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domingo, 17 de abril de 2016

LA CAPILLA DE LA ROMANINA Y EL CAMPU LORETO, EN EL CASCO URBANO DE COLUNGA: EL COLEGIO DE LAS MONJAS, EL CHALET FRANCÉS Y EL CAFÉ LA ESQUINA (ASTURIAS)

El Campu Loreto y capilla de Nuestra Señora de Loreto, a la entrada de Colunga por el Camín Real

En el siglo XVII, allá hacia 1630, el veneciano Joseph de Misso es el único superviviente de un naufragio en los acantilados de Güerres, al norte de Colunga, agradecido por los cuidados recibidos en esta villa, se queda en ella como hospitalero del Hospital de Santa Ana, refugio de pobres y peregrinos. A la vez, se consagra en la fundación de una cofradía y santuario dedicados al culto a la Virgen María de Loreto  (Ancona, Italia, Mar Adriático), a la que se habría encomendando en aquella tragedia marítima, de la que llevaría una imagen, posiblemente una medalla

Este es el origen de la venerada capilla de Nuestra Señora de Loreto, sita a la entrada de la villa de Colunga, capital del concejo de este nombre, por el Camín Real, que viene por Los Llanos desde Covián y Güeñu, tras haber pasado de Caravia a Colunga por La Venta la Espasa, al norte de Gobiendes y al este de La Isla (donde hay albergue de peregrinos), por la zona de El Barrigón


El Camín Real llega pues a la villa de Colunga pasando por el campo de la capilla, El Campu Loreto, que da nombre también a este barrio, Loreto, que se extiende a lo largo del Camino y de la carretera que los sustituyó como vía principal de comunicación


La carretera pasa un poco más abajo y a la derecha del actual Parque Loreto, ruta recuperada pues constituiría el principal ramal jacobita costero y es el paso oficial del Camino de Santiago del Norte


Rondando el último tercio del siglo XIX, esta devoción y romería atravesaban un momento de gran decadencia, hasta que en 1881 y por iniciativa del párroco colungués don Francisco Allonca, ayudado por varias personalidades locales y vecinos en general, se recuperó esta fiesta mariana, que fue manteniéndose con éxito salvo el dramático paréntesis de la Guerra Civil


De esta manera, la romería aquí celebrada, en julio, llegaría mismamente a competir con la más antigua de Santa Ana, precisamente la del hospital de peregrinos del que fue hospitalero Joseph de Misso, sita a unos 500 metros más allá, en pleno casco antiguo y junto a la que también pasará el Camino. Es tal la relevancia de la fiesta que está muy extendida, a nivel popular, la creencia que la Virgen de Loreto es la patrona de Colunga (son en realidad San Cristóbal y la Inmaculada)


La Fuente Loreto, donde una concha xacobea confirma el paso del Camino, puede aliviar nuestra sed en este parque del Campu Loreto, solar de una tradicional feria ganadera de primavera (mayo) en la que, como era habitual, también podían comprarse aperos de labranza y todo tipo de enseres para las labores campesinas


Más atrás, una artística barandilla separa el prau de la carretera, situada esta a un nivel más bajo, llamada en este tramo Avenida de Asturias


Al otro lado está El Cuetu Espina, donde más allá del gran edificio del antiguo Colegio de los Frailes (el de las dos palmeras) está La Castañar d'Espina, árbol de castaño o castañar, como se dice en Colunga, el cual sería exponente de antiguos castañeos que se extendían antaño por Los Llanos, al este de la población y donde, dice una tradición, dormiría Joseph de Misso la triste noche de su naufragio antes de ser socorrido en el hospital de pobres y peregrinos de Santa Ana


Reconocemos La Castañar d'Espina asomando sobre el tejado de estructura piramidal y con alta chimenea que asoma a la derecha de la foto, más allá del muro de una finca y encima de una palmera, a la izquierda de la ladera sur del Cuetu Espina, donde están Los Asilos, otra institución colunguesa


Una tradición afirma que la imagen del naufragio era no una medalla sino una talla que habría colocado aquí, en La Castañar d'Espina de su primera noche colunguesa. Otra tradición es que fue la primera imagen que donaría, allá por 1663, a la entonces recién por él fundada cofradía de Nuestra Señora de Loreto


Otra tradición dice que aquella talla de la castañar estaba enterrada, y que en 1908 un rayo la desenterró, siendo llevada a la capilla. Fuera como fuese lo cierto es que en su capilla estaba, cuando fue destruida, como otra más grande que se encargó para las procesiones, durante la Guerra Civil. Luego, y gracias a las fotos conservadas, tras la contienda se hicieron réplicas, una de ellas, de la pequeña y de piedra, se colocó aquí, "entre las cuatro ramas troncales de La Castañar", en 1953, obra del artista colungués Leopoldo Fernández, Poldo el Marmolista. Así nos lo cuenta José Antonio Fidalgo en Virgen de Loreto en Colunga, comienza el novenario:
"Pues, señor; allá en tiempos de 1630 naufragó un barco italiano en las proximidades de la costa colunguesa.

Uno de los marineros, Joseph de Misso, devoto de la Virgen de Loreto, prometio, si salía salvo del trance, fomentar el culto a María bajo esa advocación lauretana.

Sano y salvo alcanzó los acantilados de Huerres y, físicamente agotado, buscó descanso y refugio en un castaño, cercano a Colunga, ubicado en la zona de Espina.

Ese árbol, aún vivo y lozano, es nuestro emblemático CASTAÑAR DE ESPINA.

Misso se hizo hospitalero en el Hospital de Peregrinos de Santa Ana y en 1660, con ayuda de sacerdotes locales y personas devotas, funda la Cofradía de Nuestra Señora de Loreto. Cofradía que fue perdiendo vitalidad a lo largo de los años hasta que en 1880 un entusiasta grupo de personas muy influyentes la renueva y ahí sigue plena de entusiasmo y vida.

La primera imagen lauretana venerada en Colunga era una pequeña talla en madera policromada, con cierto estilo bizantino, que los colungueses bautizaron como «la Romanina».

Después se construyó otra, con armazón de madera para ser vestida, que era la que procesionaba al inicio del novenario y el día de la fiesta mayor.

Ambas imágenes, por el aquel de la iconoclastia tan frecuente durante la guerra civil (1936), fueron destruidas. La actual Romanina (la de la Capilla y la de la Castañar) son talla en piedra, de «Poldo el marmolista»; la imagen que procesiona es donación de la familia de don Alfredo Lueje y las imágenes y restauración de la Capilla se deben a la generosidad de la familia Vigón.

Hoy viernes, la imagen lauretana hará su tradicional procesión Capilla-Castañar de Espina- Iglesia Parroquial. Como es tradición lo hará sobre calles y caminos engalanados con flores, espadañas, hinojo…; tarea que año tras año corre a cargo de las familias Valle Conlledo, Pis Gancedo, Castaño Rivero y Alonso Fidalgo… Sí, una procesión que para los colungueses es historia y es devoción mariana.

¡Oiga! Y si hay misa y procesión, ¿no habrá «mesa» para celebrarlo?

Pues sí. Verán, vamos a trabajar poco y preparar algo muy sabroso.

Corten en dos mitades triangulares un pan de molde (de sandwich) y pásenlas por sartén o plancha engrasada con mantequilla. Cuando estén doradas, las retiran y reservan.

Aparte, en sartén con poco aceite, doren ligeramente unos medallones de hígado (foie) fresco de pato o de oca. Coloquen un medallón sobre cada triángulo de pan y bañen muy ligeramente con mermelada de frambuesa, de grosella o de fresa «aduterada» con unas gotitas de vino Pedro Ximénez.

Ya verán cómo terminan cantando el estribillo de nuestro himno lauretano.

«Danos, danos, la gloria, María, Reina y Madre de Loreto»

Cuenta la leyenda además que en La Castañar d'Espina cayó un rayo que dictó "sentencia divina e inapelable", comenta también José Antonio Fidalgo Sánchez, sobre el litigio de lindes que enfrentaba a las cuatro parroquias que aquí convergen, al partir su tronco en cuatro "ramas troncales", las cuales aún subsisten desde el siglo XVI, y que delimitan la parte del árbol que es de cada parroquia, la del norte a San Xuan de la Duz, la del este a La Isla, la del sur-sureste a Gobiendes y la del oeste a Colunga


Si bien cierto es que siempre cuesta discernir en estos casos qué es leyenda, realidad o tradición piadosa, se conserva lo que se dice es la copia del documento original de fundación del santuario allá por 1663, el cual había sido propiedad del erudito historiador Braulio Vigón, mierense afincado en Colunga, de donde llegó a ser alcalde en 1877, en el que puede leerse lo siguiente: 
"... Joseph de Misso, de nación italiana, de la señoría Venecia, morador y ospitalario en el hospital de la villa de Colunga, principado de Asturias y Obispado de Oviedo, de más de treinta a esta parte fundó y edificó una ermita advocación de NTRA. Sra. De Loreto en el valle y en los términos de Llanos, feligresía de dicha villa de Colunga..."
Hay no obstante cierta confusión de fechas, pues el investigador Jorge Hevia Sierra comenta en su artículo La Virgen de Loreto, dentro de la página de la Asociación de Amigos del  Concejo de Colunga lo siguiente:
"La construcción de la ermita actual pudo iniciarse en 1633 o en 1663 (...). El párroco de Colunga en 1633 menciona ya la Ermita, mientras que el acta de fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de Loreto habla de 1663."

La capilla de la Virgen de Loreto colunguesa es de estilo barroco popular, una nave, pórtico, sacristía, dos capillas laterales y cabecera cuadrada. Es muy interesante sabe que, lo mismo que el Año Santo Compostelano, existe también la tradición jubilar del Año Santo Lauretano. Esta es la historia de estas festividades y jubileos de la entrada Ermita de Nuestra Señora de Loreto (Colunga) en Wikipedia, que resume los estudios y descripciones al respecto de. Cronista Oficial de Colunga, don José Antonio Fidalgo Sánchez:
"La festividad mayor es el día de la Visitación de la Virgen María a su prima santa Isabel que en aquella época se celebraba el 2 de julio y luego pasó a celebrarse el 31 de mayo. Cuando era Papa Alejandro VII y Obispo de Oviedo Diego Riquelme y Quirós, lo que ocurrió entre los años 1661 y 1665, se constituyó la Fundación de la Cofradía de Ntra. Sra. de Loreto, a ejemplo de otras Cofradías que ya existían por Asturias en aquella época. El 6 de mayo de 1663 figura como fecha de la firma de los primeros estatutos de la Cofradía y se solicitó a Roma la concesión de indulgencias para los devotos que venerasen a la Virgen en su ermita de la Loreto de Colunga.

