvarez Cascos” en atención a los servicios prestados a esta Villa por el Ingeniero Jefe de Caminos de la Provincia D. Godofredo Alvarez Cascos; separar de la calle de las Angustias las casas que forman la plazuela conocida con el nombre vulgar de Quintana y llamarla plazuela de Alvarez Miranda honrando asi la memoria de este ilustre hijo de Ribadeo; dar a la calle del Alza, la denominación de barrio del Alza; conservar el nombre de calle de las Angustias, el de calle de la Atalaya y el de calle del Billar. Dar a la calle de Cabanela la denominación de barriada de Cabanela agregándole las casas de la calle de la Atalaya situadas más allá de la Capilla; dar el nombre de plaza del Campo a la actual Calle del Campo; el de Ronda de la Cárcel a la parte de la calle Pedreira que rodea este edificio; el de Carlos III a la Calle que comienza en la de San Roque y termina en las Picarolas, en atención a haberse establecido en el reinado de aquel monarca la antigua fábrica de cintas; el de plazuela de Concepción Arenal a la parte de la actual calle de la Pedreira que forma una plaza entre la Cárcel y la Carretera de la Vega. Conservar su nombre a la Calle de la Confitería y a la plaza de la Constitución. Dar el de Calle del Correo a la parte de la actual de Correo y Hornos que principia en la de la Trinidad y termina al final de la de Tras la Cerca; llamar travesia del Cuartel a la calle que cruza de la de San Miguel a la carretera del Muelle; dar el nombre de la Diputación a la actual calle del Postigo; el de bajada de la Escalerilla a las escaleras que conducen del final de la Calle de la Paz a Porcillán; el de rinconada de las Escuelas a lo que el vulgo llama el Patín y el de travesia de Fernando el Santo a la parte de la calle de la Paz que se conoce con del de Fuente de los Cuatro Caños: Conservar el nombre de calle de Figueirúa separando de ella el callejón sin salida donde se halla la fuente al que se llamará rinconada de la Fuentecavada. Conservar el nombre de Fuentenueva a las partes de esta calle que principando en la de Tras la Cerca de Porcillan termina en la de San Miguel. Dar el de plazuela de la Fuentenueva a la plaza que forma la calle de San Miguel en donde está la fuente y el de barriada de Guimarán a la calle del mismo nombre. Conservar el suyo a la de Herradores al callejón sin salida que hay en la misma calle. Dar el de los Hornos a la parte de la del Correo y Hornos donde está el Matadero; el de Ronda del Hospital a la que rodea este edificio; el de Ibáñez a la de Tras la Cerca; el de Méndez Nuñez a la carretera de la Vega, el de Avenida del Muelle a la carretera que va al Muelle; el de la Muralla al de Tras la Cerca a Porcillan; el de Costanilla del Obispo Cebeira a la parte de la de San Miguel que principia en la de San Roque y termina en la plazuela de la Fuentenueva; el de Padre Feijoo a la parte de la Trinidad que principia en la de la Paz y a su prolongación con la de Correo y Hornos hasta la de Tras la Cerca; y el de la Costanilla de Padre Sarmiento a la parte de la Fuentenueva que principia en la de las Angustias y termina en la de Tras la Cerca a Porcillan. Conservar el suyo a la de la Paz, dando el de pasadizo de la Paz al callejón conocido como de Quintana, conservar el de Pedreira para la parte de esta Calle que no pasa a constituir otras; dar el de bajada de Peligros al callejón que va de la calle de la Atalaya a la de la Paz, conocido por el callejón de la Dichosa; conservar el de Porcillan dando el de bajada de Porcillan al callejón conocido por de Andrade; conservar el de la Ruanuela. Dar el de rincondada de San Antonio al callejón sin salida (conocido por callejón de San Antonio) que hay en la calle de Correo y Hornos, el de San Francisco a la de Tras San Francisco, y el de rinconada de San Francisco al callejón sin salida que hay detrás de la Iglesia Parroquial; conservar el de la calle San Miguel y el de la de San Roque; dar el de travesia de San Sebastián al Callejón llamado del Cura. Conservar el de la Trinidad y dar el de Travesia de la Trinidad al callejón llamado de la Cárcel; el de Villandrando a la calle que principia en la de Tras la Cerca y termina en la Plaza de la Constitución y a la de la Villavieja la denominación de barrio.

Enterado el Ayuntamiento y después de una larga disensión, vistas las disposiciones legales vigentes en la materia, acordó por unanimidad: 1º Aprobar en todas sus partes lo propuesto por el Sr. Alcalde para la nueva rotulación de calles y plazas

Sesión ordinaria del día veintitrés de junio de mil ochocientos noventa y cinco celebrada por el Excmo. Ayuntamiento de Ribadeo en su Casa Consistorial."

