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domingo, 6 de noviembre de 2016

CAJO, CAMPOGIRO Y PEÑACASTILLO: EL CASTRO ANTECESOR DE SANTANDER (CANTABRIA)


Lábaro, ancestral símbolo cántabro en el Camino a su paso por Campogiro
Cuatro Caminos
Tras atravesar el centro urbano de Santander los peregrinos llegan por la Alameda de Oviedo a la plaza del evocador y caminero nombre de Cuatro Caminos, lugar de secular confluencia de antiguas rutas, hoy en día calles y avenidas con intenso tráfico pues ahora, como hace siglos, es una de las principales encrucijadas para entrar y salir de la ciudad en todas direcciones.


En esta plaza hallaremos, en torno a ella, la señalización del Camino Norte de Santiago, que nos indicará que calle seguir

Tomamos así desde Cuatro Caminos la Avenida de Valdecilla. Es posible que veamos venir algún peregrino en dirección contraria a nosotros, entrando en la ciudad. Son los que vienen a Santander por alguno de los caminos que bordean la bahía y están señalizados y son oficiales pues, si bien existe un paso regular de lanchas desde Somo a Santander desde la baja Edad Media, muchos romeros y viajeros no deseaban exponerse a las corrientes en las frágiles barcazas de la época y muchos tampoco podían permitirse el pasaje. Existen básicamente dos rutas para ello con algunas variantes, una más cercana a la ribera y otra más alejada, que salva las rías que forman la bahía por la zona más vadeable. Todas se unen entre Cacicedo, Peñacastillo y Campogiro antes de entrar en la ciudad, como vamos a ver


 Es calle también de mucho tráfico rodado, con vías a ambos lados y un subterráneo en medio


Aquí se encuentra el Hospital de Valdecilla, oficialmente Centro Médico Nacional Marqués de Valdecilla, sucesor de la antigua Casa de Salud de Valdecilla fundada en 1929 por Ramón Pelayo de la Torriente, acaudalado indiano de modestos orígenes que hizo fortuna en Cuba y al que le fue otorgado su título nobiliario en 1916, que con la colaboración de su sobrina María Luisa Pelayo, marquesa de Pelayo, dio el impuslo definitivo para construir un nuevo hospital santanderino que sustituyese al antiguo de San Rafael, siendo para ello asesorado por especialistas como Gregorio Marañón. En la guerra civil fue hospital militar y tuvo clínica militar en la posguerra, mientras colaboraba ya estrechamente con la Universidad de Verano, luego Universidad Internacional Menéndez Pelayo


Padeció Valdecilla una larga crisis que se arrastraba desde la contienda, pero diversas iniciativas lograron hacerle salir de aquel marasmo, con nuevas inversiones, ampliaciones e instalaciones, contando con varias dependencias que vamos viendo al caminar frente a su entrada principal


 Más atrás vemos la Plaza de Toros de Santander o de Cuatro Caminos, inaugurada en 1890


Caminando de frente vemos al fondo Cazoña, el primer barrio-dormitorio construido en Santander, en 1973


Al final de la Avenida de Valdecilla vemos alguna de las casas unifamiliares de la Ciudad Jardín que se extienden colina arriba


Aquí salimos de nuevo a una rotonda


Fijémonos en la señalización instalada en la acera


De la rotonda vamos a la izquierda


También las flechas amarillas


Vista de Cazoña desde la rotonda


Pasamos al lado de otras de las instalaciones del Hospital de Valdecilla


Y su aparcamiento


Pasamos sobre el subterráneo viendo Más edificios del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla


Al sur, las grúas portuarias de la Dársena de Maliaño junto a los muelles de Raos, Puerto de Santander. Al fondo es el macizo de Peña Cabarga.


La actividad portuaria fue trasladándose desde el centro de la ciudad al sur a partir de mediados del siglo XX


 Cruzamos la calle...


