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domingo, 31 de julio de 2016

VARIANTE DE TAPIA (2) EN LA VILLA TAPIEGA: REPRESAS, CAMPOGRANDE, EL PUERTO, SAN BLAS, OS CAÑÓIS Y LAS PLAYAS DEL SURF (ASTURIAS)


Puerto de Tapia
Entrando en Tapia por el Ribeiro de Represas

Los peregrinos que, haciendo la denominada variante de Tapia en el Camino Norte o de la Costa, entran en el casco urbano de Tapia de Casariego, capital del concejo, llegan desde Campos y Salave por Mántaras y San Antonio al Ribeiro de Represas, playa rocosa con extensos pedreros y arenal, barrio y cala de San Martín, desembocadura del Regueiro del Córrigos, cerrada al oeste por el El Toxal, asentamiento castreño, antecedente poblacional de Tapia y para muchos origen de la población. Cuenta con dos fosos defensivos, aunque se halla bastante alterado por varias construcciones. Es citado en la Edad Media como Castrum de Represas y se sabe de algunas piezas encontradas en su entorno, si bien en buena parte en manos de particulares



No se han realizado aún excavaciones que saquen a la luz qué hay realmente bajo la capa de tierra de la corona del castro, pero se conoce que su superficie abarca unas 0,2 hectáreas, lo que delata que podría ser habitado de entre 20 a 80 personas


Los dos fosos defensivos están uno al oeste y otro al norte, casi sobre el mismo acantilado, lo que da pie a sospechar que el castro fuese mayor per que, a causa de la erosión marina, hubiese desaparecido. Además tiene un talud al sur. Desde su promontorio sus habitantes tendrían una amplia panorámica de la costa y todo el territorio circundante, siendo muy posible que tuviese relación con los yacimientos auríferos de toda esta costa, principalmente los cercanos de Salave, de los que hablamos en el tramo anterior


Asimismo su vinculación con otros de los muchísimos castros marítimos de este litoral parce indiscutible. Entre sus actividades, además de la vigilancia y control del mar, puertos naturales y minas de hora, hemos de reseñar, según leemos en Amigos de la historia de Tapia:

"...en primer lugar la pesca y recolección de lámparas, bígaros, oricios y otras especies en los pedreros cercanos. Sabemos también que estas gentes cultivaban la tierra y poseían ganado. No hemos de excluir tampoco la caza y la recolección de frutos"

Por su parte, en Los Castros de Asturias de Alfonso Fanjul Peraza, se dice es un castro mediano en tamaño, de 60x50m, con una altitud de 26 m, forma casi cuadrangular y orientación noroeste-suroeste. Informa concretamente que los elementos hallados son objetos relacionados con trabajos de molienda



Aunque de este castro en concreto poco se sabe, en otros de las inmediaciones se han descubierto relaciones comerciales con el mundo atlántico y mediterráneo desde bastante antes de la invasión romana. Parece seguro que hasta aquí llegaron navegantes griegos, fenicios, tartésicos, etc. y a la vez desde aquí había comunicación marítima con el Atlántico Norte. La Ora Marítima de Rufo Festo, el Leabhar Gabhálah irlandés, o los asentamientos bretones en el siglo VI, con la Diócesis de Britonia establecida hasta el siglo XII, son una muestra de ello


Enfrente hay varios islotes, de los que el principal es A Pilara, los cuales quedan separados de tierra en las pleamares, como en esta foto


Otros son los de Os Castelíos, Castelo Rapao, etc. que forman un pequeño archipiélago


En bajamares A Pilara y otros de estos islotes quedan unidos con el ribeiro, formando una especie de tómbolo


La playa, de arena, rocas y cantos rodados, tiene una extensión, según las fuentes, de 250 a 330 metros de longitud y de 18 a 25 de anchura, dependiendo de las mareas, si bien cuando son muy altas, en el invierno, casi llegan a desparecer, como vemos en esta foto


Un buen acantilado, también con grutas marinas. la cierra a la derecha


Un poco más al este asoman otros dos ribeiros, el Ribeiro dos Burros y el Ribeiro dos Castríos, así como la ensenada de Ribeira Nova, cerca de las minas auríferas de Salave


Hay además en Represas dos lagos, el Lago Dulce y el Lago Salado, formados en las bajamares, uno con agua de río y otro con agua de mar). La playa está formada por pizarras, cuarcitas y rocas plutónicas (granodioritas)



A nuestra izquierda está la finca de Represas, que se extiende al sur hasta los edificios de la Avenida de Asturias, acceso a Tapia desde la N-634


Nos separamos ligeramente del borde del acantilado viendo de frente una gran nave. A sus pies está el lavadero de Represas, atrás los edificios de El Cascayal y El Trobo, todo en la antigua parroquia de San Martín, que se incorporó a la recién formada villa de Tapìa a finales del siglo XIX, no si cierta resistencia vecinal. El concejo de independizó de Castropol en 1863 y aquí se estableció su capital


Y aquí de frente tenemos ya el Albergue de Tapia, albergue público de peregrinos, en una muy privilegiada posición sobre el acantilado y con vistas a la playa, donde hay un rellano verde con pequeño área de descanso: el Mirador de Represas


Un monolito marca el camino en Represas.


Y un cartel señala el nombre de esta joya natural en la entrada de Tapia por el Camino Norte


Y... como dicen por estas costas, "El que quira ir pescar, por a fortuna nun deixe: conto más burro más peixe", y es que "xente da marina, xente de gran caldeirada"


Asimismo, como muestra del carácter festivo de las gentes se dice: "Xente de Tapia, tambor y gaita: xente de Tol, gaita y tambor" (Tol, por donde va el camino oficial, un poco más al sur)


Aquí están el albergue, el lavadero de Represas, y la gran nave de una de las industrias conserveras tapiegas, todo ello elementos de la historia local de los que pronto vamos a hablar...


Los peregrinos suelen esperar, si llegan pronto, la llegada de la hospitalera u hospitalero, en este maravilloso rincón al lado del albergue y en pleno paseo, deleitándose con estas vistas. Área de descnaso con mesas y bancos de piedra, ideal para tertuliar,  comer... cenar y sin duda uno de los mejores espacios de socialización de todo el Camino...


Pernoctemos o no en el albergue, merece la pena detenerse siquiera unos instantes en este espacio tan natural, apacible y de sublime hermosura, en pleamares y bajamares


No en vano, Tapia enamora a todo el que la conoce, un caso destacado es el del escritor Daniel Vargas Vidal, que aunque nacido en Huelva vino a Tapia con pocos meses y escribió, basándopse en sus vivencias, Añoranzas y recuerdos de Tapia de Casariego, publicado en 1967, una gran crónica donde no faltan los episodios en los que este Mar Cantábrico, cuando calmoso cuando apacible, es el gran escenario donde se desarrollan los acontecimientos


El periódico El Faro de Tapia lo describía así el 7 de junio de 1957:
"El mar de Tapia, el Cantábrico, es un mar de contrastes. No es azul como el cielo de Oriente, ni tranquilo como un lago, ni bravo como un  río caudaloso que se despeña. A veces, al amanecer, cuando el sol que aún no apareció en el horizonte tiñe de rosa las cumbres de la Bobia, verás, si está tranquilo, que este mar es azul. A mediodía, cuando el sol  ya calienta, te parecerá, a lo lejos, de plomizo color y, en cambio, de un verde esmeralda si lo observas en una ensenada de poco fondo, que deje ver, bajo sus aguas dormidas, un jardín de algas de diversas formas y colores.  Otro día besará, mansamente, en la orilla los pies de una bella muchacha que camina confiada a zambullirse entre sus aguas acariciadoras. Pero, en otras ocasiones, lo verás avanzar hacia la costa, formando imponentes montañas movedizas, que pelean y chocan entre sí, deshaciéndose en mil remolinos de espuma"


Al tener poca arena no es muy frecuentada, salvo, eso sí, por pescadores de pedrero. También un colector de residuos urbanos hace que sea esta playa desaconsejada para el baño, por lo tanto tampoco dispone de servicios, como duchas, salvamentos, aseos, servicio regular de limpieza, etc. No obstante ofrece un agreste paisaje de naturaleza marina. Si deseamos visitarla se recomienda usar bota o similar, al pisar por suelos rocosos o pedregosos


Antaño, las piedras de represas se empleaban para prensar el pescado de las fábricas conserveras tapiegas. La existencia de otras muy buenas y grandes playas en la villa y el concejo, con grandes arenales, hace también que en comparación, esta de Represas pase un tanto más desapercibida


Vista de la playa en su extensión: al este Os Castríos. El topónimo también puede hacer referencia a islotes rocosos, como los que hay en todo este sector de costa


Y aquí están de nuevo los cantiles verticales de El Toxal, del que el historiador Labandera Campoamor, al identificarlo con criterios científicos, escribe y publica un boletín titulado Castro del Toxal y Origen de Tapia. Igualmente en la revista de los Amigos de la historia de Tapia leemos este artículo del también historiador local Jesús Fernández López:
"A día de hoy el Toxal no ha sido intervenido arqueológicamente mediante la excavación. Todo lo que sabemos sobre él se debe a la prospección superficial y a la interpretación de su morfología. Esto supone un problema a la hora de abordar cuestiones de tipo cronológico, por ello debemos contemplar varias posibilidades. Si tenemos en cuenta los horizontes detectados en otros castros cercanos como el del Picón1 (Salave) estaríamos hablando de finales de la Edad del Bronce alrededor del siglo VIII-VII a.C. Durante la Edad del Hierro asistimos a un desarrollo de la cultura castreña y a la formación de muchos poblados. Si contemplamos la formación del poblado durante la Edad del Hierro contemplamos un abanico que iría desde el siglo VII/VI al I a.C. Tampoco podemos olvidar la posibilidad de una continuidad en época romana (a partir del I d.C.) Algunos autores hablan de la posibilidad de encontrarnos con asentamientos ex novo durante este periodo"

Continúa así dando las características del castro, basándose en trabajos como los de Jorge Camino:
"El castro del Toxal se sitúa en un pequeño promontorio costero entre las playas de San Martín y Represas, en el actual barrio de San Martín. Estamos ante un castro costero que se emplaza en un lugar que permite una fácil defensa y cuenta con dominio visual sobre la rasa costera y parte del litoral. El arqueólogo Jorge Camino3 ha realizado distintas mediciones en el yacimiento, lo que nos ayuda a interpretar de una forma más completa el asentamiento. A parte de la defensa natural que ofrece el emplazamiento el castro cuenta con varios sistemas de fortificación. El elemento que más fácil se identifica es el talud situado al sur. Cuenta con una longitud de unos 60m y una altura de 3m. Al oeste tenemos un foso de unos 23 m y 2m de profundidad. Este completa la defensa natural que constituye el acantilado oeste (sobre la playa de San Martín) siguiendo una trayectoria que va desde el extremo sur del acantilado al oeste del talud. Por último, al norte, nos encontramos con otro foso de unos 16m de longitud y dos de profundidad. Este divide el castro en dos partes, una parte sur que estaría entre el talud y este foso y otra parte norte que estaría del foso hacia el acantilado. Recordemos que al este la defensa vendría dada de forma natural por el acantilado. El recinto delimitado por estos elementos cuenta con una superficie de 0,2 hectáreas. Pero debemos tener en cuenta que no serían las dimensiones existentes durante su ocupación, siendo estas mayores. La acción del mar y de las lluvias ha generado un retroceso de la costa considerable en esta zona, proceso erosivo que sigue muy activo"


En esta playa vertía sus deshechos el antiguo matadero municipal, reformado completamente e inaugurado en 1997 como albergue de peregrinos. Al lado se conserva el viejo pozo de agua, como un elemento más del paisaje y patrimonio de este enclave, integrado en este paseo de Represas


El albergue, con sus llamativos arcos neogóticos, suele gestionarlo el Ayuntamiento, aunque últimamente estaba sujeto a concesión a particulares para su explotación. T. Cascudo publica en La Nueva España el 17-5-2018 un interesante reportaje del que extraemos esta parte:
"Alemanes (761), españoles (661) e italianos (214) encabezaron en 2017 el ranking de visitantes del albergue municipal de peregrinos de Tapia, un equipamiento que en todo el año pasado contabilizó 2.889 pernoctaciones. Una demanda en aumento y la necesidad de potenciar el Camino de Santiago han hecho que el consistorio haya decidido, por primera vez, sacar a concurso la gestión del inmueble.
"La propuesta está teniendo muy buena acogida y notamos mucho interés", precisa la concejala de Cultura, Dulce Martínez. Los interesados en este proceso tienen hasta el 24 de mayo para presentar ofertas. La concejala explica que "a los peregrinos lo que más les gusta del albergue es su ubicación", tanto por la belleza del entorno (está pegado al ribeiro de Represas), como por su buena situación a las afueras de la villa. "Es uno de sus puntos fuertes, porque podrá haber albergues más modernos, pero con estas vistas...", añade Martínez 
(...) En la actualidad dispone de 30 plazas, que hasta ahora gestionaba de manera directa el consistorio tapiego a través de la oficina de turismo municipal. Al gobierno local le interesa ahora dar con el mejor gestor que permita que el peregrino "se vaya con buena sensación del Camino, del albergue y del municipio"

Fue hospitalera aquí varios años Teresa Villa Solares, recordada con cariño por muchos peregrinos. Además de este albergue, en Tapia puede el peregrino optar por otras hoteles, ya que dispone de pensiones, hoteles, campings...


Al otro lado de la calle, enfrente del albergue, otro edificio singular, el Lavadero de Represas, sin uso prácticamente desde que llegó el agua corriente a los domicilios, pero cuya voluminosa estructura, como corresponde a un lavadero urbano, al que acudía mucha gente, se conserva


Se celebran aquí diversas actividades, por ejemplo, en el verano, coincidiendo con el Festival Intercéltico d'Occidente, se celebra el Día del neno celta, acudiendo niñas y niños de 3 a 11 años a lavar la ropa como antaño, supervisados y ayudados por padres y abuelos. Posteriormente también tienen que tender. Así lo contaba también T. Cascudo para La Nueva España el 21-8-2010:
"Llegaron nerviosos y contentos. Siempre es así cuando hay agua de por medio. Pero lo que los niños no saben es que lo que para ellos es simplemente un juego para sus bisabuelos fue parte imprescindible de su vida cotidiana. El taller «Lavando en Represas» es una de las actividades centrales del «Día del neno celta», que cada año organiza el Festival Intercéltico d'Occidente (Fido). Con la actividad, la organización del Fido persigue implicar a los más pequeños de la casa y darles a conocer las tradiciones y costumbres de la comarca. Ayer lo consiguieron, ya que fueron más de treinta niños los que participaron en esta original iniciativa. A las cinco de la tarde, vestidos con ropa cómoda y equipados con un caldero de playa, una pieza de jabón y ropa sucia para lavar se dieron cita en el parque. La primera lección fue la del paseo: «Antes iban a lavar al río o a los lavaderos de la zona. Las mujeres solían llevar una tina con la ropa y la ponían en la cabeza para soportar mejor el peso. Vamos a probarlo», les animaron desde la organización. Los pequeños hicieron lo propio con sus cubos de playa, aunque pocos lograron equilibrarlo en sus cabezas.

La mejor parte fue la del lavado. «Primero estiramos la prenda y la mojamos en el agua. Después tenemos que darle jabón y al final refregamos y aclaramos», continuaba la explicación. Y entre risas, gritos y muchas salpicaduras más o menos involuntarias, los aprendices probaron el sistema. Tanto los más pequeños con ayuda de sus padres como los mayores, más resueltos, disfrutaron de lo lindo durante más de media hora"

Seguimos así por la calle San Martín adentrándonos en los edificios de la población, pasando la lado, a la izquierda, de la nave de Conservas Albo, empresa que se instaló en Tapia en 1935 con la campaña del bocarte, tomando en subarriendo la nave de Álvarez-Cascos que explotaba José Avello


En ese año compraron este terreno para construir su propia factoría, pero la Guerra Civil pospuso su construcción hasta 1939, durando las obras hasta 1941, siendo contratadas las primeras trabajadoras a primeros del mes de mayo. En un primer momento elabora bonito y bocarte acarreado hasta aquí desde el muelle por unas treinta personas, a las que la encargada, Paquita de Higinio, les entregaba una chapa por cada viaje, pagándoles al final del día según el número de chapas que tuvieran, tal y como leemos en Ayer y hoy das conserveiras tapiegas, de Tania Cascudo


Canalización del Regueiro del Córrigos a nuestra derecha, corriendo a desembocar a la playa, ante El Toxal...


Se trata de un espacio recuperado del que escribe el gran cronista tapiego Félix Martín Martínez en Adiós Fontes, adiós ríos de Tapia de Casariego (La Nueva España 19-12-2013)
"Tamén recordamos, claro, el regueiro del Córrigos (del latín "corrugi", encauzamento d'auguas), que desemboca nel entrañable lavadeiro de Represas. Pos ben, é neste espacio, felizmente recuperao, unde propoñemos (con escasísima inversión), un Centro d'Interpretación de Lavadeiros y Fontes, a modo d'homenaxe ás abnegadas lavandeiras tapiegas. Pero esto, é tamén outra hestoria"

El río desembocaba originalmente en el puerto de Tapia, a la altura de donde luego estaría Conservas Terín (Eleuterio Fernández Pérez), siendo su curso alterado y canalizado para desembocar aquí en el siglo XVII, empleadas sus aguas para dar fuerza a la moliendo de un antiguo molino hoy desaparecido

 Continuamos pues calle San Martín adelante pasando junto al largo muro de la conservera

A la derecha, edificio de la red de aguas y alcantarillado


Desde aquí nos despedimos de Represas para dirigirnos al centro de la poblaciónA Pilara y sus amigas, las peñas del mar, parecen darnos la bienvenida


A la derecha, un muro cierra la Horta del Toxal...

A Horta, esto es la huerta, tierras llanas aprovechadas secularmente para cultivos ante el foso defensivo del castro El Toxal. Dos mil años y... bastante, nos contemplan


En 1960 esta factoría de Albo en Tapia pasa a ser fábrica de platos preparados, teniendo en la actualidad una media de 35 empleados. En 1992 una delegación de especialistas alemanes la llamó "boutique de la conserva"

A la derecha la nave de Salazones El Colaso fue otra de las instalaciones conserveras de Tapia , tratándose de un buen ejemplo también de arquitectura industrial


Fue construida por Leonardo Pérez, de los hijos de José María Pérez, dueños del terreno, para escabeches y conservas de pescado, con ayuda de su suegro Francisco Núñez, teniendo la idea de arrendarla a algún industrial del ramo, constando unas 40.000 pesetas de las de los años 30 del siglo XX. La constante presencia de empresarios italianos en busca de cocarte para sus conserveras de anchoas le animó a este negocio del arriendo, según afirma la investigadora Tania Cascudo Losada en Ayer y hoi das conserveiras tapiegas, artículo publicado en la revista Entrambasauguas nº 23 (año 2007)...
"Hai anos Tapia era un fervedoiro de barcos, nun continuo ir y vir de pesca pra dar servicio ás numerosas fábricas conserveiras que taban asentadas na vila. Eran tempos de fame y trabayo, peró tamén de risas y anécdotas qu’hoi guardan con mimo os que viviron aquela época. Sólo a fábrica d’Albo recoye el testigo d’aquelos anos y a ela sumánse outros tres productores artesanos que s’esforzan por ferse un furaco nel mercao da conserva"

El negocio empezó siendo explotado por los hermanos genoveses Domenico y Salvatores Palazzollo, y más tarde se instalaría la fábrica de Dolores Bravo e Hijos, con sede en la tapiega Avenida de Galicia, donde había construido en 1928 su factoría de conservas y salazones, cuando otras dos conserveras, Salvarrey y Pérez Casariego, habían ya cerrado. Entre 1932 y 1935 estuvo aquí el italiano José Allejo, que sería uno de los impulsores de la llegada de Albo. En 1948 se alquila a la empresa coruñesa Luis Abella Abella, que no está mucho, regresando los Bravo hasta los años 60, con el nombre de Firmeza Asturiana, cerrando luego definitivamente



Así se plasma su reseña arquitectónica en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias:
"En la fábrica de «El Colaso» vemos reflejada la funcionalidad, racionalidad, transparencia y de sinceridad en el arte de la construcción. Fue la revolución industrial la que provocó nuevos conceptos vitales e ideológicos, como la economía, compatibilidad, facilidad de servicio, la precisión en el tiempo y una organización racional de la producción. Junto a ello, el mercado fue un factor decisivo para conseguir beneficios en la empresa que deberá comprometerse con un comercio, donde identidad, control de calidad, previsión anticipada de la acción serán sus aspectos relevantes. Finalmente, indicar que la severidad y funcionalidad de esta arquitectura ha ido en detrimento de su valoración patrimonial. En la fábrica de «El Colaso» vemos algunas de las características constructivas de la arquitectura industrial como son la aplicación de los nuevos materiales como el hormigón y el cristal. El hormigón provoca mayor diafanidad, ventilación e iluminación. También muestra volúmenes geométricos, severidad en las formas, con articulaciones reguladas y ordenadas, como los vanos de la fachada principal"

Además de estas reseñadas de El Colaso, Bravo y Albo, en Tapia trabajaron las conserveras de Pérez Casariego, Álvarez-Cascos y Perán Terín. Fueron instalándose sobre todo a partir de la década de 1920, cuando el puerto se especializó primordialmente en las actividades pesqueras, pues durante un tiempo, gracias a su gran reforma y mejoras a finales del siglo XIX, fue también puerto comercial


Seguidamente, y también enfrente de la nave de Albo, un manzana de edificios porticados, que imitan en algún caso, más o menos evolucionada, la arquitectura local (piedra, ventanas, galerías, etc.), se extiende a lo largo de la calle


En uno de los bajos, entre otras dependencias está el Centro de Salud


Enfrente hay una explanada con aparcamientos, delante de la fachada principal de Conservas Albo


La arquitectura del inmueble se basa en la utilidad y la economía 
"que tienen su fundamento en las necesidades socio-económicas que vinieron determinadas por la revolución industrial", tal y como dicen en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, donde leemos:
"En la conservera Albo vemos funcionalidad, racionalidad, transparencia y de sinceridad en el arte de la construcción. Fue la revolución industrial la que provocó nuevos conceptos vitales e ideológicos, como la economía, compatibilidad, facilidad de servicio, la precisión en el tiempo y una organización racional de la producción. Junto a ello, el mercado fue un factor decisivo para conseguir beneficios en la empresa que deberá comprometerse con un comercio, donde identidad, control de calidad, previsión anticipada de la acción serán sus aspectos relevantes. Finalmente, indicar que la severidad y funcionalidad de esta arquitectura ha ido en detrimento de su valoración patrimonial. En ella se ven algunas de las características constructivas de la arquitectura industrial como son la aplicación de los nuevos materiales como el hormigón y el cristal. El hormigón provoca mayor diafanidad, ventilación e iluminación. También muestra volúmenes geométricos, severidad en las formas, con articulaciones reguladas y ordenadas, como los vanos de las fachadas. Todo ello busca comodidad y funcionalidad"

En lo alto, sobre las ventanas de las oficinas y despachos, el famoso anagrama de la empresa, fundada en Santoña en 1869 por Carlos Albo Kay, trabajando primeramente la anchoa en salmuera. En 1887 se asoció al abogado santoñés Manuel Arredondo Quintana, naciendo Calvo y Arredondo, que consiguió ganar el mercado madrileño gracias al transporte de sus productos en ferrocarril, donde gracias también a la existencia de una fábrica de litografiado de envases, pudo ofrecer unos precios altamente competitivos


Esta es su historia, sacada de la propia página de Conservas Albo:
Conservas Albo fue fundada en 1869 con el nombre de Albo y Arredondo en Santoña, uno de los puertos pesqueros de mayor importancia del litoral Cantábrico. Su fundador fué Carlos Albo Kay hombre singular de conocimientos polifacéticos, profesor de inglés, francés y matemáticas en el Instituto de Manzanedo del que llegó a ser Director. 
 La empresa nació a pequeña escala y artesanalmente, produciendo anchoas en salazón y escabeches, para progresivamente, incrementar su actividad e iniciar a principios del siglo XX la auténtica conserva “Appertizada”, que supuso un desarrollo notable de su producción, llegó a tener hasta once factorías implantadas a lo largo de los litorales Cantábrico y Atlántico. 
1929. Se crea la fábrica de Vigo, trasladando la actividad de oficinas centrales y administración a esta localización, manteniéndose hasta la actualidad. (en 1935, como hemos dicho, abre su factoría en Tapia) 
1958. La marca «Tres Escudos» perteneciente a Albo, se convierte en uno de los proveedores de conservas de El Vaticano con sus Sardinillas y Bonito del Norte. 
1960. La factoría de Tapia de Casariego pasa a fabricar la gama de platos preparados, dado el gran éxito de estas elaboraciones en los mercados nacional e internacional, consiguiendo así suplir de mercancía las exigencias de los países latinoamericanos. 
1970. Albo lanza su primera campaña en Televisión, presentando su Bonito del Norte a los espectadores de RTVE 
2018. Hoy en día elaboramos alrededor de 100 referencias (Bonito, Atún Claro, Sardina y Sardinilla, Anchoa, Caballa, Pulpo, Calamar, Mejillón, Zamburiña… y un largo etcétera), que completamos incluyendo también las referencias más representativas de la gama de platos preparados"


En las inmediaciones está la Fonte de María Doncella, parece ser que del siglo XVIII, si bien cercada por los edificios de las conserveras, por lo que no puede verse en 1940. En 1925 había sido restaurada por el Ayuntamiento, dado su deterioro

Aquí hay una casa tradicional tapiega, remozada, a la que se ha dejado la piedra de mampostería al descubierto y destaca en esta explanada

Pasamos el cruce con la calle de El Trobo, en el que seguimos de frente y todo recto por la de San Martín

A nuestra derecha ya, los últimos soportales de la calle San Martín


Nos cruzamos con la calle del Peñón pero seguimos de frente por la de San Martín


Este es el lugar conocido antaño como As Hortas y que formaba parte de la parroquia de San Martín antes de integrarse esta en la villa de Tapia


Nuevos bloques de pisos en este enclave de desarrollo urbanístico


A la izquierda, un garaje en el que se combinan ciertos elementos tradicionales muy a destacar en su gran cubierta de pizarra


Los clásicos picos, que veremos en no pocas edificaciones populares de Asturias y Galicia, incluso en el claustro de la catedral de Mondoñedo


Al fondo asoma, en lo alto de una pequeña cuesta, la antigua Cámara Agraria, en la calle del Muelle, ya en el centro urbano tapiego


Al pasar veremos a la izquierda, en la Plaza de San Martín, un elemento también muy importante y construido en aquellos tiempos en lo que esto eran huertas


En esta plaza, a nuestra izquierda, A Fonte Veya, posiblemente del siglo XVII, y que dio nombre a la Casa da Fonte, desaparecida empezando el siglo XX, en cuyos bajos estaba la fábrica de Chocolates la Occidental, fundada por Félix Martínez, nombre con el que también se conoce a esta fuente. En el IPAA (Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias) se habla de un intento de reconstrucción de la casa 
"En 1970, una de sus descendientes Manolita da fonte intentó reconstruir dicha casa que ante la imposibilidad levantó en su solar la que se puede ver actualmente. Del mismo modo, mando instalar las dos únicas rejas metálicas que la fuente tuvo en su abertura central, deterioradas con el paso del tiempo, así como la portilla actual, colocada poco antes de su fallecimiento († 2001) y todas construidas en el taller tapiego de los Ferreiros. La fuente quedó mutilada en su brazo izquierdo y parte del derecho"

 La fuente es de dos caños y está construida con mampostería de pizarra y barro, así como sillares en el basamento, boca de registro y guardapolvo. La fachada tiene cargada cal y arena, enlucida y rematada en cornisa con moldura y frontón curvo

El suelo es de losas de pizarra y hay un pozo del mismo material. Dos manantiales aportan agua a esta fuente, uno a lo largo de un conducto de bóveda de cañón, y otro por un pequeño túnel

 En el citado artículo Adiós Fontes, adiós ríos de Tapia de Casariego, Félix Martín dice:

"A Fonte Veya ou Fonte de Félix (en referencia al morador da casa achegada á mesma, Félix Martínez), é dende el siglo XVII, aprosimadamente, a fonte máis antiga y el recurso natural que, procedente dos manantiales del espacio conocido como As Hortas, aprovisionóu del preciado tesouro a os tapiegos, sobre todo a os del veyo Barrio de San Martín. Según reza na placa d'arenisca colocada nel sou frontis, a fonte veya " rehedificóuse (sic) ano de 1.848". Parece ser qu'os rehabilitadores foron os propios vecíos..."

