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sábado, 19 de septiembre de 2015

A ORILLAS DEL RÍO NISÓN: EL MAZU, PENASEITA, LA REIGADA Y SUBIDA A EL PALO (ALLANDE, ASTURIAS)

El río Nisón y Salida de La Puela/Pola de Allande

Plaza Diz Tirado y Avenida de Galicia
Por la Avenida de Galicia salimos de La Puela/Pola de Allande, villa del occidente astur, de gran relación caminera donde hasta los peregrinos sanaban por intercesión de la Patrona, Nuestra Señora del Avellano. El mismo nombre de la Avenida parece delatar la proximidad de las tierras gallegas, pero aún habremos de caminar dos, o mejor aún tres jornadas para llegar a Jakobsland, el País de Santiago, tal y como lo denominaban los peregrinos germanos de antaño. Tres jornadas memorables en otras tantas inolvidables y hermosas etapas por las tierras del occidente asturiano... 


La Avenida de Galicia es una de las arterias comerciales de esta villa allandesa, con hostelería y comercios. A la izquierda es Casa Pérez, tienda-supermercado con más de un siglo a sus espaldas, fundada por José Pérez y donde antaño se vendía de todo, desde ultramarinos hasta muebles. Su nieto, Luis Pérez, es uno de los grandes productores de miel del concejo y de toda Asturias. Seguidamente el Café-Bar El Recreo y otra tienda, Casa Castillo


Salimos poco a poco del centro urbano


Y pasamos junto al puente del río Nisón, que dejaremos a nuestra izquierda, pues nosotros continuaremos subiendo de frente


Hay aceras a ambos lados


Pero luego apenas hay ni arcén


Pasamos junto a la gasolinera, dejando ya los edificios de pisos en este entorno rural y residencial


A nuestra izquierda, abajo en esa mata de arbolado, "se esconde" el río Nisón, que baja desde su nacimiento en La Sierra del Palo, hacia donde nos dirigimos nosotros. A la izquierda es el monte de Las Turrias (808 m), estribaciones orientales de El Panchón


Esta es la aldea de El Mazu, con sus casas en medio de los campos y caminos que caen en ladera hacia las orillas del río, un topónimo que hace referencia a los antiguos ingenios hidráulicos de fraguas y batanes tan característicos de todo el occidente astur. Este lugar con esta su incipiente industria fue propiedad del conde Marcel de Peñalba, quien lo arrendaba por turnos (calendas) a los ferreiros, fabricantes de sartenes, calderos, clavos y aperos de labranza, tal y como informaba en 1752 el Catastro de Ensenada. En la actualidad en el pueblo hay sidrería-parrilla y alojamientos rurales AS-14


A la derecha, donde vuelve a haber un tramo de acera, hay varios chalets


Uno de ellos es el Chalet de José Rodríguez Miranda, construido en 1971 y tenido por exponente de arquitectura indiana más tardía en el concejo, si bien con unos parámetros diferentes a cuando este estilo apareció una siglo atrás. Fueron sus artífices los arquitectos Francisco y Federico Somolinos Cuesta. Ha tenido no obstante importantes reformas


El valle se extiende de este a oeste. Hay un camino que desde El Mazu sube a El Panchón ladera arriba por Braniecha y de allí llega al Puerto del Palo por La Fonte las Muyeres, pero es muy poco empleado por los peregrinos aunque aparecía hace años en algunas guías


Nosotros seguimos carretera arriba


Dejamos a la izquierda la bajada a El Mazu y seguimos subiendo por la AS-14


Abajo a la izquierda está la sidrería-parrilla


Panera y huertas


Mapa del Camino Primitivo a su paso por Allande


Aquí hay un poco de arcén


Pero enseguida desaparece


Vayamos bien arrimados a la izquierda


En la lejanía ya divisamos La Marta (1.117 m), por donde va a El Palo la Ruta de los Hospitales


El río Nisón y Casa Cuervo quedan abajo a nuestra izquierda en el fondo del valle, bajo el Monte las Turrias y El Picu los Campos (1.197 m)


La hermosura del valle del Nisón ante nuestros ojos...


