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miércoles, 16 de diciembre de 2015

LA RÍA DE FOZ Y EL PASO DEL MASMA POR LA PONTE DA ESPIÑEIRA: RUTA A SAN MARTIÑO DE MONDOÑEDO (GALICIA)

Llegada por la Ruta do Cantábrico a la Ría de Foz

Existe una ruta que, partiendo de Ribadeo hacia Illa Pancha, Rinlo y la Praia As Catedrais (Augas Santas), recorre luego las playas y costas del concello de Barreiros hasta asomarse a la boca de la Ría de Foz, desembocadura del río Masma, en San Bartolo, parroquia de San Cosme: es la señalizada Ruta do Cantábrico, que nos permite seguirla, coincidiendo también con el Camiño do Mar, durante todo este tramo costero de A Mariña lucense, para luego adentrarnos en el interior, remontando el estuario y tomar otro camino, rumbo al histórico templo de San Martiño de Mondoñedo, un itinerario, basado en las viejas peregrinaciones a la que se dice fue la catedral más antigua de España, o incluso del sur de Europa, que diversas asociaciones impulsan bajo el nombre general de Variante Marítima para el Camino Norte oficial, a Santiago


Al asomarnos a la bocana del estuario vemos la Praia do Altar, y enfrente la villa de Foz, capital del concello de este nombre, que se extiende al otro lado del Masma. Este arenal es grande, de unos 1.100 metros de largo y 140 de ancho en las bajamares, en las pleamares unos 50


En medio hay una peña, A Pena do Altar o Pedra Rubia, comunicada con la playa en las bajamares. Se dice que sus nombres vienen dados por haber sido un antiguo altar precristiano y por el color de su penedo


Lo cierto es que la Pena do Altar tiene dos grandes cuevas que se asemejan mucho a las eremíticas y de cultos ancestrales, ya desde la cuevas-santuario de la prehistoria, así como a los altares de las cabeceras de muchas iglesias, sobre todo las antiguas, románicas, góticas... con su bóveda


La Pena do Altar, vinculado al castro galaico de San Bartolo, también en la boca de esta ría, se convierte en una isla en las pleamares, inundando las cuevas. No cuesta mucho pensar en la simbología del acontecimiento, repetido diariamente, como un ritual


De frente vemos Foz, antigua población, también sucesora de los milenarios castros, como el de Fazouro, de los galaicos ártabros que dominaban este litoral, cuyo topónimo procede del latín fauce, referido precisamente a la boca de la ría. Puerto natural desde la noche de los tiempos. En la Edad Media fue la salida al mar del poderoso enclave de San Martiño de Mondoñedo, capital episcopal de la comarca, centro de poder político y religioso durante algunos de los siglos más determinantes de la historia de Galicia y Europa


Foz llegó a ser puerto ballenero hasta la casi extinción de los cetáceos de aguas cantábricas en el siglo XVIII, fundamento de una gran industria pesquera amparada ya como población cabeza de alfoz, precedente del actual concello, por los Reyes Católicos. Ni que decir tiene que sus astilleros fueron de los más renombrados de Galicia en aquellas centurias. Hoy aquella tradición marinera, aunque se mantiene, ha decaído notablemente. El sector servicios y el turismo han ganado pujanza en las últimas décadas


Enfrente de Foz está la Praia da Rapadoira, con la Punta do Cabo


Más a la derecha de la playa y algo más atrás, se extiende una línea de acantilados sobre los que se asientan nuevas urbanizaciones. Es la Punta de Escairo, donde hay unos penedos llamados Os Castelos, Os Carrao... en la lejanía los montes costeros llegan casi al borde del mar, hacia Burela. De esta punta, la obra geográfico-descriptiva Derrotero de la costa septentrional de España que comprende desde el puerto de Coruña hasta el río Bidasoa, de José González Billón, publicada en 1896, dice:

"Punta Escairo
Esta punta, llamada en el país de la Mar, limita al Noroeste, la embocadura de la ría de Foz. Está   al Sur 39º 22’ Este del cabo Burela, distante 7.5 millas. La punta es baja y pareja, formando una llanura de 7 cables que se extiende hacia el oeste á terminar al pie de un cerrito denominado Coto de Castro, que se eleva 66 metros. La piedra nombrada Escairo está al pie de la unta y ésta, que tiene unos 13.9 metros, de altura, presenta escarpados negruzcos al Norte, dos islotes de igual altura está á corta distancia por la parte Noroeste de la punta"

Y añade, en su Reconocimiento de la Ría de Foz
"El reconocimiento de Foz es fácil desde fuera. Unos pinos llamados Coto de Castro, que se perciben desde mucha distancia, sobre un montezuelo aislado en la gran planicie qu ese produce la punta del Escairo, son un excelente punto de marcación, tanto por ser los únicos que hay en todo el contorno de Foz, como porque ocupan la cumbre de aquella prominencia. Sobre la punta de Escairo se ven las ruinas de una caseta de vigía. Viniendo del Oeste servirán de puntos de baliza el Cabo Burela y el monte Mondigo, que está entre Foz y Rivadeo, y si se busca desde el Este, los faros de Tapia y de Rivadeo, así como el indicado monte, serán puntos de excelente marcación par dirigirse á buscar la barra"

El investigador Xoan Ramón Fernández ha entresacado las noticias relativas a Foz de este Derrotero, de González Billón, que explica así su estuario, reiteramos en 1896:
"Ría de Foz 
Una ría espaciosa, con embocadura de 4.5 cables, se interna por el Sur en la punta de Escairo á formar un gran saco, que á tener fondo suficiente en toda ella y en la barra, sería un cómodo y seguro puerto; pero está completamente obstruida de arenas, quedando casi toda seca en bajamar, si se exceptúan algunos canalizos y pequeñas pozas, con 1.6 metros á 3 metros de agua. En la barra, que es movible, queda también muy poco agua en bajamar; y como las aguas suben solamente de 2.7 á 3 metros, sólo pueden entrar por ella barcos costeros que van á cargar de trigo y maderas. La barra está en la misma boca de la ría, no quedando ningún abrigo en donde guarecerse los barcos para esperar marea, lo que hace que sólo sea frecuentada en verano y no de muchos buques. La canal está en el día en la medianía de la barra; pero como ésta varía á menudo, no pueden darse señas para tomarla. Cuando algún barco se presenta en ella solicitando práctico, suele salir algún pescador á entrarlo, pues el país no tiene prácticos nombrados al efecto. En invierno es mala barra y apenas frecuentada"

Y esta es la Punta do Cabo, barra o dique que guarda la Praia da Rapadoira. Atrás, sobre los cantiles, las urbanizaciones de la Avenida do Cantábrico


A la izquierda, sobre la Praia da Rapadoira, el Paseo Marítimo de Foz, que recorre la costa del concejo durante unos 4 kilómetros, de aquí hacia A Punta do Corno, Ollo do Mar, A Ronqueira, Porto Vello y Praia de Llas


A la izquierda el Paseo de Colón. Más atrás la urbanización As Lagoas y los altos edificios de As Torres, incluidos dentro del catálogo de rascacielos construidos en España en 1978. Se ven desde muchos kilómetros de distancia y, ya viniendo de Illa Pancha en Ribadeo, nos servían para saber donde estaba Foz


Seguidamente A Riveira, hacia el Porto de Foz, Portochico. En esa zona ribereña estuvo el histórico Campo da Cabana, citado en antiguos documentos y que ocupaba, con su significativo nombre, buena parte de esa orilla


Portochico o Porto Chico y Porto Grande, memoria del que fue el esplendoroso Porto de Foz en los siglos XVI y XVII, con sus pesquerías, astilleros, balleneros y comercio marítimo, que decayó tras la crisis que supuso perder los privilegios de la pesca de la ballena con el Tratado de Utrecht en 1713

De la villa de Foz dice por su parte Billón: 
"Villa de Foz. 
La villa de Foz está en la orilla occidental; es población de 209 habitantes, y en ella se encuentran recursos comestibles. El río Masma desagua en el interior de la ría; es de caudal perenne, y en invierno trae crecidas de agua. La pleamar ocurre á las 3 horas de la tarde y sus aguas se elevan á 3.3 metros"

Sigue la Travesía da Riveira, por allí entra en Foz la Ruta do Cantábrico, que nosotros propondemos dejar en A Espiñeira para cruzar el Masma, enlazando con el Camiño Natural de San Rosendo, que sale de Foz, pero en Vilaronte, para proseguir a San Martiño de Mondoñedo.


Más acá, a este lado de la ría, en términos del concello de Barreiros, A Punta Tupide, con sus dunas, en el extremo de esta Praia do Altar que da paso, al otro lado, a la que será la última de las Praias de Barreiros que veamos, según avancemos ría arriba, la Praia Anguieira. Durante las fiestas de San Bartolo de Barreiros se celebra el Tesouro de Cornería, un desafío de tiro de cuerda en el que un equipo de doce hombres de Foz tira desde su orilla contra otro de otros doce de Barreiros tirando desde su ribera y, en medio, una barca con un premio o tesouro. La tradición rememora la leyenda de un pirata tenía escondido en ese lugar, A Cornería, un diamante azul, un tesoro que nunca pudo ser encontrado


Más allá de la Punta Tupide, a la izquierda, vemos Monte Maior y, a la derecha, más cercano el Monte o Pico da Lebre (358 m). En sus laderas más abajo a la derecha está el Alto da Grela, a donde subieron huyendo, según la tradición, los habitantes de Foz cuando asalto la población una poderosa flota vikinga, solicitando ayuda al obispo Gonzalo, que acudió en su ayuda, obrando un milagro desde este lugar: se arrodilló, el cuelo se nubló, alzó su báculo y, cada vez que se arrodillaba y este tocaba el suelo, se hundía una de las naves enemigas, y así hasta que todas desaparecieron en el fondo del Mar Cantábrico, a excepción de una a la que dejaron marchar para que contase lo sucedido y nunca nadie más osase desembarcar en son de guerra. El obispo pasó a ser conocido como San Gonzalo, y el Alto da Grela comenzó a ser llamado de O Bispo Santo, en cuya memoria existe una capilla


El Camino sigue aquí el paseo marítimo, con suelo de losas de pizarra, caminando ahora en dirección sur para remontar la ría aguas arriba, buscando en antiguo paso de barcas de A Espiñeira, unos kilómetros más allá, sustituidas a mediados del siglo XIX por un histórico puente



En la parte más cercana a tierra, en esta parte de la Praia do Altar afloran a la superficie rocas y piedras, que quedan cubiertas con las pleamares


También en este margen de Barreiros se ha construido numerosas urbanizaciones, como estas que vemos ante la playa, a lo largo del camino, ahora calle, al la Punta Tupide y Praia Angueira


Un admirable paisaje entre San Bartolo y Foz. A lo lejos, bajo los montes Maior y da Lebre, hay un valle: es donde está la basílica de San Martiño de Mondoñedo, a donde se encaminan nuestros andares


Siguiendo camino, enfrente de esta casa iremos a la derecha, siguiendo el paseo marítimo junto a la Praia do Altar


Seguimos así admirando toda esta concha entre la ría y el mar


Así como tola la larga línea de edificios de Foz, en la misma desembocadura del Masma, escrito en documentos medievales Masoma, topónimo de muy posible origen prerromano, otra cosa es que sepamos su origen. Algún estudioso le aplica la raíz mad, húmedo, resultando un significado como "el muy húmedo", pues el oma refleja un aumentativo, también prelatino, 


Todo este territorio, entre el Eo y el Masma, es el expresamente citado en el famoso Diploma del Rey Silo en el año 775, el que se tiene por documento más antiguo que ha llegado hasta nuestros días de la diplomática español, por el que este rey, con corte en Pravia, Asturias, hace donación de un enclave en esta comarca entre ambos ríos para fundar un monasterio, si bien de desconoce el lugar concreto. Es aquí donde aparece el términos "Ioba et Masoma" para estos ríos


Continuando por el enlosado paseo vemos también las nuevas urbanizaciones de este barrio de San Bartolo en la parroquia de San Cosme de Barreiros


San Cosme de Barreiros, además de ser la parroquia más poblada del concello, es también sede de la Casa do Concello, si bien sita un poco más al interior, en el núcleo principal de la parroquia, al lado de la N-634


Desde aquí vamos a mirar atrás un momento


Es la Punta de San Bartolo, solar de uno de los muchos castros galaicos de este litoral que aprovecha la forma de este promontorio acantilado para defensa natural, el castro de San Bartolo, que cuenta en tierra con muralla de tierra y gran foso


Aquí vamos a ir despidiéndonos de los paisajes netamente marítimos de primera línea de costa que hemos visto prácticamente desde la misma salida de Ribadeo por A Ponte dos Santos y el albergue de peregrinos. A partir de ahora nos iremos adentrando en el interior, buscando camino hacia San Martiño de Mondoñedo


Llegamos ahora a un lugar muy importante, cruce de caminos enfrente del restaurante Moby Dick, uno de los veteranos del lugar, especializado en buena cocina gallega y platos marineros


Aquí hay dos opciones... y una propuesta particular nuestra: seguir de frente hacia la Praia da Anguieira, o cruzar y dirigirnos por la calle de la izquierda atajando notablemente


Siguiendo la Ruta do Cantábrico seguiríamos hasta la playa. Realmente se trata de un bello pero quizás un tanto largo recorrido para volver a salir a esta camino, que también nos ofrecerá muy buenas vista de la ría, unos pocos kilómetros más al sur. Dado que vamos a ir buscando la ruta ya más o menos directa a San Martiño de Mondoñedo, vamos a proponer la opción de cruzar y seguir de frente


Así pues, si bien podemos escoger lo que queramos, en este nuestro caso cruzaremos la Avenida Casiano Moreno  y seguiremos de frente por la Rúa Viladaide-Praia Altar


Luego de cruzar no dejemos de ver la fachada del Moby Dick, con su gran ballena pintada en la pared, una muy buena alegoría en esta antigua tierra de balleneros


Enfrente, en la esquina, una cafetería con su toldo y terraza


A la derecha, amplias aceras en esta calle a la que nos hemos referido,Viladaide-Praia Altar


El entorno es netamente urbano, antaño había aquí pastos y tierras de labor. El boom de la vivienda vacacional y residencial ha transformado este sector de la franja costera


La acera se estrecha junto al muro de esta colonia, pero hay sitio de sobra para pasar, al menos en fila...