Félix Martín describe así también, muy pormenorizadamente, toda su estructura:
"Presenta un corpo de mamposteiría en bóveda de cañón, y el sou frente ordénase a modo de luneto, con abertura cuadrada adintelada na súa parte central. Precisamente, como apunte curioso, a soleira inferior foi aprovetada antiguamente pr'afilar cuitelos, polo que presenta un desgaste mui visibre. Inicialmente, a Fonte de Félix tuvo dous muros curvaos de medio metro d'altura, tamén de mamposteiría, qu'arrincaban da parte inferior del sou frente, ofrecendo a os sous visitantes, un xesto d'abrazo o benvida, al tempo, claro, que la abeiraban. Non obstante, a empezos da década de 1970, aprosimadamente, quedóu mutilao el sou brazo dereto y parte del esquerdo, como consecuencia da falta d'escrúpulo dos camioneiros y dirixentes da Fábrica Torfersa, situada na antiga Fábrica de Conservas Terín. Por elo, en aras da súa conservación, Manolita da Fonte foi quen encargóu y pagóu al tapiego taller d'Os Ferreiríos, os tres cerramentos metálicos cos que veu contando hasta hoi. Gracias a elo, consérvase"

Se supone que esta era la llamada Fonte de San Martín en un documento de 1540 que, por encargo del Concejo de Castropol, se establecían los términos comunes de la parroquia de San Esteban, señalándose aquí su límite con la de San Martín. En Historia de Tapia de Casariego en sus documentos (archivo de la Casa Lebredo-Lanza) leemos:

“Que los dichos términos Guaridas y comunes del Puerto de Tapia se comienzan cabo la Antigua que viene de Santo Esteban, por sobre la casa de Diego López Zapatero e por sobre la casa que fue de Alonso Pérez e por sobre la casa de Francisco de Tol, e de allí por la cárcova hasta la mar, e de allí viene dar a la arena de Perodondo, e de allí por la riva del mar hasta las heredades de sobre La Arena de las Covas, que dicen Peredondo, e de allí viene al longo de la heredad de Diego da Villa e de Juan Fernández Zapatero, entrando dicha heredad hasta dar en la dicha Antigua que viene de Santo Esteban, e dende allí van las dichas Guaridas por cima de la heredad que topa en la dicha Antigua y va dar a la entrada de las Covas, e por cima de esta heredad van las dichas Guaridas hasta dar en la sienra de la Arena, ese parte por el pico de el heiro del Ourial, que jaze sobre la Fonte de San Martín, e por la Reguera, e por allí viene dar en heredades partidas que jazen contra el Hospital, y contra la casa de Pedro Farto, de Diego López Zapatero y de Juan Fernández. Otrosí dixeron que había una Antigua e Guarida interior que parte dicha Arena de Peredondo, y va por las heredades de la Sienra de la Arena hasta dar en la casa que fue de Fernando da Canela en la Aldea de Santo Esteban.

Así lo declararon dichos peritos electos para este fin por junta de la villa de Castropol ante Suero González, Notario y vecino de la Villa de Tapia, en el año de 1540”

Es interesante la mención de varios lugares y topónimos, algunos actualmente de ubicación desconocida, otros no, como es el caso del que fuera el hospital de peregrinos 

Tras ver A Fonte Veya continuamos calle arriba, en un poco de cuesta


El camino sigue de frente hacia la Cámara Agraria: a la derecha podríamos ya desviarnos a conocer el puerto pesquero, pero de momento vamos a seguir el trazado oficialmente señalizado del camino en el casco urbano tapiego, conociendo primeramente lo que vendría a ser el ensanche de la villa, la población que creció hacia el sur a partir de la independencia del concejo en 1863, que estableció aquí su capital


A la izquierda Casa Valentín, una de las antiguas casas del camino al puerto


Y es que aquí salimos a la Avenida del Muelle, teniendo de frente el edificio de la que fue la Cámara Agraria. Detrás, en la Plaza Campogrande, se celebran ferias, fiestas y mercados. El Camino como tal sigue al fondo a la izquierda, hacia la iglesia, cuya torre del campanario vemos desde aquí


La monumental torre, con su no menos monumental estatua del Sagrado Corazón, es una referencia visual muy a destacar, pues por ella puede identificarse la ubicación de Tapia desde muchos kilómetros de distancia, desde las villas de Foz o Burela a las sierras costeras, y por supuesto mar adentro


Insistimos rotundamente en que no es de recibo hacer la "Variante de Tapia" sin conocer uno de los más bellos lugares de esta opción, el puerto, para lo que. reiteramos, habríamos de ir a la derecha. No obstante, como ya hemos dicho, proponemos primeramente seguir el itinerario señalizado, cruzando el paso de cebra y subiendo calle arriba hacia la iglesia, pues hemos de ver aquí edificios y elementos muy importantes que merece la pena descubrir. Luego, por la citada Plaza Campogrande, regresaremos aquí y bajaremos al muelle


 Cruzamos pues aquí, aprovechando el paso de cebra y seguimos calle arriba hacia la iglesia


La Cámara Agraria, que fue también en tiempos la Casa Sindical, será pues también la referencia para empezar. Aquí estuvieron también los juzgados


A la izquierda, la fachada delantera de Casa Vicentín, con su portilla, cobertizos y parra


A su derecha, en plena cuesta, otras dos casas antiguas típicamente tapiegas, también de traza entre lo urbano y lo rural. No olvidemos que detrás empezaban As Hortas, ya casi plena campiña


Fijémonos ahora en el edificio al fondo a la izquierda de la foto, que hace un gran chaflán entre calles, allí donde acaba la cuesta


Dejaremos aquí la Avenida del Muelle para tomar la calle Aurelio Martínez, que tenemos a la derecha


Es una de las entrañables callejuelas del centro tapiego, aquel que conocería tan bien el escritor Manuel Díaz Aledo, recordando sus experiencias infantiles de los años 50 en Desde el Faro de Tapia:
"No es difícil enamorarse del Occidente de Asturias, esa tierra prodigiosa, entre salvaje y exuberante de belleza, en la que se funden los sentimientos de alegría y de tristeza, de añoranzas y de asombros, del mismo modo que lo hacen el verde de sus praderas y las blancas arenas de sus playas…Y es más fácil, todavía, enamorarse perdidamente de Tapia de Casariego, esa perla encontrada en el campo, junto a un mar eternamente rompiente, con sus olas infinitas que retozan días, meses, años…"

 Toda la población era entonces un gran teatro de operaciones de juegos infantiles:
"Tapia permitía, para el mundo de los niños, otras cosas insólitas a la vez que simples. Así los niños teníamos entre nuestros juegos infantiles, uno muy entrañable. Se trataba de jugar a polis y cacos o, como también lo llamábamos, a policías y ladrones. Esto no era en sí novedoso, ya que en todas partes se jugaba. Pero en Tapia, el territorio de juego era la totalidad del pueblo. Así lo permitía su pequeño tamaño o extensión. Los policías esperaban, por lo general, en el parque, mientras se producía la marcha, a la carrera, de los ladrones, y con el grito de tres navíos a la mar, esperaban la respuesta de y otros tres a navegar, para salir en busca de estos. Las voces, con frecuencia se oían lejanas, envueltas en el eco de  casas y de calles en el otro extremo del pueblo. Con esto, la búsqueda y captura era forzosamente larga y laboriosa, cuando no misión imposible"

 Y llegamos al Café Moderno, fundado el 17 de julio de 1936, según la tradición no contrastada, esto es, justo un día antes que estallase la Guerra Civil Española. Fueros su propietarios Laureano Villar Roza y su mujer Consuelo Lanza, ayudados por sus hijas Amalita y Eugenia y antaño tuvo restaurante y pensión, cerrada en 1954, por lo que la planta baja fue alquilada al hostelero José Alonso, haciéndose cargo luego del negocio su hijo Antonio, Toño el del Moderno. Aquí estuvo la primera televisión de la villa tapiega y era lugar de encuentro de los socios del Real Tapia Club de Fútbol. Desde 2004 es propiedad de los nietos de Maximiliano Lebredo. Con motivo de su 70 aniversario el recitado cronista Félix Martín Martínez le dedica toda una elegía, Café Mopderno: ¡Cumpreanos feliz!, publicada en Entrambasauguas. A revista del Navia-Eo nº24, que nos atrevemos a traducir aunque no seamos especialistas en ello, dado su gran interés:

"El emblemático establecimiento hostelero tapiego cumple 70 años. Fundado inicialmente en la conocida como Cas Migón, el primer Hotel Moderno abría sus puertas de la manos de Laureano Villar Loza y su mujer Consuelo Lanza, que lo mantuvieron quince años. En 1936 se trasladó al edificio actual, siguiendo con el servicio de hotelería, a base de habitaciones bien amplias y acogedoras, además de un comedor grandísimo para un centenar de personas, Con una cocina de las más esmeradas, así se convertía en sitio de descanso para transeúntes, viajantes, etc.

En octubre de 1950 El Moderno fue traspasado al empresario tapiego José Alonso López, casado con Teresa Bedia López. Se acordó una cantidad de 4.800 pesetas de arriendo mensual. Aparte, y por 1.250 pesetas, se incluyeron todos los elementos propios del negocio, como 18 mesas de mármol, 52 sillas de bringas, un ajedrez, un parchís, un billar y una cafetera marca Pavóni. El matrimonio mantuvo primer el servicio de hotelería apenas dos años. Así y todo la cafetería siguió su ritmo, y enseguida pasó a ser el epicentro de dota la villa..."
"... Alonso, como así fue conocido toda su vida, llegó a Tapia desde el vecino concejo de El Franco, en bicicleta y con un aparato de radio casi como único equipaje. Su afán emprendedor enseguida le hizo prosperar, siempre de la mano del ingenio de las novedades del momento. Cada año viajaba por España, y de regreso siempre incorporaba  alguna estrategia comercial nueva para sus negocios. Toda su familia, incluidos sus seis hijos, se convirtieron en trabajadores más o menos eventuales del Moderno, poniendo entre ellos los turnos para fregar los cacharros y atender a los clientes. El mediano de los varones, Toño, y con apenas siete años, llegó a hacer una bandeja acorde con su tamaño, además de servir en la barra subido a una caja de refrescos, cosa que le hizo ganar buenas propinas de los clientes. A veces, y gracias a las buenas relaciones que había con el bar que estaba en la carretera general, conocido por Ca Bobis, en propio Toño se encargaba de ir a llenar los cuatrillos que este establecimiento vendía a granel y que, como era bueno, gustaba mucho a algunos clientes del café. También, el Café Moderno llegó a fabricar helados artesanos muy ricos, además de barras de hielo, que el pequeño Toño vendía por las casas envueltas en papel de periódico

A principios de la década de 1960, el Moderno pasó a ser, además, el primer lugar público de la comarca, y de los primeros de Asturias, donde se pudo ver la televisión, un lujo que por entonces tenían muy pocos tapiegos. Así las cosas también se convirtió en una casa de niños, que iban todos a disfrutar de los programas televisivos infantiles, y donde las estrellas galácticas de aquellos años lucían en blanco y negro. Peruchoi  y Chapinete, primero, y más tarde los queridos Locomotoro, Valentina, El Capitán Tan, El Tío Aquiles, etc. Si había un partido de fútbol mucha gente iba al Moderno en bicicleta, cosa que aprovechaba Toño para sus andanzas ciclistas por el concejo

Dada su estratégica situación en pleno centro de Tapia, este establecimiento fue también parada de taxis, que usaban el teléfono (número 24), de la propia cafetería, para atender a sus clientes..."
"... En el edificio situado enfrente, el empresario Alonso  abrió a primeros  de la década de 1960 un establecimiento de electrodomésticos, y con él un moderno sistema de plago a plazos, cosa que sirvió para que numerosos tapiegos y vecinos de otros concejos cercanos pudiesen tener las primeras máquinas domésticas, televisiones, etc. Este establecimiento incluyó además el servicio oficial de gas butano, que los hijos pequeños del empresario, Toño y Pepe, repartían en un carro por las casas

Al mismo tiempo, y desde 1965, la misma familia Alonso empezó a llevar el más emblemático  local de ocio y cultura de toda la historia de Tapia, El Edén, con una oferta, hasta su cierre definitivo en 1987, que incluía baile, teatro, cine y, al final, discoteca. Con todo y a pesar del éxito tan grande de la tríada de establecimientos (cafetería, electrodomésticos y Salón Edén), todo dependía en buena medida de los ingresos del Café Moderno. Si había una buena recaudación se compraban electrodomésticos, a la vez que se contrataba una buena orquesta para el baile de fin de semana, y así recíproca y sucesivamente..."
"... El Moderno, con un aire de viejo cafetón, mesas de mármol, y un elegante servicio de camareros (que dormían casi todos en la casa de Alonso), con chaleco y pajarita, se convirtió en cita indispensable

En los largos inviernos, la vida del Moderno estaba (también ahora), en el bullicio estudiantil del Instituto Marqués de Casariego, justo delante del establecimiento. Durante muchos años, los alumnos no entraban en el café, a sabiendas de que se iban a encontrar  (o mejor dicho, volver a encontrar) de bruces con sus profesores. Después El Moderno fue invadido por los propios escolares, al reclamo de las nuevas máquinas recreativas, la música más actual, además de, últimamente, el juego del billar, siendo en este caso los enseñantes los que quedaron al margen de entrar en el café..."
"... A partir de mediados de la década de 1960, y coincidiendo con el comienzo del "boom" turístico en Tapia, El Moderno convirtió sus veranos en una referencia social inevitable. Desde el servicio de desayuno hasta deshoras, pasando por la sobremesa, El Moderno ha tenido siempre una más que leal clientela, llenando a todas horas su amplísima terraza. Fue la referencia de todas las pandillas veraniegas, que antes y después de sus citas para los guateques, las queimadas a medianoche, los bailes del Edén, los partidos de fútbol o las excursiones ala Fonte del Figo, se reunían en El Moderno en una especie de liturgia obligada: "Vémonos nel Moderno, corazón...

"...Entre tanta animación, la sobremesa fue el templo de las tertulias alrededor del café, y entre las que se recuerda la que organizaron  muchos años los escritores na fala Ramón Santamarina y Manolo Galano, el ex-alcalde Joaquín del Colaso, el estudioso local Andrés Méndez, etc., y que estaba de parola horas y horas, sin prisa pero sin pausa. A media tarde, señoras con apellido de pedigrí lucían sus galas, nietos y demás familia, hasta la hora de retirarse. Después de la misa dominical y mientras la vida hostelera del muelle quedaba reducida nada más al Bar Cantábrico y A Mariña, resultaba obligado tomar el vermut en El Moderno..."

"...En 2004 este establecimiento tapiego fue adquirido por los herederos de sus primeros propietarios, en la persona del abogado Fernando Lebredo. Manteniendo esencialmente el ambiente de siempre, le añadió además una moderna hemeroteca con más de una decena de publicaciones periódicas, regionales y nacionales, que ya quisieran para sí muchas bibliotecas públicas asturianas, un servicio que los acérrimos cafeteros y "periodiqueiros" de media tarde, agradecemos bien.

Además, coincidiendo con su 70 aniversario, el Café Moderno recibió con los brazos abiertos a los históricos jugadores de cartas, que expatriados del Bar Cantábrico, hace poco cerrado, y comandados por el periodista Ramón Sánchez Ocaña, el ex alcalde Manolo Peña y Enrique de Luis, encontraron en este café su mejor órdago a la grande. A todos, ¡feliz cumpleaños!"

De frente, vemos la fachada este del mencionando Instituto Marqués de Casariego, una de las obras auspiciadas por Fernando Fernández-Casariego y Rodríguez Trelles tras conseguirse la independencia municipal de Tapia en 1863, por él auspiciada. De ellas hablaremos prontamente, cuando pasemos a su fachada principal en la Plaza de la Constitución, pues en torno a ellas se configuró el crecimiento de Tapia, desde el muelle pesquero al sur, a la carretera


Carretera a la que nos encaminamos nosotros, del instituto, por la calle Marqués de Casariego, a la izquierda, para salir a la unión de las avenidas de Asturias y Galicia, el paso por el casco urbano de la N-634, que atraviesa la población y que se articula como la avenida principal en nuestros días, en torno a la que siguió también creciendo Tapia


Pasamos junto al escaparate de la Ferretería El Colaso, de frente al cruce de calles, que tiene bastantes referencias importantes: a la derecha por ejemplo es el patio trasero del instituto y zona de juegos y recreo


Vemos la parte posterior del centro y al fondo la casa rectoral y la cabecera de la iglesia, hacia donde nos dirigimos ahora


Estamos en la confluencia entre las avenidas de Asturias (izquierda) y de Galicia (derecha) por donde sigue el camino hacia la iglesia


Hay aquí además otra opción, que incluso estuvo señalizada en su momento: aquellas personas que desde aquí quieran retomar el llamado Camino Histórico, del que nos hemos separado en Campos (A Cruz da Caleya), podrían seguir de frente y, por la calle Conrado Villar (entre las casas), salir hacia el pueblo de Casariego y entrar en el concejo de Castropol por Brul, donde enlazarían con ese camino que les llevaría a Tol

En Tol hay teóricamente, o hubo, albergue de peregrinos, si bien conviene enterarse primero de su situación, pues estaba cerrado, en principio temporalmente. Desde allí va abríéndose el abanico de posibilidades para continuar a Galicia del que ya hablamos en alguna ocasión durante los tramos anteriores de camino:
1) Seguir hacia Barres y  de allí a Figueras/As Figueiras para cruzar A Ponte dos Santos y entrar en Galicia por Ribadeo, donde esa ruta se une a esta Variante de Tapia

2) Como la anterior, pero bajando al muelle de Figueras/As Figueiras para cruzar la Ría del Eo en barca de pasajes, reviviendo la singladura por el estuario que hacían antaño muchos peregrinos, pues disponían de hospital (actualmente hay albergue turístico y otros alojamientos) y se sabe del paso regular de barqueiros desde la baja Edad Media. Al llegar a Ribadeo, en el puerto de Porcillán, se une al camino que baja de A Ponte dos Santos 

3) Tomar el camino a Castropol, la villa capital del concejo homónimo, que tuvo también hospital de peregrinos y servicio de barqueiros. Habría de concertarse, como en el caso anterior, servicio de pasajes

y 4) Remontar la ría hacia el sur por  As Campas, Lantoira, Vilavedelle, Seares y Vegadeo/A Veiga (albergue de peregrinos) para dirigirse a Abres, accediendo a Galicia por el puente a Ría de Abres, concello de Trabada, tal y como hacían los peregrinos de antaño que, no deseando exponerse al peligroso paso del estuario en endebles barcazas y gravoso pasaje, cruzaban el Eo por A Ponte Vella. Esta ruta, la llamada propiamente Camino Histórico, puede ser sin duda anterior incluso a que las poblaciones ribereñas fuesen siquiera aún prósperas pueblas y no dispusiesen aún de hospitales. De Trabada sube la Serra da Cadeira, baja al Val de Lourenzá, sube a Lindín y entra en Mondoñedo por Os Muíños, uniéndose en la Praza da Catedral al camino procedente de Ribadeo

Nosotros, en este caso, estamos haciendo la Variante de Tapia, por lo que nos dirigimos a la Casa Rectoral, tras la iglesia, por la Avenida de Galicia


Admiramos así a nuestra derecha toda esta gran fachada sur del Instituto Marqués de Casariego...


Y enfrente de la rectoral, a la izquierda de la avenida, otro edificio notable que no queremos que pase desapercibido


Es la casa, estilo modernista, de don Andrés Méndez Pérez, nacido en Salave, que de casi niño emigró a Cuba, instalándose a su regreso en esta villa de Tapia, donde regentó la sastrería Al San José, trasladándose en 1898 a su lugar natal de Salave, si bien construyó esta mansión en Tapia, en la que tuvo sede uno de los primeros fotógrafos tapiegos, Claudio Méndez, quien sacaría las primeras fotos de la villa con darregotipo. Más tarde estuvo la farmacia de Teófilo Santiago, quien ejercía aquí desde 1928, permaneciendo abierta hasta 1956 con su fallecimiento. Luego se establecieron otros fotógrafos, Joaquín Villamil Freije en 1978, y al año siguiente Florencio García Méndez, siendo el edificio actualmente propiedad de las nietas del fundador, Eugenia y Ángeles


En el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias trae así plasmada toda su pormenorizada descripción:
"La casa de don Andrés Méndez Pérez fue construida en 1907 por el propio Andrés Méndez, natural de Salave (Tapia de Casariego), según reza la inscripción en el remate del portalón de acceso a la finca: «1907». Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura con influencias modernistas de Tapia de Casariego y uno de los pocos ejemplos, junto a las casas de Bobis y del Moreno. Lo más destacado de la casa es la fachada principal que mira hacia la antigua avenida Primo de Rivera (hoy de Galicia), ya que al igual que la casa Bobis, la planta y la estructura no se conciben como un organismo vivo coherente en todas sus partes, sino como una casa tradicional, de planta y estructura cuadrangular. En ella vemos elementos propios de la arquitectura modernista, como son la búsqueda de aquellas soluciones que la revolución del hierro y del cristal había aportado a la arquitectura, como la preciosa rejería de los balcones compuesta por formas cuya principal fuente de inspiración es la naturaleza. La casa presenta un componente ornamental inspirado en la naturaleza, la flora y la fauna, como los remates debajo de los balcones. Son destacables los pequeños toques de almohadillado que recuerdan los azulejos de colores modernistas. El portalón remata en una moldura cóncava acompañada de motivos vegetales (piñas) que es una adaptación de las bolas y pirámides de la arquitectura escurialense al mundo de la naturaleza. No obstante, la casa de don Andrés también apuesta por la armonía con las formas del clasicismo: empilastrado en el segundo piso, simetría y distribución regular de los vanos y frontón triangular en el remate. Por tanto, estamos ante una arquitectura refinada que compagina la funcionalidad y belleza para crear una ciudad moderna. Es una manifestación burguesa, de gente con cierto prestigio, nivel económico y propietarios de negocios, como don Andrés Méndez que había creado una sastrería en Ribadeo (Lugo) y su hijo un negocio de fotografía en la propia casa de Tapia. Por tanto, la casa que ejemplifica el poder económico de la nueva clase burguesía, caracterizada por la inclusión de formas ornamentales inspiradas en elementos vegetales de tipo orgánico (formas redondeadas y entrelazadas), empleo del hierro en los balcones y elementos arquitectónicos recuperados del pasado clásico"


El Camino Norte, tal y como está señalizado, sigue de frente detrás de la iglesia y sale inmediatamente del casco urbano de Tapia siguiendo esta Avenida de Galicia, pero como hemos dicho, no sería de recibo hacer esta variante sin conocer al menos un poco esta hermosa villa de la costa occidental asturiana, sobre todo el puerto y su entorno, además de estos edificios en torno a la Plaza de la Constitución y la Plaza de Campogrande. Así es que proponemos un recorrido alternativo desde esta iglesia hacia estas plazas y el muelle, y luego de él seguir su paseo marítimo para retomar el camino señalizado a la altura de las playas 


Pasamos así ahora al pie de la fachada este de la iglesia parroquial de San Esteban, cuyas obras arrancaron en 1896 (colocación de la primera piedra el 19 de septiembre) para sustituir a dos pequeños pero históricos templos anteriores, el de San Esteban, antiguo San Esteban de Mántaras, citado como tal en el inventario del obispo Gutierre de Toledo (1385-1386), y la iglesia de San Martín, antiguo San Martino de Mántaras, fundamento de dos jurisdicciones parroquiales que en la baja Edad Media empezarían a llamarse Tapia, topónimo relacionado con el "Puerto de las Tapias", denominación antigua basada en los cerramientos que protegían las fincas del salitre y la arena

 Ambas parroquias San Esteban y San Martín, fueron unificadas definitivamente en 1892, haciéndose entonces clara la idea de construir una nueva iglesia para la nueva villa capital de este concejo


Fernando Pérez Casariego, constructor del actual muelle y sobrino del Marqués de Casariego, político e industrial que con su influencia lograría la independencia municipal de Tapia en 1863, será el patrocinador de esta nueva iglesia que no se dio por concluida hasta 1940 con la colocación en la torre de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús


Llaman la atención sus grandes dimensiones, como las de una basílica o incluso una catedral, destacando su porte y altura, incluso en la capillas laterales, con grandes rosetones que arrojan luz al interior


Según pasamos seguimos admirando su estructura eclecticista que gusta de elementos clasicistas y neogóticos, construida con materiales propios de la arquitectura tradicional de la zona, mampostería irregular de pizarra en las paredes y sillares de granito para torre, cornisas, portadas y ventanas. La nave central es más grande que las laterales y el tejado es de pizarra, a dos aguas en las naves y a cinco en el ábside. El inventario del IPAA dice esto de sus características arquitectónicas:
"Las tres naves están separadas por arquerías de medio punto rebajadas que descansan en esbeltos pilares cuadrangulares. Los arcos fajones de la nave central, del transepto y arco de triunfo son apuntados. Las naves laterales presentan bóvedas de arista, la central y el transepto de crucería y el ábside bóveda sexpartita. Por tanto, vemos una combinación de la arquitectura clasicista (arcos de medio punto, pilares, impostas y bóvedas de arista) con la gótica (verticalidad, acusada altura de las naves y bóvedas de crucería). Es un templo cuya principal característica es la búsqueda de la claridad espacial y la luminosidad, principales características de la arquitectita gótica y aquí se intentó recuperar. Al exterior se abren abundantes vanos, en forma de arco apuntado, que presentan vidrieras de 1992. Al frente se abre una monumental torre, de elevadas proporciones y de tres cuerpos: el principal es ocupado por la portada de acceso al templo que presenta doble arquería apuntada sobre finas y esbeltas columnas; el segundo, de mayores proporciones, con doble ventana apuntada, al frente y el superior con doble arquería de medio punto, en este caso en sus cuatro costados. En el costado oriental se sitúa la casa rectoral. La pavimentación interior es de baldosa y los acabados interiores están blanqueados. Presenta un buen estado de conservación" 

Y salimos a la gran explanada de El Parque, por donde el camino seguirá a la derecha, al corazón de la Plaza de la Constitución


Pasamos así al pie de la grandiosa torre, la cual es una referencia geográfica que se ve muy en la distancia,. especialmente mar adentro, siendo orientación para los pescadores que embocan la entrada al puerto


La torre está dividida en tres cuerpos, el primero es el de la portada de la iglesia, de doble arquería apuntada sobre finas y esbeltas columnas; el segundo, más grande, tiene doble ventana apuntada al frente, y el de arriba presenta doble arquería de medio punto por sus cuatro lados


El gusto por las estructuras ojivales, ventanas, portadas, decoración, etc. delata el estilo gotizante de esta soberbia fachada. Dentro de lo ecléctico el gusto historicista estuvo muy en boga largo tiempo, especialmente en edificios religiosos pero también en palacios, mansiones y otras construcciones


En lo alto de la torre del campanario la estatua del Sagrado Corazón, donada por el párroco Bonifacio Amado


Se trata de una imagen de cuatro metros de altura conocida como El Santón, hecha en cemento de Portland. Costó 6.100 pesetas de aquel entonces (1940), encargo a la empresa Talleres del Arte Cristiano, de Olot, en Girona


Accedemos al interior, admirando la altura de las naves, sobre todo la de la nave central, así como la cabecera pentagonal. Las tres naves están separadas por arquerías de medio punto rebajadas que descansan en esbeltos pilares cuadrangulares. Los arcos fajones de la nave central, del transepto y arco de triunfo son apuntados. Las naves laterales presentan bóvedas de arista, la central y el transepto de crucería y el ábside bóveda sexpartita


 Estamos pues ante una combinación de la arquitectura clasicista (arcos de medio punto, pilares, impostas y bóvedas de arista) con la gótica (verticalidad, acusada altura de las naves y bóvedas de crucería). Es un templo cuya principal característica es la búsqueda de la claridad espacial y la luminosidad, principales características de la arquitectita gótica aquí recreada


El retablo mayor es obra de don Arturo Álvarez, quien lo hizo en su taller de la ovetense Corrada del Obispo en 1899


 Fue un regalo de José García, junto con el púlpito


Se conservan tallas procedentes de los antiguos templos de San Martín y San Esteban, unificados al establecerse Tapia como villa capital del concejo y establecerse el disponer de una parroquial común


También la Dolorosa procede de uno de aquellos templos predecesores...


A la derecha el retablo que mira a la nave de la epístola


En medio, inconfundible, la Virgen del Carmen, de gran devoción marinera. Y a sus lados Santa Teresa y San Antonio


A la izquierda, el altar de San José, mirando a la nave del evangelio, fue donado por doña Ramona Cancio, viuda de don Fernando Pérez Casariego. Es obra de 1946 de Marcelino Candosa, de Castropol


 Las vidrieras son de 1992, obra de Luis Neira Brochs. He aquí las de la cabecera...


Las de las naves...


Y aquí una de los grandes rosetones de las naves capillas de los lados, alegoría del Espíritu Santo...


Y la Santa Cruz...