Edificio de época en el cruce con la rúa Reinante, antigua rúa dos Ferradores (los herradores del ganado), otras de las cambiadas de nombre en aquel año de 1895


Un par de casas de traza netamente popular y bellamente restauradas dan paso al Hotel Santa Cruz, así llamado por el emblemático monte que hay a la salida de Ribadeo, pasando Ove, donde hay un mirador y se celebra anualmente una concurrida xira o comida popular, y por cuya ladera subiremos prontamente siguiendo el Camino de Santiago rumbo a Ponte de Arante, en la ruta a Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo


A continuación de la entrada al hotel, que fue ampliamente reformado en 1918, está el bar cafetería y, a la izquierda, el estanco de la calle, que se prolonga todo a la larga hacia el lugar de Os Malatos, donde estuvo la Malatería de San Lázaro, a donde nos dirigimos


Fue este sin duda el Camino principal para ir de Ribadeo a Mondoñedo y de allí a Santiago en siglos pasados, pero había otros. Muchos peregrinos, como reiteramos tantas veces, no cruzaban la Ría del Eo aquí en su bocana sino que lo hacían estuario arriba, en Santiago de Abres, rumbo a Mondoñedo vía Trabada y O Val de Lourenzá. Otros sí pasaban a Ribadeo desde Castropol o As Figueiras en la ribera asturiana, pero continuaban por la franja costera siguiendo el ahora denominado Camiño do Mar


Conchas doradas en el suelo, similares a las que hemos visto en otras poblaciones, refuerzan la señalización en el casco urbano ribadense. Se colocaron cuando se acometió la rehabilitación integral de la rúa, sufragada por la Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo en el año 2010. Posteriormente hubo arreglos y reformas diversas a lo largo de los años siguientes


Por supuesto, al puerto de Ribadeo llegaban peregrinos, como llegaban viajeros y mercancías, por mar, desembarcando en el antiguo puerto de Porcillán. Otros habían emprendido el camino de vuelta para regresar a sus hogares y, si podían, embarcaban allí, normalmente hacia puertos ingleses (antes de la reforma anglicana que prácticamente acabó con esa singladura marítima) o franceses (La Rochelle -La Rochela-) principalmente, de la misma forma que otros habrían arribado

 
Llegamos a la esquina con la rúa de Ramón González, filántropo benefactor de Ribadeo y seguimos de frente. Es muy posible que por este Camino, directo al antiguo Ribadeo y su puerto de Porcillán, viniese el viajero, que no peregrino, y precisamente inglés y vendedor-divulgador de la Biblia protestante fue el célebre George BorrowJorgito el inglés, del que tanto hemos hablado a lo largo de nuestro periplo por el Camino Norte en Asturias y cuyo tránsito por A Mariña, viniendo hacia Ribadeo, en dirección contraria a la nuestra es así descrito y resumido por Pablo Mosquera en el artículo Borrow en A Mariña para el blog Ribadeando:
"Cuenta George Borrow que tras estar en Corcubión, pasando por Compostela, emprende el camino desde Galicia hacia Asturias. A pesar de marearse, descubre la magia de cruzar rías con embarcaciones a remo, mientras la tripulación canta en gallego; y así hasta llegar a Ferrol. Le duele la ruina de aquella ciudad- tras el desastre de Trafalgar- que supo de carpinteros de ribera constructores de las fragatas para la Marina de España. "Soy la viuda de un valeroso oficial que llegó a ser Almirante". Toda una foto del momento...Mientras, queda asombrado por la grandiosidad de los astilleros, que señala como muy superiores a los de Rusia e Inglaterra, dando fe de un glorioso pasado naval. 
Entre las lluvias del otoño norteño y propio de nuestro Cantábrico, acompañado por su fiel Antonio da Traba, Llegan a la ciudad de Viveiro, con la luna mostrando sus murallas. Siguen su viaje, bordeando la costa, y se detienen en Foz, camino de Ribadeo. Ensalza la categoría portuaria comercial de la ciudad en la desembocadura del Eo. Cruza en barcaza la ría, acompañado de Martín, un gallego alegre, al que avergüenza la actitud de pillabanes a la caza del viajero. Llega hasta Castropol, entre canciones marineras. Y, como no puede ser de otra manera, surge la leyenda-conto: Los duendes de dos frailes franciscanos mendigantes, que llegaron a matarse en una discusión sobre cuál de los dos había logrado mejor limosna."

A partir de aquí empieza la rúa de San Lázaro, la cual se ensancha al llegar al antiguo enclave de Os Malatos, que se sabe fue totalmente transformado con la extinción de la malatería, que se encontraba unos metros más allá a finales del XVIII, cuando ante la disminución de la endemia leprosa estas fundaciones fueron extinguidas, pasando con el tiempo sus bienes a particulares y los enfermos enfermos a reales hospicios y otras nuevas instituciones sanitarias


Si bien la capilla, como veremos ahora, se ha conservado, las antiguas celdas o dependencias de la malatería, así como huertas y campos de su pertenencia fueron suelo público que pasó a particulares, naciendo así el actual barrio de San Lázaro, donde predominan las viviendas unifamiliares, algunas con terreno


Algunas de ellas, muy reformadas, pueden ser las sucesoras de las que se construyeron tras la desaparición de la leprosería, quedando no obstante el topónimo de Os Malatos, apodo de los vecinos de los solares que fueron de estas instituciones, pues así se llamaba antaño a los enfermos en ellos ingresados


Preciosa hilera de casas, esta primera con balcones de forja y la segunda con galerías, que se extiende hasta el cruce con la rúa Daniel Cortezón, dedicada a este escritor ribadense destacado en obras teatrales dedicadas a personajes y episodios de la historia de Galicia, como Prisciliano, los Irmandiños, el obispo Xelmírez, Pedro Madruga, etc.