El papa Urbano VII concedió el 8 de agosto el privilegio de jubileo plenísimo a los devotos que acudiesen desde las primeras horas del 1 de julio hasta el atardecer del día siguiente, cumpliendo con las condiciones acostumbradas previstas por la Iglesia.

La Iglesia concede indulgencia ordinaria «el día de la Presentación de la Virgen, y la Natividad, el 8 de septiembre y el día 16 de septiembre que el día de San Cipriano y para cada uno de los sábados del año haya altar privilegiado que se saque ánima del purgatorio con cada misa que en cada altar se dijere, y en esta conformidad se juntaron y sentaron los cofrades por cofradías para honra y gloria de Nuestro Señor y su Santísima Madre los siguientes, que se sentaron ante Notario Apostólico, que fue de manera siguiente:...» y se enumeran a muchas personas importantes de la época, entre los que figuran los curas de santa Úrsula de Carrandi, el presbítero de Toribio de Argüero, el cura de Colunga, el cura de San Juan de Duz, el Capitán Diego Alonso Covián , Joseph de Misso, fundador. Todo esto está firmado por el Capitán Diego Alonso de Covián de la siguiente forma: «En testimonio de verdad. Diego de Covián.» Sin mebargo, poco o nada se sabe de la cofradía desde su fundación hasta bien entrado el siglo XIX.

El «Día Grande» de las fiestas se recuerda cómo llegó la imagen románica a Colunga tal y como se indicó en el apartado correspondiente. Empieza la jornada con el pasacalles tradicional previo a la Misa solemne que tiene lugar en la iglesia de San Cristóbal. Los colungueses llevan tres ramos que son bendecidos durante la ceremonia y una vez finalizada comienza la procesión que preside la Virgen de Loreto que procesiona en último lugar y delante, los niños con el ramo y tras ellos los otros dos ramos de lo adultos. Todos los ramos van adornados con los «roscos de pan» y los «bollos preñaos».

Esta foto de invierno, con los árboles del campo de la capilla sin hojas, nos permite ver mejor la estructura del edificio: el pórtico está guardado por un muro de piedra de poca altura y una escalinata de acceso al templo


El techo del mismo presenta caída a tres aguas, con tejado de amplio alero que se sostiene frontalmente sobre cuatro columnas, con una barandilla de barrotes de madera que cierran este cabildo


Las paredes o paños exteriores están enfoscados, es decir, revestidos por una capa de mortero. Pintados de pintura blanca y adornados con zócalo gris. Las esquinas y los cercos de las ventanas son de piedra para embellecer su sencilla estructura. Las capillas laterales repiten el mismo esquema de la nave principal, de tejado a dos aguas y rematadas con bolas. pero dispuestas perpendicularmente a ella. La cabecera de la nave es cuadrada, cubierta en el interior con bóveda de crucería de estilo gótico


El origen del culto lauretano, traído por Joseph de Misso a Colunga, surge de la creencia cristiana en que fue, en la Santa Casa de Loreto, donde nació la Virgen María, donde recibió el Anuncio de la Encarnación del Hijo de Dios y donde vivió con Jesús y San José. Sobre su milagrosa traslación a Italia (previamente a Dalmacia) existen varias versiones parecidas. tomamos esta del artículo Virgen de Loreto de la Wikipedia:
"Esta advocación mariana se originó en una tradición del siglo XIII, que nos cuenta que la Santa Casa donde nació la Virgen María, en donde recibió el Anuncio de la Encarnación del Hijo de Dios y en donde vivió con Jesús y san José, fue trasladada en el año 1291 desde Nazaret a Tarseto (en DalmaciaCroacia), para ser protegida y resguardada de todo peligro, porque Palestina había sido invadida por los mamelucos. En el año 1191 los cruzados habían conquistado la ciudad de Acre, renombrándola como San Juan de Acre, y desde allí gobernaron Palestina hasta 1291
Según cuenta la historia, los ángeles llevaron la Casa cruzando el mar Mediterráneo y el mar Adriático, y la depositaron en Dalmacia. Los pobladores, al verla, no se explicaban cómo había llegado allí, pero supieron que era la Santa Casa cuando la Virgen se apareció a un sacerdote que se encontraba muy enfermo y le contó que esa era la de Nazaret. El sacerdote se sanó inmediatamente y contó la historia a todo el pueblo. Dentro de la Casa había un altar, y en él, una estatuilla de cedro de la Virgen María que tenía al Niño Jesús. 
Tres años más tarde, el 10 de diciembre de 1294, la Santa Casa fue nuevamente trasladada a la ribera opuesta del Adriático, a Italia, entre un bosque de laureles. De allí el nombre de Loreto (del latín Lauretum: lugar poblado de laureles). 
Todos los habitantes del lugar fueron a ver la Casa, y se postraron ante la imagen de madera de la Virgen María y el Niño; pero otros iban para asaltar a los peregrinos, y por ese motivo, tras ocho meses, la Casa dejó el bosque y fue situada por los ángeles en una colina propiedad de los Condes Stéfano y Simeón Raineldi. Pero ellos discutieron sobre quién era el dueño de la casa y nuevamente fue trasladada a un monte de piedras cercano a la vía principal que llevaba a Recanati. En ese lugar ha permanecido hasta el presente. 
El Santuario de la Virgen de Loreto se levantó en el siglo XIV. En su interior se encuentra la Santa Casa. Desde entonces Loreto se ha convertido en un extraordinario centro de peregrinación. Los muros de la basílica con los años se fueron llenando de títulos y advocaciones a la Virgen, lo que dio lugar a las "Letanías Lauretanas", que comenzaron a rezarse por primera vez allí y que fueron aprobadas por el papa Clemente VIII en 1601. 
La imagen de nuestra Señora de Loreto está en el interior de la Casa, tiene la túnica tradicional decorativa. El color oscuro de la imagen representa a la estatua original de madera, que con los siglos se oscureció con el hollín de las lámparas del aceite que se usaba en la capilla"

Aquella primera imagen de la Virgen de Loreto a cuya réplica de su medalla se encomendó Joseph de Misso al naufragar, pereció en un incendio en 1921, pero fue inmediatamente restituida. Como toda leyenda e independientemente de nuestras ideas y creencias, es posible que el traslado de la que se tiene por casa de la Virgen María en Tierra Santa sí se hubiese efectuado, como el de otras reliquias que corrían peligro, para salvarlas de su destrucción en las guerras santas de la época de los cruzados:
"La casa de la Virgen estaba formada por tres paredes adosadas a una cueva excavada en la roca (que se encuentra en la Basílica de la Anunciación de Nazaret). La tradición popular dice que en la noche entre el 9 y 10 de diciembre de 1294, las piedras de la casa de Nazaret fueron transportadas por ángeles por el aire, y por eso la Virgen de Loreto es Patrona de los aviadores. De hecho, algunos estudios[encontraron documentos que han confirmado que fue transportada por mar en buques de las cruzadas. Después de la expulsión de los musulmanes de Tierra Santa por los cristianos, un miembro de la familia Angeli, los gobernantes de Epiro, estaba interesado en salvar la Santa Casa de la destrucción, por lo que fue transportada primero a Trsat en la actual Croacia, en 1291, luego a Ancona en 1293 y finalmente a Loreto, el 10 de diciembre de 1294."

Un asunto del que se ha escrito mucho es el dedicado a las varias imágenes de la Romanina que se fueron haciendo a lo largo del tiempo. Esta de la hornacina sería de las hechas por Poldo el Marmolista tras la Guerra Civil, y así lo escribe Fidalgo en Les Tres Romanines:

"La primera imagen que se ofreció al culto de sus fieles -hablamos del siglo XVII , año de fundación de la Cofradía- era una talla de pequeño tamaño ,en madera policromada, de estilo bizantino y con gorro frigio.- Años después esta imagen fue «acompañada» con otra de gran tamaño, de las llamadas «de vestir», que era la que procesionaba durante su fiesta. A la primera, por su «aspecto clásico» y considerado el origen italiano de su promotor, se la llamó cariñosamente con el apodo de «LA ROMANINA». 
Las dos imágenes -«la Romanina» y la «de vestir»- fueron «desaparecidas» cuando la guerra civil de 1936-1939. 
Pues señor… 
Había en Colunga una mujer devota de la Virgen lauretana, María Dolores Granda, que conservaba alguna fotografía (en blanco y negro) de La Romanina y recordaba con bastante detalle la policromía de su talla. Y había también en Colunga un marmolista, Leopoldo Fernández, persona con grandes habilidades para la escultura. ¡Para qué más! 
POLDO, que así conocimos a don Leopoldo, esculpió en escayola una escultura muy similar a la antigua Romanina (tamaño y forma) y siguiendo las indicaciones de María Dolores la decoró con el mayor detalle posible que recordara a la antigua imagen. Es la actual ROMANINA que se venera en la Capilla de Loreto. 
Pero no quedó ahí la cosa. Poldo, además de la imagen policromada, talló otra en piedra que se muestra en una hornacina en la parte exterior frontal de la Capilla. Y por si fuera poco, talló una tercera que se colocó -y ahí sigue- en el centro de la CASTAÑAR DE ESPINA, viejo árbol que sirvió de primer refugio y descanso al bueno de Joseph de Misso. 
La tradición colunguesa «impone» este rito devoto: Al inicio de la novena de la Virgen de Loreto, la imagen «grande» es llevada en procesión hasta la CASTAÑAR DE ESPINA para que «visite» a la «pequeña Romamina» y en retorno de la visita es llevada a la parroquial de San Cristóbal el Real. 
Un poemilla de autor anónimo, publicado en 1956 en el programa festivo de las Fiestas de Loreto, nos describe así este «encuentro» entre las dos imágenes: 

Ya se acerca Loreto, ya llega el día
que Colunga festeja con alegría.
Hizo antes la novena de la Santina
que fue a ver a su prima "La Romanina". 
En procesión alegre cantando van
por el caminu llanu p´hacia San Xuan;
y al llegar al castañu, ya centenariu,
descansen un pocu ; sigue´l Rosariu. 
La voz de don Francisco, ¡qué bien entona!;
responden les muyeres con voz chillona;
y armen los rapazos su algarabía
al contestar al cura la letanía.- 

Al marchar diz la Virgen (cara guapina)
:¡Hasta el añu que viene, querida prima!
Dame pena dexate siempre al serenu,
lo mismo cuando xela que si ta buenu,
sin tener más abrigu que cuatro fueyes,
y yo más calentina baxu les teyes...