Tomamos, al fondo a la izquierda, la Avenida de Cajo


Aquí está el viejo Parque de Bomberos


A nuestra izquierda está el Poblado de Renfe, cerca de la Estación de Valdecilla, actual apeadero, y el almacén y talleres ferroviarios


Esta es la capilla del poblado. Cajo era en el siglo XVIII una extensa finca donde había encinares y castañedos. Más allá vemos la Fundación San Cándido,  inaugurada en el año 1928 para recogimiento de inválidos por trabajo y paralíticos, llamada entonces Asilo de San Cándido, siendo su benefactora Doña Emilia Herrera Vindel, quien crea esta fundación para asilo según manda en su testamento, dando para ello esta finca que heredó de sus hermanos Adela y Cándido en este barrio de Cajo, de ahí el nombre de San Cándido en honor a su hermano. La gerencia y dirección estaría a cargo de las Hermanas Carmelitas Terciarias Descalzas, luego Carmelitas Misioneras, con una casa para 22 asilados, hombres y mujeres, si bien después de la Guerra Civil quedó en exlusiva para mujeres. En 1978 se inaugura un nuevo edificio para 131 personas y la casa de la familia Herrera Vindel pasaría a ser residencia de las Carmelitas Misioneras. En 1986 abre sus puertas otro edificio anexo para 95 residentes construido por la Fundación Marcelino Botín y en terrenos también cedidos por la Fundación San Cándido, que en el año 2005 gestionaría en exclusiva el centro, si bien las religiosas seguirían con su actividad pastoral y voluntariado hasta que por cuestiones de edad dejan la Diócesis en el año 2013. En el año 2008 se inaugura un Centro de Día y en la actualidad la Fundación San Cándido dispone de 229 plazas de residencia


Señalización viaria y caminera


Estamos al lado del Parque del Doctor Morales, situado donde estuvo el sanatorio de este médico pero más conocido como Parque de la Vaca por una de sus esculturas


Tiene una considerable extensión, nosotros vemos la parte más próxima al Camino, al pie de Cazoña


Hay variadas especies arbóreas: palmeras canarias, cipreses de Lawson, abedules, castaños de indias, olmos, fresnos, sauces…


A nuestra izquierda está la factoría de Teka


Panel orientativo del Camino, no muy bien conservado


Más allá divisamos el Monte de la Peña: Peñacastillo


Su nombre procede de un castillo que se erguía sobre este picudo monte arbolado de solo 139 metros pero que, al estar rodeado de terrenos llanos, es una prominencia que se ve desde muy lejos. Una cantera afectó a parte de su ladera


Al final del parque pasaremos bajo el puente ferroviario


Vemos una fila de casas populares


Hacia allí nos dirigimos


Más señalización de la ruta


Aquí se estrecha notablemente la acera. Es el comienzo de la Avenida de Campogiro


Hay bares y estanco


Viejas naves industriales y viviendas


Nuevas urbanizaciones y jardines de las antiguas quintas que delatan que fue Campogiro, de antiguo, zona de residencias nobiliarias durante siglos, en las afueras de la capital.


Tuvo Campogiro también un importante pasado industrial desde el siglo XVIII, pionero en Santander


Viviendas de diferentes épocas y estilos...


Casas populares


Aquí a nuestra izquierda se extiende la finca La Remonta. A finales del XVIII Francisco Antonio del Campo y Alonso de La Sierra, primer Conde de Campo Giro, Síndico General y Alférez Mayor de Santander, importante armador e industrial, poseía una grandísima finca con molinos de marea y pomarada para elaborar sidra así como viñas para su preciado vino. Construyó en 1786 una fábrica de cerveza y recogía grandes cantidades de lúpula, así mismo tenía fábricas de botellas, loza, azúcar, etc. recibiendo por ello su título nobiliario en 1797. Abarcaban estos terrenos de su propiedad desde el Camino Real, este por el que caminamos, hasta el mar, con dos estanques, uno de agua dulce y otro de agua salada, apareciendo hace años una vieja estatua de Neptuno que engalanaba el primero. El estanque salado era de agua que entraba del mar, secándose en marea baja. Había vacas, caballos, frutales y robles, chopos y álamos. Tiempo más tarde, en 1921, con las gestiones de Antonio Quijano de la Colina, Conde de las Forjas de Buelna y Presidente de la Asociación de Ganaderos, la Diputación de Santander, compró esta finca de Campogiro radicante en el barrio de Cajo que,  revendida al Ministerio de la Guerra, sirvió para ser el Depósito de Sementales de Santander.


Otra fila de viviendas populares


Y casas unifamiliares


En este cruce de Campogiro seguiremos por el ramal de la derecha por la calle El Castro. Aquí es donde se unen dos de los caminos que emplean los peregrinos que entran en Santander por los caminos que bordean la bahía, uno procedente de la ermita de Santa Lucía, a la izquierda de La Peña, y otro de la iglesia de San Lorenzo, los dos en Peñacastillo


Utilicemos siempre los pasos de peatones


En esta bifurcación veremos, a lado de una de las casas del Camino, el lábaro o símbolo cántabro por excelencia


Lábaro, símbolo de Cantabria y emblema caminero...