Justo después del cruce y a la izquierda, al pie de una palmera, ya vemos en Os Malatos la blanca capilla de San Lázaro que fue de aquel extinguido hospital, fácil de identificar también por la pequeña espadaña de su campanario de única campana. Del hospital desaparecido no es mucha la información que ha llegado a nuestros días, pero por la documentación conservada se  conoce ya existía antes de 1327, así como que en 1388 el juez Martín Alonso afora una tierra para pagar sus gastos. Según un interesante documento publicado en el excelente blog Ribadeando por el investigador Francisco José Campos Dorado con el título O burgo, as viñas e xuices de Ribadeo,  el 6 de febrero de 1382 se recoge el pago de un foro de vino para los "malates" aquí hospedados:
“Juan Alonso Cao, vecino y morador de la villa de Ribadeo, habiendo vendido una viña a Ruy Dias, Tesorero de la Catedral de Mondoñedo y habiéndola aforado este a Martín Afonso, JUEZ y capellán que fue de la expresada villa, manifestó que éste, al morir, tuvo a bien dejársela... juntamente con OTRA VIÑA... Se comprometió igualmente a pagar el FORO DE VINO que pesaba sobre dicha VIÑA, con destino a los “malates” de la MALATERÍA de dicha villa de Ribadeo”

Pasada la Edad Media, ya en el siglo XVI, hallamos, fechado en 1530, el testamento de Vasco López de Moscoso, que le menciona junto con los de Viveiro y Mondoñedo, pues dona a cada uno la cantidad de 10 maravedís
"Yten mando a los pobres de San  Lazaro de  la ciudad de Mondoñedo e de Vibero e Ribadeo a cada uno de dichos hospitales diez maravedis."
De todas formas, sus bienes y rentas no debieron de ser nunca muy boyantes, pues en un inventario realizado un cuarto de siglo después, en 1530, sabemos que disponía de "unos manteles blancos, un candelabro de hierro y una caja con llave donde se guardaban los cálices y vestimentas del capellán". Eran sus patronos el Concello y el párroco de la villa, quienes nombraban a su capellán y mayordomo 


Se sospecha que antiguos hospitales de peregrinos llegaron a especializarse en hospedar y curar enfermos, transformándose en malaterías, de ahí su ubicación en el Camino de Santiago, un mundo de "peregrinos, leprosos, tísicos, posesos y extraviados" que a veces llegarían incluso a coincidir en una misma alberguería, pues ni los avances médicos ni sociales a veces hacían demasiados distingos. Un excelente trabajo sobre esta malatería lo hallamos en el citado blog Ribadeando, titulado Escudo de Armas da capela de San Lázaro, del que es también autor Francisco José Campos Dorado:
"Posiblemente, o edificio, estaba pensado, nun principio, como Capela do Hospital de San Lázaro, destinado principalmente á cura de leprosos. De aí que na Regueira, a súa situación estea estratexicamente pensada, xusto ó lado do Camiño de Santiago, por onde tantos peregrinos pasaban (e pasan), moitos deles “lacerados”, mancados e esmagados polos tantos días de viaxe, e emporcados polos barros e lameiras dos camiños medievais. Aquí, no Hospital podían curarse ou aliviar feridas máis ou menos ulceradas, cuxo mantemento hospitalario, debía correr a cargo do Concello, así como, as obras de “retexos” (de retellado) da Capela (Ribadeo Antiguo, páx.254). En cambio (ibidem, páx.254) se nos di que no ano 1844, se reedificou a Capela, grazas a piedade do presbítero D. Juan Rodríguez Quintana, “a fin de que non se escurecera tan loable antigüidade e poidan os fieis continuar cumprindo os seus piadosos votos”. Supoño que os fieis de S. Lázaro, e os que non somos tan fieis teremos que acordarnos de D. Juan, cando tratemos de preservar algunhas das nosas antigüidades, cousa que vexo bastante dificultosa de ensinar e inculcar as Autoridades “competentes”, pois hoxe, polo que estamos vendo, onde algún “señor” pon o ollo especulativo para facer negocio, alguén da Administración da licenza inmediata para poñer ladrillo, aínda que se destrúa o “sursum corda” do patrimonio público ou do privado con interés público, ou iso parece que levan infectado no ADN algúns individuos venais."

Aún así, como hemos dicho tantas veces, no pensemos en el término "hospital" con su definición actual. No había médicos y el tratamiento solía reducirse a los baños en fuentes consideradas salutíferas y en algo de cuidado con la alimentación. Los conocimientos de la época sobre el tratamiento de enfermedades nos daban para más. La nobleza y el clero, además de reyes y magnates, solían patrocinar estas fundaciones, pues la lepra y otras enfermedades de la piel que se tenían por el mismo mal eran una de las lacras más temidas de la antigüedad. Por eso el cuidado o amparo a estos enfermos, que se les mantenía relativamente aislados, era considerada uno de los ejemplos más evidentes de caridad. La capilla, en estado ruinoso en el siglo XIX, guarda la memoria de aquellos aconteceres, historia viva de Ribadeo y del Camino...


Las malaterías pues, constituyen un precedente muy importante del paso de la definición de hospital como hospedaje para pobres, necesitados, enfermos y romeros, al actual de centro sanitario. En este caso un paso definitivo fue el de la ya citada unión en el año 1766 con el Hospital de San Sebastián de la villa de Ribadeo, aunque eso tampoco le libró de su desaparición un siglo después. Actualmente existe una Residencia-Hospital de San Sebastián y San Lázaro, de alguna manera una continuidad, transformada pero continuidad, de aquella larga experiencia asistencial. 