Bloques de apartamentos, con amplios jardines 


Varios de estos edificios son de las diferentes urbanizaciones Océano


La calle, muy ancha, hace un poco de curva a la derecha


También hay chalets y viviendas unifamiliares


Algunos, con terreno, son anteriores a la urbanización del lugar


Cruce y curva a la izquierda


A la derecha, más allá de esta casa y de las palmeras, a la izquierda, vamos a ver un lugar muy emblemático de Foz


Más atrás en lo alto, es O Castro (izquierda de la foto), que por el nombre sin duda es emplazamiento castrexo anterior a la población, Allí están las grandes letras de ocho metros, que antaño fueron luminosas y que alguien llamó Hollyfoz por su similitud con las de Hollywood


Con el titular El letrero que bautizó Hollyfoz, la corresponsal María Cuadrado escribía del él su crónica en La Voz de Galicia el 18 de enero de 2009:
"Fue y continúa siendo, junto con los altos edificios de las torres F, O y Z, uno de los mejores identificadores del casco urbano de Foz. En la lejanía, a dos kilómetros de la entrada a la villa desde Ribadeo se divisa perfectamente el gigantesco cartel con el nombre de Foz, tipo Hollywood o Marbella. En su día fue luminoso, pero la experiencia duró poco tiempo. La maltrecha economía municipal, un cambio de gobierno y un robo sin aclarar dio al traste con una iniciativa gestada a comienzos de los años 90 buscando la popularidad de un concello asombrado por el bum turístico  
Cada una de las tres letras del cartel de grandes dimensiones miden más de ocho metros de altura, lo que permite distinguirlas desde una distancia importante. Ayuda a esta tarea la localización de las mismas, junto a varios depósitos y en las inmediaciones del cementerio, en la zona alta de O Castro. El cartel ha sufrido el paso del tiempo, pero ningún político se planteó, por lo menos públicamente, trasladarlo de lugar o retirarlo. Los paneles que soportan las letras han sido objeto de varios ataques vandálicos, pero el letrero se mantiene indiferente y soporta las pintadas de los grafiteros que buscan la soledad. 
Para la mayoría de los focenses el cartel pasa inadvertido día tras día. No ocurre lo mismo con los turistas recién llegados que se apresuran en emitir su opinión y a preguntar por las razones que han llevado al Concello a colocarlo. Con el paso del tiempo, Foz ha dejado de ser bautizado como Hollyfoz y ya son pocos los que echan la vista atrás para recordar cómo se pagaron las facturas de las letras 
En diciembre de 1996 un representante de la empresa Aster Luminosos, encargada de instalar el cartel luminoso, se dirigió al Concello para reclamarle el pago de 700.000 pesetas que supuestamente le adeudaba la Administración local desde el anterior mandato por la colocación del letrero 
La reclamación cogió por sorpresa al actual mandatario local, al socialista José María García Rivera, recién llegado a la alcaldía y con la función de hacer méritos ante la delicada situación económica que presentaba el consistorio. Rivera hace memoria y todavía recuerda ésta y otras herencias de su antecesor, el fallecido Manuel María Neira, del PP, que le obligaron a dedicar más tiempo de lo debido a buscar soluciones. Según el presupuesto presentado por la empresa al anterior regidor el 31 de mayo de 1994, el coste de la instalación ascendía a 2.975.980 pesetas, mientras que la colocación de las zapatas y hormigonado, los focos y la corriente eléctrica corrían por cuenta del Ayuntamiento. Desde la empresa aseguraban que solo llegaran a percibir 2.300.000 de las antiguas pesetas

Con el cartel, supuestamente financiado con una ayuda concedida por la Diputación a la asociación cultural O Castro de Vilaronte, se montó el belén. El anterior regidor siempre defendió que había pagado el importe total de la factura y que había abonado los dos cheques provinciales, uno de un millón para acondicionar los accesos a la zona conocida como O Castro y el segundo, por 1.500.000 de las antiguas pesetas, para el letrero luminoso. Los focenses siguieron atentos la polémica y a mediados de febrero de 1997, el actual regidor interpuso una denuncia en el juzgado de Viveiro para que se esclarecieran las supuestas irregularidades sobre la instalación del letrero. 
La noticia trascendió el 16 de febrero, el mismo día que el mandatario focense le daba al entonces presidente de la Diputación lucense, Francisco Cacharro, el plazo de una semana para recibirle para poder hablar de la ayuda concedida para obras en el campo de fútbol. Si Cacharro Pardo no le atendía en la fecha fijada, Rivera amenazaba con encerrarse en el Pazo Provincial: «Non me moverei de alí ata que me reciba»

Y así, recordando las historias, antiguas y recientes de estos lugares, continumaos caminando en dirección sur por esta larga calle


Empezamos a ver ya prados sin edificar


Y pacas de hierba recién segada, testimonio de la continuidad de los usos agropecuarios tradicionales. Al fondo los pinares costeros


Y más a lo lejos los cordales de Pena Longa (516 m), las montañas costeras que fueron nuestra referencia geográfico y visual recorriendo el litoral de Ribadeo y Barreiros


Cualquier lugar es bueno para plantar un jardín...


Una menos densidad de la edificación nos señala que pronto saldremos al agro...


A salir de las grandes urbanizaciones el paisaje va cambiando, viviendas unifamiliares y alguna parcela, transición entre lo urbano-residencial en lo rural, cuando, casi imperceptiblemente, vamos comenzando una cuesta...


A la izquierda chalets, a la derecha prados


Y, más allá de los prados, una nueva gran vista de Foz, el puerto que fue de la antaño poderosa doble sede episcopal de San Martiño de Mondoñedo, hacia donde nos dirigimos, ya muy cerca, al pie de aquellas montañas 


Es posible, dada la especial abundancia de hallazgos y topónimos castrexos existentes en todo este litoral, que hace un par de milenios ya hubiese, como en tantas partes de esta costa, un importante fondeadero natural y vía de comunicaciones marítimas hacia el exterior, y fluviales hacia el interior, del país, pero esto se consolidaría avanzando la Edad Media

Además de las navegaciones pesqueras, comerciales, o mismamente migratorias, de los propios pobladores de estos castros, incluso hasta Irlanda si atendemos al famoso Leabahr Gabhála, diversos autores sostienen que, antes de la conquista romana, estas costas galaicas fueron visitadas por antiquísimas civilizaciones marinas, en busca de oro, esgrimiéndose que incluso en Foz pudo haber un establecimiento de los tartessos, que tendrían trato con los habitantes castrexos, o mismamente de los fenicios, pero son solo conjeturas


Los romanos sí que conocieron o supieron bien estos lugares sin duda bastante antes de que fuesen conquistados por sus legiones. Tras su incorporación al Imperio explotaron el oro, perfeccionando  las artes mineras de los naturales y, pasado el tiempo, en en la alta Edad Media sería este el gran Porto do Masma, salida de la referida doble sede episcopal de San Martiño de Mondoñedo, situada un poco más al interior, antes de que se trasladase bastante más tierra adentro por disposición de la reina Urraca en el año 1112 (tal vez temiendo ataques por mar como los efectuados, tiempo atrás, por los vikingos), a Vilamaior do Val de Brea o Vallibria, que cambiaría su topónimo por el de Mondoñedo en recuerdo a la antigua sede. No se sabe a ciencia cierta el porqué de esta decisión, si bien se supone era en previsión de algún temido ataque por mar


En el siglo VI numerosos bretones, pueblo celta de la actual Gran Bretaña, se asentaron al norte de la actual provincia de Lugo y oeste de Asturias. Escapaban de las invasiones de anglos y sajones producidas tras la desaparición del Imperio Romano y, al igual que hicieron en la actual Breizh (Bretaña francesa), iniciaron una nueva vida en tierras de pueblos amigos con los que ya había relación directa por mar desde tiempo inmemorial


Fundaron una Diócesis de Britonia, que regularía su administración tanto en lo religioso como en lo civil, la cual vendría a extenderse más o menos por su territorio de implantación, a lo largo de la franja entre las actuales poblaciones de Ferrol (Galicia) y Navia (Asturias). Su sede estaría en la actual Bretoña, en A Pastoriza, unos kilómetros al sur de Mondoñedo, y mantendría buenas relaciones con los suevos que dominaban entonces el noroeste peninsular, los cuales tenían su sede en Dumio (Braga, actual Portugal), y por lo tanto citados en el Parroquial Suevo y en el Concilio de Lugo (año 569), definiendo su territorio y nombrando a su obispo Mailoc


Tras los suevos los visigodos se harían con el poder en estos lugares de la antigua Gallaecia, siguiendo Britonia representada en los Concilios de Toledo, capital goda. La invasión musulmana provocaría un cambio de sedes, pues el obispado de Dumio o Dume se trasladaría más al norte, a la costa, al lugar de Mendunieto, en Foz, Mariña Lucense, fundándose la Basílica de San Martín de Mondoñedo, todo ello alrededor del año 866

Unos cien años después será la sede de Bretoña la que se traslade también a ese lugar al ser destruida por las incursiones vikingas de los años 966 a 971, siendo a partir de entonces sede episcopal doble, dumiense y britona, justo en el sitio en el que ya existía un monasterio anterior, denominado Maximo

En este orden de cosas hemos de decir que en lo alto del Pico da Lebre ha sido descubierta una cerca amurllada, un espacio fortificado y el lugar aparece mencionado como monte Faro en documentación medieval, por lo que es muy probable que fuese un faro, vinculado con el monasterio, con señales lumínicas, hogueras, señalando a los barcos la entrada a su puerto, y atalaya de vigilancia contra incursiones marinas 


Este Porto do Masma, en los tiempos de esplendor de San Martiño de Foz, llegó a ser de los pocos de la cornisa cantábrica con tráfico internacional y rutas directas a Inglaterra, Portugal y Flandes. Pese al cambio de sede, la prosperidad de Foz continuó como puerto ballenero y comercial, no en vano en el siglo XVIII el famoso obispo Sarmiento de Mondoñedo quiso hacer el Masma navegable hasta allí



Con el Tratado de Utrecht en 1713-1715 España pierde buena parte de sus derechos sobre la caza de ballenas, que por otra parte ya estaban extinguiéndose en estos mares. Comienza un tiempo de decadencia, pero muy pronto se supera con el tráfico portuario de diversos artículos ultramarinos de las colonias americanas, como el maíz y la patata, entre otros


Empezando el siglo XIX la francesada trajo guerra y quebrantos, a la que siguieron, pasada la contienda, epidemias de cólera y hambrunas que forzaron a la emigración a muchas gentes, creándose grandes colonias en ultramar. Este fenómeno se repetiría en la posguerra civil, si bien recuperan importancia la pesca, con las conserveras y los astilleros. En los años 40 Foz esta considerado como el primer puerto de pesca y cabotaje de A Mariña, existiendo además seis industrias conserveras, siendo especialmente prestigiosa la de Damián López. Por Galicia Digital y con firma del gran cronista Suso Fernández, sabemos que en 1942 se publica en el libro de las fiestas un artículo que afirma que: 
"... en la actualidad cuenta Foz, como puerto pesquero, con la flota de bajura más importante de la provincia con 37 embarcaciones; 18 de gasoil y 19 de gasolina, tripuladas por unos 360 pescadores, las cuales, a pesar de las restricciones forzosas a que están sometidas, lo que les impide salir a la mar todos los días, han capturado en el año 1941 pescado por un valor superior a un millón de pesetas.

Existen seis fábricas de salazón, escabeche y conservas, pero la mayor parte del pescado se vende al fresco, ya que aquí existe la típica vendedora de pescado en pequeña escala, que irradiándose por el interior de la provincia hasta la misma capital, distribuye por todas las aldeas y ayuntamientos el pescado que sus hijos, hermanos y padres sacan del fecundo golfo del Masma.