Sigue el Camino y siguen las señales en Campogiro


A la derecha vemos la iglesia de San Joaquín


San Joaquín en Campogiro


Pasamos frente a ella y la pista polideportiva


Campogiro es uno de los barrios de Peñacastillo, localidad al oeste del municipio de Santander que fue zona rural, como hemos dicho, donde asentaron sus casonas y palacios antiguas y linajudas estirpes cántabras.  Sus barrios originarios son Adarzo, Camino Real o Camarreal, Lluja, Ojáiz y San Martín. En el siglo XIX aparecieron nuevas barriadas como La Reyerta en San Martín o esta de Campogiro


Es ahora zona de expansión urbanística de Santander


Señales en la acera, al lado del cuartel de la Guardia Civil de Campogiro


Las viviendas unifamiliares obreras fueron dando paso a las nuevas urbanizaciones y bloques de edificios. Cuando a partir de 1898 se desecaron las marismas entre el Camino Real y el mar fueron apareciendo poblados como Bartolomé Darnís, El Carmen y Santiago Mayor donde vivían las familias de los empleados en los altos hornos


Una pequeña subida en El Castro nos lleva a pasar frente a la capilla del Cristo (a la derecha de la foto)


En ella se ve en la verja la leyenda "Yo soy el Camino"


Cristo crucificado


Aquí iniciamos un poco de bajada


Luego de estas casas vemos al fondo el polígono industrial El Campón


El Campón, con los barrios de El Castro (izquierda) y Adarzo (derecha)


A lo lejos unos picachos nevados: Los Picos de Europa


Ándara o macizo occidental


Los Urrieles o macizo central


A la izquierda La Peña


Y señales para quienes vienen por la ruta que bordea la Bahía de Santander, con la que pronto coincidiremos


Pasamos pues, en el Castro y junto al polígono, bajo la picuda mole de Peñacastillo, una antigua fortaleza o castro, recinto fortificado prerromano en la que se quiere ver el más primitivo origen prerromano de Santander, donde hubo un castillo, muy posiblemente sucesor del ancestral castro cántabro, que fue abandonado al pasar el lugar plenamente a la jurisdicción santanderina en el siglo XVI. Allí se encuentra la Cueva de San Andrés, de viejas leyendas de tesoros escondidos, razón para algunos eruditos encuentren aquí la razón del topónimo Santander, de San Andrés más que del San Emeterio, mártir cuyas reliquias y las de otros santos como San Celedonio se veneraban en el santuario anterior a la actual catedral. La cueva, independientemente de las leyendas, sí parece responder a un poblamiento paleolítico muy anterior incluso al castro y al castillo


Filas de casas junto a la carretera


Recomendamos encarecidamente usar las aceras. El tráfico es intenso, veloz y abundante


Y así seguimos por el barrio El Castro


Viviendas unifamiliares al pie de La Peña, la gran mole de Peñacastillo (140 mts.)


Pasamos al lado de todas estas casas


Es una larga recta a lo largo de la N-611


Y al final un poco de subida en Adarzo


Otra fila de casas en El Campón, bajo la iglesia de Peñacastillo


Atención a la placa a la derecha de la foto, es la señalización oficial del Camino del Norte en Cantabria y del Camino Lebaniego


 La concha de Santigo y el Lignum Crucis


Y así llegamos a Peñacastillo, población a las afueras de Santander que hasta hace unas décadas era totalmente rural, con vaquerías, huertas y caseríos, constituyendo hoy en día una zona en constante expansión industrial y urbanística


El topónimo hace referencia a la peña bajo la que estamos pasando, poblamiento antecesor del Santander actual, y a su antiguo castro


La pìcuda peña llamó sin duda la atención a los más antiguos pobladores de la comarca y aquí se asentaron. La llegada del cristianismo sacralizó para la nueva religión los anteriores lugares de culto, apareciendo santuarios y monasterios, ermitas desaparecidas en buena parte y de las que son sucesoras los actuales templos, como la iglesia de San Lorenzo, justo al pie del antiguo Castillo de la Peña que dio nombre a Peñacastillo, peña que en el año 1025 era conocida como la Peña del Miradorio, esto es, el mirador, ahora el Alto de la Peña. Su estratégico enclave la convertía en una soberbia atalaya sobre estos antiquísimos pasos a los puertos naturales de la bahía sobre los que se asentaron las actuales poblaciones