Tras la ruina del santuario "Su fachada fue reedificada parcialmente en 1844", leemos en la web del Concello de Ribadeo, obra atribuida a un "devoto presbítero", (el citado Juan Rodríguez Quintana en el estudio de Campo Dorado) mientras que en Ribadeo. Alén do Camiño nos dicen que esta capilla fue reedificada en 1884. De estas dos puertas laterales, la de la izquierda, abierta con reja, nos permite ver en su interior una talla del patrón


Dicha talla, sobre un altar, representa a San Lázaro mostrando sus llagas y detrás, en la pared, algo de pintura mural. La tradición cristiana del santo y su veneración une realmente a dos lázaros, y quién mejor para explicarlo que la propia de la Orden de San Lázaro:
"Nuestro patrón, Lázaro de Betania, fue el conocido amigo de Jesús, hermano de Marta y María, que tras sufrir una grave enfermedad y morir, fue resucitado por el Señor. Tras esta experiencia, que inevitablemente tuvo que cambiarle su manera de entender la vida, la tradición ortodoxa cuenta que se entregó a la predicación en nombre de Cristo, y que tras ser perseguido por los judíos se acabó refugiando en Chipre, dónde fue obispo de Kition (actual Larnaka). 
La tradición occidental cuenta, sin embargo, que no huyó hacia Chipre, sino hacia la Provenza francesa, desembarcando en Marsella, lugar del que se convertiría en obispo. Posteriormente, en el año 60 D.C y durante la persecución de Domiciano, sería decapitado por los sicarios del emperador romano. 
Pero a principios de la Edad Media, la figura de Lázaro de Betania se fue confundiendo con otro Lázaro: aquel que aparece en la parábola que Jesucristo dirigió al pueblo, recogida bajo el título de “Lázaro y el rico Epulón” (Lucas 16, 19-31). La parábola cuenta como había un hombre rico que organizaba cada día banquetes en su casa, y continúa el relato: 

"Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquel lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aún los perros veían y le lamían los llagas"

Ese pobre llagado al que los perros le lamían las llagas, fue identificado rápidamente como un leproso, y al llamarse Lázaro al igual que el mejor amigo de Jesús, la confusión se fraguó de manera efectiva: San Lázaro tenía que ser el patrón y el protector de los leprosos. Por eso, al nacer el primer Hospital de Tierra Santa dedicado al cuidado de leprosos a las afueras de Jerusalén, es rápidamente puesto bajo la advocación de San Lázaro. Posteriormente la devoción al santo se extendió por Europa y tras el descubrimiento de América, por los pueblos de centro y Sudamérica."


Además de mostrar sus llagas, el santo patrón de los leprosos porta en su mano derecha las célebres tablillas de San Lázaro, que empleaban los leprosos para avisar de su presencia haciéndolas sonar, siendo pues una iconografía muy característica de esta advocación. Con las tablillas también se pedía limosna para estos antiguos hospitales de San Lázaro. Con el tiempo pasaron a ser un instrumento musical popular que fue desapareciendo más tarde con el tiempo en favor de las castañuelas, tejoletas, crótalos y otros instrumentos parecidos. De su festividad, o festividades, así como la etimología de su nombre, hallamos este buena entrada y artículo en El Almanaque:
"Nombre de origen bíblico; su forma original es El-asar , que significa "ayuda de Dios". Por aféresis de la E, quedó en Lasar, de donde se pasa a Lázaro. La forma latina es Eleazarus, de donde hemos derivado Eleazar o Eleázaro, que son formas distintas del mismo nombre. 
San Lázaro obispo y mártir es el Lázaro del Evangelio, contemporáneo de Jesús por tanto; natural de Betania, hermano de Marta y María Magdalena, pertenecía a la aristocracia de Betania y en su casa paraba siempre Jesús cuando iba a Jerusalén, que quedaba a sólo 10 kilómetros. En una de las ocasiones en que Jesús volvía después de muchos días de ausencia, le anunciaron que su amigo Lázaro había muerto. "Si hubieses estado aquí, Lázaro no habría muerto", le dijeron desoladas. A Jesús se le partía el alma. Se hizo acompañar al sepulcro, pidió que retirasen la losa ("hace ya cuatro días que está enterrado", le dijeron) y se recogió en oración profunda. Levantándose luego, se puso frente al sepulcro y con voz imperiosa gritó: "Lázaro, sal fuera". Y al instante salió Lázaro envuelto en su mortaja. Tras la muerte de Jesús, Lázaro se entregó a la predicación del Evangelio. Cuenta la tradición que los judíos desterraron a Lázaro y a su familia, metiéndoles en una barca sin remos ni vela, para que fueran a donde les llevara el destino. Los vientos los llevaron al sur de Francia, al lugar llamado de las Tres Marías. Predicó el Evangelio por varias ciudades, hasta fijar su sede en Marsella, de la que fue obispo. En la oleada de persecuciones de Nerón fue decapitado. El tema de la "Resurrección de Lázaro" ha tenido una popularidad extraordinaria en la iconografía cristiana y hay muestras al respecto desde el siglo IV. 
Los Lázaros celebran su onomástica los días 11(S. Lázaro obispo) y 23 de febrero (S. Lázaro monje, pintor de iconos, que sufrió tortura a causa de los iconoclastas), el 27 de marzo (S. Lázaro mártir) y el 17 de diciembre (S. Lázaro obispo). 
Con ser célebre san Lázaro el resucitado por Jesús, mayor celebridad alcanzó el Lázaro protagonista de la parábola evangélica del "rico avariento", que vino a constituirse en el paradigma del pobre, enfermo y desvalido; de ahí que a los hospitales en general y en especial a los de infecciosos, y más frecuentemente a los de leprosos, se les haya llamado "lazaretos"; y muchas organizaciones de caridad hospitalaria, como la orden militar de San Lázaro de Jerusalén (nacida del hospital de leprosos que en esta ciudad fundaron los cruzados en el siglo XII) y la orden de los lazaristas, fundada en 1625 por san Vicente de Paúl, estén bajo la advocación de san Lázaro. Hoy los lazaristas cuentan con unos 5.000 miembros, repartidos en 40 provincias, dos de ellas en España. 
El nombre de Lázaro lo relacionamos instintivamente con la resurrección y con la caridad para con los más desvalidos. Pero a quienes les fascine la gracia y el ingenio del rey de la picaresca, ahí tiene, en la otra cara de la medalla, al Lazarillo de Tormes. Resurrección, caridad y picardía en un mismo nombre. ¡Felicidades!"