Foz, como puerto de cabotaje, ocupa también el primer lugar dentro de la provincia, saliendo por él la inmensa riqueza de sus cada vez más poblados bosques. Durante el año 1941 salieron del puerto de Foz, cargados de madera de pino, en forma de apeas para minas, tablón, tabla, tablilla para la fabricación de envases, 124 barcos con un desplazamiento total de 18000 toneladas

La riqueza forestal es inmensa, es un abundante y constante filón del que se benefician todos los habitantes del municipio, que en vez de decrecer por la constante corta de pinares, va en aumento debido a que cada año aumenta la cava y siembra de montes incultos.

Existen en la actualidad en Foz tres pequeños astilleros para la construcción de embarcaciones de pesca de bajura. En los años 1917 a 1919 se construyeron veleros de 300 toneladas.

Para la realización de proyectos que, hace tiempo están siendo absolutamente necesarios, no sólo por el beneficio particular de la villa, sino también de la provincia, es necesario que cuanto antes se lleven a término la construcción del puerto pesquero, el drenaje de la ría y el puerto de atraque en la Punta do Escairo también se está llevando a efecto el plano de población de la villa y alrededores de Foz, que siente necesidad imperiosa de expansión y en la que además, por su excelente posición topográfica, pueden hacerse ensanches y nuevos barrios que vayan marcando el progreso siempre creciente de la villa"

La llegada en los años 70 de la gran multinacional del aluminio Alcoa a San Cibrao, provoca la llegada de muchas familias de personal para trabajar en esa fábrica, sobre todo de Asturias. Mientras, la pesquería decae en favor de Burela, pero a la vez el turismo despega notablemente, pasando el sector servicios a ser el motor económico de Foz. El anuncio de cierre de Alcoa provoca un gran mazazo en 2020, unido a la gran crisis internacional del coronavirus


En las bajamares la ría, sin tanta agua deja ver sus enormes marismas, hábitat de una de las mayores colonias de aves migratorias de España


Por si todo lo dicho fuese poco, un poco más al sur vamos a ver otro de los lugares más importantes y decisivos de la historia de Galicia


Nos referimos al Pico da Frouxeira (427 m), al sur de Foz, en la parroquia de Valadouro (topónimo relacionado con explotaciones auríferas), solar que fue del mítico Mariscal Pedro Pardo de Cela del que, como tantas veces pasa, no siempre es fácil separar la realidad histórica del personaje de su áurea épica transmitida por la tradición y los romances de gesta


Allí estaba el castillo de este nombre, A Frouixeira, que parece ser pertenecía a la mitra de Mondoñedo, junto con este territorio, donado por el magnate Pedró Díaz de Teijeiro, pero pasaría al famoso mariscal Pedro Pardo de Cela como dote de su boda con Isabel de Castro, hija de Pedro Álvarez Osorio y de Beatriz Enríquez de Castilla. Allí resistirá el famoso mariscal varios años el asedio de las tropas de sus enemigos los Reyes Católicos, comenzado en 1481, capitaneadas por Luis de Mudarra y Fernando de Acuña, quien al año y medio de combates se quejaría diciendo...

"harto tenía que hacer porque tenía cercado a Pedro Pardo en Peña Frouseira"

Al no poder tomar el castillo las tropas castellanas, se confabuló una traición por parte de los "23 criados que defendían  la fortaleza", señalándose en los cantares de gesta el nombre de Cofano do Valedouro como el líder traidor:

"Destes fora Capitán
o Cofano de Valedouro
Que ainda anque fora un mouro
Non me deran mais afán"


El mariscal sería así apresado dentro del castillo, el 23 de septiembre de 1483, cuandoo regresaba de visitar la fortaleza cercana de su aliado Fonsa Yáñez en Castrodouro (actual concello de Alfoz), al haber abierto las puertas de A Frouxeira sus criados alos hombres de Mudarra, siendo llevado preso a Mondoñedo, donde según sentencia de ser "cruel y poderoso", será decapitado en la Praza da Catedral diez días después junto con su hijo Pedro, mientras el castillo era derruído hasta sus cimientos, naciendo enseguida cantares narrando su gesta, interpretados por bardos, rapsodas y juglares, en ferias y mercados, como el Pranto da Frouseira, naciendo la leyenda

"A min chaman Teodoira
Señora do gran tesouro,
Por estrela esclarecida
xago neste Valedouro"

"De min triste Frouseyra
Que por Treycon foy vendida
Derribada na ribeyra
Ce jamais se veo vencida"


Era un delicado momento social y político aquel que, independientemente de la veracidad de la leyenda, motivó aquellos acontecimientos trágicos vividos en Mondoñedo y en toda Galicia: las Guerras Irmandiñas acababan de terminar y la parte sur del histórico Reino de Galicia, Portugal, acababa de constituirsese independiente. En esos delicados momentos es cuando, fallecido el obispo en 1445, Pardo de Cela llega a ser alcalde de Viveiro y es nombrado Mariscal en 1474, alcaldía de la que es privado dos años después por los Reyes Católicos, unos dicen que dada su postura favorable a la hermana de Isabel I de CastillaJuana la Beltraneja, en sus derechos al trono durante la guerra sucesoria que estalló tras el envenenamiento de Enrique IV y otros, como ya hemos expuesto, por una oposición a su política centralizadora. Independientemente de ello, Juana era apoyada en Galicia y Portugal, pues estaba casada con el rey portugués Alfonso 

Dado su partido, el Mariscal es expulsado de Viveiro y se le niega la entrada en Ortigueira y Mondoñedo, previa carta en este sentido de los Reyes Católicos, siendo entonces cuando se hace fuerte en Frouxeira, derrotando con Pedro de Bolaño y Pedro de Miranda a las tropas castellanas en 1480


Mientras, los nuevos obispos de Mondoñedo le reclamaban la devolución al obispado de la dote de su esposa otorgada por su antecesor el obispo Pedro Enríquez, pleito fallado en contra de Pardo de Cela por el corregidor de la ciudad. Un fallo discutible por cuanto se dice que eran esto parte de los bienes patrimoniales propios y personales del obispo, y no del obispado, aunque por ello fue condenado a muerte por rebeldía, resolución que permitía de paso librarse a los Reyes Católicos de un poderoso rival, pues no en vano Fernando de Aragón contrata los servicios del mercenario francés Luis Mudarra, quien al mando de 300 jinetes consigue apresar al Mariscal, si bien con la estratagema de la traición


No obstante, dada la resistencia en A Frouxeira, hubieron de valerse de la traición de 23 "criados" del castillo, quienes abrieron sus puertas mientras Pardo de Cela visitaba a su aliado Pedro de Miranda en otro centro de resistencia, el castillo de Castro d'Ouro. Fue entonces cuando a su regreso él, su hijo, su aliado y numerosos partidarios fueron detenidos por las tropas de Mudarra y llevados a Mondoñedo para ser ejecutados públicamente en la Praza da Catedral mindoniense


No obstante, dada la resistencia en A Frouxeira, hubieron de valerse de la traición de 23 "criados" del castillo, quienes abrieron sus puertas mientras Pardo de Cela visitaba a su aliado Pedro de Miranda en otro centro de resistencia, el castillo de Castro d'Ouro. Fue entonces cuando a su regreso él, su hijo, su aliado y numerosos partidarios fueron detenidos por las tropas de Mudarra y llevados a Mondoñedo para ser ejecutados públicamente en la Praza da Catedral mindoniense


Enterrado en la catedral con el beneplácito obispal, sus bienes confiscados serán en parte devueltos a su viuda, exceptuando el Castelo da Frouxeira, que sería comprado por Munzo o Mouso Mudarra. Su hija Constanza, aún un tiempo más en rebeldía. acabaría claudicando y, perdonándosele la vida, e ingresa, voluntariamente o a la fuerza, en un convento. Su hermana Beatriz conseguiría la devolución a su vez de parte de sus también confiscadas propiedades

Pero las trovas en ferias y mercados seguirán cantando aquellas gestas y llegarán a nuestros días, inmortalizado estos episodios, la oposición a la autoridad de los nuevos reyes, la traición de A Frouxeira capitaneada por Roi Cofano do Valadouro, o las gentes del obispo entreteniendo a su mujer en el puente cuando esta llevaba en su mano el papel del perdón, mientras su marido, siempre en la voz del romancero, perdía su cabeza y esta rodaba, aún con fuerzas para decir la famosa letanía... "Credo, credo, credo" (creo, creo, creo)... y es que la costumbre era que a los reos se les dejase rezar el Credo antes del ajusticiamiento, pero parece ser las prisas fueron evidentes. Sus símbolos y blasones fueron borrados y quísose cayesen en el olvido pero el día 16 de marzo de 1965 aparece, durante las obras efectuadas en la catedral, una tumba con su escudo de armas y la leyenda... Pardo de Cela arno (arcediano) de Viveiro. 

Los restos del Mariscal Pardo de Cela volvían a la luz... 


Reviviendo la historia, caminamos por el presente. Ahora, tras las urbanizaciones y bloques de apartamentos, llegamos a la parte más plenamente rural


Muestra de ellos son las casas labregas que a partir de ahora vamos a encontrarnos


Y los cabazos, los hórreos de la zona, de los que hallaremos diferentes tipología, este con los clásicos picos en el tejado


Estamos en Viladaíde, otro de los barrios de San Cosme de Barreiros, con sus casas extendidas a lo largo de esta carretera. Es topónimo derivado de uilla Dagildi, genitivo de Dagildus, nombre germánico 


A manos derecha, las huertas


Más allá los edificios de Foz, que seguiremos viendo, intermitentemente, en nuestro camino por las riberas del Masma, un puerto que, según el citado cronista Suso Fernández, tenía especiales lazos con otros muchos del Cantábrico, especialmente con Ondárroa y, sobre todo con Laredo, villa a la que se se ha dedicado un emblemático paseo, al igual que en Laredo una calle a Foz. Ya en los años 20 del siglo XX se establece en Foz el conservero laredano Luis Gutiérrez, animando a venir a pescar la por entonces abundantísima sardiña, si bien dado el volumen de capturas el precio apenas se cotizaba y no llegaron a cubrir gastos, por lo que fueron acogidos en las humildes casas de los pescadores de Foz. Pocos años después, cuando los focegos fueron al Cantábrico oriental a faenar bocartes, las gentes de Laredo correspondieron con la misma solidaridad, naciendo la canción:
"A las chicas de Laredo
las tenemos que alabar
que nos lavan la ropa
y no nos querían cobrar" 

En Viladaíde llegamos a la zona de mayor concentración de casas


Ya en llano, caminamos en dirección sur


En este prado tenemos otro muy buen paisaje del estuario y de la playa de Barreiros que nos quedaba por ver


Es la Praia o Punta Anguieira, a la que ya hemos hecho referencia. Hemos de fijarnos un poco para verla. 


Está justo encima de las dos casas que vemos prados abajo. Con marea alta pueden botarse embarcaciones pues dispone de una rampa. Ahí están el Embarcadeiro Prado de Rocha con la Punta do Muelle, Fontorgo, Penafurada, el Embarcadero de Moscoso y Congostriña. Esa parte ancha del estuario, antes de la desembocadura, se conoce como Mar Pequeno 


Enfrente de A Punta da Anguieira, en Foz, A Punta das Malates, donde estuvieron algunos de los antiguos astilleros de esa ría, como el de Néciga, establecido en 1916 yel último en cerrar, ya en los años 90. Eran astilleros de ribera, de lanchas y embarcaciones de madera fundamentalmente, pero sucesores de una antigua estirpe portuaria de constructores navales.

Dice también Suso Fernández que Juan María Néciga fue constructor de especial carisma y prestigio construyendo barcos para todo el Cantábrico. En 1989, no mucho antes de su cierre definitivo, su astillero botó el que sería el pesquero de madera más grande del mundo, con destino a Borio, en Guipuzcoa, el Berrizgure Naia (de nuevo nuestra esperanza). Otros astilleros fueron los de David del Riego, José Lestegás, los Hermanso Beltrán Ares, o el de Santiago Pérez Mariño 
.