En la página de la Asociación de Amigos del Concejo de Colunga el investigador Jorge Hevia Sierra, basándose en el libro Nuestra Señora de Loreto, publicado por su cofradía en el año 2000, informa que, según los archivos parroquiales, en 1881 es donada otra imagen de la Virgen de Loreto, esta por Juan Manuel Pérez de Colunga, vecino de Bilbao y natural de Colunga, hecha en Italia. Luego llegarían las de la posguerra, ya en los años 1940, con la de Francisco Lueje y su mujer, hecha en los Talleres de Feliciano Ruiz de Vitoria:

"Por último, tras la quema en 1936 de la imagen de madera que se suponía trajo José de Misso, Leopoldo Fernández “Poldo” talló en piedra una réplica exacta que es la que se encuentra en la parte exterior de la capilla. Además, tomando esta última como modelo, fundió otra imagen en yeso.

Por tanto, tenemos constancia histórica de varias estatuas de la Virgen: la original o “Romanina”, la donada por Pérez Poladura en 1881, la donada por los Sres. Lueje en 1940 o 1949 (hay dudas sobre el año concreto) y las de Poldo Fernández (una en piedra y otra en yeso). Lamentablemente no sabemos exactamente cuál es la que fue víctima del fuego en 1936 (se supone la original) ni tampoco la que actualmente luce su graciosa figura en el interior de la capilla."

La hornacina de la imagen sí parece ser elemento original del santuario y su concha venera se ha vinculado con el Camino de Santiago si bien este estilo avenerado es común en el arte civil y religioso. Parecen leerse inscripciones muy gastadas


La traída de esta advocación lauretana desde Tierra Santa, primero a Dalmacia y luego a Loreto, ambos lugares de la costa Adriática, deja entrever el papel en esos traslados de los famosos navegantes venecianos, cuya Serenísima República dominaba buena parte de sus costas y no poco del Mediterráneo oriental, ocupándose del transporte marítimo de tropas en las Cruzadas, de ahí su especial devoción en los marinos de esta procedencia, como es el caso de Joseph de Misso


El portón de verja para acceder al atrio suele estar abierto y, aunque no haya oficios, la puerta de rejería de la portada de arco de medio punto, aún cerrada nos permite mirar dentro...


El interior de la iglesia, que tiene coro a los pies con escalera de madera, es de techo plano y también de madera, siendo el suelo de loseta rojiza. Las capillas laterales son de bóveda de cañón y acceso de arco de medio punto


La cabecera de la nave principal es cuadrada y está cubierta de bóveda de crucería de estilo gótico, con cuatro paños nervados y clave circular. El presbiterio es de mármol blanco y retablos, imágenes y demás objetos corresponden a los donados o encargados tras la Guerra Civil, pues los anteriores fueron, según el Libro de la Cofradía"incendiados" en 1936


Cuando en 1880-81 se renueva la Cofradía de Nuestra Señora de Loreto con el párroco Allonca dentro del proceso de recuperación de su devoción y romería, se decide sustituir la pequeña Romanina por una imagen más grande para las procesiones, con armazón para que pueda ser vestida. José Antonio Fidalgo enumera sus ropajes y joyas por entonces y hasta las destrucciones de la guerra, dos vestido de la Virgen con sus respectivos mantos, dos tocas, una corona sobredorada con pendientes de oro y diamantes, pendentif (especie de colgante) de platino con una perla y brillantes, medallón de oro y perlas con su cadena...


Por entonces, y según los Estatutos de la Cofradía, se crea el cargo de Camarera de la Virgen, con dos auxiliares cuya principal función era "vestir la Sagrada Imagen según la oportunidad de los tiempos, lo mismo que cuidar de la limpieza del Camarín y aseo del altar"


Pasada la contienda y merced a donaciones, destacando las de los Vigón y los Lueje, se restauró la capilla y se adquirieron nuevas imágenes. Esta de la Virgen en concreto fue de los Lueje y constó dos mil cuatrocientas pesetas "de las del año 1940", recalca Fidalgo, hecha en escayola policromada en los talleres de don Feliciano Ruiz de Vitoria, siendo párroco de Colunga don José Cabo Merediz y coadjutor-organista don Francisco Suárez Bustillo, siendo restaurada tiempos después con don Alfredo Valdés al frente de la parroquia


A los lados del arco del altar se exponen también sendas imágenes marianas


Una es la Romanina de madera... aún nos queda por ver de ella una imagen más, la de la iglesia parroquial de San Cristóbal El Real


Y esta es la Virgen de Luján, dado que es patrona de Argentina es posiblemente una donación de emigrantes asturianos en aquel país. Llegó a Argentina en 1630, los mismos años que la de Loreto vino a Asturias con Joseph de Misso


El estandarte de la Cofradía de Nuestra señora de Loreto, renovado en 2019


Dada la gran afluencia de gentes, el Campu Loreto, el prau la romería, hace tiempo se quedó pequeño para los actos puramente festivos por lo que hubieron de llevarse a otro lugares más espaciosos, de ello dice también Fidalgo:
" Las fiestas de Loreto tenían «su aquel» en el concejo colungués. No son fiestas patronales… pero se consideran como tales. Verbenas, romerías, martes de jira a la playa de Colunga, pruebas deportivas, concurso de ganados, carrozas engalanadas, ¡qué se yo!"

Enfrente, la gran finca y chalet estilo montañés de Fermín Vigón, hijo de Braulio Vigón. Otro de sus hijos, Juan, Ministro del Aire y Marqués de Vigón, hizo su casa Caravia, mientras su hermano, Jorge, otro de los hijos de don Braulio, Ministro de Obras Públicas, pese a no tener su casa en este concejo lo visitaba muy a menudo


Hoy en día, en nuestros parámetros actuales, es posible que no llamásemos chalet a estas construcciones, sino a lo mejor emplearíamos palacio, palacete, torre, mansión o incluso casona, tenga o no escudos, pero fue como se denominaron en su época, pasando al habla popular e incluso a la toponimia, con sus diferentes transcripciones


La palabra chalet es de origen suizo-francófono y en su origen eran cabañas de pastores alpinos, luego cierto tipo de casas de campo y luego se extendió por Europa para denominar a estos edificios que, dentro de múltiples formas, gustos y estilos, eran en gran parte quintas de recreo y casas vacacionales de las clases elevadas, en Asturias principalmente indianos, burguesía industrial y profesionales (médicos, artistas, abogados, etc.) de notable éxito


Otra de las características de este estilo, también denominado regionalista montañés, pues se basaba en ciertas soluciones artísticas y arquitectónicos de los siglos XVII y XVIII en La Montaña (Cantabria), son los grandes aleros de los tejados. Esta es la descripción de este modelo en la Bilbaopedia:
"El Regionalismo fue una corriente arquitectónica surgida en España a principios del siglo XX, dentro de una tendencia más amplia definida como Arquitectura Nacional, que propugnaba una búsqueda y resurrección de los estilos históricos españoles así como la recuperación y reutilización de las arquitecturas vernáculas. En el caso del denominado Regionalismo Montañés las referencias se centraron en los grandes palacios montañeses de los siglos XVII y XVIII con introducción de elementos pertenecientes a la arquitectura popular o rural. Torreones, amplios aleros horizontales, pináculos, balconadas de madera o portalones eran algunos de sus elementos constructivos más reconocibles."

A su derecha, el ya mencionado Colegio de los Frailes, oficialmente Colegio de San Luis y La Inmaculada, fundado en 1907, de ahí su nombre, por Luis Montoto Covián, político y escritor, que también fue alcalde de Colunga, y su mujer Concepción Hernández Alonso.  con solar familiar en la Casa de Loja, de la que tanto hemos hablado en nuestros itinerarios entre La Isla y Güerres. Dice de él también Fidalgo
"La enseñanza primaria, en general bien atendida en las parroquias colunguesas, se limitaba a conocimientos básicos impartidos por un maestro o maestra que concentraba a todo el alumnado en una sola aula.

Para dar solución a este problema - hablo de Colunga- Don Luis Montoto y su esposa doña Concepción Hernández, matrimonio adinerado y benefactor, fundaron en 1908 el Colegio de La Inmaculada y San Luis, conocido en el concejo como "El Colegio de los Frailes", regido por religiosos de la Congregación de Hermanos de la Doctrina Cristiana, popularmente denominados "baberos".

En este Centro, modelo en su actividad, se impartían enseñanzas por grupos de edades y siempre de acuerdo con la capacidad educativa de cada etapa. La enseñanza, gratuita, era subvencionada por un capital y sus intereses donado por don Luis Montoto y su esposa. Dinero que, a su vez, se destinaba a cubrir las propias necesidades de la Comunidad de religiosos".