Volviendo al exterior, atravesamos la plaza y bajamos por estas escaleras para acercarnos al cruceiro allí emplazado, motivo caminero y peregrino por excelencia


Efectivamente, estos cruceiros, cruces, cruceros, además de en Galicia, donde cierto es que  abundan muy especialmente, existen en otros muchos lugares, siempre erigidos por algún motivo piadoso, campos de iglesia y camposantos, cruces de caminos, a veces señalando algún suceso luctuoso, otras remarcando la sacralidad de algunos espacios, incluso en ocasiones cristianizando lugares de culto pagano 


En la cruz, mirando a la plaza, una imagen de Cristo crucificado


Parece ser que fue con la Contrarreforma y el Concilio de Trento cuando la Iglesia Católica reparó especialmente en los símbolos y figuras religiosas como forma de combatir las ideas protestantes que no gustaban de venerar imágenes, dentro del debate iconoclasta surgido en el cristianismo casi desde sus primeros concilios. Dentro del de Trento, que acabó en 1564, en sus actas XXV y última se deja muy clara la posición respecto al culto a reliquias e imágenes de santos
"Enseñen también con cuidado los obispos que por medio de las historias de los misterios de nuestra redención, expresadas en pinturas y otras representaciones, se instruye y afirma el pueblo en los artículos de la fe que deben ser recordados y meditados continuamente; y añádase que de todas las sagradas imágenes se saca mucho fruto, no solo porque recuerdan los fieles los beneficios y dones que Jesucristo les ha dado sino que también porque se expresen a la vista del pueblo los milagros que Dios ha obrado por medio de los Santos, y se exciten a adorar y amar a Dios y a practicar obras de Piedad"

Esta actitud favorecería grandemente la elaboración de una gran imaginería religiosa, prodigándose entonces, dentro de este contexto, la colocación de cruceiros en muchos enclaves


Recorriendo el antiguo Campogrande que se extendía, con sus huertas y la antigua Plaza Veya, desde las casas del puerto hasta aquí, desde el cruceiro vemos para los emblemáticos edificios públicos de la Plaza de la Constitución, ayuntamiento y centros de enseñanza, los primeros que se construyeron con la independencia concejil en este campo de las entonces afueras de la población portuaria dividida entre San Martín y San Esteban


Es todo un conjunto monumental del histórico Campo Grande, actual Plaza de la Constitución y popularmente El Parque, donde está la entrada principal al Instituto Marqués de Casariego, del que ya vimos otras de sus fachadas


A la izquierda al fondo asoma la Plaza del Campogrande propiamente dicha en la actualidad, po rdonde iremos luego camino del puerto...


Y camino del puerto la Virgen del Carmen, patrona de pescadores, marineros y navegantes, en una fachada de estas casas


Según la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 4 voz Carmen -varias entradas-), aunque la Virgen del Carmen es muy venerada por los marinos desde el siglo XVIII, no fue declarada patrona oficial de las marinas Mercante y de Guerra hasta principios del siglo XX, festejando los gremios de mareantes el día de sus patronos respectivos. La veneración se extendió a partir del siglo XVI cuando en Asturias aparecen sus primeras cofradías, floreciendo en los siglos XVII y XVIII


El instituto lleva el nombre del título nobiliario de su fundador, el senador y empresario Fernando Fernández Casariego y Rodríguez Trelles, primer marqués de Casariego cuya gran influencia económica y política consiguió constituir Tapia como concejo independiente de Castropol en 1863, haciendo de esta antigua aldea villa y capital


Su estatua, que ahora vemos de espaldas, preside esta Plaza de la Constitución, donde otros dos edificios: el Ayuntamiento y las Escuelas de Primera Enseñanza, se hicieron realidad gracias a su patrocinio, empezando sus obras al conseguirse la independencia municipal. El arquitecto de todos ellos, instituto, escuelas y consistorio, fue Juan María Yáñez Caballero Rodríguez-Trelles


Por su parte el monumento al gran benefactor y artífice es obra de 1932 de Arturo Sordo 


Fernando Fernádez Casariego y Rodríguez-Trelles nació en Tapia el 19 de febrero de 1792, hijo de hidalgos rurales, trabajando como labrador en su infancia, si bien de muy joven se sintió atraído por los telares, muy favorecidos por entonces con la política del conde de Campomanes como Gobernador del Consejo de Castilla. Así, tras la francesada, en la que participó en la guerrilla contra las tropas napoleónicas de Ney, comenzó con pequeños negocios de telas entre Asturias y Galicia, instalándose en Madrid en 1815, a donde se fue con un arriero, yendo a vender la tela casa a casa


Se desconoce en buena medida cómo fueron aquellos comienzos y su paso a la amistad con importantes figuras de la política española como Posada HerreraMendizábal, el conde de Toreno, o Alejando Mon, afiliándose además al Partido Progresista.


Hacia 1833 es propietario de una tienda de tejidos con media docena de empleados, logrando un contrato importantísimo para suministro del ejército isabelino en la Primera Guerra Carlista, apostando decididamente por los liberales, apoyando a Espartero y llegando a prior del Tribunal de Comercio de Madrid en 1841 y 1848. Sus ganancias le permitieron diversificar su fortuna con otros negocios, llegando a estar presente en los consejos de administración de diversas empresas, así como en el Banco de Isabel II. Siendo además avalista de su amigo el duque de Osuna, su quiebra le hizo heredero de numerosos bienes inmuebles y rústicos


A cambio de realizar diversas obras de infraestructuras propuso la creación de un nuevo Ayuntamiento en su localidad natal, una idea ya acariciada por su padre, Ángel Fernández Casariego, siendo aceptada por Real Orden del 11 de enero de 1863 por el gobierno de la Unión Liberal. En 1867-1968 fue senador vitalicio, senador por Zamora en 1872 y por Oviedo/Uviéu en 1872/73. En 1872 Amadeo I de Saboya le concedió el título de marqués de Casariego y vizconde de Tapia. Y esta es la causa por la que desde 1872 este concejo adoptó denominarse oficialmente Tapia de Casariego, aunque comunmente es de siempre llamado Tapia, topónimo recientemente oficializado 


Cuando se inauguró esta estatua se cantó por primera vez su himno, que dice así:
Gran filántropo, al pueblo engrandece
haciendo notorio su genio y poder,
y al poniente de Asturias ofrece 
de ciencia un emporio 
que a Tapia hizo ser  

 Con respecto al instituto podemos decir que su coste subió a los 85.000 escudos, casi un millón de reales de vellón, equivalente a unas 212.500 pesetas isabelinas, lo que serían unos 8 millones de las antiguas pesetas y unos 50.000 euros. De él leemos también en Desde El Faro de Tapia:

"El Instituto Laboral Marqués de Casariego, aparte de las enseñanzas de Bachillerato Laboral que entonces impartía, suponía un importante centro cultural en Tapia. El origen de este centro se remontaba  a 1865, cuando fue creado como Instituto Local de Segunda Enseñanza. Más tarde, habría de ser suprimido como tal por un Real Decreto de 1901. Tras diversas vicisitudes pasó a ser colegio privado durante años. Finalmente, en los años cincuenta se convertiría en Instituto Laboral. El edificio había sido sólidamente construido, bajo la financiación de un gran benefactor tapiego: Excmo Sr. D. Fernando Fernández Casariego y Rodríguez Trilles, Primer Marqués de Casariego. Este buen hijo de Tapia, sin duda el más importante benefactor del pueblo, financió, también, en su día, una casa escuela, un hospital, la iglesia parroquial y los espigones de protección del muelle. A este insigne personaje, se le había rendido un gran homenaje popular en 1929 y en él se estrenó un Himno en su honor, compuesto por el tapiego Carlos Pérez Méndez, con música del profesor Tomás Mancisidor de Aquino. El número de El Faro de Tapia de 7 de setiembre de 1957 lo reproducía en sus páginas"


En su fachada se lee:


"SEÑAL DE AFECTO A LA / JUVENTUD ESTUDIOSA / FERNANDO FDZ CASARIEGO" 

 
"EDIFICADO EN 1866 Y 67 / AÑO DEL REINADO DE / DOÑA ISABEL I"


Continúan algunos recuerdos así en Desde El Faro de Tapia:
"... el Instituto Laboral pasó a ser un referente debido a la gran cantidad de actos que iba organizando a lo largo de los cursos escolares, actividades que iban más allá de sus alumnos y familias, para alcanzar a toda la población local. En ocasiones se trataba de representaciones teatrales o concursos literarios, en otras de actuaciones musicales o conferencias (...). Casi todos los años, se celebraban concursos de belenes navideños. En las navidades de 1956, eran premiados como ganadores Mariano López de los Bueis, Araceli Tejerina García y Teresa Fernández Fernández. Las actividades del Instituto eran incesantes y variadas, Así, otro día de 1957, se ponía en marcha un cursillo de industrias rurales. Las clases eran impartidas por  Covadonga López de los Bueis. Asistían 45 chicas de la localidad y el entorno de Tapia. Se les enseñaba el curtido de pieles, la fabricación de quesos, la conservación de frutos y otras prácticas del mundo agrorural. El Instituto, a su vez, inauguraba un campo de prácticas, para sus alumnos, en el  Cabiyón. Entre las primeras actividades, se llevó a cabo una plantación de patatas, previa ejecución por los alumnos de todas las tareas previas de preparación de la tierra y arado de la misma"

En 1904  el Ayuntamiento cede su usufructo al Colegio de Santa Isabel, de los padres Agustinos, durante 30 años, incluyendo edificio, jardín, muebles, materiales, ornamentos y enseres de la capilla. En 1927 se pidió su restauración, en 1928 fue preceptoría y en 1937, con la Guerra Civil, pasó a ser Hospital Provincial, luego en 1938 colonia infantil de la residencia, seminario menor de 1940 a 1945. En 1947 residencia de verano, en 1952 sede el instituto laboral, dándose cinco cursos de Bachillerato Elemental modalidad Agrícola-Ganadera. En 1967-68 comenzó su andadura como Instituto Mixto de Bachillerato
 

Existen en el interior dependencias muy interesantes, destacando el museo de cámaras fotográficas que el gran fotógrafo local Everardo Fernández Cadenas, El Súcaro, legó al pueblo de Tapia


Enfrente y al otro lado de El Parque está el Ayuntamiento de Tapia. otra de las obras del marqués de Casariego y el gran símbolo de la independencia por él auspiciada


Presenta un pórtico, algo muy representativo de muchas consistoriales, si bien de todas formas es un elemento que tienen los tres edificios de esta plaza, es más, son casi idénticos, es incluso sumamente fácil confundirlos e fotos salvo por determinados detalles 


De su estructura se informa en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias de esta manera.
"El Ayuntamiento se podría confundir con los otros dos edificios, proyectados por el mismo arquitecto, sino fuera por el almohadillado de pizarra vista de la parte baja de las fachadas norte y sur. El resto de paramentos, excepto pilastras y remates de puertas y ventanas están enlucidos. Las cubiertas exteriores son de pizarra. El edificio es de planta cuadrangular, equilibrado y proporcionado, con una perfecta simetría entre la fachada principal y la posterior, y se organiza en torno a un amplio pasillo central...."
"... En la primera planta está la sala de sesiones que mira a la plaza de la Constitución a través de tres vanos, el central a mayor altura y rematado en arco de medio punto y los laterales cuadrangulares. La fachada trasera daba a la antigua plaza del Mercado, derruida en 1960. Pero lo más destacado es la parte baja de la fachada principal y su reproducción en la posterior, a través de un porche de tres arcadas de medio punto, que descansan en pilares de cantería. La cubierta es de falso techo plano. La parte superior de la fachada trata de imitar esta disposición, pero con cierta originalidad, jugando con el contraste de materiales"

Hay dos grandes medallones de la Exposición Universal de París de 1887, a la que se presentó este proyecto arquitectónico, consiguiendo el edificio medalla de bronce y diploma...


En el izquierdo se lee «EXPOSITION UNIVERSELLE PARIS 1878» 


Y en el de la derecha «REPUBLIQUE FRANCAISE PARIS»


Por su parte arriba en lo alto de la fachada está la leyenda: 
AL CONCEJO DE / TAPIA / FERNANDO FRZ CASARIEGO» 

  SE CONSTRUYÓ / EN EL / AÑO DE 1864 

Como decimos, casi idéntico y del mismo arquitecto y mismo benefactor, las Escuelas de Primera Enseñanza, construidas a la vez que el Ayuntamiento, entre 1863 y 1865, al calor de la emancipación del nuevo concejo. Albergó las cuatro escuelas nacionales inauguradas por entonces en Tapia, y aparte el Casino, o Círculo de Recreo, fundado en 1966, del que Fernando Pérez Casariego sería presidente honorario


Su gran salón está en el piso de arriba. Así destaca el Inventario del Patrimonio Artístico de Asturias. 
"Las escuelas están construidas con mampostería irregular de pizarra, exceptúen los arcos de las fachadas principal y posterior y en los cornisamientos. Todas las cubiertas exteriores son de pizarra, dispuestas a doble agua. El edificio es de planta cuadrangular, equilibrado y proporcionado, con una perfecta simetría entre la fachada principal y la posterior. El edificio está organizado en torno a un patio central y en su interior un gran pasillo regula el espacio de la planta baja..."

"... Las aulas o locales estaban separados según los sexos, igual que el resto de escuelas del concejo, sobre todo las de La Roda . La fachada principal está organizada con tres arcadas de medio punto sobre pilares e impostas. En cambio, el superior con tres vanos, separadas por pilastras, el central de mayor altura remata en arco de medio punto y los laterales son adintelados. Es un edificio ciertamente original, jugando con el contraste en las fachadas, a través de los materiales, pizarra frente a sillería, y de elementos, pilastras frente a pilares. La fachada posterior repite el mismo esquema, aunque el porche fue cerrado en 1970"

En la fachada lateral derecha hay una dedicatoria:
 «PLAZA DE / JUAN DE MAIRENA / […] EGO DEL POETA ANTONIO MACHADO / NACIO EN SEVILLA. 1865 / […] DE TAPIA 1909 / […] MIENTO DE SEVILLA / A STA ANA / SEVILLA»
Se refiere a Juan de Mairena, personaje o personalidad ficticia de Antonio Machado, que lo hace profesor de gimnasia y retórica nacido en Sevilla en 1865 y fallecido en Casariego de Tapia en 1909


Y es que, efectivamente, a la derecha de las escuelas está la Plaza Juan de Mairena, dedicada a este citado ficticio personaje creado por Antonio Machado, su heterónimo o persona figurada a quien hace autora de parte de su obra, y a quien hace nacer en Sevilla en 1865 y fallecer en Tapia en 1909.

 
Se trata, reiteramos, de un profesor de gimnasia y retórica que con sus alumnos analiza la sociedad, la cultura, el arte, la literatura, la política o la filosofía, desde diversas actitudes, cuando frívola cuando gravemente, con sentencia, paradoja, adagio, erudición, introspección, retórica, humor...


Así, en Juan de Mairena, sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, se reúnen los ensayos que Machado había publicado en la prensa madrileña desde 1934, publicándose en libro en una fecha indeterminada del verano de 1936, cuando estalla la Guerra Civil...
"Vivimos en un mundo esencialmente apócrifo, en un cosmos o poema de nuestro pensar, ordenado o construido todo él sobre supuestos indemostrables (...) Lo apócrifo de nuestro mundo se prueba por la existencia de la lógica (...) Y el hecho —digámoslo de pasada— de que nuestro mundo esté todo él cimentado sobre un supuesto que pudiera ser falso, es algo terrible, o consolador. Según se mire"

A lo largo de nuestro recorrido encontraremos además numerosos paneles con fotos y textos explicativos de todos estos edificios y lugares de Tapia 


En otra fachada leemos: «TRAVESIA DE LA / MAESTRA / BERNARDINA CAMPOAMOR», nacida en 1887 en Figueras/As Figueirasquien ejerció aquí la docencia nada menos que cuarenta años, oficio que le inspiró su madre, también maestra. Inició su labor en la Escuela del Patronato San Martín de Tapia, jubilándose en 1957, año en la que es glosada por el periódico El Faro el 7 de mayo de 1957


Al lado de esta fachada, donde volvemos a cruzar la calle Marqués de Casariego, se extiende la Plaza Campogrande, por donde iremos regresando a la calle del Muelle


En medio la Plaza Campogrande vemos una gran placa con monolito, a ella nos dirigimos primeramente...


Nos encontramos con el monumento a Fernando Villaamil y los héroes de Cuba, alegoría de este ilustre marino, caído con su tripulación ante la escuadra norteamericana en la batalla de Santiago de Cuba en julio de 1898, y que, entre numerosas proezas, realizó la circunnavegación del mundo en la fragata Nautilus, siendo además el inventor del destructor


Nació Fernando Villaamil en la casa solariega de su familia en Serantes, entonces concejo de Castropol y hoy de Tapia, el 23 de noviembre de 1845, tercer hijo del abogado Fermín Villaamil, que metido en política, sostuvo pleitos que arruinaron una fortuna familiar con 1.000 años de historia, vendiendo el solar de su estirpe y abandonando a su familia yéndose a Barcelona, un suceso que marcó la vida del marino, que de joven estudió náutica y matemáticas en Ribadeo, Oviedo/Uviéu y Madrid, entrando con 15 años en el Colegio Naval de San Fernando de la Armada, siendo destinado a Filipinas, donde capitaneó su primer barco y luego a Puerto Rico, donde libró su primera batalla. Regresó a España como teniente de navío, siendo profesor en la escuela naval flotante en la fragata Asturias con base en Ferrol


Fernando Villaamil empezó a diseñar de buques contratorpederos, la gran preocupación del momento. Así, estando al tanto de la nueva tecnología naval, diseña un proyecto por encargo del ministro de Marina, y solicita proyectos a diferentes astilleros británicos, resultando elegido el de los escoceses James & George Thomson con su nuevo buque Destructor, entregado a la Armada Española el 19 de enero de 1897, el cual sería imitado por las marinas de guerra de numerosos países, logrando Villaamil fama internacional al navegar con él por varios puertos


En 1892 el ministerio de Marina aprueba su proyecto de vuelta al mundo a vela para conmemorar el IV centenario del descubrimiento de América, dentro del aprendizaje de los guardiamarinas de la Armada, zarpando así con la corbeta Nautilus de Ferrol el 30 de noviembre, con una tripulación mayoritariamente de gallegos y asturianos, por lo que sonaron las gaitas como banda sonora de la larga travesía, arribando a Las Palmas, Bahía, Ciudad del Cabo, Puerto Adelaida, Sidney, Port Lyttelton, Valparaíso, Montevideo, San Juan de Puerto Rico, Nueva York, Plymouth y Brest, finalizando el domingo del Carmen en La Concha de San Sebastián. Fruto de aquella singladura publica Viaje de circunnavegación de la corbeta Nautilus, en el que premonitoriamente llega a plasmar en una frases sus temores a un enfrentamiento futuro con Estados Unidos, tras visitar los arsenales de su Armada en Filadelfia:
"Sin que yo pueda penetrar en los fines que se propone esta nación, [...] observo que en estos últimos años, de modo inesperado, dedica su atención y créditos a adquirir buques de guerra que representen la última expresión del adelanto de la arquitectura naval"

Y así, luego de un terrible cúmulo de decisiones desastrosas, políticas y militares, estalla la guerra en 1898, falleciendo Villaamil en la encerrona de Santiago de Cuba el 3 de julio de aquel año, tras echarse abajo algunas de sus propuestas para intentar evitar, o al menos paliar, lo que se avecinaba 


En esta estampa reflejada en este cuadro de bronce en relieve se ve no obstante un puerto más apacible que el de aquella tragedia, el mismo puerto de Tapia, que visitaremos a continuación


Para ello habremos de cruzar toda la explanada de la plaza para seguir hacia la calle del Muelle...


Caminamos primeramente al lado de esta casa unifamiliar con gran bajo comercial de enormes cristaleras, donde abrieron sus puertas varios negocios


Vemos ya de frente la gran entrada con escalinatas, columnas y pórtico, a la que fue Cámara Agraria y Casa Sindical, la cual veíamos antes por su parte posterior al llegar al centro de Tapìa y tomar el camino señalizado de la iglesia. Cerca estaba la casa de la popular maestra Bernardina Campoamor, además del mencionado fotógrafo Everardo Fernández Cadenas, El Súcaro 


En lo alto un gran letrero: "CAMARA AGRARIA LOCAL"



Y a la izquierda un edificio muy importante y de larga historia, que fue fábrica, comercio y baile: todo empezó con Fernando Pérez Casariego, sobrino del marqués emancipador de Tapia, y constructor del puerto al que nos encaminamos, que en 1862, compró a María Josefa Vior una casa, luego llamada Casa da Fábrica, donde fundó la fábrica de jabones y cerillas La Casualidad, que se terminó en 1868


Después, en 1879 y en este mismo lugar, fundó una conservera, que en ese mismo año recibió varios premios, uno el la Sociedad Económica Gaditana de Amigos del País, otro el de la Exposición Regional de Galicia en 1880, así como en Londres en 1883


En 1898, la fábrica era propiedad de Manuel Pérez Casariego, aunque a su muerte aparece publicado un anuncio en el que se vende o alquila la "acreditada fábrica de conservas del apoderado don Baldomero Pérez y Martínez". En 1901, fue tasada en 25.000 pesetas y vendida a Lorenza Méndez, viuda de Manuel. En 1924 pasó a ser la farmacia de Julián Aragón Teijeira, traspasada en 1928 a Andrés Menéndez


En 1927 puede decirse que empieza su larga su época dorada, pues abre aquí sus puertas el famoso cine Edén, inaugurado por  Leonor Pérez y su marido Luciano Méndez, que con diferentes nombres y vicisitudes estuvo abierto hasta 1927-1987, pues entre 1975 y 1984 fue la discoteca El Ancla. También estuvo la cantina del Edén, un supermercado y una tienda de telas. De esto y de sus trazas constructivas dicen en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA)
"Está construida con los materiales propios de la arquitectura local: mampostería irregular de pizarra para las fachadas y pizarra en las cubiertas, reforzada con teja árabe en las cumbreras. Actualmente y tras las sucesivas reformas, para acomodarla a sus distintos usos, ha perdido todo el cerramiento o muro exterior, compuesto por un murete y una rejería entre pilares cuadrangulares coronados por chapiteles, y los casetones del desván. El piso inferior de la fachada principal también ha sido notablemente alterado, cegando los cuatro vanos rectangulares y abriendo en su lugar otros de mayores dimensiones. Tampoco existía el porche del lado izquierdo ni el revestimiento de pizarra de la parte inferior. Todo no ha hecho más que contribuir a la perdida de la identidad del inmueble. Es un edificio monumental, de grandes proporciones, que tiende hacia la horizontalidad y la escasa altura, quizás por influencia de las casas rurales gallegas. La planta es rectangular, organizada en torno a un patio central. Lo más destacado es la fachada principal, apaisada y donde aún perviven sin alteración los cinco vanos del piso superior. Es una fachada equilibrada y con una disposición simétrica de los vanos. El principal es de medio punto rebajado y el resto adintelados. También abundan los vanos en las fachadas laterales, algunos cegados. La presencia de un número tan elevado de vanos viene determinada por ser un arquitectura dedicada a la producción industrial y en la que se buscaba, ante todo, comodidad y luminosidad"

Y este sería el local en el que en 1965 la familia Alonso, los del Café Moderno, abrirían El Edén, la gran sala de ocio y cultura de Tapia que funcionó hasta 1987. Félix Martín Martínez, Félix da Ponte, escribió de él el libro El Edén. un espacio de cultura y diversión el Tapia de Casariego 1927-1987, publicado en 2017, recordando que fue además de cine, baile y discoteca, zarzuela, salón de bodas, local de mítines sindicales y políticos, etc. Manuel Díaz Aledo, por su parte, publica en Desde El Faro de Tapia estas sus impresiones:
"Allí viví las mil sensaciones de las películas habituales de la época, que hacían nuestras delicias: las del Gordo y el Flaco, las de Cantinflas, las del Oeste, las de capa y espada, las de romanos, las de bailaoras y toreros, las de bandoleros de Sierra Morena y patriotas contra el ejército de Napoleón, las de batallas de americanos o los aliados contra japoneses y alemanes, los extraordinarios dibujos animados de Walt Disney, las comedias americanas, las españoladas, las de carácter religioso y tantas otras que marcaban géneros distintos. Pero el denominador común, al margen de su mayor o menor calidad o de la cantidad de cortes e interrupciones que se sufrían por el deterioro de las cintas que llegaban a cada pueblo, era que suponían un par de horas de entretenimiento colectivo, entre risas o llantos, entre emociones o aburrimiento. La gente disfrutaba con el cine y comentaba cada día, con los suyos, los avatares de la última película que habían visto. Por eso, el Cine Edén, con sus limitaciones, ha quedado en el recuerdo de todos los que vivíamos en Tapia en aquellos años cincuenta"

El 20-11-2012 Tania Cascudo publica una entrevista en La Nueva España a Floro Díaz, operador de cine en aquellos años, titulada El "artista" del cine Edén de Tapia: de la que extraemos unos interesantes retazos:

«Casi se puede decir que fui artista», bromea el tapiego Floro Díaz. Y es que durante años ejerció como operador de máquina de cine, primero en el mítico «Edén» de Tapia y después en las salas «Pombo» y «Esperanza» de Mieres. Pero aunque el cine fue su verdadera pasión -«lo que más me gustó después de mi mujer», añade- dedicó su vida a un sinfín de variados trabajos, que ahora repasa desde su casa de Tapia donde el próximo 18 de enero cumplirá 88 años.
A Díaz le brillan los ojos cuando habla de los años de esplendor del cine «Edén», toda una institución en la villa tapiega. «Fue una pena que lo tirasen, tenía unos palcos preciosos, el gallinero, el escenario...». Ubicado en pleno centro de la villa, el «Edén» alternaba su papel como cine con el de salón de bailes. Precisamente como Floro no tenía dinero para pagar la entrada al baile de los domingos se ofreció a limpiar el local para entrar gratis. Así fue como empezó a trabajar en el cine. Se encargaba, junto a otros vecinos en su misma situación, de limpiar la pista de baile y colocar las butacas para el inicio de la función. Por aquel entonces trabajaba como operador Eugenio Tamancio, al que sustituyó cuando se marchó de Tapia. 
Floro se ocupaba de recoger la película en la parada del Alsa y de prepararla horas antes de la función: «Cada película venía en varias cajas y en la primera venía una carta en la que estaban las frases censuradas. Era una pena porque siempre quitaban lo mejor. Después había que empalmar la película, cortarla y ponerla en los rollos», relata. Cuando, por razones de trabajo, se tuvo que marchar a Mieres, pidió trabajo en los cines de la zona. Fue así como siguió proyectando las películas en las salas «Esperanza» y «Pombo». 
Sólo una vez recuerda haberse visto en un apuro. Fue en el cine tapiego durante el visionado de una cinta de Luis Buñuel titulada «Don Quintín, el amargao». De repente se le incendió la película delante de sus narices y por un momento se mascó la tragedia ya que se vieron las llamas en la pantalla. No obstante trabajó rápido y logró solucionar el problema. «La gente se puso nerviosa pero vieron que encendía rápidamente las luces y que no pasaba nada. Lo arreglé y siguió la película». 
Díaz explica que el trabajo de operador no era excesivamente complicado pero la máquina requería conocerla bien. Después, indica, había que estar pendiente de que la película «estuviera bien enfocada o con la suficiente luz». En las primeras sesiones seguía el pase desde el cuarto del operador, pero luego, tras verlo varias veces «terminaba aburrido». Pese a todo no se olvida de aquellos años y tampoco de las películas de entonces"

Ya antes, en el año 2007 Esteban Nogueiro Fernández escribe el artículo Metamorfosis y baile nel Edén, publicado en la revista Entrambasauguas:


Y así, desde El Edén y Plaza del Campogrande, nos dirigimos con paso firme de frente a otro edén, el puerto de Tapia, siguiendo todo recto...


Así, seguimos enfrente de este edificio hacia la farola, para ir saliendo de la plaza...


