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miércoles, 14 de diciembre de 2016

EN EL REAL VALLE DE GURIEZO: RIBERAS DEL RÍO AGÜERA Y MONTES DE LUGAREJOS (CANTABRIA)

El Valle de Guriezo desde Nocina
Monte Candina y Ría de Oriñón

Esta es la boca de la Ría de Oriñón, desembocadura del río Agüera, bajo la gran peña caliza del monte Candina (489 mts), al oeste de Islares, en el municipio de Castro-Urdiales. Desde tiempo inmemorial un servicio de barquerías pasaba a peregrinos y viajeros de una orilla a la otra, si bien al  hacerse el puente de la N-634 primero y luego al extenderse el uso del automóvil los lancheros dejaron de trabajar. Es la importante ruta que va a Laredo, que fue un tiempo la más importante población y cabeza de la Hermandad de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar, una de las comarcas que daría origen a la Cantabria actual, si bien con el tiempo Santander se llevaría su capitalidad


Ya entonces, como era lo habitual, si las lanchas no funcionaban, o había peligrosas corrientes o no se deseaba pagar el pasaje, algo habitual en los peregrinos pues no solían llevar apenas monedas, se remontaban ríos y estuarios tierra adentro, tal y como vamos a hacer ahora nosotros, siguiendo la N-634 y entrando en el municipio de Guriezo pocos metros antes del viaducto sobre la Autovía del Cantábrico


Y justo nada más pasar bajo el viaducto nos desviamos de la carretera a la izquierda, en ascenso. No obstante hemos de decir que en El Pontarrón de Guriezo hay albergue público y bar. Para ello sería mejor continuar unos metros más por la carretera


Esta es la señalización de Camino por un lado y albergue por otro. Estamos a unos 22 kilómetros de Laredo, unas seis horas de camino


Siguiendo el Camino pues este ramal deja la carretera y sube por las laderas del monte Las Rozadas


A la dercha las marismas del estuario


Pasamos junto a este portón


Y seguimos ascendiendo


El Camino serpentea por la falda del monte


A lo lejos los tejados de unas casas: Nocina


A la derecha al otro lado de la ría montes de Sotarrón, La Lobera y el Alto Fermendal


Viejos caserones de piedra, muy altos al llegar a Nocina. En este cruce iremos a la derecha


Formidable paredón para guardarse de los fuertes y fríos vientos del norte


Ventana y ventanuco


Damos vuelta al caserón


A lo lejos a la derecha El Costerón y el Pico Cuito (365 m.)


Y seguimos ruta, ya en llano. haciendo curva a la derecha...


Pasamos sobre uno de los arroyos nacidos en los montes de Las Rozadas y El Gredo que desembocan en el río Agüera


Llegamos a unas urbanizaciones de chalets


El Solar


Espacio urbanizado, con aceras y farolas


A la derecha La Fuentuca


En Nocina volvemos al paisaje rural y residencial tan característico del litoral Cantábrico. Arriba la Sierra de Hoz


Atrás el viaducto y el Monte Candina, del que habremos de hablar bastante a lo largo de las próximas entradas de blog, en las diferentes rutas hacia Liendo y Laredo


Bajo nosotros las casas de El Pontarrón de Guriezo. Al otro lado de las montañas está el Valle de Liendo


Es la entrada natural al histórico Valle de Guriezo


Atravesamos Nocina de norte a sur


Flechas indicadoras


Abajo en el valle, en El Pontarrón, se encuentra el puente sobre el río Agüera de la N-634



Es verdad que algunas guías informan que siguiendo la carretera se ahorran 12 kilómetros y 3 horas de andadura para ir a Laredo, y dicho así no suena nada desdeñable pero también es cierto que son aún muchos kilómetros para llegar a Liendo por una peligrosamente sinuosa, tediosa y sin arcenes carretera general. Por ello, si hacemos el Camino de Santiago y no la carretera, en este caso recomendamos el viejo trazado, este que estamos siguiendo nosotros, que remontará el curso fluvial. Antes se iba hasta el histórico puente de La Magdalena, por donde pasaban aquellos peregrinos que, bien por no exponerse a las turbulentas aguas del estuario, o bien por el pago al barquero, realizaban este mismo trayecto. En la actualidad el Camino oficial no llega hasta La Magdalena, cruza el río por un puente más cercano, el Puente de Tresagua, por donde seguiremos ruta