En Viladaíde llegamos a un cruce, en el que seguimos de frente, por la carretera, pero según pasamos vemos otro tipo de hermoso cabazo


Es de los de piedra, o recubiertos de carga, pero con multitud de huecos a manera de aspillera, para airear el interior. El tejado tiene picos, y una veleta


Del cruce, como hemos dicho, seguimos de frente hacia aquellas casas


Luego va un tramo recto, entre el prado y las casas


Cruce y también de frente, carretera adelante


Un pequeño pozo cubierto, construcción popular muy abundante en la zona. Sin duda cayó en desuso al llegar el agua corriente a las casas pero ha sido conservado. Fijémonos en el desagüe abajo a la izquierda, de piedra


Jardín a la entrada de esta vivienda


Otro par de muy buenos cabazos. Comprobamos que estamos en un enclave de indudable interés etnográfico, muy a destacar en esta ruta. Son como en el caso anerior de los se los pequeños huecos-saetera en las paredes


Seguidamente, más casas


Más allá del prado de nuestra izquierda, algunos chalets


La carretera hace aquí un poco de curva


Fijémonos en la construcción de la derecha, con su propia cisterna para el agua


Un poco más allá un conjunto también muy a destacar


Casas campesina reformadas, un un bellísimo jardín, y dos cabazos, uno de cada una


Este preciosamente restaurado


En él hay una farola. Al pasar junto a él fijémonos aquí también en otro detalle


Un dibujo de una cruz de malta dentro de un círculo en su pared posterior



Cruce y de frente


Llegamos a otra casa campesina y, seguida a ella, otro par de buenos cabazos


Esta parte del recorrido nos permite hacernos una idea de cómo era este agro antes del boom de las urbanizaciones que tanto crecieron en el concello de Barreiros y otros de A Mariña


Otro adorno peculiar, esta vez dentro del círculo hay una estrella de ocho puntas. A los lados la leyenda AÑO 1954


Luego la casa, toda de piedra y en ruinas


La entrada, testimonio del éxodo rural y el abandono del campo


A lo lejos, montes de A Ínsua


Labregos...el trabajo del campo


Saliendo de Viladaíde, Cascabeiro, uno de los barrios del siguiente pueblo, A Áspera, donde dejaremos la carretera para tomar un camino a la derecha


Al cruzar veremos al fondo el Campo de Fútbol O Cascabeiro, donde juega el Celta Barreiros


Y, en medio del cruce, un cruceiro, como su nombre bien dice


Detrás del cruceiro pasa el Camino, pero antes vamos a detenernos un instante a verlo


Mirando a la carretera hay un Cristo crucificado muy llamativo


Es curioso que parece no tener barba, ni tampoco el perizonium cubriéndole la cintura, o acaso desaparecieron por la erosión. Si bien de sencilla factura el gesto de dolor es muy expresivo, cabeza ladeada, ojos cerrados apretados y boca abierta como en agonía. Fijémonos también en la forma de los brazos de la cruz y que arriba hay otra cruz


Al seguir caminado veremos la parte de atrás


Por atrás está lista, no presenta ninguna talla



A Áspera, es uno de esos nombres de lugar que no parece tener mayor misterio, se refiere a zona áspera, superficie rugosa, rasposa, con irregularidades


El único misterio es que en principio toda esta parte de la rasa costera es bastante llano, si bien hay zonas que no tanto. También puede referirse a algún cerro rocoso. En las cercanías hubo minas


Pasamos ahora por la parte de atrás del Club Celta Barreiros, fundado en 1942-1943, tal y como podemos leer en la muy recomendable página Actualidad Barreiros, donde, gracias al informante Suso do Coto, se le dedica un artículo. En él se explica que en sus inicios empleó el escudo del Atlético de Aviación (luego Atlético de Madrid), hecho por Ito de Roca, conservándose por ello en su vestimenta actual las bandas laterales en el actual escudo, siendo su primer presidente Carlos Lanza Amor (Carlos de Cereilao), y vocales Antonio Palmeiro y Rafael do Ferreiro, además de Arsenio do Zoqueiro el primer utillero

 Su primer campo se bendijo para la temporada 1944-45, haciendo de madrina Cuca de Díaz, y el primer partido se jugó contra el Club de Fúbol de Ribadeo, que salía muy reforzado ese año por Cubelo, un jugador de la Gimnástica Lucense, por entonces en 3ª División, además de Tocho de Don Eugenio. Por su parte la alineación del Celta Barreiros fue esta:

Portero: Pepe do Café (Cafetero)
Defensa: Pepe de Casanova – Pepe do Cochero (José)
Medios Centros: Manuel do Cochero – Oscar Perdiguero – Kiko Xusto
Extremo Derecha: Raimundo Linares
Interior Derecha: Mana Aviertos (Mañente)
Delantero Centro: Carlos de Veiga (Villaronte)
Interior Izquierda: Ricardo de Casanova
Extremo Izquierda: Germán de Cendán
Entrenador: Alejandro García Amor
Masajista: Abraido

Dejamos que Actualidad Barreiros, donde podemos además ver un estupendo álbum fotográfico, complete la historia:
"En sus inicios los vestuarios eran en la Casa de Oscar y los jugadores se duchaban con “Auga do Pozo”, de aquella los jugadores limpiaban las botas con “sebo de carneiro”, mientras que la ropa era enviada a lavar por el utillero a María da Perdiguera

Cuando se ganaba un partido los jugadores y directivos eran invitados a comer en Casa de Oscar, mientras que cuando se perdía….

Según fueron avanzando los años, el vestuario cambió de ubicación pasando a ser el Local de la Falange (lo que actualmente es Librería Miguelín

El Transporte se realizaba en “A Rubia” (Foto), que desplazaba a los jugadores hasta el campo de juego y el chofer era Pepe do Bagullo que conducía con las botas de fútbol puestas (“é daballe que conducir de carrallo”). Como anécdota decir que “na Rubia” cogian  hasta 40 personas"


Pasando ahora junto a los vestuarios del equipo, justo es reconocer ahora a otra gran institución deportiva en este concello, el Club Ciclista Barreiros. Extraemos su historia de la misma citada página Actualidad Barreiros:
"En Junio de 1.993 se inician las actividades del Club Ciclista Barreiros: un grupo de aficionados se reúne de manera informal para acudir en marcha cicloturista a Santiago de Compostela con motivo del Año Santo. Participan cuarenta ciclistas y sus acompañantes, con Médico, A.T.S. y Ambulancia. 
El 23 de Enero de 1.994 se constituye oficialmente el Club Ciclista Barreiros. Es nombrado Presidente D. Manuel Porteiro García, cargo que ostenta en la actualidad..."


El Club Ciclista Barreiros, a lo largo de su historia, vienen destacando por poner en marcha actividades tales como:
"En Agosto de 1.994 se celebra la I Marcha Cicloturista de San Bartolo, quedando fijada la fecha de celebración para años posteriores el sábado anterior al 24 de agosto, festividad de San Bartolomé, y que la Real Federación Gallega de Ciclismo aprueba. 
El Club participa por primera vez  en marchas cicloturistas en la VI Clásica Internacional a los Lagos de Covadonga. A partir de esta marcha continúan las participaciones en eventos de esta naturaleza en Bilbao, Gijón, Madrid, Vigo, Ferrol, Coruña, Ponteareas, Arcade, Lugo, así como diversos puntos del Occidente Asturiano y toda la Mariña Lucense. 
Se ha efectuado el intercambio y Hermanamiento Cicloturista con el Club Ciclista Castrillón de Asturias. 
Se organizan Rutas Cicloturistas de fin de semana a lo largo del Municipio de Barreiros en itinerarios de montaña y playa. 
Se organiza el I Circuito Galaico Asturiano con entrega de diplomas de Oro, Plata y Bronce. 
Se impulsa la Ruta del Camino Norte de Santiago a su paso por Barreiros, representado a través de Diplomas tales como Caballero o Dama Ciclo Xacobeo. 
Se organizan fiestas gastronómicas y viajes culturales. 
A partir de Agosto de 1.999, celebración continuada del Día de la Bicicleta con participación en edad de 1 a 90 años. En la II Edición participaron ciento veintiséis ciclistas. 
En el año 1.999 es el único Club Cicloturista gallego con Categoría Nacional que participa en la I Copa de España de Cicloturismo. 
El año 2.000 El Club Cicloturista Barreiros representa por segundo año a Galicia en la Copa de España de Cicloturismo. Se realiza el III Día de la Bicicleta. Sigue participando en varias Marchas Cicloturistas Nacionales. Se celebra la III Ruta en B.T.T. del Camino Norte de Santiago a su paso por Barreiros"

Dejando Cascabeiro nos adentramos en una zona de eucaliptos, Xestelo donde, en esta bifurcacuón, seguiremos hacia la izquierda, comenzando una bajada


En estos eucaliptales, especies de crecimiento rápido que se han plantado extensa e intensamente en todo el noroeste peninsular, principalmente para la industria papelera, el paisaje puede cambiar de un momento para otro y, lo que hoy es una tupida arboleda mañana puede ser una rasa pelada cuando llega la época de talas, llegando incluso a verse la ría


Volvemos a enlazar con la señalización de la Ruta do Cantábrico, que viene por el camino a nuestra derecha


Aún coincidiremos con ella algunos buenos trechos, después, como informamos, iremos a enazar con e Camiño Natural de San Rosendo para dirigirnos a San Martiño de Mondoñedo



Bajamos recto y cuesta abajo en este primer tramo


Luego llaneamos un poco en unas revueltas


Pasados los eucaliptos un espeso matorral nos tapa aquí la ría, pero enseguida la veremos


Arriba las casas de A Barcela, a las que subiremos seguidamente


Acaba la bajada y caminamos en llano


Aquí llegamos a un paraje más abierto, al lado mismo de la marisma y por lo tanto, a la orilla del estuario, donde desemboca el Rego de Esteiro


Es la ría en bajamares, con Foz a lo lejos


Zona de O Mar Pequeno, Porto Chico, Portogrande y arriba O Castro


A la izquierda, más atrás, Monte do Bispo Santo y Monte da Lebre


Más a la izquierda, en la ría, A Pena Marela, con la Punta da Granda, la Punta da Arnela y Os Fondás


La Ría de Foz está integrada en la Rede Galega de Espazos Protexidos, como Zona de Especial Protección dos Valores Naturais, estando incluida en la Rede Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), declarada también Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)


Caminando por el borde marismeño continuamos avanzando en nuestro periplo por la ribera de la ría


Nos cruzamos con una pista pero nosotros seguimos adelante todo de frente por el asfalto


Poco a poco al principio empezamos a subir hacia A Barcela


Aquí nuestro camino se bifurca, pero vuelve a unirse solo unos pocos metros más allá, quedando en medio esta "isla verde"


Aquí mismo es ya la reunión de los dos ramales


Ahora sí empieza un fuerte repecho


Salimos del eucaliptal


Y continuamos subiendo hacia las casas


El suelo, en otoño, se llena de castañas caídas del castiñeiro


Setos silvestres separan las fincas de Barcela del camino


Curva a la izquierda y llegamos a la primer casa


El topónimo A Barcela es un diminutivo de barcia, que tiene dos acepciones, por un lado la de "pequeño terreno comunal" y por otro la de "terreno de cultivo al pie de un río", como podría haber sido este el caso, dad la proximidad del Rego de Esteiro, que acabamos de dejar atrás, si bien el origen concreto del topónimo en este lugar podría haber sido cualquiera de las dos


Se le supone etimológicamente una raíz indoeuropea war, agua, pero existen otras posibilidades que también podrían ser válidas, en algunos lugares barcia es un "terreno pendiente sobre un río y con muchos arbustos". Es un topónimo, con numerosos derivados y variantes, muy abundante en Galicia, Asturias y otros lugares, emparentado mismamente con el de la ciudad de Barcelona


Desde A Barcela, altos, disfrutamos de otra muy buena vista de esta gran estuario: a nuestra derecha  la desembocadura del Rego de Esteiro, de donde venimos subiendo


Más allá la Praia da Anguieira, zona que debió ser de anguilas, como revela el topónimo. A la derecha está a Punta do Muelle


Más a la izquierda la parte de la población sita al pie y en torno de O Castro y, en lo alto, las grandes letras de FOZ


Los grandes bancales de arena formados en las bajamares hacen que O Mar Pequeno parezca una llanura verde, una pradería


A Punta da Arnela...


En A Barcela va acabando la cuesta...


Nada más empezar a llanear llegaremos a un cruce enfrente de aquella palmera


Hemos de ir a la derecha


Pasamos entre unas casas con terreno


Nuestras próximas referencia camineras son A Lagoa dos Patos, un enclave lacustre de gran interés ornitológico, A Espiñeira y Foz. Si bien a A Espiñeira no iremos exactamente por la Ruta do Cantábrico, que por el puente nuevo sobre el Masma se dirige a Foz, sino que buscaremos salir al puente viejo, buscando el camino más directo a San Martiño de Mondoñedo


Este camino, por, o sobre, las riberas de la Ría de Foz, viene a ser una transición entre los paisajes eminentemente costeros que hemos recorrido por los concellos de Ribadeo y Barreiros, y los paisajes del interior que nos aguardan en el camino hacia los dos mondoñedos


Desde aquí tenemos otra muy buena vista de la desembocadura del Rego de Esteiro


Vemos sus meandros antes de desembocar en el estuario. El Masma se desbordaba no pocas veces y provocaba estragos. Así en 1917, según publica El Eco de Santiago a día 3 de junio...
"a consecuencia de las pertinaces lluvias se ha desbordado el río Masma, llegando las aguas a una altura considerable como no se recuerda en aquella comarca. 
Las fincas enclavadas en las márgenes del río fueron anegadas perdiéndose los frutos sembrados. Como el fruto era trigo en su mayoría, los propietarios calculan la pérdida en más de cincuenta mil pesetas"
(Noticia recopilada por Xoán Ramón Fernández Pacios en su muy recomendable página O Gabinete de Foz)


De frente, el Monte da Lebre sigue siendo una magnífica referencia visual para saber donde está, a sus pies y aún escondido a nuestra vista, el valle que guarda la basílica de San Martiño


En 1634, fruto de sus visitas a estas costas entre 1621 y 1622, el cartógrafo Pedro Teixeira habla así en su obra: Descripción de España y de las costas y de los puertos de sus reynos. Al muy católico y poderoso rey don Felipe III, de este río llamándolo de Yspiñeira, por la población, entonces muy importante, existente aguas arriba, por donde vamos a cruzar nosotros (toma como referencia Ribadeo, por donde comienza su descripcíón de las costas gallegas):
"Deste referido puerto de Ribadeo al poniente tres leguas sale a la mar un rio que llaman Yspiñeira en cuia margen tiene dos aldeas una de la parte del levante que llaman San Cosme del Barreyro y la otra del poniente que dizen Santhiago de Foz. La barra deste rio no es de mucha capacidad por su poco fondo que para pequeños barcos con que los naturales destas aldeas salen a la mar a pescar y suçedio el año de bente un caso en este puerto que no me a paresido pasarlo en silencio y fue que un dia vieron un navio que se acercava a la barra como que la queria tomar y entrar dentro en el rio, era el navio de ochenta toneladas y mas y como los de la tierra vieron su determinación se le acercaron lo mas que pudieron dándole bozes de la orilla y no tratando el baxel sino de entrar ynclio la proa y sin ocasión ny tiempo de marea paso a en salvo la barra y fue a pasar al surgidero y aziendo admiración a todos aquellos que verdaderamente tuvieron por particular prodigio, acudiendo a la plaia y enbarcandose en sus barcos llegaron al navio para ver de que nación  o que gente traia o lo que abia sido su intento averse arriesgado a tan conosido peligro y allaron que benia singente y sin cosa considerable con que se entendió avia sido desbalijado en el mar de los piratas y dexado y el se yncamino allí sin ser mas que acaso como abia de dar en la costa y pasando hio por allí el año bente y dos le vi..."

