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domingo, 14 de agosto de 2016

EL CAMINO DE CASTROPOL POR LA ENSENADA DE A LIEIRA (ASTURIAS): LOS BARCOS DE "LA INVENCIBLE", LA HISTORIA DE MARÍA PASTORA, Y EL PASO DE LA RÍA

Castropol
Cruce de A Granda: a la izquierda para Vegadeo/A Veiga, a la derecha para Castropol
En Péligos, al oeste de Tol, concejo de Castropol, la ruta histórica y oficial del Camino Norte en Asturias se bifurca: a la izquierda se va hacia Vegadeo/A Veiga y Abres, tal vez la más antigua cuando Ribadeo no existía como puerto importante en el estuario donde desemboca el Eo y los peregrinos remontaban ría arriba para cruzarlo unos kilómetros más al sur, en A Ponte Vella de Abres, pasando luego a Trabada y Val de Lourenzá para seguir a Mondoñedo, una de las antiguas capitales del Reino de Galicia

 Otro camino, el que ahora nos ocupa, va a la derecha, a Castropol, que empezó a ser más empleado, como el que va a Figueras/As Figueiras, del que nos hemos separado poco antes, en Tombín, a medida que las villas ribereñas iban prosperando y se estableció un servicio regular de lanchas de pasajeros, animales y mercancías entre ambas orillas, fundándose además varios hospitales de peregrinos


El mojón nos indica ambas posibilidades, teniendo muy presente que para realizar esta ruta hemos de tener en cuenta, como en Figueras/As Figueiras, concertar mejor previamente los servicios de una embarcación de recreo en Castropol para cruzar la ría hasta Ribadeo, reviviendo la navegación de los peregrinos de antaño


Tomando así el camino a Castropol dejamos Péligos y el itinerario a Vegadeo/A Veiga a nuestra izquierda y avanzamos en recto por la llanura litoral, la rasa costera, gran planicie verde de campos y praderías salpicada de caseríos y pinares al sur de Penas Pardas y Lombo


En la lejanía, más allá de los pinares, aquellas montañas, al otro lado de la ría, son ya Galicia


Destaca el Monte Mondigo, con 569 metros de altitud, el más alto del concello de Ribadeo, fácilmente reconocible por sus antenas y que domina la comarca gallega de A Mariña así como buena parte de la costa más occidental de Asturias


Seguimos junto al largo seto. La carretera es la CP-1 y carece de arcén o vereda peatonal, pero suele tener muy escaso tráfico. Vayamos siempre por la izquierda y con precaución pues aparte de coches pasan no pocos camiones (estamos cerca del Polígono Industrial de Barres) y tractores


En el cruce seguiremos de frente todo recto, con las casas de Péligos a nuestra izquierda, extendidas a lo largo del camino hacia Vegadeo/A Veiga


Así vamos viendo a nuestra izquierda otro de los barrios de esta parroquia castropolense de Piñeira, As Campas, de donde era nacida Clara de Rueda, conocida como A Bruxa das CampasSanadora, adivina, vidente... independientemente de nuestra creencia o escepticismo su trascendencia fue notabilísima, algo no demasiado fácil nunca y menos en la época, para una persona de clase social campesina y pobre, que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX, falleciendo en 1917


Era Clara vecina de este lugar, por eso se la llamaba A Bruxa das Campas y también, y es una interesante e importante dualidad entre brujería/paganismo y cristianismo, A Santa das Figueiras, pues As Figueiras es, junto con la villa de Castropol capital concejil, la población más grande de las cercanías. La diferencia que tenía con otras bruxas era que sabía si las almas de los difuntos estaban en el Cielo, el Infierno o en el Purgatorio, así como las misas que hubiese que celebrar para que hallasen la Gloria, de igual manera sobre si el difunto dejó cosas pendientes en vida. Su casa se dice era una choza oscura y pobre de la que no existen ni los cimientos, salvo tal vez algunas piedras ocultas por matorrales. No obstante, dos de los autores de los que de ella escriben, Díaz Fernández y Arias Campoamor, se recrean más en las fórmulas literarias que en transmitir unos datos totalmente reales. Clara de Rueda no quería dinero, la gente que venía de lejos, sobre todo de Galicia, le traía en pago productos del campo. Solían hacer noche en una casa, pues A Bruxa das Campas necesitaba tiempo para prepararse. La vecindad más inmediata, que en contraposición a la devoción que despertaba fuera no tenía mayormente buena relación con ella, aseguraba que Clara "iba de noche hacia esa casa (A Torre)" y se enteraba por lo que le contaban sus dueños de qué cuitas le traía cada persona, con lo que, según señalaban, hacía después pasar por poderes adivinatorios datos de los que se enteraba de esta manera. Un tercer autor que de ella escribe, y por el que sabemos de sus curaciones del mal de ojo y otros males físicos y sobrenaturales es Eduardo Lence Santar, quien literalmente transcribe sus conversaciones con las gentes que la conocían, por lo que parece una fuente más fiable o de mayor interés antropológico. Su poder de saber y comunicarse con las ánimas, que tanta celebridad le dio, parece coincidir con otra vidente y sanadora que había algo más al orientey que vivió en épocas más recientes, Amparo López A Bruxa de Brañavara


Por allí entre las casas de Campoaberto sigue la mencionada ruta hacia Vegadeo A Veiga por Lantoira y Seares, la cual, cruzada la llamada Ría de Abres, atravesará el concello gallego de Trabada para subir a la Serra da Cadeira, cadena montañosa al fondo de la foto, paso a Val de Lourenzá y luego a Mondoñedo, donde se une al camino procedente de Ribadeo


En estos campos nace, a nuestra derecha la Rega de Besbosa


Estamos no muy lejos del polígono de Barres, que apenas vemos tapado por el pinar. Por allí va el camino hacia Figueras/As Figueiras, por donde puede cruzarse la ría a través de A Ponte dos Santos, o también bajar a su puerto y cruzar en lancha 


Seguimos carretera adelante, sin pérdida, donde hay una curva a la derecha


Otra vista de Campoaberto, en As Campas


Nos acercamos a un bosque, masa arbórea que rompe la monotonía horizontal de la llanura costera


Seguimos todo recto pues no hay cruces y el trayecto no tiene pérdida


Sauce llorón a nuestra derecha


Praderías y arboledas


Entramos en el bosquete


Tramo de arbustos a ambos lados de la carretera y camino


A la izquierda As Campas y Campoaberto. Más al sur, en  Ferradal, estuvo la Malatería de San Lázaro, para pobres y peregrinos que padeciesen lepra u otras afecciones de la piel consideradas entonces la misma enfermedad. Tenemos noticias escritas de esta leprosería desde el siglo XV y por ellas sabemos que su mayordomo era en 1572 Fernando Pérez de Tol, habiendo cada malato de pagar por su ingreso dos ducados y una comida. Vivían en tres casas de tejado de losa al lado de la capilla de San Lázaro, elemento que se conserva de aquella fundación, junto con la imagen del santo, del siglo XVI, portando las célebres tablillas de los leprosos, las cuales agitaban para advertir de su presencia, dado el miedo al contagio, así como para solicitar dádivas y caridad. El mayordomo o encargado iba los domingos a pedir limosnas a Castropol para repartirlas entre los enfermos, quedándose él con una cuarta parte en concepto de pago por su labor. Como tantas otras en el siglo XVIII la Malatería de San Lázaro de Ferradal se extinguió, siendo arrendados sus bienes por particulares y finalmente subastados en octubre de 1865. La toponimia ha dejado también su huella, con los prados de San Lázaro y la fuente y monte de A Malata


Por allí sigue también  la ruta a Vegadeo/A Veiga, adentrándose en los bosques de El Monte


A Granda: nos acercamos a un núcleo poblado


Ahora a nuestra derecha veremos un poco mejor algunas naves del Polígono Industrial de Barres


Barres y el mar, por donde va el itinerario hacia Figueras/As Figueiras y Ribadeo. Al acercarnos al la ría donde desemboca el río Eo, paso y límite de Asturias a Galicia, se van abriendo varias opciones camineras, como un abanico, una es llamada la variante de Tapia, la más cercana a la costa, otra esa que se dirige a Figueras/As Figueiras, donde antaño se cruzaba el estuario en barca y ahora podemos hacerlo, como en la variante de Tapia), por A Ponte dos Santos, puente inaugurado en 1987, otra es esta senda hacia Castropol y otra la ya varias veces mencionada de Vegadeo/A Veiga


Nos acercamos a otro pinar antes de las casas de A Granda


Y allegamos así a una nueva encrucijada


Avanzamos recto y de frente


Hay un banco para sentarse hecho con un par de tablas y unas piedras, bajo un árbol


Otro cruce y también de frente. Si por alguna razón quisiésemos cambiar de camino y tomar alguno de los otros dos, podríamos ir a la derecha hacia Barres y a la izquierda hacia Campoaberto


Pero para ir a Castropol hemos de continuar recto como hemos dicho, atravesando el pinar


La recta predomina plenamente en estos caminos de la rasa litoral


Estamos ya en A Granda, un grupo de casas de esta parroquia de Piñeira. A lo lejos campos de Navales y A Viña


Y en la distancia, en primer término, Figueras/As Figueiras, y más allá Ribadeo


Ribadeo y los montes de A Mariña, de Foz a Fazouro, Nois, Cangas y Burela: son los Montes de Cabaleiros, considerados parte de la extensa Serra do Xistral, que se estiende de la Mariña lucense a la Terra Chá


Más a la derecha y más cerca aún Barres, lugar citado en la división de tierras entre las diócesis ovetense y lucense efectuada por Alfonso VII en 1154


A lo lejos llegamos a ver los campos en el entorno de Illa Pancha y O Miradoir, en Ribadeo


Caminando por A Gramda pasaremos ahora junto a Casa Rivas


El Bodego: llegamos a una bifurcación


En ella seguiremos por la carretera local, a la izquierda


Seto, chalet y palmeras


El Camino inicia una suave bajada


A lo lejos las colinas sobre la ría, en la parte gallega


En primer plano Piñeira y luego Moldes, en Castropol (Asturias), más allá  en la ladera de enfrente A Graña en Ribadeo (Galicia). No vemos aún el gran estuario


Cruce y de frente


Seguimos andando en suave descenso


El Penedo, ante el Monte de Santa Cruz y más lejos el do Mondigo


Es la bajada al Rego de Fornelo, que va por este estrecho valle a desembocar a la ría


Piñeira y los montes de Trabada a lo lejos: a la derecha vemos el Pico Axilde (509 m) con su cima gemela al lado, San Fernando (508 m). A su izquierda es A Paleira (446 m), por donde va el Camino Histórico a Trabada, luego de cruzar la Ría de Abres y llegar a Sante. En la lejanía la Serra da Cadeira, paso a Val de Lourenzá y Mondoñedo


Otra vista más cerca de A Paleira, el Pico Axilde y  Pico de San Fernando, llamado así por una ermita situada en sus laderas


Aquel edificio grande son las escuelas de Piñeira


En la actualidad es la sede del CDTL (Centro de Dinamización Tecnológica Local) y otros servicios municipales


Según caminamos, tenemos más vistas a la derecha


Pastos de ovejas... con Ribadeo al fondo


Becharro, otro grupo de casas de esta parroquia de Piñeira en la bajada al río


En otro enclave rural-residencial en las proximidades del estuario y de los núcleos urbanos de Figueras/As Figueira y Castropol


Colmenas. A lo lejos Pedreira


El descenso se hace más acusado a partir de aquí


Pasamos junto a otra casa, con palmera en la finca


Prados en ladera, a ambos lados del camino


Un alto seto guarda una parcela: El Penedo


Curva y a la derecha delante de esta vivienda


Cruce y a la derecha, siguiendo la cuesta abajo


 Empezamos a ver un poco la ría, con Ribadeo enfrente


Paisaje de Berbesa


Carreira. A la izquierda vemos el viaducto de la N-640, bajo el que habremos de pasar, si bien esa carretera ni la pisaremos casi para llegar a Castropol, pues emplearemos una senda ribereña


Curva a la derecha delante de otra casa


A Carreira, un topónimo vinculado con el que sería un antiguo camino de carros, esto es, lo suficientemente ancho para los mismos, demostración palpable que este sería uno de los trayectos históricos a Castropol


Y abajo a la izquierda Berbesa, en el valle del Rego de Fornelo


 Un fértil valle de la parroquia de Piñeira en el que está Casa Berbesa, de turismo rural. Si nos fijamos veremos el río al pie de las huertas


Continuamos el descenso


Abajo más casas, El Gondán


En Berbesa nació Francisco Díaz Martínez, El Gondán, fundador de los Astilleros Gondán de Figueras/As Figueiras, continuador de una larga tradición de construcción de barcos y toda clase de embarcaciones existente en este estuario y sus abrigos naturales. Su saga familiar era oriunda del pueblo de Gondán, en O Val de Cabarcos, concello de Barreiros, paso del Camino de Santiago en su ramal del Camín Vello de Lourenzá, de Ribadeo a Vilanova de Lourenzá. Esta es la razón del apodo y del nombre de estos astilleros


En 1925 Francisco Díaz Martínez comenzó a construir barcos en la playa de Figueras/As Figueiras, lugar donde están los actuales astilleros, que a partir de 1969 pasaron a ser de casco de acero, comenzando a exportar en 1978. Francisco falleció en 1995 y la empresa siguió su expansión adaptándose a los nuevos tiempos y mercados. Heredó realmente un oficio artesanal de padres y abuelos. Explicaba que su fama le llegó cuando se atrevió un día a poner un motor Kerman americano a la trainera de unos pescadores de Rinlo, siendo este el primer pesquero a motor que navegó por estas latitudes. Testimonio recogido del geógrafo e historiador Antonio Cuervas-Mons Gracía Braga en Castropol, Vegadeo, Ribadeo y su ría, de Ediciones Júcar


Vista del Rego del Fornelo o de Berbesa. Fijémonos ahora a lo lejos a la izquierda


Es la iglesia de San Bartolomé de Piñeira, construida en 1759. Arriba es el barrio de A Casía


 Su campo de romerías es el de la célebre festa das peras, donde se vendían en los puestos las apetitosas peras urracas, muy extendidas y célebres por Asturias y Galicia. Así leemos en el ABC Galicia el 16-09-2009 el artículo La pera "Urraca" la más extendida:
"La variedad de pera «Urraca» es una de las más importantes de la Comunidad, ya que su genotipo se extiende por toda Galicia. Este tipo de ejemplar es pequeño, puesto que sus dimensiones se encuentran por debajo de los 7 centímetros de largo y los 6 de ancho, proporciones que se consideran como el mínimo comercial.
Sin embargo, la denominada como «Urraca grande» produce peras que rondan los 100 gramos, frente a los 50 gramos de las procedentes de otros perales. La Urraca, en general, presenta abundante russeting -defecto que conduce a la depreciación visual de la calidad- por lo que su característica piel le da el típico aspecto parduzco. Esta fruta madura a finales de agosto y contiene unos elevados índices de dulzor"

Curva a la izquierda hacia El Gondán


Aquí el valle forma una extensa vega


Su fertilidad es bien aprovechada, fijémonos en aquellos invernaderos


Y sigue la bajada al valle


Arriba a la izquierda otro de los lugares de Piñeira


El Gondán ya a nuestra izquierda


Pasamos junto a la casa


Hermosa finca con gran jardín


Más vistas de Berbesa. A la derecha está el puente sobre el río, hacia el que nos dirigimos


La bajada acaba en un cruce


Atentos a la señalización para no seguir de frente e ir a la izquierda


Es un tramo de carretera antigua en desuso, con escaso tráfico, que hace una curva. Era parte de la N-640 hasta la construcción del viaducto


Estamos a 2 kilómetros de Castropol, la capital del concejo


Puente sobre el Rego de Berbesa o del Fornelo, que nace al sur, al pie del Alto da Pena


Prados de la vega, al pie del puente


Un rincón de gran belleza por donde discurre el río a desembocar a la ría, donde antaño molía el Molín d'Anxelín


Criadero de burros


Berbesa en la encrucijada


Cabazo del estilo de paredes laterales de tabla en listones, con un espacio intermedio para el paso del aire


Limonar y naranjal 


Cruce y a la derecha, siguiendo el trazado de la carretera


El viaducto y abajo unas casas


Es la ensenada de Berbesa o Rozas Veyas, en El Esquilo, donde hay un taller de carpinteros de ribera en el que se construyen pequeñas embarcaciones de pesca y recreo, destacando los botes de la vela mística del Eo, característicos del estuario. En el bar Casa Pacho de Piñeira tenemos una exposición permanentes  de sus maquetas, y en Maquetas Pepe de Pacho hallamos una buena descripción:
"Si hay una embarcación característica de la ría del Eo, sin duda es esta. Por las aguas de la ría navegaron cientos de estas embarcaciones salidas de los talleres de los carpinteros de ribera; buena parte de ellas, de astillero Pacho en Berbesa. Aún hoy se siguen construyendo a pesar de la terrible competencia que ejercen las embarcaciones de fibra.

Precioso bote de recreo con la proa redondeada y el resto alargado hasta una popa de estampa un poco lanzada y con forma de corazón. Suelen tener una eslora desde 4,50 a 6 metros.  Lleva dos bancos y tilla de proa y de popa; de esta salen dos bancadas laterales que llegan hasta el banco más a popa. Paneles en el fondo que, a veces, pueden estar enjaretados, igual que las bancadas laterales. 