Recorremos ahora el muro de la nave, donde dos ventanucos dan luz natural al interior. Entre ellas y sobre la puerta hay un escudo


De nuevo el símbolo de Ribadeo, la llave sobre el mar, lo que indica los tiempos en que este santuario y hospital estuvieron a cargo del Concello y del párroco. Campos Dorado lo describe de esta manera en su estudio sobre este escudo:
"É un escudo español redondeado en punta e apuntado en xefe, posiblemente do século XIV ou anterior, que representa as Armas de Ribadeo. Unha chave lixeiramente en banda co paletón alto mirando a destra e o ollo baixo co interior redondo e o exterior cadrado e non redondeado ovalado como o do Escudo da Virxe do Camiño (foto 2). A chave está adestrada de cinco ondas de mar inclinadas. Esta inclinación “en banda”, úsase na Heráldica Militar e na simboloxía de xentes de guerra, desde o século XII, pois a banda, representa o tahalí, que é a tira de coiro que cruza desde o ombro dereito ao lado esquerdo da cintura, onde leva ou enfunda a espada o cabaleiro destro, que eran a maioría, pois o guerreiro zurdo leva o tahalí a inversa, do ombro esquerdo ó lado dereito da cintura.
Por outro lado, este escudo de San Lázaro, formula un enigma máis ás primitivas Armas do Escudo de Ribadeo (Escudo de Ribadeo (I), tamén en La Comarca del Eo 20-08-2016). Observado detidamente, podemos ver que sobre a parte alta do paletón ó final da asta, hai unha pequena estrela de seis ou oito puntas (está moi gastada e vese mal, no debuxo está aumentada) e sobre as tres gardas (dentes da chave), percíbense dúas aspas. ¿Qué significan ou significaban estes símbolos?. A forma das gardas desta chave, tres dentes cadrados, parecen representar unha “xurisdición civil”, tipo das ameas das torres e castelos, e das coroas murais do poder civil, véxase a coroa do Escudo de Armas do Pazo do Xulgado de Ribadeo (La Comarca del Eo 1-Outubro-2016). Si son armas de “xurisdición civil”, ¿como é que están nunha Capela e non nun edificio civil? ¿Foi trasladada esta pedra armeira da fachada do Hospital de San Lázaro para a Capela o día que se derrubou aquel?. Puidera ser" 
 As chaves de “xurisdición eclesiástica”, bastante claramente nolas dan a entender as gardas da chave da Virxe do Camiño (foto 3), cuxo escudo parece tanto, ou algo máis antigo que o de San Lázaro, e presenta unha chave cun paletón moi particular, pois ademais de ter antes da asta, dous entalles, un arriba e outro abaixo, as gardas forman un oco coa figura dunha cruz cadrada (de brazos iguais). A cruz do oco, da a entender que é unha “chave pontificia”, isto é, pertencente o poder do Papa, que neste caso, estaría representado e baixo a xurisdición dun bispo (Escudo de Ribadeo (I), La Comarca del Eo 20-08-2016). Por outra banda, a chave, cremos que si tivera esmaltes, debería ser de prata neste brasón da Virxe do Camiño, debido a que as dúas chaves pontificias en aspa, da insignia papal, a da destra é de ouro, o que significa o poder sobrenatural que se estende o ceo, mentres que a sinistra é de prata, e representa o poder sobre os fieis da súa igrexa (Tratado de Genealogía, Heráldica y Derecho Nobiliario, Instituto Luís de Salazar y Castro –C.S.I.C.- Curso de Licencia, Madrid 1961, páx. 176). Como o bispo de Ribadeo, exercería o poder sobre os fieis e non un poder sobrenatural estendido o ceo, por iso cremos que a chave é de prata. ¡Pero, ¿quen sabe...? o mellor, pode haber outra opinión, e debera ser unha chave de ouro pois o Papa delega o seu poder ós Bispos, e tamén nós pensamos, que “de Ribadeo o Ceo”...! En fin! 
Á vista de todo o exposto, ¿será por isto, do traslado do Hospital á Capela de San Lázaro, polo qué o escudo se colocou nunha fachada lateral da Capela, cara o Camiño, e non no frontispicio ou fachada dianteira principal do edificio?. ¿A estrela e aspas do paletón da chave, terá que ver cunha distinción ou graduación militar de Comandancia que ostentaba o xefe ou administrador do lazareto? Eu non creo que sexa unha estrela de graduación militar, máis ben paréceme que ten que ver coa simboloxía heráldica baseada na lenda daquela estrela que se “pousou” para anunciar o lugar en que se atopaba a sepultura do Apóstolo Santiago no seu descubrimento, e cuxo símbolo debeu servir como marca do Camiño nos primeiros séculos da peregrinación a Santiago, antes de adoptarse a cuncha de vieira para dita sinal. ¿E por qué está colocada na punta da asta da chave e non no campo libre como no escudo actual de Ribadeo?. Dado que o significado da simboloxía antiga gravada nas pedras, é algo esotérico e oculto en misterios para ós que non estamos iniciados, podemos soamente aventurar unha interpretación comprometida, de que como Ribadeo é porto de mar, era un primeiro punto (Norte) por onde se entraba por mar na Gallaecia ou no Reino de Galicia, morada do sepulcro de Santiago, asemellando así o significado do porto coa punta da asta da chave que tamén é a parte primeira da chave que entra na cerradura."