Atención ahora en esta arboleda


Y es que hay que desviarse de la carretera en este sendero


Veamos la flecha y el mojón

En el lugar de Fontelvira dejamos la carretera...
Pasado El Mazu hemos de seguir por la carretera, pero no mucho más allá: en el lugar de Fontelvira la dejaremos por una senda de tierra y piedra, que por una verde bajada a mano izquierda, nos lleva hasta cerca de la orilla del Nisón.

Abajo El Nisón, oculto en el boscaje. Se ve en medio de los prados un canal que daba agua a los molinos y mazos existentes antaño en el valle y que aprovechaban la fuerza de la corriente
Nuestro entorno paisajístico es muy rural y muy verde, y pese a ser un valle profundo no deja de ser soleado. Abajo a la izquierda va el río Nisón, oculto en el boscaje, viéndose en medio de los prado una canal que daba agua a los molinos y mazos existentes antaño en el valle y que aprovechaban la fuerza de la corriente


Bajo los castaños...


Termina la bajada desde la carretera


Cruzamos un pequeño regueiru que echa sus aguas al río y empezamos a subir entre arboleda, junto a cuestudas fincas que caen a la ribera


La subida es al principio bastante pendiente


Camino en la hierba...


Murias de piedras. Arriba es Braniecha y subida al Panchón (1.411 m) y La Sierra de Braniegos


Vamos subiendo sendero arriba, primero a la sombra de los árboles


Y ahora al sol. Ahora vemos a lo lejos La Freita (1.203 m), justo a la derecha del Puerto del Palo, que aún no vemos desde aquí


La subida, con suelo de piedras y tierra, termina junto a unas casas de piedra, en Culubréu o Colobredo. Iremos ahora a la izquierda


Las señales confirman nuestra ruta en los cruces


Después de subir toca ahora bajar, por un tramo parcialmente asfaltado


Mientras bajamos admiramos el valle, con su clásica forma de "V"


Abajo a la izquierda Casa Zancos, arriba a la derecha las casas de la carretera, en El Teixu, bajo La Sierra de Fonfaraón


Montaña arriba discurre la Ruta de los Hospitales, el otro camino


Paisaje del valle, la vega del Nisón


El río forma encantadores saltos de agua... escena del Paraíso. En verano el río baja normalmente tranquilo, pero en los deshielos del invierno y primavera, tras las nevadas, el espectáculo es digno de mención, cae con fuerza, desbordante, furioso. Los arroyuelos y manantiales hacen igual, pese haber canales o sangraderas, inundan los campos para ir a su encuentro.


Sobre el Nisón los bosques de Valdebraña


Llegamos a Casa Zancos


El Camino sigue a su izquierda


Esta es la parte de abajo de la casa


Bordeamos Casa Zancón


Y en esta bifurcación seguimos de frente


Esta es la flecha


Y luego va otra casa



Pasamos muy cerca del río


Pista de hormigón y barandilla de madera: empezamos a subir


Vemos a la derecha del Nisón el canal que llevaba agua a los antiguos molinos, justo debajo de nosotros pero más arriba del río. También aquí el conde Marcel de Peñalba disponía de un mazo que alquilaba por el sistema de "calendas" o turnos, fundándose más tarde, en el siglo XIX, una ferrería para fundir hierro y hacer objetos metálicos


Tronco "rebajado" a hacha para el paso de vehículos


Subimos un poco más


El Camino sigue a la izquierda de esta casa. Fijémonos en el túnel que pasa debajo de ella


Continuamos así la cuesta


Sigue la pista de hormigón


Ante nosotros vemos ya las primeras casas de Penaseita


El paisaje, bajo las faldas del Panchón, es de una gran belleza


En el cruce iremos a la izquierda


Bajando pista adelante


Y contemplando las inolvidables riberas del Nisón


Río paralelo al Camino...