Se le suele llamar "Bote de vela latina" pero, en realidad, la vela que llevan no es exactamente "vela latina" ya que esta va sujeta a una verga que se prolonga más que la de estas embarcaciones y la vela forma un vértice con la verga, teniendo un aspecto de triángulo. En los botes de la ría del Eo, en cambio, la verga es más corta y la vela baja recta un poco (el martillo) de ahí que esta vela se llame "vela de martillo o mística". La vela junto con la verga van engarzadas a un mástil situado bastante a proa ya que se sujeta con un zuncho a la tilla de proa"


Es el taller de Los Pachos, Carlos y Martín, los últimos exponentes de una tradición que se remonta al siglo XV por lo menos. Ahora las embarcaciones suelen hacerse con fibra, por lo que la producción artesanal trabajando con madera casi ha desaparecido. El astillero fue fundado en 1944 por Marcelino González Santamarina, Pacho, nacido en esta parroquia en 1913, quien aprendió el oficio en los muy cercanos astilleros de A Lieira, en este mismo concejo. En Pinceladas de Asturias nos dejan una muy buena biografía, de la que extraemos un retazo:
"Pacho, hombre emprendedor, tuvo varios oficios a lo largo de su vida. Contaba solo con estudios primarios, como la mayoría de la gente en aquella época, pero con una elevada inteligencia natural que le permitió crear sus propias plantillas para construir las embarcaciones.​

La primera barca que construyó la realizó en un pequeño huerto de su propia casa (Castro-Piñera-) y le puso el nombre de "Lola", nombre de su mujer, Dolores Vijande.​

En el año 1944 inicia su andadura como carpintero de ribera en una pequeña construcción en la playa de Salías (Castropol). De allí salieron sus primeros botes y lanchas.En 1953 traslada el taller a la desembocadura del río Berbesa, donde aún continúa a fecha de hoy. Su buen hacer y el éxito de sus embarcaciones le obligaron a contratar obreros. Los primeros que trabajaron con él fueron Miguel de Vilavedelle y Ramón de Requeixo.​

En el año 1954 se incorpora a la plantilla de trabajadores su hijo mayor Carlos y unos años más tarde (1960), su segundo hijo, Pepe, creador de las maquetas que dan origen a su página

En estas fechas, primeros años de la década de los 60, el astillero alcanza su máximo esplendor contando con nueve trabajadores: Pacho y sus dos hijos (Carlos y Pepe), Ramón de Requeixo, Pepe da Murga, Cándido de Pepina, Juanín del andaluz, Belarmino de Castropol y Benito das Campas.

Además de los dichos, también trabajaron en el astillero otros carpinteros como Cándido de Pepina; Bernardo da Portuguesa; Pedro, de Quintalonga; Lino, da Lieira; el Rey, da Pereira y Paco, de Aparicia (...) 
"De este taller salieron infinidad de embarcaciones para los puertos pesqueros del occidente de Asturias y oriente de Galicia, además de otros lugares más lejanos, junto con un buen número de embarcaciones auxiliares para barcos mercantes. De todos ellos dan buena cuenta las maquetas que podemos contemplar en la colección creada por Pepe.

En el año 1967 Pacho abandona por enfermedad el astillero y abre una tienda-bar en Piñera (Castropol). A partir de aquí, son sus hijos, Carlos y Pepe (Os Pachos) quienes regentan la empresa familiar. En 1995 se incorpora al taller Martín González, tercer hijo de Carlos y que hoy (2016), ya jubilados su padre Carlos y su tío Pepe, continúa con la tradición familiar iniciada por Pacho hace más de 70 años.

Gracias a ellos, Os Pachos, surcan las aguas del Cantábrico y de muchos mares lejanos una infinidad de embarcaciones de estilo elegante y estilizado, que llevan el sello inconfundible del pequeño astillero de Berbesa, que se resiste a desaparecer."


La ría con marea baja. Al fondo los muelles de Ribadeo, es digamos el puerto nuevo o de Mirasol, el actual puerto comercial, sucesor del antiguo o de Porcillán, actual puerto deportivo. Hasta allí llegaban antes las embarcaciones con viajeros y mercancías, así como durante siglos con peregrinos, que luego subían hacia el interior de la población, donde también existían fundaciones asistenciales para los romeros


Subimos la carretera


Imáginémonos antaño el tráfico, incluso el pesado, circulando por aquí, por estas serpenteantes curvas


Seguimos carretera arriba. A la derecha es el ramal al embarcadero del Esquilo


Ascendemos para pasar bajo el viaducto de la N-640, teniendo a nuestros pies el pequeño estuario de Berbesa abriéndose a la gran Ensenada de A Lieira o Linera, gran entrante de la Ría del Eo o de Ribadeo, que con el nombre hay polémica, revivida cada cierto tiempo


Lanchas en la bajamar. En Pinceladas de Asturias también leemos la biografía de  José Félix González Vijande, Pepe de Pacho, otro de los miembros de la saga de carpinteros de ribera  y hacedor de barcos y sus maquetas:
"Hijo de Dolores Vijande (Lola) y Marcelino González (Pacho), aprendió junto a su padre el oficio de carpintero de ribera, profesión a la que dedicó toda una vida en Astilleros Pacho. Pepe y su hermano Carlos continuaron la tradición familiar dando vida a cientos de barcos que desde el pequeño astillero de Berbesa pusieron rumbo a muchos de los puertos pesqueros del Cantábrico. También fueron artesanos de un gran número de botes y veleros que inundan de elegancia la ría del Eo con su esbelta silueta  y firme navegar. Son estos barcos y otros muchos los que ahora, ya jubilado, Pepe reproduce en forma de maqueta. Esta afición por las maquetas la cultiva desde hace muchos años sacando horas del tiempo libre o del sueño. Son maquetas totalmente artesanas; Pepe construye cada una de las piezas: desde las cuadernas hasta las velas"

Pasamos pues bajo el viaducto según recordamos estas apasionantes historias del Eo y su ría


Curva a la izquierda al final de la cuesta


Y llegamos al Esquilo, en esta pronunciada curva pasamos junto a la primera casa


Reparamos en los viejos herrajes de una puerta, artesanales


Pasamos otro grupo de casas según va terminando la subida


La cuesta se suaviza


A la derecha hay una explanada que es un precioso mirador


Se nos ofrecen desde aquí unas maravillosas vistas del estuario


Castropol a la izquierda, enfrente Ribadeo y a la derecha la Punta Os Carbayíos, que cierra A Lieira, gran ensenada de carpinteros de ribera


Enfrente Castropol. El Camino evitará la carretera siguiendo la senda ribereña que pasa por la orilla, junto a la Punta de Salías, a la izquierda de la foto, donde se forma una isla con marea alta, El Turrullón


Más allá de Castropol se ve el Monte da Granda y el de Santa Cruz (192 m), por cuya ladera sube, desde Ribadeo y Ove, el Camino, rumbo a Vilela y Covelas, en la ruta a Arante, Val de Cabarcos (Barreiros), Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo. Más lejos aún seguimos viendo el emblemático Monte do Mondigo, con el penedo de su cima


Un buen lugar para contemplar la población sobre el montículo en el que asienta su caserío. No en vano Castropol, como su nombre indica, se hizo encima de un castro antiquísimo. Las tierras del Eo estuvieron pobladas por los egobarros, pueblo prerromano que tenía de vecinos al este a los también galaicos albiones en la cuenca del Navia: También fue zona poblada por los cibarcos


Durante la romanización el territorio estuvo adscrito al convento jurídico lucense y en la alta Edad Media la Iglesia asturiana tenía aquí sus posesiones, con influencia de diversos monasterios. Es entonces en 1154 cuando Alfonso VII decide acabar con las disputas entre las diócesis de Lugo y Oviedo otorgando a la primera las tierras gallegas controladas por la Mitra asturiana y a esta, para compensarla, el total dominio de las tierras entre el Navia y el Eo, la Tierra de Ribadeo (que no incluía no obstante la actual villa gallega), la cual se gobernaba desde el Castillo de Suarón. Hubo anteriormente en la comarca asturgallega una Diócesis de Britonia, fundada por bretones huídos de la actual Gran Bretaña durante las invasiones de anglos, sajones y jutos


La política señorial iría cambiando cuando, poco antes de 1275, el rey Alfonso X El Sabio funda la Puebla de Rovoredo, ahora Reboledo, en la parroquia de Barres, otorgando a sus vecinos derechos y fueros extraseñoriales, con la idea de crear un centro urbano que fuese aglutinador de todo el extenso territorio. No obstante en 1298 el obispo Fernando Alfonso, con diploma expedido en Roma, crea su propia puebla de carácter episcopal en Castropol que, no sin resistencias, terminaría por ganarle el partido a la anterior

En 1376 llegaría la concesión de un mercado semanal por parte del obispo Alfonso y en 1386 Juan I otorga al obispado ovetense la creación de un puerto comercial. Determinadas familias nobiliarias gobernaban puebla y tan extenso territorio en nombre de la iglesia. Esto y las guerras civiles castellanas ocasionaron la visita del enérgico obispo Gutierre de Toledo en varias ocasiones, otorgando unas ordenanzas al concejo, el cual se independizaría de la propiedad eclesial un par de siglos después, con la cesión de numerosas tierras de la Iglesia al monarca Felipe II en 1579, elaborándose de aquella unas ordenanzas propias que no obstante reavivarían su secular competencia con Ribadeo en la navegación y usos de la ría y puertos. La alegría no duraría mucho pues el 28 de octubre de 1587 un gran incendio asolaría Castropol quemando la mayor parte de sus casas


Las vicisitudes de Castropol continuarían, en 1719, al igual que otros pueblos de la costa, sería tomada por los ingleses, que cada poco realizaban incursiones por la ría, y hubo de pagarse un rescate para que se fueran. Casi cien años después, en la francesada o Guerra de la Independencia, ejercería desde aquí sus funciones la Junta General del Principado y se crearía el Regimiento de Castropol para luchar en varios frentes, tal y como recuerda una placa en la Casa Consistorial, construida en 1840 sobre las ruinas del castillo de Fiel y que tiene enfrente la iglesia parroquial de Santiago Apóstol, erigida tras el gran incendio de 1587 y que conserva en su interior importantes retablos barrocos. Su altísima y picuda torre con reloj, uno de los símbolos y emblemas, no ya de Castropol sino de toda la ría, se añadió en el siglo XX.


Al oeste al otro lado de la ría  Ribadeo, puerta de Galicia por la costa, con su puerto comercial de Mirasol y el deportivo de Porcillán, donde pudo estar el origen de la población en este abrigo natural al amparo de la ría. Se sabe el lugar era llamado Cabanela por sus cabañas y se supone que pudo ser la Julia Evi de los romanos. El primer asentamiento fue abandonado, no se sabe si por ataques vikingos o por una refundación que sería llevada a cabo tras la marcha de los bereberes asentados en el noroeste como aliados de los musulmanes, con quienes entraron en conflicto, aprovechando Alfonso I para ocupar buena parte de Galicia allá en torno al año 742. Enfrente vemos el gran arenal de O Tesón, ocupando el centro de la ría


Ribadeo tuvo muralla defensiva en la Edad Media, salvaguardando los fueros otorgados por Fernando III y siendo uno de los enclaves urbanos de la antigua Provincia de Mondoñedo, que existió hasta las reformas liberales del siglo XIX. Su puerto comerciaba incluso con el Báltico y con América, su bien entrando el siglo XX decayó frente a otros puertos cantábricos


Antaño, las embarcaciones que transportaban gentes y mercancías atracaban en el puerto antiguo, Porcillán. Los viajeros subían por las callejuelas al interior de Ribadeo, saliendo de las murallas por el Campo da Vila, actual Praza do Campo, y continuando a San Lázaro y Ove


O Tesón y el muelle de Porcillán. Allí estuvo una de las puertas de la muralla, llamada de Santo Domingo porque la tradición decía que aquí embarcó este santo a la guerra contra los albigenses o cátaros proclamada por el Papa Inocencio III


En la desembocadura: A Ponte dos Santos, que no de Todos los Santos, como alguna vez se ve escrito. Inaugurado en 1987 y ensanchado dos décadas después para el trayecto de la Autovía del Cantábrico (A-8), cuando se le hizo un paso peatonal a ambos lados. Hasta entonces no estaba permitido oficialmente el paso de viandantes. Más acá está A Punta Penalba, frente a O Tesón. Un poco a la izquierda, en la orilla de Ribadeo y ya en la población está la capilla de San Miguel, origen del nombre del puente junto con la de San Román, en la parte asturiana. Junto a ella pasa el Camino para quienes se dirigen al centro urbano desde A Ponte dos Santos


Más a la derecha tenemos la ensenada de A Lieira o Linera, donde había también importantes astilleros de ribera, que hicieron incluso buques para la armada invencible, en concreto varias urcas, especie de fragata


Arriba vemos algunas casas de Figueras/As Figueiras, con la Torre del Reloj a la izquierda, por donde entra el camino que se dirige hacia la Ponte dos Santos viniendo de Tol


La Torre del Reloj fue inaugurada públicamente en 1927. Su edificación vino dada por disposición testamentaria de Domingo Gayol y Martínez Magadán, quien quiso que parte de sus bienes se invirtiesen en un reloj público que diese hora al pueblo


En 1925 se compraron los terrenos y se acometieron las obras, completadas por parte del Ayuntamiento de Castropol con las de unas escuelas que estuvieron funcionando hasta 1976 y que durante décadas impulsaron enseñanzas marítimas. Luego de ser empleadas con diversos fines los locales pasaron a ser en 2006 casa de cultura tras una profunda restauración


Dejamos el mirador y continuamos camino


Siguiendo la antigua carretera, junto a las últimas casas del Esquilo


Cabaña y pequeño jardín a nuestra derecha


Bifurcación y de frente, por la carretera


Bajamos un poco hacia el stop


Es la actual carretera N-640 en el barrio de Castro, antiguo solar castreño, como el propio topónimo indica


Pero justo antes de llegar a ella tomaremos a la derecha la senda costera que nos llevará a Castropol


Aquí vemos las señales, y también alguna flecha amarilla


Bajamos unas escaleras hechas con troncos de eucalipto y tierra. También hay un pasamanos. Mucho cuidado, no es difícil resbalar


Pasamos al lado de la Fonte de Castro y seguimos a la derecha, bordeando todo este prado


Hacemos un poco de rodeo pero no pisamos el campo abonado


Caminamos al borde de la vegetación en la ladera que cae a la ría


Señalización de los senderos de pequeño recorrido o P.R.


Caminamos al lado del acantilado


Casas de Castro, al otro lado está la carretera


Puente sobre un rego


Pasamanos y señalización


Otra bajada con escalones de troncos y tierra


Mucho cuidado, y también al apoyarnos en el pasamanos


Salías, antiguas salinas como su nombre mismo advierte. Durante la Edad Media se sacaba sal de esta orilla y se transportaba desde aquí madera a la Puebla de Castropol, según se revela en las disposiciones del obispo Gutierre de Toledo de 1381, dueño en nombre de la mitra ovetense de las tierras entre el Navia y el Eo


Bajamos las escaleras y seguimos, pegados a la orilla


En marea baja se forma una playa de la que se sacaba la mencionada sal. Con marea alta el agua llega hasta casi el sendero


A la derecha Ribadeo. A la izquierda Castropol. El historiador y erudito Víctor Manuel Díaz Díaz narra en Castropol: historia y arqueología, un asalto vikingo a estas costas, el de San Olaf (antes de ser santo, por supuesto):
" Con todo, lo más interesante, desde un punto de vista local, es la incursión de Olaf Haraldsson en el 1014 sobre estas costas. Más conocido como San Olaf, seria en 1018 Rey de Noruega, convirtiéndose e imponiendo el cristianismo en este reino. Tanto las crónicas cristianas como las sagas nórdicas coinciden en que tras partir de Inglaterra, dirigió su flota contra los vikingos dinamarqueses de Ringsfjerd (probablemente el Golfo de Vizcaya), para continuar hacia Grisepolle (probablemente Castropol), y vencer a los vikingos dinamarqueses en Vilhamsby (probablemente la Ría de Betanzos). La incursión continuo: se dirigió hacia Seljepolle (probablemente la desembocadura del Miño), dónde tras una gran batalla conquisto la ciudad de Gunvaldsborg (probablemente Tuy), tomando prisionero al conde Geirfinn (probablemente el Obispo Alfonso), que tuvo que pagar un rescate de 12000 piezas de oro. 
Entonces llegaron a Castropol. Bueno, es solo una cita en una crónica perdida del siglo XI. Si. Pero del siglo XI. Castropol, no aparece hasta 1298, como puebla de fundación episcopal. Y sin embargo, la propia carta de fundación de la puebla otorgada por el Obispo de Oviedo en ese año de 1298 nos avisa ya de la posible existencia, cuando menos, del topónimo, ya que manda hacer puebla "en el logar nomnado Castropol".
 