Justo aquí, pasando el polígono, nos desviamos a la derecha


Tomamos la dirección de Santa Cruz de Bezana


Aquí se une este camino, que sale de Santander, con el que viene de Muriedas, Maliaño y El Astillero, el que siguen los peregrinos que realizan la circunvalación de la bahía en vez de cruzarla en lancha en Somo, que son realmente varios caminos, principalmente dos, los más cercanos a la ribera de la bahía y los más alejados, procedentes de Solares, Heras, Liaño, Revilla...


A la derecha, en Adarzo


Seguimos por las aceras


Hay algunas naves industriales, bares y casas unifamiliares


Bar y talleres


Jardines


Puente sobre el ferrocarril en Adarzo. Luego subiremos a la derecha


Al este vemos los edificios de la urbe


Al oeste la campiña
 

Antes de esta curva a la derecha llegamos a un cruce, se trata de una de las múltiples "minivariantes" que tanto abundan en el Camino en Cantabria. Las dos señalizadas. Una consiste en seguir hacia la derecha, hacia las casas, y otra busca un atajo a la izquierda al lado de las vías del tren. Vamos a presentar las dos:

1) ATAJO POR LAS VÍAS DEL TREN 


Desde el cruce, una vez pasado el puente sobre el ferrocarril, iremos en este caso a la izquierda


 Caminando junto a algunas casas unifamiliares con terreno


A la izquierda están las vías


Pasamos junto a las tapias


Y los setos


Saliendo campo a través


Para seguir bajo este puente


Es un paso estrecho


Pero pronto salimos al otro lado


Atravesando otro prado


En dirección a aquellas casas


Llegaremos entonces a este paso a nivel, en el barrio de Lluja, pero no iremos a él: iremos a la derecha


Enfrente de esta nave


Y subiremos un poco


Arrimándonos a esta vereda, pues no hay acera ni arcén


Seguimos entre estas casas


Paisaje de Peñacastillo, donde hasta hace unas décadas todo eran caseríos rurales y explotaciones agrícolas y ganaderas. Ahora estamos en plena zona de expansión urbana, industrial y comercial de la ciudad de Santander


En aquellas parcelas donde aún se mantienen usos agropecuarios las ovejas han tomado el relevo de las vaquerías de leche y carne. Allí está el barrio de Pedroso y más allá Merca Santander


Se va acabando la cuesta


A lo lejos Ojaiz, otro de los barrios de Peñacastillo, ya en el límite occidental del municipio de Santander


El Pedroso. Más allá discurre la carretera nacional N-611


Curva a la derecha...


Caminamos en llano en Lluja por la calle Adarzo


Y a nuestra derecha llega a enlazar con este el otro camino, del que ahora pasaremos a hablar:

2) SUBIENDO A LA PLAZA DE AMADOR TOCA Y ADARZO


En este caso, al pasar el puente del ferrocarril iríamos a la derecha


Subiendo poco a poco


Hay aceras a los dos lados


Curva a la izquierda


Llegando al barrio de Adarzo


Calabazas en los balcones


La cuesta se acaba


Vista de Adarzo


Aquí, frente a Casa Sampedro, vamos a ir a la izquierda


Es la Plaza de Amador Toca


Placa de la plaza


Pasamos entre filas y bloques de viviendas unifamiliares de estilo más o menos tradicional, rural, y restauradas


Símbolo solar, emblema ancestral de la rotación y movimiento del sol, en una fachada