El primitivo puente fue destruido por los cañonazos del acorazado nacional España apoyando, en abril de 1937, durante la Guerra Civil, la ofensiva sobre Vizcaya, siendo posteriormente reconstruido. Cerca de aquí tuvo lugar el dramático intento de fuga el 2 de diciembre 1957, de uno de los últimos maquis o guerrilleros que lucharon contra el franquismo, se trataba de Francisco Bedoya Gutiérrez, último superviviente de la partida de Juan Fernández Ayala, Juanín, que murió cerca de Potes. Planeaba Bedoya escapar en una lancha de pesca desde el puerto de Castro-Urdiales a Francia y contaba con la ayuda de su cuñado José San Miguel, ignorando que este a su vez formaba parte de una trampa de la Brigada Social y Política para apresarle



Iban los dos en motocicleta cuando poco antes de la medianoche son interceptados en esta carretera, por lo que Bedoya dispara contra su cuñado al darse cuenta de su traición, que muere en el acto, pero él es también herido por metralleta, logrando huir monte arriba hasta la cumbre del Pico Cerredo, en lo alto de la Sierra de Hoz, donde sería encontrado, agonizante, a la mañana siguiente, solo para ser rematado, siendo su cadaver expuesto en Castro-Urdiales. La versión oficial no obstante no convenció, se sospechó que se había suicidado, se dijo que su chaqueta, forrada de billetes de 500 pesetas que amortiguaron los disparos cual chaleco antibalas, nunca apareció, así como tampoco se sabe quien cobró la recompensa ofrecida de 500.000 pesetas por su captura


La historia la narran José Ramón Saiz Viadero en Los últimos guerrilleros de Cantabria, y  el escritor cántabro Antonio Brevers en su libro Juanín y  Bedoya los últimos guerrilleros


Prados y casas


Concha y flecha camineras


Empezamos a bajar poco a poco


Salimos a este cruce y seguimos de frente hacia la casa del fondo


Pasando delante de ella


El Valle de Guriezo ante nosotros, en todo su esplendor. En ese valle se fundó, allá por 1833, el primer alto horno de España, La Merced,  antecedente que sería directo de los Altos Hornos de Vizcaya


Los montes de Armañón y Los Jorrios cierran el valle por el sur. Allí están los picos de Castro Lucio (639 m.) y Las Nieves (773 m.),  solar del santuario mariano de este nombre, situado en su cima, y del que se tienen noticias desde el año 1356 cuando es conocido como de la Virgen de los Castros, servida por un ermitaño. La tradición, tan repetida en tantos lugares similares, dice que en su tiempo el vecindario quiso levantar un santuario a la Virgen de las Nieves al pie del pico, en una campa llamada Casa de la Virgen, pero que los materiales eran llevados por la noche por unos ángeles a la cima, donde la Virgen deseaba se hiciese su templo


Desde aquí vemos la ermita, en la cumbre del pico al que da nombre. Se trata de antiquísimos castros o recintos fortificados prerromanos, lugares sagrados desde hace milenios y cristianizados por veneraciones marianas en estos lugares de devoción, tradición y leyenda, además de buenas romerías


Por aquí iremos saliendo de Nocina


Curva a la derecha


A lo lejos El Costerón


Nocina ya queda atrás


Una buena bajada...


Zona de descanso


Se va acabando el descenso


Al llegar a la carretera CA-151


Donde seguiremos por ella a la izquierda


Cuando estamos a 24 kilómetros de Laredo


A la izquierda


Flecha amarilla junto a la marquesina


 Y senda peatonal


Trayecto recto y siempre paralelo a la carretera


Prado Justo


Y llegamos a La Junquera, topónimo de marcado caracter fluvial, tierra de juncos


Casa de La Junquera, que en realidad son tres


Más atrás La Lonja. Al fondo Candina


Arroyo que desemboca en el Agüera


Carretera al Valle de Villaverde, situado unos kilómetros más al sur, nombre tradicional recuperado en 2005 de lo que durante un tiempo se conoció como Villaverde de Trucíos, enclave cántabro en medio de territorio vasco-vizcaíno


El itinerario es llano, por las vegas del río Agüera, que vemos a la derecha, en este hermoso valle


Pasaremos así al lado de la entrada a la empresa Vitrinor-Magefesa, fundada en 1995 en las antiguas instalaciones de Magefesa, famosa marca de menaje de cocina. Ocupa una gran extensión en esta vega


Casa bajo los montes de La Carrera


Llegamos a otra de las poblaciones del municipio de Guriezo: Rioseco


Rioseco se extiende por esta ribera del Agüera y su topónimo hace referencia al río, normalmente seco, que atraviesa el pueblo y desemboca en el Agüera. Hubo en este valle un hospital de peregrinos, el de La Magdalena de Guriezo, mencionado en el Catastro de Ensenada (1753)...