La Punta Salías e islote de El Turrullón, donde hubo un caleiro u horno de cal, del que escribe Víctor Manuel Díaz Díaz en Castropol: historia y arqueología:
"¿Por qué nos encontramos un caleiro en este lugar? Por el mismo motivo que se encuentra el resto de los existentes en el concejo de Castropol. La caliza se encuentra con facilidad en toda la vertiente asturiana del Eo: son conocidas en los mapas geológicos, como Calizas de Vegadeo. El combustible empleado es leñoso: frecuentemente toxo, pero sin despreciar otras maderas llegado el caso. Y en la costa, por la facilidad de su transporte a los distinto núcleos urbanos situados en la riberas de la Ria del Eo.

Como digo no es el único ejemplo de un horno de cal en esta zona de la ensenada da Lieira. Recorriendo la playa entre El Turrullon y A Fonte da Vila, vemos como estas construcciones salpican la linea de costa. En algunos casos, como en las dos fotos que siguen, solo podemos decir que se trata de muros pertenecientes algún tipo de construcción de función indeterminada, que ni la vegetación ni el tiempo nos ha permitido profundizar"

Otra vista de Ribadeo y su puerto de Mirasol, gran motor comercial de Ribadeo, que desde 2004 cuenta con punto de inspección fronteriza, siendo el único puerto lucense autorizado para el comercio con países no comunitarios. Se descarga abundante maíz, sal y pulpa de remolacha y se exporta mucha arena de mina, magnesita, aglomerado y celulosa


A Ponte dos Santos. Son famosas aquí las Ostras del Eo, apreciadas desde antes de los romanos, a tenor de sus hallazgos en los muchos castros de estas costas. Empresas como Acueo se encargan de su explotación, explicando así este producto:
"...es un molusco que pertenece a la especie denominada Crassostrea gigas. Es algo diferente a la ostra plana (Ostrea edulis), más conocida en España y asociada tradicionalmente a Galicia, pero su sabor no tiene nada que envidiarle. 
Este tipo de ostra es la variedad más consumida en Francia, donde se cultiva en zonas como Marennes-Oléron, Arcachon o Normandía. En estas regiones su presencia forma parte del paisaje y representa uno de los principales atractivos turísticos. 
El aroma y sabor de las ostras varía según sea la naturaleza del plancton del que se alimentan. En nuestro caso, la ría del Eo, un estuario con unas excepcionales condiciones, aporta a nuestro producto unas cualidades gastronómicas inmejorables"

El sendero es estrecho pero recorre unos parajes extraordinariamente bellos


El paso del estuario era especialmente temido por los viajeros de antaño, aparte de los precios de los barqueros las condiciones de sus barcas no eran de lo más aconsejable y en esta ría, cuya travesía duraba de treinta a cincuenta minutos, el peligro era patente, así el primero de marzo de 1502, según escribe el flamenco Antonio de Lalaing, quien vino a España con el séquito de Felipe el Hermoso, se encontraron con "otro brazo de mar, el más grande y más peligroso de los tres, donde estuvieron en peligro, porque había tormenta y durmieron en Ribadeo, a nueve leguas de Navia"


Por su parte el peregrino picardo Guillaume Manier lo define en 1736 pero relatando su peregrinación de una década atrás, como "uno de los sitios más peligrosos y temibles de toda España", relatando sus temores cuando la lancha, amenazada por mar tormentosa, era "como si fuera una pluma, como si bajase a un precipicio (...) que os causa miedos espantables que crees en todo momento que habeis perecido". Maunier realizaba el camino de vuelta a Santiago por aquí, tras haber llegado a la Ciudad del Apóstol siguiendo el ahora llamado Camino Francés


Otro viajero, el italiano Luigi Salandra que recorrió España en 1797, vio como su caballo se asustó en la barca y tiraba parte del equipaje que llevaba en la grupa, una maleta con ropa, mapas, reloj y brújula. Se trataba de una lancha de pesca pues al parecer no había de otra clase más óptima para el pasaje en ninguna de las dos márgenes de la ría, mostrándose un tanto escandalizado al relatar que "como no existe muelle, es necesario escorar las embarcaciones para que desciendan pasajeros y animales. Para ello las mujeres que ayudan a la descarga se montan sobre el carel de la lancha y así muestran sus pantorrillas y muslos (hasta más allá de lo que permite la decencia)"


Con el tiempo, puerto y embarcaciones fueron mejorando y, al inaugurarse las carreteras, los vehículos podían ir de un lado a otro por A Veiga (Vegadeo), obligando a un buen rodeo por lo que el transporte regular de pasajeros funcionó hasta 1987 cuando se inauguró A Ponte dos Santos al norte de esta ría que unos llaman del Eo y otros de Ribadeo, polémica que se reabre de tiempo en tiempo en los medios de comunicación. Oficialmente, pese a que el Instituto Geográfico Nacional se manifestó en favor de la denominación oficial de Ría de Ribadeo, en sus mapas se ofrecen ambas versiones.


 Un castaño crece en la misma orilla de la ría...


Caminamos bajo sus ramas...


Y pisando la hojarasca


Subimos, siempre con máxima precaución, otra escalera de troncos


 Y seguimos por esta senda entre el prado y el acantilado, donde crece el seto silvestre


No nos apoyemos mucho en los pasamanos, a veces no están en las mejores condiciones


Casas de Salías


Finca cerrada por alambrada


Pasamos junto a la portilla y subimos otra de esas escaleras de troncos


Pisemos con cuidado


El Camino sigue entre un seto plantado y el acantilado


Y ahora bajamos


Salimos a otra finca


Vista de Castropol y A Punta, el extremo de su cabo, con el muelle de este nombre


Pasamos junto a la finca


Otra magnífica vista de El Turrullón y el estuario con Ribadeo, A Ponte dos Santos y la Punta Penalba


A Lieira y a lo lejos los acantilados y campos de la parroquia de Barres, de los que pronto hablaremos


Llegamos a esta tapia


Y continuamos por este paso


Es un poco estrecho pero se pasa bien, al menos si han limpiado un poco de vegetación


Cuidado con las ramas en la cara y la cabeza


Caminamos bajo los árboles


Y seguimos admirando Salías en la bajamar


Allí hay un poco de playa, Os Arenales, si bien en estas bajamares aflora el suelo fangoso propio del fondo del estuario. Hay una caseta-observatorio de aves


La ensenada en todo su esplendor


Ahora si nos fijamos veremos algunos lugares de sumo interés al fondo de esta abrigada rada, sin duda puerto natural desde la noche de los tiempos


A la derecha se distingue ya el pueblo de A Lieira o Linera, de leñera, pues fue durante siglos astillero de ribera


De allí salieron algunos de aquellos barcos para la Armada Invencible en su fracasada invasión de Inglaterra, dos urcas o galeras. Esto barcos y otros se construían empleando la entonces abundante masa boscosa autóctona, de robles y castaños, así como los clavos y herrajes de las relativamente cercanas ferrerías de Boal Os Oscos. En esa época, con el comercio americano y su protección, también Felipe II encargó carabelas, goletas y bergantines a las más de veinte carpinterías de ribera aquí existentes


Se ve soberbiamente bien el antiguo embarcadero. La actividad y fama de los astilleros de antaño existe documentalmente desde el siglo XV pero sin duda sería bastante anterior. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, con los cambios en el arte de navegar acaecidos con la revolución industrial, cascos de acero, mayor calado, vapor, etc. su actividad fue decayendo hasta prácticamente desaparecer en los años 60 del siglo XX. En bajamares es común ver los esqueletos de madera de viejas embarcaciones


Arriba Reboledo, parroquia de Barres, sede de la antigua Puebla de Rovoredo, fundada por iniciativa de Alfonso X El Sabio en algún momento anterior a 1275, la primera de las otorgadas en Asturias en tierras dependientes de la Iglesia, si bien sus primeros habitantes, pobladores del Concejo de Ribadeo (tierras entre el Navia y el Eo pero que no incluían a la actual villa de Ribadeo), fueron intentando emanciparse de esta dependencia señorial de la mitra ovetense, por lo que, tras diversos litigios, en 1298 el obispo Fernando Alfonso desde Roma plasma en documento la intención de hacer una nueva puebla en Castropol, a solo 4 kilómetros, haciéndole directa competencia, bajo los auspicios eclesiásticos


La nueva Puebla de Castropol supondrá el abandono de Rovoredo o Roboredo, que quedará integrada en su alfoz o territorio, el cual abarcaba el Honor de Suarón, las tierras del antiguo castillo de este nombre, ahora llamado Entrambasauguas o Navia-Eo, que con las reformas del siglo XIX fueron dividiéndose en nuevos concejos desprendidos del de Castropol


Un poco más a la izquierda está el Palacio de las Torres de Donlebún, construido a partir del siglo XVI en un promontorio sobre la ensenada, solar del linaje de los Pardo-Donlebún


La torre más antigua es de esa centuria del 1500, la de la izquierda, mientras que la de la derecha fue erigida en 1711. Su estructura se dispone en torno a un patio cerrado con muro almenado


Aunque no lo vemos desde aquí hay un escudo solariego en su fachada sucesor de otro anterior cuyo lema, según el historiador Tirso de Avilés, que lo vio, ponía:
"Donlebún en la mariña
insigne casa y solar
pegado al braço de mar
do fue la çiudad Olina.
Y blasón que lo designa
es un fresno, y del colgado
un escudo vandeado
y una vieja espada fina;
el campo es verde pintado"
Miembros destacados de esta estirpe serían Arias Pardo de Donlebún, Gobernador de A Coruña con Carlos V y su hijo Sancho Pardo, el constructor de buques para la Real Armada en esta ensenada, quien en sus singladuras marinas llegó a derrotar a la escuadra del inglés Francis Drake, tal y como nos dice la Real Academia de la Historia:
"En 1595, encontrándose la Flota en San Juan de Puerto Rico, reparando averías en los barcos que regresaban a Cádiz transportando el Real Tesoro, los piratas F. Drake y J. Hawkins, enterados de la situación en que se encontraban los buques españoles, intentaron apoderarse de los caudales. Entablada la batalla entre los buques ingleses y españoles y las fortificaciones de San Juan, Hawkins encontró la muerte a manos de los artilleros españoles. Drake, derrotado, contrajo unas fiebres, en su deambular por el Caribe, que lo llevaron a la muerte. Con motivo de la victoria española, el Rey concedió a Sancho Pardo el hábito de Santiago que tanto ansiaba, como paso previo a obtener un título de Castilla"

En 1747 los Donlebún hicieron construir un molino de mareas en el lugar de O Covo, cuyos restos se conservan en As Acías, un poco más a la izquierda en la misma bahía, llamado de San Juan al haberse inaugurado el día de este santo, 24 de junio. Fue mencionado así por el Catastro del marqués de la Ensenada en 1752, diciendo que tenía "cuatro muelas que solo tres muelen en las represas con las crecientes de mar", esto es, que trabajaba con el agua embalsada tras las pleamares. Dejó de funcionar en 1914 pero el lugar puede visitarse, entre las calas de Arnela y Os Carbayíus


Admirando los paisajes de la ría y su historia seguimos nuestro periplo por la ribera


Desembocadura del Rego de Salías, área geológica de cuarcitas y pizarras


El Turrullón y el observatorio de aves, una cuña de tierra que se adentra en la ría. La parte del islote donde se ubicaban los antiguos hornos de cal es llamada Os Caleiros


Nos dirigimos al puente sobre el río


Al otro lado vemos las indicaciones de la ruta


Vamos a la espesura por esta fresca y húmeda umbría ribereña


Puente a la derecha


Lo cruzamos aquí. Fijémonos en la señalización


Es una pasarela de madera con red metálica en el suelo


Pasamos al otro lado y seguimos la senda, hacia la derecha


Caminamos unos metros por esta orilla del pequeño río


Y aquí vamos a la izquierda


Llegamos a la pista que comunica con El Turrullón


Y la cruzamos al otro lado


Dejando la pista y caminando por el prado, al borde del seto


Rumbo a Castropol, fijémonos bien en estas señales


La senda sobre la hierba hacia el monolito


Y continuamos junto al bosquete


El camino casi no se distingue cuando crece la hierba pero está bien pisado y trillado


Otro mojón señalizador


Ribadeo siempre ante nosotros, con Mirasol y Porcillán. El origen comercial de este puerto se sume en la noche de los tiempos. Lo cierto es que todas las ensenadas, cercanas a castros, tienen el aspecto de haber sido puertos naturales de pesca y comercio (algunos muy posiblemente a minas auríferas) desde época prerromana y romana. Sin embargo hay que esperar a la Edad Media a tener las primeras noticias fidedignas. Avanzando el medievo se sabe que mercancías procedentes de Oriente se desembarcaban en Tarragona y Tortosa, siendo llevadas río arriba para luego ser embarcadas de nuevo en puertos cantábricos, uno de ellos el de Ribadeo, rumbo a los puertos del Loira y del Sena, y en el siglo XV se dice que es uno de los "puertos acostumbrados de Galicia", existiendo también astilleros de ribera


Ahora empezamos a ver, a la derecha, algo de Figueras/As Figueiras, en concreto los Astilleros Gondán, a los que ya nos hemos referido, fundados en 1925 por Francisco Díaz Martínez, hijo de  Francisco Díaz Fernández, de la cercana aldea de Berbeso, descendiente de una saga de carpinteros de ribera, quien ya construía embarcaciones de pesca a finales del siglo XIX, comenzando en 1969 a producir barcos de casco de acero, llegando a exportar fuera de España a partir de 1978


En 1995 se realizan profundas reformas tecnológicas para la moderna construcción naval y en el año 2009 se empiezan a hacer también embarcaciones de fibra de vidrio. En total más de 300 buques han salido fabricados de estos astilleros a lo largo de su historia


Y... más a la derecha otra perspectiva de A Lieira, con Reboledo y más atrás la aldea de Donlebún, donde se cuenta la historia del crimen de María Pastora, vecina que se dice era tenida por mujer pública y que mató a un carabinero de Castropol, allá por 1927, cuando llegó a su casa, pensando que era para detenerla por adquirir un haz de leña de estraperlo, naciendo la copla
"María Pastora
flor de romero
mató a Gayoso
con un martelo"
Su historia fue narrada por el erudito local Juan Carlos Paraje Manso en su obra La Comarca, publicada en 1938, y por ella sabemos que se llamaba María Pastora Castro, nacida en Masma, concello de Mondoñedo, cuya familia la entregó a otra de As Anzas, en Cubelas, concello de Ribadeo, sirviendo luego en una casería de Piñeira en Castropol y alquilando una pequeña casa en Donlebún, trabajando en las conserveras de Figueras/As Figueiras y como jornalera, así como mariscando en la ría. Se dice que dada su nobleza, valorando los tratos de palabra pero casi analfabeta y muy ingenua, era frecuentemente engañada por los pícaros. Además vivía sola y era alta y robusta, con una belleza especial pese a algunos rasgos definidos como masculinos, un tanto distante y con una pose de dignidad que atraía a los hombres, tanto para burlarse de ella como para solicitarle sexo. Entre las anécdotas que se cuentan está la de un paisano que hubo de irse desnudo tras no pagarle sus servicios, por lo que ella le confiscó sus ropas, casi pereciendo él de frío volviendo al galope a casa a caballo. Al día siguiente María mostró su gabardina ondeando en la playa para gran escándalo de la vecindad, no mayor que el de las joyas que tenía y que un día alguien las vio, comprobando que las iniciales en ellas grabadas comprometían a su amante, persona que resultó ser harto conocida

La noche del 1 de mayo de 1927, tras la discusión con el carabinero Francisco Rodríguez Gayoso, le abrió la cabeza con un palo y ella luego, asustada, se lo llevó a hombros a un lugar apartado, pero no lo suficiente para que no mucho después Francisco fuese descubierto por el vecindario, moribundo, falleciendo posteriormente. El reguero de sangre que llegaba a su puerta la delató, siendo detenida cuando sembraba patatas en la cercana aldea de Lois, lo que la llevó a ser juzgada por asesinato y condenada a quince años de prisión en la cárcel de Alcalá de Henares, pero siendo indultada tras la proclamación de la República en 1931, cosa que en cambio no le agradó, pues decía "maldita sexa a República, que fóra me botou". Dice Paraje que ello se debía a que en presidio fue mejor tratada y con más dignidad y respeto que cuando era libre, sintiéndose más segura.