Se hicieron cargo de su administración y enseñanza los Hermanos de la Doctrina Cristiana, orden religiosa creada en 1684 del canónigo de Reims (Francia) San Juan Bautista de la Salle (Jean-Baptiste de La Salle), razón por la que también se les llama Hermanos de la Salle y, popularmente, reiteramos, Los Baberos, por esta prenda en su hábito, ideado también por su fundador, y a la que también se le llama rabat


De origen francés, esta orden religiosa alcanzó gran notoriedad por la eficacia de sus sistemas en enseñanza para la época, por lo que se extenderían  por otros países, como España, en este caso en plena época de la Restauración borbónica, cuando al finalizar la I República y llamarse del exilio al Alfonso XII surgían un nuevo esplendor de las órdenes religiosas, centrándose ahora en fines benéficos, asistenciales y educativos. Su atuendo, inusual hasta la fecha en el país, llamaba poderosamente la atención. En El hábito y el babero, de la página de La Salle, leemos al respecto esta explicación relativa a estas prendas:
"El hábito y el babero los pensó San Juan Bautista de La Salle cuando fundó a los Hermanos. Juan Bautista pensó en una vestimenta muy sencilla, parecida a la gente sencilla de su tiempo, pero que sirviera para identificar a aquellos que la llevaban puesta. 
Este traje lo usan los Hermanos desde 1684. Hoy, las modas han cambiado, pero aún así, hay Hermanos que todavía llevan este hábito. Hasta 1965 lo llevaban todos, y a partir de esta fecha se permitió que los Hermanos pudieran vestir como cualquier otra persona. En países donde hace mucho calor, como la India, se usa de color blanco. Aunque se parece a una sotana como las que usan los sacerdotes, no tiene los mismos botones ni tiene el mismo formato. 
Como curiosidad deciros que además del hábito negro y el cuello blanco o babero, que también se llama rabat, los Hermanos también tenían una capa que se llamaba manteo y un gorro que se llamaba solideo, muy parecido al que usan el Papa y los obispos, pero de color negro, que se llama así porque, por respeto, solo se retira delante De Dios (en latín, soli Deo)."

La familia benefactora que auspició la Fundación Montoto, compró en el año 1905 una finca de una hectárea en el barrio de Loreto, entre el Camín de les Xuaques y la carretera (aún faltaba para que la llamasen N-632). Tres años después, en 1908, el colegio ya estaba en funcionamiento, aportando bastante calidad a la enseñanza pues, si bien ya había escuelas públicas en todos los pueblos, un sólo profesor estaba a cargo de clases, a veces muy grandes pues había mucha más gente viviendo de forma permanente en las zonas rurales que ahora, y las familias solían tener bastantes hijos. Escribe del problema Enrique Granda en Viviendo en Colunga:
"... un solo profesor debería atender a escolares de 6 años hasta los catorce, mientras enseñaban a leer a los más pequeños los mayores no tenían quien los enseñaran otros temas, esa era la diferencia de ir al colegio ó a la escuela.
En el colegio un profesor se ocupaba de los niños de 6 a 9 años, en la primera clase, el siguiente grado se ocupaba de los niños de 10 a 12 años y en el tercer grado iban los de 13, 14 y 15 años; todos los niños estaban siempre con el mismo profesor y asignaturas más iguales. Esa era la diferencia del colegio con las escuelas públicas

En la planta alta estaban las habitaciones de los frailes, que tras su marcha en 1946 pasaron a ser residencia del cura párroco de Colunga y después también de los maestros nacionales que comenzaron a partir del curso siguiente. Abajo estaban las aulas de las clases y alguna que otra dependencia


A la derecha, Los Asilos, proyecto de la Asociación Femenina, fundada en 1927 doña Carmen Isant Cortada, esposa de Tomás Montoto, hijo de Luis Montoto Covián, siendo sus instalaciones inauguradas en 1928


La asociación benéfica se denominó Unión Social Católica de Colunga, acogiéndose al patrocinio de la Virgen Milagrosa. Como bien dice Fidalgo, por supuesto que su marido y su suegro estaban "ayudando en la sombra", pero el protagonismo es de la asociación, que después pasó a llamarse Fundación Montoto


Se proyectó hacer un acogedor proyecto de cuatro albergues cuyas parcelas se destinarían a huerto y jardín, teniendo cada casa huerto y jardín, cada uno con cocina, baño y dormitorio, según experiencia del pintor colungués Víctor Martínez, junto con Juan Vigil y Tomás Montoto, encargándose el proyecto a los prestigiosos arquitectos Lomas y Manchobas. Se le añadió además un quinto pabellón, destinado a los servicios centralizados de cocina, comedor y enfermería 



Al pie de Los Asilos y viniendo de La Castañar d'Espina, El Camín de les Xuaques puede ser uno de los escogidos por los peregrinos que, decidiendo pernoctar en el albergue de La Isla continúan hacia Colunga por los caminos hacia Güerres, bien por la Ruta de los acantilados, o bien por la capilla de Santa María de Alejandría y Trespandu


El Camín de les Xuaques pasa después por Entrecuetos, detrás del antiguo Colegio de los Frailes, donde están su capilla y frontón. Dos altísimas palmeras contribuyen a esta sensación de grandeza y majestuosidad del edificio. Por aquí era donde se colocaban alumnos y profesores para hacer todos juntos las preceptivas fotos de grupo de cada curso. En la actualidad lo hacen los antiguos alumnos, en sus reuniones periódicas, una entidad asociativa promovida por esta institución


Seguidamente también va al otro lado del chalet de Fermín Vigón, cuyos esplendorosos jardines admiramos desde El Campu Loreto


Y desde él empieza a bajar al centro de Colunga al sur de El Cuetín y Entreviñes, por el canto de esa colina...


Ahí está también la finca de Casa Lidia, que como la del Colegio de los Frailes y la del chalet de Fermín Vigón, abarcan la franja ente El Camín de les Xuaques y la Avenida Asturias


Más allá aún, por los mencionados barrios de El Cuetín y Entreviñes, va otro de los posibles caminos para entrar a Colunga desde Güerres, el que por El Foyu, al norte de Trespandu, pasa frente a la iglesia parroquial de San Xuan de la Duz


Finca de Villa Lidia, con su prado pardo, y agostado del sol del verano, recién segado. En la casa nos maravillamos con una vistosa buganvilla trepando por su fachada, o Bougainvillea, como lo leemos en Wikipedia:
"El género Bougainvillea, conocido popularmente como veranera, trinitaria, buganvilla, buganvilia o bugambilia, es un género de la familia Nyctaginaceae, con 18 especies aceptadas de las 35 descritas. Es nativo de los bosques tropicales húmedos de América del Sur, principalmente de los situados en áreas de BrasilPerú y norte de Argentina y ampliamente cultivado en regiones tropicales y subtropicales."

No en vano es un bellísimo arbusto trepador del que existen unas doce especies nada menos, procedentes de América, que según el clima donde viva puede ser caduco o perenne:
"Son arbustos o árboles pequeños, algunos trepadores perennes en las zonas lluviosas todo el año, o bien caducifolios en las de estación seca; de entre 1 hasta 12 m de altura. Se sujetan en otras plantas usando sus afiladas púas que tienen la punta cubierta de una sustancia cerosa negra. Las hojas son alternas, simples y de forma ovalado-acuminada de 4-12 cm de largo y 2-6 de ancho. Las floreshermafroditas, son axilares, conspicuas, tubulares, con 5-6 lóbulos cortos, generalmente blancas, organizadas en grupos de 3, cada una insertada en una bráctea persistente de aspecto papiráceo y habitualmente vivamente coloreada de blanco, amarillo, rosado, magenta, morado, rojo o anaranjado. El número de estambres varia de 5 a 10; con filamentos cortos y soldados en la base. El ovario es fusiforme, glabro o pubescente, con estilo lateral corto. El fruto es un aquenio pentámero estrecho, fusiforme o cilíndrico"

Estamos sin duda alguna ante una verdadera belleza, un intenso mural colorista vegetal que se desarrolla principalmente en su planta baja, aunque ya trepa hacia el corredor de la primera, una belleza. Se desarrollan mucho en la estación estival, por eso la llaman la trepadora del verano, tiene además propiedades medicinales:
"Esta planta recibe un amplio uso medicinal tradicional en los estados del centro y sur del territorio mexicano, principalmente en casos de infecciones respiratorias como tos, asma, bronquitis y gripe. Para su tratamiento son empleadas las flores o brácteas, así como su preparación el cual se administra en forma oral.

Se afirma que la bougainvillea también sirve como un buen tratamiento para la piel ya que sus propiedades antisépticas ayudan a prevenir el acné y las descamaciones."

La buganvilla es llamada así en homenaje a su introductor en Europa, el marino y explorador francés Luis Antoine de Bougainville (1729-1811) por parte del botánico Philibert Commerson (1727-1773), que le acompañó en su expedición alrededor del mundo entre los años 1766 y 1769. Divulgador del nombre Bougainvillea spectabilis  fue el también botánico Antoine-Laurent de Jussieu en su General Plantarum (Jussieu), publicada en 1789


A la izquierda, otro de estos preciosos chalets montañeses, la casa que construyó Poldo el Marmolista, Leopoldo Fernández, de quien hemos hablado antes, el artista de las tallas de la Romanina, con su clásica torre esquinada tan característica de este estilo


Uno de los grandes impulsores y divulgadores del estilo montañés fue el arquitecto cántabro Leonardo Rucabado. Como precedente, ha de decirse que desde hacía siglos los canteros trasmeranos habían logrado gran fama en toda la península, incluyendo Portugal, lo que influyó en el prestigio de estos modelos y sus divulgadores. Por entonce hubo otros modelos regionalistas, basados en arquitecturas vernáculas, en Galicia, Andalucía, Valencia, Cataluña (Modernismo catalán) y otros lugares, como Latinoamérica. leemos en Arquitectura Regionalista, de Wikipedia:
"La idea era la de plasmar arquitectónicamente la esencia artística de las regiones. Uno de sus promotores iniciales fue el arquitecto e historiador de la arquitectura Vicente Lampérez y Romea, presidente de la Academia de Arquitectos Españoles. Surge como rechazo al modernismo arquitectónico. La acepción tuvo diferente difusión en las regiones españolas. En cada caso se adoptan estilos populares arquitectónicos, bien sea inspirándose en la estética lugareña o regional (bien sea en el estilo constructivo como en la ornamentación), bien sea mediante el empleo de los materiales constructivos. La Exposición Universal de París de 1900 expuso en el Pabellón Español (diseñado por José Urioste) lo que sería un primer intento nacional de marcar una tendencia estilística.​ Dando lugar a un neoplateresco inspirado en elementos constructivos de palacios salmantinos.

Alcanza su punto álgido en la exposiciones internacionales de 1929: la exposición Iberoamericana de Sevilla, y la internacional de Barcelona. El primero dio lugar a un ensalzamiento del regionalismo historicista en Andalucía, así como de otras regiones españolas."