"Dijeron que en este valle solo hay un hospital para recoger los pobres que el transitan, el que compone y pone en el las camas necesarias a su costa por no tener renta alguna pues los pobres que a él acuden, se mantienen las limosnas que recogen y vive para dicho fin de recoger en el una hospitalera que se llama María de las Heras".

Más tarde se conoce la noticia que su patrimonio se basaba en un bosquecillo y las ganancias de su tala, una vez cada 14 años, vendiendo su leña, además de limosnas de vecindad y peregrinos


A lo lejos son los altos de Castro Lucio (639 m.) y el Pico Nieves (773 m.) que cierran el valle por el suroeste


Sobre Rioseco, en lo alto de un boscoso cueto, el Monte de San Vicente, se alza la iglesia de San Vicente de la Maza, joya del arte y de la historia. El Camino pasa a sus pies pero cuando lleguemos allá nos desviaremos un instante para conocerla


Primero caminamos frente a este enorme caserón, con numerosas ventanas en esta fachada


Con dinteles


Filigranas talladas en la contraventana



Vemos que es un caserón de grandioso porte pero muy deteriorado, con corredores y cortafuegos en su parte delantera


Esta es su fachada principal


También con ventanas y adinteladas


Seguimos ruta por la senda peatonal


Pasamos junto al supermercado de Rioseco


Fuente a la izquierda


Comercial Llama a la izquierda


Seguimos por la senda peatonal, conel centro de Rioseco a la izquierda, al otro lado de un pequeño parque


A lo lejos el Monte de San Vicente, solar de la ya mencionada iglesia de San Vicente de la Maza


San Vicente de la Maza, uno de los santuarios más importantes de Cantabria, a cuyos pies pasaremos y que recomendamos visitar


Atención ahora aquí en este cruce: el camino actualmente señalizado de manera oficial sigue de frente, pero veremos señales también que nos indicarán ir a la izquierda, se trata de la ruta que fue oficial hasta ahora y que se dirige a la ermita de San Lorenzo para continuar de allí a La Magdalena y subir seguidamente a las montañas del Alto de Guriezo, uniéndose con el camino oficial actual en las inmediaciones de la aldea de Lugarejos


Nosotros en este caso seguimos por el paso de peatones


Empleando el camino oficial que sigue por la acera, carretera adelante







No obstante nos apetece conocer un poco Rioseco realizando un pequeño desvío


El camino señalizado sigue de frente por esta acera


Y seguirá todo recto, pero podemos, si lo deseamos, desviarnos un momento al parque


De la carretera pasaríamos a esta senda que se desvía a la derecha, junto a esta fuente


Área de descanso y viejo puente de piedra...


Hacia él nos encaminamos


Ha sido labrada una concha xacobea...


Y este es el arroyo de Rioseco, afluente del río Agüera. El porqué del nombre Rioseco resulta evidente


Barrio El Quintanal


Fila de casas y chalets


Otro buen caserón


De frente nos encontramos con la Casa Pinta o Palacio de Machín (propiedad que fue de Juan Antonio Machín), construida en dos fases sobre una antigua torre medieval, la primera en 1752 y la segunda en  1785. Conserva un retablo en su oratorio. Fue propiedad de Juan Antonio Machín


Casa Pinta debe su denominación a la pintura que conserva en su fachada, tal que aquí en torno a los blasones familiares


Encima de la ventana, el blasón con la frase Ave María arriba


Escudo de tres torres portado por dos leones


Águila y escudo de las tres torres. Abajo una cabeza cincelada


Al este el Monte Catalina (363 m.)