Al volver a Donlebún rehacer la vida anterior se hacía harto difícil tras ser excarcelada. Si bien no podía irse muy lejos por falta de recursos se trasladó a Ribadeo, en A Atalaia, cambiando un poco de aires, pero Ribadeo no está tan lejos y su dramática biografía, así como su altura y semblante, no pasaron desapercibidos, la gente murmuraba y hasta los niños se escondían cuando pasaban, exclamando asustados "ahí che ven María Pastora", y para meterles miedo se les amenazaba con la frase "vou chamar a Marión", como también se la empezó a conocer. Durante la posguerra, siempre según lo escrito por Paraje, era normal verla mirando al mar fumando un mataquintos, cigarrillo muy fuerte y de muy baja calidad que fumaban los quintos o soldados, con una pose que a sus convecinos resultaba un tanto hombruna y siniestra según el imaginario popular de la época, pues vestía una especie de hábito-uniforme en forma de sayón pardo de la cabeza a los pies con numerosos remiendos y debajo harapos, pañuelo a la cabeza o sombrero de paja, calzando zocas o alpargatas. Endurecida por la vida, tenía mal carácter, no en vano era violenta ante las burlas y ataques, levantando su sacho o azadón de mariscadora mientras gritaba insultos y amenazas, muriendo tempranamente tras una no larga existencia marcada por la desgracia y peor siendo mujer, en el mundo rural o de pequeña villa y en aquellos tiempos


Dejamos así la ribera para subir de nuevo escalones arriba


Aquí seguimos de frente. Los escalones de la izquierda llevan arriba al área de descanso existente junto a la N-640


Salvo que queramos subir a ella para sentarnos a comer el bocadillo o reposar unos instantes, el camino sigue por el sendero de hojas junto al matorral


Curva a la derecha, mientras pisamos abundante hojarasca


La senda de estrecha un poco pero no hay dificultad alguna de paso para un caminante


Atrás van quedando El Turrullón y A Lieira


Subimos por el bosque de ribera


Bella alfombra natural de hojas caídas


Subimos junto a una nave


Y ya va acabando la subida


A Bruiteira, llegamos de nuevo al lado de la N-640


Pero justo antes de la carretera tomamos el sendero que sube a la derecha: atentos a las señales


La de arriba nos indica la ruta a Castropol


Y nos apartamos de nuevo del asfalto de la carretera general


Curva a la izquierda 


Y caminamos en llano, entre la helechal y el matorral


Señalización en las piedras


Estos terrenos tal ves perteneciesen a un supuesto monasterio existente muy cerca, en Moldes, documentado con fecha del año 926 en el que es cedido por Ramiro II a la Iglesia ovetense, pero que parece ser una de las interpolaciones o falsificaciones del obispo Pelayo en el Libro de los Testamentos de la catedral de San Salvador de un par de centurias después


Existieron en el lugar también linajudas estirpes con versos en su blasón que decían...
"Muy antiguo solar es
el de Moldes, y veçino
al ópido Castrolino
según que enfrente lo ves;
tiene en un blanco pavés
con pintas de colorado,
por armas un hombre armado
de la cabeza a los pies
y con su espada empuñado"

Nos aproximamos nuevamente a la carretera


Y caminamos a partir de aquí unos metros al lado de ella, viendo los letreros que advierten del riesgo de resbalones en la siguiente bajada


Paso estrecho junto a la baranda y el quitamiedos


Al fondo el lugar de A Castellana


Allí está el Taller Domingo


Estamos ante otro soberbio mirador sobre la ría


Ribadeo: otra vista con Mirasol y Porcillán. El puerto decayó a lo largo de las primeras décadas del  siglo XVIII con los ataques corsarios a las rutas marítimas, si bien en la segunda mitad se recupera con la importación de lino y cáñamo de Holanda y el Báltico, pues era el abastecimiento de la industria del lienzo existente por entonces en Mondoñedo y Lugo, incentivándose además mucho la pesca, lo cual, junto con la agricultura y ganadería para abastecer a los crecientes núcleos urbanos y nacientes áreas industriales, favoreció la gran recuperación del comercio marítimo, así como el sector maderero con la industria naviera. Se importan vinos y cereales de Francia, aguardientes del Báltico, bacalao de Terranova, textiles de Francia y de Inglaterra, azúcar y sal de Portugal, hierro de Suecia, etc. apareciendo varios consulados y empresas de países extranjeros. y así lo explican en Antecedentes históricos puerto de Ribadeo de Servicios logísticos, marítimos y portuarios, de Pertejo S.L., radicados en Ribadeo:
"De este período destacan ilustres personajes del mundo comercial y de los negocios como Cenzano, Campoamor, Villamil, Marchamalo, siendo el más destacado de todos ellos Antonio Raimundo Ibáñez.. Importación de vinos, aguardientes, granos, lino, y exportación de vinos y aguardientes catalanes son mercancías clásicas de este período.
El incremento de la actividad comercial hizo posible que la Aduana de Ribadeo fuese en aquella época una de las de mayor recaudación del Reino de Galicia junto con  la de El Ferrol y La Coruña, aunque en años posteriores sufrió una época de oscurantismo moitvada por varias Reales Órdenes que la inhabilitaron para determinados comercios, contra las que Ibáñez lucharía para rehabilitarla nuevamente."

En el fondo de esta ría yace hundido el llamado Galeón de Ribadeo, el Santiago de Galicia, o por sus constructores italianos San Giacomo di Galizia, en uno de los cuatro intentos de invasión de Inglaterra en tiempos de Felipe II, regresando a España muy dañado tras un nuevo fracaso en Cornualles en 1597. Pedro Luis Chincilla, en El Galeón de Ribadeo. Un tesoro a cuatro metros de profundidad, escribe:
Construido entre 1570 y 1580 ,aunque con dimensiones de nao, aparece en los documentos como “galeón de guerra” y es que, según Enric Juhé Corbalán (gran experto del tema), la distinción entre nao y galeón fue confusa incluso en su misma época, pudiendo deberse dicha diferenciación tan sólo al origen de la construcción del buque, es decir, militar o civil(...)

A 75 millas de su objetivo, Falmouth, una fuerte tormenta obligó al Santiago de Galicia a regresar a puerto, no sin antes ser atacado por un navío inglés y tres flamencos que lo dejaron seriamente dañado.

Nuestro pobre galeón, llegó a trancas y barrancas a la Ría de Ribadeo, donde se pudo poner a salvo a su tripulación que fue acogida por la gente de esa villa. Debido a su mal estado, la documentación encontrada certifica su hundimiento el 13 de noviembre de 1597"

Una asociación mantiene vivo el interés por este pecio: El Galeón de Ribadeo, el mejor conservado del mundo, cuyos restos fueron localizados en 2011 y excavados en 2019


Una mejor vista de los astilleros de Gondán. Por arriba por la llanura de la rasa costera va hacia el puente uno de los caminos terrestres a Ribadeo, el otro es la llamada Variante de Tapia, más cercano a la costa


Tras contemplar otra magnífica panorámica de la ría regresamos al camino...


De nuevo en la selvática ribera...


Más señales de la senda, esta en una laja de piedra hincada


Andamos plácidamente entre los setos y las matas de arbustos y arbolado, cercanos a la carretera pero a la vez apartados de su tráfico, bastante intenso por lo general


Otra señal, esta en un poste de madera


Otra nave asoma en el boscaje


Caminamos junto a sus muros


 Otro muy buen promontorio y miradoiro sobre A Lieira, As Aceñas, Os Carbayíus, Penalba, ensenada llamada también en antiguas reseñas Ría de Berbesa y Dársena del Astillero, como puede ser el caso del Diccionario de Madoz a mediados del siglo XIX. Antaño se sabe tenía más profundidad, con el nivel de hoy en día no hubiesen podido botarse los barcos que aquí se hicieron en siglos pasados, de ahí qie por ejemplo Gondán hiciese su astillero, primeramente en una pequeña playa, casi ya en la misma boca de la ría, fuera de esta antaño bulliciosa y laboriosa ensenada donde se trabajó intensamente durante al menos tres siglos


Desde el mismo camino puede verse a veces el fondo, solo sea el más próximo a la orilla: rocas y bajíos a nuestros pies. Aún entre 1840 y 1900 se construyeron aquí nada menos que 18 bergantines, uno de ellos el Nuevo Juliana, atribuido en concreto al astillero de Piñeirúa, fecha de 1863. Su destino era llevar carbón a Palma de Mallorca y después en lastre ir a Torrevieja a cargar sal y regresar a los puertos del norte. Su final fue narrado así por el diario La Reforma el martes 7 de febrero de 1899
”El jueves á última hora circularon en esta capital rumores de haber ocurrido un desgraciado suceso en alta mar á la vista de este puerto; suceso del cual me he informado en la Capitanía del puerto, donde se recibieron las primeras noticias, ampliadas posteriormente con toda clase de detalles. 
Procedente de Torrevieja, de donde zarpó con rumbo á Lisboa el bergantín-goleta español Nuevo Juliana, recaló dicho día en aguas de Sanlúcar, arrastrado por el fuerte huracán reinante que le puso en peligro varias veces. 
A pesar de la lucha titánica sostenida valientemente por la tripulación, un fuerte golpe de mar acabó de anegar el barco, encallando éste, completamente destrozado, en el bajo llamado del Banquete. 
Apercibidas las autoridades de Marina de las señales de auxilio hechas por el capitán del barco, ordenaron la salida del práctico D. Manuel Gil y Vidal, quien, con un arrojo digno del mayor encomio, acudió en una falúa al lugar del suceso, recogiendo la tripulación que llevaba el Nuevo JUliana, compuesta de un capitán, un contramaestre, un cocinero y seis marineros. 
Todos estos deben la vida á la oportuna ayuda del Sr. Gil y demás marineros que con él salieron en la falúa, puesto que á poco de ser abandonado el bergantín quedó hecho astillas, perdiéndose también los 340.000 kilos de sal que conducía, y los equipos de la tripulación”…

Paso entre la nave y el acantilado


Maleza de abundantes zarzas, pero con espacio suficiente para pasar


Un poco de subida con pasamanos de madera


En el año 1719 durante la llamada Guerra de Alberoni o de la Cuádruple Alianza, que enfrentó a España con Inglaterra, Francia, los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico, los ingleses ocuparon varias poblaciones de la ría. Todo empezó cuando las fragatas españolas El Galgo de Andalucía y San Francisco entraron en la ría para entregar unas naves mercantes enemigas capturadas, siendo entonces cuando una flota inglesa de tres barcos se adentra en el estuario para recuperarlas, atacando Ribadeo el 27 de septiembre, siendo tomado el fuerte de San Damián y destruidas las fragatas españolas, así como tomados Ribadeo, Castropol y y As Figueiras, que hubieron de pagar un rescate importante


A la derecha A Talaya de San Román, donde fue incendiada una de las fragatas, la otra lo fue en lo que se llamó desde entonces Bando de la Carabela. Los ingleses desembarcaron con 600 hombres al mando del comandante Broom sin que las baterías del Forte de San Damián y A Atalaia supusiesen mayor problema, tanto es así que entrar en el Ayuntamiento con toda solemnidad, redoblando tambores. Según el cronista Mejide Pardo exigieron un rescate, negociando con un intermediario el clérigo Fray Sebastián Carredo. Tras discutir cantidad y forma de pago reciben 600 doblones, 50 vacas, 25 carneros, 25 pipas de vino y demás vituallas. Permanecieron cuatro días, no saquearon pero se llevaron varios galeones del puerto y un par de buques ingleses requisados previamente por los españoles (objetivo inicial del desembarco). Sí destruyeron otros barcos, como las citadas fragatas, así como los fuertes mencionados. Castropol y Figueras/As Figueiras se sabe fueron también ocupadas, pagando un rescate de 150 doblones y otros productos no especificados


En Castropol el muelle de A Punta, cuya carretera directa se hizo en los años 20 del siglo XX. La carretera general a Castropol, la actual N-640, tardó mucho en acabarse pese a que ya había llegado a Luarca/L.luarca en 1864. Durante años estuvo parada en Salías, yendo los niños a ver la llegada de la diligencia de Oviedo/Uviéu, que resultaba todo un acontecimiento



Pasamos aquí el puente sobre otro arroyuelo


En este lugar, tras la carpintería Eocae, tenemos otro excelente mirador


Admiramos ahora la ribera de Figueras/AS Figueiras, que durante un tiempo fue concejo independiente. Lo cierto es que ya en 1378 y pese a pertenecer hasta entonces a los eclesiásticos dominios de la Tierra de Ribadeo, con capital en Castropol, el obispo Gutierre de Toledo cedió este enclave en encomienda al marqués de Astorga Alvar Pérez Osorio. Tiempo después, en 1538 fue comprado por Arias Pardo de Donlebún, uno de cuyos parientes, Sancho Pardo Donlebún, participó en la expedición de la Armada Invencible


Esta jurisdicción señorial pudo ser adquirida por fin por la vecindad tras cuarenta años de pleitos y el pago de 680.000 maravedís en 1775, constituyéndose entonces en Ayuntamiento, logro que no duraría demasiado tiempo, pues en diciembre de 1826 y por disposición de Fernando VII este y numerosos municipios pequeños habrán de pasar a sus vecinos más grandes, como fue aquí el caso de Castropol, al que As Figueiras/Figueras pertenece desde entonces


El astillero ocupa una parte muy importante de ese tramo de litoral. Desde su puerto también partían antiguamente muchos peregrinos hacia Ribadeo, pues existió un hospedaje a ellos dedicado en la población en la  la iglesia parroquial, la cual fue capilla del histórico hospital de peregrinos que aquí fundó y mantuvo el antiguo Gremio de Mareantes y que funcionó hasta el siglo XVIII, amparándose a peregrinos, viajeros pobres, enfermos y demás necesitados. En la actualidad, como en el caso de Castropol, también es factible cruzar como antes en lancha a Ribadeo, pero hay que enterarse primeramente de los servicios de embarcaciones de recreo operativos y su horario e itinerario. Actualmente, como hemos dicho, la mayor parte de los peregrinos van por arriba hacia A Ponte dos Santos


Abajo hay un pequeño paseo marítimo ante los muelles, A Ribeira. Arriba destacan dos edificios notables: empezamos por el que está a la derecha de la foto, el antiguo Hotel Peñalba


Hotel Peñalba, construido en 1912 por encargo de Socorro Sánchez, viuda del indiano García Bustelo, para casa de veraneo, siendo atribuido su proyecto, dentro del art nouveau francés, al arquitecto zaragozano J. Arbex, destacando su cúpula y terrazas

 Un poco a su izquierda asoma parcialmente el Palacio de los Pardo Donlebún o de los Condes de Trénor, con sus muros y almenas, cuya parte más antigua es una torre del siglo XVI que guardaba el estuario, conservándose un par de cañones. De ella partieron dos alas, también almenadas, en una primera ampliación. En el siglo XIX fue totalmente renovado el conjunto y en 1931 de cerró todo con una cerca, siendo restaurado a finales del siglo XX


A la izquierda, también arriba, el barrio de A Granda. En esa zona apareció en el siglo XVIII una inscripción de posible origen romano de la que da noticia el antiguo Gremio de Mareantes


Las grandes naves de los astilleros, donde nacen los barcos. El lugar donde están los astilleros es llamado O Lumeiro. Ya el bisabuelo del fundador, Francisco Díaz Martínez, Gondán, en 1925, construía célebres embarcaciones con gran renombre. De esta manera aparecía en la prensa local esta reseña del 20 de junio de 1906:
Hoy te has lucido Gondán.
Construyendo mi balandro.
Que va tu fama sembrando
Desde Bayona hasta Orán.
Pondré en Figueirúa un cartel
Y en Figueras un letrero:
Aquí está Eduardo primero.
Para quien quiera algo de él

Más a la izquierda A Atalaya, solar de la capilla de este nombre, bajo la advocación de San Román y del Cristo del Buen Viaje, justo antes del paso del puente por el camino


Caminamos así detrás de la carpintería


Un pequeño paseo con árboles ornamentales


Zona de aparcamientos


Dando vista a las casas de A Castellana, barrio al este de la villa Castropol


Pasamos junto a la entrada al solar de la carpintería


Siempre al lado del acantilado, y mirando al grandioso puente de más de 600 metros que hizo que los antiguos lancheiros quedasen relegados a reclamo turístico, así como que los automovilistas se viesen obligados a bordear la ría por las carreteras N-640 y N-642. Viandantes y peregrinos caminan por los estrechos pasos peatonales existentes a ambos lados. Con motivo del 25 aniversario de su inauguración, el 29 de julio de 2012 José Alonso escribe una crónica en La Voz de Galicia que dice entre otras cosas:
" ... un puente que sentó precedentes de ingeniería y batió récords mundiales, tanto en su gestación como al ser desdoblado en autovía. Siempre estará vinculado al expresidente del gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, bajo cuya presidencia se autorizó. La construcción duró cuatro años. Se emplearon 600 kilómetros de cables; 2.164.000 kilos de acero, y 17.600 metros cúbicos de hormigón. La cimentación fue todo un problema y para llegar a la roca hubo que perforar hasta los 61 metros en uno de los pilares. La obra se adjudicó en la primavera de 1983 con un presupuesto de 822 millones de pesetas, pero su coste final por problemas de cimentación fue de 1.141 millones de pesetas"

De nuevo entre la arboleda


Eucaliptos en el despeñadero...


Vamos todo recto...


Setas junto al Camino...


Crecen en la humedad de la umbría


Estrechamiento del sendero


Vamos hacia una casa


Vemos las señales de la ruta senderista en el suelo


Subimos un poco...