En esta fachada, una de las placas de cerámica de Sargadelos que señalizan los edificios y lugares notables y de interés en la población resume la historia de este Hospital de San Lázaro que se encontraban los peregrinos y viajeros en general al salir y entrar en la villa


 De este tramo del Camino escribe José Ignacio Gracia Noriega en Por el viejo reino de Galicia, artículo para La Nueva España del 25-7-2010:
"A la salida de Ribadeo hubo, hacia Obe, una malateria de San Lázaro en el lugar al que le quedó el nombre de Mañatos, una capilla de San Roque próxima, y otra dedicada a la Virgen del Camino en dirección a Vivero. Más adelante, en Nuestra Señora da Ponte, parroquia de Arante, el canónigo de Mondoñedo Juan Marqués fundó, a mediados del siglo XVI, un hospital de San Andrés, que proporcionaba socorro de cama, casa, luz y leña."

Arquitectónicamente, la capilla de San Lázaro que ha llegado a nuestros días es una construcción de planta rectangular, de bóveda de cañón, cubierta a dos aguas y cabecera también rectangular, con capilla mayor un tanto desviada respecto al eje de la nave


Y en el campo de la capilla, enlosado, una fuente ofrece su agua al viandante como antes otras fuentes la ofrecerían a los malatos... y a los viajeros peregrinos que por aquí pasarían camino de Ove, o al revés, viniendo de Ove camino del puerto. Continuemos el relato de Campo Dorado:
"Sobre o percorrido do Camiño de Santiago que levaban en Ribadeo os peregrinos enfermos, da conta a toponimia da Parroquia de Ove, pois alí atópase o Barrio dos Malatos. Malato, malata, ven dos termos da linguaxe italiana, que significan: enfermo, enferma, sendo malattia: enfermidade. O plural en “s” de “malatos”, é debido a norma xeral do plural na linguaxe galega ou na castelán, pois os plurais italianos son: “malati”: enfermos (masculino), e “malate”: enfermas (feminino). Curiosamente na toponimia do Concello de Foz, atopamos “Malates” (pluralización en “s”, do xa plural italiano “malate”: enfermas).
Pero nos “Apuntes de Ribadeo” de Mendez San Julián, páx.42, nunha Acta do Concello de Ribadeo do ano 1550, faise a tradución de “malato” como “leproso”, cando se refire a unha muller chamada María Basanta “que por su aspecto era malata (leprosa) y no obstante iba a la iglesia y alternaba con los sanos, vendiendo pan y fruta con oprobio y deshonestidad de las personas sanas y el pueblo pidió que se la separase del trato de las gentes...”.
Por todo isto, seguramente, ó Barrio dos Malatos, era o lugar apartado a onde se mandaban hospedar ou a lavar o río os enfermos denunciados por lepra ou por enfermidades con úlceras que podían ser infecciosas e afectar os núcleos grandes de poboación. As magníficas augas do río dos Malatos, que desembocaba na Vilavella, foron desde moi antigo, usadas para lavar a roupa dos veciños do Concello de Ribadeo (hai fotos de finais do XIX con varias lavandeiras no río) e as augas da Fonte dos Malatos, ata o día de hoxe, son usadas para beber. Este manancial, “débelle o nome á malatería, fundada no século XIV pola Orde de San Lázaro” (As Fontes de Ribadeo, Alicia Sarmiento e Teresa Díaz, 2006, páx.45)"

Manifiesta Campo Dourado sus sospechas en la vinculación de la antigua malatería con los franciscanos del convento de Ribadeo de los que ya hemos hablado, así como su extrañeza de que esta malatería, como casi todas, esté en un camino principal de acceso a las poblaciones pese al riesgo del contagio y el temor que causaba esta temible enfermedad:
"Como sabemos, os Hospitais de San Lázaro, ou lazaretos, foron creados por primeira vez en Francia polos Cruzados que volvían de Terra Santa no século XII, e estaban destinados a coidar a todos aqueles que presentaban enfermidades con úlceras na pel. Así que, a Capela e o Hospital de San Lázaro de Ribadeo, tamén poderían datarse de finais do século XIII, cando S. Francisco e algúns discípulos (¿todos italianos?) pasan por Ribadeo en 1214, camiño de Santiago, e fundan o Convento de San Francisco e ¿por qué non puideron tamén fundar unha leprosería (malatería) que como podemos corroborar a día de hoxe aínda conserva os nomes italianos “malatos” e “malatería”, e non o de leprosos e lazareto? 
Por outro lado: ¿como é que o Camiño de Santiago pase pola Regueira o lado da leprosería, que se supoñía era o lugar a onde se levaban ou ían os enfermos infecciosos, e non pase, como seu nome “parece indicar” pola Capela da “Virxe do Camiño”? ¿habería en Ribadeo, nun principio, un Camiño de Santiago para a xente que desembarcaba na cala e praia de Guimarán, ou na dársena de Porcillán, cunha senda para a xente sa, e outra cun desvío ó lazareto para os enfermos (malatos), onde se curaban ou aliviaban da lepra (daquela chamada “mal de San Lázaro”)? ¿Había no Barrio dos Malatos algunha casa, pousada ou establecido un lazareto onde se lles facía gardar “corentena” os peregrinos “lacerados” para ver si estaban infectadas de lepra as súas úlceras, e non propagar a infección polo Camiño?"