Ahora volveremos a salir a la carretera, enlazando con el Camino. Vamos a cruzarla pasando al pie del monte de la iglesia de San Vicente, viendo a la izquierda las escuelas, inauguradas al comienzo del curso escolar en septiembre de 1930 por iniciativa del indiano Modesto Ubilla Fernández quien, nacido en el cercano barrio de Balbacienta, había de ir todos los días a la escuela de Oriñón pues aquí no había. Por ello de mayor y recordando aquello creó una fundación, en la que participaba su mujer Higina Núñez, mandando desde Argentina el dinero suficiente para construir este colegio, llamado Fundación Ubilla Núñez y regentado por religiosos maristas


Tras la guerra civil no reabrió sus puertas hasta 1949, esta vez para niñas y con las Religiosas Hijas de María Santísima del Huerto que acogían a niñas  de diversas edades


Se dieron clases de bordado y corte dentro de los parámetros educacionales de la época y a continuación se hizo internado, clausurándose las clases en 1985 pero siendo pero siendo empleado para diversas actividades


Pero nosotros no vamos hacia la antigua escuela sino que seguiremos de frente por la carretera


Y así está señalizado


Y siguiendo por la carretera encontramos, aquí mismo la subida a la iglesia de San Vicente de la Maza. El Camino como tal sigue la senda a la derecha, al lado del contenedor, por el borde mismo de la calzada, internándose en el bosque

El sendero de la ruta es el de la derecha, recalcamos. Pero nosotros en este caso vamos a volver a desviarnos momentáneamente del Camino pues estimamos preceptivo visitar el monumental templo aquí existente, símbolo del patrimonio del Camino. Si estamos bien de tiempo y fuerzas va a merecer la pena


Aquí una placa recuerda y ensalza la memoria del matrimonio que amparó la construcción de la escuela... los esposos Ubilla y Núñez


Comenzamos pues a subir hacia la iglesia


Abajo a nuestra derecha baja el sendero del Camino, con una barandilla de madera que lo separa del talud de la carretera


Nos adentramos en un frondoso robledal


Aquí hay una gran cruz de piedra


Tras ella hay un atajo que salva una gran curva y sube directamente hacia la iglesia, que vemos al fondo, entre el robledal


Volvemos a cruzar la pista asfaltada que sube a ella y continuamos atajo arriba


Llegamos así a los pies de la altísima y robusta torre de San Vicente de la Maza. Aquí ya hubo un monasterio en los albores de la cristianización de Cantabria, allá por el siglo VII


Aquel santuario antecesor podría haber sido amparado o refundado con las repoblaciones de los reyes de Asturias en los comienzos de la Reconquista, pues aparecen tiempo después documentos de esta vinculación con la corona, así en 1395 el rey Enrique III de Trastámara realiza "donación pura del monasterio que llaman San Beçeynte de las Maças, que es en el Valle de Gurieço, con todos los pechos y diezmos e rentas e derechos cualesquier que yo he e a mi pertenecen en el dicho monasterio". La donación era para García Sánchez de Arce, señor del lugar con el que sin duda pagaría sus fidelidades en aquellos convulsos años de guerras continuas al trono de Castilla. Los descendientes de la familia siguieron cobrando rentas de la iglesia durante centurias, pese a los pleitos de los frailes. Su estructura actual corresponde básicamente a las obras realizadas desde el siglo XVI



Bajo la torre y sus gruesos muros hallamos la portada oeste



Portada a la que se sube por esta escalera



Con su majestuoso frontón. Arriba hay una hornacina que en sus tiempos albergaría una imagen




Rodeada de bosques, como un antiguo nemeton precristiano o santuario natural, fue esta iglesia sede del Cabildo del Valle de Guriezo y construida en su aspecto actual a partir del año 1550 dentro de las llamadas iglesias columnarias que imperaban en el área vasca y castellana del norte, esto es, templos que en su interior un sistema de columnas apoya la cubierta, atribuyéndose al famoso arquitecto Juan de Rasines y llevado a cabo por el también arquitecto Bustamante de Quijas, también de Cantabria. Fue el promotor de la obra el primer obispo de Guatemala el también cántabro Francisco Marroquín



La iglesia sigue en obras hasta finales del siglo XVII y es en esa centuria cuando se asienta la traza que vemos en nuestros días dentro de las iglesias de salón, en las que todas las naves, en este caso tres, son igual de altas


En el siglo XVIII se le añadió el actual pórtico, así como la capilla de la Dolorosa, de 1753 con proyecto de Miguel Antonio Díez.