Por aquel entonces Foz llegó a ser un muy importante y próspero puerto ballenero hasta la pérdida de privilegios para su captura a raíz del Tratado de Utrecht, unido a la casi extinción de los cetáceos de aguas cantábricas en el siglo XVIII, fundamento de una gran industria pesquera amparada ya como población cabeza de alfoz, precedente del actual concello, por los Reyes Católicos. Ni que decir tiene que sus astilleros fueron de los más renombrados de Galicia en aquellas centurias. Hoy aquella tradición marinera, aunque se mantiene, ha decaído notablemente. El sector servicios y el turismo han ganado pujanza en las últimas décadas, como en buena parte de A Mariña


La extinción de los grandes cetáceos nunca fue completa del todo en el Cantábrico, pero cada vez que se veía uno, normalmente muerto y arrastrado a la costa por las corrientes marinas, constituía todo un espectáculo, como, según relata también Fernández Pacios, a  principios de 1908, cuando una ballena aparece en la costa de Foz, tal y como publica el periódico La Idea Moderna, basándose a l avez en una noticia aparecida en el jornal Mondoñedo:
"A las doce del domingo, apareció en alta mar y cerca de la barra de Foz, algo parecido a un barco con la quilla vuelta hacia arriba, desde la que parecía que algunos hombres pedían auxilio (...)” 
 “... dos lanchas de los armadores don Ramón López Castiñeira y don Balbino López Rodríguez, patroneadas por Tristán López Val y Alfredo Navarro; y barra afuera, observaron que lo que semejaba a un barco volcado era una inmensa mole parecida á una ballena que estaba muerta y que venía hacia la ria; y que lo que se creyera petición de auxilio, eran gaviotas que se posaban en el lomo y se levantaban cuando el mar lo cubría
La ballena sería atada a las lanchas y llevada al lugar conocido como A Pena do Carbón, relatando el jornal que...
 “es negruzca por el lomo y blanquecina amarillenta, con listas por el vientre; mide 20 metros de largo, 10 de circunferencia, cuatro y medio la mandíbula inferior y seis la boca. El volumen es tan considerable, que dentro del vientre caben con toda comodidad dos bueyes grandes

Posteriormente se calcula que el cetáceo pesaría unas 60 toneladas y que podrías dar pingües beneficios, entre 8.000 y 9.000 pesetas de aquel tiempo, pues por ese peso se piensa en unos 150 barriles de aceite. Esperado un tiempo prudencial, dando parte a Ribadeo y de ahí a Ferrol, y sin que nadie reclamase la ballena, esta pasa a los propietarios de las lanchas. Mientras, y dado que la ballena quedaba bien a la vista en bajamares, acudían a verla multitud de gentes, andando, en automóvil o en carros, de todos los pueblos entre Ribadeo y Viveiro


Nunca fue fácil la vida de los mariñeiros, en 1895 llega incluso a intentar hacerse una manifestación en protesta por la bajada de salario y endurecimiento de las condiciones laborales, tal y como publica El Correo de España el 25 de agosto de ese año:
Manifestación frustrada: Dicen de Foz, que unos cuarenta tripulantes empleados en la pesca de sardina que en la ría de aquella tienen establecida en compañía los señores Don Benito y Don José Rodríguez, trataron de celebrar una manifestación por que no se les aumentaba sus jornales respectivos.
Enterada la benemérita de dicho puesto personose en el lugar donde los manifestantes se hallaban reunidos, obligándoles a que se retirasen, a lo que sin otras consecuencias accedieron, desistiendo de tan hostil actitud. 
Añaden que el motivo que les indujo a reunirse con objeto semejante había sido porque la compañía Rodríguez empleara en las embarcaciones otros operarios por menos sueldo dejando a los manifestantes, casi en su mayoría, reducidos a la miseria.
El juzgado municipal de Foz, instruye las primeras diligencias sumariales por tal motivo”

Y por supuesto los naufragios y accidentes, algunos en la misma barra del puerto, como el acaecido en 1935, mes de octubre, publicado de esta manera por El Progreso el 30 de ese mes, cuando una motora pesquera sufre un fatal desenlace: 
"iba tripulada por su propietario Tristán Alonso López y otros diez hombres más. La marea era viva y aunque el oleaje no era fuerte, el mar corría (...) al llegar a la barra un golpe de mar hizo zozobrar la embarcación, cayendo todos sus tripulantes al agua, y quedando aquella con la quilla hacia arriba. Los tripulantes a nado lograron asirse a la embarcación y sobre la quilla aguantaron la acometida de las aguas, corriendo todos grave peligro, pues aunque la costa no se halla lejos, no era posible llegar a ella a nado a causa de la corriente de mar, que es mayor en días de mareas vivas.
La motora Villa de Foz, que regresaba también de las faenas de la pesca, acudió rápidamente en auxilio de los náufragos, logrando salvar a los nueve marineros que se hallaban sobre la quilla de la lancha volcada, pues el patrón de la lancha Tristán López y otro joven tripulante José Fernández, habían desaparecido entre las olas, sin que sus compañeros nada pudieran hacer por salvarlos. Un hermano de Tristán murió hace años también ahogado y un primo hermano suyo corrió igual muerte en la misma barra de Foz. Las dos motoras Pájaro Amarillo y República, anduvieron toda la noche recorriendo en todas direcciones las inmediaciones de las costa en busca de los cadáveres de los dos náufragos

Por su parte El Pueblo Gallego lo publicaba así: 
cuando regresaba de las faenas pesqueras la lancha Virgen del Carmen, zozobró en la barra del puerto, pereciendo ahogados su propietario y patrón don Tristán Alonso y el joven tripulante de 21 años, vecino de Marzán, José María Fernández. 
Nueve tripulantes mas pudieron ser salvados tras largos esfuerzos.
El hecho produjo impresión enorme en toda la villa marinera, juntándose en la ribera de pescadores casi todo el pueblo y desarrollándose las consiguientes escenas de dolor.

Tristán Alonso era uno de los elementos más serios y prestigiosos del Pósito de Pescadores. Honrado y leal, correcto siempre, era muy querido y respetado de los pescadores. Había sido presidente de la Sociedad de Socorros Mútuos y vice del Pósito. Actualmente era práctico del puerto”
Tristán era uno de los más famosos marinos de Foz, a él le había dedicado unos versos dentro de su poema No Porto de Foz el poeta y escritor, cronista oficial de Mondoñedo, Eduardo Lence Santar:
"Vendo ó barbudo Tristán,
o valente mariñeiro
nas súas lanchas estopar
e poner fortes os remos"

Pero gracias a Dios no eran todo tragedias en puerto y ría, también había tiempo para animación y celebraciones en las fiestas de San Lourenzo se celebraba una competición tan mariñeira como las regatas, de las que la referencia más antigua que encuentra en Foz el investigador Fernández Pacios es en 1887 en el jornal El Regional: si bien parece una tradición que arranca de las embarcaciones de los balleneros, casi dos siglos más atrás. :
"A las diez y media de la mañana se dio inicio a las regatas, las cuales, no estuvieron tan concurridas, como era de esperar, efecto de que, el jurado, a petición de los dueños de algunas embarcaciones, acordó que el número de remos de cada una que pretendiese tomar parte en la regata no había de pasar de ocho, condición por la que varias lanchas tuvieron que abstenerse de lucar por se bastante granes, y necesitar, por lo tanto, mayor número de remos para ponerse en igualdad de circunstancias á los botes, que son más ligeros y necesitan menos. 
Tres fueron las embarcaciones que lucharon para obtener el premio (25 pesetas) tripuladas, una por nueve hombres, otra por siete y otra por cuatro. Dada la señal de salida, las tres, impulsadas por robustos brazos, surcaron velozmente las aguas, alcanzando el premio la de mayor tripulación, no porque en realidad lo mereciese, sino por haber padecido un pequeño descuido, separándose un poco de la línea el joven que dirigía el bote que iba tripulado por seis valerosos y entusiastas marineros"

 También en la misma noticia se hace mención a la cucaña marina:

"Para las cuatro de la tarde estaba anunciada la cucaña, y a las tres y media ya la Rambla y demás puntos próximos al sitio en que aquella había de ser colocada, estaban totalmente ocupados por una multitud de espectadores. La gente joven de Mondoñedo y Lorenzana en su mayor parte, se hallaba en una media docena de pequeñas embarcaciones, formando una vistosa y alegre escuadrita y entonando bonitos y bien afinados coros que, dicho sea en honor de la verdad, me gustaban bastante mas que la cucaña. Era esta de las llamadas horizontales y estaba colocada en un lanchón en medio de la ría. El cebo consistía en cinco pesetas, pero antes de que llegasen á alcanzarlo, como el palo tenía su correspondiente untura de sebo, se caían muchos al agua. El espectáculo gustó y entretuvo a los concurrentes"


El camino pierde el asfalto. este es un sector de eucaliptal talado, lo que nos sigue dando vistas a la ría


A la izquierda As Cabanas da Barcela, alojamientos rurales


Y a la derecha vamos a ir despidiéndonos de Foz y de los paisajes marítimos de la bocana su estuario, pues nos adentramos hacia el sur, hacia el interior.  


Un muy buena descripción del territorio de Foz y su parroquia lo tenemos en el famoso Catastro del Marqués de la Ensenada, publicado a mediados del siglo XVIII y una gran fuente de información para historiadores, cronistas, investigadores, divulgadores y, por supuesto, gentes en general con deseos de conocer los lugares por donde pasa:
“principiando el termino por la parte del Leste, en la Peña que llaman do Carro por donde se entra en el Puerto de esta feligresia desde cuia peña sigue por la costa de la mar al sitio que llaman Ollo do Mar, de este a otro nombrado Ronqueira y de alli al que dicen Carreiro y de este a otro que llaman las Areas, desde el qual sube por la vega que nombran Prado da Lama, quedando parte de esta en la feligresia de San Martin de Mondoñedo con la que linda desde la costa y orilla de mar y siguiendo por un camino que divide el lugar de Forxan de esta feligresia ba a dar al de la Telleira quedando este en los termino de esta feligresia y baxando por un camino y corredoira que llaman de Porto viene a dar al lugar del mismo nombre quedando parte de el en esta feligresia y parte en la citada de San Martin de Mondoñedo en la que acaba de confinar con esta feligresia y principia a hacerlo con la de San Juan de Villaronte, siguiendo por la vega que nombran de Escanlar a un Seijo Blanco que en ella se alla y de el saliendo de dicha vega entra en otra que nombra da Granda, quedando corta porcion de ella en los términos de esta feligresia ba a dar al Riego de Esteiro por el que sigue al sitio da Arnela, y de esta a la orilla de la Ria que nombran de Foz y siguiendo por la orilla de ella ba a dar al Puerto de esta feligresia y siguiendo por la  misma orilla ba a dar al sitio en donde se embarca para pasar a la feligresia de San Cosme y sitio que llaman Lombo y de este a la Peña do Carro primera demarcación”

Ante nosotros, otra muy buena vista de la Punta da Arnela. Hacia el siglo XVI el concello de Foz estipulaba que los barcos habían de fondear allí, para pasar la preceptiva cuarentena, alejados de la población y antes de desembarcar en ella, durante las epidemias de peste. Un acta de 1578, no de Foz, sino de Ribadeo, nos permite hacernos una idea del drama en estas villas costeras:
continuaba la peste desolando muchos lugares de la costa y continuaba la vigilancia en la villa para evitar toda comunicación con los infestados a cuyo fin habian cerrado todas las puertas, escepto dos. En estas habia guardias asalariados. Fueron inútiles estas precauciones: la peste apareció a la vez en los arrabales de Porcillán y Cabanela, y fueron tantas las víctimas que fue preciso recoger por las calles ropas de los vecinos para amortajar á los que morian

El camino se torna ahora pista forestal al internarse en otro monte de eucaliptos, saliendo ya de A Barcela


Hay también algo de pinar, como el plantado delante de eta bifurcación


Bifurcación en la que vamos a seguir el ramal de la derecha


En las veredas de los lados crecen los helechos y, aparte de pinos y eucaliptos, vemos pequeños carballos y otros árboles y arbustos autóctonos


En un proceso similar al acaecido en gran parte del Noroeste, antiguos montes comunales y pastos fueron plantándose con especies de crecimiento rápido, primeramente para la construcción y para la minería (andamios, entibado de galerías, etc.), pero luego y fundamentalmente para las papeleras. Hubo un tiempo en el que los troncos más gruesos se emplearon también para un tipo de lagares, llamados de viga


Recordemos que, cuando periódicamente hay talas, todo este paisaje boscoso desaparece


La senda, ancha, baja poco a poco en la umbría


Una sombra que se agradece especialmente en días de calor...