Este es el cruce con la Travesía Suso Peña, dedicada a este ilustre dibujante vecino del barrio, a quien se le dedicó dicha calle en el año 2006, al cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento. He aquí un extracto de su biografía, extraído de Wikipedia:
"Jesús Manuel Peña Rego (Ribadeo2 de junio de 1941 - ibídem5 de febrero de 2005) fue un historietista español, adscrito habitualmente al Grupo de La Floresta.

En sus inicios, tras realizar el servicio militar en el cuerpo de paracaidistas trabajó en el denominado grupo de la Floresta, un equipo de dibujantes que en 1967 instalaron un estudio en un chalet de La Floresta en Barcelona. Este grupo lo formaban, aparte de Suso, Adolfo UseroRamón TorrentsEsteban MarotoLuis García y Carlos Giménez.

Trabajó para Selecciones Ilustradas, la agencia de Josep Toutain con la que publicó en el extranjero, en Alemania, en Gran Bretaña para la editorial Fleetway y posteriormente para las revistas de terror de la norteamericana Warren Publishing.

En los años 1980 abandonó la historieta para dedicarse a la fotografía, la docencia, diseño gráfico y, en los años 1990, a la realización de infografías y diseño de páginas web.

El 4 de febrero de 2006 se inauguró una calle con su nombre en el barrio de San Lázaro en Ribadeo."


Nosotros seguimos de frente por la rúa de San Lázaro. Paso a paso el hábitat se va haciendo un poco más disperso, de casas unifamiliares, buena parte de ellas con terreno, señal que vamos saliendo poco a poco del casco urbano


La rúa dispone de buenas aceras a ambos lados y es cómoda y agradable de caminar, pero sin duda el peregrino ya añora aquí de nuevo volver a los verdes paisajes de las aldeas del Camino de Santiago del Norte: pronto llegaremos a ellos


Pasamos el cruce con el Camiño Alza San Lázaro y continuamos todo recto hasta la siguiente encrucijada de caminos 


La calle es ahora aquí la carretera LU-5207, acceso al Estadio Municipal Pepe Barrera, donde juega el Ribadeo F. C., equipo fundado en 1913 y donde se disputa el Trofeo Emma Cuervo, el segundo más antiguo de España, desde 1952


Pero, poco antes de llegar a este estadio, inaugurado en 1957 y remodelado en 2020, dejaremos esta calle parta tomar a la izquierda el Camiño da Pega, que nos llevará a Ove


El mojón con su concha y preceptiva flecha direccional, nos confirma este desvío y nos indica que estamos "solamente" a poco más de 188 kilómetros de la Praza do Obradorio de Santiago de Compostela, el km 0 de los caminos 


Una pega es una urraca (Pica pica), nombre popular extendido por Galicia, Asturias, y otros muchos lugares, pero también define a algo de dos colores, principalmente blanco y negro (como una vaca pega) y es además un instrumento de madera que se fija a un árbol y gira con el viento haciendo ruido para espantar a los pájaros


No sabemos cual sería para aquí la etimología del nombre pero en esta llanura, que en el argot del nuevo urbanismo podríamos calificar como "residencial de baja intensidad", antaño plantada de grandes sembrados, un antiguo dispositivo espantapájaros hubiese dado nombre al lugar


Hay una ligera subida pero casi no es perceptible. Al fondo vemos el Monte de Santa Cruz (192 m), buena referencia visual y geográfica que orienta nuestros pasos hacia Ove


Muchos de estos chalets se han construido en las últimas décadas. La urbanización de estos barrios nuevos, en el paso de Ribadeo a Ove, o lo que es lo mismo, en la zona de expansión urbana hacia la campiña rural, ha sido comúnmente objeto de discusiones en el Concello. En el verano de 2022 se acometió un plan de mejoras


A Pega, como San Lázaro y Os Garitos, fueron barrios de la parroquia de Ove absorbidos por la villa de Ribadeo, concello cuya estructura territorial actual, dividido en doce parroquias con unos 130 núcleos de población en total, procede de las reformas administrativas liberales decimonónicas, en concreto las del año 1843, tras las desamortizaciones y la supresión de la Provincia de Mondoñedo (Galicia tuvo siete provincias), a la que pertenecía Ribadeo, sucesora de la aún más antigua Britonia


La primera mención a Ove es del año 1128, cuando aparece documentada como Sanctus Joanne de Euve, siendo Euve el actual Eo, río que da origen a la ría, por lo que estaríamos ante un hidrónimo con una etimología relacionada con corrientes de agua


La parroquia a la que pasamos es oficialmente Ove, si bien puede verse también escrito con b (Obe) por betacismo, es decir, el proceso por el que b y v confluyeron fonéticamente hasta pronunciarse exactamente igual