Así vamos hacia las casas del fondo


La calle se estrecha, seguimos adelante en los cruces


La señalización nos orienta por la calle Adarzo


Nos acercamos a una bifurcación


Pasando entre algunas viviendas de vecindad



En la bifurcación iremos a la izquierda


Junto a una pequeña plazoleta con árboles


Y luego a la derecha de este bloque


Saliendo de este núcleo


Pasamos junto al muro de esta quinta


Siguiendo la señalización


Hermosa yedra


El entorno se torna rural, si bien con nuevos edificios


Como los del Parque Científico y Tecnológico de Cantabria


Hay varias urbanizaciones. Más allá están Rucandial, El Santuco y San Cibrián


Andamos por trecho llano y recto en la cresta de una colina


Llegamos a un cruce


Es la calle Severo Ochoa. Cruce en el que hemos de pasar al otro lado


Para ello hay que ir un poco a la izquierda


Y cruzar por aquí, siguiendo la señalización oficial del Camino del Norte


Al otro lado, por aquella acera, iremos a la derecha hasta el siguiente cruce


Y en el cruce a la izquierda


Barrio de Lluja


Estamos entrando en Lluja, otro barrio histórico de Peñacastillo, junto con Adarzo, Camino Real o Camarreal, Ojáiz y San Martín.Luego, a partir de mediados del siglo XIX irían apareciendo otros como Campogiro, Nueva Montaña y La Reyerta, resultado del aumento poblacional con la industrialización de la zona


Pasamos junto a los muros de esta quinta


Placa de la calle y barrio


El pasado eminentemente rural de Lluja hasta hace unas décadas está bien patente aún en sus caseríos


 Curva a la derecha, delante de la vieja torre de la luz


Actualmente los usos agropecuarios tradicionales van cediendo paso, como en los extrarradios de todas las crecientes ciudades, a espacios residenciales y de servicios

Pero todavía se ven en estas parcelas buenos pastizales, tal que ahora, viendo al sur, a nuestra izquierda, el barrio de Pedroso. Al fondo está Merca Santander, un gran punto de distribución de productos alimentarios para la ciudad


Naves y chalets


Cruce del cementerio. Nosotros seguimos de frente


El tramo sigue siendo llano


Vista al sur...


Vista al norte. Campos de La Presa y La Vuelta del Ronzón


Sancibrián y el pequeño valle del arroyo de Irma, una de las siete localidades del vecino municipio de Santa Cruz de Bezana, hacia el que nos encaminamos


La campiña de Lluja


Hay poco tráfico pero la carretera es ancha. Andemos con precaución


Curva a la izquierda


Otro grupo de casas


Seguimos en Lluja


Buen Camino


Delante de esa casa iremos a la izquierda


Viendo una imagen religiosa que, por la palma en su mano y la parrilla, parece San Lorenzo


Y atención pues en este cruce nos unimos al camino que ataja junto a las vías del tren


Aquí vamos a ir a la derecha


Reparemos en las señales


Sigamos la flecha


Pasamos al lado de esta quinta


 Y continuamos todo recto


Bajando un poco más delante de estas viviendas...


Es un grupo o piño de casas, con su pequeño terreno enfrente...


Pequeños solares


Ya vemos en la distancia, al oeste, Santa Cruz de Bezana y Mompía


Nuevas vistas de Pedroso, barrio extendido a lo largo de la carretera N-611. Al fondo a la derecha de la foto es Ojáiz


Buenas caballerías en las fincas que miran a Pedroso


Seguimos nuestro periplo


Volvemos a bajar un poco mientras vamos saliendo del núcleo principal de Lluja. Ahora al oeste divisamos mejor Bezana, capital del municipio de Santa Cruz de Bezana


Bezana, Mompía y La Sierra de Liencres, cuya máxima elevación es el monte de La Picota (235 mts.), donde hubo un castro cántabro, el castro de Tulem, que da nombre al actual lugar de Tolío, y cuyo sucesor fue el Castillo de Pedraja, tambián llamado Castillo de Liencres o Castillo de Hércules, fundado por el noble Garcilaso I de la Vegao El Viejo para defensa de este señorío que perteneció a la Casa de la Vega. Sus primeras referencias escritas son del año 1403 si bien hay documentos que parecen avalar su existencia ya en 1338, siendo uno de los mayores de la histórica Asturias de Santillana, que comprendía gran la mayor parte de la actual Cantabria. El castillo fue perdiendo su valor defensivo y abandonándose. En 1861 el Padre Sota informaba que estaba en ruinas y que visiblemente había sido quemado. Se sabe tenía un foso y torreón. Quedan algunos vestigios y el lugar está protegido arqueológicamente desde el año 2004. Durante la Guerra Civil Española la sierra fue fortificada y se conservan trincheras y búnkeres


A lo lejos Mompía, otra localidad del municipio de Santa Cruz de Bezana por la que habremos de pasar


Y muy en la lejanía, los maravillosamente majestuosos Picos de Europa otean nuestros pasos. Sus altísimas alturas se columbran desde muy muy lejos, tanto mar como tierra adentro, y son una referencia visual desde inmemoriales tiempos, tal vez por ello su nombre


Ándara es el macizo oriental de Los Picos, el más próximo a nosotros. Otra elevación, mucho más baja pero también mucho más próxima, es el Alto del Cuco (146 mts.)