Tanto el exterior como el interior estos palacetes eran cuidados al máximo detalle, incluyendo el mobiliario, siempre dependiendo de las preferencias del dueño de acuerdo con el arquitecto correspondiente y, por supuesto, del presupuesto disponible


La torre presenta arcos de medio punto y son a destacar también los artísticos bordes de buena parte de los vanos de sus fachadas. Pero sobre todo lo que más llama la atención suele ser ese balconcillo circular en la esquina de dicha planta superior y bajo la torre cuadrada, con una rebaja hecha en la misma la cual nos recuerda a las que encontramos en las esquinas de algunas casas populares, pero en su planta baja (facilitando el tránsito en los cruces de caminos). A los lados hay dos ventanas, más pequeñas que las demás


Son dos viviendas simétricas, los números 24 y 26 del Camín del Cuetín dos dos pisos mas ático, sitas al lado del antiguo cuartel de la Guardia Civil, en la zona de Entreviñes, un topónimo que deja entrever la existencia de antiguos cultivos vinícolas, sin duda muy antiguos pues únicamente queda su memoria la toponimia. Aparte de la zona suroccidental, con los concejos del vino de la Tierra de Cangas, la famosa Denominación de Origen Protegida Cangas, las antiguas áreas vitivinícolas asturianas fueron desapareciendo, en favor de la sidra, entre la Edad Media y el siglo XIX


En Entreviñes es evidente  hay más densidad constructiva, todo un nuevo barrio al pie del Camino, con sus calles y casas. Ya desde los años 1990 esta zona, al lado de la carretera a La Griega y Llastres, situada un poco más allá, se configuraba como área residencial de viviendas unifamiliares "que está directamente relacionada con la proximidad de los recursos turísticos costeros" según queda plasmado en el Gran Atlas del Principado de Asturias


Todos estos caminos irán confluyendo y uniéndose en el centro y corazón de Colunga, que vemos desde este verdadero balcón y mirador sobre la Avenida Asturias


En la distancia, el cueto en el que estuvo la antigua iglesia parroquial de San Cristóbal El Real de Colunga, colina sobre el Ríu Lliberdón o Rozaya en cuya ladera se creó la puebla de Colunga por mandato del rey Alfonso X de Castilla, El Sabio, poco antes de 1278, que es cuando aparece documentada por primera vez. Allí se hicieron fuertes los soldados de la guarnición napoleónica que ocupó Colunga durante la francesada y quemaron el templo que, más adelante, en 1881 y coincidiendo con la recuperación de la capilla, cofradía y romería de Loreto, se construyó más abajo, en el cruce de la esta avenida con la de la playa, la Carretera Llastres, la Plaza la Iglesia. El cementerio sigue estando en este promontorio y su capilla conserva algunos restos románicos, ménsulas y capiteles, del primitivo templo de origen medieval, fundado con la puebla 


El Camín Real constituyó, entre El Campu Loreto y la primitiva villa, un eje vertebrador y de expansión urbana, a lo largo del que fue creciendo la población, crecimiento que luego se desplazó a la carretera desde su construcción, conformando todo ello el barrio de Loreto, alrededor de la ermita, antaño fuera del casco urbano, fue creciendo desde principios del siglo XX un barrio residencial de quintas indianas y casas de estilo montañés pero que fue, además de residencial, muy industrioso. En el blog Viviendo en Colunga y publicada por Carmen del Valle, Menchu, hay una vívida memoria de algunas historias del barrio:
"... recuerdo había negocios tales como dos fraguas: la de Juaco y la de Luciano; en en la de Luciano se hacían carros de esos que tiraban de él vacas y en la de Juaco solo se trabajaba el hierro. Ésta desapareció hace ya como sesenta años, pero me acuerdo de él como si fuera ayer (...)
También viví cómo Gonzalo (el de Sales) trabajaba la madera. Era un gran carpintero. Así como en el garaje Alonso se arreglaban todo tipo de vehículos y también los vendían. 
También en Loreto había -y sigue habiendo- el asilo (Unión Social Católica) de donde yo tengo muy buenos recuerdos, pues la cocinera era mi tía Amparo y pasé entre los "asilaos" muchas horas de mi vida muy felices. No lo olvidaré nunca. Era como mi casa".

En Loreto estuvo además, relacionado con la impronta del lugar como campo de ferias ganaderas, estuvo el taller de Adolfo El Xirgu, hijo de Prudencio el del Molín de los Paulos, dedicado a la venta de maquinaria agrícola y llagares de sidra


También el colegio de las monjas Esclavas del Inmaculado Corazón de María, una Pía Unión fundada en 1950 por la Madre Pilar, a donde iban niñas y niños, un "centro de enseñanza mixta, muy acreditado en Colunga", nos informa José Antonio Fidalgo


Algunas de las seis monjas que formaban la comunidad regentaron durante un corto periodo Los Asilos. Entre los años 1950-1960 las monjas se marcharon a Covadonga a ejercer otros servicios religiosos. Pese al poco tiempo que lo conoció abierto, Menchu se acuerda de él en sus memorias de Loreto:
"Yo empecé mi andadura académica en un colegio que había en el campo de Loreto regentado por monjas. La pena fue que solo pude ir dos años, pues se marcharon.  
Entonces me llevaron a una clase particular, en la que nos enseñaba una maestra que se llamaba Evangelina  -la de Coto-,hasta que llegó la hora de empezar el bachiller, con tanta suerte, que en la casa de Arsenio abrieron una academia dónde nos daba clase junto a su esposa, Don Antonio, muy querido por todos sus alumnos..."

Con la marcha de las monjas, la casa-chalet del colegio pasó a ser residencia propiedad del notario José Manuel Iglesias. Anterior a este hubo un colegio de monjas dominicas en el barrio de Sorriberu, donde estudió el famoso médico nutricionista colungués Dr. Francisco Grande Covián


A la derecha, la Travesía Primera de Loreto comunica el Camino, que aquí se hace calle, con la Avenida de Asturias. Nosotros seguiremos de frente y todo recto, camino del centro


A lo lejos, un hermoso caserón en El Camín del Cuetín, encima de Entreviñes y El Camín de Piedrallada y la Carretera Coto. Al norte los montes de La Guarida y San Telmo, entre La Poledura y Sales por la parte de Villanueva, paso al Monte la Salú en el antiguo camino a Llastres. Oculto por los ocalitos está el MUJA, el famoso Museo del Jurásico de Asturias, dedicado a los hallazgos de ese periodo en la cercana costa, especialmente las icnitas o huellas de dinosaurios


Esos caminos hacia San Xuan de la Duz, y luego hacia la Carretera Llastres, constituyeron también, como El Camín de Loreto, ejes viarios sobre los que fue extendiéndose urbanamente Colunga hacia el oeste. Mucho más en los últimos tiempos


Monumental arbolón sobre el cruce, pasamos a sus pies mientras continuamos camino por La Cuesta Loreto...


A nuestra derecha seguimos admirando toda la hermosa estructura del chalet montañés del Camín de les Xuaques. En Asturias el estilo se puso de moda especialmente durante las tres primeras décadas del siglo XX, aunque hay algunos modelos de posguerra. Sobre un esquema tradicional montañés de tejados a cuatro aguas y grandes voladizos se alternan elementos de todo tipo


Entre otros detalles podemos reseñar la ventana trífora entre columnas y la ventana octogonal situadas en el piso alto de la fachada sur. Bajo ellas, doble arco de medio punto en el acceso al porche desde el jardín, un arco en la fachada sur y otro en la oeste. Ya hemos mencionado el estiloso balcón circular de la esquina izquierda, bajo la torre esquinada


Bajo el arbolón, y rodeada por algo muro de piedra que guarda una finca con más especies de árboles, arbustos y vegetación, se encuentra otra preciosa casona estilo indiano


La tapia rodea todo su terreno, entre el Camino, la travesía y la carretera, dando paso, más allá, a los primeros edificios de pisos


Grandes y majestuosos árboles exóticos y ornamentales crecen en la finca, formando un pequeño pero bien tupido y frondoso bosque, casi selvático


Hay en la mansión dos grandes cuerpos, en el alto, a la derecha, más preciosas plantas trepadoras llegan casi hasta el tejado superior. A su izquierda, una casa de largo corredor puede haber sido la casa primigenia, la original y más antigua, posteriormente engrandecida


Hermosa corralada guardando en portón de acceso desde la cuesta, que con este hilera de árboles conforma un bello boulevard arbolado


La fachada norte del antiguo colegio de monjas de Loreto, a nuestra izquierda. Por aquí bajaban antaño de vuelta a sus casas los romeros de la fiesta de Loreto cantando aquello de...
Adiós Virgen de Loreto
hasta el verano que viene
que nos volvamos a ver
en este campo tan alegre

Pero si acababan las de Loreto empezaban acto seguido las de Santa Ana, las de la antigua capilla del hospital de esta advocación, por eso, en el mismo trayecto, ya se podrían entonar...
Válgame el señor San Pedro
y la Virgen Soberana;
vamos a la romería
de la gloriosa Santa Ana

A la izquierda del Camín de Loreto y al sur de la población se ha configurado un gran espacio de expansión urbanística en la zona conocida como L'Espadañal, que fue edificándose a partir de 2011. La mayoría de sus calles tienen nombres de picos y alturas del Sueve, Picu Pienzu, Picu Cordobana, Picu Fontanielles, Mirador del Fitu...


A la izquierda de la foto, rosado, el edificio Las Palmeras, por la zona donde estuvo el chalet de Maximino Montes Ruidíaz, construido a principios del siglo XX para este emigrante a Chile. El de su hermano Manuel, también indiano, se conserva y es el Chalet Francés, que veremos cuando salgamos a la Avenida Asturias


Esta es una foto de las urbanizaciones en invierno y con los árboles podados. A la izquierda las casas de la calle Picu Fontanielles. Esos primeros bloques de casas señalan nuestra entrada en pleno casco urbano colungués


De frente a nosotros el Edificio Loreto, proyecto de Alejandro Alcázar Palacio y Alejandra Alcázar Coto, del Grupo Alcázar Arquitectos, construido en 2009


En el bajo, al final de la bajada, está la Sala Polivalente de Cultura Loreto, La Sala Loreto, como abreviada y comúnmente se la llama, dinamizadora de la vida cultural y asociativa de villa y concejo


Acabado el corto y suave descenso caminamos en llano calle adelante. En los bajos del siguiente edificio abría hace tiempo ya sus puertas la Sala de Fiestas Purmar, de la que escribe sus recuerdos Maribel en Viviendo en Colunga:
"¡Que recuerdos mas agradables  vienen a la memoria (...) ! .En aquella época esta discoteca tenia mucho éxito pues traían cantantes y grupos muy buenos. Los horarios para entrar no eran como hoy: entrábamos de día y a las doce de la noche ya íbamos para casa."