Bajamos por estas escalera, ya hemos realizado el primer circuito por la zona alta de la población: volvemos al cruce de la calle del Muelle con la de San Martín, con As Hortas, por donde hemos venido desde Represas y el albergue de peregrinos


Tras bajar las escaleras y tomamos entonces la calle del Muelle, yendo ahora a la izquierda


La calle es como una rampa, que baja directa hacia el puerto, antaño de gran trajín de pescadores y pescantinas o pescaderas. Nosotros continuamos todo recto y de frente, pero hemos de decir que a la izquierda, en la calle Santa Rosa y hacia el histórico barrio de San Blas, estuvo el  Hospital de San Esteban de Tapia, con casa de planta alta y huerto, una cama para peregrinos, otra para sacerdotes, mas una caldera de cobre en la que se hacía la comida


Su primera referencia escrita aparece en un documento de finales del siglo XV, donde se dice se atendía por entonces a los leprosos. Hace poco aún quedaban a la vista restos de uno de sus pilares. En el siglo XVIII su mantenimiento se basaba en cuatro chupines de pan, un ducado, un ferrado de trigo y limosnas de los feligreses. Era propiedad del vecindario y su usufructuario, Juan Fernández de Salave, había de dar posada a los peregrinos que lo solicitasen. Leemos en la Gran Enciclopedia Asturiana, tomo 13 voz Tapia, pág. 247:
"El antiguo camino de Santiago por la costa cruzaba estas tierras, mas que camino, mas que camino era ua ruta para peregrinos, los cuales descansaban en los conventos de San Esteban de Tapia y Tol, de los que no queda ningún vestigio. Hospitales para peregrinos existían en Salave y en San Esteban de Tapia"


Recordemos una vez más que el término hospital tenía por entonces un concepto más de alberguería o refugio para pobres que de centro sanitario, si bien sin duda se hacían curas y atenciones más o menos elementales. En ese aspecto llama la atención cómo en algunos, como este de Tapia, hay noticias de la atención a los leprosos, al menos en el siglo XV, importante antecedente de su especialización sanitaria. Otra de sus evoluciones fue, ya en el siglo XIX, en los hospitales de caridad, ahora albergues de transeúntes


Vemos que pobreza, necesidad, enfermedad y peregrinación iban parejas. Y es que prácticamente nadie, salvo gentes muy adineradas y con buena escolta, podían pulular andando por los caminos con dinero para largos trayectos. No había bancos, no había tarjetas de crédito y sí muchos pícaros, truanes y bandoleros, lo que unido a la filosofía de renuncia y pobreza piadosas que implica el camino, también de aventura y riesgos, hacía que la inmensa mayoría de los peregrinos buscase acogida en estas fundaciones, o pidiese limosna, o hiciese algún trabajo ocasional para subsistir, o fácilmente se hiriese o enfermase. Ya en el siglo XII el Codex Calixtinus prevenía de ello:
“Los peregrinos se han de prever con mucho cuidado contra ciertos estafadores a quienes vulgarmente se da el nombre de cinnatores, los cuales acechan los caminos”
  
“Unos cambian con monedas falsas, otros en el cambio les roban, otros asemejan vender correas, cintos, cíngulos, guantes, cera o alguna otra cosa, fingiendo darlas a bajo preciso”
No, no eran por lo general las peregrinaciones de hoy en día con su relativa seguridad y comodidades, donde que el agua no esté caliente o que falle la wifi ocasiona a veces grandes altercados. Es más, en algunos países la peregrinación se imponía como castigo a ciertos delitos


De todas maneras nunca faltaron gentes andando por los caminos de peregrinación, quedarse en casa no siempre fue mejor en tiempos de pestes, guerras y hambrunas, si bien están en cuestión las motivaciones y el número de verdaderos romeiros. Se sabe que para no pocos era una forma de vida, miserable pero forma de vida, rogando limosnas, lecho y comida, los "clérigos vagabundos y falsos peregrinos". Se sabe de gente que huía de deudas, persecuciones, justicias y venganzas. Lo que no quiere decir que efectivamente muchos lo hiciesen por promesas y compromisos piadosos. No pocos fallecían, a veces familias enteras, puede comprobarse en algunos de los libros de difuntos que se conservan de otros hospitales


Por ellos, por estos sufridos peregrinos y transeúntes, se fundaron estos refugios, de los que leemos en el Diccionario histórico de Asturias de La Nueva España (voz hospital):
"Durante la Edad Media se fundaron varios hospitales por diversos lugares del territorio asturiano. Estos hospitales medievalaes eran en realidad unos albergues para peregrinos y enfermos y no instituciones propiamente sanitarias, según el concepto que tiene ese término en la medicina moderna. Su principal finalidad era la hospitalidad, cobijando a los peregrinos y transeúntes, aunque también albergaran a algunos enfermos y desvalidos (,,,)

En el siglo XIX se completa el proceso de transformación de los hospitales en centros de atención médico-sanitaria, dentro ya del concepto y características que hoy tienen"

Siguiendo por la calle del Muelle pasamos ahora este cruce de frente pasando junto al edificio El Pilón, donde está el mesón de este nombre

El Pilón debe su nombre a este lugar, solar de una de las históricas fuentes de Tapia. con su gran pilón para sus aguas, en medio de la siguiente bifurcación, en este mismo camino del puerto y que vemos ya al fondo: A Fonte Nova

A Fonte Nova, antiguo suministro de la población, que se dice fue construida también por patrocinio del benefactor y creador del concejo Fernando Fernández Casariego, cuando aún no había agua corriente en las casas, en un emplazamiento idóneo, entre los barrios de San Blas y San Sebastián, los más antiguos de Tapia

 Y el lugar es además donde arranca la calle del Sacramento, por las que pasaban las procesiones de la antigua iglesia de San Martín, sucesora del convento de San Martín o San Martino de Mántaras, fundado en 1054 por la condesa Ildoncia, dueña por entonces de estos parajes, que luego sería la iglesia de una de las parroquias, junto con la de San Esteban de Mántaras, antiguo convento de El Lago, fundado en 1032, que formarían la población al unirse tras la creación del concejo en 1863


Es por tanto una de las más populares, sino la que más, de las fuentes de Tapia. Fue reparada y mejorada por José García Villamil, Patega, emigrante tapiego que regresó con fortuna de América y que, como muchos americanos, invertía en obras públicas a manera de benefactor


Era centro de reuniones, tertulias, e incluso de citas y noviazgos, inspiración de escritores y musa de poetas, además de punto de luz, pues una buena triple farola sale de su columna central e ilumina esta especie de plaza en torno a ella


A causa del tamaño de esta estructura, circular y en forma de taza, se la conoce también como Fonte del Pilón. Alrededor, sus cuatro piletas rectangulares sirvieron durante años de lavadero de pescantinas y de ropa, así como bebedero para el ganado, pues puerto y aldea estaban prácticamente unidos.


 La urbanización de la antigua villa tapiega con la construcción experimentada con el auge turístico la respetó especialmente


En su columna manan dos caños, uno a cada lado. Se conservan las barras de hierro donde se posaban os caldeiros, xarras y otros recipientes, para llenarlos


En Adiós fontes, adiós ríos de Tapia de Casariego escribe también de esta fuente Félix Martín Martínez:
"Dende finales del siglo XIX disfrutamos da Fonte Nova ou Fonte del Pilón, que de forma circular, y con un fuste central del que salen dous canos (uno xa perdido y con reposto de ¡pvc!), foi bebedeiro del gado, lavadeiro de pescantinas y de roupa, valéndose pra elo das súas cuatro piletas rectangulares. Tal vez debido a súa céntrica ubicación, El Pilón é a máis popular das fontes del conceyo, lo que deu nome a un dos sous máis emblemáticos establecimentos hosteleiros, al grupo de baile tapiego, y é hasta el sito de celebracióis futboleiras, propias y ayías. Debido a esto, y atendendo máis a un anacronismo de parte del Consistorio, qu'á propia hestoria, a súa reproducción en miniatura convertíuse en obxeto de recordo y distinción a foráneos ou homenaxeados. Pos ben, nin siquera por concordancia, se ye presta atención algúa. Na actualidá ta seca. A ela cantábaye el poeta Vargas Vidal: 
"También a saludarte, Fonte Nova, 
he venido encorvado por el tiempo

                    Aún sigues hierática, abundosa,

                    con tus hilos de plata, sempiternos"


También aquí, un texto en panel informativo nos cuenta su historia



En el entorno de A Fonte Nova se fundaron algunas de las antaño célebres conserveras tapiegas:  en 1940 Conservas Venecia, una conservera que carecía realmente de maquinaria y se limitaba a preparar el pescado para mandarlo a envasar fuera, siendo la primera que cerró, allá por 1957


Tres años más tarde cerraría la de Dolores Bravo e hijos, que construyó aquí su fábrica luego de estar en la fábrica arrendada a Leonardo Pérez. Datos de Tania Cascudo Loza en Ayer y hoi das conserveiras tapiegas (revista Entramasauguas nº 23 año 2007)


Visitada, con todo merecimiento, esta emblemática fuente, seguimos hacia el puerto por la calle del Muelle. Conoceremos así las dos partes de la población. Primero siguiendo exactamente las conchas camineras hemos ido a la carretera y los edificios construidos en lo que era un campo de las afueras, Campogrande, que se configuró como en ensanche o crecimiento tapiego hacia el sur, fuera de su núcleo originario, tras la creación del concejo


Ahora vamos a conocer el núcleo originario, el puerto, lo que fue durante siglos la población y sus barrios de pescadores, un entorno portuario donde se asentaron más conserveras, como Conservas Perán, fundada en 1940, en plena posguerra, con fábrica también en la coruñesa Cambados y que en 1942 pasará a ser Conservas Terín, con su propio barco de este mismo nombre, la cual llegó a ser la mayor de Tapia, con más de 100 trabajadores contratados, estando a punto incluso de enlatar fabada, toda una novedad por entonces, por ello su cierre en 1968 fue realmente traumático en Tapia


Llegados ante este bloque de pisos entre las calles del muelle y de la fuente, iremos a la izquierda


Cierto es que las operaciones inmobiliarias no solo han construido en las zonas de expansión urbana al sur, al este y al oeste de la villa, sino también en esta zona interior, que se ha transformado, pero ya vemos al fondo alguno de los edificios antiguos que le dan personalidad especial a estas poblaciones, casi todos soberbiamente restaurados...


De frente al edificio de pisos iremos a la izquierda. Es posible que ya desde aquí, sino antes, ya percibamos el olor del salitre del mar, o de los guisos de pescado, en las tabernas del puerto, aunque aún no lo veamos. De todas maneras, el apostar por el turismo hizo que el precio del suelo hiciese inviable el mantenimiento de conserveras en el puerto y sus cercanías, haciéndose las nuevas en los polígonos industriales fuera de la villa, como El Viejo Pescador, fundada en 2000 por Emiliano Álvarez, o Entreislas, fundada en 2001 por Verardo Fernández, Verardo del Súcaro


Al fondo asoman ya las casas del barrio de San Blas y A Guardia, con sus verdes laderas de San Blas que dominan al puerto


Llegando al puerto, distinguiendo a lo lejos el dique del Rocín y pasando esta casa, iremos yendo a la derecha...


La adoquinada explanada del muelle: La Plaza o Plazoleta del Mar, con sus tascas, tabernas marineras y terrazas, un precioso paseo en el que vemos las dos bandas o partes del puerto. Aquí dicen, para separar ambos lados A Ribeira y Outra Banda, como comentaba Amalia de Carruyo en la entrevista que le hizo Manuel García Galano en la revista Entrambasauguas nº6 (1997):
"Síntocheme más da Ribeira que del Outra Banda, ¿ques crerme? Anque vivimos us anos aló enriba, al pé del Campo de San Sebastián, acó na Ribeira, meus hirmaos y Suso, el fiyo que tuven, aprenderon a remar, a nadar y a aferse col mar. Sempre nel auga ou na veira d'ela"

 En Sobre el confín, una isla de elegancia, artículo publicado en el periódico La Nueva España y del que son autores Fermín Rodríguez y Rafael Menéndez (dentro del apartado Asturias nuevas y viejas polas), hallamos esta preciosa descripción:

"Sobre el confín aparece Tapia, centrando la subunidad costera comprendida entre cabo Branco y cabo Langosteiro, donde la rasa, ocupada por campos regulares y ya muy baja, se sumerge en las aguas del Eo. El frente costero pierde vigor y describe una línea catenaria en la que los senos se llenan de arena en playones como Ribeiría, Anguileiro, Esteiro, Salleiro o Pantorga, que rodean el saliente de cabo San Sebastián, desde donde Tapia mira de frente al mar del Norte, de tú a tú, acomodada a la línea de costa que aquí se hace amable y recortada. Por eso en Tapia, villa y puerto, son una misma cosa. Unos mínimos apoyos rocosos sirvieron para dar resguardo a las embarcaciones que faenaban desde el pequeño puerto y a partir de ahí se conformó una población que tardó en decidirse a dar el paso a villa"

El puerto de Tapia ya aparece documentado en el año 1300 en la Carta Puebla de Castropol como puerto de las "Tapias, con sus azores, azoreros y montalgos", constatándose, como en todos los del Cantábrico, la presencia de balleneros vascos, en concreto de Orio, aparece documentada en el siglo XVII en una reunión entre estos y los vecinos del lugar, a la vez que también aparecen en otros lugares de esta costa. Algunos apellidos actuales parecen tener ese origen, es posible que ya en el siglo XIII visitasen estas cosas y posteriormente comenzasen a asentarse. Su actividad cesaría con la práctica extinción de los cetáceos del Cantábrico en el siglo XVIII


Más antiguamente estas serían ensenadas y embarcaderos naturales de los pobladores castreños. La protección de la dársena natural y la facilidad para la arribada de embarcaciones en el antiguo arenal aquí existente, hicieron de este un buen lugar para el asentamiento de pobladores permanentes desde la remota antigüedad


El propio topónimo Tapia parece delatar antiguas construcciones de viejos muros o tapias para protegerse de los vientos marinos, paredes que se veían desde la lejanía, empleadas para proteger los campos de cultivo de la salinidad y de la arena


Del viejo puerto se conocen ya en la Edad Media y Moderna los primeros barrios de pescadores, San Sebastián, San Martín, San Blas o San Esteban, pero aunque no haya testimonios escritos es fácil suponer que el abrigo natural del embarcadero era ya empleado desde la prehistoria, y los pobladores del castro El Toxal, antecesor de la actual Tapia, lo aprovechaban


El puerto medieval estaría vinculado a los balleneros hasta la práctica extinción de los cetáceos en el siglo XVII. Incluso en algún momento se especuló con la posibilidad que hubiesen sido ellos los fundadores de Tapia, entonces aldeas de las parroquias San Martín y San Esteban, aunque se estima que fue realmente un establecimiento permanente de los mismos en una población preexistente, tal y como existían en otros muchos puertos cantábricos


En la plaza, en concreto en la explanada del muelle, está el emotivo monumento Homenaje a los hombres y mujeres de la mar, obra de Roberto Cartategui inaugurada en julio de 1999


Es la emotiva y dramática escena en la que un pescador, desde la lancha salva a un compañero caído al mar acercándole el arpón para que se agarre y pueda salir del oleaje 


Fue costeada por suscripción popular entre el vecindario de Tapia, gracias a la Asociación de Vecinos y Cultural Virgen del Carmen, con la que se rinde especialmente tributo a las personas desaparecidas en la mar:
"A los hombres y mujeres de la mar, hermanos en el amor a esta tierra, que amanecer tras amanecer salen a ganarse el pan. Y a cuantos un día partieron y nunca más retornaron"

Leemos también en Desde El Faro de Tapia:
"Tapia era un pueblo intrínsecamente pesquero. La flota era pequeña, como el pueblo entonces y los marineros constituían un grupo no excesivamente numeroso. Aparte de algunos pesqueros pequeños, había bastantes embarcaciones de remo y vela y algunas de motor. Pero todo el pueblo vivía el mar, conocía los barcos y sus tripulantes, sabía de patrones y costeras. La entrada y salida de las embarcaciones era seguida siempre con interés y emoción. Ir al muelle a ver las lanchas y pesqueros era un espectáculo de obligada contemplación. Y los niños vivíamos casi dentro de ellos, tal era nuestra curiosidad por todo ese mundo marinero.

Vibrábamos emocionados ante la descarga de una buena pesca, viendo las cestas y cajas repletas de peces o los contenedores con cebo vivo para la costera del bonito, formado por infinidad de pequeños pececillos. O cuando la flota, no podía salir a causa del temporal o el mal tiempo que golpeaba con saña los dos diques de entrada en la bocana del puerto. En bastantes ocasiones, el temporal hacía saltar sus bravías olas por encima de esos diques de protección y les permitía entrar furibundas en el interior de la dársena. Ésta era, no obstante, abrigada a toda clase de vientos y marejadas. Era y es un buen refugio, pero de muy poco calado. Sólo servía para pesqueros o pequeñas embarcaciones. En esos días se subían a tierra los barcos y lanchas, tirando a mano de gruesos cabos, por las rampas del muelle"

Recordemos que aquí era donde desembocaba el Regueiro del Córrigos, desviado de su curso original hacia el Ribeiro de Represas en el siglo XVII con la finalidad de proporcionar fuerza motriz a un molino harinero. En la antigua desembocadura de formaba un lago, El Espinadal


El gran muelle pesquero actual se debe también al benefactor Fernando Fernández Casariego, marqués de Casariego y Vizconde de Tapia, el magnate que consiguió hacer de Tapia villa y concejo independiente, si bien sería en realidad su sobrino Fernando Pérez Casariego quien, como la nueva iglesia, que acabamos de ver, lo haría realidad. Este firmaría el primer proyecto, presentado en 1864 en el Ministerio de Fomento, que se echaría abajo a causa de su presupuesto de 5.295.542 reales de vellón, con la idea que fuesen aportados a partes iguales por el benefactor y el Estado


Así fue que el siguiente proyecto, de 1869, con un presupuesto de 312.794 reales, fue aprobado el 29 de marzo de 1870, acabándose las obras en 1880. El IPAA o Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias cataloga así sus muelles:
"El puerto de Tapia es una amplia construcción compuesta por cuatro diques o muelles, todos construidos con granito de Galicia entre 1870-1780. Todas sus características constructivas y estructurales no han variado en exceso hasta hoy día. Los diques son los de Afuera (muelle de Fora), que avanza hacia el Oeste desde la Isla del Faro, de 135 m de longitud; dique del Rocín, al Oeste, que arranca próximo a la punta de San Blas, de 105 m de longitud; dique de Entreislas, que une la Isla de Faro con tierra firme y mide 55 m; y finalmente, muelle de Tierra o de Comercio, de 140 m de longitud y con una cabeza de forma trapezoidal cuya base mide 45 m de ancho. Precisamente, ahí se ubica la casa del benefactor, Pérez Casariego. Todos ellos forman un espléndido conjunto de ingeniería. Algunas de sus partes fueron alteradas"

En 1946, se reconstruyó el dique de Afuera y se repararon los de Rocín y Entreislas (al fondo), el segundo comunicación terrestre con A Illa de Tapia, donde está el faro, que veremos enseguida, siendo todos proyectos del ingeniero José Álvarez Castelao, así como más tarde el de la reparación, entre 1949 y 1952, del pavimento del muelle de Tierra, trabajo adjudicado a Ramón Pérez González. En 1953, se aprobó también de Castelao el proyecto de Edificio para rula y vivienda del guardamuelles, así como en 1954 el del secadero de redes de San Martín


En la página del Ayuntamiento de Tapia dedicada al puerto este se presenta así:
 "El puerto de Tapia es una amplia construcción compuesta por cuatro diques o muelles, todos construidos con granito de Galicia entre 1780-1870. Todas sus características constructivas y estructurales no han variado en exceso hasta hoy día. Los diques son los de Afuera (muelle de Fora), que avanza hacia el Oeste desde la Isla del Faro, de 135 m de longitud; dique del Rocín, al Oeste, que arranca próximo a la punta de San Blas, de 105 m de longitud; dique de Entreislas, que une la Isla de Faro con tierra firme y mide 55 m; y finalmente, muelle de Tierra o de Comercio, de 140 m de longitud y con una cabeza de forma trapezoidal cuya base mide 45 m de ancho. Precisamente, ahí se ubica la casa del benefactor, Pérez Casariego. Todos ellos forman  un espléndido conjunto de ingeniería. Algunas de sus partes fueron alteradas"

Nuestra ruta propuesta para que los peregrinos conozcan y disfruten del puerto de y villa de Tapia sin separarse excesivamente del camino, seguiría pues desde el muelle por este hermoso paseo marítimo y portuario hacia el barrio de San Blas, así llamado por la capilla de este nombre (siglo XV o XVI), para continuar por A Guardia y Os Cañóis con la idea de proseguir hacia la Playa A Ribeiría y las de As Furadas, El Murallón y Os Campos, enlazando en la Avenida de Galicia, antes de A Volta, y saliendo ya del casco urbano, con las señales oficiales de la ruta, las conchas y flechas amarillas


Ni qué decir tiene que aún habría muchísimo que ver en Tapia, recomendando especialmente continuar por la Avenida del Muelle hacia el Faro de Tapia y subir a la capilla de San Sebastián, pero para no extendernos demasiado le dedicaremos una entrada aparte en este blog


Subimos desde aquí entonces hacia A Guardia y Os Cañóis. dejando a la derecha la rampa, y desde la barandilla la rampa y contemplamos este hermoso paisaje de la flota pesquera en el puerto


Paisaje y paisanaje tapiegos de los que uno de sus grandes cronistas es el gran escritor Manuel Díaz Aledo, y así nos lo describe en sus recuerdos Desde El Faro de Tapia:
" El muelle de Tapia era, para los niños de entonces, de una profunda atracción. Nos quedábamos extasiados ante un barco de pesca que entraba o salía del puerto, ante la descarga de pescado en cajas que se apilaban o arrastraban hasta la cercana Rula o Pósito de Pescadores, ante los preparativos de las redes de un pequeño bote de remos o vela que se disponía a salir para pescar de noche, ante la subida a bordo de los marineros listos para zarpar. Todo era objeto de admiración y contemplación. Conocíamos a todos los barcos y botes de pesca de Tapia. Veíamos una y mil veces su puente, su casco con el nombre en un costado, la imagen de la Virgen que solían llevar todos ellos en el frente del puente o adosada a un palo"

También nos habla este autor de algunos de los grandes pescadores tapiegos de mediados los años 50 del siglo XX, como el Patrón Mayor José Señeirz, o Manuel Méndez, Luis González Vigier, Ramón Santa María, Manuel López,, Francisco Méndez Presno, José Arias, José Ramón Díaz, o los armadores Ángeles y Adolfo Pola, Juan y Manuel Mariñas; el rulero de la Cofradía de Pescadores Casiano Cuervo o las exportadoras de pescado Carmen Pérez Loza y Amalia López


A la derecha, casi en medio de la foto, la Cruz Roja, y a su derecha la Cofradía de Pescadores San Pedro, a la izquierda de las terrazas. Solían antaño predominar en la rula las subastas de bonito, sardina, bocarte, paparda, abadejo, chicharro, rodaballo, raya, congrio, y mariscos como langostas, centollos, nécoras y percebes. También había conserveras, de las que algunas hemos hablado, Albo, Bravo, Terín, Fernández y Peláez, principalmente de bonito, sardina y anchoa...
"La costera de algunas especies eran objeto, en ocasiones, de una portada del periódico, tal como la que señalaba El Faro de Tapia: Comenzó bien la costera del bocarte. Mas de cien mil kilos capturados en tres días. Se decía en ese reportaje que era tal la abundancia de la pesca que se llegaron a juntar, para su descarga en el muelle de Tapia, hasta dieciséis embarcaciones. La mayor parte de esta abundante pesca fue a parar a las fábricas de conservas del pueblo. Se terminaba indicando que se habían vendido en tres días, 101.056 kilos de bocarte en 271.724 pesetas. Poco después, le llegaba el turno a otra costera: la del chicharro, en la cual y en un solo día, se habían subastado en la Lonja de Tapia unos cincuenta mil kilogramos de esta especie, por un importe de 125.000 pesetas, la mayoría de las cuales pasó, también, a las citadas fábricas locales"

Repasa asimismo en sus crónicas una relación de artículos y noticias del periódico publicado entre 1956 y 1958, El Faro de Tapia, del que Díaz Aledo que hace buenos compendios y comentarios de sus noticias y artículos:
"... lo que se contaba en las páginas del periódico, en el verano de 1957 bajo el título de Las fábricas adquirieron importantes partidas de chicharro. Se señalaba que, a principios de junio, había tal cantidad de abadejo en las costas del Occidente Astur como no recordaban los más viejos del lugar. Pero, el mal tiempo vino a continuación y arruinó la pesca de esos días. Se esperaba, con expectación, la costera del chicharro y,  a finales de julio, apareció una gran cantidad de esta especie. Las fábricas compraron toda la producción a este precio. Se comenzó vendiendo a 2,50 y 3 pesetas, para caer los precios  hasta una peseta el kilo. La costera del bonito no resultó precisamente lucida"

También se daba cuenta de los bajos precios de subasta en comparación luego con los del mercado, al consumidor...

“...Los precios de subasta en lonja han sido bajos, sobre todo para la sardina, que se pagó a un máximo de seis pesetas kilo, la de tamaño grande, mientras la de mediano no llegaba a las cuatro pesetas...Nos imaginamos los comentarios de las amas de casa de tierra adentro, una vez que hayan leído estas líneas. Ya nos suponemos que ellas han tenido que pagar este pescado a precios posiblemente tres veces superiores. Esto revela que los intermediarios siguen obteniendo beneficios muchos mayores que los pescadores. Pero eso hace mucho tiempo que todos lo sabemos...”

Según subimos, además del puerto tenemos, en el otro lado o banda, una hermosa vista de otro de los originarios barrios de pescadores de Tapia, San Sebastián, en cuyo alto de A Talaya está la ermita de esta advocación, lugar donde se prendían hogueras para avisar a las embarcaciones que volvían a puerto de la peligrosidad de la entrada en momentos de galerna y temporales


Donde antaño estaban las bodegas (almacenes) de los pescadores, debajo de las viviendas, o abrían sus puertas algunas tiendas o tascas marineras, abren ahora en estos bajos sus puertas diversos negocios de hostelería, apreciados por su gastronomía, y en la explanada del puerto se habilitan terrazas, especialmente concurridas en verano


Cuesta arriba, pasamos ahora al pie de la Casa del Mar, otro gran mirador sobre la ensenada tapiega


Antiguamente, hubo un gran muro, hoy desaparecido, El Murallón, que separaba este abrigo de las playas, situadas al oeste. Se sabe que, antes de construirse, los vendavales formaban grandes tormentas de arena del viejo Puerto de las Tapias. Los vecinos recogían la arena y esta era acarreada de un lugar a otro sin terminar de resolverse el problema, pues la arena acumulada causaba perjuicios allá donde se llevase


En 1843 los perjudicados recurrieron al alcalde de las Hermandades de San Martín, y este a su vez al Ayuntamiento de Castropol, al que aún pertenecía Tapia, sin que nada concreto fructificase, habiendo de esperarse a la resolución de las altas instancias del reino para que se prohibiese remover la arena en determinados lugares bajo multas de veinte ducados


Cuando se hizo el puerto, este llegó a tener una importante actividad comercial, tanto de importación como de exportación: se desembarcaba vino, aceite, manufacturas, legumbres y cementos, y se embarcaba mineral de hierro de las cercanas minas, madera, conservas de las factorías locales, salazones, langostas, ganado vivo, e incluso huevos


Desplazado comercialmente por otros pujantes puertos cantábricos, Tapia se especializó en pesca a partir de los años de la década de 1920, a la par que se fundaban varias de aquellas famosas conserveras Se dice que en los buenos años de la conserva el fondo del puerto era de color blanco a causa de la cantidad de pescado sobrante que se tiraba al mar, y aunque eran tiempos de fame no se pensaba en ello como alimento


Luego el uso de cámaras frigoríficas y el descenso de las capturas pusieron fin a aquellos tiempos. En nuestros días pulpo y percebe vienen a ser sus más preciadas capturas, si bien el puerto, se va especializando también en otra industria, la del turismo y el ocio


El propio artífice y promotor de esta gran instalación portuaria tapiega, Fernando Pérez-Casariego, construiría su casa, la llamada Casa del Muelle, en el mismo puerto, que es la que vemos al fondo en el extremo, sita en un lugar privilegiado, que mira por sus cuatro lados a los diques, el puerto, la villa y el mar


Primeramente, Pérez-Casariego compró un solar a su hermano y lo añadió a los terrenos ganados al mar para hacer el puerto, en el Muelle de Tierra, edificando en él esta casa, comenzada en 1870 y acabada en 1880, donde residía durante sus estancias en Tapia


Estos y otros datos nos cuenta también el Informe del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA):
"En la fachada Oeste una placa recuerda al benefactor. En ella se lee: «EN ESTA CASA VIVIÓ / EL ECMO. SR. D. FERNANDO / PÉREZ-CASARIEGO / Constructor de este puerto / 1867-1899». Por la parte de atrás mira hacia la plaza de El Mentidero. Está construida con mampostería irregular de pizarra, reforzada por sillares en las esquinas, puertas y ventanas. En el piso inferior se deja el cerramiento visto, mientras que en las dos superiores está enlucido. Las cubiertas exteriores son de pizarra con teja árabe en las chumberas. La casa es monumental, de construcción sólida, equilibrada y regularizada en la distribución de vanos. En ella se ve una marcada influencia de la arquitectura academicista, aún activo a finales del siglo XIX. La casa de planta cuadrangular consta de tres alturas y desván, las cuales se diferencian claramente desde la fachada principal que mira al muelle. En cambio, por la fachada posterior se entra directamente al tercer piso, debido a la pronunciada elevación del terreno, proporcionada por la calle de la Procesión..." 
"... En el primer piso de la fachada principal hay cuatro puertas de acceso, de acentuado carácter vertical, sobre ellas cuatro ventanas que repiten la misma distribución y en el superior otras cuatro, con las dos centrales con una galería acristalada, que constituye un ejemplo de como la arquitectura tradicional puede adaptarse a los espacios urbanos, al sustituir los típicos corredores por galerías acristaladas. La distribución simétrica de los vanos se repite en las dos fachadas laterales. En cambio, la fachada trasera no es tan regular ya que consta de una puerta de acceso con una y dos ventanas a cada lado. Todos las puertas y vanos de la casa son en forma de arco de medio punto rebajado y la galería acristalada descansa sobre mensulones de concepción muy clásica de perfil cóncavo-convexo y sobre ellos un entablamento desornamentado"

Hay cuesta pero verdaderamente es muy llevadera, es muy común aquí encontrarse con turistas y visitantes, vecinos y veraneantes, todo el mundo coincide en este precioso trayecto


Esta senda es un magnífico paseo sobre el puerto que no pocas veces ha sufrido y sufre graves quebrantos y destrozos del bar embravecido, golpeando contra los diques, pareciendo a veces la noticia en el mencionado periódico local El Faro de Tapia:
"En una ocasión, el 7 de enero de 1958, un golpe de mar arrancó de cuajo una torreta de señales en el puerto. Era en la primera quincena de un mes de diciembre, duro como casi todos  los años. Un fuerte temporal había descargado sobre toda la costa norteña y el litoral de Tapia.  Ante el estado de la mar, los pescadores  vararon con prontitud sus lanchas en tierra. Las olas saltaban furiosas sobre las defensas del puerto y corrían por el interior de la dársena hasta llegar a los muelles de descarga. Por la noche, de uno de esos días, un fuerte golpe de mar arrancó por su base una de las torretas de señales luminosas del puerto. Ese mismo temporal dejó sin luz a la mayor parte de los vecinos del pueblo y  proximidades"

Estamos en El Revertedoiro, donde estaba uno de los elementos vinculados a las infraestructuras portuarias de la primera mitad del siglo XX, un depósito de agua para abastecer a los buques a vapor, hecho de mampostería de pizarra local y con una capacidad de 100 m3, así como un sistema de tuberías que lo conectaban con la explanada del muelle hasta los buques allí amarrados


Más antiguamente, este abastecimiento se realizaba en la misma dársena desde barcazas-aljibe, esto es, con un gran tonel, lo que era un sistema muy engorroso y costoso de realizar bien y en condiciones


Al fondo los diques de El Rocín y de Fóra cierran el puerto, de ellos hablaremos dentro de poco...