Llegamos a una quintana


Andamos a su izquierda


Al pie el hórreo acaba la cuesta y empezamos a subir


Sigue la baranda de madera


El Nisón siempre a nuestro lado. A lo lejos el Panchón, guardián de la ruta a El Palo


Aquí nos introducimos en el bosque, todo de frente


A la sombra de los castaños


Un poco más adelante, junto al río, finaliza el suelo hormigonado y se asciende algo, ya por senda de tierra y piedra bajo árboles y arbustos, tomando el camino de la derecha en esta bifurcación


Esta concha nos lo indica


A la izquierda las llanas y verdes praderas de la  vega del Nisón


La caja del Camino, bien marcada a la derecha


El Camino es bastante llano... hasta el momento. Pronto llegará la subida a El Palo



Troncos y ramas combados sobre la senda


Abajo a la izquierda el río Nisón


Arriba a nuestra derecha casas de Penaseita


Salimos a estas camperas


Caminamos entre fincas


Arriba vemos una casa de grandes ventanales, se trata en realidad de las antiguas escuelas de Penaseita, habilitadas como albergue de peregrinos


Volvemos al bosque de castaños



Flecha amarilla



Portilla de una finca


La senda sigue ahora nuevamente en cuesta...


Suelo pedregoso.


Arboleda


Llegamos a un importante cruce


De frente, a la derecha, sigue el Camino. A la izquierda es la ruta al albergue de peregrinos en las escuelas de Penaseita


Aquí vemos la doble indicación


Vamos a hablar primeramente de la subida al Albergue de Penaseita, tomando pues el ramal que sube hacia él


Senda de hierba sobre el Camino, que sube un poco más abajo


Curva a la izquierda y tramo más o menos llano


Desde aquí ya vemos el albergue


Las llaves las tienen al lado, en Casa Viñas, bar famoso por su cocina casera, al lado de la carretera, fundada en 1899 por Rafael Ronderos, año en el que nacía aquí su hija Virginia Ronderos Rodríguez, que pronto empezó a trabajar en el negocio familiar. De pequeña iba de aquí a Berducedo, otro pueblo de esta ruta, al otro lado del Palo, El Palo p'allá, a vender el pan que aquí se hacía, con un pollino, además de venderlo en las ferias junto con otros productos, además de sardinas y bocadillos para los feriantes, y comprando ella lo necesario para el suministro de casa y bar


En 1921 Virginia se casó con Melitón Rodríguez Rodríquez, de la cercana aldea de La Reigada, por la que pronto vamos pasar. Tuvieron varios hijos, que continuaron el oficio, siendo especialmente recordada Pilar Rodríguez Ronderos, Pilarina Cotarelo, otra de las grandes guisanderas allandesas


Llegamos primeramente al campo de la escuela y actual albergue, pero para registrarnos y pedir las llaves hemos de subir al bar


Antaño, además de comidas, daban posada a ganaderos y feriantes, contándose que en este prado al pie de la casa se llegaron a juntar hasta cien caballos, todo de gente que hacía parada y fonda en Casa Viñas


En Casa Viñas Virginia es recordada por su gran bondad, pues no faltaba nunca un bocadillo para un pobre o ropa seca para los que cruzaban El Palo con las nevadas. Pilarina heredó todas las cualidades de su madre y con 15 años se va a La Puela con sus tíos Ricardo y Cesárea que acababan de regresar de la emigración argentina, abriendo el negocio de Casa Cotarelo, llegando con el tiempo a regentarlo, luego de aprender más excelencias culinarias con su tía.


A la derecha, bajo la antigua escuela truébanos


Troncos huecos donde las abejas hacen sus panales, tradición abeyeira ancestral


En Casa Viñas, un hijo de Virginia, Francisco, Paco Viñas, se casa en 1958 con Maruja, que alternará con su suegra los trabajos de guisandera, llegando Virginia a dedicarse más a la casa y a los nietos, falleciendo el 12 de agosto de 1993 con 93 años, según se dice "tomando café y cantando". En 1995 Pilarina queda viuda y en el año 2013 es homenajeada por la Asociación de Mayores Fonfaraón


Llegamos a la carretera, la AS-14 y a la izquierda nos dirigimos a la casa, regentada durante tantos años por Virginia, y donde tanto se la recuerda


Podemos ir primero allí para solicitar plaza, sellar credencial y luego dar cuenta de las maravillas culinarias del lugar, como el clásico plato de la abuela de huevos y patatas fritas con chorizo o jamón, ensaladas, bocadillos, regado con vino casero (estamos en las proximidades de la zona vinícola asturiana)


Y por supuesto también a tomar algo, comer, etc.