Dados sus doscientos años de construcción el templo muestra una impronta renacentista influida notoriamente por el barroco pero también con detalles tardogóticos, tanto en el exterior como en los retablos del interior. En la iglesia da sus conciertos el coro de cámara Gaudia Música, continuidad de la escolanía de Guriezo



Vamos a ver ahora la portada sur, gigantesca



Es similar a un gran retablo barroco



Maravilla del arte y de la historia



Filigranas geométricas, temas vegetales y figuras bíblicas



La hornacinas han perdido también aquí sus figuras



Arriba, una representación de Cristo



Abajo, junto a las columnas de las hornacinas, Adán y Eva



Desnudos, tapados únicamente con una hoja de parra



Cuando descubrieron el Pecado Original...



El pórtico a nuestra izquierda



Verdaderamente más que una iglesia parece una basílica o catedral



Atrás la capilla de la Dolorosa. El peregrino que no ande mal de tiempo ni energías y, sobre todo, sin demasiada prisa en el reloj, hallará siempre un momento para subir a la iglesia pues, sinceramente, habrá de valer la pena, aunque no sea más que por imbuirse y conocer un poco más los lugares por los que pasa


En torno al santuario el bosque sagrado, con el calvario de las Tres Cruces y un sendero que rodea el templo



Junto a este crucero hay un camino que nos lleva al otro lado del bosque. Si deseásemos seguirlo iríamos a otro paraje de suma importancia



Bajamos unos metros



Y bajamos el Monte de San Vicente en el barrio de Pomar para llegar al campo de la ermita de San Lorenzo. Ermita gótica del siglo XV, tal y como delatan sus robustos contrafuertes pero con evidentes añadidos dieciochescos, como el cabildo o pórtico y la espadaña del campanario, época en la que se tapiaron las puertas laterales que tenía el edificio original. También se venera a San Antonio y antiguamente a San José



Nos asomamos al interior...



Y vemos a los patrones, San Antonio y San Lorenzo, a cada lado de Cristo crucificado


Por aquí sigue el camino señalizado hacia La Magdalena. Podemos seguirlo o retornar al camino oficial, que es lo que vamos a hacer nosotros en este caso


 Y para ello volveremos desde aquí a la iglesia


Por las mismas escaleras por las que hemos bajado


Senda y escaleras en medio de un bosque de cuento de anjanas, las ninfas cántabras...


De nuevo ante la iglesia


Bajando nuevamente al camino señalizado al borde de la carretera


Estas son las señales y este es el sendero


Barandilla de madera


A la derecha la entrada a la quinta de la Casa Pinta o Palacio de Machín


Vamos siempre paralelos a la carretera


Murete de piedra


Seguimos por el bosque, pudiendo parar a descansar en este banco, desde donde se contempla un buen paisaje del valle


Finca del palacio, con la Sierra de Hoz al fondo


El Palacio de Machín


Admirable vista del valle


En lo alto de la Sierra de Hoz el Alto de Cerredo con sus 644 metros de altitud


Más a la izquierda, más allá de las laderas del Pico Cuito, asoma otra serranía que es una referencia en esta ruta: Candina, de la que mucho habremos de hablar a partir de ahora en la ruta a Liendo y a Laredo


Arriba entre los árboles, la iglesia


Otro banco a la sombra de los robles


Vamos a salir a la carretera


Siguiendo por la acera


Continuamos por este paso de peatones


Cruzando la carretera frente a esta casa, la Fragua de Casapuente


Placas en la fachada. Una nos advierte en inglés la presencia de brujas


Cruzamos y vamos a la derecha


Y pasando junto a este pequeño oratorio


No se ven en su interior imágenes pero se conserva relativamente entera


Vamos hacia un polígono industrial, ante el Monte Solivero, bajo el Pico Cuito (365 m.)