Hay en este trayecto zonas de claros y otras más sombrías


En algunas bifurcaciones hemos de tomar siempre el camino principal el que suele ser el más pisado, los otros suelen ser accesos a fincas cercanas, plantadas o no


Es un mullido suelo natrual, de tierra, con algunas piedras y en ocasiones cubierto parcialmente de hojarasca, hojas caíadas de los árboles, principalmente los eucaliptos, fácilmente reconocibles por su forma


En este tramo se nota una vieja caja caminera, que delataría la antigüedad de esta senda, donde crecen también espesos matorrales


Vamos, ahora llaneando, entrando en la zona llamada Pallares, que por su topónimo podría revelear que era antigua tierra de pajares, henares, si bien no se descarta tenga que ver con un posesor, pues el apellido Pallares está documentado desde la Edad Media


Llegamos a una encrucijada, en la que seguimos de frente todo en recto


Hay un vallado, tal vez sea porque nos acercamos a un paraje de especial protección, A Lagoa de Pallares, más conocida ahora como A Lagoa dos Patos, por la abundancia de esta especie


El camino sigue bastante recto y llano durante un buen trecho...


Un delicioso paseo por el bosque... al fondo vemos un cruce


Antes vamos a pasar a la izquierda de unas ruinas


Y salimos auna pista asfaltada en la que iremos a la derecha


Atención, esta señal es para quienes vienen en sentido contrario. Nosotros seguimos de frente por la carretera


Y llegamos a la Lagoa dos Patos o de Pallares. Tal vez si no nos fijamos nos la oculte el matorral, pero un panel explicativo al lado del camino señala en lugar en el que está


Un buen compendio de flora y fauna en este hábitat. Estas son las recomendaciones que nos indica el propio Concello de Barreiros para este nuestro paso por el lugar:

- Será muy adecuado portar prismáticos, catalejo y/o cámara fotográfica con teleobjetivo de largo alcance.

- Se intentará no hablar en voz alta, ni hacer ruido al caminar, para que los animales no detecten nuestra presencia y se escondan.

- Procurar no vestir con colores llamativos que descubran fácilmente nuestra presencia.

- No realizar movimientos bruscos que hagan que los animales se asusten y se oculten.

- Tratar de obtener un enclave que disfrace nuestra presencia con el entorno, y desde el que el campo de visión sea lo más amplio posible


Si bien como su nombre indica, los patos son la especie que más abunda en este espacio lacustre protegido, también pueden verse garzas, cormoranes, gaviotas y, entre los anfibios, ranas, estas más que verse oírse, con su croar que no pocas veces es la música ambiente natural del lugar


Por lo tanto, no incomodemos la paz de este lugar tan encantador y sensible ni el de sus moradores...


Las aguas son tan claras que nos permiten ver el fondo, hay también hermosas junqueras y espadañales


El camino, ahora asfaltado, sigue en recto dejando atrás la laguna


Poco más allá tenemos una disyuntiva, que es muy importante explicar: la señalización nos indica ir a la derecha, pero nosotros proponemos a ir, en este caso, a la izquierda, siguiendo por el asfalto y pasando bajo el puente del Ferrocarril León-Gijón

¿La razón?: el camino de la derecha nos lleva de nuevo hacia la ría, de la que aún veremos algún paisaje, pero dando un cierto gran rodeo hasta casi el puente de este ferrocarril sobre el Masma. para volver a salir a este de la izquierda unos metros más arriba


Por eso nuestra propuesta es ir a la izquierda atajando muy considerablemnte


De todas maneras es muy importante saber que, en el momento de escribir estas líneas, se está perfilando cómo y por dónde señalizar definitivamente esta variante en este lugar, a causa de la citada carretera


Por eso, reiteramos, nuestra propuesta es pajar bajo el citado puente ferroviario. Ni qué decir tiene que cada persona puede escoger entre esta, la otra o explorar más posibilidades, pero siempre con precaución al cruzar la dicha carretera N-642, que nos vamos a encontrar enseguida


Este puente debió inaugurarse al tráfico ferroviario el 22 de junio de 1968, que es cuando se hizo con este tramo de vía, una de las últimas obras de este ferrocarril, que no se acabaría hasta el 6 de septiembre de 1972, poco menos de un siglo después que el proyectos se pusiese en marcha, en 1886, al principio como estratégico, para comunicar Ferrol, base artillera y de la armada, con las fábricas de armas sitas en Asturias. Numerosísimos avatares, de los que hemos hablado en otros tramos de esta ruta y del Camino Norte, provocaron este gran retraso, cambiándose a lo largo de todos esos años la idea original y decatándose más por el transporte de viajeros y mercancías, si bien ya en los 70 el coche y el camión ya estaban triunfando definitivamente para el transporte de gentes y carga por carretera, pues estas no solo estaban siendo mejoradas sino que ya estaban en marcha y funcionamiento varias autopistas


Tras el paso bajo el puente, empezamos a subir por Pallares, cerca de Casa de Milo, llamándose por tanto esta zona Pallares de Milo


Este prado ha sido recientemente plantado


La pista, asfaltada, se adentra por el paraje de A Cruz do Lobo, un lugar de la parroquia de San Cosme de Barreiros de evidentes resonancias lobunas


Estábamos mos buscado alguna leyenda o historia relativa a tan sugerente topónimo, relacionada con lobos o, hasta con lobishomes, pero en relación con eso en concreto no hallamos nada, aunque sí, estudiando a los cronistas, como Xoxé Ramón Fernández Pacios de O Gabinete de Foz, una noticia relativa nada menos que a un infanticidio, recogida de El Diario de Pontevedra del 2 de julio de 1925
“en un monte de la parroquia de San Cosme de Barreiros, Foz (Lugo) y en el punto conocido por Cruz do Lobo. Una muchacha, de 26 años, llamada Bernarda Gayoso Rodríguez, natural de Villanueva de Lorenzana, pidió autorización a su amo para ir a extraer una muela y cuando , acompañada de otra sirviente, a quien aquel ordenó que fuese con ella, llegó al citado punto, se separó de ésta a pretexto de una necesidad. Mas, como tardase en regresar, su compañera se internó en el monte y la sorprendió en el crítico momento en que acababa de dar a luz. 
Corrió la chica a dar cuenta de lo ocurrido a su amo, quien le ordenó qu efuese a buscar la criatura, como así lo hizo, pero al llegar, el recién nacido estaba muerto. La madre ingresó en la cárcel a disposición del juez”

El camino serpentea suavemente ganando poco a poco altura


No hay tampoco mayor problema pues el caso es continuar de frente y subiendo


Ya mismo a nuestra derecha vuelve a enlazar con este el camino señalizado por la Ruta do Cantábrico, que, si bien nos ha acercado nuevamente al estuario, enseguida vuelve a subir por los eucaliptales para llegar aquí, realizando eso sí una grande y larga revuelta por el boscoso monte


Desde el cruce, acometemos ahora una buena recta en suave pendiente...


Último repecho...


Y ya estamos "arriba". Al fondo veremos ya la N-642. Aunque muy escondida entre los árboles, se ve el tráfico


Nos dirigimos en recto hacia ella


Enfrente, los eucaliptos replantados tras la última tala aún no han crecido lo suficiente y vemos a lo lejos, al sur, los montes de A Costa Alta (308 m)


En A Cruz do Lobo llegamos a la carretera, muy cerca del O Asador del Alba, fundado en 1993 por Digna y Pepe. El asador está unos metros a la izquierda, al otro lado de la carretera, la ruta sigue a la derecha


A la derecha, sin llegar a pisar el asfalto, tomamos una vía de servicio que va paralela a la N-642


Aquí, al tomar esta vía, está la señalización de la Ruta do Cantábrico, de la que nos vamos a volver a separar enseguida


A la izquierda vemos un poste de la misma Ruta, pero sañlizada en dirección inversa, para quienes vien de Foz en dirección a Ribadeo

La pista es ancha, y la seguiremos durante unos cuatos metros pero, algo más adelante, tendremos otra disyuntiva


A la izquierda A Anea, casa labrega y cabazo, otro de los lugares de San Cosme de Barreiros


Hitos kilométricos de la N-642. A la izquierda el Parque Empresarial de Barreiros


El camino comienza a bajar, es el descenso a la orilla del Masma


Otra pista se incorpora a esta por la derecha. Seguimos rectos cuesta abajo junto a la carretera general


Más allá de las naves, el monte de Corneira (433 m), donde se unen en su cim alos concellos de Barreiros, Foz y Lourenzá. Más allá el Alto de Virín (483 m), montañas que serán referencia visual y geográfica a partir de ahora, en rumbo a San Martiño de Mondoñedo


Estamos acercándonos a la madre del cordero o madre de todas las batallas en esta ruta: las dos alternativas para cruzar el Masma, las dos con sus ventajas y con sus inconvenientes, cruzar el río por A Ponte Vella, el  puente viejo, o cruzarlo por A Ponte Nova, el puente nuevo, por donde ahora va esta carretera


Primero vamos a decir lo que vamos a hacer nosotros en esta ocasión: cruzar, con sumo cuidado, la N-642 (ese es su inconveniente mayor) un poco más adelante, antes de la rotonda de acceso al Parque Empresarial de Barreiros (donde hay mayor visibilidad) y dirigirnos a la Ponte Vella, el viejo puente de A Espiñeira, ese es el trayecto directo, más corto y con esencia histórica (estas son sus ventajas), pues este paso del Masma, antes de ser puente, era de lancheiros o barqueiros, pasando gentes y mercancías en ambas direcciones

De popularizarse esta alternativa y que empezase a pasar un número mínimamente de peregrinos se haría obligado hacer algo al respecto, tal y como se ha hecho en otras rutas xacobeas: lo mejor un paso subterráneo bajo la N-642, todos los caminantes lo emplean, no les supone esfuerzos extras y es seguro, si bien tal vez sea el más costoso

Otra posibilidad para cruzar aquí la carretera sería un paso elevado, también muy seguro... si se usa, pues por experiencia sabemos que, antes de subir escaleras, siempre hay alguien que se arriesga a cruzar (ojalá no fuese cierto)

Y por último y algo que podría hacerse ya, independientemente que en un futuro más o menos inmediato se escogiesen otra de las dos posibilidades anteriores, sería habiliar cun paso de peatones con semáforo y botón para pulsar los viandantes al cruzar, como ya existe también en muchos lugares de las rutas xacobeas


Vamos a hablar de la otra alternativa, seguir de frente y continuar por esta pista hasta el puente nuevo, siempre al lado de la N-642, que dispone de un paso peatonal lateral, protegido, para cruzar los peatones. Para enlazar con la opción anterior habríamos de cruzar esta misma carretera para seguir directos a San Martiño por Vilaronte, con lo que no habríamos ganado nada (un inconveniente) , o bien seguir la señalización de la Ruta do Cantábrico hasta Foz, enlazando allí con el Camiño Natural de San Rosendo, yendo a San Martiño de Mondoñedo por la Ermita do Bispo Santo, lo que daría razón a un grandísimo rodeo (otro inconveniente)


Hagamos lo que hagamos habríamos de decidirnos ahora, juto antes de llegar al cruce de acceso al parque empresarial, pues el camino de la derecha tiende a bajar a bastante menor nivel de la carretera y, de escoger cruzar, más allá tal vez no se pueda, por lo que tendríamos que volver atrás hasta aquí


Aquí mismamente, salvando un poco de trinchera entre el camino y  la carretera nos disponemos a cruzar


Hay muy buena visibilidad pero también se trata de que nos vean. No dudemos en ponernos el chaleco reflectante que todos deberíamos llevar en nuestra mochila. Por esta zona habrá de ser instalado algún dispositivo que ayudase a viandantes y peregrinos a cruzar


Al otro lado hay un carril de incorporación para vehículos que salen del polígono, donde los veríamos venir de frente. El arcén es estrecho pero, aún con un poco de trinchera también, tenemos campo a nuestra izquierda


Ya vemos cerca las casas de A Espiñeira, por donde tomaremos el camino que va a la Ponte Vella


A Espiñeira es un lugar que se extiende entre dos concellos y dos parroquias: esta parte pertenece a San Cosme de Barreiros. Más adelante, al otro lado del Masma, otra parte es de Vilaronte, en el concello de Foz


Justo antes de la rotonda el arcén se ensancha


En el cruce dejamos la N-642 y vamos a la izquierda. Es la entrada al Parque Empresarial de Barreiros