Como en todo nuestro recorrido por este Itinerario Tapiego, diversas placas informativas son un buen guía para enterarnos bien de la historia de cada rincón de este puerto y villa



Y ahora, por Casa Mario, vamos a apartarnos momentáneamente del borde acantilado sobre el puerto para adentrarnos unos instantes por las callejuelas de San Blas


Seguimos la cuesta entre las casas y esta alta tapia a nuestra izquierda


De esta manera salimos a la calle Canónigo Vicente Albar, en la que seguiremos a la derecha


Pero antes de seguir vamos a proponer una pequeña incursión por este barrio de San Blas, pues aquí a la izquierda es la Plaza Veya, que fue durante siglos el corazón vital de Tapia, donde había mercados, ferias y era lugar de encuentro y socialización, como lo es ahora El Parque y Campogrande


Y esta es la Casa de Cultura Juan de Mairena, en la antigua Casa del Reguero, que se dice sería la más antigua de Tapia que ha llegado a nuestros días, así como de las pocas blasonadas. Esta casa tenía un gran terreno con huerta que llegaría hasta el Ayuntamiento y la actualmente desaparecida Plaza del Mercado


Ya que está a un paso podemos acercarnos en un momento a verla, si bien tras su reforma para casa de cultura a finales del siglo XX ha perdido buena parte de su fisonomía. Está hecha de mampostería de pizarra, enlucida de cal-arena y blanqueada, con cubierta a cuatro aguas y también de pizarra


Su planta es cuadrangular, con doble piso y varias dependencias interiores, dominando la horizontalidad, como en buena parte de esta zona costera de Asturias y Galicia. Las ventanas son todas cuadradas y en su mayor parte y se distribuyen regularmente en estas fachadas laterales, como este, la occidental


Y es lo más sobresaliente de la casa su fachada principal, con galería y escaleras, ahora también con rampa para mejorar su accesibilidad. Es un buen ejemplo de la adaptación de la arquitectura tradicional a los espacios urbanos, como ya por entonces se estaría configurando este de Tapia: guarda la forma de una casona rural, pero presenta diversas transformaciones. Se dice fue construida en 1613 y que su primera propietaria, por noticias de mediados de esa centuria, fue Mayor Pérez Casariego. En su ficha correspondiente en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA) se dice de ella:
"El último propietario particular de la casa del Reguero fue Ángel Reguero Guisasola. A finales del XIX, el edificio quedó desatendido, lo que le llevó a un grabe deteriodo. Tras la Guerra Civil (1936-1939) se destinó a Jefatura Local de Movimiento y Organización Sindical, pasando a denominarse Casa de España. En la década de 1970, fue aprovechado para impartir las clases de enseñanza infantil en detrimento de las escuelas de primera enseñanza. Tras ello y de la restauración efectuada por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Principado de Asturias fue convertida primero en Biblioteca Municipal y después en Casa de Cultura Juan de Mairena. Se inauguro el 13 de agosto de 1988

Sobre la entrada se mantiene el gran blasón solariego del linaje de los Casariego


El escudo es fácilmente identificable con su heráldica torre de oro, y procede de la antigua iglesia de San Esteban de Tapia, en concreto de su capilla de Nuestra Señora del Carmen, de la que los Casariego eran patronos, dado que dicho templo due demolido, a excepción de la cabecera, a finales del siglo XIX para construir la actual parroquial (que acabamos de visitar)


Y ya que estamos aquí no queremos dejar de pasar tampoco la ocasión para decir que muy cerca de la Plaza Veya está la Fonte dos Biermos, que desde el siglo XIX surtió de agua a las gentes del barrio. Se llama de esta manera porque era donde acudían las pescaderas o pescantinas subiendo del puerto para lavar su mercancía antes de venderla en la Plaza Veya, dejando aquí los desperdicios, los cuales originaban la aparición de biermos y malos olores


Estas molestias e insalubridades ocasionaron que fuese clausurada al canalizarse la villa en la década de 1960 para llevar el agua corriente a las casas. Años después fue rehabilitada y vuelve a manar de ella agua fresca. Existe el verso popular que dice.
A fonte secóu dos biermos
y foi pra elos disgracia;
cómo hedes fer, meus biermos
I cando teñedes colada

 Al lado, una placa informativa nos confirma toda su historia...


Félix Martínez, también en Adiós Fontes, adiós ríos de Tapia de Casariego, dice que con el agua sobrante de esta fuente existió la Fonte del Pouso, en la parte inferior del muro de este nombre, en lo alto del anfiteatro del puerto. Tuvo un lavadero  de arqueta de granito y desapareció tras la Guerra Civil


Volviendo a la Plaza Veya, en su esquina con la calle Canónigo Vicente Álvarez, está la calle El Pozo, El Perigote, donde hay otro edificio notable, pegado a la izquierda de este en primer plano


Justo encima de las letras en cerámica de El Pozo, vemos otro escudo heráldico


Aquí vemos sus armas, los símbolos del linaje...


Y al fondo, muy cerca, la muy histórica capilla, la se San Blas, que da nombre al barrio 


Ya que estamos, invitamos y animamos también a conocerla en un momento, pues es solar de gran tradición tapiega. Su silueta se recorta en y destaca medio del barrio


En este tramo de calle se sucede toda una fila de casas populares, preciosamente rehabilitadas


Su construcción se remonta al primer tercio del siglo XVI, cuando pertenecía al mayorazgo otorgado en 1567 por Felipe II a los Donlebún, poderosa estirpe del antiguo Concejo de Castropol, al que pertenecía Tapia. Se conserva un documento del año 1732 en el que se especificaba que seguía perteneciendo a los Donlebún, alertándose por entonces del deterioro de la ermita, donde los tapiegos celebraban ya San Blas


Esta construida con mampostería irregular de pizarra, reforzada con cantería de granito y es de planta rectangular 



Su sencilla planta es de nave única y presbiterio cuadrangular, de menor altura que la nave. A ambos lados de nave y cabecera sendas ventanas dan luz natural al interior. La cubierta es también de pizarra, a dos aguas, reforzada por teja árabe en la cumbrera. En origen la capilla sería solamente la cabecera, donde están el altar y las hornacinas de los santos


Por lo tanto, el cuerpo principal, más grande, lo que ahora es la nave del santuario, es un añadido posterior


La portada es de arco de medio punto y está hecha en granito; piedra que en este caso se ha dejado a la vista como suele hacerse en estos casos en esquinas y vanos. Esta portada sustituiría como acceso al templo al  arco triunfal  del interior, el que da paso al mencionado altar, que es de los elementos originales de la vieja capilla y que conserva señales del lugar donde estaría el soporte de las antiguas cancelas que cerraban la pequeña ermita


Una placa nos informa de las características e historia de esta venerada capilla tapiega...

 
Sobre la portada un óculo permite la entrada de luz al interior, siendo esta otra entrada de luz natural. Una espadaña simple, con campana de bronce, corona la capilla


Fijémonos, como referencia visual de situación, en la torre del campanario de la iglesia parroquial de San Esteban, a lo lejos a la derecha


Aquí se celebra el 3 de febrero San Blas, patrón del barrio, con sonada fiesta, así como la tradición de "poner el santo": con una antigua talla de San Blas que se pasa delante de los fieles orando "Cristo vive, Cristo reina, Cristo nos libre de mala muerte morir"


Ya desde la capilla regresamos al fondo a la Plaza Veya


Al volver por El Perigote nos fijamos en los jardines de la Casa del Reguero, orientados al sur


Y también al sur está orientada su galería acristalada, aprovechando al máximo la luz solar


El desarrollo de la industrial del vidrio conllevó la aparición de estas galerías en el último tercio del siglo XIX, cerrando antiguos corredores, lo cual constituyó un muy buen aprovechamiento térmico y del espacio, que se hizo patente especialmente en las villas


Dejamos la plaza y la calle El Pozo y vamos a la izquierda...


Enlazamos con la calle por la que vinimos desde el puerto ...


Y retomamos el camino justo donde lo habíamos dejado para ir a la Casa del Reguero, en la calle Canónigo Vicente Álvarez. Como vemos la circulación de vehículos está prohibida salvo para residentes


Volvemos pues a la subida de la calle en cuesta, hacia Os Cañóis


En este tramo, la calle se empina y se estrecha entre las tradicionales casas de pescadores tapiegos, más o menos reformadas y restauradas, que suelen ser de dos o tres alturas


Alguna es más grande, como de vecindad


Llegados a esta bifurcación, seguiremos mejor el paseo a la derecha, volviendo a ver el puerto


En Historia del puerto de Tapia de Casariego de Jesús Fernández López (Amigos de la Historia de Tapia) dice:
"El puerto de Tapia de Casariego se localiza en un enclave cuya orografía le dota de una resguardada ensenada, haciendo del lugar un perfecto fondeadero natural. Por otro lado el río de Los Corrigos desembocaba allí, lo que proporcionaba un espacio perfecto para varar las embarcaciones.

Seguramente la configuración geográfica alentó a emplear este espacio como puerto y fondeadero desde la antigüedad. Cuando los romanos llegaron a estas tierras posiblemente lo utilizasen con el fin de fondear sus embarcaciones para cargar o descargar mercancías o bien para resguardarlas de los temporales..."

Y prosigue reseñando la importancia de este abrigo configurado por la orografía costera, resaltando su evolución desde el medievo hasta nuestros días:

"Este puerto natural mejoraría durante la Edad Media hasta convertirse en un punto de relativa importancia en la costa occidental asturiana. Aproximadamente entre los siglos XVII y XVIII la actividad se incrementó debido a la caza de la ballena franca. Esta práctica fue traída por los balleneros vascos procedentes de Orio. A partir de este momento el crecimiento de Tapia se concentraría en torno al puerto"

Empezamos a ver bien, en la otra banda, la boca de la ensenada, con la fachada sur de la Casa del Muelle y la Plaza del Mentidero, así llamada por ser tradicional lugar de reunión y tertulia de pescadores, vecinos y visitantes, conversando y contándose de todo. A la izquierda asoma ya A Illa de Tapia, isla frente al viejo puerto y que ahora forma parte de él, de unas dos hectáreas, bordeada de acantilados y con meseta verde en la que se construyó El Faro de Tapia, inaugurado en 1859


 Hernán del Frade y Rubén Figaredo escriben en Marinos, puertos y barcos de la antigua Asturias:
"El acceso a este puerto se realiza por el oeste. Hay que tener en cuenta el gran riesgo que entrañan los bajos de El Orrio, los cuales se encuentran al norte de la Isla de Tapia.

El puerto responde al tipo de asentamiento protegido por un islote, algo repetido en otros puertos del Cantábrico, y que aprovecha una pequeña desembocadura en playa"

Hernán del Frade y Rubén Figaredo escriben también así, yendo mucho más atrás en el tiempo:

"Algunos autores suponen que en Tapia existía un cargadero de metal de las vecinas minas de Salave, de donde se extraía oro, si bien otros autores sostienen que se explotaba estaño. Esta actividad durará hasta finales del siglo II. A partir de estas fechas el esquema económico cambiará y se tenderá a mantener o potenciar las villae fundarias"

 

En lo alto de Tapia está A Atalaya, solar de la capilla de ese barrio, como ya hemos mencionado, la de San Sebastián la zona alta del casco histórico tapiego, como su nombre indica, antiguo mirador sobre el Cantábrico, lugar de avistamiento de ballenas, de arribadas de barcos y de invasores. Por ello se sabe de una torre construida a principios del siglo XVIII casa de los Lanza Trelles y Castrillón, fundadores un gran mayorazgo de rentas y tierras, sobre otra posiblemente medieval, que de paso que miraba el mar, otearía también la población, el puerto y sus gentes, como era común en estos palacios de linajudas y poderosas estirpes

Ya en 1615 Juan Lanza, párroco de Santa María del Monte, presenta ante el alcalde mayor de Castropol una real carta ejecutoria firmada por los Reyes Católicos más de cien años atrás, por la que demostraba ser descendiente legítimo de los Castrillón y Trelles. Pero pertenecer a la nobleza también conllevaba sus pleitos. Un año después su primo Lucas Lanza recurre contra el pago de moneda forera que se le reclamaba, un impuesto de origen medieval parecido al de Patrimonio de nuestros días, el cual, tal y como pasa ahora también, llegaban a eludir pagar nobles y eclesiásticos, como fue este el caso, pues el juez sentenció para "que no sean prendidos ni molestados por dichas pechas"

 La torre fue construida por Pedro Lanza Trelles y Castrillón y derribada, siendo ya ruina, avanzado el siglo XIX, en el momento en que Tapia asistía a profundos cambios, concejo independiente, capitalidad, unión de San Martín y San Esteban, y el puerto nuevo

Hasta las grandes obras portuarias de Fernando Pérez Casariego el puerto era muy diferente al actual. se trataba pura y simplemente de una ensenada natural con mínimas infraestructuras para habilitarla como embarcadero, tal y como hemos relatado y tal y como dice también en Historia del puerto de Tapia Jesús Fernández López:

"La configuración actual se la debemos a dos personajes muy importantes en la historia local; Fernando Fernández Casariego y Fernando Pérez Casariego.

El primer personaje fundó el concejo de Tapia de Casariego en 1863, que hasta entonces había pertenecido a Castropol, y realizó obras de notable importancia para la villa como el murallón, el edificio que es actualmente el ayuntamiento, los edificios que hoy en día conforman el IES Marqués de Casariego, el alcantarillado… Entre sus intenciones estaba la de dotar a Tapia con un puerto solvente, para lo que elaboró un ambicioso proyecto que entonces no se pudo llevar a cabo. Será Fernando Pérez Casariego, su sobrino, quien ejecute tal obra."

Naturalmente hay un antes y un después en la historia de Tapia a partir de 1863, con la creación de villa y concejo independientes. El puerto es una buena muestra de ello, así como la Plaza del Campogrande con los edificios del consistorio, la iglesia, escuela e instituto, configurando los dos grandes espacios urbanos de Tapia, que se irían luego extendiendo hacia las playas del oeste, hacia la carretera al sur y los accesos por el este. El tren tardaría en llegar, en 1972, cuando ya triunfaban los automóviles y transportes por carretera como principal medio de locomoción, pero por fin culminado el viejo proyecto del Estratégico, el Ferrocarril Ferrol Gijón, que había arrancado casi un siglo antes, en 1886, si bien su trazado, con el apeadero o estación se encuentran extraordinariamente lejos de la población, en A Roda, a unos 8 kilómetros de distancia

Así describen este crecimiento de Tapia Fermín Rodríguez y Rafael Menéndez en Sobre el confín, una isla de elegancia:
"La antigua carretera general sirvió primero como límite al mediodía y más recientemente como eje de urbanización para el crecimiento urbano, residencial y turístico, de plano más regular. Tapia mostró hace décadas sus credenciales como referencia para el turismo de costa en el occidente astur, pero no llegó a consolidar plenamente esa apuesta. De ahí deriva su pausado crecimiento, que se aproxima en los últimos años al estancamiento, y que no ha modificado sensiblemente el perfil tradicional de la villa más que al Sur de la carretera.

La construcción de la variante, aún más al Sur, ha señalado una nueva frontera que orienta la dirección de expansión urbana hacia ella y su entorno. También algunos equipamientos deportivos y de ocio, gracias a la disponibilidad de suelo llano. La variante se ha convertido, a su pesar, en nuevo eje, dando posibilidades de crecimiento a los núcleos situados al Sur"

Un balcón-galería se asoma al paseo y al mar. Según subimos por A Guardia, vamos mejorando nuestra perspectiva sobre la boca del puerto al caminar hacia allá e ir ganando altura...


Un pequeño prado, parcelado, se extiende aquí a nuestra derecha en bajada hasta el borde del acantilado, dando de frente buena vista al faro. Es curioso saber que El Faro de Tapia dio nombre a un periódico mensual. del que ya comentamos algunas noticias, que se publicó entre 1898 y 1899 como órgano del Círculo de Obreros Católicos, volviendo a salir a la luz entre 1956 y 1958, pero entonces dentro de las iniciativas del Centro de iniciativas de Turismo (CIT) y saliendo mensualmente. Por su parte El Mentidero también dio nombre a una publicación entre los años 1984 y 1987


Leemos también de Rafael y Fermín en su artículo Sobre el Confín, una isla de elegancia, la relación de Tapia con su entorno rural y su evolución cara a los nuevos tiempos...
"La villa vio crecer la actividad como centro portuario, industrial y comercial de un amplio y rico espacio agrario. Y acogió ferias y fiestas renombradas, como la de San Blas y la del Carmen, que hablan de la estrecha relación con la mar y la tierra y los afanes de gente trabajadora y discreta. Hoy, la iniciativa local mantiene un denso calendario de eventos festivos, deportivos y de ocio que indican el intento de superar las limitaciones temporales de la actividad turística y comercial, en la que la villa tiende a especializarse, aunque sin alcanzar un liderazgo neto en la oferta comarcal, que parece complementarse en un sistema polinuclear de refinado pasar que deja para el otro lado de la ría del Eo características urbanas menos originales y más normalizadas" 

El prado es un auténtico mirado natural sobre el muelle y su rampa, la Cuesta y San Sebastián


De las barcas y los pescadores cuando salían por aquí a faenar, y regresaban a puerto, como sigue contando Díaz Aledo en Desde El Faro de Tapia:
"Cuando salían a navegar o regresaban, solían tocar su sirena, saludando a los suyos o avisándoles de su llegada. También servía para que las compradoras de pescado supieran que se acercaban al puerto para subastar la pesca. Oíamos, también, el rugido alegre de la sirena de la Rula cuando avisaba del inicio inmediato de la subasta de pescado del día. Entonces se concentraban compradores y curiosos en el pequeño local de las subastas, con la presencia de los marineros de las diferentes embarcaciones. Y se iniciaba el ritual cotidiano de la venta de la pesca llevada a la Cofradía de Pescadores,  con el monótono fluir de la voz del rulero recorriendo los precios, hasta que alguien paraba la subasta y se quedaba con el correspondiente lote depositado en cajas en el suelo 
 Este espectáculo grandioso, a la par que el ver las piezas en las cajas o directamente sobre el suelo, con el corro de gente alrededor, sumida esta escena en un profundo olor a pescado y a mar, era un verdadero hechizo para los niños. Más de uno soñaba con ser marinero como aquellos cuando fuera mayor, para ir allí, como un triunfador, a vender el producto de su noche o sus días de pesca ignorando, sin duda por la corta edad, las penurias y sacrificios de aquellos rudos hombres de mar curtidos por la crudeza del Cantábrico"

Otro buen momento para recordar las vivencias de Amalia de Carruyo en la entrevista que le hizo Manuel García Galano en la revista Entrambasauguas nº6 (1997):
"Éramos muita casarada, ¿nun sabes?, y meus padres tían que trabayar el abando, os probes, pra sacar tanto fiyo pra delantre. Papá, pos al mar todos os días nos·que se podía salir, que n.un era sempre~ xa qu'as lanchías d'entonces eran mui poucá causa; y si non, arrincar y subir auca a feixes; y lougo, nel mes d'outubre, condo botaban en terra as embarcacióis por mor del mal tempo, piyaba un sargón de foya y, ihala!, a embarcar en algún costeiro hasta que vía a primavera. Y mamá, por si nun tuvera abondo cua niada dos trece partos, subindo feixes y feixes d'ouca y hasta cargando pinos nel muelle cando cuadraba. Y claro, como eu era a más veya dos irmaos -lo de veya é un dicir, porque era ben pequena- pos tía qu'axudar a atendelos, ¡poucas gracias!, y fer lo que podía y ás veces más, así que, escola, túvenche mui pouca, por eso el meu aprendizaxe foi pequeno, ¡qué ques que che diga!" 

 El paseo se estrecha un poco al pasar al pie de esta torre de una vivienda que se asoma a puerto, Todos ansiaban ver volver a los pescadores de faenar



Tal vez por ello este lugar se llame A Guardia, atalaya del barrio de San Blas ante el proceloso Cantábrico...

Muchas veces las mujeres bajaban a puerto también, ante la tardanza: seguimos leyendo a Galano y a Amalia de Carruyo:

"Nun quixen perguntaryo porque xá lo sei, pro dizmo ela, y fálame a borbotóis del ano "d'aquela galerna" ou "d'aquel temporal" y de cómo "aquela noite" as muyeres baxaban á ribeira "ás sabantismas", a ver si daquén padería daryes algúa nocicia. Y  de cómo - "era el día de San Lourenzo, acórdome ben"- esperaba sola chorando na cocía temendo que nun podesen entrar "Timí" Arturo y Suso; y d'un día del Carme, "nel qu'en Tapia nun falta ningún marineiro, teña unde teñ, que chegóu Pepe, el sau sobrín, col barco medio desfeiío por úa galerna; y acórdase das fogueiras qu 'encendían nel Campo de San Sebasrián pr'avisar da peligrosidá da entrada; .y dos homes que desapareceron ... y dos naufraxos"


Bella estampa de las casas del Outra Banda, San Sebastián, escalonadas sobre el Paseo del Muelle y abajo otro lugar muy importante: una imagen de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, preside los muelles desde uno de sus muros. Es además copatrona tapiega con cofradía de 1622, centro de solemnes fiestas y renombradas romerías marineras


Su fiesta grande se celebra durante unos cuatro días de julio, si bien el día de fiesta mayor es el 16, el Carmen, con Misa en honor a la Virgen seguida de procesión en la que los marineros portan a hombros la imagen existente en la iglesia parroquial, bajándola a puerto, donde se entona la Salve y suenan las sirenas de las embarcaciones, siendo engalanadas las calles con alfombras florales a su paso. Así es, por ejemplo el Saluda para estas fiestas de la Sociedad de Festejos de Tapia, Sofitapia:
"Tapia de Casariego abre sus puertas y ventanas a las fiestas. Un años más llegan por fin nuestras queridas fiestas de Ntra. Sra. del Carmen. Unos días entrañables en los cuales nuestras plazas y calles se llenan de vecinos y visitantes, dispuestos a participar y disfrutar de los actos programa - dos y a compartir buenos momentos en un clima de amistad y alegría y buen humor. A la religiosidad de estas fechas, se unen costumbres de otros tiempos que han llegado a nosotros a través de nuestros mayores, al lado de otros atractivos que hacen de estas fechas algo único para los tapiegos y tapiegas. El ambiente festivo, que llega a todos los rincones de nuestro pueblo, invita a vivir junto con nuestros familiares y amigos, unos momentos felices, une y hermana a vecinos y visitantes y hace que miremos al futuro con alegría, optimismo y confianza. Año tras año esta Sociedad de Fiestas, se esfuerza en elaborar un programa de actos que sea del agrado de nuestros vecinos y visitantes, y donde hay hueco para todo tipo de actividades y edades. El objetivo de nuestras fiestas, es que las disfrutemos todos al máximo, porque están hechas para cada uno de vosotros, para aquellas personas que en estas fechas nos visitan... y organizadas con mucho trabajo, esfuerzo, ilusión y sacrificio. Esperamos que seáis comprensivos con nuestros fallos y os damos las gracias por vuestra colaboración para conseguir unas fiestas inolvidables. Por último no nos queríamos despedir sin decir... ¡Viva la Virgen del Carmen! ¡Viva Tapia!" 

 Según informa una placa debajo se hizo este altar a la Virgen del Carmen por suscripción popular, siendo inaugurado el día del Carmen de 1992. Mientras a la derecha, en otra placa, aparecen los nombres de los marineros muertos en el dramático naufragio de El 7, que pese al tiempo transcurrido, aún se recuerda de forma patente:

"En memoria de Baldomero Fernández Blanco / Enrique Pérez Marqués / José Antonio Pérez Fernández / Julio Vilande Rivas / Ramón Noceda Lanza / Santiago Rodríguez Amado

Marineros fallecidos el 9 de noviembre de 1960 en el naufragio del pesquero de la flota de Tapia Ramona López "El 7" 
Vuestras familias no os olvidan"

Manuel Díaz Aledo describe en Desde El Faro de Tapia aquella terrible tragedia:
"Por eso, porque Tapia era toda ella marinera, de profesión o de corazón, dolían tanto en el alma del pueblo las desgracias y catástrofes sufridas por la gente del mar y por barcos del pueblo. Y aunque se sale algo del tiempo de mi estancia en la villa, tengo en mi mente gravada la conmoción, duradera a lo largo de días, del hundimiento de un pesquero de Tapia cuando ya me había trasladado a vivir a Ribadeo, pero mi padre seguía siempre los acontecimientos de la villa tapiega, que luego comentaba en casa. Se trató de la embarcación Ramona López. El accidente se produjo cuando regresaba a puerto, tras terminar sus tareas pesqueras. A la altura de la Peña de El Hórreo y a poca distancia ya del puerto, tuvo una avería. A causa del fuerte oleaje existente en aquellos momentos la embarcación se fue hacia la roca citada. Al parecer arrojaron al agua el bote de remolque y se lanzaron al agua para alcanzarlo. Otros dos marineros se quedaron a bordo. Posiblemente, debido al peso de los ocho hombres, ese bote volcó y todos cayeron al agua. Otro barco que se encontraba cerca acudió para tratar de remolcar al Ramona López, logrando al llegar a éste salvar a los dos marineros que se habían quedado a bordo, así como a dos de los náfragos a los que rescataron de entre las olas. Los otros seis marineros desaparecieron. Estos eran, según he podido saber por una noticia del ABC del 11 de noviembre de 1960 Julio Vijande Ribas, Ramón Loceda Lanza, José Pérez Fernández, Enrique Pérez Marqués, Baldomero Fernández Blanco y Santiago Rodríguez. Los supervivientes habían sido Juan Marinas Pérez, motorista del barco, José Lanza Trelles, Balbino Maceda y José Manuel Rodríguez
Murieron todos o varios de los marineros cuando regresaban a puerto. La tragedia fue terrible y sobrecogedora. Tanto que toda España tembló y lloró al oír, en el popular programa Ustedes son formidables, de Alberto Oliveras, el relato del naufragio y la descripción de la catástrofe. Con la aportación económica de miles de españoles  se pudieron aliviar algo las penas de los familiares afectados por aquel suceso. Hubo otros tristes acontecimientos en la mar que afectaron a Tapia, pero no alcanzaron las feroces dimensiones de aquel naufragio"

El Faro de Tapia domina la bocana del puerto en lo alto de A Illa, testigo de estos aconteceres. Es el más occidental de los faros asturianos y el único construido en una isla. Su edificación se contrató el 15 de abril de 1857, con un presupuesto de 114.121 reales, inaugurándose oficialmente el 1 de septiembre de 1859. 


En 1922, se alargó la fachada principal del faro, se habilitaron cuatro habitaciones más en el interior y se revistieron, se reconstruyó toda la cubierta y la carpintería. Las lámparas y la maquina de rotación fueron también renovándose. El proyecto de electrificación comenzó antes de la Guerra Civil pero no se completó hasta 1944. Esta es la descripción de su historia en la web municipal
"Antiguamente el Faro tenía una estructura casi cuadrada, de una sola planta, patio central y aljibe. Con cubierta de pizarra a dos aguas, se caracterizaba  por los adornos de sillería, el remate superior de balaustrada cerrada, y la torre de granito, adosada a la cara norte, compuesta de dos cuerpos: octogonal el inferior, y decagonal el superior, separados por cornisa y balconcillo. Iniciando su proyección de luz mediados del siglo XIX (1859) .Tenia  un aparato catadióptrico (Se llama Catadióptrico a un sistema óptico que utiliza una combinación de espejos y lentes con el fin de mejorar la calidad de la imagen) de tercer orden de luz fija variada por destellos  de dos en dos minutos. Alcance 15 millas  
Se desarrollaron diferentes obras de mejora, a principios del siglo XX (1922) experimentó una mejora y ampliación importantes: se alargo la fachada principal se revistieron los muros con pequeños azulejos biselados, además de ser reconstruidas la cubierta de pizarra  y la carpintería. Las lámparas y la máquina de rotación fueron renovadas en distintas ocasiones. El proyecto de electrificación se inicio antes de la Guerra Civil (1936-1939), pero no queda completado hasta mediados del siglo XX (1944). En 1962 se construyó una nueva torre, se remplazó la linterna y se instalo un nuevo grupo electrógeno, se incorpora la palabra “TAPIA” en la fachada norte. Es la misma apariencia que muestra el edificio hoy. La entrada principal se mantiene desde el origen en la fachada sur, con dos ventanas cada lado y la estructura sigue siendo la inicial de tres cuerpos organizados en un patio central descubierto.  La linterna actual, sin aparatos sonoros posee una lámpara  halógena de 1200 vatios con alcance de 25 millas en días despejados puede verse su señal desde Estaca de Bares hasta Cabo Peñas que emite tres destellos blancos cada 20 segundos"

El citado catálogo del IPAA cuenta esto de él:

"La linterna actual posee una lámpara halógena de 1.200 vatios, una altura de 24 metros sobre el nivel del mar y alcanza 25 millas que emite grupos de tres destellos blancos cada 20 segundos, siguiendo este orden: un segundo de luz, dos de descanso, uno de luz, siete y medio de descanso.