Y al llegar a la nave que hay pegada a la casa subiremos a la izquierda: fijémonos en el sendero pisado en la hierba


Aquí sí salimos ahora a la N-640


Hay una acera frente a la vivienda de la fachada principal de la casa, por lo que el tránsito peatonal se hace seguro


Bajamos un poco mientras empezamos a ver de frente el casco urbano de Castropol en la falda del promontorio en el que se asienta


Ser acaba la acera pero continuamos por esta pasarela de madera


Con una nueva panorámica del magno estuario de los egobarros


En este tramo de la N-640, aquí Avenida de Galicia, reiteramos que suele haber muchísimo tráfico, pero nosotros evitamos sus peligros gracias a este paso peatonal. A la izquierda la gran nave de Talleres Cancio, empresa fundada en 1981 como taller mecánico, ahora especializada en maquinaria para aserraderos


Sigue la bajada a la altura de las primeras urbanizaciones. Recalcamos también que, cuando vayamospor este tipo de pasarelas, en cualquier lugar, reparemos mucho en el estado de barandillas, , tablas del suelo, etc. Evitemos apoyarnos demasiado en los pasamanos y mucho menos sentarnos sobre ellos. No siempre tienen un óptimo mantenimiento


Aquí por ejemplo hay una bajada al pedrero, cerrada por cinta de plástico pues es peligrosa. Nosotros seguimos por la pasarela


Castropol ante nosotros, la Dársena del Astillero y el Muelle Viejo. Al fundarse la Puebla de Castropol se estipuló que se construyese para su señor el obispo "un palacio bono e una cama e un portal de pedra e de cal" y darle de comer "al menos un día, cuando viniera". Era alrededor del año 1297 y, una década después se redistribuyen las tierras entre los nuevos vecinos, luego de una enajenación de las mismas que había causado "gran buelta y gran bullicio sobre ello". Registrándose por escrito unos 105 habitantes que habrían de ir asentándose en sus lugares o cuadriellas en diferentes plazos

En 1313 se otorga por el obispo don Fernando fuero a estos pobladores según el de Benavente. No obstante los comienzos fueron difíciles, con ciertos abusos impositivos a cargo de algunos encomenderos o representantes del prelado. Se concede celebración de mercado los sábados al lado de la iglesia y se estipula que sea franco "salvo los derechos que pertenezcan a nuestro señor el Rey así como las alcabalas", así como levantar una cerca a manera de muralla "so pena de seiscientos maravedís". Cuando el obispo visitaba el lugar se le hacía homenaje besándole la mano, pero existían diversos bandos enfrentados en sus intereses y estos llegaron a ocasionar gravísimos enfrentamientos con muertes, incendios y destrucciones, por lo que a instancias del obispo hubieron de pedirse perdón mutuamente en 1381, dejando escrito que quien a esto faltara "sea por ello alevoso e vergonzoso en toda plaza"


En 1583, una vez libres de la dependencia señorial obispal, tras pasar el alfoz a la Corona y ser comprado por la vecindad, estalla un problema de lindes con Ribadeo sobre las aguas del estuario, siendo detenidas e inspeccionadas varias naves, incluso en los mismos muelles de Castropol y Figueras/As Figueiras, por el sargento mayor de la villa gallega y sus ayudantes, suceso denunciado ante el Real Consejo de Guerra por el capitán de milicias de Castropol Juan Antonio Navia y Arango, estipulándose los límites un año después. En la noche del 28 de octubre de 1587 un voraz incendio destruye Castropol, y justo después, durante las reconstrucciones, se hace el hospital de peregrinos y pobres, muy posiblemente relacionado con tan dramático suceso, pues no pocas personas se habían quedado sin hogar


En 1648 se constituyó la Cofradía de Pescadores de San Roque por diecisiete pescadores vecinos de esta villa, que luego pasaría a ser el Gremio de Mareantes, extinguido a primeros del siglo XX. Defendió los intereses de los marineros y como muestra de ello basta decir que en 1691 un despacho real deja claro a las autoridades de Ribadeo que no detengan ni visiten sus embarcaciones pues la jurisdicción castropolense es soberana en este aspecto. La carretera al muelle, que vemos desde aquí, fue impulsada, bien avanzado el siglo XX, por el político reformista Melquíades Álvarez. Antes había de subirse hacia la iglesia para luego bajar desde ella al puerto, que es lo que vamos a hacer para visitar el lugar y revivir lo que sería el itinerario de los peregrinos de antaño


La ría y sus poblaciones fueron escenario de luchas y acontecimientos durante la francesada, creándose el Regimiento de Castropol, que luchó en varios frentes, y refugiándose en Castropol la Junta Superior de Asturias, reducida, no sin discusión, a tan solo nueve miembros, lo que no sentó muy bien en estos concejos del occidente, al no verse bien representados, llegando a votarse la disolución de esta Junta el 31 de diciembre de 1810, para al día siguiente, 1 de enero de 1811, ser restablecido el orden y detenidos los rebeldes por las tropas del comandante militar de la provincia Francisco J. Losada. El día 2 se dio poder a diputados y suplentes para representar a Asturias en las Cortes al acabar la contienda. Durante dicho conflicto se editó en Castropol el Correo Militar y Político del Principado, sucesor de la Gazeta de Oviedo, que había caído junto con la capital asturiana en manos de las tropas napoleónicas y que se considera el primer antecedente de la prensa en Asturias. Su impresor, Pérez Prieto, había seguido a la Junta a su refugio en Castropol, lo que posibilitó publicar este boletín de claras tendencias liberales, cuyo director era Ramón Acevedo


Figueras/As Figueiras. Al lado del puente, A Ponte dos Santos, está, casi no se ve, la  ermita de San Román, en A Atalaya, donde se venera también a la Virgen del Carmen, de honda tradición marinera, y al Cristo del Buen Viaje, devoción viajera y peregrina. Hay buena romería el día de San Román, se disfruta de unas excelentes vistas sobre la ría, y la capilla presenta una llamativa torre-mirador almenada, la Torre de O'Connor, siendo obra todo ello de 1842 a expensas del Gremio de Mareantes, reconstruida en 1901 por doña Socorro S. de García. Aún existían señales en la pared de los disparos de la guerra civil. Este santuario de san Román junto con el de San Miguel en Ribadeo, al otro lado del puente, son a los que debe el puente su nombre, A Ponte dos Santos, que no de Todos los Santos, como alguna vez se ve escrito. Inaugurada en 1987 y ensanchada once años después para el trayecto de la Autovía del Cantábrico (A-8), cuando se le hizo un paso peatonal a ambos lados


Otra vista de Figueras, donde llegaron a coincidir en sus buenos tiempos hasta siete fábricas de conservas. Sus habitantes reciben el apodo de Pixotos y también fue refugio en dos ocasiones, durante la francesada, de la Junta General del Principado. Cerca del puerto estaba la Batería de Arroxo, que realizaba fuego cruzado sobre la ría junto con la del Forte de San Damián en la orilla gallega, repeliendo incursiones de flotas enemigas


La pasarela de madera da paso a la acera justo antes de la curva de la N-640


Llegamos pues al otro extremo de la senda peatonal, que une Castropol y Figueras/As Figueiras y que hemos empleado para venir hasta aquí desde las inmediaciones del viejo embarcadero de A Lieira


Entrando en el casco urbano de Castropol, ante el barrio de Fontela, enfrente a lo lejos. A la izquierda las urbanizaciones de apartamentos de Peña Mar


Caminamos en paralelo a la N-640, pero a la vez vamos alejándonos de ella paso a paso,hacia la derecha, para ir al centro histórico


En lo alto divisamos el promontorio castreño donde se fundó Castropol, en cuya cúspide está el casco viejo de la villa


Primero pasaremos por Casa Vicente, establecimiento inaugurado en 1940 y uno de los referentes gastronómicos de ría y concejo, regentado por la familia Alonso


Además de restaurante hay hotel


Puede ser un buen lugar para pernoctar y dar cuenta de los manjares del lugar antes de embarcar hacia Ribadeo


Seguidamente pasaremos frente las terrazas de otro célebre negocio hostelero, Peña Mar, este del año 1963, también con hotel y apartamentos turísticos, también emblema de la gastronomía y el turismo en los concejos del Eo


Allí tomaremos la calle Vior que vendría a seguir el viejo camino hacia la iglesia y puerto. Está dedicada a Manuel Vior, gobernador de Asturias, bajo cuyo mandato Castropol empezó a extenderse fuera de su núcleo originario en sucesivos planes urbanísticos de ensanche, a partir de 1854


Dentro de estos ensanches, no siempre del todo bien proyectados o definidos, pero que marcaron el aspecto del Castropol actual, en 1867 se hicieron las primeras aceras y se acometió el primer alumbrado público


Bifurcación y hacia arriba, en cuesta, hacia el centro urbano. Como hemos dicho vamos a segur el que sería el antiguo camino hacia el hospital de peregrinos y de allí la posterior bajada al puerto, si bien hemos de decir que a la derecha podríamos ir por el Paseo del Muelle


Pasamos junto a un edificio de apartamentos. Aquí la calle empieza a subir


Aunque la calle es ancha hay una curva bastante cerrada: un alto muro se levanta para asentar el terreno, a la izquierda


El repecho gana altura rápidamente. Hay partes en las que la acera desaparece


Fila de edificios de viviendas, que fueron casas de pescadores


Aquí la subida se hace más pronunciada, justo en lo que viene a ser el tramo final


Fila de árboles ornamentales, a modo de paseo. Aquí la acera desaparece


Ya a una cierta altura, y sin edificios a la derecha, llega un trecho que es un buen miraodiro sobre A Lieira


Por abajo va el Paseo del Muelle. Vemos algunas de las embarcaciones turísticas que ofrecen singladuras por el estuario, así como toda la ensenada, que hemos recorrido parcialmente por su ribera


Por allí discurre toda la senda costera que viene de Figueras/As Figueiras, por lo que reconoceremos bien buena parte del recorrido que hemos dejado atrás para venir a Castropol


Se ve bien la Punta de Salías con El Turrullón, Castro y Esquilo, así como los boscosos acantilados por donde pasa la ruta


Va subiendo la marea y comprobamos como empieza a cubrir la zona de lodos, marismas, fangos, hasta llegar al borde del camino


A la izquierda un gran muro cierra una finca


Vemos arriba viviendas de galería y ventanales. Esos edificios, modernistas y eclécticos, algunos de corte indiano, se construyeron entre los siglos XIX y XX en lo que fue uno de los ensanches de la villa hacia el antiguo Campo del Tablado, en lo alto del promontorio castropolense


Al otro lado están As Huertas, donde han sido halladas señales de poblamiento del siglo II a. C, Edad del Hierro y época castreña, sin duda parte del castro prerromano que dio nombre a Castropol y precedente de la actual población



Empezando el siglo XX, el entonces numeroso vecindario se agrupó en varias iniciativas tendentes a modernizar la población, había indianos y otros emigrantes retornados, así como gente con estudios que había ejercido sus especialidades durante décadas en otros lugares y habían vuelto al retirarse a su concejo de nacimiento. La pérdida de Castropol de la dirección política de la comarca hizo que la frustacion fuese creciente, llegando a fundarse su porpio partido político, el Partido Independiente de Castropol, fundado en 1905 y llamado el Partido Novo, por contraposición al Partido Veyo o conservador, a quien le disputó la hegemonía.


El partido tenía implantación en Castropol y otros concejos de su partido judicial, como Tapìa, y en menor medida El Franco, Boal, Taramundi o Vega de Ribadeo (actual Vegado/A Veiga), así como en colonias de emigrantes en América, principalmente La Habana y Montevideo. Fueron sus fundadores un grupo de castropolenses entre los que destaca Vicente Loriente Acevedo, indiano que hizo fortuna en Cuba y que fue su sustento económico principal y se basaba en una profunda animadversión al sistema caciquil que hasta entonces ocupaba todas la concejalías por el Partido Veyo. Así en 1911 definía su ideología el propio Loriente:
«El partido independiente de Castropol, en el que por cierto abundan los liberales, no es sin embargo liberal, como no es conservador, ni republicano, ni carlista. Fue hasta ahora, y lo será […] una agrupación de hombres de todas las ideas políticas, unidos, en lo que respecta a la provincia, por una sola aspiración: […] barrer de Asturias el feudalismo caciquil que nos destroza, acabar con la influencia pidalina que todo lo corrompe»

Por primera vez el Partido Independiente de Castropol se presentaba a unas elecciones municipales para acabar con el monopolio conservador en 1905, pero ocurre un hecho curioso que narra así el blog de la familia Villaamil Palacio de las Nogueiras:
"Pero esas elecciones realmente no llegaron a celebrarse, ya que el resultado fue previamente negociado entre Vicente Loriente y el líder del partido veyo, Antonio Villamil —tío de Everardo Villamil—. Una vez echadas cuentas de sus respectivas fuerzas llegaron a un acuerdo antes de las elecciones para repartirse los concejales y así ahorrarse el esfuerzo y los costes de la campaña electoral. 
Este hecho, que hoy resultaría absolutamente escandaloso e inadmisible, en aquel momento se planteó y aceptó con total normalidad. Aunque hay que tener en cuenta que en aquel momento las campañas electorales no se financiaban con dinero público, sino que se sufragaban entre los miembros de los partidos políticos, lo que suponía un sacrificio económico importante y también una fuerte limitación para el acceso a la política"


Aún pues en minoría el Partido Novo pasa a ejercer dura oposición y publica sus iniciativas en lo plenos en su periódico Castropol, así a las siguientes elecciones, en 1908, cuando el partido empata en concejales, es su titular Concluye la tiranía. En las elecciones a  cortes mayo de 1910, si bien ganas los conservadores, es por muy escaso margen, barriendo los independientes en Castropol y Tapia. No obstante esto debió de frustar a Vicente Loriente, que en 1912 vuelve a sus negocios americanos y deja la dirección del partido, y este se integra dentro del que era su referencia política, el Partido Reformista de Melquíades Álvarez, quien ya había visitado Castropol pocos años antes
"A partir de entonces, el partido asumió el ideario republicano, liberal y laicista del Partido Reformista. Y aunque mantuvo su fuerte oposición al caciquismo conservador (que era su seña de identidad hasta entonces), perdió su carácter específicamente castropolense y su transversalidad política."

Sigue la subida, próxima ya a su final. En su artículo Un mar de tranquilidad, de la serie Viejas y nuevas polas del periódico La Nueva España, Fermín Rodríguez y Rafael Menéndez plasman su definición del Castropol actual, sacando nosotros de ello estos reveladores retazos:
"Todo en Castropol apunta al pasado, lo que embellece un original presente en el que la modernidad sólo la encarnan la carretera general y sus establecimientos hosteleros. Tanta belleza, y tan inconmovible, tiene que tener un precio. Aparentemente, Castropol lo paga en población, aunque el aserto necesitaría algunas matizaciones; en cualquier caso, mucho patrimonio y mucha historia dan empaque a una villa «gran reserva».

Castropol vive en una burbuja de suavidad melancólica. Melancolía, sentimiento del que hablaban los griegos clásicos para referirse al estado de ánimo de quien la falta de uno de los humores componentes del cuerpo, el blanco, lo hacía lánguido. Quizá por esta conciencia de su carencia Castropol haya imprimido el blanco en todas sus fachadas. Aquí hasta el viento atlántico sopla suave para recordar que algo se ha perdido, aunque ninguna generación pueda recordar qué ni cuándo. De ahí, el indefinido sentimiento de duelo liviano en el aire, que desaconseja, por imprudente, cualquier manifestación estentórea o radical, pues al no conocer su causa es mejor comportarse discretamente. Pasadas unas cuantas generaciones, queda un aire de añoranza que respiran todos los que tienen la suerte de vivir en Castropol." 
Pasamos junto al muro de otra quinta, esta a la derecha, y ya nos metemos de pleno en el mismo corazón de la villa


Acabando la subida seguimos todo recto y de frente, dejando al lado izquierdo la oficina de Correos. Tras el pavoroso incendio de la noche del 28 de septiembre de 1587, poco queda en pie anterior a esa fecha, pero sí existen abundantes construcciones posteriores, sobre todo de los siglos XVIII y XIX, predominando la arquitectura popular y los materiales propios de la zona, como la pizarra


Viendo ya al fondo la torre de la iglesia tenemos ante nosotros un edificio notable, superviviente precisamente del gran incendio de 1587, la Casa del Párroco o Casa del Cura, de entre los siglos XV y XVI, a la izquierda de la foto, vivienda-torre que mira a la Plaza del Cruzadero, a donde nos acercamos nosotros


Es de estilo gótico-renacentista y posiblemente sea el edificio más antiguo de la villa que ha llegado más o menos entero hasta nuestros días, también llamado Palacio de Montenegro, si bien existe cierta confusión con sus denominaciones. Por ejemplo, no es la Casa Rectoral, o del Capellán, que es otra. Se supone que su denominación se debe a haber sido encargada por un párroco o a alguien llamado como tal


Llaman la atención las ventanas con sus dinteles, así como una saetera mirando al Camino. Por aquí estaría una de las entradas de la desaparecida cerca o muralla defensiva medieval de la antigua puebla, . Tal vez en su momento hiciese algún servicio de vigilancia y control, de accesos, portazgos, etc.