Estos son los letreros que veremos en medio del cruce


En el acceso al parque empresarial hay una glorieta, realmente nosotros no vamos a pasar por él , pues iremos al fondo a la derecha, hacia las casas


También aquí, sin pasos de cebra nin semáforos, tendremos que prestar máxima atención al cruzar


La glorieta misma nos sirve de punto de apoyo para el cruce por tan grande explanada


Y ya estamos en A Espiñeira, paraje de antiguas espineras como su nombre afirma 


Este sería un tramo de la antigua carretera, sustituido por el nuevo trazado hacia la Ponte Nova, lo que no quiere decir que esté en desuso: no deja de ser otro acceso al polígono y, si bien no tanto ni mucho menos como la carretera nacional, es frecuente el paso de automóviles y hasta de camiones


El puente, que pronto vamos a ver, favoreció el tránsito y el comercio a lo largo de A Mariña lucense, sustituyendo a un viejo servicio de barcas, lo que favoreció la instalación de industrias, precedente del actual parque empresarial, que existieron hasta los años 70 del siglo XX, madereras y, sobre todo, astilleros


Esta es la razón por la que esta zona de A Espiñeira, la perteneciente al concello de Barreiros, tiene una antigua tradición industrial cuya continuidad es el actual parque empresarial, si bien esta parte, la más cercana a la Ponte Vella y al río, está constituida por antiguos talleres, viviendas obreras y naves industriales en ruinas o abandonadas. Al otro lado del río, en términos de Foz y parroquia de Vilaronte, estaba el mayor núcleo poblacional, donde había escuela mixta, cuartel de la G. Civil, y ferias los días 10 y 24 de cada mes. Recordemos en en tiempos pasados la ría era llamada río de Yspiñeira, y así lo reflejaba el cartógrafo Pedro Teixeira, que tanto hemos citado anteriormente


Secularmente, recordamos, las rías eran vías de comunicación entre la costa y el interior, Foz fue el Porto do Masma que daba servicio a la antaño doble sede episcopal de San Martiño de Mondoñedo y, tras su traslado mucho más tierra adentro en la baja Edad Media, siguió siéndolo así, no olvidemos que el obispo Sarmiento de Mondoñedo quiso hacerlo navegable hasta allá, capital además que fue de una de las extinguidas provincias, fueron siete, del antiguo Reino de Galicia, que tiene su continuidad en su capitalidad comarcal

Así en 1920 se crea la Sociedad Mindoniense de Cabotaje con industriales de Mondoñedo y armadores de Foz, para construir aquí, en A Espiñeira, varios barcos, uno de ellos era el velero-motor llamado, precisamente, Espiñeira-Mondoñedo, "el único del mundo que hundió un hidroavión", como dice el historiador Xoán Ramón Fernández Pacios, pues chocó y hundió uno al entrar en el muelle, naturalmente por accidente, a las seis de la mañana el domingo 25 de noviembre de 1923, que estaba atracado en puerto, procedente de Argentina, haciendo escala y aprovechando para ofertar vuelos a la vecindad para sufragar su viaje. El patrón y tres tripulantes del velero pasaron por los calabozos, se les tomó declaración y fueron puestos en libertad. El hidroavión, no obstante, pudo ser recuperado con serios desperfectos, y tras una importante reparación, llegaría a emprender vuelo. Así comenta la noticia, recuperada por Fernández Pacios para su Gabinete de Foz, el periódico La Provincia el 29 de diciembre: 
el accidente ocurrió a las seis de la mañana aproximadamente, en el fondeadero de Figueirúa. 
Por ahora no se conocen a ciencia cierta las causas de aquel percance, pero supónese que el hidroavión de referencia haya sido abordado por el velero Espiñeira-Mondoñedo, propiedad de los señores Reimunde e Iglesias. Fúndase esta sospecha en el hecho de haber fondeado allí, precisamente, a aquella hora, el mencionado barco. 
Por la ayudantía de Marina se instruyen las oportunas diligencias para poner en claro la verdadera causa del accidente. El avión de los señores Parera fue reconocido minuciosamente, habiéndose apreciado en él desperfectos de gran importancia. Calculase el valor de éstos en 15000 pesetas"

Otro barco muy famoso fue el pailebote Electra del Masma, de la empresa eléctrica del mismo nombre, unión mercantil de Generoso López y José Reymunde, a los que el maestro de la escuela, Manuel Canto Lorido, dedicó estos versos, escritos así textualmente. en su botadura, el 12 de mayo de 1918, cuando se celebró una gran fiesta:
"Tod'home debe brindar   
pol-a sal´ú d'isa xente 
que puxo tante e intransixente
hacia a'industria, ese acicate
qu-a de facer de maneira
que seña grande, moi grande
ise pobo d'a Espiñeira"

El Progreso daba así la noticia: 
 el acto fue de un interés enorme. De toda la comarca, como de varios ayuntamientos de los distritos de Ribadeo y Mondoñedo, acudió una infinidad de gente a presenciarlo. Nuestros activos corresponsales de aquellos dos distritos nos han enviado extensas noticias relacionadas con el importante acto, pero para no servir al público duplicada información entresacamos de  una y otra correspondencia los detalles más salientes. El día estuvo poco agradable. Hubo gran variedad de temperatura. Esto no hizo, sin embargo que menguase en nada la brillantez de la fiesta. 
Amenizó los festejos que con motivo de la botadura se organizaron, una afinada charanga del Valle de Oro.
En el momento de lanzarse el barco al agua, rodeaban los improvisados astilleros bastante más de cinco mil personas. La charanga ejecutó la Marcha Real y en medio de una sacudida de emoción y de entusiasmo el Electra del Masma entró en el agua. Eran entonces las tres de la tarde, hora de pleamar.

A causa de un descuido de los operarios, el barco se escapó del dique introduciendo la proa en el canal. No tuvo importancia el accidente que no causó desgracia alguna, afortunadamente.

Entre los concurrentes al acto se han visto muy distinguidas personas de Mondoñedo, Ribadeo, Barreiros, Foz, Vivero y Valle de Oro, que saludaron a los señores Reimunde y López y algunas de ellas cumplimentaron a la familia del alcalde de Foz señor Reimunde en su quinta de San Martín. 
El barco quedó amarrado hasta que se coloquen los palos. Se dice que después de este barco construirá otros de iguales proporciones de la misma compañía, a la que deseamos mucha suerte en sus negocios

Sin duda estas ruinas son testigo de estos y otros muchos avatares de la historia industrial de A Espiñeira pero, en rigor, ese acervo industrioso tiene sin duda un precedente muy anterior en el tiempo. Ha sido localizada una mina de oro romana cuyo promedio aurífero es el más alto de la cornisa cantábrica: 0,07 gramos (70 miligramos) por tonelada, siendo la media en el noroeste peninsular de 0,06, y eso que se trataba de un yacimiento sencillo, donde solo se empleaba agua para su extracción, según los investigadores que estudiaron el yacimiento, como Fran Canosa


Edificio en reuinas a la izquierda...


También en ruinas los de la derecha


Llegamos a este cruce y seguimos de frente


Según pasamos veremos a la izquierda las naves de los los antiguos astilleros de Raymunde y López


Nosotros seguimos de frente y todo recto viendo, detrás de las señales de la derecha, lo que parece un gran transformador, tal vez parte de la antigua Electra del Masma


Hubo en su momento un proyecto para aprovechar las naves de los astilleros como aula didáctica y centro de recuperación de la naturaleza, compatible con su explotación turística, así como la creación de una senda ribereña


A nuestra lado la gran explanada por donde antaño se botaban los barcos hacia el río, que aquí ya es ría, navegable para aquellas embarcaciones que aquí se construían


Otro testimonio del paso del tiempo y de una antaño pujante y esplendorosa actividad que ha pasado ya a la historia


Un hermoso sauce llorón impregna de romántica melancolía este histórico paso del Masma


Luego, un hermoso seto de hortensias, frutales, y un eucalipto


Y ya llegamos al río Masma, que aquí se hace ría, y a la Ponte da Espiñeira, A Ponte Vella, paso al concello de Foz



Unos metros más al norte está el puente nuevo, A Ponte Nova, por donde pasa en la actualidad la n-642


El puente viejo, A Ponte Vella, data de mediados del siglo XIX, cuando esta parroquia a la que accedemos, Vilaronte, era aún concello independiente y de gran pujanza, creado en 1775, reinando Carlos III, cuando el Conde de Floridablanca realiza una honda reforma administrativa territorial por la que nace el ayuntamiento de Vilaronte, por entonces se dice aún más importante que Foz, dado el importante trasiego que gentes, mercancías, ganados... por este paso natural del Masma


Dentro de este contexto, el 24 de enero de 1841, el diputado Sr. Peña propuso la construcción de un puente al Gobernador Civil (entonces llamado Jefe Político), Don José Becerra, sustituyendo a la barcaza. Junto con ello insta a la construcción de otro puente en Fazouro y a reforzar el servicio de barquerías existente en la desembocadura de la ría. Su carta dice así:
"Llamo la atención sobre los notables atajos, tal vez de legua y media, que la naturaleza está a todo el mundo indicando en el camino de Ribadeo a Vivero, practicando mejoras muy posibles, que son éstas: construir una segunda y cómoda barca para atravesar la ría de Foz en tiempo que lo permita en frente de este pueblo un malecón o camino de arrecife para hacer siempre transitable el arenal de dicha ría; un puente, aunque sólo sea de madera, por que tal cabe en los límites de nuestra posibilidad, en lugar de la barca de La Espiñeira, que tanto retarda los viajes, tal como hoy existe y se sirve; finalmente otro puente de la misma clase por lo menos para cera de la embocadura del río Fazouro, a una mil y quinientas varas más abajo del actual puente, que sobre ser mezquino y débil, está precisamente situado en el volteador del camino que por tanto forma allí un ángulo, sumamente agudo, con notorio perjuicio del transeúnte"

Las obras se aprobaron y se habrían de iniciar en el mes de julio siguiente, con un presupuesto de 30.000 reales para el que se propuso la necesidad de cobrar un portazgo o peaje con la intención de sufragar estos trabajos

Sin embargo, no fue así, tal y como dice el investigador Xoán Ramón Fernández Pacios en su blog O Gabinete de Foz, en acta de 21 de febrero de 1844 la Corporación Municipal responde a esta Real Orden de portazgos afirmando que en su distrito...
"... no se halla ninguno de estos obgetos mas que la barca de Espiñeira, manifestandole que por la pasaje se exije a cada persona cuatro maravedís y ocho por caballería y por ganado"
Justo un mes después, el 22 de marzo, esta corporación aporta 24 reales para pagar a don Joaquín Samaniego "por dos viajes que hizo a San Miguel sobre el informe del puente de la Espiñeira", por lo que se deduce que dicho puente aún estaría en fase de proyecto...


Más de dos años después, en acta del 21 de noviembre de 1846, se lee que aún sin hacerse el puente, muchos viajeros vadeaban el río hasta otro puente situado bastante más arriba, dado el mal servicio de barquerías aquí existente:
"... bien informado el Ayuntamiento que los encargados del barcaje del río Espiñeira, Juan Bao y José Montenegro, olvidándose del cumplimiento de su deber detienen mucho más de lo necesario a los transeúntes, particularmente a los que intentan pasar del distrito de Barreiros para éste, que fastidiados de esperar y vocear por los barqueros prefiriesen retirarse y hacer el largo rodeo que es indispensable para atravesar sobre el puente de Cillero"

 Por ello el Ayuntamiento exige a los barqueros mayor puntualidad en su servicio, bajo pena de multa de dos ducados si se repitiesen estos retrasos. Al mismo tiempo ordena exactitud en el embarque de transeúntes al dueño de esta concesión, José Alonso Ramos, en los sucesivos contratos de arrendamiento


Esta barquería de A Espiñeira ya aparece mencionada en el Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal escrito en 1826-29 por Sebastián de Miñano y Bedoya donde, al referirse a Vilaronte, dice:
"... y por el Norte con el priorato de San Martín, donde en el siglo IX estuvo la silla episcopal. Situada en el camino carretero que conduce de Rivadeo a Burela, desde cuyo pueblo hay cinco horas de camino militar (...) a su inmediacion esta la barca de la Espiñeira, capaz de transportar 16 personas pero no carruages"


En acta de 21 de febrero de 1854 la Corporación, vistas la obras de la carretera entre Ribadeo y Viveiro, solicita al gobernador provincial "que mande a una persona cualificada para que delimite y trace este camino en el distrito de Foz", incluyendo la construcción de este puente, muy importante afirman para solventar el problema de las comunicaciones y para dar trabajo:
"... ademas que en ellas puedan ganar su sustento diferentes braceros de la municipalidad haciendo frente en gran parte a los rigores de la miseria"

Llegamos a 1854 y Foz aún clama por este puente, tal y como se refleja en una de las actas municipales, al hablar de esta población:
"... es una villa puerto de mar por el que tiene que atrabesar el camino de primer orden que de la provincia de Asturias viene costeando la de Cantabria hasta el Ferrol"


En otra de estas actas se señala que el puente daría más vitalidad a la feria de ganados de A Espiñeira:
 “la mas concurrida de este pais en la parroquia de San Juan de Villaronte hacia la parte del poniente desde la casa  en que habita Manuel Pére hasta en la que lo hace Ysidro López forma un recodo que prohibe a su entrada el franco tránsito a los muchos ganados que alli se reunen y comodidad para colocarlos”