(... ) El edificio está cubierto con pizarra dispuesta a dos aguas. Hoy día, todos los paramentos exteriores presentan pequeños azulejos biselados, aunque en su origen tenía adornos de sillería, el remate superior de balaustrada cerrada con una azotea plana y una torre de granito compuesta de dos cuerpos: octogonal en el inferior, y decagonal el superior, separados ambos cuerpos por cornisa y balconcillo. La estructura sigue siendo la inicial con tres cuerpos en torno a un patio central descubierto"


Dando vista al faro, más galerías y balcones se asoman sobre el camino...


Preciosa es también en este caso la afirmación de Fermín Rodríguez y Rafael Menéndez en Sobre el confín...:
"Tapia debe su ser al mar y sus actividades, a un puerto amarrado a islas, islotes y peñas. Su caserío se concentra en torno al puerto y desde ahí dio el salto a la rasa y a las nuevas funciones residenciales y turísticas. Necesita la villa un nuevo impulso que la saque del estancamiento demográfico y éste tiene que salir de una mayor diversidad de actividades y del aprovechamiento del encanto de los pequeños puertos atlánticos asturianos, una marca territorial a explotar"

Islas, islotes y peñas, que como los diques o espigones, vamos a ver muy bien ahora desde esta atalaya portuaria...


Si bien todo este recorrido es en sí un verdadero mirador, tenemos este balcón sobre el puerto, donde merece la pena detenerse, aunque solo sea un instante


Hay incluso un banco bien dispuesto, para sentarse y descansar silo deseamos de nuestra caminata por Tapia...


Ante nosotros la gran explanada de El Mentidero o Plaza del Mentidero, A Illa de Tapia con su faro y los espigones


Un espigón de 55 metros de largo, construido, como el puerto, por iniciativa de Fernando Pérez Casariego, comunica isla y faro con tierra firme: Entreislas, y se prolonga al suroeste protegiendo el puerto: el Muelle de Fóra, de 140 metros


A la izquierda otro espigón, El Rocín, forma también parte de las obras del puerto culminadas en 1880 y patrocinadas por Fernando Pérez Casariego, luego reformadas en 1946, 1962  y 2014

 
El Rocín se adentra unos 105 metros en el mar desde su arranque en la punta A Escomulgada


Más allá, a 300 metros de la isla del Faro de Tapìa, está El Orrio o L'Horrio, L'Orro y otras variantes, peñasco que constituye una auténtica isla rocosa que es, junto con las cercanas de As Cricas y As Porcebosas un gran criadero natural de percebes


Es de unos 12 metros de altura, no la suficiente para que las olas no la salten en fuertes temporales, impidiendo que crezca cubierta vegetal


Su raíz toponímica es el prerromano ur, con el significado de altura, como hórreo, según leemos en la Enciclopedia del Paisaje de Asturiasde La Nueva España


El nuevo puerto permitió mejorar la arribada de buques mercantes de cabotaje y por supuesto la pesca, tal y como sigue contando Jesús Fernández López en Historia del Puerto de Tapia de Casariego:
"... nuevos barcos arribaron al puerto y las mejoras permitieron hacer un poco más fácil una dura profesión como lo es la de marinero. La industria conservera se benefició mucho de esta situación incrementándose el número de empresas y empleados. El puerto se había convertido en el corazón del joven concejo de Tapia. 
 A partir de entonces los nuevos elementos arquitectónicos se verían sometidos a fuertes temporales y reparaciones, así como obras de mejora y dotación de equipamientos, algo que se ha prolongado hasta nuestros días, como ejemplo la incorporación de una nueva grúa"

 La necesidad de un nuevo puerto debía de ser perentoria desde tiempo atrás, al menos desde que dejó de ser una ensenada ballenera, según Fernández López:
"La desaparición de la ballena franca en el mar Cantábrico y con ella su caza, tiene como consecuencia que durante el siglo XVIII los tapiegos se dedicasen a la pesca. Esta actividad pronto cobró importancia, llegando a existir un considerable número de embarcaciones, así como de personas, que se dedicasen a ella. De este modo Tapia se convertía en una villa marinera"

Y así, desde el mirador proseguimos ruta, con una subida más suave a partir de estas casas...


Este paseo es bello de hacer a cualquier hora del día... o de la noche, pues elegantes farolas isabelinas alumbran el trayecto...


Nos encaminamos ahora hacia A Escomulgada, punta de curioso nombre, donde arranca como hemos dicho el dique El Rocín...


Quizás más que una excomunión canónica pueda ser esta Escomulgada una variante de escolgada, con el significado de colgar de algo o descolgarse por un sitio difícil, aplicado a senda muy pendiente y peligrosa, casi vertical. Vendría del latín collocatas (colgadas) con el prefijo de separación o negación dis, que se aplicaría a peñas que sirven de bajada; atendiendo al toponomista Julio Concepción Suárez y su Diccionario toponímico de la montaña asturiana (voz escolgada)


Muy buena perspectiva la que tenemos desde esta barandilla de El Mentidero, con la fachada oeste de la Casa del Muelle y el camino al faro, así como la subida hacia A Atalaya y ermita de San Sebastián


Fernando Pérez Casariego y su hermano Manuel fundarían además la primera conservera que se conoce en Tapia, en la Casa da Fábrica y en los años de la independencia tapiega, década de 1860, llamada Fábrica de Conservas alimenticias de F. Pérez Casariego, que funcionó hasta 1900, según datos de Tania Cascudo Loza en Ayer y hoi das conserveiras tapiegas, artículo publicado en Entrambasauguas. A revista del Navia Eo nº 23 año 2007)


La Casa del Muelle fundada por Pérez Casariego es una verdadera torre desde la que se divisa muy bien todo el entorno, sin duda su dueño Fernando Pérez-Casariego, el gran valedor de este, estaba muy pendiente del tráfico y actividad portuaria que tanto se afanó en conseguir. A los pies de la casa se disponen las lanchas y en el Muelle de Tierra está la grúa que las iza a la explanada de El Mentidero


Nosotros llegamos a otra casa notable, la de don Justo Álvarez Amandi Rodríguez, que fue construida a finales del siglo XIX o durante el primer cuarto del XX. Es uno de los pocos ejemplos de la  arquitectura modernista tapiega, si bien no tan marcada como la de don Andrés Méndez, que veíamos detrás de la iglesia

Aquí vivió Justó Álvarez-Amandi Rodríguez, hijo del catedrático do don Justo Álvarez Amandi, quien se la compró en 1921 a Antonio López López, siendo antes la fábrica de Chocolates Mariano. Antes de la compra vivían aquí la maestra Bernardina Campoamor y su hijo Rosendo


. De la estructura de la casa nos informa también el IPAA:
"Al igual que estas casas, lo más destacado es la fachada principal que mira hacia la avenida Justo Álvarez Amandi, ya que la planta y la estructura no se concibe como un organismo vivo coherente en todas sus partes, que era lo planteado por el movimiento modernista, sino como una casa tradicional, de planta cuadrangular y cubierta a dos aguas con pizarra. En ella vemos algunas pinceladas modernistas: el balcón acristalado del segundo piso, que se mantiene intacto en la actualidad, y los remates bajo los balcones que parecen inspirarse en la naturaleza, flora y fauna. Lo más destacado de la casa es la distribución asimétrica de los vanos, sobre todo los de la fachada lateral que rompe con la simetría clasicista de las casas anteriormente citadas. No obstante, como el resto de casas modernistas de la villa, la casa de don Justo no rechaza del todo las formas del clasicismo, como demuestra el empilastrado en los dos primeros pisos y los cornisamientos. Por tanto, estamos ante una arquitectura refinada que compagina en un único espacio funcionalidad y belleza, para crear una ciudad moderna. Es una casa burguesa, de gente de cierto prestigio, nivel económico, como era don Justo Álvarez Amandi Rodríguez que fue nombrado para ocupar la sucursal del Banco de España en Barcelona y poco después director de la misma entidad en Gijón. Por tanto, la casa ejemplifica el poder económico de la nueva clase burguesa, caracterizada por ligeras inclusiones de elementos ornamentales inspirados en elementos vegetales de tipo orgánico (formas redondeadas), empleo del balcón acristalado y elementos arquitectónicos recuperados del pasado clásico más reciente"

Esta es la placa de la calle en la fachada que mira al mar...


La esquina, con su llamativo acabado que evita la arista...


Y en ella, la placa dedicada al catedrático que aquí tuvo su morada y residencia...


Su balcón-galería es un verdadero observatorio marítimo: bajo él pasa el camino. Desde la Casa de don Justo, o de Bernardina, ya en llano prácticamente, continuamos caminando hasta tan señalado lugar de A Escomulgada 


Y es que este es otro muy buen lugar para otear los mares...


Leemos en la Gran Enciclopedia Asturiana (voz Tapia) que el 
Faro Orrio de Tapia separa dos grandes zonas pesqueras, una al este, de aquí al Bidasoa, y otra al oeste, del faro al Miño, y que en Tapia se dedican a esta faena, por un lado pequeñas embarcaciones de bajura, con las que se capturan "entre otras muchas especies, lubina, rape, abadejo, rodaballo calamar, centollo, etc." y por otro embarcaciones de altura para el bonito, atún, bocarte, etc. si bien como hemos dicho en la actualidad el pulpo y el percebe son los productos más preciados


El 1 de marzo de 1905 aconteció aquí uno de los sucesos más misteriosos de la historia de Tapia, el encallamiento del Ester, un barco fantasma sin tripulación y bajo bandera danesa. Llamaba la atención por sus grandes dimensiones y por las extrañas maniobras que parecía realizar cerca de la costa. Algunos pescadores que salían a faenar se acercaron a ver qué pasaba


Según Daniel Vargas Vidal, autor de Añoranzas y recuerdos de Tapia de Casariego, fue uno de los patrones, Ovidio, quien, tras ver que nadie se asomaba pese a voces y advertencias, decidió subir a bordo, comprobando que el barco iba sin tripulación y a la deriva, pero que sin embargo la comida estaba servida. Así, ayudado por marineros de otros pesqueros, decidieron fondear el barco con una gran ancla


A lo largo del día muchísima era la gente que se apiñaba en estos promontorios tapiegos para ver y comentar el espectáculo. De tarde ya se habían percatado que le barco se había movido y de noche la población se despertó con un gran estruendo: el Ester había encallado en la punta A Escomulgada. Recuera esta información Miguel Enol en Una historia bajo el mar, donde se nos muestran también imágenes y este y otros naufragios
 

El camino forma un pasillo entre la barandilla que nos separa del borde del acantilado y el muro de una quinta: al fondo, más allá de la casa a la derecha, vemos ya el promontorio de Os Cañóis


Y ahí está la bajada escolgada de A Escomulgada...


Banco hecho de cemento y cantos rodados para contemplar este paisaje que nunca nos cansaríamos de admirar


A Escomulgada y su bajada a El Rocín, en día de mar bella, esto es, calmada y casi sin olas, y dando vista al legendario Cantábrico, mar litoral del gran Océano Atlántico, que fue llamado así por los romanos en referencia a uno de los pueblos que se asomaban a sus aguas, el Cantabricus Oceanus ya aparece así mencionado en el siglo I d. C. si bien en citas más antiguas aparece como Gallicus Oceanus y Brittanicus Oceanus


Si bien catalogado por los romanos como mare tenebrosum, al igual que todo el Atlántico, desde bastantes siglos antes de la conquista romana se sabe de intensas relaciones comerciales, e incluso sociales con migraciones de pueblos enteros, entre las comunidades asentadas en todo su litoral, especialmente entre las Islas Británicas y el Noroeste de la Península Ibérica, precedente sin duda de las actuales relaciones del llamado Arco Atlántico


Tras la caída de Roma no se sabe a ciencia cierta si los puertos siguieron activos aunque es más que probable que sí existiese navegación de cabotaje, esto es, de cabo en cabo, sin alejarse de la costa. Sin embargo el final de la pax romana hizo que algunos pueblos navegantes, como los hérulos, germanos procedentes de Escandinavia, asolasen estas costas, verdaderos antecesores de lo que siglos después serían las invasiones vikingas, especialmente virulentas durante siglos


Uno de los más míticos textos de la Antigüedad, que hace referencia a estos mares es la Ora Marítima (Las costas marítimas), obra en verso del poeta latino Rufo Festo Avieno, escrita en el siglo IV d. C. pero que narra, siguiendo escritos más antiguos, la singladura de un marino de Marsella, el Periplo Massaliota, de 1000 años atrás, es decir, mucho antes de la conquista romana


En la narración se habla de los pueblos del litoral y de su asentamiento en estos parajes, queriendo vislumbrarse cómo habían llegado gentes del interior del continente (indoeuropeos como los celtas, ligures y otros), que serían llamados ofidios o serpientes, estableciéndose sobre poblaciones anteriores megalíticas o neolíticas, los oestrínmios: este es su texto traducido:
"Tras aquellas tierras, sobre las que antes hemos hablado,
de nuevo se abre una gran ensenada, que abarca una extensa llanura marina
hasta Ofiusa. Retrocediendo desde su litoral
hacia el llano del mar interno por donde dije antes que el mar,
al que llaman Sardo, se adentraba en las tierras,
se emplean siete días de marcha a pie.
Ofiusa presenta un flanco tan prominente hacia adelante,
cuanto oyes que se extiende la isla de Pélope
en tierras de los griegos. Al principio se la denominó Oestrimnis,
y los habitantes de estos lugares y campos eran los oestrímnicos;
posteriormente una plaga de serpientes puso en fuga a sus habitantes"

En A Escomulgada estaba A Cucía, donde las gentes de la mar cocían los aparejos con cáscara de pino, dándoles un llamativo tono marrón que facilitaba su labor


Junto al muro y al lado de la bajada al Rocín, también un panel informativo nos cuesta la historia del lugar...


Indispensable para saber de los lugares por los que estamos pasando


Al pie del camino está la bajada al dique El Rocín, que si lo deseamos podemos recorrer, sólo está cerrado, por ejemplo, en días de marejada, cuando las olas, hasta de bastantes metros, lo saltan sin problema, constituyendo también un buen espectáculo, pero viéndolo desde aquí, desde lo alto y a salvo


A nuestra izquierda, el viejo muro de A Riera...


Desde el mismo paseo vemos la Casa da Riera, cuya entrada y fachada principales dan a la calle de Justo Álvarez Amandi, catalogada en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias:
"La casa está construida con los materiales propios de la arquitectura local: mampostería irregular de pizarra en sus cuatro fachadas y cubierta de pizarra, dispuesta a doble agua, reforzada con teja árabe en la cumbrera. La fachada lateral oriental está cargada de cal-arena y pintada..."

"... Es una casa de aspecto sólido y macizo, estructurada en tres plantas: la inferior cuya función era lugar de descanso, la intermedia concebida como zona de juegos, celebraciones y banquetes y finalmente el desván (bajo cubierta) como sitio de almacenamiento. De su estructura exterior destaca la distribución simétrica de los vanos. Estos son de forma cuadrangular y llevan carpintería enrasada..."

Es una casa tradicional pero un tanto ennoblecida por la imitación del los antiguos dovelajes sobre los vanos y la puerta, compuestos con pizarra dispuesta en sentido vertical. Lo más destacado del inmueble es la fachada trasera que mira al muelle de Tapia, con un remate en el centro a través de una galería acristalada"

Pasamos esta casa, donde arranca la bajada a El Rocín y llegamos a Os Cañóis, otro enclave excepcional de la costa de Tapia


Según leemos en la citada Enciclopedia del paisaje de Asturias toda esta zona entre A Escomulgada y las playas de Tapia antiguamente era llamada Perigrove


Empezó a llamarse Os Cañóis desde que en en 1780 se emplazaron piezas de artillería para la defensa de Tapia con su puerto, playas (propicias para desembarcos) y este sector de la costa


Por entonces aún debía de estar muy presente que, en esa misma centuria, en 1719, durante la Guerra de la Cuádruple Alianza, también llamada de Alberoni, los ingleses ocuparon las cercanas poblaciones de Castropol y Ribadeo, así como otras de la ría, que hubieron de pagar un rescate para liberarse y evitar su saqueo 


Esto motivó la creación de una red de fortificaciones con emplazamientos artilleros que sustituyesen a las antiguas torres y fortalezas, de origen o planta medieval, que habían quedado anquilosadas desde tiempo atrás con el uso de la pólvora, una iniciativa que ya se venía aplicando desde el siglo XVI, si bien muy lentamente


Estos nuevos fuertes, por ejemplo, como el que aquí había, disponían de gruesos muros en ángulo que amortiguaban los impactos de los cañonazos, guardando especialmente los lugares propicios para el desembarco de tropas e instalándose sobre los acantilados en primera línea de costa, evitando también que los buques enemigos empleasen estos lugares como fondeaderos


Los cañones fueron retirados en 1870 al construirse al muelle del Rocín dentro de las obras del nuevo puerto, y en el lugar se pusieron unas balizas de gas en 1958 que alumbraban la entrada al puerto y estuvieron en funcionamiento hasta 1991


Ya sin servicio, las balizas se conservaron y son parte integrante de este gran mirador de Os Cañóis, inaugurado en 1995


También hay un ancla, sin embargo desconocemos su procedencia...


Los antiguos cañones, como era habitual en estos puertos, se emplearon como noray o poste de amarre de embarcaciones. Uno se conservaba en El Rocín con tal fin, otro está expuesto en este mirador

No es extraño que los peregrinos, como nosotros proponemos, hagan este recorrido para conocer villa y puerto. Aquí han posado sus mochilas con muy buen criterio. Recordemos no posarlas nunca en el suelo de hierba, pues pueden entrar chinches y otros bichitos

Enfrente de Tapia, hasta las 25 brazas, hay dos buenos caladeros de pesca, uno al oeste, El Canto de Tapia, con fondos de arena y fango, propicio para el lenguado, raya, pixín (rape) y salmonete, y otro está al nordeste, dos zonas llamadas El Coitelo y Dondel, con rocas y petones o montículos submarinos, más abundantes en lubinas, xargos, congrios y pulpos

Entre las numerosas historias que se pueden contar estaría aquella de junio de 1917, cuando ocurrió en Tapia un suceso bélico dentro de los teatros de operaciones marítimos de la I Guerra Mundial: se avistó un submarino alemán frente al islote El Orrio y, esa misma noche, a las cuatro de la mañana, entran en el puerto los 22 tripulantes del Bearn, un vapor francés torpedeado por dicho submarino. Posteriormente el capitán del Bearn escribiría una carta de agradecimiento por el trato recibido, que sería publicada en el periódico gijonés El Noroeste


De todas maneras el suceso más trágico es el del Ramona López, ya mencionado, el 9 de noviembre de 1960: era un pesquero con bote auxiliar que habían salido muy de mañana a la sardina. Al regresar a las 7 de la tarde su patrón no ve buenas condiciones marítimas para entrar por el paso principal, llamado Carreiro, por lo que decide dirigirse más al oeste, dando la vuelta al islote L'Horrio para realizar la maniobra con más seguridad, con tan mala fortuna que el motor se para y la tripulación, menos dos que se quedan para intentar gobernarla, escapa en el bote auxiliar, que seguidamente vuelca y acaban en el agua...


De Tapia salen cuatro embarcaciones en su auxilio pero se consuma la tragedia: fallecen seis de los ocho marineros que iban en el bote, salvándose los otros dos y los dos que quedaron en el pesquero. La magnitud del desastre conmocionó a toda la costa cantábrica. Así se lo contaba Amalia de Carruyo a Galano en Entrambasauguas
"É verdá qu'el pior de todos foi cando lo da "Ramona López", Nun me vai esqueicer nunca; era . novembre del ano sesenta. Nun houbo outra disgracia más tremenda; y aquí, na boca dos muelles, como quen dice. Seis homes afogados, úa traxedia, ben t'acordarás!".

Admirando esta preciosa vista del barrio de pescadores de San Sebastián, El Mentidero, A Atalaya y el Paseo del Muelle desde A Escomulgada, con A Cucía y El Rocín a nuestros pies, vamos despidiéndonos del puerto de Tapia...


Y nos dirigimos a las playas, pasando antes a la otra parte del mirador de Os Cañóis, mirando ahora al oeste


Una de las piezas de artillería que dieron nombre al lugar fue recuperada para instalarla en este mirador cuando se construyó en 1995, donde se conserva y se expone en medio de esta magnífico promontorio, otro de los grandes alicientes de la villa de Tapia


Divisamos al oeste el paisaje marítimo de la costa más occidental de Asturias y la de la Mariña lucense, hasta Cabo Burela al menos, si bien se afirma que en días claros llega a verse Estaca de Bares, considerado el extremo por poniente del Mar Cantábrico, paso a su gran madre, la mar océana atlántica


Un gran panel nos muestra todo lo que puede verse desde aquí. Al menos lo que tenemos en primer plano...


Nos acercamos pues a verlo para orientarnos ante esta magna costa asturgallega


Efectivamente es una foto con la situación de varios lugares de la costa más próxima


Ante nosotros está la antigua cetárea que es ahora una piscina natural de agua marina, muy apreciada por vecinos y visitantes...


Un poco más allá la boca de la pequeña ría que forma en su desembocadura el río Anguileiro, donde están las playas por las que enseguida vamos a pasar.  De frente el cabo o promontorio de A Reburdia, con la Punta del Zarredo, cerrándola por el oeste


Justo encima de la Punta del Zarredo, que nos oculta las maravillosa playas de Esteiro o A Paloma y la de Serantes reconocemos en los campos de la lejanía la línea de casas de Villamil, por donde pasa el Camino Norte rumbo a Santa Gadía, la Playa de Penarronda, Villadún y A Ponte dos Santos. 


En la línea de costa vemos los acantilados de Punta Campón o Canlonga, al este de la Playa de Serantes o Sareyo. Ahí está El Castelón, que tuvo tres fosos, muy transformados a causa de milenios de actividades agrícolas. También hay una cueva, llamada Cova del Ouro, muy posiblemente una galería aurífera.

La Playa de Santa Gadía, con su contraste de color arena, es lo que más destaca. A su derecha hay unas islas, As Pantorgas


La playa de Santa Gadía, como la de Serantes o la de Esteiro, podremos conocerlas si queremos realizando un corto desvío desde el Camino. La de Penarronda pasa prácticamente por ella, recorriendo sus dunas


As Pantorgas son solar de uno de los varios castros marítimos, muy numerosos, que hay en este sector de costa, como lo es el de Esteiro y otros muchos más hacia la Mariña. A lo lejos se reconoce perfectamente el Monte do Mondigo, que con sus 569 metros (o 571 según las fuentes) es el más alto del concello de Ribadeo, puerta costera de Galicia en el Camino Norte, al menos para quienes cruzan por allí la Ría del Eo o de Ribadeo a través de A Ponte dos Santos, o en embarcación desde Figueras/As Figueiras y Castropol



Los islotes más pequeños y septentrionales son llamados As Oseiras y todos ellos forman un precioso archipiélago en el que estuvo la capilla de San Lourenzo, sin duda cristianizando algún culto castreño, la cual hubo de trasladarse a tierra firme a causa de la inestabilidad del suelo. Esa capilla está ahora al lado del camino y antes de bajar a Penarronda. En la distancia destacan las naves del Polígono de Ribadeo


El arenal caminero de Penarronda no llegamos a verlo pero sí la rasa costera de Arnao, que constituye la punta más noroccidental de Asturias


Más a la derecha una gran nave blanca, frigorífica, está sobre  el Porto do Cocho y A Pena dos Apóstoles, en los acantilados entre Ribadeo y A Illa Pancha, por lo que ya se sitúa al otro lado de la boca de la ría del Eo o de Ribadeo y es ya Galicia, siendo una buena referencia para saber donde está el estuario que marca la frontera y paso a Jackbsland, el País de Santiago


A Illa Pancha es otra isla con faro, o mejor dicho con faros, pues hay dos, el viejo, actualmente hotel, y el nuevo. La línea de playas y acantilados sigue hasta Rinlo, Barreiros, Foz...


En la foto, a los lados del velero de la derecha, distinguiremos los dos faros, el de la izquierda o antiguo, inaugurado el 30 de diciembre de 1859, y el de la derecha, alto y cilíndrico, inaugurado el 1 de octubre de 1983


Al pide del Monte Mondigo y a su izquierda está el Monte de Santa Cruz, por cuya ladera sur sale de Ribadeo, vía Ove, el Camino Norte, rumbo a Covelas y Arante (la tierra de los antepasados de Maradona) y Barreiros, en la ruta a Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo


Una gran masa de edificios al pie de esos montes, destaca por su color claro y delata la situación de Ribadeo, si bien se mezclan con los de Barres y Figueras/As Figueiras, más próximos y a este lado de la ría, concejo de Castropol


En Ribadeo el Camino Norte dejará las costas cantábricas y se adentrará en el interior, pero desde A Ponte dos Santos existe una Variante Marítima que se dirige a Foz por la Ruta do Cantábrico, pasando por Illa Pancha, Rinlo, As Catedráis y las playas de Barreiros, para luego, pasando la Ría de Foz por A Ponte da Espiñeira ir a San Martiño y a Mondoñedo


También hay un Camiño do Mar que por la costa cantábrica gallega recorre de Foz a Fazouro, Cangas, Nois y Burela y va a Viveiro, por el que se puede enlazar seguidamente con otra gran ruta de peregrinaciones, la de San Andrés de Teixido "a quen vai de morto quen non foi de vivo", y de allí continuar a Santiago saliendo al Camino Inglés


Destaca especialmente en la costa Foz, capital del concello de este nombre, antigua población en la ría de su nombre y desembocadura del Masma, también sucesora de los milenarios castros, como el de Fazouro, de los galaicos ártabros que dominaban este litoral, cuyo topónimo procede del latín fauce, referido precisamente a la boca de la ría. Puerto natural desde la noche de los tiempos. En la Edad Media fue la salida al mar del poderoso enclave de San Martiño de Mondoñedo, capital episcopal de la comarca, centro de poder político y religioso durante algunos de los siglos más determinantes de la historia de Galicia y Europa.