Donde estaba Purmar hay ahora un supermercado. Así lo recuerda también Maribel en Pequeños comercios ya desaparecidos, también en Viviendo en Colunga:
"La discoteca Purmar, tamién tuvo muchu éxitu en su tiempu, traíen grupos y cantantes famosos. Estaba donde está hoy el supermercado Alimerka."

Viene ahora una larga fila de edificios que se extienden en esta franja a la derecha entre el Camín de Loreto y la Avenida Asturias


Destacan entre ellos dos hermosas casas de indianos estilo urbano, con sus hermosas galerías acristaladas mirando al sur, aprovechando al máximo el la luz solar


Aunque no exclusivo de ellos, este elemento lo divulgaron notablemente, pues la época dorada de los americanos coincidió con la gran expansión en Asturias de la industria del vidrio, a partir sobre todo de las dos últimas décadas del siglo XIX, instalándose tanto en edificios nuevos como cerrando balcones y corredores de casas más antiguas, integrando térmicamente ese espacio en el interior de la vivienda 


Precisamente, la primera es el Hotel Mar del Sueve, abierto en el año 2002 tras rehabilitar la antigua casa indiana, construida en 1881. Al otro lado, en la Avenida Asturias, está el Hotel Fitu, también en una casa de época rehabilitada


Aquellos antiguos emigrantes partían, a veces muy jóvenes, a ultramar, saliendo de su terruño por este el Camín Real, despertándose ya y nada más salir, sentimientos de añoranza, haciéndose célebres aquellos cantares como este:
Adiós, villa de Colunga,
de lejos te voy mirando
y aunque la cara va alegre
el corazón va llorando

La canción era compartida por los emigrantes que hacían las Américas y también la de en tiempos estacional y muy numerosa de los guañinos, los segadores, que por el verano iban a León y Castilla, donde su trabajo era muy apreciado


Por este mismo Camino llegaban a la vez los peregrinos de los tiempos de las romerías históricas de antaño a Compostela, camino de la Plaza Santa Ana y su piadoso hospedaje, el cual se mantenía de la ayuda de la "Justicia y Regimiento de la Villa del caudal del arbitrio que sale de la sisa"


Conchas y flechas balizando el recorrido, orientan a los peregrinos actuales a la vez que guardan la memoria de los antiguos romeros, así como de los antiguos arrieros, viajeros, ganaderos y demás viandantes y gentes de a mula o a caballo, nómadas y trashumantes, pulularon por esta vieja ruta costera


Comienza aquí un poco de cuesta antes de salir a la avenida. Seguramente por aquí bajó Carlos de Habsburgo o de Flandes, ya a punto de ser I de España y enseguida V de Alemania en su improvisado periplo por estas villas costeras en septiembre de 1517 y tras dormir, tal como se piensa, en la Casa de Covián o de los Alonso Covián, palacio renacentista (s. XVI) que encontraremos muy cerca de aquí, antes de llegar a Santa Ana


Por aquí entrarían y saldrían en sus constantes incursiones las tropas napoleónicas del general Jean Pierre François Bonet durante la francesada, unas veces persiguiendo a, otras perseguidor por las del coronel Rafael Salvador Escandón y Antaño, como cuando en 1809 saquearon la villa, quemaron el tan importante archivo municipal y, como hemos dicho, se parapetaron en lo alto de la loma de la antigua iglesia, o en 1810, cuando mantuvieron unas guarniciones más permanentes a lo largo de las villas y algunas aldeas de la costa


Llegamos al muro, alto y de piedra, que cierra la gran finca arbolada del Chalet Francés de Manuel Montes Ruidíaz, donde vivió a partir al regreso de su periplo chileno. Construido en 1901, no estaría aún hecho cuando el viajero, filólogo divulgador de la Biblia protestante y "otras varias y muy interesantes cosas", el inglés George Borrow, partía de Colunga en dirección al riosellano paso del Sella con su criado griego y Antonio Bocchino el día 6 de octubre de 1837, aún impresionados por el encuentro, o eso escribió después Borrow, con un desventurado caballero en cuya casa habría servido Antonio anteriormente


Según el historiador José Manuel Gómez-Tabanera ese personaje misterioso era el erudito investigador asturiano José María Escandón y Lue ( 1808-1869), hijo del mencionado Rafael Salvador Escandón y Antayo y hermano del capitán carlista Benito Escandón y Lue, fusilado tras intentar tomar la capital asturiana con un grupo de cuarenta voluntarios que salieron de Siero. Para Gómez-Tabanera el episodio del encuentro es no obstante una fabulación novelesca, independientemente que supiese de la existencia de los Escandón, de las que suele insertar en su libro The Bible in Spain


Unos años antes que George Borrow, era el ilustre e ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos quien pasará por Colunga pero bastante más desafortunadamente, había escrito ilusionado, al entrar por La Venta la Espasa el 27 de noviembre de 1790, "Buena mañana; rústica pero buena comida. Salimos: grandes y deleitosos prados" pero enseguida una grave gastroenteritis le obligará a un régimen severo de agua con limón y a suspender la llacuada o comilona en la colunguesa parroquia de Lliberdón a la que había sido invitado por los parientes de quien luego sería canónigo de Compostela y obispo de Astorga don Benito Forcelledo y Tuero


Pasamos bajo este altísimo caserón, mientras vemos ya el final de la cuesta y el tráfico de la Avenida de Asturias a la que ya vamos a salir


Los árboles del Chalet Francés son realmente otra maravilla a destacar, alguno especialmente alto y majestuoso, portento de la botánica


Terminamos de subir y al llegar a la avenida continuamos por la acera de la izquierda bordeando la finca. De frente, los peregrinos que, desde La Isla y Güerres, hayan escogido entrar en Colunga por El Camín de les Xuaques tras visitar La Castañar d'Espina, salen también a la carretera por la rampa que vemos al otro lado


En la rampa del Camín de les Xuaques, el Bar Loreto, uno de los establecimientos colungueses que participa en la famosa Semana de les Fabes. Antes estaba aquí otra reconocida sidrería, El Llagar. Seguidamente había otro bar, La Bodeguina


Puede decirse pues que a partir de aquí ambos caminos ya vuelven a ser uno, Avenida Asturias adelante...


La señalización oficial, en el muro de la rampa, al otro lado de la calle: la concha, el elemento identificativo del Camino, y la flecha, el direccional


En la avenida además, el muro da paso a una muy elegante y artística verja que nos permite admirar palacio y jardín


Algunas ramas se asoman sobre la acera más arriba de la verja, al fondo, la torre-campanario de la iglesia de San Cristóbal El Real, con su larga y picuda aguja rematándola. A sus pies nos uniremos a los peregrinos que hayan querido llegar a Colunga, procedentes de Colunga y Güerres, por El Camín del Cuetín


Es la Plaza la Iglesia, el famoso cruce de Colunga, donde la Avenida Asturias enlaza con la Avenida la Playa, carretera al arenal de La Griega y Llastres (a la derecha), y la calle Reconquista, que sigue de frente, continuidad de la antigua Carretera de Ribadesella, luego Ribadesella-Canero y después N-632


Se construyó con proyecto del arquitecto diocesano Lucas María de Palacios en 1881 en estilo bizantino, fecha que coincidía con la recuperación de la cofradía, capilla, veneración y romería, de Nuestra Señora de Loreto, en plena época de la Restauración


Época en la que también se construyó la mayor parte de las casas indianas, como es el caso del Chalet Francés, magnífico conjunto de mansión indiana y quinta ajardinada cerrada con verja, poblada de flores y plantas, arbustos y árboles exóticos y ornamentales, entre ellos palmeras


El Chalet Francés o Xalé Francés, es así llamado por el estilo francés de sus elementos, destacando sus numerosas buhardillas y el tejado de escamas de cinc, construido en 1901 (otras fuentes dicen 1905) dentro de una típica impronta indiana, pues fue para el emigrante a Chile Manuel Montes Ruidíaz, y donde vivió a su regreso


Crece una hermosa mata de hortensias, así luce el chalet en verano. El erudito investigador Santos Ortega Marcos dice que su propietario, Manuel Montes Ruidíaz, nació en Coceña en 1862 y falleció en esta villa de Colunga en 1929:
"Se casó hacia el año 1.892 con Belarmina LUEJE CATRON, parienta de MANUEL LUEJE CATRON el mayor potentado libardonés en Chile. No tuvieron descendencia, este matrimonio ejemplar, se volcó en acciones humanitarias y sociales en el Concejo y aledaños (Mirador del Fitu, Escuela y Casino de Sietes,.. por ejemplo), Asociación Mutual de Artesanos de Colunga, Colegio de las Dominicas,..etc- y de ayuda a su familia y entorno. La familia está enterrada en su panteón familiar en el bello Cementerio de Colunga. 
Manuel estuvo en Chile con sus hermanos Maximino (1868-1941) y Bernardo (1843-1916), volvió con una buena posición económica y se hizo esta casa de indiano en Colunga. Esta familia cuya casa original aun existe bien conservada en Coceña, participó activamente en la vida social y económica de Colunga."

Esta es una foto de invierno, con el jardín aún sin flores. Fijémonos en la cubierta de la casa, inclinada y con escamadas de zinc y abundantes buhardillones. En la fachada balcón central de verja y sobre pedestal encima de la puerta, a la que se accede por escaleras desde el portón de entrada por la calle. hay una terraza. Esta es su descripción en Asturies, Camín al andar:
El edificio tiene planta rectangular con tres pisos y bajocubierta configurada en forma de mansarda, de estilo francés. La fachada principal presenta en los dos niveles principales una composición simétrica con cinco huecos en cada planta. El acceso se realiza por una puerta en forma de arco de  medio punto precedida de una escalinata de piedra que conduce a un porche limitado por una balaustrada de hierro. 