Luego iremos al albergue


Esta justo al pie de la carretera


El acceso, unos metros más adelante, bajando a la derecha


El lugar es ideal para quienes deseen extasiarse con estos paisajes de valle, bosque y montaña, ante El Panchón y El Palo, aislados pero bien comunicados y atendidos a la vez, al lado de la carretera y el bar. Ante nosotros son las laderas y bosques de Fanares, Peitín, Valdebraña y Vachín. Arriba Braniecha y La Penona, falda norte del Panchón


Para seguir ruta desde el albergue volvemos al Camino por donde hemos venido, pasando al lado del aparcamiento


Dirigiéndonos a Casa Viñas


Y antes de ella a la izquierda bajar


Por el mismo camino por el que hemos subido


Cruce y a la derecha


El cartel de nuevo nos informa


Regresamos pues abajo al cruce en el que se separaban Camino y subida al albergue y nos disponemos a continuar por este recorrido verdaderamente idílico y natural...


La subida es ahora muy ligera


Otro regato cruza la senda, la cual se adentra entre los matorrales


Flor de lavanda...


De frente El Fayéu y Monte Flaire


Arbustos y matojos en abundancia.


La Marta ante nosotros


Un poco más adelante y arriba del todo ya se ve bien El Pico del Palo (1.221 m) justo a la derecha de ese puerto


La montaña muestra las cicatrices de las antiguas minas de oro de época astur-romana


Buen pedregal


Entorno un poco más rocoso. Véase la flecha amarilla indicadora


Hay algunos pinos entre el arbolado autóctono


Otra pared rocosa


Bosque...


Curva a la izquierda...


Y llegamos al puente del Xestu Molín sobre El Regueiru de Fonfaraón



Se trata de una pasarela habilitada para el paso de montañeros y peregrinos


El Regueiru de Fonfaraón, que baja de la sierra, viene a desembocar al Nisón en este lugar


El Camino es bastante llano y agradable de caminar, una verdadera delicia...


Acogedora espesura


Suelo empedrado.


Arboledas del valle del Nisón


Buen Camino...


Y más pedregales


Tantísima piedra suelta está relacionada como hemos dicho con las milenarias explotaciones auríferas romana en lo alto de estas montañas. Por el procedimiento de arrugiaruina montium se derruían montañas enteras al canalizar grandes cantidades de agua por túneles perforados en su interior con el objeto de derrumbarlas en sus mismas entrañas y extraer las vetas del oro



Después de 2.000 años las montañas siguen dejando ver sus cicatrices...


Arbolado venerable y buena sombra para el peregrino castigado por el sol, también auténtico paraguas natural que lo protege parcialmente de la lluvia...


Viejo tronco...


Frescor de la arboleda


La verde celosía de la enramada.


De nuevo al lado del río


Sol y sombra...


Prados cuestos que caen hacia el Camino. Estamos en la zona de La Corra


Otro hermoso arroyuelo, este mismamente cruzando el trayecto.


Pequeños saltos de agua. Bajan con fuerza desde lo alto de La Sierra de Fonfaraón.


Empedrada senda...


La selva va dejando paso a las fincas, por lo que intuimos que nos aproximamos a zona poblada. Estamos más o menos al pie de La Roza, una casa que está más arriba, en la carretera, y que desde aquí no vemos.


Fincas abiertas y soleadas.


Avanzando con paso firme.


Tramo muy llano.


El Nisón está abajo a la izquierda.


Puentes de las fincas...


Continuamos hacia adelante, pasando junto a unos pastos.


El río Nisón al lado del Camino...


Cierres de fincas. El valle se estrecha


Al fondo a lo lejos empezamos a vislumbrar unas casas: La Reigada. Pronto comenzaremos la subida a El Palo...


La Reigada y el Nisón.


Más morrillos de piedra suelta. Arriba La Marta, La Freita y El Palo, por donde va, procedente de La Sierra de Fonfaraón, la llamada Ruta de los Hospitales, el otro camino, que se une a este en El Palo


Pasamos junto a estas laderas repletas de piedras.