Levantamos la cabeza para ver su alto porte. Parece ser que el piso más alto, el de la ventana pequeña, es un añadido a la obra original


A su izquierda hay otra torre, del siglo XVI y reformada en el XX, la de la quinta de Villa Rosita, entre las dos está la calle Acevedo


Villa Rosita es también llamada Casa Bermúdez por ser solar de la familia de Pedro Bermúdez, quien fundó el Hospital de Santiago de Castropol para peregrinos y pobres viajeros tras el incendio de la villa. Era Pedro militar veterano de Flandes y luego prisionero de los musulmanes, quien fue rescatado de una galera por el duque de Alba. Distinguido con el título de castellano perpetuo del castillo de Viana tras las guerras con Portugal, retornó al final de sus días a su lugar de origen, escribiendo la historia de su vida y fundando esta institución hospitalaria que seguiría en activo hasta principios del siglo XIX


Estas son las dos torres vistas de frente desde la Plaza del Cruzadero. Si bien la traza que ha llegado de ambas a nuestros días es diferente tras sucesivas reformas no dejan de tener un importante parecido


La Casa del Párroco presenta portada de arco de medio punto mirando hacia la dicha calle Acevedo, donde tiene un cuerpo más bajo. Así nos informan de ella en la web del Ayuntamiento de Castropol:
"Este edificio es una construcción de finales del siglo XV y principios del siglo XVI., está situado en la plaza del Cruzadero.

Es una torre exenta de decoración y muy sobria. Utiliza la sillería de las esquinas a modo decorativo, en el recercado de las ventanas igualmente se utiliza esta sillería, alguna de ellas decorada con alfíz y bolas.También la separación de los pisos por molduras ejerce aquí un motivo decorativo.

Cabe destacar asimismo el potente zócalo, para salvar igualmente los desniveles del terreno. La construcción del edificio es de mampostería pizarrosa y sillares de caliza, oculta en algunas zonas por su posterior recubrimiento de cemento.

Destacamos su puerta adíntelada, coronada por un arco de medio punto. Es el único edificio de todos los que componen el Casco Histórico de la villa de Castropol que está habitado todo el año"

Y también vemos desde aquí una ventana en esquina, un elemento realmente llamativo propio de algunos palacios del siglo XV o XVI. Los peregrinos del Camino Norte han visto alguna ya en determinados lugares de la ruta, como por ejemplo el Palacio de los Covián en Colunga


Es un detalle eminentemente renacentista que constituye una joya de la historia y del arte y arquitectural de Castropol


La torre de Villa Rosita es cuadrada y almenada, con un zócalo que equilibra la construcción sobre el nivel del terreno. A finales del siglo XIX se añadieron los balcones, las almenas revelan un gusto historicista-medievalizante muy propios de esos años


Ante ella nos dirigimos a la Plaza del Cruzadero


Allí iremos a la derecha, hacia la iglesia y el Ayuntamiento


En esta plaza hay un monumento inaugurado en 1997 con motivo de la obtención de Castropol del Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar


Y atrás vemos el añadido hecho a la torre de Villa Rosita a finales del siglo XVIII o primeros del XIX, otro cuerpo para vivienda con jardín que le confiere a la casa forma de "L", con escudo en la fachada. Vamos a referirnos aquí también a la página web municipal y su explicación arquitectónica:
"... el edificio se ordena en torno al jardín adquiriendo forma de “L”, tiene distintas dataciones siendo la más antigua la torre del s. XVI con importantes modificaciones el siglo pasado así como los dos miradores de madera, el resto del edificio y el gurugú son del s. XVIII. La torre es de planta cuadrada, rematada en almenas y adornada por gárgolas. La fachada está decorada con pilastras acanaladas (las centrales), cornisa moldurada y remate semicircular barroco con el escudo familiar de los Bermúdez en su seno. Ante la puerta de entrada decorada con pilares hay un pequeño jardín cerrado con verja de hierro. En el resto del edificio destacan los balcones, el mirador, un corredor con columnas de hierro en la parte orientada al sur del edificio y la huerta"

Nos acercamos a ver el monumento, en el que aparecen reflejados los méritos para obtención de este galardón


En este gran círculo vemos la unión del pueblo y sus símbolos de estos méritos, basados en estas actividades:
"La Biblioteca Popular Menéndez Pelayo, una de las mejores bibliotecas públicas desde su fundación en los años 20

El Club de Mar y el Club de Vela de Castropol, entidades deportivas que han sabido recoger los aspectos fundamentales de la vida marinera y pescadora de la ría.
La fiesta del Corpus, expresión de sensibilidad cultural y tradicional de sus gentes 
Apoyo de la comunidad para la reparación de la iglesia parroquial y restauración del retablo de la Asunción, conocido popularmente como el de la Marquesa. 
La cesión por parte de la sociedad propietaria del Teatro-Casino para su restauración y utilización como Casa de Cultura y Biblioteca. 
El respeto vecinal hacia la conservación y mantenimiento del admirable carácter urbano de la villa"

Ahora, en la torre de Villa Rosita veremos bien la linterna o lucernario existente en lo alto, de finales del XIX. En las esquinas hay cuatro gárgolas. Si disponemos de tiempo podríamos visitar calle arriba otros elementos y lugares notables de Castropol, subiendo al Parque Vicente Loriente (histórico Campo del Tablado, con el Casino-Teatro, el monumento al marino Fernando Villaamil, capilla de Santa María y varios palacios), sino seguimos ruta


Y así por la Plaza del Cruzadero seguiríamos ruta por la calle Mirandilla 


Y al fondo iremos llegando a la Plaza Menéndez Pelayo, una de las que se engalanan con las magníficas alfombras florales del Corpus de Castropol


Es una pequeña plaza, una encrucijada, donde está la Farmacia Cotallo, María Antonia Cotallo Cortina. Toña.


Realmente, a falta de otras indicaciones, nosotros vamos a optar por seguir la calle Mirandilla. Fijémonos en la torre-campanario de la iglesia asomar tras las casas de enfrente


A la altura de la Pescadería Fernandón la calle presenta suelo enlosado y se hace un gran mirador, de ahí tal vez lo de Mirandilla para esta rúa


De nuevo un gran mirado sobre la magna rada. En el siglo XVII el geógrafo portugués Pedro Teixeira, que trabajaba para Felipe IV, describía de esta manera esta costa a partir del río Navia:
"Pasado este rio  vna legua aze la costa vna caleta. Junto a la plaia della está vna aldea que llaman Ortiguera, poblada de pescadores. Y della dos leguas se aze otro puertizuelo junto al qual está otra aldea que dizen Viavélez. A una legua deste lugar se entra en el mar vn rio que llaman rio de Franco. Tiene  a la entrada vna ysla alta y pasado este rio poco trecho está, en vna plaia de arena, la aldea de Tapia [de Casariego]. A media legua della se entra la tierra en el mar, formando vna punta que llaman de la Cruz. Desta punta se entra la costa al mediodía, aziendo la parte del oriente de la ria y puerto de Ribadeo en la cual, a media legua de la punta de la Cruz, está el lugar de Figueiras, frontero de la villa de Ribadeo en distancia de trez quartos de legua que es lo ancho desta ria. Deste lugar de  Figueiras huna buena legua está, al mediodía la villa de Castropol. Çituada en vna yminençia o monte, arto vistosa a quien la mira de afuera por ser lugar muy bien cercado de alta muralla y torres, representando este bulto de villa y castillo vn lugar muy noble y fuerte por naturaleza y çitio. Quedando Castro por frontera del reyno de Galizia y vltimo de la costa del Prinçipado de Asturias, dividiéndose por este braço de mar o ría que, como queda dicho, tiene trez quartos de legua de ancho."

Al fondo, a la derecha de las casas de A Lieira, está A Graña, punta y ensenada en la que se desembarcaba madera en gabarras par los carpinteros de ribera que trabajaban en esa franja del estuario


Salías, El Turrullón y Piñeira. La ría esta considerada una importantísima zona de hibernada y reposo de poblaciones europeas de aves acuáticas, identificándose unas 50 especies de aves, por lo que está clasificada de importancia internacional, también en lo relativo a su singular vegetación, incluyendo la submarina


La calle se estrecha un poco, atentos si nos cruzamos con algún vehículo, aunque pasar suelen pasar pocos


Sigue el firme enlosado en esta preciosa callejuela del casco histórico


Enfrente de Figueras/As Figueiras está O Tesón, nombre que reciben los bancos de arena que afloran en bajamar. Se diferencia entre O Tesón de Berlinga y O Tesón de Fontela, pues estre ellos está el Paso da Cortada


Lanchas de pesca y recreo. Además de las ostras la ría y todo el Eo es cuenca fluvial salmonera, antaño abundantísimo pez emigrante al que la pesca intensiva, la contaminación, sus depredadores naturales y lo duro de su ciclo de reproducción lo están haciendo casi desaparecer. Lejos están los tiempos en los que el gran pescador Pablo Larios, marqués de Marzales, pensaba que era imposible que se extinguiese, pese a que en 1933 había, solo entre Abres y Trabada, unos 50 pescadores que empleaban todo tipo de artes de pesca, con redes fijas y de arrastre


Los Astilleros de Gondán en O Lumeiro y As Figueiras con su muelles y A Ribeira. En ciertas épocas del año son frecuentes las focas, cuya presencia siempre despierta expectación,  algunas suelen recibir nombres cariñosos como las mascotas o el ganado y es no es infrecuente que sean muy receptivas a los humanos y sociables, caso excepcional fue hace unos años el de Cuquita, existiendo muchas fotos con ella y saliendo hasta en televisión


A la izquierda la iglesia parroquial de Santiago de Castropol de evidente advocación xacobea. Aquí se dice estuvo también el hospital de peregrinos de esta misma advocación jacobita, 


Atrás es la Casa Rectoral, el templo propiamente dicho viene a continuación. Pasamos junto a él, es de estilo barroco popular, edificado tras el tan mencionado incendio de 1587, en una fecha indeterminada entre los siglos XVI y XVII. Es de tres naves, siendo la central más ancha. En el interior hay varios retablos también barrocos y pilas bautismales. La torre, ya lo hemos dicho, fue añadida en el siglo XIX. Cuenta con un chapitel pizarroso como picudo y llamativo remate


Esta era la llamada Puerta Francisca, Francesa o de los Franceses, relacionada directamente, como la correspondiente de la muralla, con las peregrinaciones de los peregrinos francos, procedentes de Europa, que sin duda entrarían por aquí al interior directamente desde el Camino para venerar al patrón del templo, Santiago Apóstol: Se dice que como la Porta Santa de la catedral de Santiago se abría en Año Santo, esto es cuando el día de Santiago, 25 de julio, cae en domingo, que en las modernas denominaciones de da a veces en llamar más Año Xacobeo


Esta torre constituye uno de los emblemas del paisaje de la ría, En los años 30 del siglo XX se restaura y se le añade un cuerpo más, dándole esta gran altura


Ahí está el reloj, que con las obras de restauración de la torre en 1932 se le  subió un piso más arriba. Fue comprado el 26 de octubre de 1886 al relojero Canseco de Madrid y pese a estar en la iglesia es de titularidad municipal. Hubo varios relojeros, como el policía local Jesús Pereira. Desde 1999 está a su cargo Juan Manuel López Acevo, quien escribe esto de él:
"La estructura o soporte de la maquinaria del reloj mide 102 cm. de largo por 53,5 cm. de ancho, la esfera es de 98 cm. de diámetro con numeración romana, hasta el año 1998 era la original de vidrio siendo sustituida en esa fecha por otra idéntica de metacrilato por haber sufrido la original daños irreparables con motivo de la caída de un rayo en la torre. La sonería da las horas y medias horas, repitiendo las primeras 1 minuto y 40 segundos después. La duración de la cuerda tanto para la campana como para la maquinaria es de ocho días.

En la maquinaria existe una placa que dice como sigue: 
CANSECO RELOJERO Clle. Meson de Parades Nº. 21 Madrid 
Fabrica en MOBIER (Francia) AÑO 1883"

No debemos olvidar que antaño estos relojes marcaban los horarios y el ritmo de vida de las poblaciones, de ahí su importancia, estuviesen en una iglesia, ayuntamiento, torre del reloj, etc. En Castropol Pepe Llende publica un artículo dedicado a este reloj el 15-11-2018, del que plasmamos aquí esta pormenorizada cronología e historia:

"3 de Abril de 1.886: en el presupuesto adicional del presente ejercicio, figura la adquisición y colocación de un reloj de torre por importe de 1.250 pesetas. Se pide autorización al Gobernador Civil, para efectuar dicha operación sin recurrir a la subasta, dada la urgencia (eso pensaban), de dotar a Castropol de este aparato.

9 de Mayo del mismo año:  el Gobernador Civil, autoriza al ayuntamiento para adquirir y colocar un reloj en la torre de la iglesia,  por administración y sin que en ningún caso  los gastos ocasionados  alcancen las 2.000 pesetas. La corporación faculta al alcalde para ejecutar dicha operación.

26 de Septiembre: el entonces alcalde  Zoilo Murias y Lastra, que había sido nombrado para el cargo por la Reina Regente, en Junio de este año y dentro del bienio 1885/1887 (1), da cuenta a la corporación, de que había contratado y adquirido por 1.350 pesetas un reloj para colocarlo en la torre de la iglesia y que la diferencia de 100 pesetas sobre la partida consignada en el presupuesto, se abonaría por el capítulo de imprevistos. La compra se realiza a D. Antonio Canseco y Escudero (2),  con domicilio en la calle del Mesón de Paredes,  nº 21 en Madrid. En la placa esmaltada del reloj figura por error Parades y en ella queda constancia también del lugar de fabricación: Morbier, en Francia"

 Nos dice al mismo autor que Canseco fue uno de los relojeros más conocidos en el Madrid de la época, Llegando a tener cuatro tiendas en distintos lugares de la capital y unos cincuenta empleados en sus mejores tiempos. Patentó un sistema de relojería reconocido  en España, Francia y Suiza, e hizo encargos a la fábrica de relojes de Morbier, importando su maquinaria y siguiendo sus instrucciones de mejora y evolución de estos y otros relojes. Tenía gran a su prestigio, era proveedor de la Real Casa y vendió muchos relojes en España, aunque parece ser que el de Castropol fue el único en Asturias.

Por su parte Morbier, famosa también por su queso, es una pequeña localidad francesa, muy cerca de la frontera suiza y de la ciudad de Ginebra, capital de la industria relojera de aquel país. Se dice que en origen estos relojes o similares los hacían en su casa los campesinos de esa zona  y los sábados bajaban a venderlos en tiendas y mercados de los  pueblos del valle. Tenían fama de rústicos,  pero también de ser bastante fiables


Una placa recuerda a Domingo Fernández Vinjoy y Pérez de Trio, quien nació en esta villa en 1828, fundador de la obra social Asilo-Orfanato de Presno y de la Fundación Padre Vinjoy


Enfrente tenemos el  Ayuntamiento de Castropol, casa consistorial construida en 1840 (otras fuentes dicen entre 1839 y 1843) junto con la primitiva escuela, sobre las ruinas del castillo de Fiel, del siglo XIII, levantado como baluarte en los tiempos de la Carta Puebla por orden del obispo Fernando Alfonso. En él tenían su sede los encomenderos que gobernaban la puebla y su extenso alfoz, en los que delegaba su autoridad el obispo. Aquí estaría otra de las tres puertas que se supone tenía la antigua muralla


Existe no obstante una tradición que asegura que antes de este castillo hubo una fortaleza anterior, puede que en el mismo lugar o relacionada con el antiguo castro, al menos eso es lo que escribe el cronista Francisco Antonio Villaamil y Logares a principios del siglo XVIII, si bien hay que tener en cuenta que durante siglos se le buscaba un origen épico y mítico a prácticamente todo:
"Y en la restauración acá, mirando las historias haber el victorioso Pelayo desde Covadonga donde la empezó corriendo lo de Cangas y Tineo y apoderándose de los castillos comarcanos hasta ponerse en frontera en las Asturias, que ninguna era más fuerte que la que las hace las aguas del Eo en nuestro distrito Castropolano, en cuyo fin hizo el fuerte del Fiel Fruela su sucesor, como indican letras que en él se hayaron cuando las casas consistoriales junto a él se reedificaron"

No sería tampoco nada extraño que, entre la época castreña y la fundación de la puebla hubiese aquí no ya una fortaleza sino alguna población preexistente. En Castillos, fortalezas, palacios y casas de la familia Villaamil, de Palacio de las Nogueiras, se informa de un documento fechado en 1210, si bien llegado por copia de 1728, en el que se menciona, hablando de la fundación de la iglesia de Serantes, de una "heredad del camino por do se va a Castropol" (90 años antes de su fundación como puebla), y el citado Villaamil y Logares afirmaba que antes de la cesión del territorio entre el Eo y el Navia a la Iglesia ovetense por Alfonso VII este castillo pertenecería a los Villaamil, en concreto al conde Rodericus Velaz y a su hijo, o a su nieto, Alvarus Rodríguez "potestas" o autoridad legal "in Gallacia et in Suarone". El territorio de Suarón era el existente antes de la fundación de la pola castropolense, entre el Navia y el Eo, gobernado desde el castillo de ese nombre, para unos sito en Presno (Castropol) para otros en Meredo (Vegadeo/A Veiga) u otros lugares


Ya en 1486 los Reyes Católicos exigen al Cabildo ovetense desde Ponferrada que sea este castillo entregado a su representante el corregidor junto con los de Priorio y Noreña "según es costumbre en estos reinos", dentro de su política tendente a despojar a los señoríos de sus fortificaciones y que dependiesen directamente de ellos. En 1523 castillo, torre del homenaje y palacio del obispo  son reparados. Con la expansión definitiva de la pólvora estos castillos fueron perdiendo su valor defensivo en favor de los pequeños fuertes con baterías de cañones que los sustituyeron, como los ya mencionados de Arroxo y San Damián, en la boca del estuario. Así en la centuria del 1800 ya estaba totalmente arruinado


En Castropol en Fotos antiguasLegaspi afirma, en el comentario a una foto hecho el 27-4-2007 que había noticias del hallazgos de restos del antiguo castillo:
"El Castillo Fiel estaba ubicado exactamente en el solar que hoy ocupa la casa municipal. No hace muchos años, en la reforma de los bajos, según testimonio oído directamente, se ha encontrado un muro de forma curva del que es de suponer que se hayan hecho testimonios descriptivos"

En su fachada hay unas placas en honor del Regimiento de Castropol, creado con motivo de la Guerra de la Independencia y cuyo primer coronel fue José María Navia Ossorio, vizconde del Puerto. Un tanto indisciplinados al principio, juraron bandera el 22 de julio de 1808 siendo su primera acción de guerra rechazar a una avanzadilla francesa en Barrios de Luna, operación al mando de Fernando Villaamil


El Regimiento de Castropol lucharía en varios frentes, llegando al final de aquella contienda a entrar en Francia. Fue disuelto en Navalcarnero el 15 de agosto de 1815 cuando sus efectivos pasaron al 5º Batallón de Reales Guardias Wallonas


Seguimos, ahora bajando a la derecha del Ayuntamiento, por la calle Castillo Fiel, llamada antiguamente de La Muralla, por lo que parece sigue el trazado de la antigua y desaparecida cerca medieval. Legaspi, en el mismo comentario de Castropol en fotos relata que: 
"En el mismo entorno se encontraba la muralla o cerca, ordenada construir por el obispo Fernando Alfonso en 1298. Prácticamente en las mismas fechas que la piqueta municipal derribo la casa más antigua de La Puebla del Castro acabó con lo poco que quedaba de la muralla, unos arcos en la parte trasera del solar de Menénendez Pintado y otras casas adyacentes"
De ella habría aún referencias en el siglo XVII, pues en su atlas geográfico, Atlas del Rey Planeta, el mencionado geógrafo Pedro Teixeira escribe así de Castropol:
"Çituada en vna yminençia o monte, arto vistosa a quien la mira de afuera por ser lugar muy bien cercado de alta muralla y torres. Y en lo más alto de su çitio, sobrepujando a todos sus ydefiçios, tiene vn ermoso castillo con sus torres, representando esta bulto de villa y castillo vn lugar muy noble y fuerte por naturaleza y çitio." 