El portón, también de muy artística rejería. Desde él, para dirigirnos a la escalinata de la casa, habríamos de bordear la base circular sobre la que crece una gran palmera


Efectivamente en él aparecen las iniciales M M, (Manuel Montes) y la fecha de 1901


Es tan alta que si quisiésemos fotografiarla entera y con el palacio de frente habríamos de cruzar la calle


Palmeras es lo único que queda del chalet contiguo de su hermano Maximino, este nacido en Gobiendes en 1868 y fallecido en Villardompardo (Jaén) en 1941. Con él tuvo en Santiago de Chile el negocio de telas La Gran Vía


A la derecha, el Hotel-Cafetería Las Vegas, en el número 11 de esta avenida, al que siguen en esa fila, camino de la iglesia, una serie de casas construidas entre los siglos XIX y XX, en buena parte o tal vez todos, con vinculación con los emigrantes a ultramar


Pasamos pues delante del antiguo solar del que fue el Chalet de Maximino Montes, en el que las palmeras, proyectando su sombra sobre la vía, guardan el testimonio de su antiguo esplendor. A la derecha, en el bajo de la casa de galerías en el piso superior, está la Pastelerería Amura, fundada por los creadores de la Confitería Cristina de Llastres, célebre por sus sabrosas especialidades artesanas 


Más allá de la iglesia, en lo alto de la calle San Antonio, está la Casa Vallespín con su torre almenada, de cinco plantas, que al otro lado da a la Plaza del Ayuntamiento, otro de los edificios llamativos de Colunga, y que más sobresalen, ya en la ladera fundacional de la vieja puebla medieval, sita en una colina sobre la vega del Ríu Lliberdón, sobre la que luego se iría extendiendo la población


Su torre almenada de cinco pisos llama poderosamente la atención a todo quien se fija en su silueta, es un edificio ecléctico, que aparte de la torre y el ático tiene tres plantas principales


Edificio estilo ecléctico, que es realmente una mezcla de estilos, cada una de sus fachadas es diferente a la otra. Otro elementos llamativo son sus sillares, de falsa piedra, con bordes redondeados y aspecto almohadillado


Conocida también como La Torre, por razones obvias, no está sobre el Camino pero sí a muy escasos metros de él a su paso por la capilla de Santa Ana, por lo que es factible acercarse a ver su estructura desde cerca y, de paso, conocer la Plaza de Abastos y el edificio del Ayuntamiento, antiguo Palacio Estrada, con posibilidad de endulzar la visita con los pasteles de la veterana y emblemática Confitería La Torre, en la planta baja de este edificio


Según nos acercamos, vamos a ir descubriendo otro de los elementos arquitectónicos que más resaltan en la iglesia, su grandioso pórtico abierto con arcadas de medio punto, la central más amplia y, sobre ella, en su tejado a dos aguas, la imagen del Sagrado Corazón


Terraza de la Confitería Las Palmeras, en el bajo del edificio de este nombre, que sustituyó al palacete de Maximino Miyar. Seguidamente, el siguiente edificio es donde estuvo, haciendo esquina, la mercería La Reguerina


A la derecha, el edificio del Café La Esquina, antiguamente Bar Hispano, construido en el cruce de esta la Carretera Llastres y la entonces calle Pidal o Carretera de Ribadesella por un indiano, Victorero, donde vivieron luego su hija doña Pilar Victorero Isla y el doctor Gonzalo Tapia



Se trata de una casa de vecindad o edificio de viviendas, con bajos comerciales, construido en estilo Tradicional-Regionalista, hecho en mampostería enfoscada y ladrillo, de finales del siglo XIX, cuya fachada principal, que mira a la iglesia, conoceremos ahora. Esta es su descripción arquitectónica en el Catálogo de Recursos históricos y artísticos del concejo de Colunga en Búscolu. Portal de noticias del Oriente de Asturias:
"Edificio en esquina, con tres lados exentos, cruce de la carretera de Lastres y la Isla. Planta en escuadra y tres pisos, con el frente principal hacía la iglesia, este frente no es recto, sino que se curva ligeramente. Está dividido en dos tramos iguales por  una pilastra muy plana que recorre verticalmente la fachada. En cada tramo se repite la misma estructura, huecos alineados en cuatro ejes, los laterales de miradores de hierro y cristal, apoyados en jabalcones y con pequeños motivos decorativos superpuestos. Los centrales son dos balcones enrasados, con apertura hacía afuera y recercos de piedra vista, decorados con círculos en el bajo y guardapolvo moldurado en el piso superior. La fachada lateral derecha hacía la Isla, tiene la misma distribución  de vanos en cinco calles. La opuesta no presenta ningún vano.

Enfoscado en el bajo es gris con un zócalo de piedra vista, esquinales, imposta de separación de pisos y cornisa y marcos de puertas y balcones."

En el año 1935 cogió el negocio Santiago Gutiérrez. Su mujer, Beatriz Victorero Granda, concedió en 2012, al cumplir los 100 años de edad, una entrevista a la corresponsal de La Nueva España Patricia Martínez, publicada el 24 de noviembre de ese año, el mismo día del cumpleaños, con el título Un siglo de trabajo y Café en Colunga:
"Beatriz Victorero Granda cumple hoy 100 años y lidera cuatro generaciones al frente del café La Esquina, en el centro de la villa conlunguesa. Su marido, Santiago Gutiérrez, cogió el establecimiento en 1935 y al matrimonio le han sucedido hijos, nietos y bisnietos. 
A sus espaldas tiene décadas de preparar café para un número incalculable de personas. «Cuando había feria y fiesta, y en el mercado de los jueves, era la que preparaba el café, que traíamos crudo de Santander y tostábamos dos veces por semana», rememora Victorero. Un café costaba entonces 50 céntimos de peseta y, si era con copa, 1,50. 
Se casaron en abril de 1936 y pocos meses después estalló la Guerra Civil. Les requisaron el café y Victorero se trasladó a casa de sus padres mientras a su marido lo mandaron al frente. Retomaron la actividad en noviembre de 1937 y desde entonces continuó hasta su jubilación. Santiago Gutiérrez falleció en 1964 a los 51 años y la hoy centenaria se quedó a cargo del café y de tres hijas: Marita Gutiérrez, que vive con ella, María Elena, que reside en Murcia, y María Teresa, que está en Pola de Siero."

Beatriz Victorero nació en Colunga en el seno de una familia campesina de la misma generación que los padres del renombrado colungués el doctor, experto nutricionista, Francisco Grande Covián, familia con la que estaban muy vinculados, así como con los Villaverde. "Cuenta que tuvo "una infancia muy buena" en la que fue muy buena estudiante" y de la que recuerda su interés por las matemáticas y a la profesora doña Herminia", continúa explicando Patricia Martínez en el desarrollo de la entrevista:
"En sus 100 años de vida «hubo de todo, ahora que no me quejo, todavía puedo hacer algo», explica. Victorero no se encuentra mal y sólo lamenta no poder caminar, aunque se mantiene activa haciendo labores y leyendo, que le gusta «muchísimo». Entre amigos y familiares la tienen al día en las novedades editoriales y devora cuantos libros caen en sus manos, además de la lectura diaria de LA NUEVA ESPAÑA. Tiene siete nietos y nueve biznietos y en verano se le llena la casa de gente.

Cuando se sienta a hacer ganchillo en el mirador de su casa, desde la que divisa el centro de Colunga, piensa que ya no conoce a ninguna de las personas que la transitan y ve una villa «mucho mejor, más moderna».

Beatriz Victorero era la tercera de siete hermanos de los que ella era la única que quedaba con vida, pues el último había fallecido en enero de aquel mismo año. Era una gran aficionada al café y hacía para los desayunos galletas de la nata que se sacaba de la leche, abizcochadas y de mucho éxito. Para el vermú de los domingos preparaba empanadillas o croquetas:
"Ella era la que madrugaba a limpiar el café, porque el primer coche de línea, de las siete de la mañana, ya se paraba a desayunar en La Esquina. Victorero asegura que para cumplir un siglo en su estado no hay «secreto ninguno», más que comer lo que había y trabajar mucho. «Todo lo había que hacer a mano, no teníamos ninguna máquina más que la cafetera; el resto de cosas, lavar todos los días los paños, planchar, calentar agua... era todo a mano», explica en comparación al mundo moderno que ahora conoce, en el que es casi al revés.

Las décadas de los cuarenta, cincuenta y sesenta fueron difíciles en Colunga, al igual que en el resto del país, y la familia Gutiérrez Victorero siempre ayudó a la gente en todo lo que pudo. Santiago Gutiérrez era de origen cántabro, pero se integró mucho en la vida social de Colunga, donde fue concejal en la época en que Hernán Pérez Cubillas era alcalde. Colaboró, entre otras muchas cosas, con el Colunga Club de Fútbol cuando se compró el campo"

Especial trajín en el café eran los jueves, día de mercado, en Colunga, un acontecimiento que, como estas pueblas, ya venía de su fundación en la Edad Media, pues dinamizaban la vida de estas nacientes poblaciones y les permitían mantenerse, además de aglutinar gentes, no pocas de las cuales se quedaban, haciendo crecer las villas, que en origen prácticamente eran una plaza de mercado:
"Empezábamos por la mañana y se acababa a las seis de la tarde», narra la centenaria. Entonces la gente iba y venía caminando, en burro, en caballo o en bicicleta y pasaba el día en la villa, comía, tomaba el café y echaba la partida. Con la aparición del autobús el mercado comenzó a acortarse hasta hoy, que al mediodía comienzan a subir a los pueblos. Por La Esquina, que con los anteriores propietarios se llamó El Hispano, pero en el que se impuso su situación en el vértice de dos calles, pasaban además muchos viajantes, una figura que hoy prácticamente se ha extinguido."