Camino de La Reigada.


Más piedra...


Siempre con el Nisón a nuestra izquierda, llegamos a la aldea de La Reigada, apenas un par de quintanas con sus hórreos, uno de teja y el siguiente de pizarra, sobre las que vemos las cuestas que pronto vamos a subir. De aquí eran algunos de los antiguos hospitaleros del Hospital de Valparaíso, arriba en Fonfaraón, como el célebre Pachicón de la Reigada


Rebaño de vacas bajo Monte Flaire.


La Reigada y el río


La soledad de La Reigada es bella y embelesadora, pasamos junto a la primera vivienda, con cuadra y entrada de portalón, hacia la que llega un ramal hormigonado que comunica con la carretera, situada esta más arriba de nosotros a  la derecha. A lo lejos arriba reconocemos los altos de La Marta, La Freita y El Palo. Arriba estuvo el llamado Hospitalín de la Freita, el primero que desapareció en esas sierras, pues estaba "expuesto a los cuatro vientos"


Seguimos la flecha amarilla


Pasamos esta primer casa: Casa Etelvina



Y un primer puente, en del Regueiru la Solana


Otro afluente del Nisón


Hay un poco de subida hasta la siguiente casa: Casa Marisa


Viejas moradas campesinas, de paredes de piedra


La cuadra es de tejado de teja


El hórreo y la vivienda lo tienen de pizarra


Pizarra antigua en en siguiente establo


Saliendo de las casas cruzamos otro puente sobre otro afluente del Nisón


Aquí está el mojón señalizador


Suelo rocoso


Y un poco de subida


Atrás quedó La Reigada, bajo El Picu Cimeiro


Bordeamos esta ladera


Y ya tenemos delante de nosotros la subida a El Palo


El valle es aquí es abierto y soleado. Al principio se asciende poco a poco,.


Esta zona es conocida como El Pumar. El río baja de su nacimiento en El Palo


Es una transición de paisajes, entre las praderías del valle, los bosques de las laderas y los montes casi pelados propios de la alta montaña


Setos silvestres


Alambradas cerrando las fincas


Vista atrás: La Reigada, abajo en las vegas del río, arriba la carretera y en las cimas la cumbre del Picu Cimeiro o del Hospital (1.291 m. Allá estarán las cabañas del que fue Hospital de Fonfaraón y a su derecha el Alto del Hospital (1.200 m), por donde va la tan mencionada Ruta de los Hospitales


El sendero se vuelve más empinado por momentos. Las praderías van dejando paso a los árboles del bosque...


Tramo empedrado. Luego viene un trecho de firme llano...


Zona más llana.


Grandes rocas


En la umbría.


Encantos y magia de la naturaleza...


Pronto volveremos a subir...


Trechos casi selváticos


Tronco cortado



Y así vamos ganando altura


El río Nisón ya ha quedado muy abajo, oculto casi por la foresta. Más acá vemos, en el cuestudo prado, las canales que suministraban agua a los viejos molinos que aquí existieron


Carbayos jóvenes


Vuelven las zonas pedregosas


Más viejos troncos talados


Y a subir entre los pedregales...


Tramos bien hollados por el paso de los peregrinos


Tierra, musgo y piedra


El Camino se estrecha entre las murias...


Volvemos a llanear un poco


Braña de vaquerías


Y de nuevo en el bosque...


Y así llegamos a aquella pasarela


El río Nisón acaba de nacer, con él nos encontramos en este bello recodo. Pasamos sobre el río por este puente de madera


Caminamos al lado de él...


Acto seguido, junto a un banco de madera, otra pasarela, para volver a cruzarlo


Sube el Camino a la derecha del río


El río y el Camino otra vez juntos... pero por poco tiempo, pues iremos separándonos de él y ganando altura nuevamente


Se remonta la pendiente


Pasamos junto a este gran peñasco


Barandilla entre la pared del peñasco y el río


Cuando lo necesitemos, paremos unos instantes a descansar


Luego reemprendamos la subida


Subida que se torna cada vez más pendiente


El mágico filtro de la luz solar que proporcionan los árboles...