Cruce y de frente


Atravesando el polígono


Pasando junto a las ya mencionadas instalaciones de Vitronor-Magefesa


 Al fondo Lendagua


Pero no entramos en Lendagua, donde hay un puente, sino que nos desviamos a la izquierda


Tomando esta senda fluvial


Aquí tenemos el poste señalizador


Recorremos la ribera


Con el río Agüera a la derecha


Empalizada para que no pasen vehículos pero con paso para viandantes y ciclistas


Por aquí vamos


Hermosísima vega


El río siempre a nuestra derecha


Finca La Bollada, en el barrio de Tresagua. A lo lejos el Pico Redondo (777 m.), divisoria con el Valle de Trucíos


Rebaños de ovejas y caserones que vienen a ser una mixtura entre el caserío vasco y la casa montañesa, algunos de entre los siglos XVII y XVIII


Bancos para sentarse, con mesas. Otro buen lugar para el solaz, el reposo... y sacar el bocadillo si se tercia


Barrio de Tresagua y La Bollada


Por allí sigue el sendero


Y así vamos caminando por lo que fue el Real Valle de Guriezo, un territorio a medio camino entre Castro-Urdiales y Laredo pero que no perteneció a ninguno de los dos, sino a merindades administradas por un enviado del rey, como la de Vecio, la Junta de Seña y la de Voto


Sí es verdad que en torno a 1347, Alfonso XI cedía Sámano y Guriezo a Castro Urdiales en contraprestación a una donación económica para su amante Doña Leonor de Guzmán. La protesta ante las Cortes de Valladolid de los representantes de Guriezo en 1531 hizo que el nuevo rey Pedro I devolviese a Guriezo a su situación anterior en la Merindad de Vecio, que no obstante no duró muchos años pues pronto las merindades se transformaron en otra entidad llamada corregimientos, quedando Guriezo dentro del Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar, con capital era Laredo, uno de los antecedentes de la Provincia de Cantabria de 1788, luego de Santander y desde 1982 Cantabria. El municipio como tal nació de las reformas constitucionales del siglo XIX



Antes, y pese a las apetencias señoriales, siempre había sido tierra de realengo o dependiente nada más que directamente de la corona y sus representantes de ahí que el título de Real Valle de Guriezo, aunque no apareciese documentalmente hasta 1788, era un honor implícito si bien tampoco reconocía indiscutiblmente a los merinos impuestos por los monarcas, tal y como les pasó a los Reyes Católicos, que castigaron durísimamente aquella oposición a sus designios


Caminamos por esta pradería ribereña, detrás de estas casas de La Bollada


Allí a lo lejos vuelve a asomar el campanario de la iglesia


San Vicente de la Maza y el Alto de la Jaya (401 m.)


Más bancos en la campiña, al lado del sendero


Alambradas para el ganado que pasta en estas fincas


Atrás el polígono industrial y la Sierra de Hoz


La Bollada


Ahí veremos el nombre del lugar



Casas campesinas a nuestra izquierda


Llegamos al final de este paseo


Pasando otra empalizada para cerrar el paso a vehículos salimos a una pista asfaltada


Y acto seguido a un cruce


Vamos a la derecha


Al Puente de Tresagua


Puente sobre el río Agüera


El río Agüera nace en la zona de Burgueño, municipios de Valle de Villaverde y Arcentales, desembocando en la Ría de Oriñón


Da nombre a la Comarca del Asón-Agüera, sita entre estos dos ríos


Casas del barrio de Tresagua


Montes de Solamaza, El Solar y La Breña, por donde pronto subiremos


Nos acercamos a aquel grupo de casas


Al sur los campos de Aguilera y La Icera


Al otro lado de aquellos árboles está la Casa de la Iseca, por donde iba antaño el camino oficial, rumbo a La Magdalena. Más allá vemos nuevamente los míticos picos de Castro Lucio y Las Nieves


Pasamos entre las casas de Tresagua


Viviendas a la derecha


Tipología popular


Seguimos caminando


Casi sin danos cuenta empezamos a subir


Fuente de Tresagua


Admiramos la arquitectura propia de la zona


Bifurcación y a la derecha


Aquí la cuesta empieza a empinarse


Subiendo hacia los eucaliptos


Puente sobre un arroyo afluente del Agüera


Y así salimos de Tresagua


Cuesta arriba


Una buena rampa en Solamaza


A la izquierda el profundo surco del arroyo


Bifurcación y a la derecha


Por la carretera local asfaltada


Volvemos a ver la Sierra de Hoz


Picachos y roquedos


Monte Solamaza


Subimos junto a la alambrada


Viando abajo el valle


Rioseco y el Monte de San Vicente, con la iglesia sobre el bosque


Continuamos la ascensión


Por la eucaliptal


En este cruce iremos a la izquierda


Dirigiéndonos a Lugarejos


Estamos a unos 17 kilómetros de Laredo


Eso dice la señal


La subida se suaviza


Sigue el frondoso eucaliptal


Bosques de especies de crecimiento rápido para la industria papelera donde antaño hubo pastizales, otro símbolo del éxodo rural y del abandono del campo