Más allá de Foz, la costa de Cangas, Fazouro, Nois... por donde va una ruta jacobita, el Camiño do Mar, no reconocido oficialmente pero señalizado y promocionado, sí lo hace. Xosé Ramón Fernández Pacios en su Gabinete de  Foz, recopila esta historia de una peregrina que pasó por Cangas en 1916, recogida de una noticia del periódico El Progreso el 19 de marzo de ese año:
"Carmen Ferreiro Fernández, de 45 años, natural de Peñafiel (Valladolid) se dirigía como peregrina hacia Compostela, y al pasar por la parroquia de Cangas, en Foz, buscó alojamiento para pasar la noche. 
Generosamente le ofreció medio de descansar la vecina de Cangas, Luisa Trelles Novo. A la mañana siguiente, la peregrina notó que le faltaban 23 pesetas que llevaba en un monedero de cuero, varias varas de telas, unas blusas y dos carretes de hilo, todo lo cual llevaba en un saco. Dio cuenta de la falta a la Guardia civil de Cervo y de Foz, que realizaba una entrevista de fuerzas de los respectivos puestos, y después de un detenido interrogatorio a la Luisa durante el cual ésta negó toda la intervención en el hecho, se observó que debajo del delantal ocultaba las prendas hurtadas. 
La Luisa fue detenida y puesta a disposición del juez municipal de Foz, con las prendas ocupada"

Más a lo lejos lejos Burela, en el extremo occidental del Golfo do Masma, una de las pujantes poblaciones de A Mariña lucense, si bien no se constituyó en concello independiente, separándose de Cervo, en 1994. Dispone de una muy importante flota pesquera y es uno de los más importantes puertos pesqueros del Cantábrico, precisamente en el año de su independencia municipal se constituyó en la base de toda la flota bonitera española, unos 350 barcos, en la llamada Guerra del Bonito, que enfrentó a las flotas española, francesa e inglesa, por el uso de redes de deriva ilegales. También la merluza y el pez espada constituyen buena parte de sus capturas, creándose a raíz de ello una importante industria conservera


Durante la alta Edad Media se asentaron en esta costa y tierras del interior los bretones del obispo Mailoc, llegado allá por el siglo VI huyendo de las invasión anglosajona en la actual Gran Bretaña, creando su diócesis de Britonia que tuvo su sede en la actual Santa María de Bretoña (A Pastoriza, cerca de Mondoñedo), siglos después destruida por los vikingos por lo que se asentaron cerca de la Ría de Foz, en San Martiño de Mondoñedo, sede episcopal que compartirían con los dumienses (de Dumio, Braga) también huídos en aquellas convulsas centurias


En el año 1112 la reina Urraca, posiblemente temiendo una invasión marítima, ordena un traslado de esta sede a lo que en los documentos aparece como Villamayor de Vallibria o Vilamaior do Val de Brea, situado más al interior, y junto con la sede se va también allí el nombre de Mondoñedo, dando origen a la actual población que conocemos llamada así en la actualidad


El traslado se confirma en 1117 y viene a suponer la extinción de la administración britona, cuyo territorio al este del Eo es cedido en 1154 por Alfonso VII a la Iglesia asturiana, la mitra ovetense, que ya tenía grandes posesiones a ambos lados de este río, pero a condición de renunciar a los situados más al oeste. La sucesora de Britonia en lo político sería la Provincia de Mondoñedo, que existiría hasta las reformas liberales de 1833, y en lo religioso la Díócesis de Mondoñedo, que en 1957 pasa a ser de Mondoñedo-Ferrol


En el año 1182 la capital de esa diócesis pasaría a Ribadeo por disposición de Fernando II, que acababa de darle fuero de villa y quería favorecer su expansión urbana, pero volvería a Mondoñedo en 1219. A su vez, la parte asturiana entre el Eo y el Navia sería llamada Tierra de Ribadeo, si bien no comprendería la actual villa gallega de ese nombre


La Tierra de Ribadeo constituiría una posesión eclesiástica que se gobernaría desde el castillo de Suarón hasta la fundación, en algún momento poco antes de 1275, de la Puebla de Rovoredo por Alfonso X El Sabio, lo que ocasionaría tiranteces entre esta población de fuero real y los obispos dueños del territorio, que contraatacan en 1298 (prelado Fernando Alonso) consiguiendo de Roma potestad para hacer una nueva puebla bajo su autoridad en las inmediaciones: Castropol, que pasaría a ser el centro de esta gran franja interfluvial que por el sur llegaría hasta Grandas de Salime


En 1579 este territorio pasaría a ser el enorme concejo de Castropol al ser cedido la corona española con objeto de sufragar las campañas bélicas de las guerras de religión de Felipe II, previo acuerdo y disposición del Papa Gregorio XIII, que le permitió al monarca hacerse cargo de las hasta entonces posesiones de la mitra


En 1580 los propios vecinos de las poblaciones de San Esteban y San Martín de Tapia y Salave, representados por Gonzalo Méndez de Cancio compran al rey su libertad jurisdiccional con pago abonado (junto con Barres y Serantes) el 28 de mayo de 1.037.530 maravedís, si bien hasta 1863, como tanto hemos comentado, nos ería Tapia concejo independiente


Saliendo de Os Cañóis seguimos el paseo marítimo junto la fila de viviendas As Casías o As Casinas


Caminamos ya ente la sorprendente piscina de agua salada habilitada en el lugar de una antigua cetárea, en pleno roquedo, una verdadero depósito natural de agua de mar, pues la cetárea de Tapia aprovechaba la misma forma de las rocas, construyendo únicamente una pequeña presa


Es un magnífico lugar para darse un formidable chapuzón, sin olas, y en verano cuenta con todos los servicios playeros, como los demás grandes arenales tapiegos


La vieja instalación en desuso se empleaba desde hacía tiempo como piscina improvisada y fue acondicionada. con proyecto de 2010 del arquitecto Jovino Martínez Sierra, para mejorar sus garantías, haciendo de ella otro de los grandes atractivos de Tapia


El proyecto fue finalista de la XV Bienal de Arquitectura Española y Urbanismo del año 2011. Así se describe este diseño:
"La belleza y la potencialidad del lugar determinó una intervención en la costa cantábrica generando nuevos vectores y formas de relación, convirtiendo el suelo y plataformas en superficies y movimientos que posibilitan otra forma de relacionarse con el paisaje.
Se realiza un cajeado en el antiguo camino creando una nueva topografía o itinerario que conduce a la zona de baños y al acantilado, utilizando como único material la madera.
Se genera así un nuevo espacio que revitaliza un área degradada, dotándola de un nuevo uso que fomenta el ocio, la convivencia y la interrelación con el mar y el horizontes

 No debemos olvidar que en esta costa, en concreto en el cercano puerto gallego de Rinlo, en Ribadeo, se instalaron algunas de las primeras cetáreas de España, construida en 1904. El marisco empezó a tener una gran demanda a partir de finales del siglo XIX con la gran promoción, difusión y aceptación de la Cocina Francesa, lo que hizo insuficientes las tradicionales labores de pesca para este caso, que además acababan prontamente con las especies que se podían capturar en mar abierto. Tuvieron años de esplendor, pero las innovaciones tecnológicas y la llegada de grandes empresas multinacionales acabaron con estas cetáreas locales según avanzaba el siglo XX


Ignacio Pulido publicaba en La Nueva España el 25 de agosto de 2016 una bella crónica que vale como muy buen ejemplo de aquel verano en este lugar por entonces recién inaugurado, titulada Una piscina la mar de salada en Tapia:
"El calor aprieta y en Tapia de Casariego las altas temperaturas se combaten a golpe de chapuzón en la piscina de agua salada instalada en la vieja cetárea, sita en las proximidades de «Os Cañois». Cada día, decenas de bañistas se dejan caer por estas instalaciones que, ya superado el ecuador de su primer estío en funcionamiento, gozan de una gran acogida entre los lugareños y los turistas. Como si de un reducto si tratase, los usuarios acuden al abrigo de sus muros para protegerse de la brisa marina, de las olas y del bochorno 
Una ola de calor procedente de África está barriendo al Principado pero, en las nítidas aguas de la piscina de Tapia, las temperaturas de hasta treinta y dos grados centígrados se afrontan con soltura. «Suelo venir a pegarme un baño y refrescarme», comenta la ovetense Gloria Velázquez, la cual prosigue añadiendo que «era hora de que hicieran algo así aquí. Cuando mis hijos eran pequeños ya se bañaban en la vieja cetárea, aunque era peligroso»...

Mirando ya atrás, otra estupenda vista de Os Cañóis y A Escomulgada, ahora desde el oeste. Bajo nosotros, este canal natural es la Olga da Mansa, donde hay un pequeño bufón, especialmente activo en temporales


Al fondo, al nordeste, quedan ya L'Orrio, As Cricas y As Percebeiras, las peñas del mar, ante el puerto de Tapia


Y esta es la principal intervención realizada en la cetárea para acondicionarla como verdadera piscina municipal, una buena bajada que combina rampa y escaleras  y un gran suelo entablado


Y de esta manera, con más impresiones de veraneantes y bañistas, continúa el artículo dedicado a esta piscina por Ignacio Pulido en aquel primer verano piscinero de 2010:
«Es una mezcla entre una piscina y la mar. Para los niños es perfecto», enfatiza el matrimonio compuesto por los barceloneses María Gironés y José Luis Pereira, que ayer disfrutan de un baño matinal en compañía de sus nietos, Ana y Jordi Gisbert. No en vano, tal y como señalan los usuarios, el agua de la alberca se renueva cada cinco o seis días y la limpieza es absoluta. «Esto daba pena. Cada poco se vacía por completo, quedando sólo un palmo de agua, y se vuelve a rellenar», precisa el felguerano José Secades, veraneante en Tapia desde hace treinta y cinco años. «Los peques están encantados, les gusta muchísimo», subraya Fina López, nacida en Tapia y residente en Gijón"

Pasamos sobre pedreros y acantilados. De frente seguimos teniendo la Punta A Reburdia, más llamada entre los pescadores Zarredo, también de bellos acantilados, al menos eso nos dice la Enciclopedia del paisaje de Asturias de La Nueva España:
"Saliente rocoso a modo de península justo al oeste de la Playa de Os Campos (playa de Tapia y al este de la playa de A Paloma (o Palomba). De alto valor paisajístico, fue víctima de una urbanización voraz sobre un espacio libre de edificaciones hasta la aprobación del Plan Especial de Entreplayas en 1969, que facilitó la edificación de una colonia de chalets para segunda residencia. Este saliente rocoso, de naturaleza pizarrosa, es más conocido entre los marineros de Tapia como punta del Zarredo..."

Si nos fijamos, en los acantilados hay fallas con entrantes largos y estrechos que favorecen la aparición de pequeñas playas de xogaral (cantos rodados, regodones), como El Portiquín y Olga Larga, paraísos de quietud y refugio de seres fantásticos en la tradición popular, como enseguida vamos a ver...


Los bajos, que quedan al descubierto con las mareas vivas, son codiciados por su valor percebeiro. Al estar en la desembocadura del río Anguileiro y ser un mar bien batido la pesca tiene unas especiales puestas en lugares como El Inferno, Penedo Ferrial o El Sutambio, entre otros


Estamos en la Olga del Xuelo, ante la pequeña isla de El Patín. El xuelo es un pez abundante en estas aguas, que come gusanos de las algas en descomposición, mientras que olga, con la raíz lingüística prerromana olca, tendría en sus diferentes acepciones, aquí la de paso o canal


Disfrutamos de otra vista de la línea de acantilados hasta la rasa castropolense de Villadún y Arnao, con Ribadeo asomando a lo lejos y los montes de Santa Cruz y Mondigo, guía geográfica del Camino Norte cuando ya se dispone a pasar de Asturias a Galicia...


Estamos además en un litoral de evidentes resonancias mitológicas, pues son las costas del patarico y del home marín: el patarico viviría en un país fantástico situado enfrente de estos mares, siendo un ser de un solo ojo, a semejanza de los ciclopes, de gran olfato que le permitiría oler a cualquier náufrago que llegase a sus ribeiras y devorarlo crudo, ya que no conoce el fuego. de tesouros y se contaban infinidad de historias relacionadas con estos seres, unas recopiladas y otras por desgracia esqueicidas.


Vamos a poner como ejemplo la definición de estos entes que nos ofrece la Wiki Mitología Iberica, aunque existen más, si bien más o menos coincidentes con esta:
"En la mitología asturiana, el pataricu o patarico  es uno de los personajes mitológicos asturianos menos conocidos. Es un tipo de humanoide gigantesco con un solo ojo en la frente, de forma semejante a un cíclope. También poseen una cabeza desproporcionadamente grande, pelo abundante, piel de color inusual, un apetito voraz y un cuerpo fuerte. 
Viven en los acantilados cerca del mar, y se alimentan de pescado, marisco y moluscos, aunque se cree que lo que más les gusta son los náufragos crudos, ya que no saben nada del fuego. Una vez detectados, los náufragos no tienen posibilidad de escapar, debido al gran olfato que tienen estos seres mitológicos. Algunos aseguran que al igual que sus parientes, los xigantes gallegos, los pataricos guardan grandes tesoros de épocas pasadas. Estos seres parecen tener actualmente su hábitat en la costa más occidental de Asturias, pero pudiera ser que antiguamente se extendiesen por otros concejos costeros, como lo atestiguan los cuentos infantiles que hacen referencia a gigantes de un solo ojo"

Por su parte el home marín, mitad humano y mitad pez, con el cuerpo cubierto de escamas y de dientes verdosospoblaría esta costa viviendo en las cuevas de playas y acantilados, siendo un coco dos nenos dos mariñeiros con el que se les metería miedo previniendo trastadas, en primer lugar evitando que se metan solos en esas grutas marinas, sumamente peligrosas al subir la marea

Pero también se cuenta de los homes maríos que no son muy amigos de los pescadores, rompiendo sus redes y aparejos. Este personaje mitológico se mueve con gran agilidad tanto en tierra como por mar, pues se adentra también en el interior causando estragos, llegando a matar el ganado de los aldeanos, a los que incendia los pajares, persiguiendo además a las mozas como un sátiro

En el muy recomendable blog Misterios  y leyendas de Galicia y Asturias, el investigador Antonio Ceniza Alonso escribe:

"Ser mitológico asturiano, mitad hombre, mitad pez, que se mueve con la misma soltura en el agua que en la tierra. Se suele esconder en los acantilados y cuevas para acechar a las mozas que pasen por los alrededores. 
 Este mito es propio de zonas costeras, y como todos los mitos asturianos , es de clara procedencia indoeuropea, estando especialmente extendido por toda la cornisa cantábrica. Su vinculación con el mito griego de Tritón parece irrefutable, aunque tenga algunas peculiaridades propias, ya que el nuestro carece de cola de pez" (...)

 De su faceta de sátiro da cuenta también este autor de alguna leyenda: 

"Se cuenta en El Franco la historia de un home marín que se dedicaba a vigilar a las mozas que iban a una fuente situada cerca de la playa. En cuanto alguna se quedaba sola, el home marín se hacía con ella. Mas los vecinos consiguieron al fin prenderle y llevarle al centro del pueblo; el home marín se negó a comer y por esto y por la falta de agua murió al poco tiempo 
En el occidente, concretamente en algunos lugares como Puerto de Vega (Navia), se le conoce como “Repunto” , “Repunte” porque es la personificación de la pleamar y se metía miedo a los niños para que no se acercaran a los acantilados de la Atalaya donde estaba su morada; curiosamente, solo un kilómetro más allá, en Vigo, se le conoce como “El marín” y así se sigue llamando por la cornisa asturiana hasta Llanes y Vegadeo, respectivamente

Otra noticia de Ceniza Alonso, basándose en Evaristo Casariego, es que el home marín llegaba en sus andanzas muy tierra adentro, si bien parece se le atribuían culpas que correspondían en realidad a humanos desalmados:

"En Tineo creían que subía uno del “mare” de Luarca los días de tormenta, atacando a las mozas y matando el ganado, según refiere J.E. Casariego, contribuyendo a su verosimilitud en la ingenuidad popular el suceso real de haber aparecido en una aldea tinetense una joven “esfonzada” y muerta violentamente

Esto nos da pie a pensar que, como en el caso del famoso hombre pez de Liérganes, sobre el que tanto se ha escrito, más de un humano desgraciado hubo de ser confundido a su vez con un home marín. Así cita este dramático suceso de la mano del cronista Marcelino Fernández y Fernández, del que también hablamos en El Franco:

"El erudito franquino Marcelino Fernández dio cuenta de que un “ome marín” fue capturado en el occidente de Asturias y se murió de pena al ser privado de libertad refiriendo que en los días de galerna, se le oía proferir grandes risotadas y gritos mientras “esbatuxaba” las aguas, haciendo salir grandes chorros de agua salada por el bufón de Porcía que “chiscaba todos los eiros

Y llegados a la Plazoleta del humorista Tomás Niembro, contemplamos con emoción nuevo paisaje marítimo tapiego se ofrece ante nosotros, las famosas playas de Tapia.  Dice el poema del vate tapiego Ignacio Catalina dedicado a esta costa:

Desde el "Faro a Ponte Grande"
desde a "Reburdia" a "El Toxal"
nun hay tarrón nin hay pedra
que, si podera falar,
nun soupera decir cousas
que nos fixera chorar...
¡Qué tempos aquelos tempos
de que hoy me quero acordar! 

Antaño estaba en esta ensenada, un poco más allá, El Murallón o Murallón de Maleguas, que se levantó a finales del siglo XIX para librar al puerto de las ventoleras de arena, que como vimos, fueron un secular problema en el pasado. Se derribó en 2001, ampliando la superficie del arenal

A veces se llama a este arenal, simplemente, la Playa de Tapia, pero se trata en realidad de una encantadora sucesión de playas muy turísticas de arena fina y clara, con dunas y acantilados, que caracteriza el paisaje marino tapiego: A Ribeiría, As Furadas, El Murallón, Os Campos y Anguileiro, desembocadura del río homónimo, que según por su hidrónimo debió ser célebre por sus anguilas antaño

Esta primera es A Ribeiría, uno de los ribeiros de arena que quedan entre El Patín, aquí al norte, barrio de San Blas, y As Furadas, al sur. Tiene forma de U y viene a ocupar una superficie de 2.500 m2 de área activa, esto es, contando con el reflujo pleamares-bajamares. Su entorno es urbano pero con parajes naturales, dispone de acantilados pero sus accesos son buenos y cómodos. Conrado Villar Loza le dedica este verso:

"Chufa Xixón a sua playa
Santander a su Bahía
y con razón chufa Tapia
a playa da Ribeiría"

Pequeños salientes rocosos separan cada una de estas playas, que en bajamares forman una sola. A fondo vemos la desembocadura del río Anguileiro con la playa de ese nombre y la de Os Campos

Al  otro lado vemos las urbanizaciones de Entreplayas, que se extienden a lo largo del frente costero de la punta de A Reburdia


Más a lo lejos el Pico Raigada (492 m), ya en el concejo de Castropol, parece vigilar en la distancia los caminos del paso de Eo...

A Ribeiría es renombrada por sus mitológicas cuevas, sobre todo la llamada Cova sin Fin a causa de su profundidad, morada cómo no del temible home marín, que aunque empleado para meter miedo a los niños, los más atrevidos de ellos desafiaban gritando a la misma  entrada: "home marín, home marín, sale da cova y cómeme a mín"

Cerca de aquí, en el casco urbano, estaba la Plaza das Escobas, que también llamaban das Cobas o Covas (luego fue Maestro Baldomero Pérez Martínez), por donde bajaban los críos a esta playa a soliviantar al marín... 

De ello cuenta muy amenamente Diego Fernández Méndez en su libro Callejero de Tapia de Casariego

"Sí en cambio es posible que el segundo de los nombres, "Das Cobas" tenga sentido, dado que a través de esta calle-plaza, se accedía rápidamente a las cuevas situadas en la playa rapiega, "As cobas da praya da Ribeiría" y muy especialmente a la más popular de todas ellas, "A Coba sin Fin " (por esta plaza) pasarían infinidad de generaciones de niños tapiegos a ver "a Coba sin Fin ", aquella que según el decir era residencia del Home Marín. Por esta plaza transitaría imaginariamente en la mente de todos ellos, ese personaje en noches de temporal y ventolera; y los mayores un poco temerosos también del mismo pasarían silenciosos hacia la playa con el fin de no despertarlo. De su presencia no siempre benéfica dicen. mucho algunos entrañables cantares: "Home Marín, Home Marín. sale da coba y cómeme a min", Lo que de alguna manera era una invitación a que el legendario personaje abandonase su morada y se dejase ver, además de incitarle a que uno mismo le sirviese de almuerzo"

El mar acumula muchas veces en las playas ouca o algas de arribazón, las cuales antaño servían de abono, siendo acumuladas en los campos sobre el arenal, conocidos con el nombre de As Corradas

Cuenta también por ejemplo Díaz Aledo que en en 1957 se instalaba en la cercana Ribadeo una industria dedicada a la recolección de estas algas para la industria farmacéutica, lo que favoreció la explotación de este producto que se amontonaba con las mareas en grandes cantidades en playas y calas. Así explica aquellas faenas de los recolectores del ouca:
"Sucedía esto, generalmente, después de días de mar de fondo intenso, tan frecuentes en nuestro litoral. Se producía entonces el desprendimiento de numerosas algas que el mar arrastraba, después, hasta las playas. De este modo, la de Tapia aparecía en esas ocasiones cubiertas de estas grandes algas.  Se organizó entonces la recogida masiva de las mismas para venderlas a esa planta extractora ribadense de agar-agar y a otra existente en Oviedo... "

".... Por iniciativa de la Organización Sindical de Tapia, numerosos agricultores de la zona bajaban con sus carros hasta la playa de Tapia, recogían las algas, las cargaban sobre aquellos y las transportaban hasta camiones que habían de llevarlas a Oviedo o Ribadeo. Con esto se lograban unos ingresos adicionales para los agricultores de la zona de Tapia y, a la vez, se limpiaba la playa de estas algas que, lógicamente, perjudicaban el uso del arenal en esas ocasiones... " 

 "... Esta recogida de algas llevaba a pagar a quienes las extraían, cantidades que iban desde 0,50 a 2,25 pesetas por Kilogramo recogido. El agar-agar  obtenido se exportaba al extranjero, principalmente a Estados Unidos. Este asunto llegó a salir publicado en las páginas del diario madrileño Pueblo, en un artículo del periodista, amigo de Tapia, Juan Luis Cabal Valero"

Si deseamos bajar a A Ribeiría una buen rampa comunica el paseo marítimo con la playa, el camino sigue por arriba, justo al borde del acantilado 

No podemos dejar de advertir, pues es muy importante, que todo este paseo nos ofrece unas puestas de sol espectaculares, nada que envidiar por ejemplo a las de Fisterra y Muxía, tan glosadas por los peregrinos


El sol, zambulléndose en el Cantábrico... imagen que tanto impresionaba a los cronistas de la Antigüedad


Si se pernocta en Tapia estimamos es un espectáculo natural que no nos deberíamos perder...


Los últimos rayos, y su intenso brillo rojizo...


Salvo que haya suficiente bajamar y queramos continuar por la arena, para seguir ruta hemos de continuar por el paseo marítimo, separándonos momentáneamente de la línea de playas para tomar una calle entre las urbanizaciones


En medio de la plazoleta, la rosa de los vientos...


En el muro de la izquierda, la placa que da nombre al lugar...


La Plazoleta del humorista Tomás Niembro, nacido en Cabrales en 1913 que que residió en Tapia hasta su fallecimiento. Sus viñetas sobre la actualidad asturiana, publicadas desde su juventud, aparecieron semanarios El Eco de los Valles de Panes; Domingo de Oviedo/Uviéu, Estampa y Dígame de Madrid, y luego en los diarios asturianos El ComercioRegión y La Nueva España, el semanario La Hoja del Lunes de Oviedo, la revista Asturias Semanal y en otras publicaciones, realizando una antología de su obra en 1970. También fundó aquí el Grupo de Teatro Penarronda, pues escribía además pequeñas piezas


 Y calle arriba nos desviamos un instante de primera línea de costa


Recalcamos: solo unos metros, justo hasta nada más pasar la primera casa a la derecha


Pasado el portón de la esquina retomamos aquí lo que es propiamente el paseo...


Vemos las señales que advierten de la prohibición del paso de vehículos   


Y volvemos a caminar al lado del cantil, sobre las playas, es el Paseo Marítimo  Robert y Peter y Robert Gulley quienes introdujeron el surf en Tapia, allá por el año 1968, cuando ambos realizaban un viaje clásico para muchos australianos, visitar Europa, origen de casi todos ellos, casi un viaje iniciático que solía hacerse al acabar los estudios

Se dice que en este recorrido llegaron a Tapia al azar o casi, quedando prendados de sus playas. Estuvieron un par de días y prosiguieron su periplo, pero llegando a Luarca/L.luarca, sintieron nostalgia de Tapia, entrándoles dudas de si continuar viaje por Europa o volver y quedarse: lo echaron a suerte, con una moneda al aire, y se establecieron en Tapia...

 Así sigue contando la historia Adela Bas en Surf Goanna Pro:

"Los lugareños estaban, a todas esas, alucinando con lo nuevo que habían visto, ¡Gente en el agua , que podía deslizarse sobre las olas gracias a una extraña tabla!. Cuando Peter y Robert se establecieron en Tapia durante todo el verano del 68, fuertes lazos de amistad surgieron entre ellos y las gentes del lugar, y así con amistad y como un juego, comenzó a practicarse el Surf en Tapia de Casariego.

Al año siguiente decidieron volver y con ellos mas amigos Australianos , y asi un año tras otro , los lazos se iban estrechando entre Australia y este bellísimo rincón Asturiano .Gracias a ello existen varias familias formadas, entre chicos Australianos y Asturianas ,la sangre llego a unirse 

Y Adela escribe, a manera de emotivo epitafio 

En el año 1991 Peter, decidió “marcharse “ a la otra dimensión ( que a todos nos espera ), pero de donde no se quería marchar era de su “ amada Playa “ , donde había vivido momentos maravillosos, y dejo por escrito que sus cenizas fueran arrojadas a la Playa de Tapia de donde no quería marcharse nunca .A partir de ese momento Peter surfea en cada OLA de TAPIA acompañando a todos sus compañeros de sentimientos hacia el SURF y LA BELLÍSIMA TAPIA"

Y es que hay que tener presente, tal y como advierte también Manuel Díaz Aledo:
"El mar o la mar y Tapia de Casariego están indisolublemente unidos para siempre. Lo están porque Tapia está  como incrustada en el mar, anclada en él. Lo están porque Tapia vive del mar y en el mar. Antes por la pesca que a diario traían sus barcos. Ahora, por el turismo que se alimenta del mar y su entorno. También se unen el mar y Tapia por su playa y sus olas que la han convertido en paraíso del surf (...) Es difícil haber vivido en Tapia y no estar profundamente prendado del mar"

Por ello es que  este paseo lleva desde el 28 agosto de 2017 el nombre de Peter y Robert Gulley, de esta forma lo publicaba al día siguiente el diario La Nueva España:
"Tapia reconoce a los hermanos Gulley, pioneros del surf en la región:
El paseo que bordea las playas de Tapia lleva desde ayer el nombre de Peter y Robert Gulley, los dos jóvenes australianos que en el año 1968 llegaron a la localidad con dos tablas de surf nunca vistas hasta entonces, e introdujeron este deporte en la región. "Es un gran momento para mí, un gran honor. Éste siempre fue mi paseo favorito; a partir de hoy tendrá un significado más profundo, me sentiré más en casa que nunca", apuntó Robert Gulley, que recordó a su hermano, ya fallecido, y al resto de amigos que a lo largo de las décadas ha hecho en Tapia. "Es un homenaje merecido, por haber introducido en Tapia, en Asturias y hasta en España el surf, que hace una gran promoción de nuestro concejo", alabó el regidor Enrique Fernández

Ante el asombro de las gentes, los hermanos australianos se subieron a sus tablas y empezaron a bailar con las olas, incluso algunos chavales del pueblo, cuando los vieron, se animaron y probaron suerte, 
una semilla que llegó pronto a fructificar, pues ya en 1970 se celebró el primer campeonato de España de Surf, y uno de aquellos primeros alumnos de los australianos, Diego Méndez, creó en Tapia en 1990 el Club de Surf Picante. En la actualidad el Club Gulley Brothers organiza anualmente el Campeonato del mundo


El 6-8-2008, Tania Cascudo reseñaba esta historia, dando noticia del regreso de Robert Gulley a Tapia con motivo de su homenaje, visitando además a su alumno, con la crónica El surf tapiego vuelve a sus raíces:
"Hace dieciocho años que Diego Méndez creó en Tapia el Club de Surf Picante. Su objetivo principal es impulsar e inculcar entre las nuevas generaciones un deporte que él aprendió cuando era niño. Sus maestros fueron dos surfistas australianos, Peter y Robert Gulley, quienes, casualidades de la vida, llegaron a Tapia para seducir al Cantábrico con un deporte aún desconocido en sus orillas 
Estos dos jóvenes de 18 y 17 años recorrían el mundo descubriendo nuevas playas en las que surfear hasta que se enamoraron de las olas tapiegas. Y en Tapia se quedaron durante cuatro meses, en los que hicieron amigos y, sobre todo, sembraron la semilla de un deporte que enseñaron a los chavales del pueblo. Uno de esos chavales era Diego Méndez, quien ahora se ha reencontrado con su maestro. 

En la noticia de su reconocimiento escribe, transmitiendo la historia de la llegada de los australianos, según la cuenta el propio Robert: 

",,,Robert Gulley se encuentra estos días en Tapia para recibir el homenaje que la villa le ha organizado para este sábado y que, asegura, «es un honor». Quien no podrá acompañarle es su hermano, compañero de fatigas, fallecido justamente un 9 de agosto de hace 17 años 
Gulley explica que, cuando llegó a Tapia por primera vez, descubrió «un pequeño pueblo pesquero de gentes muy amables». Pero, sobre todo, lo que fascinó a los hermanos Gulley fue su costa: «Mi hermano y yo subíamos al norte desde la costa de Portugal y, al pasar por delante de la playa de Tapia, vimos unas olas muy guapas y decidimos parar a surfear». Cuenta Robert Gulley que los chavales de la zona se quedaron «alucinados con las tablas y se las prestamos para que ellos probaran». Ahí nació todo.

Lo mejor de las olas tapiegas, comenta, es que «no tenías por qué compartirlas con nadie; en cambio, en Australia en cada ola había cientos de surfistas». Añade también que «las olas de Tapia son intensas, consistentes... un paraíso»

A sus 57 años, Robert Gulley sigue practicando el deporte que tanto ama y ayuda, estos días, a Diego en su escuela de surf. «El surf tapiego está en buenas manos y los niños aprenden cada día». Asegura que casi le gusta tanto surfear como ver aprender a los más pequeños. 
En los cuarenta años que separan la villa que lo vio llegar por vez primera de la actual, apenas ha habido cambios en el surf. Lo que ha cambiado, explica Robert Gulley, es el material de las tablas. «Ahora son más manejables y dan al surfista mayor maniobrabilidad sobre la ola». Básicamente, explica este apasionado de la costa, el surf es igual aquí que en Australia, «sólo nos separan 25.000 kilómetros, pero yo veo aprender a los chavales de aquí con la misma ilusión que ponen los australianos»

El ambiente marino y marinero se plasma en muchos detalles de este paseo y sus aledaños. sobre nosotros el puente de mando reaprovechado de un buque


El camino, bellamente enlosado, hace un poco de cuesta...


Así luce el arenal en las bajamares, cuando la superficie arenosa ocupa casi toda la ensenada...