En medio del bosque...


Tupido bosque...


Ascenso de montaña...


Tramo recto y directo...


El gran vergel de la naturaleza asturiana


Canales para llevar al río el agua de la lluvia y pequeños manantiales


Otra muria, cubierta de musgo, conteniendo la ladera


Otro arroyo de los que desemboca en el Nisón


Buen torrente


Luego del arroyo sigue la subida...


Bosque arriba


Otro fuerte repecho


La larga cuesta al Alto del Palo


Piedra, musgo y raíces


La subida se suaviza y los árboles dan paso a los arbustos y al monte bajo


Ante nosotros las estribaciones de El Panchón


Ya vemos el quitamiedos de la carretera


Y llegamos a la AS-14, siguiendo de frente, con el Alto del Palo ya ante nosotros


Aún nos aguarda otra fuerte ascensión hasta allá arriba


Por allí, a nuestra izquierda, sube la carretera, rumbo al Palo


Carretera que nosotros solo seguiremos unos metros más, hasta la siguiente curva


Aquí habremos de cruzar, con cuidado, a la derecha


Dejamos la carretera y seguimos por esta vereda derecha por un tramo de carretera antigua


Pero a los pocos metros tomamos el sendero que sube a la derecha


Se ha echado zahorra asentando un poco mejor el firme


Curva a la derecha, enfrente encima de nosotros el Alto del Palo. Allí terminaremos la subida


Subida que comienza en su fase más pronunciada


Siguiendo la sinuosidad de la falda de la Sierra del Palo


Ahora el paisaje cambia, es más abierto, con pocos árboles, unos pocos pinos, pero abundancia de helechos y tojos


 El Picu Cimeiro (1.291 m) y La Sierra de Fonfaraón contemplan en la lejanía nuestros pasos mientras emprendemos la subida más empinada hacia El Palo, aquí a pleno sol...


Por la falda del Cimeiro va, no muy lejos de la cima, la Ruta de los Hospitales. A la derecha es el Alto del Hospital, a unos 1.200 metros de altitud, por donde viene subiendo dicha ruta. Allí estuvo el Hospital de Fonfaraón, actualmente cabaña para el ganado


A la izquierda es el Pico Cotón, de 1.203 m. A su izquierda estuvo el Hospital de Valparaíso, del que solo quedan unas piedras.  Posiblemente reconozcamos el emplazamiento de los hospitales de la serranía si nos fijamos en las murias que cierran el terreno en torno a ellos


El Camino zigzaguea y gana altura rápìdamente


Directos a El Palo, cuesta arriba, por esta campera del puerto


Vemos que el sendero se adentra, en el último recuesto antes del Palo, en un pinar, la única sombra que tendremos hasta bien bajado el puerto


Llegamos a reconocer en la distancia el quitamiedos de la carretera al llegar a lo alto


A la izquierda, abajo, el Nisón, aquí un arroyuelo, que nace justo al pie de la cima del puerto


Continuamos subiendo


Por los vericuetos de la Sierra del Palo


Curva a la izquierda entre los helechos


Vista al sur la carretera y el Panchón. Allí hay un camino que también enlaza con El Mazu, poco empleado actualmente por los peregrinos. Es la zona de El Pozu las Muyeres


Curva a la derecha. Abajo vemos el gran precipicio y lo mucho que hemos subido en poco tiempo


Ya llegamos a los pinos


Caminamos entre los troncos del pinar


El suelo es ahora de tierra y hierba


Andamos bajo las ramas...