Bajamos por aquí a la izquierda


En dirección a este verde valle


Ante Ojaiz, El Rebollar y La Esprilla, que vemos al fondo


Y en este cruce seguimos rumbo oeste a la derecha


Todo recto y en llano


Salimos a las praderías al oeste de Lluja


A nuestra derecha la Fuente Jumerios


Vieja fuente a donde se venía a por el agua antaño


Al oeste seguimos viendo la serranía de Liencres con La Picota, que dada su cercanía al mar, es una excelente referencia visual que se reconoce desde bastante lejos. A la derecha está la Ría de Mogro y Abra de Pas, desembocadura del río Pas, así como las playas de Valdearenas , Canallave y Pedruquías, en el Parque Natural de las Dunas de Liencres, que no vemos desde aquí


Allí está el ferrocarril. Enseguida pasaremos bajo ese puente, junto a las vías férreas


Los aviones pasan sobre nosotros en su maniobra de aterrizaje en el Aeropuerto de Santander


Y en este cruce, ante los ramales de entrada y salida de la Autovía S-20 de acceso a Santander,  bajamos a la izquierda


Bajamos unos metros


Y seguimos por debajo de estos dos puentes. Este el primero


Y este el segundo


Mucha atención tras pasar debajo de él


Hay un paso a nivel


Pasaremos a su lado pero NO lo cruzaremos. Nosotros iremos a la derecha


Así lo indica el mojón xacobeo


Vamos pues hacia allí


Donde pasaremos bajo otro puente


Dirigiéndonos a una bifurcación


Pasamos sobre el arroyo de Otero


Y en el cruce seguimos a la izquierda


Siempre atentos a la señalización


Estamos en el barrio de Ojaiz


Por aquí va el Camino


Prados de pasto y siega


Una nave


Y un nuevo cruce


También a la izquierda


Aquí un cartel avisa que dejamos el municipio de Santander y entramos en el de Santa Cruz de Bezana



Es la calle Bezania


Pasamos junto a algunas casas con parcela



Al sur el Polígono industrial de La Esprilla


A nuestra derecha, más allá de los invernaderos, miramos al norte, hacia la costa


Una línea de poblaciones se distingue en el horizonte


Son los campos de El Cabido, Los Castros y el Alto Lloredo, regados por el arroyo de Palancate.  Y más allá las poblaciones de Cotero (en este municipio de Santa Cruz de Bezana), Sorriba y Liencres (en el de Piélagos)... todo ello ante las playas del litoral, que vemos desde aquí pero que están justo al otro lado de las casas


A lo lejos vemos la iglesia de Santa Eulalia de Liencres, construida en el siglo XVII y cuya torre se remató en 1706


Aquí trabajaron los maestros de cantería Antonio de Helguera, Simón y Antonio de Estrada y Francisco Calderón. Su retablo mayor puede ser obra de Luis de Padevilla


También vemos Soto de la Marina, otra localidad de este municipio de Santa Cruz de Bezana


En un valle cerrado al mar por la larga colina del Monte Rostrío



Todo este territorio fue, hasta las desamortizaciones decimonónicas, pertenencia de la Abadía de Santander, siendo entonces cuando se constituyó el municipio


El único enclave del actual municipio no integrado en las propiedades monacales fue precisamente Soto la Marina, que formó parte del Real Valle de Camargo, actualmente Camargo a secas, municipio situado más al sur y que formó parte de los famosos Nueve Valles, territorios liberados del poder señorial que fueron el antecedente de la Provincia de Cantabria, actual comunidad autónoma


Allí está la iglesia de San Salvador de Vivero, construida entre los siglos XVII y XVIII sobre otra más antigua


Seguimos por la calle Bezania, junto a los invernaderos


Seguimos todo de frente


A lo lejos, de nuevo, la Sierra de Liencres


Los Castros


Alto Lloredo


Al fondo hay un cruce


Iremos primeramente a la izquierda, viendo de frente un árbol que ha quedado literalmente cercado por el asfalto y que nos da una buena referencia visual. Así son nuestros primeros metros en Santa Cruz de Bezana











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