Un poco más adelante está el Albergue Viruxe (la segunda a partir del cruce a la derecha de la foto, la de la chimenea), albergue privado para peregrinos fundado en junio de 2019, en una estratégica ubicación, en un lugar tranquilo de las afueras de la villa pero a la vez a apenas un kilómetro del centro urbano


Hermosos jardines con plantas y flores, entre ellas algunos tornasoles o girasoles. Seguidamente hay una bifurcación, en la que iremos a la izquierda


El terreno, muy llano, y la cercanía al centro urbano, hace que A Pega sea un lugar proclive a la construcción de nuevas viviendas, que se extienden, ahora aquí ya todas con su finca o parcela, a ambos lados del Camino


Estamos pues además en uno de los principales accesos al Monte de Santa Cruz, que cada vez vemos más cerca, solar de la capilla de esta advocación y hermoso mirador sobre el mar, el Eo y toda la villa y concejo, renombrada romería campestre con xira o comida popular, celebrándose además el Día da Gaita


En este lugar de As Travesas de Ove, llegamos al cruce con el Camiño de A Veigadaria, por donde seguiremos toso recto y de frente


Desde aquí vemos el barrio de A Eirexa, cabeza de la parroquia de Ove, donde está la iglesia parroquial y, sobre él, la ladera del Monte de Santa Cruz, por donde sube, recto, el Camino, el cual si nos fijamos podremos ver encima de las casas, entrando en una plantación de eucaliptos


Reconocemos perfectamente la iglesia parroquial de San Xoán de Ove, cuya estructura actual viene del siglo XVII y tiene un retablo barroco rococó, siendo varias veces remozado. Su estructura es de nave rectangular y atrio. Mencionada por primera vez en 1128, iglesia perteneció durante siglos al Priorato de Portomarín de la Orden de San Juan de Jerusalén, a quien pasó tras la disolución de los templarios, a decir de algunos investigadores. Más lejos y a la izquierda es el Monte da Capela (186 m), a cuya derecha, por O Valín, continuará el Camino hacia Vilela, Covelas y A Ponte de Arante, en la ruta a Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo


Aquí en Os Malatos el Camino no sigue de frente, pues se corta, por lo que habremos de ir a la derecha. Tanto la Ronda Oeste de Ribadeo como el ferrocarril nos obligan aquí a hacer un pequeño rodeo


Fijémonos en el cruce el mojón que nos lo indica. Tomamos aquí pues la rúa Alza


Las rúas y caminos trazados en esta llanura dibujan ángulos perfectos, formando fincas en forma de  grandes cuadros


Pasamos entonces aquí entre otro grupo de chalets con terreno, justo al sur de A Faxarda, otro lugar de Ove por el que crece el urbanismo ribadense


Hermosas praderías, muy llanas, en fincas mayormente edificables, lo que da a entender que el crecimiento urbano de Ribadeo tiene aquí uno de sus espacios más consolidado en cuanto a disponibilidad de suelo


Dentro de estos ángulos rectos formados por estas parcelaciones, llegamos ahora a la rúa Pintor Fierros, en la que iremos a la izquierda. Se trata del Camiño Antiga Vía do Ferrocarril, por donde iba, hacia el muelle de O Cargadoiro, al norte de la villa de Ribadeo, el ferrocarril minero que, inaugurado en 1903, transportaba a puerto, para proceder a su comercialización, el mineral de hierro que se sacaba de las minas de Vilaoudriz, en A Pontenova, de la empresa Chavarri Petrement y Cia 


Y también aquí un mojón marca el camino a seguir, todo recto a lo largo de esta calle, dedicada al genial pintor Dionisio Fierros, del que hablamos tanto a nuestro paso por su pueblo de nacimiento en Ballota (Cudillero/Cuideiru, Asturias) que tan bien plasmó Ribadeo en sus pinturas, algunas de ellas difíciles de localizar, como comenta Pablo Vivín en Ribadeando:
"No hace mucho tiempo he localizado una publicación editada en Buenos Aires en el año 1909, y la tengo en mi archivo, se trata de un catalogo, encargado por los hermanos Moreno, al critico de arte Leopoldo Basa, sobre los cuadros que tenían los filántropos ribadenses del pintor Fierros.

Se trata de una publicación de gran calidad, son 70 paginas, donde además de comentarios del critico, figuran fotografías y laminas de todos los cuadros, la mayoría de ellos de temática gallega y ribadense.

Los cuadros en los que esta presente Ribadeo y la Ria, llevan por titulo: «Mayo en Ribadeo», «Faro y Rompiente en Ribadeo», «Las Carrayas», «Pasando la Ria», «Naufragio en la Playa de Ribadeo», «Muelle de Ribadeo», «Esperando la Lancha», «Tormenta en la Punta de la Cruz» y «Leyenda del Mar».

Desconozco a donde podrán haber ido para la mayoría de estos cuadros , yo personalmente en un viaje mío a Buenos Aires, he tenido la suerte de haber visto uno de ellos y también saber del destino de alguno de ellos.

Fue una edición limitada y los hermanos Moreno, se la regalaron a sus amistades. El ejemplar con el que cuento en mi archivo, esta dedicado tanto por los Moreno, como por Leopoldo Basa.

Asimismo al Catalogo, lo acompaña una separata, con las criticas de la prensa argentina, sobre la publicación."

Y con esta magnífica vista del Monte de Santa Cruz, con los barrios de A Eirexa y Chao de Ove a sus pies, seguiremos ruta por las parroquias ribadenses situadas al oeste de la villa capital del concello





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