Pasamos junto al acceso en bajada a otra playa: As Furadas


As Furadas (horadadas, agujereadas) hace sin duda referencia a aquellas grutas morada del home marín que, quien sabe, tal vez veamos asomar por aquí, entre farallones y grietas como la de la Cova Sin Fin, aquí situada


Y enfrente, en los acantilados de A Reburdia, un panorama algo similar, si bien  solo con pequeñas calas de regodones  en vez de arenales. Fijémonos también en la claridad y nitidez del fondo marino, así como en la colorista vegetación de estos cantiles


Por aquí vendrían desde la población, desde la Plaza das Covas, los niños a provocar al legendario personaje marino a la entrada misma de su cueva, transitamos sin duda por míticos senderos cargados de historia y de emociones


Ahora los seculares usos agropecuarios han dado paso a los turísticos: zona residencial de chalets y apartamentos veraniegos en A Seara, topónimo relacionado con conjunto de hazas de tierra que pertenecen a una gran heredad, tal vez su raíz lingüística sea el céltico senara


A nuestra izquierda, sobre los tejados de San Blas, asoma la gran torre-campanario de la iglesia de San Estyeban de Tapia, con la escultura del Sagrado Corazón


El paseo serpentea siguiendo la sinuosa forma del borde acantilado, y con pequeñas subidas y bajadas


Dejamos As Furadas, A Cova Sin Fin y nos despedimos, de momento, del home marín, del que tal vez haya momento de volver a hablar oportunamente en siguientes tramos de esta variante caminera tapiega


Tal vez un buen momento para volver a sentarse un rato a descansar, con los campos de A Seara a un lado...


Y al otro el mar, admirando siempre el bellísimo paisaje marino ante A Reburdia y la Punta Zarredo...


Nos acercamos a otra playa, El Murallón, que recuerda en su nombre al desaparecido murallón que cerraba estas playa para que la arena, llevada por el viento, nos se acumulase en la población


En esta bifurcación es indistinto ir por la derecha o por la izquierda, ambos caminos se unen enseguida unos metros más abajo, en el acceso a dicha playa


Al sur vemos la salida del casco urbano de Tapia por la Avenida de Galicia, donde volveremos a enlazar con el camino señalizado


El Murallón era en origen Maleguas o Malagua, llamado así por ser donde se vertían aguas de la zona alta de la población, As Lagoas 


La playa está expuesta al viento del noroeste, que arrastraba la arena fina a dicha zona alta, por lo que en muchas casas solía poner una zapata de piedra bajo la puerta de entrada para evitar la entrada de arena


En 1863, con la independencia del concejo, el fundador-benefactor, marqués de Casariego, , consiguió que se hiciese un murallón para evitarlo, cerrando la ensenada con un paredón de sillería, lo que sería propiamente El Murallón de Maleguas...


En el año 2001 el murallón fue derribado para ganar superficie de playa, sustituyéndolo por otro más pequeño y más próximo al fondo del entrante (datos de la Enciclopedia del paisaje de Asturias)


Hay aquí ahora unas grandes gradas y edificio de baños...


El nuevo Murallón de Maleguas, al pie de los campos de A Seara, que forma una especie de anfiteatro hacia el arenal


Y a la derecha El Chiringuito del Murallón, ante la playa, que abre en verano...


El camino del arenal y allá A Reburdia, cerrando la concha por el oeste...


Pasamos este cruce y comenzamos otra buena cuesta


El paseo bordea toda la playa y asciende para ir de nuevo sobre los cantiles


"Playa de arena fina dorada y oleaje moderado", tal y como la define la web del Ayuntamiento de Tapia


Vemos también el tramo del paseo que acabamos de dejar atrás, bajando de Os Cañóis


La cercanía al mar es uno de los grandes alicientes de la Variante de Tapia, que deseamos complementar con este paseo urbano y marítimo 


Según subimos admiramos también este hermoso jardín marino


Sobre Maleguas, la cuesta acaba en una gran explanada


A la izquierda podríamos salir ya a la Avenida de Galicia y continuar por su acera, pero nosotros preferimos seguir a lo largo del paseo marítimo


Paseo de Peter y Robert Gulley. En este cruce otra placa nos lo recuerda


Al fondo, el gran arenal de Os Campos y Anguileiro, y los pinares, urbanizaciones y chalets de Entreplayas sobre él


Nos atrevemos una vez más a traducir, acaso libremente y con gran osadía, unas partes de un artículo muy ameno e interesante dedicado a este deporte en Tapia y a sus pioneros, de la mano de Esteban Nogueiro Fernández y publicado en Entrambasauguas, A revista del Navia-Eo (nº5)  del verano de 2007, y titulado El surf. Unha cultura nova. Recalcamos que solo son extractos de todo un gran reportaje dedicado a su historia en estas playas. Este viene a ser su comienzo en algunos retazos:
"Todo empezó en estas tierras del occidente asturiano cuando los Rolling Stones no acababan de sentirse satisfechos. Grandes patillas, pantalones de pata ancha y un grito de revolución en la juventud española (sin gritar mucho, por si acaso (...)

Empezaban por aquel entonces las primeras emisiones de televisión pero la gente aún no estaba acostumbrada a este nuevo medio y eran pocas las casas que disponían de aparato. Se estilaba mucho el ir al cione. Allí se proyectaba (por obligación) el famoso NODO donde, después de inaugurar dos pantanos y ver un desfile o algo parecido, se nos ofrecía  una sección de deportes que incluía toros y fútbol aunque, más que ver goles y cornadas, el minutaje se centraba en los palcos presidenciales de ambos acontecimientos. En esos años, España en el extranjero era igual a ¡olé! y torero (...)

El deporte alternativo -que así se puede calificar a todo lo que no era lo que se mencionó antes- nada más aparecía reflejado en los medios de comunicación cuando se hacía alguna gesta memorable. Está claro que los lectores han de coincidir conmigo en que había que tener mucha afición para practicarlo pues ni había ayudas, ni entrenadores, ni sitios para ello..."

Y de la llegada de los hermanos Gulley cuenta así...
"No se a ciencia cierta si eran los primeros surferos que aparecieron por Tapia pero sí que fueron los que hicieron que cuajase en un sector de la juventud. No puedo menos que citarlos porque supieron cautivar a la gente, no sólo por el surf, sino por su compañía: gracias una vez más, Peter y Robert Gulley -tanto monta, monta tanto- (...)
El caso es que enseguida hubo surferos locales y, como todo lo innovador, el comienzo tuvo opiniones para todos los gustos. "¡¡ A quén se ye ocurre, coa vaga de mar qu'hai, meterse nel agua!!". Estas eran las opiniones más sensatas; las que venían después ya trataban a uno por tonto o aseguraban que te faltaba un verano y algún que otro ya anunciaba una desgracia: "¡Mialma que nun s'afoga!". Había quien descalificaba al deportista con un  "ten ben pouco que fer" pero también había quien sabía apreciar la valentía y el esfuerzo soltando un efusivo (perdonen por la expresión) "¡hai que tener coyóis"

Por aquel entonces, sigue diciendo Nogueiro Fernández, lo difícil era hacerse con el material, no había suficientes tablas, ni trajes de neopreno, ni nada de nada, así que la situación imponía ser solidario: "Agora vou eu; dentro dunha hora salo", si bien el problema es que de aquella había pocos relojes submarinos "o el que lo levaba nun debía de miralo muito", por lo que estaba esperando para entrar no tenía más remedio que ponerse a gritar desde aquí, el Alto dos Campos: "¡¡Eeeeh, que xa pasóu el hora!!", por no decir otra cosa que "sona pior"


Y ya en nuestros días esos problemas en teoría habrían desaparecido, hay cantidad de tablas de todos los precios, así como los trajes y demás intendencia, con numerosos comercios especializados


Además de esta existen cerca otras playas en Tapia con óptimas condiciones para el surf, pudiendo escogerse donde ir, dependiendo de las condiciones del mar, viento y mareas. Puede decirse que en todo el Cantábrico hay infinidad de playas y lugares excelentes para practicar el surf, algunos incluso los hemos conocido realizando el Camino Norte


En esta nueva bifurcación vamos a ir por la derecha pues, aunque se da más vuelta, nos permite acercarnos a un monumento importante...


Un pequeño gran monumento, que tenemos a la derecha, al hacer la curva sobre el acantilado


Dando vista a la desembocadura del Anguileiro en el arenal, a la derecha, hay un llamativo monolito


Podemos acercarnos a la valla a verlo, es el monumento que recuerda a Peter Gulley


Presenta la simbología de unas ondas a manera de olas. en el epitafio leemos:
IN MEMORIAM
PETER GULLEY
AUSTRALIA 
1949 - 1991
TAPIA DE CASARIEGO

El 4 de abril de 2019 Nacho Ruano firma en La Voz de Asturias esta crónica del memorial que lleva su nombre: Un campeonato con muchas tablas...
"Hace poco más de 50 años, Peter Gulley introdujo el surf en Tapia de Casariego. Ahora el conocido Campeonato de Surf del concejo celebra, a la vez que una competición oficial, el Memorial Peter Gulley, en honor a este australiano cuya aportación se mantiene viva a día de hoyEn Semana Santa, Tapia celebra su prueba deportiva insignia, cuyo origen data de 1971. La magnitud de este evento se refleja en la atracción de público que genera: en determinadas ocasiones, la afluencia de aficionados, participantes y turistas llega a superar la de los días veraniegos de julio y agosto. En este 2019, están marcados en rojo los días 18, 19 y 20 de abril...
"... Los comienzos del surf en Tapia se dieron gracias a Peter y Robert Gulley, dos hermanos australianos reconocidos y valorados en el concejo por su aportación pionera en la zona. Durante su viaje a Europa, llegaron a Tapia, y aprovecharon la estancia y las condiciones del mar para disfrutar de las olas y la playa. Una estancia corta, pero que sirvió para plantar en los hermanos un sentimiento de cariño hacia Tapia que sería clave para su posterior vuelta... "
"...Cuenta la leyenda que, después de partir del concejo hacia Luarca, sintieron de nuevo la llamada de Tapia, y para decidir si volverían allí o proseguirían su viaje por Europa, lo echaron a suertes. La moneda decidió su regreso al concejo asturiano, donde su aportación ya se dejaba notar. Tapia ya había comenzado a adoptar un deporte desconocido hasta entonces, en el que podían aprovechar las espectaculares olas que ofrece su idílica playa. La llegada de más australianos en los años siguientes de la mano de los dos hermanos afianzó el romance del concejo con el surf, matrimonio que ya superó sus bodas de oro... " 
"...La muerte de Peter Gulley en 1991 fue un duro golpe para Tapia, que recuerda a través del Memorial con su mismo nombre a este australiano cuyo paso, junto a su hermano, por el concejo dio lugar a que Tapia se colocase en la vanguardia del suf europeo. Una situación que disfruta hoy día y que reafirma con la celebración del Memorial Peter Gulley y del Campeonato de Surf Goannapro de Tapia"

Sin duda, las claras arenas de las playas tapiegas conservan la memoria de aquellos aconteceres...


Playas de Os Campos y Anguileiro. Un poco más al sur el camino pasa el río por el puente de la carretera, saliendo de Tapia por A Xungueira


Justo en el cruce con la bajada de acceso a la playa Os Campos volvemos a subir en esta curva a la izquierda, viendo enfrente el paseo ascender serpenteando hasta la carretera


Reiteramos que esta es una vista de las playas con la marea alta, en bajamares la arena cubre gran parte de la ensenada...



Escaleras de otros accesos a Os Campos


Y allá Anguileiro: donde la playa queda, en su mayor parte, a la derecha del último meandro, si bien el cauce varía según temporales y mareas vivas. Los geólogos definen ese lugar como frente deltaico encajado y duna de rebote, es decir, una duna activa y alargada transversalmente con relación a los vientos del nordeste que la forman, sin llegar a tocar el acantilado. Al sur un tramo de vegetación la fija más (Enciclopedia del paisaje de Asturias)


Seguimos la cuesta, perfilada como todo el paseo por la línea dibujada por el borde del acantilado


Y ya gana altura en el trecho final hasta la carretera


Paso a paso, el paisaje marino se irá tornando en fluvial...


Amplia panorámica de Entreplayas en A Reburdia...


Ya va quedando atrás la punta Zarredo...


Sigue la cuesta ascendente...


A la izquierda algunos caminos enlazan ya con la cercana acera, pero mejor seguir el paseo...


El Cantábrico en calma...


Aunque no haya olas, se saca la tabla y se rema un poco, otro gran placer...


Recordamos otro artículo, también de la revista Entrambasauguas, este escrito por José Manuel Martínez Castro: As Figueiras. Ua hestoria del mar, que pone en boca de un pescador del cercano puerto de Figueras/As Figueiras, Costante, las diferentes visiones del mar entre los pescadores, los veraniantes y los escritores...
"Costante sabía dende nena el qu' era el mar. Sabíalo como cualquera das Figueiras: porque lo tía delantre todos os días y tamén porque xa dende mui rapacín tuvera que meterse a xeiras duras y amoladas inda pra os homes avezaos de cosrume al golpe de mar y al salseiro. 

Costante nun lera nunca aquelas hestorias mariñeiras de Pío Baroja ou de Melville, oin a poesía salitrosa de Rafael A1berti, peró ás veces atopaba nel periódico da Nueva España dalgún artículó escrito por periodistas da capital ou cuadrábaye ver na televisión en color del Peñalba dalgúa xarolada respeutive del mar na que xa nun crían nin os verariantes. Cómas fatedades dicían d'ela. Que se la procelosa mar, que se los bellos acantilados, que se los hombres esforzados que luchan a brazo partido con las olas, .. Nun había con quén falar. Someñaba qu'os periodistas, os poetas y os escritores, todos tuveran sempre de vacacióis, folgando en prayas d'arena fina y meténdose nel augua salada namáis que pra moyar os pes. El mar nun era guapo, ¿quén podería dicir que lo fose?, peró tampouco úa luita con xigantes nin úa disgracia. Era, por riba de todo, soledá, ter qu'erguerse ás tres da mañá, horas valeiras, el mesmo trabayo todos os días, a rutina, el vir ransido; y os pitos de Coronas y os gotas de café, ún tres d'outro, pr'acalmar el cansacio y el sono"

Otra explanada y cruce: salvo que queramos bajar a la playa, ya ahora sí iremos a la izquierda


Un triángulo de verde césped es la flecha que nos marca la referencia orientativa


Subimos dando vista a las arenas de Anguileiro, otro gran regalo para la vista que nos ofrece Tapia


El río forma un meandro, si bien su cauce varía según épocas y mareas, como ya hemos dicho. Hay también una importante superficie dunar. La playa es de arena fina y de color tostado, con unos 100.000 m2, una anchura de más de 200 m y profundidad de casi 500 m.


Realmente el río Anguileiro recibe este nombre poco antes de su desembocadura, en A Retela, donde le aporta sus aguas el río Muria. Aguas arriba es el río da Pontafolgueira, y más allá, cuando atraviesa esta rasa costera de sur a norte a lo largo de sus 7 kms de recorrido, es el Regueiro de Boudois


El río nace al pie dela Pena das Cruces y al suroeste de la Pena da Borona, con afluentes como el río Muria, que hacen de esta la principal cuenca fluvial y litoral entre el Porcía y el Eo


Ahí está A Xungueira, zona de juncos como el topónimo indica, donde está el campo de este nombre, del Real Tapia Club de Fútbol, equipo fundado por los vecinos en 1947


A la izquierda vemos subir el camino hacia A Lama: allí estaremos en un momento....


Más cerca y a la izquierda de la foto, las casas de A Volta, en la carretera, hacia las que nos encaminamos primeramente


A la carretera vamos nosotros subiendo por aquí, siguiendo las flechas amarillas, que volvemos a ver


Ahora enlazaríamos aquí con el camino que viene desde la iglesia por la Avenida de Galicia


Andamos ahora por la acera, en suave bajada y saliendo del casco urbano en dirección a A Volta. Arriba al otro lado de la carretera, por las casas de El Viso. va el camino que se dirige a Casariego y Brul, donde enlaza con el camino oficial que se dirige a Tol



A nuestra derecha otro de los accesos a la playa. Su nombre, lo hemos dicho, viene de la abundancia de anguilas, dada la mezcla de agua dulce y salada, muy propicia para ellas. Eran muy apreciadas antaño en los pueblos ribereños


Fijémonos en esta otra foto en el cambio del cauce del río según épocas, clima y mareajes, con el campo de fútbol al fondo


Los pinares de Entreplayas. Según explica la Enciclopedia del paisaje de Asturias, en pretéritas épocas geológicas, hubo aquí un estuario de cierta importancia, si bien en la actualidad el efecto de las mareas apenas llega a los 500 metros


Si bien parcialmente ocultos por las arboledas, vemos toda la línea de construcciones de Entreplayas, extendidos por la rasa de A Reburdia, entre el camino a Esteiro y la punta Zarredo. También apreciamos las pequeñas calas de El Portiquín y Olga Larga


Seguimos en bajada y el paseo se prolonga a lo largo de la avenida


Otra bajada a la playa, esta con escaleras...


Y otro gran paisaje desde este paseo-mirador


La playa en verano y bajamares, cuando es llamada también A Grande



Aquí desaparecen las barandillas y vamos diciendo adiós al paseo marítimo, continuando camino acera abajo


A Volta, topónimo sin duda relacionado con la curva cerrada o vuelta que aquí hace la carretera



Y a lo largo de la curva se extienden varias casas



Junto a ellas sigue la bajada, en dirección al paso del río



En uno de sus muros, junto a la portilla, un aviso importante...


A 229 kilómetros de Santiago con deseos de Buen Camino, expresión de la que dice la Xacopedia:
"Forma de saludo propia de los peregrinos del Camino de Santiago. Expresión surgida de forma espontánea con el renacer contemporáneo de las peregrinaciones compostelanas a lo largo del Camino Francés. Se ha extendido a los demás itinerarios jacobeos y es el saludo más habitual entre los peregrinos. Se emplea siempre en castellano, incluso por los peregrinos de otras lenguas. Expresa solidaridad, buenos deseos y una especie de proximidad afectiva compartida que sólo los peregrinos más avezados alcanzan a comprender de forma plena"

Tras A Volta, una larga recta, hacia el puente, con el cruce como el camino que va al campo de fútbol enfrente a la derecha


A la altura de las últimas casas de A Volta acaba la bajada y continuamos por la acera todo derecho


 Al fondo los montes de Viacoba, donde está la ermita da Encontrela, paso también del camino de Tapia a Brul


POste y concha jacobea: aquí pasamos el puente sobre el río Anguileiro


El puente dispone de un oportuno paso peatonal a ambos lados, que ya quisiéramos tuvieran otros muchos puentes de carreteras importantes


En este tramo crece una tupida vegetación. Empieza a ser llamado Anguileiro cerca de aquí, en A Retela, donde recibe las aguas del río Muria


Al otro lado, en la cresta de la colina a nuestra izquierda, las casas de la calle Conrado Villar, El Viso, la Avenida Arenal y la carretera TC-1, el recitado el camino a Brul y Tol


Pasamos el puente y ya estamos enfrente del aparcamiento del Hotel La Xungueira, que tiene restaurante y merendero: hacia él nos dirigimos, dejando esta carretera, fundado por Fabián García, de Viacoba, muy cerca de aquí, y su mujer Tinina Peláez, de La Espina (Salas -Camino Primitivo-), cuya madre. María Argentina Rodríguez, Tina, era la impulsora allí de Casa Tina, célebre casa de comidas. Fabián era ganadero y tratante, y al casarse con Tina, coincidiendo con el boom turístico de Tapia, decidieron abrir aquí este restaurante, que luego ampliaron a hotel, llamándolo por entonces Casa Tinina


 Fabián García nació en Viacoba, casi enfrente, al otro lado del Anguileiro y al sur de El Viso, el el 18 de enero de 1936, estudió de niño en Tapia y recibió clases de un célebre maestro, Lavandera. A los 16 años fue de los primeros alumnos del recientemente abierto por entonces Instituto Laboral. Quería ser abogado, pero hubo de dejar los estudios para ayudar a su padre con la casería


Si bien empezó cuidando las vacas y atendiendo las tierras de la hacienda familiar con el tiempo se hizo tratante, mediados los años 60, primero por los concejos de la comarca, y después ya yendo más lejos, hasta el famoso mercado de Torrelavega (Cantabria), soliendo llevar unas vacas de carne que vendía o cambiaba por vacas de leche o vacas de vida. Tal y como leemos en el reportaje y entrevista que le realiza Tania Cascudo en La Nueva España el 11-9-2012, Un tapiego de mucho trato:
"Recuerda que por aquel entonces la venta de una pieza se cifraba en torno a las 25.000 de las antiguas pesetas. Solía viajar a tierras cántabras la víspera del mercado, hacía noche allí y madrugaba para realizar las compras. Una vez cerrada la operación regresaba a casa. Era un viaje largo y cansado de alrededor de seis horas, el doble de lo que se tarda actualmente
«Cuando hice el primer viaje para comprar, fui a vender hasta Lorenzana para hacer clientes. Después a última hora venían a comprar a casa. En una semana vendía todo lo que traía», precisa. La vaca que solía traer era la pinta holandesa, que tenía mucho éxito por la zona. Fue precisamente en esos viajes a Torrelavega donde conoció a su actual mujer, Tinina Peláez. La madre de Tinina, María Argentina Rodríguez, fue la impulsora de Casa Tina, un bar de comidas muy conocido en La Espina (Salas)"

Con el auge turístico de Tapia y sus playas las tradicionales actividades agropecuarias dieron paso a la hostelería...
"Tinina y Fabián se conocieron en 1971 y un año después ella se trasladó a Tapia con su marido, ayudándole con el cuidado del ganado. En los setenta Tapia vivía su boom turístico lo que, unido a la buena mano de Tinina para la cocina y a que el mercado del ganado empezó a resentirse, animó a esta pareja a reconvertirse y dar el salto a la hostelería. Aprovechando un terreno que tenía la familia junto a la carretera nacional -hoy de titularidad local- en A Xungueira levantaron un restaurante que bautizaron Bar Tinina y que cosechó rápidamente una buena fama por toda la comarca. Tinina se hizo cargo de la cocina y popularizó algunos platos como el lomo con almejas, el jabalí, la zarzuela de pescado o las manitas de cerdo. Fueron muchas las personalidades que les visitaron como el ex ministro Gustavo Suárez Pertierra, Graciano García, Ramón Sánchez Ocaña, el pintor Sellaño o el caricaturista Tomás Niembro, que les dedicó algunos de sus trabajos" 

De la que fue su casería de Viacoba salía la buena carne del restaurante, ternera, cochinillo, cabritos, ovejas y hasta cerdo cruzado con jabalí, ocupándose Tinina de la cocina y Fabián de la barra, en jornadas que podían ir de las seis de la mañana a las doce de la noche y celebrando bodas, comuniones, bautizos, y todo tipo de banquetes


Desde la terraza el camino sigue ahora esta carretera local


Estas son las señales indicadoras, junto a estos chalets


A nuestra derecha vemos ahora el hotel: junto al restaurante Fabián y Tinina construyeron este alojamiento de dos estrellas con once habitaciones, que traspasaron en el año 2000 cuando se jubiló Fabián, pasando a llamarse La Xungueira. Con el dinero de la venta reformaron su casa e hicieron los Apartamentos Viacoba, que existen en la actualidad


Muy transitada zona de paseos, bordeando A Xungueira, toda la gran marisma de la desembocadura del Anguileiro


Por aquí se extiende A Xungueira, con su vegetación acuática que nos tapa a la vista el río. Más allá es el Campo A Xungueira, del Real Tapia, que antes veíamos desde el pase marítimo, con una capacidad para 1.000 espectadores. El equipo fue fundado en 1978, pero sobre otro precedente: el primer Real Tapia Club de Fútbol, nacido en 1947 por iniciativa de unos vecinos que deseaban participar en la competición comarcal llamada Copa de Occidente, creándose oficialmente el 15 de noviembre de ese año con Moisés Balabasquer López como primer presidente, siendo sus colores los de la bandera de Tapia, el azul y el blanco, disputándose su primer partido oficial el 15 de marzo de 1948 en dicha Copa de Occidente


Tras ello, participaron varios años en diversos torneos, pero en 1954 y ante la falta de actividad, se dio de baja en la Federación Asturiana, no volviendo a participar en partidos oficiales hasta 1959, cinco años más tarde, y así compitió varias veces en el Torneo Federación del Occidente, llegando a ser subcampeón en 1960 y campeón en 1961 y 1962, año que consiguió además el premio a la deportividad. Si bien luego parece entrar en crisis de actividades nuevamente y desaparece de competiciones oficiales en 1966


Doce años más tarde, varios aficionados, deseosos de revivir el club, aprueban unos nuevos estatutos el 3 de noviembre de 1978 y un renacido Real Tapia regresa al juego esa misma temporada 1978/79, con notable éxito ya que recupera su trofeo del Torneo Federación del Occidente de Asturias. En la siguiente temporada disputa partidos ya en la liga regular:


Y esta sería la trayectoria a partir de entonces, según leemos en la Wikipedia:
"En la temporada 1979/80 comenzó a participar, además, en la liga regular. La temporada 1986/87 supuso el primer ascenso de categoría del Real Tapia quien, tras quedar segundo clasificado en su grupo de la Segunda Regional, fue ascendido a Primera Regional tras renunciar a su plaza el Boal Club de Fútbol, quien había quedado campeón del grupo. Su primera temporada en Primera Regional (1987/88) fue cubierta con gran éxito y al finalizar la competición el Real Tapia ascendió directamente a Regional Preferente como segundo clasificado. El equipo logró mantener la categoría durante seis años, aunque la temporada 1993/94 finalizó con su descenso a Primera Regional..."

"... En la campaña 1994/95, un año después de su descenso, el Real Tapia finalizó como campeón de la categoría por primera vez en su historia, lo que supuso su regreso a Regional Preferente, donde se mantuvo cuatro temporadas, antes de sufrir un nuevo descenso a Primera Regional. No recuperaría la categoría hasta la temporada 2001/02, en la que se proclamó subcampeón de Primera Regional. Tras tres años en Regional Preferente, la temporada 2004/05 el Real Tapia logró por primera vez en su historia el ascenso a la Tercera División, la categoría de mayor nivel a la que ha conseguido acceder el club en toda su historia. La temporada 2005/06, no obstante, finalizaría con el descenso del equipo de nuevo a Regional Preferente. El Real Tapia recuperaría la categoría al año siguiente" 

 En la temporada 2012/13 el Real Tapia asciende a la Tercera División debido al ascenso por vía administrativa del Real Avilés C. F. Descendería la siguiente temporada y se ha mantenido desde entonces en categorías regionales"


Y así, recordando la historia del Real Tapia en A Xungueira, en el siguiente cruce iremos a la izquierda


Es la subida de A Lama, en la parroquia tapiega de Serantes


Esta vía local comunica también con los accesos a diversas playas del occidente tapiego, camino del concejo de Castropol y de A Ponte dos Santos, paso a Galicia, ya bastante cerca de aquí


El camino, ensanchado en su momento dado el flujo de vehículos a las playas, comienza una cuesta...


A la izquierda crece profusamente la vegetación


A la derecha la pared de la tajada de los trabajos de ensanche viario...


A partir de la siguiente curva la subida se suaviza


Vemos ya alguna casa de A Lama, topónimo vinculado con barro o lodazal, algo común en la praderías, llanísimas, de la rasa costera...


Como advertimos, en la curva termina lo más pendiente de la subida


Ya salimos así a los llanísimos campos de la rasa costera...


Más casas de A Lama


A Lama se extiende desde aquí a la carretera N-634


En las inmediaciones está Ventanova, topónimo de indudable filiación caminera


Más al sur seguimos viendo los bosques de Viacaba, solar de A Encontrela, al norte de Rapalcuarto


Caminamos nuevamente por las grandes llanuras litorales del occidente asturiano


El Monte Mondigo señala nuestra proximidad a Galicia y la ruta a Ribadeo


El grandioso paisaje lineal de los inmensos campos abiertos, openfields


Atrás ha quedado ya la villa tapiega...


A la derecha, aquí cerca A Volta, por donde acabamos de pasar. y la Avenida de Galicia en medio de la foto, bajando a la salida de la población. A la izquierda A Seara, San Blas y el paseo marítimo


El monumental campanario de la iglesia, con el Sagrado Corazón, que vemos ahora de espaldas


La rasa de A Reburdia, desde el sur


El pinar y Entreplayas


Al norte el mar, allí está la Playa Esteiro o A Palomba o A Paloma, que no podemos ver tapada por la pradería. Ahí desemboca el río Esteiro, así llamado por el estero o terrenos en la orilla del pequeño estuario que allí se forma, dominado por el Castelo del Tolo, solar del castro del Esteiro, otro de los muchísimos castros marítimos de esta franja



En el cruce de A Lama seguimos ya todo recto hacia adelante dirección oeste


Apenas hay árboles en las veredas, y pocas casas en el camino, por lo que estos postes con concha balizan el itinerario a seguir


Ya estamos a la vista de Gubión y Calambre, barrios y lugares de esta parroquia tapiega de Serantes, ruta hacia Villamil y sus historias de palacios y castillos, así como a la Playa de Penarronda




































































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