Tras Santiago Gutiérrez y Beatriz Victorero siguieron al frente del Café la Esquina su hija Marita Gutiérrez y el marido de esta Abraham Suárez, que pasarían posteriormente el relevo a sus hijos Mario Suárez y Estela Collado, esta luego con su hijo Álvaro Suárez tras el fallecimiento de Mario en 2010, todos ellos "Una estirpe, una familia muy unida en Colunga", escribe Patricia Martínez. De Abraham Suárez dice así Eduardo Hevia Vázquez en su obituario, publicado en la página de la Asociación Cultural Amigos de Colunga:
"Abraham Suárez, hijo de Saúl y hermano de Julián, todos colungueses de honda raigambre. Abraham transformó el modesto pero acogedor café de Santiago, un montañés de Cabezón de la Sal, en una amplia cafetería que hoy llamamos El Café de la Esquina y que dirige su actual propietaria, Estela. Abraham, con su trabajo que iniciaba a las siete de la mañana y concluía más allá de la medianoche, hizo un local de acogida y amistad para muchas personas de Oviedo, Gijón, La Isla y todo el Concejo, además de tertulias fieles de colungueses. Su hijo Mario, con su esfuerzo y simpatía -fallecido desgraciadamente en plena juventud-, continuó la trayectoria que fijó su padre y que hoy sigue siendo el corazón y el alma de los que disfrutan tomando un café, un vino, una copa o un pincho variado."

Y ahí está la Carretera Llastres, la Avenida la Playa, por donde iba y venía el célebre Enrique Granda Olivar, apodado El Sabio, al igual precisamente que aquel monarca Alfonso X de Castilla fundador de esta puebla de Colunga. Estudiaba en el Colegio de La Salle o de los Frailes y estaba muy vinculado a otros Victorero, los famosos hermanos de este apellido, los Victorero Lucio llastrinos: estos son Francisco, Agustín, Ángel y Antonio, de los que solemos hablar mucho en estas entradas de blog, pues aparte de sus fundaciones, patronazgos, empresas e inventos (la máquina de liar Victoria), sufragaron la colocación de La Cruz de Pienzu y sus correspondientes reposiciones, la cual se ve desde la distancia y es una referencia visual y geográfica también para el peregrino


De El Sabio escribe también Patricia Martínez en La Nueva España el 17-3-2022, con motivo de su fallecimiento, artículo del que extraemos lo siguiente:
"Cuando Enrique Granda Olivar pasaba por la casa de los Victorero a recoger la zapica vacía de la leche, a la vuelta del colegio de los Hermanos de La Salle, en Colunga, ellos le pedían que les mostrase el cuaderno con la tarea. Eran los años 40 y a aquel lastrín de ojos vivarachos ya lo habían apodado “El Sabio” sus propios compañeros de pupitre, un sobrenombre al que hizo honor y justicia durante los 90 años de una vida de libro. Granda Olivar falleció en Llastres el pasado 16 de febrero, dejando huérfana no solo a su familia, sino también a quienes en algún momento tuvimos la suerte de conversar con él.

“El Sabio” tenía la curiosidad, la inquietud por saber, el amor por el conocimiento y además la generosidad de querer ofrecérselo a los demás. Últimamente también la necesidad, porque le preocupaba que se perdiera lo que durante tantos años había ayudado a tejer: la historia reciente de Llastres, la de los hermanos Victorero (emigrantes, empresarios, inventores), la de las cofradías y cooperativas de pescadores, la de la Junta del Sueve. Nada le era ajeno, pero fueron sus habilidades matemáticas las que le hicieron administrador contable de todos ellos. Estudió Comercio en la academia Ojanguren de Oviedo gracias al mecenazgo de los Victorero, seis hermanos -tres hombres y tres mujeres- que hicieron fortuna emigrados en México y que huyeron de la Revolución de 1911 escondidos en barriles. En América dejaron a un séptimo hermano, varón, que formó allí su familia. Durante la travesía de regreso prometieron que si llegaban sanos y salvos levantarían la emblemática cruz del Picu Pienzu, que lleva más de un siglo coronando El Sueve. (...)

Fue concejal del Ayuntamiento de Colunga en dos ocasiones, corresponsal de LA NUEVA ESPAÑA, hombre religioso y familiar que estaba muy orgulloso de preparar la comida los domingos para hijos y nietos. A la mesa lo recordarán por el aju arrieru de raya y por la menestra e indeleble queda el recuerdo del café con bizcocho que disfrutó en La Esquina, en Colunga, el día antes de fallecer. En cada rincón de Llastres todos lo recordarán siempre por su bondad, por su integridad y por las insaciables y realmente contagiosas ganas de saber."

Pasada la esquina, donde hoy hay un agente de seguros, estuvo la boutique y tienda de regalos de la Mina, al lado ya de la bajada del Camín del Cuetín y barrio de San José, por donde, como hemos dicho, también pueden llegar a Colunga los peregrinos procedentes del albergue de La Isla vía Güerres. Ahí, bajo la cuesta, se encuentra el recuperado refugio antiaéreo de El Cuetín, recuperado en el año 2015 y cuya entrada, señalizada, mira a la Avenida la Playa. Colunga sufrió serios bombardeos durante la Guerra Civil dada su inmediatez al Aeródromo de Sales, llegando además a temerse un desembarco en las playas, aunque este nunca se produjo


Pasada la Avenida la Playa está la Oficina de Turismo de Colunga y, detrás, El Parque, cerca de las antiguas Escuelas Públicas San José de Calasanz de Colunga, que estaban en el recitado Camín del Cuetín, detrás del edificio de los Victorero, donde está ahora el Centro de Salud. En Viviendo en Colunga, blog dedicado a historias y vivencias de la villa, encontramos esta reseña, no firmada, que dice los siguiente:
"Yo recuerdo a las madres a la salida de clase acompañando a los niños al parque de junto a la Iglesia llamado “Hernán Pérez Cubillas” (lleva el nombre de quien fue Alcalde de este concejo por los años 1955), mientras los niños se montaban en los columpios y jugaban, o se metían en el estanque o en la fuente - la mojadura estaba asegurada- las madres, hacíamos ganchillo o alguna labor. En aquella época se hacía mucho de esto. Este parque se renovó hace varios años y se hizo la Oficina de Turismo siendo Alcalde de esta villa Daniel Gancedo"

El Parque es un pequeño bosque de muy frondosa arboleda, con paseos, estanque, zona de juegos, bancos y un estanque. Es lugar de encuentro y socialización, celebrándose festivales y conciertos, sobre todo en verano. Antiguamente en El Parque, había jaulas con animales y una gran pajarera, todo a cargo de Cordero El Guarda. Fue restaurado en 1996 y en 2011 y, en el lugar que ocupa la Oficina de Turismo estuvo la casa del alcalde Pedro Frera, de la familia hidalga de los Frera-Conlledo de Sales, estirpe ida a menos con las desavenencias y guerras carlistas que asolaron el siglo XIX español, lo que llevaría a uno de sus descendientes, este Pedro Frera, a la emigración, aunque no a las Américas, sino a Madrid, tuvo éxito y construyó aquí el Hotelito Frera, como se le menciona en la documentación de la época. Así le explica el investigador Omar Pardo en Sobre la antigua casa del parque en el portal de noticias Búscolu:
"D. Pedro Frera (...) acuciado por las desfavorables circunstancias y con un muy menguado capital se fue a la capital del reino, donde abrió un modesto establecimiento de perfumería en Sol, justamente en el nº1 de la Calle del Carmen, esquina Tetuán. 
El establecimiento muy modesto en principio (Era conocido por ser la perfumería de las putas de la Calle Carretas y aledaños) fue adquiriendo fama progresivamente hasta llegar a ser uno de los mejores del ramo de Madrid – permaneciendo abierto en manos de la familia y ya con posterioridad en otras manos, más de cien años, lo que generó a D. Pedro Frera y familia una considerable fortuna, parte de la cual el cabeza destinó a hacerse un "Hotelito" en su localidad natal: Colunga: El conocido en mucha documentación antigua como "El Hotelito Frera" en el cruce de la Nacional Lastres - Ribadesella, donde residió mientras fue Alcalde Constitucional de la Villa, parte del cual fue expropiado a finales del siglo XIX para enlazar la nueva vía que perpendicular a la Nacional recién construida sería el acceso que en el futuro uniría la capital del municipio con la Villa y Puerto de Lastres enlazando pues directamente por primera vez ambos núcleos de población. 
Con posterioridad la propiedad fue a parar como muchas otras en la localidad a manos de la familia de Los Pablos, nada extraño si tenemos en cuenta que era colindante con la Fábrica de Sidra Champagne el Hórreo, aunque no sería de extrañar que fuera por herencia ya que ambas familias eran de la localidad de Sales y no tendría nada de extraño que estuvieran emparentadas entres sí, costumbre muy habitual en la época entre familias hidalgas de las zonas rurales por razones obvias. Luego esa casa fue conocida ya como Casa de D. Prudencio Pérez de Velasco, o Casa de Doña Herminia de la familia de Los Pablos. 
"El final ya lo saben todos, fue "ardida" en 1.937, por los comités de milicias dicen unos, por los bombardeos de la aviación Nacional, dicen otros; da un poco igual, el caso es que quedó hecho una ruina y ya en los años 50, la primitiva casa de D. Pedro Frera fue cedida por D. Hernán Pérez-Cubillas al Ayuntamiento para dotar a la villa de un parque municipal que precisamente ahora lleva su nombre con el fin de equipararse a las villas colindantes que ya contaban todas con tal equipamiento. Luego vino ya el Horru algo ruin por cierto de la antigua Oficina de Turismo, hasta "el Tanatorio hoy", y así es más o menos la cosa. 
En alguna documentación por ahí, se cataloga como Edificio Indiano, pero nada de eso, ni caso, también catalogan como edificio Indiano a La Casa Comercio de Los Pablos y a otras muchas que nada tienen de ello, ya ven, pero la realidad es que lo mismo los Pablos que D. Pedro Frera eran naturales de la vecina parroquia de Sales y nunca vieron Las Indias ni en fotografía..."


Más allá de la iglesia sigue el Camino por la calle Reconquista hacia la Calle Real, la continuadora del Camín Real por el centro histórico de Colunga, a cuyo comienzo está la Casa de los Alonso Covián, solar de la estirpe del famoso doctor Francisco Grande Covián y donde, en aquellos días finales de septiembre de 1517, se alojó aquel mozalbete flamenco, al que acompañaba un nutrido séquito por estos sufridos caminos y que un día no gobernaría un imperio, sino dos... 







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