Teixeira dice también en Compendium Geographicvm:
"Hesta villa esta çituada en vn monte, coronandole con sus ydeicios y torres aziendo su agradable asiento vn bulto hermoso a quien la mira, hes toda çercada de altas murallas y guarnecidas de torres y almenas y en lo mas alto de su citio, sobrepuja atodos sus edificios un hermoso e bistoso castillo, que todo junto aze pareser vn lugar noble y fuerte, quedando rematado el Principado de Asturias, siendo su vltimo lugar y el que le quede mas ocidental y frontero al Reyno de Galizia."

Seguimos por la calle La Marina, de frente y ya cuesta abajo hacia el puerto, pasando la lado de la casa donde nació, el 26 de septiembre de 1823, el catedrático Marcelino Menéndez Pintado, padre del insigne escritor, filólogo e historiador, Marcelino Menéndez Pelayo. Era Pintado hijo de Francisco Antonio Menéndez y de Josefa Pintado. Estudió en las universidades de Oviedo y Central de Madrid, siendo en 1846 profesor interino de Matemáticas en Soria

Se casó en 1851 con María Jesús Pelayo y tuvo, además de Marcelino, otros tres hijos, Enrique (médico y escritor), Jesusa y Agustín. Ese año fue profesor sustituto de Comercio en el Instituto de Santander, logrando en 1856 la cátedra de Matemáticas, llegando a ser Vicerrector del centro. Durante esos años participó en las guerras carlistas con las milicias nacionales y en política con el Partido Progresista, llegando a ser nombrado por Real Orden Alcalde de Santander con el Bienio Progresista (1854-1856). Dimitió del cargo durante una epidemia de cólera al prohibir el uso de algunas fuentes públicas y ser objeto de fuertes críticas. Falleció en mayo de 1899


Realmente la placa hace más referencia al hijo y su cuna familiar, pues dice así:
ESTA ES LA CASA DE LOS 
MENENDEZ PINTADO
SOLAR ESPIRITUAL DE
Don Marcelino Menendez Pelayo
Castropol le dio Padre y Tutor.
Santander, cuna, Barcelona, senda
EL AYUNTAMIENTO Y LA BIBLIOTECA 
DE CASTROPOL
LE DEDICAN ESTE RECUERDO.
1856-1956

La calle, adoquinada, sigue en bajada. Cerca de aquí, tal vez un poco más a la derecha y mirando a la ría, estuvo el Palacio del Obispo, el cual se haría a raíz de la fundación de la Pola de Castropol por el obispo Fernando Alfonso siguiendo el Fuero de Benavente, por disposiciones las dos de los años 1298 y 1299. Así en carta del 21 de septiembre de 1300 el alcalde, jueces y concejo muestran su agradecimiento comprometiéndose a construirle un palacio, para él y sus sucesores...
"...otorgamos de facer para el obispo en la puebla fasta cuatro annos vuna posada en que aya vn palacio bono e una cámara e un portal de piedra e de cal"

Y ya en el último tercio de esa misma centuria, otro obispo, Alfonso, dispone en un documento de fecha 21 de octubre de 1376:
" E mandamos a qualquier niestro iuyz o meryno del dicho cocello que apremie e constringa a los dichos condanpnados a pagar las dichas quantías de marauedís, según que a cada vno cobier, pra reparar la nuestra casa e murios del nuestro lugar de Castropol" (...) 
"o cualquier que contra esto passar sea tenido a pagar e pague por nome de pena seyscientos marauedís desta moneda que ora corre para refazimiento de los dichos muros e casa fuerte de Castropol"

Por su parte el mencionado Legaspi dice en Castropol en fotos antiguas:
"Detrás de la casa de doña Presentación estaba la “posada en que haya un palacio bono e una cámara e un portal de piedra e cal en la que cada anno quando el obispo llega a la puebla llidiemos al menos un día de comer e lle fagamos seruicio commo a un señor”
En esta residencia falleció en a comienzos del siglo XVI el sexagésimo obispo de Oviedo García II Ramírez de Villaescusa. En este mismo blog hay una fotografía del lugar que aún hoy se conoce como huerta del obispo"

El historiador Víctor Díaz Díaz publica en Castropol: historia y arqueología, que del palacio solo queda el topónimo Huerta del Obispo, donde en la actualidad hay una casa, así como algunos textos del siglo XIX, cuando se decide derribar sus ruinas. De ellos se saca que se trataba en realidad de varias construcciones, una torre, una vivienda, la cárcel y otros
" Se distinguen, al menos, la Torre o Torre de homenaje; la Casa de mora, es decir la vivienda; la carcel, y varios sombraderos. 
De la Torre, en el documento se cita que disponía al menos de una ventana, así como un corredor a la entrada de la puerta y también un sombradizo. La superficie en planta no es menor de los 10 m2 que estimamos podrían cubrir las 200 tejas empleadas para la reparación del tejado de este edificio. 
Por su parte, la que el texto denomina " casa de morada", que entendemos es la vivienda propiamente dicha, podríamos estimar que tiene una superficie aproximada de unos 90 m2, en función de la teja empleada para cubrir su tejado, y que el edificio constaría de dos plantas según se desprende de la pormenorización que hace el presupuesto de reparación.
Sobre la Carcel solo se menciona la reparación de su puerta. Intuimos que esta celda o celdas estarían en la propia Torre. 
Del mismo modo se cita un elemento interesante: "la ponte de la dicha fortaleza", que por las medidas de las vigas, podría tener unos 8 o 9 metros de largo aproximadamente."

Coquetas callejuelas de lo que fue un pueblo pescador y marinero que ahora, como tantos otros, ha padecido y padece los rigores del despoblamiento. En este sentido no podemos dejar de publicar el descubrimiento de unos versos muy sentidos, el Romance de Despedida a Castropol, de Luis Campón, escrito el 15 de mayo de 1938 y comentado por Antonio Murias Vila, publicado en Castropol en versos el 19-8-2007:
"Recientemente, nadando entre papeles, he descubierto una copia de una despedida a Castropol que, como no podía ser de otra manera, es un poema que evidencia un nivel cultural y una capacidad de síntesis poco común; son sesenta versos, con pocas licencias y un ritmo que impresiona (y sólo tres palabras esdrújulas, un sustantivo y dos adjetivos, esencialistas y muy pensados). Lo firma Don Luis Campón y lo dedica "a la castropolense cien por cien Sofía Monteavaro:
Castropol, pueblo querido,
de noble y rancio abolengo,
al abandonar tus lares
por las mudanzas del tiempo
quiero poner de relieve,
de un modo franco y sincero,
todo el amor que me inspiras,
lo mucho que yo te quiero,
con aquel ciego cariño
de todo buen caballero
que nunca pudo olvidar
su viejo hogar solariego.
Cuanto más larga es la ausencia
más se avivan los recuerdos
de tus íntimos rincones
con tus bellezas sin cuento,
de tus campos y tus playas,
de la hermosa ría del Eo,
donde se espejan tus galas
con pertinaz cabrilleo.
Todo viene a mi memoria
con gran placer y contento,
porque me hago la ilusión
de estar viviendo de nuevo
aquellos tiempos felices
en que aún era rapazuelo
y alegremente corría
por caminos y senderos.
Después, mis años de mozo
y mis amores primeros
y las cien mil aventuras
que a todos nos sucedieron,
teniendo humor y alegría
y espíritu aventurero.
Aún suenan en mis oídos
los dulces y suaves ecos
de las rondallas nocturnas
de estudiantes nochariegos
que brindaban con sus notas
todo el amor de su pecho
turbando con melodías
de su amada el dulce sueño.
De todo fuiste testigo
Castropol, querido pueblo,
y por eso no te olvido,
y por eso te venero
y sé que en tí he de encontrar
el reposo y el sosiego
cuando la vida y los años
me transformen en un viejo,
e iré entonces contemplar,
camino del cementerio,
aquellas puestas de sol
de tan fantástico aspecto
en que aparece el Mondigo
envuelto en un haz de fuego.
Luego, la noche tranquila,
la luna llena en el cielo,
y en derredor negro manto
tachonado de luceros"

Y también en Castropol en versos, estos que firma Amador García Acebo, publicados el 31-5-2006 recordando a los vecinos que se fueron, con sus apodos populares, muy interesante para la intrahistoria de la población:
"Dedicado a: Sayón, Cajetilla, Narizón, Chinelón, Palabritas, Cuco, Nino, Chandingo, Palapías, Milanín, Conaina, Primotín, Calín, Chinito, Falucho, Moleto, Cheche, Gachupín, Cagüino, Matón, Lexía, Pinín,El Caobo, Mirín, Tento, Cogote, Parias, Capulín, Puin, Pantufas y Petóte. Y a tantos más que me olvidé su mote. Sé, que muchos partisteis... pero seguís igual dentro del corazón, de aquel: "CABEZÓN"

      ¿Dónde se fueron

aquellos personajes,

que hicieron popular

y típico a mi pueblo?

Antón, Lilao, Primóte,
Cecilio, Fernandón,
Enriquín y Etelvino,
Alfredo da luz,

Joaquín el de Burela,

Quirolo y Calderilla.

Telesforo y Milano.

Candaosa y Menéndez.

Balbina de Rodiles,

Felisa da Caleya.

Lola y Pepa del Circo.

Laura, Sofía a del Estanco.

Doña Manuela Guerra.

   Ferminia, a Galega,

   a Xanela, a Marchanta,

   a Navarra, as de Conde,

   as de Moldes, Malajo.

   Avelino da Fonte,

   Miguel el del Sopapo,

  Paco de Soledad,

  Pepe de Santos.

  El Ferrolés, el Rayo,

 el Pinulo, Sanguín,

 el Pruído, el Esquilín,

 Chera, Panó, el Francés. 

Pitias, El Farolero,
Felipe del Cheirón,
Machaco, Rapelón,
El Carrañolo,
Jesús el Xastre,
Ramón das Mentirolas,

y entre otros, mi abuelo,
y mi abuela del Forno,

(don Laureano y Dolores);
Floración exclusiva
de un ayer ya lejano.

Hoy sé dónde están TODOS.
Están dentro de mí,

los he sentido, así:

¡RESUCITADOS!"


Existe además en Castropol una ruta dedicada al escritor Luis Cernuda y a su relato de 1935 En las costas de Santiniebla, referido a Castropol...
"Santiniebla está caído como un pájaro enfermo sobre una oscura colina que avanza hacia el mar. La ría plomiza contiene su empuje y lo liga a tierra. Tal vez esa aspiración abolida infunda a todo el pueblo su aire de rota melancolía, el mismo que a veces vemos en ciertas figuras de vagabundos, a cuyos rasgos, entre la miseria y la pena, asoma un moribundo destello de genio. El musgo sobre las piedras, la humedad sobre los cimientos, van absorbiendo los edificios sin que nadie parezca darse cuenta de tal amenaza. Pocos habitantes deben guarecer entre aquellos muros sus trabajos, sus actos o sus sueños. Por las calles empinadas y grises, conduciendo siempre como una obsesión a la misma plazoleta con castaños en torno de una yerta estatua que la exorna e infunde cierto ambiente dominical, apenas si alguna sombra se desliza, ni siquiera un triste perro fugitivo. 

Pero Santiniebla tiene en cambio la ría. Cuando a la caída de una de esas largas tardes de verano se baja la senda que desde lo alto de la colina lleva hacia el malecón, el denso perfume del mar, el misterioso grito de las gaviotas sobre la brillante superficie de las aguas, solo encrespadas allá entre las sombrías rocas que guardan la entrada de la ría, entonces yo os aseguro que poco accesible será a la naturaleza quien no sienta sus pupilas enturbiadas por las lágrimas. Mucho más si los sorbos de un henchido licor han pasado entre sus labios allá en el cafetín del pueblo"

Salimos así de nuevo al paseo sobre la ría, con Figueras/As Figuerias en lontananza. Las casas de la izquierda estarían posiblemente sobre la vieja cerca o muralla medieval, que en este sector, mirando al este, no tendría foso, sino una especie de terraza o desnivel, sobre el puerto


En ese sentido nos llama mucho la atención esta vieja casa en ruinas con puerta de arco de medio punto, pues además estaría próxima a la tercera de las puertas de dicha cerca, según los estudios de Víctor Díaz Díaz. Sospecharíamos que tiene que ser al menos inmediatamente posterior al incendio de 1587


or lo tanto, en esta bajada, hacia la calle da Concha, estaríamos en algún momento saliendo del antiguo Castropol intramuros por el camino del puerto


Ahí tenemos A Punta de Castropol y su embarcadero


El Paseo del Muelle a nuestros pies


Suelo empedrado con cantos rodados


Bajamos entre las casas, predominan las viviendas unifamilares, formando filas, plazas y calles. En la descripción del Conjunto histórico de la Villa de Castropol, que localizamos en la Wikipedia, leemos esta explicación del urbanismo del lugar a lo largo de su historia:
"Sobre un promontorio de reducidas dimensiones, y conformando una pequeña península que avanza hacia el Norte dominando la desembocadura del río Eo, se asienta la actual villa de Castropol como resultado de sucesivas expansiones a lo largo de su historia. Expansiones que, en su devenir, se caracterizan por una espontánea y afortunada adaptación al propio marco geográfico que la acoge y por la gran armonía en la que conviven elementos de diferentes épocas y estilos con los propios de la arquitectura popular, haciendo del enclave un conjunto de gran belleza"

Sucesivas campañas de restauración de casas, plazas y viales han permitido recuperar este entorno marinero. Otra cosa es que las tradicionales ocupaciones pesqueras hayan casi desaparecido en nuestros días y en esta población se intente buscar una alternativa en el turismo


A lo largo de este recorrido, netamente urbano, sentimos el placer de caminar por estas coquetas callejuelas llenas de historia


Cruce y a la izquierda, por la calle del Puerto


Todo recto hacia el fondo, y acaminando en llano


A la derecha Casa Maravillas, enfrente nos unimos a la calle del Muelle, que baja también de la iglesia y del Ayuntamiento, y vamos a la derecha


Al otro lado de la ría: Galicia, A Enseada da Vilavella con la Praia dos Bloques, donde antaños aprendía a nadar los niños de Ribadeo, siendo hoy una playa artificial. Hay una canción popular que narra las vicisitudes del paso de orilla a orilla con fuertes vientos...
Un 23 de febreiro
mércoles pola mañán
desde Castropol a Os Bloques
o que lles vou a contar
iba con la vela dada
e con la escota na man
un arachiña de vento
tirou a Aniceto o mar.
la culpa fue de Aniceto
por non saber navegar

El abra o boca del estuario, a nuestra derecha, con Ribadeo de frente, puertos de Mirasol y Porcillán. Se afirma que el momento de mayor esplendor del puerto de Ribadeo fue a mediados del siglo XIX, con grandes buques comerciales a vela que surcan los mares del Báltico a las Antillas, de Río de la Plata a Filipinas, todos los mares y océanos. Se ha dado en llamar a este periodo, a nivel internacional, el de la Marina Romántica, creándose sociedades de fomentos, escuelas náuticas, y criándose generaciones de marinos en todos estos pueblos y villas del Eo, prosperan los astilleros y se instalan navieras y casas de armadores