Bifurcación y ahora a la izquierda


Toca subir unos metros más


Una auténtica carretera de montaña, sinuosa


Pero sin apenas tráfico


Desde aquí volvemos a ver el valle


Barrios de Pomar y Balbacienta, con el Monte de San Vicente a la izquierda. A su izquierda y en horizontal vemos el camino que va a La Magdalena


Rioseco y el polígono con la gran factoría de Vitrinor


Rioseco. A la izquierda el supermercado y a la derecha el Palacio de Machín


Los eucaliptos dan paso a bosquetes de arbustos autóconos


Veredas con afloramientos rocosos


Aquí los conches dan vuelta


Se va terminando la cuesta en La Breña


El paisaje se abre a un precioso valle: hemos llegado a Lugarejos


A nuestra derecha el Pico Cuito, de 365 metros


Bosques de la Casa de la Braña


Ante nosotros Lugarejos


Y sobre Lugarejos los montes de La Grama, Arboso y La Parada, por donde seguirá el Camino


Nos acercamos a las primeras casas


Monte de La Parada, de 372 metros de altitud, al fondo


Gran caserón ante nosotros


Pasamos delante de él


Y entre estas casas


Viviendas de piedra


Establos y henares


Fachada principal del viejo caserón


Dejamos así este primer grupo de casas


Pasamos junto a este almacén de leña


Un hermoso tejo a la derecha


Cruce y de frente


Siempre fijándonos en la señalización


Pasamos junto a más casas


Cortafuegos y balcones


Más leña para el invierno


Todo de frente adelante


Huertas y prados de siega y pasto


La Parada a lo lejos


Allí, delante de aquellas casas. vemos la capilla de San Mamés


Sus contrafuertes nos hacen pensar en un templo de arte gótico, con reformas posteriores


Allí va el Camino


Iniciando otra pequeña subida


Junto a más fincas


Muro de piedra...


Y llegamos al pie de la capilla. El Camino sigue a la izquierda pero nosotros vamos a subir a verla


Paredes de piedra vista...


Se supone construida entre los siglos XV ó XVI


Se celebra San Mamés el 8 de septiembre con bailes, chorizada y concursos de arrastre


Casas del campo de la ermita


Casas altas, con sus cortafuegos y corredores


Pasamos delante de esta


Y damos la vuelta al santuario


Vamos a pasar a su pórtico o cabildo


Esta es su portada de arco ojival, gótico


Y sobre el pico del arco una cruz labrada en piedra


Ventanucos que dan luz al interior


Ábside y contrafuertes


Un buen lugar para detenerse y guarecerse cuando llueve... o en días de sol castigador


Salimos de la capilla


Pasamos junto a la antigua bolera...


Volvemos al Camino, junto a la fuente y un monolito


Con una placa en honor de Álvaro Santamaría Wilson


Fuente y Camino


Señalización oficial


Y así, cerca de La Llosa del Llano, salimos de Lugarejos


Bifurcación y a la derecha. A la izquierda viene el camino que sube de La Magdalena, la antaño ruta oficial


Estamos en el Camino de Liendo


Vuelve la cuesta y vuelven los eucaliptos


Son las laderas de La Parada


Lugarejos con su capilla de San Mamés y a lo lejos la Sierra de Hoz


Se acaba la cuesta


Y vamos en llano


La pista es ancha y hay rodadas de los vehículos que vienen a la madera...


Bifurcación y a la derecha, en llano


Observemos las flechas del camino al Valle de Liendo, son azules, pues coincidimos con una ruta senderista


A la izquierda la cumbre de La Parada


Curva a la derecha


Y curva a la izquierda


Otro trecho recto


Montes de La Calleja la Vida


A la derecha la Peña de las Abejas (341 m.)


Y más allá el Alto de Arza (322 m.)


Y al pìe de la Peña de las Abejas iniciamos la bajada al valle de Manás, entrando así en el municipio de Liendo














































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