Otro espacio a campo abierto


El Panchón a la izquierda


Más pinos de frente


Seguimos subiendo


La ascensión no cesa


Un poco más de esfuerzo y llegaremos arriba


Un poco más de sombra


La cuesta no da tregua


El frescor del pinar se agradece en este repecho fuerte


Suelo de piedra


Y así hasta el siguiente grupo de árboles


Otra pequeña mata de pinos


Aquí muchas veces los peregrinos se toman un descanso antes de coronar el puerto


El Alto del Palo, muy próximo


Pero aún queda un buen recuesto


Dejando los pinares, a nuestra derecha La Fonte'l Palo


Si bien no es recomendable beber agua de fuentes y menos en zonas ganaderas algunos romeros y montañeros se refrescan aquí pùes se ha acabado para muchos el agua de sus botellas y cantimploras y aún quedará un buen trayecto hasta encontrar un grifo, bastante más una tienda o bar. Hay un caño en Montefurao, nada más bajar el puerto, pero no todos los que pasan lo ven


Desde la fuente queda aún el último recuesto


Y así nos disponemos a llegar arriba


Subimos el corto trecho que nos separa del éxito. Allí a lo lejos la formidable mole de Fonfaraón nos parece un cíclope inmenso que nos observa, cruzado por las líneas rectas trazadas por los canales auríferos o antiguas


Ha sido una ascensión verdaderamente formidable, desde La Reigada, en el fondo del valle


Aquí a la izquierda


Y "la recta final"


Otra pedregosa cuesta


Esas flechas amarillas son especialmente útiles, puestas en estos troncos, cuando hay niebla o nieve, al menos cuando no cubre mucho y no quedan tapadas. En esos casos, los no muchos peregrinos que se adentran en invierno, suelen seguir en el caso de nevadas la carretera, una vez que pasen las quitanieves. Otros, una vez que la nieve cuaja, emplean crampones, pero es un esfuerzo extra para el que es preceptivo estar ya preparados y con experiencia antes de hacer este largo camino


La cercanía de la carretera, que vemos en todo momento, aporta tranquilidad a los espíritus más temerosos de la mágica soledad de estos parajes, pues siempre circula algún coche o camión que nos acerca a la "civilización" en esta deliciosa cuesta, ya que también los momentos de esfuerzo hay que saber disfrutarlos, máxime cuando coronamos la cima


Aquel bicigrino, que ha subido por la AS-14, toma fotos y videos desde el alto...


Vemos también la central eléctrica del parque eólico de la Serra dos Llagos


Unos pasos más...


Y llegamos a culminar exitosamente la subida al Alto del Palo, en esta gran campera


A la derecha El Pico del Palo, (1.221 m)


Por allí viene, y aquí se une con este, el otro Camino, la Ruta de los Hospitales, bajando por la ladera este del pico. Vemos peregrinos que han hecho esa ruta


Pronto se unirán ambas rutas, unos metros más adelante


Aquí durante el verano campan a sus anchas rebaños de vacas y caballos subidos por los ganaderos a los pastos de altura, y que volverán abajo, al valle, en invierno


En la ruta de Fonfaraón, el Camino primigenio, existieron nada menos que cuatro hospitales de peregrinos en unos diez kilómetros, lo que da a entender su importancia y su dureza cuando en invierno y aún en primavera temprana, buena parte del tiempo la nieve cubre estas alturas que pasan bien de los 1.000 metros


A lo lejos La Marta


Estamos asimismo ante una importante área cultural, Allande se divide tradicionalmente en dos partes: "El Palo p'acá y El Palo p'al.lá". La primera, guardando todas las posibles cuestiones históricas, fue habitada por astures pésicos y forma parte lingüísticamente del asturiano occidental. La segunda es la de los "llatos" "gal.legos", hablantes de la fala asturgalaica


Allí viene la Ruta de los Hospitales


Un lugar muy especial por la historia, la tradición y el paisaje


Este es el lugar de unión de esta ruta con la de los hospitales, un lugar muy especial


La unión se realiza justo en la L.laguna del Palo, gran piscina artificial en realidad hecha para embalsar el agua para las explotaciones mineras de oro en tiempos de ástures y romanos



Aquí empieza ahora la gran bajada a Montefurao: El Palo p'al.lá. Abajo el valle es normal que se cubra de nieblas matutinas, hemos pasado de la cuenca del Narcea a la cuenca del Navia, río al que nos acercaremos, primeramente siguiendo toda esa cresta de montañas hacia Llago, Berducedo, A Mesa... y luego bajando por Buspol hacia el Salto de Salime, en ruta a Grandas. Desde aquí además, en días claros, podemos llegar a ver Galicia...











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