Ribadeo y sus muelles comerciales, Puerto de Mirasol


Luego de una cierta decadencia regresará la prosperidad a principios del siglo XX con la navegación de cabotaje de productos agroganaderos entre puertos peninsulares. Hubo ciertos proyectos de ferrocarriles mineros, del que se hizo realidad en el la Sociedad Minera de Villaodrid en 1903 y, vinculado a las minas, pero las de carbón asturianas, el transporte de madera de pino y eucalipto para entibar sus galerías. También la sal, los fertilizantes y la madera aserrada fueron comercios marítimos importantes


En esta ría se vivió en el siglo XVIII la llamada Guerra del Vino, que enfrentó a Ribadeo con esta población así como con Figueras/As Figueiras y Serantes. Los asturianos traían vino por tierra desde Ribadavia, Ourense y Valdeorras, en recuas de mulas cargadas de pellejos por los viejos caminos de herradura transitados por arrieros. Pero el puerto gallego traía vino por mar desde Andalucía y Levante a un precio altamente competitivo. Antonio Raimundo Ibáñez (Marqués de Sargadelos) era director de la Real Compañía Marítima y fletaba esos barcos, que también importaban aceite y otros productos, así como exportaba mercancías. Fue una guerra entre marinos y arrieros que tuvo su momento más grave cuando se cortó el paso a los comerciantes de Ribadeo que traían su vino a la parte asturiana 


Bajamos por la rampa hacia el puerto de Castropol, que tuvo sus grandes prebendas portuarias y marítimas, y se dice que su jurisdicción sobre la ría abarcaba hasta los mismos muelles de Ribadeo, la villa gallega triunfó prontamente en el comercio marítimo, favorecida por la corona, especialmente algunos reyes, vislumbrándose tal vez alguna competencia entre la villa de patronazgo real y la que sería fundada por un prelado. Incluso competencia entre diócesis, que ya venía de antiguo, pues Ribadeo llegó a ser durante unos años de la Edad Media sede del obispado de Mondoñedo


La Guerra de la Independencia fue especialmente cruenta en este sector, de continuos movimientos, ataques y contraataques en el camino a Mondoñedo, y represalias, asesinato del Marqués de Sargadelos y exilio en estos puertos de la Junta General del Principado. Tras la contienda, como dice Antonio Cuervas-Mons en Castropol, Vegadeo, Ribadeo y su ría, Castropol cae en una completa decadencia, tanto social como política:
"La nobleza castropolense siempre tuvo una gran fuerza e influencia en todas las instituciones políticas de Asturias, pro a partir de los años 30 del siglo XIX, esa influencia se fue paulatinamente perdiendo, ya que casi todas las familias nobles abandonaron la villa o bien vendieron todas sus propiedades. Además, esa misma clase social siempre propugnó que en la villa no se formara un estamento mercantil sólido que fue la que hizo progresar y prosperar económicamente otras poblaciones..."

A lo largo del siglo XIX Castropol vio por tanto seriamente perjudicada su posición político-administrativa. Ya a finales del XVIII vio desmembrarse de su seno un ayuntamiento nuevo en Figueras/As Figueiras (aunque luego fue reincorporado), pero luego comprobó cómo hacía lo mismo la Vega de Ribadeo (luego Vegadeo -A Veiga-) y definitivamente Tapia en 1863, un proceso que ya había comenzado en el siglo XVI con Felipe II cuando toda la franja eonaviega que constituía su alfoz pasó de la obispalía a la Corona, comprando entonces muchos vecinos su independencia y creándose nuevos concejos. Incluso durante unos años, entre 1836 y 1838 cede su capitalidad concejil a Figueras/As Figueiras. Especialmente grave fue también con Vegadeo/A Veiga la disputa por la capitalidad judicial, con varios traslados, si bien se quedó en Castropol en 1873


Pasamos junto a las casas del puerto. A mediados del siglo XIX escribe Pascual Madoz, en su célebre Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, lamentándose que no se hubiese limpiado de cieno la ría haciéndola enteramente navegable y enlazándola con una nueva carretera a Castilla, que habría proyectado el ingeniero Guillermo Schulz 


Contrarrestando, o intentando contrarrestar aquella decadencia, Castropol acometió una intensa actividad social, cultural y política; ya hemos hablado del Partido Independiente de Castropol, pero podríamos hacerlo con la que fue su prensa local, Catropol y Las Riberas del Eo principalmente, o los boletines El libro y el pueblo: Guía del lector y La Biblioteca


Pasando junto al bar A Casilla, en su fachada reparamos en una composición artística muy interesante y a tener en cuenta, pues trata de uno de los grandes activos de Castropol: los deportes náuticos


Alegoría de los remeros del Club de Mar de Castropol, los afamados remeros del Eo, club de remo fundado en 1940 que disputa grandes campeonatos a lo largo de todo el mundo con sus traineras y trainerillas. Se sabe que ya a finales del siglo XIX se organizaban regatas de remeros en esta ría, si bien son las de las primeras décadas del siglo XX de las que se conservan más datos y recuerdos gracias al escritor Pedro G. Arias, que fue patrón de una de ellas, La Bala. Durante la posguerra la Federación Española de Remo extendió su normativa federativa estableciendo tres tipos de embarcaciones, traineras, trainerillas y bateles, que fue con lo que empezó a competir este club, luego las trainerillas a partir de 1961 y las traineras, un año después


En la recitada obra Castropol, Vegadeo, Ribadeo y su ría Cuervas-Mons nos dice que en 1907 se establecieron unas primeras normas sobre las embarcaciones participantes, publicándose un reglamento de estas regatas con motivo de las fiestas del Carmen, cuyo jurado estaría compuesto por tres capitanes de la marina mercante de Castropol, Ribadeo y Figueras/As Figueiras. Los diferentes criterios, sim embargo, no finalizaron hasta que estas tres poblaciones, junto con Vegadeo/A Veiga, acordaron en 1949 comprar cada una un batel unificado para acabar con la disparidad de opiniones y poder competir además homologadamente en toda España


El primer batel de Castropol se llamaba Santiago Apóstol y competiría la tarde del 24 de julio en esta misma ría, justo el mismo día de su compra, un mes después lo haría por primera vez fuera de su estuario, en Avilés, y dos años más tarde consigue su primera medalla en el segundo puesto de la competición librada en el estanque de El Retiro en Madrid. En 1962 lograrían el primer campeonato de España, que renuevan en 1964 en esta misma ría. Un calamitoso incendio en 1971  en sus instalaciones casi lo hace desaparecer, pero logra recuperarse con el tiempo y participar y convocar exitosos campeonatos, inclusu participando en juegos olímpicos


Salimos así ahora al Paseo del Muelle, ya listos para cruzar la ría con alguna de las embarcaciones que ofertan sus servicios para ello


Por aquí embarcan las lanchas que surcan en estuario. Cuervas-Mons nos informan que eran varias las compañías que secularmente ofrecían un servicio regular, como los Hermanos Busto, Los Tapiegos en Porcillán, o aquí en Castropol los Piemonte


Especialmente famosa fue La Exploradora, embarcación a vela y motor, construida en Berbesa y que navegó durante más de cien años por las orillas de este estuario



Buenas fueron también la María Luisa Vicente, Cuatro hermanos, que navegaba a vela, Hermanos Busto, a gasoil...  recordando por ejempolo que Los Tapiegos tenían lanchas habilitadas para el transporte de ganado


La costrucción de la Ponte dos Santos vino a poner fin a ese paso continuo y regular de pasajeros por la ría, si bien triunfa la navegación deportiva y la turística


Ponemos aquí terxtualmente la información que ofrece el Centro para el Desarrollo de la Comarca Oscos-Eo (CEDER Oscos-Eo) sobre las actuales empresas y servicios que nos ofrecen esta singladura, reiterando nuestra recomendación de contactar antes personalmente con ellos para apalabrar nuestra salida y/o comprobar su disponibilidad:
"La desembocadura de la Ría del Eo en el mar Cantábrico, constituye uno de los estuarios más pintorescos y bonitos de España y ofrece al visitante una experiencia inolvidable sobre sus aguas. Podrán comprobar diferentes aspectos de la flora y fauna marina de la Ría y experimentar la sensación de cruzar bajo los impresionantes pilares del Puente de los Santos.

Las empresas que organizan estos servicios efectúan salidas aproximadamente cada media hora realizando paradas en los puertos de Castropol, Figueras y Ribadeo. También se pueden concertar servicios concretos para grupos previa reserva.
Barco de paseo "Nuevo Agamar": el "Nuevo Agamar" es un barco turístico con capacidad para 36 pasajeros, incluyendo 4 plazas pensadas especialmente para personas con discapacidad física. Está provisto de una lona para cubrir la zona de asientos en los días en los que la climatología lo requiera.

Ofrece varias rutas:

Circuito por la Ría del Eo recorriendo las poblaciones ribereñas de Figueras, Ribadeo y Castropol.

 Salida hasta la Playa de Arnao, en la boca de la ría y posteriormente regreso a Figueras pasando por Ribadeo y Castropol.

 Salida hasta el faro de Isla Pancha (en la margen gallega de la desembocadura de la ría del Eo) y regreso a Figueras pasando por sus poblaciones vecinas.

Subidas hasta la localidad de Abres, río arriba. (solo con mareas vivas)

Dirección: Av. de Gondán 3, 2ºB - Figueras - Castropol

Contacto: 609 246 132

Más informaciónhttps://www.nuevoagamar.com

 

Paseos en barco "Albatros V": organiza paseos por la Ría del Eo durante los meses de julio, agosto y septiembre. En invierno ofrece subidas por el río Eo hasta Abres.

 

Direcciones: Puerto de Castropol (Calle Puerto, s/n - Castropol) y

Puerto de Figueras (Av. Trenor,s/n - Figueras - Castropol

Contacto:  696504239 

Más información:  http://albatrosv.es

 

Paseos y alquiler de lanchas "Terralmar": esta empresa ofrece dos opciones:

 

 Paseos en lancha de pasaje por la Ría del Eo: disfruta de un paseo que rememora la época en la que

la lancha de pasaje era uno de los medios de transporte utilizados en la Ría para ir de un pueblo a otro. Paradas en los muelles de Castropol, Figueras y Ribadeo.


Alquiler de lanchas individuales: se trata de embarcaciones con motor de 15 cv y todos los aparejos necesarios, que no requieren titulación y que la propia empresa te enseña a manejar. También disponen de deslizadores para incorporar a la lancha si se desea. Se puede alquilar por horas o días completos. Salida desde el muelle de Castropol.


Dirección: Puerto de Castropol (Calle Puerto, s/n - Castropol)

Contacto: Teléfono 674 90 18 88 E-mail castropolterralmar@gmail.com

Más información: https://www.terralmar.com"


Rampa de atraque y vista de Ribadeo


Arriba el centro urbano, donde asoma el campanario de la iglesia de Santa María do Campo, antaño convento de San Freancisco


Más a la derecha también asoma la cúpula de la Torre dos Moreno, otro edificio significativo de la población. De todos hablaremos cuando recorramos sus calles, puerto y plazas


Y más allá de Porcillán, un barco entra en la ría tras pasar bajo la Ponte dos Santos y O Cargadoiro


O Cargadoiro es una estructura de pilares de piedra y armazón metálico que nos llamará poderosamente la atención, testimonio de la historia minera e industrial de la comarca


En el año 1902 la empresa Chavarri Petrement y Cia empezó a construir este muelle-cargadero del hierro que se sacaba de las minas de Vilaoudriz, en A Pontenova, traído hasta aquí en ferrocarril minero. El ferrocarril se inauguró en 1903 y a partir de 1905 fue aprovechado también como transporte de pasajeros. Tenía un trayecto de 34 kilómetros y su primer idea arranca en 1897, cuando el empresario vasco Julio Lazúrtegui visita la comarca con la idea de explotar estas minas de hierro, trabajadas desde tiempo inmemorial, y que en aquel momento explotaba la sociedad de Sucesores de J.B. Rochet. Así en el 1900 constituye la Sociedad Minera de Villaodrid (SMV), participada por la sociedad primero mencionada, así como otros destacados inversores. En 1901, por Real Orden, se aprueba el proyecto ferroviario, aunque con un cambio posterior, aumentar a un metro el ancho de la vía para enlazar con el que sería el Ferrocarril Ferrol-Gijón así como poder prolongar la línea a Lugo y Villafranca del Bierzo, un plan que se vio viable en los primeros años de despegue de la empresa. Luego, con la I Guerra Mundial y el peligro para la navegación marítima, el tren minero, cuyo producto llegaba a Ribadeo para embarcar, vivió una época de decadencia en la que se fue abandonando aquel pensamiento de enlazar con esas otras vías.


Al acabar el conflicto mundial hubo un nuevo renacimiento ferroviario que duró poco, pues enseguida se suprimirían ciertos servicios ya que no terminaba de recuperarse la demanda de hierro a nivel internacional, aunque un aumento de las tarifas alivió momentáneamente la situación, al igual que una ayuda estatala para las líneas férreas en crisis. Existió la oportunidad desaprovechada de adaptarse a las necesidades de la industria forestal que llevaba madera a Asturias, aunque la empresa poco hizo salvo seguir empleando sus estructuras ya existentes sin hacer cambios para cargar esta mercancía tan valiosa para entibar ( asegurar con troncos las galerías subterráneas) de las entonces abundantes y prósperas minas asturianas, las cuales además ofrecían incentivos y sueldos mucho más altos a los trabajadores ferroviarios. Además de todo ello se hacía sentir la competencia del camión, al ir mejorándose el trazado de las carreteras


Otra oportunidad fue, ya en los años 30, el ofrecimiento, nunca aceptado por el Estado, de emplear este ferrocarril como tramo del de Gijón-Ribadeo, incluyendo la estación ribadense. Nada de ello culminó y cuando estalló la guerra civil la vía llegó a tener una actividad relativamente importante, pero para transporte de productos alimenticios del campo. Aún así su estado era tan calamitoso que padeció el hundimiento del túnel número doce en diciembre de 1937, no recuperándose el tráfico hasta marzo de 1938


Pocos meses después de acabada la guerra y dado el estado de saturación de los almacenes de Ribadeo, donde no podía embarcarse la mercancía, se produce un parón de tráfico ferroviario que duró 199 días. En 1942 vuelve a autorizarse el transporte de viajeros, pero los reveses económicos eran continuos y las cantidades de mineral llevadas eran casi simbólicas cuando no nulas. Ya en 1952 el Estado quiso rescindir la concesión ferroviaria, pero no habría de ser hasta 1964 cuando la propia compañía dejase de explotar el ferrocarril, iniciándose los trámites oficiales para su desmantelamiento en 1965. Pasado el tiempo una parte del trayecto, entre San Tirso de Abres (Asturias) y A Pontenova (Galicia), se transformó en vía verde peatonal y cicloturista, y otra, este cargadero, fue recuperado. Al principio se eliminaron sus estructuras metálicas pues amenazaban con venirse abajo, constituyendo un peligro, y posteriormente se reconstruyeron imitando a las originales


Todo ello es un excelente parque-mirador al lado del también histórico Forte San Damián, donde se emplazaban antiguamente las baterías de defensa costera de la ría


Desde tiempo inmemorial, milenios incluso, la protección de las rías, verdadero acceso directo por mar al interior del país, se basaba en castros que, como es este el caso, dieron nombre a poblaciones enteras (Castropol), las cuales guardaban los numerosos puertos interiores, todos embarcaderos naturales, existentes en el estuario


A partir del siglo XVI, los cambios en las condiciones técnicas y defensivas con la implantación definitiva del uso de la pólvora y cañones, hicieron transformar la estrategia existente y se erigieron nuevas fortalezas con baterías en las mismas bocas de estas rías. Este es el caso de la llamada Torre Nova, antecedente del actual Forte de San Damián


Los continuos ataques corsarios y las guerras endémicas con Inglaterra, Holanda, Francia... provocaron entonces una mayor fortificación de la antigua muralla de Ribadeo, erigiendo en ella nuevas torres y baluartes, pero también en el exterior, como en este preciso lugar, donde se construyó la Torre Nova, la cual establecía un fuego cruzado con baterías situadas en la orilla asturiana para repeler cualquier intento de incursión


Sobre ella se hizo el Forte de San Damián, construido en el siglo XVII por el marqués de Cerralbo sobre un emplazamiento defensivo anterior, A Torre Nova. Cruzaba fuegos con las baterías de costa de la vertiente asturiana para impedir el paso de naves enemigas, siendo destruido por los ingleses en 1719 cuando ocuparon momentáneamente gran parte de la ría. Reconstruido en 1774 fue vuelto a asaltar en 1809 durante la francesada o invasión napoleónica


 Actualmente, restaurado y recuperado, es sala de exposiciones del Concello, conservándose la muralla, tronera, foso y contrafuertes


A este lado más cañones, los de Castropol...


Y así, admirando este excelente paisaje marinero nos disponemos a embarcar y seguir ruta en Ribadeo... ya en Galicia, Jackobsland, el País de Santiago

















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