El el Boletín Oficial de la Provincia, fecha 21 de marzo de ese año se anuncia por fin la subasta de esta obra por 117.784 reales:
“Autorizada competentemente la construcción de un puente sobre el rio Masma en el punto denominado Barca de la Espiñeira, señaló el día 19 de abril próximo y hora de las doce de la mañana para la adjudicación de estas obras en pública subasta”
Sin embargo, la subasta resulta un fracaso por lo que se realiza otra convocatoria similar el 11 de mayo



Por su parte la Deputación Provincial de Lugo llevaba tiempo también plasmando su deseo de hacer este puente, y así se sabe igualmente por sus actas de 1843 y 1844, en las que piden la concesión de un portazgo temporal para el contratista o para la misma Deputación. Pero pasan otros diez años, todavía en sesión del 23 de octubre de 1854 informan que
los partidos de Ribadeo y Monforte no habían recibido cantidad alguna, situación que es denunciada por sus respectivos diputados quienes reclaman los dineros necesarios para afrontar las obras: camino de Bóveda hacia el Sil y de Ribadeo a la Barca da Espiñeira"


El 9 de agosto de 1855 no parece aún construido pues la misma diputación habla de la construcción de una camino desde el "Río a la Barca de A Espiñeira", no siendo hasta el 6 de junio de 1857 cuando se ve publicada por primera vez una mención a este puente, se trata de una noticia en el periódico La Aurora del Miño que, informando de la necesidad de rematar los trabajos de alguna scarreteras locales, dice:
“...del puerto de Foz por el puente de la Espiñeira y Cillero a empalmar por Villanueva de Lorenzana a con la de Porto a Villalba
Es, según recalca Fernández Pacios, la primera reseña que habla de este puente como construido, si bien las obras aún durarían un par de años más, pues el Conde de Pallares publica en el Correo de Lugo un artículo, de fecha 20 de junio de 1860, en el que hablando de las los trabajos en varias vías escribe:
se concluyó el estudio de 9.8 kilómetros y se están ejecutando la sobras que comprenden; se descimbró y está a terminarse el puente sobre la ria de Foz en el sitio llamado Espiñeira


En la actualidad este puente ha sido sustituido también por el nuevo, al que nos hemos referido antes. No obstante recordamos que este puente sigue teniendo en ocasiones un paso relativamente abundante de vehículos, no deja de ser entrada a un parque empresarial y, además, enlace entre las carreteras N-642 y N-634, pues esta pasa un poco más al sur


Dos son las casas que vemos al pasar el río, ya concejo de Foz: a la que fue Casilla de Consumos, especie de portazgo (en la posguerra llamados también fielatos) y detrás la Casa de Rigueiriña. antiguo bar


El gran río Masma, mencionado en el célebre Diploma del Rey Silo en el 775, nos ofrece aquí, en Pozo Mouro, este fantástico paisaje de su ribeira donde, como dice Villaamil y Castro en Antigüedades prehistóricas y célticas de Galicia:  
“... en el frecuentado punto de desembarque llamado el Pozo Mouro, aparecen muy complicados castros con fosos profundos, uno de los cuales rodea toda la colina en cuya cima se destacan los castros, menos por la parte en que corre el río Masma. Se ven allí elevadas motas y en lo alto una piedra, como de un metro cúbico, que aseguran tuvo inscripciones. Todo aquel terreno está plantado de pinares y es de acarreo y sumamente pedregoso. De el dice el estudioso ingeniero Schulz que fué removido y efectivamente lo está, para extraer la riqueza aurífera que contenía"
Es muy interesante saber que en esa zona hubo un puente más antiguo de madera, documentado por primera vez en 1395 (pero podría existir desde no se sabe cuando, tal vez reconstruido varias veces), cuando unos vecinos de Vilaronte, Fernando Eanes y su mujer María Franca, venden una viña y escriben en el contrato "feyta esta carta enna Marina de San Cosmede, açerca da Ponte da Espineyra"

Este puente era paso de un camino que unía Ribadeo con Viveiro y se plasma reflejado en numerosos documentos hasta su desaparición en el siglo XVIII. En el siglo XVI aparece este paso señalado como camino francés, esto es, paso de peregrinos francos, nombre que englobaría no solo a los actuales franceses sino a los centro-europeos en general. Así en 1589 se menciona al "Camino Francés que viene de la puente de la Espiñeira para Rivadeo" y al "Camino público francés, que va de la puente da Espiñeira para Rivadeo"


El puente era del Estado, por entonces se decía real, como el camino real, administrado por el concello de Mondoñedo, capital de esta antigua provincia del Reino de Galicia, que acuerda cada cierto tiempo su oportuna reparación, pues ciertamente era fundamental para las comunicaciones y, además era puerto, al menos entre los siglos XVI y XVII, donde se descargaba mercancía que luego era llevada en carros a la sede mindoniense. El paso del puente era además camino directo a la antigua sede, la de San Martiño, de notable antigüedad, por lo que se delata que su origen podría ser muy anterior a aquellas primeras noticias de finales del siglo XIV


En el siglo XVII el puente entra en decadencia, amenaza ruina y, en algún momento, desaparece definitivamente. La última referencia escrita es un protocolo notarial de fecha 5 de mayo de 1711, referido a Dominga González, viuda de Xosé de Outeiro, "moradores en el lugar da puente da Espiñeira". Dado que es un dato toponímico no puede asgurarse que el puente siguiese en pie o fuese solo una referencia de localización

Sustituye al puente una barquería que siempre, como vimos dio problemas. Ya en 1771 se solicitaba al gobierno...
“que se fabrique y construia un Puente al sitio da Espiñeira donde ya lo hubiera de palo, segun se evidenciaba de sus bestigios con un Muelle en que se pudiesen recojer las Maderas que alli se conducian para obras de la Real Armada, a causa de ser preziso el mismo Puente, por ser el Camino Real y pasajero por donde transitan tropas, correos, conductas y marineros, que todos experimentan perjuicio en la detencion y pasaje de la Barca que hay en aquel sitio”
En las inmediaciones del desaparecido puente está A Goleta, en una pequeña veiga y un antiguo embarcadero, como era normal en estas casas a la orilla de una ría. Hay una casona labrega, construida hacia 1830, con cabazo y antiguo molino, restaurada en 1997 y que ofrece en la actualidad alojamientos: la Finca Goleta

El resto de la historia ya la hemos contado, esta, con más documentación, podemos leerla en O Gabinete de Foz de Xosé Ramón Fernádez Pacios 


Aquí, tenemos también un gran panel informativo con algo de historia del puente:



Estamos en un pequeño balcón desde el que podemos admirar su estructura, de tres grandes arcos


Como hemos dicho, aunque cambiamos de concello, seguimos en A Espiñeira, la parte focega de este núcleo de población extendido por ambas márgenes del río Masma que ya forma aquí su estuario. En concreto por el lugar que fue parte del escenario del Crimen do Pozo Mouro, acaecido en 1905 y que tan bien relata Xoán Ramón Fernández Pacios, rescatando noticias de aquel tiempo

Resumiendo, podemos decir que todo comienza en una fábrica de embutidos y conservas de carneque estuvo  radicadas en el lugar, la de Don Xosé o das Conservas, José Suárez Vigil, un poco apartada de las demás, razón por la que siempre le decían fuese precavido, pues otra casa que tenía, en A Cruz do Lobo (por donde acabamos de pasar), era también muy solitaria. Servía en esa casa como criada una vecinade A Espiñeira, Ramona López García, de 30 años de edad 

En la noche del 9 de octubre del referido año de 1905 vino a cenar a este bar, donde también se encontraban el médico Emilio Teixeiro y Antón Enríquez Enríquez, este de 28 años, que llevaba dos años trabajando en Consumos y era amigo personal de José Suárez Vigil, el conservero, quien al verle le invitó a cenar, pero Antón alegó que no, que iba a cenar a casa con su familia

En realidad Antón Enríquez lo que hizo fue otro,  aprovechando la situación decidió robar en la fábrica de conservas; primeramente pasó por la casa de Ramona, la criada, y viendo que su padre estaba solo, supuso que ella también lo estaría, en la fábrica. Y así se dirige a la empresa, llama a la puerta, sale Ramona, y Antón le dice que el dueño, José Suárez, iba a llegar muy tarde y que lo envía a acompañarla a casa. Ramona,  que conocía a Antón, no descofió de él, pero al entrar...
la emprendió a puñaladas con ella, ensañándose de tal manera que le dio doce cuchilladas mortales, llevándola para cerca del cepo destinado á picar carne para hacer embutidos. Tendida la pobre mujer en el suelo dedicóse el asesino a cerciorarse de si su víctima tenía vida aún; le levantó los párpados para fijársele en los ojos, le colocó la cara cerca de la boca para asegurarse si respiraba; contuvo el aliento aquella desgraciada todo el tiempo que duró la terrible prueba
Dándola por muerta Antón va a un mueble donde sabía se guardaba el dinero, se hace con 500 pesetas pero no sabía de un hueco secreto del mismo donde había más, si bien se hace con un revólver que tenía José como autoprotección. Regresa así al bar como si nada hubiese pasado. Mientras Ramona, muy malherida, viendo como marcha su agresor, se levanta malamente, cierra la puerta de la casa y, cuando pasan unas gentes en unos unos carros, da el aviso de lo sucedido y que vayan a Casa de Rigueiriña a avisar de los sucedido al dueño de la fábrica


Cuando los auxiliadores de Ramona llegan, se encuentran a José con su amigo Antón. Don José recibe la noticia perplejo pero aún no se le dice que Antón Enríquez es el criminal, por lo que, sin sospechar nada, le dice a este que le acompañe, a lo que Antón no se niega, pensando que había dejado a Ramona muerta pero, tras cruzar a Ponte da Espiñeira se encuentran con unos vecinos de unas casas de reciente construcción que, comentando el suceso reunidos en la carretera, les dicen que Ramona vive y habla, por lo que Antón, asustado, busca la excusa de ir al fielato o casilla de consumo a por una pistola, por lo que no acompaña a José a su fábrica

No mucho después, enterado el vecindario por Ramona de lo sucedido, van a por Antón al fielato, pero este ya ha huído, y tardaría tiempo en aparecer. En la prensa se publica que se le ha visto en Abadín y en Vilalba y, basándose en algunos testimonios, se pensó había escapado a Cuba, por lo que el Juzgado de Ribadeo llegó a pedir su extradición 


Lo cierto es que Antón Enríquez estaba cerca, pero tardó en caer casi dos años, un tiempo en el que se puso en entredicho en prensa la actuación de las autoridades, llegando  la Guardia Civil a asumirlo como una razón de prestigio. Por fin a mediados de 1907 se practica una detención relacionada con el crimen, la de Nicasio Pérez, vecino de Taramundi, que fue sorprendido entrando en A Espiñeira en la casa de la mujer de Antón, incautándosele dinero y una carta de su marido para ella, por lo que es arrestado e interrogado, localizándose poco después a Antón en "Veguina, pueblo de la provincia de Asturias", donde es detenido

En el posterior juicio el autor del crimen intentó echar la culpa a la víctima de lo sucedido, acusando a Ramona de ser ella la incitadora del robo, y él, al negarse, fue agredido por ella con un gran cuchillo, por lo que se defendió con un abrecartas que tenía en la chaqueta. Las declaraciones de la víctima, de los peritos médicos, y del mismo Nicasio Pérez, echaron por tierra su argumento, siendo Antón Enríquez condenado a 14 años y 8 meses de cárcel así como al pago de las costas judiciales 


Son estas las historias de la intrahistoria de estos lugares, que recordamos cuando, siguiendo la carretera, recorremos la parte focega de A Espiñeira, en la parroquia de Vilaronte, paso ya directo a San Martiño de Mondoñedo



Naranjo y limonero en una finca. Los frutales siempre se dieron bien en esta franja costera contábrica



En una pronunciada curva, bolrdeamos la finca de los frutales y pasamos delante de la entrada de la casa


Luego hay otra curva cerrada, esta a la izquierda, en un poco de cuesta...


Vemos que nos acercamos a un cruce, muy importante en este camino


Desde aquí, bien arrimados a la izquierda, al pasar, veremos al norte otro gran paisaje de la ría...


As Areosas, en primer término, zona arenosa como su nombre indica, y de marisma. En toda esta zona ha sido hallado un gran complejo aurífero romano que abarca desde A Espiñeira hasta As Covas, en Barreiros, donde se lavaba el material aurífero en la misma ría, una gran obra de ingeniería que podría explicar la gran abundancia de castros en la zona, al menos 20 asentamientos donde podrían vivir los trabajadores de este gran filón, con ingenieros tal vez de la Legio VII Gemina con sede en León, y que habría sido explotado entre el siglo I y el III d. C. Una caída de precios y no su agotamiento pudieron estar detrás de su abandono. Todo empezó por el descubrimiento casual de unos fosos y parapetos en una excursión micológica, luego la asociación Mariña Patrimonio lo puso en conocimiento y en 2013 el arqueólogo Santiago Ferrer inspeccionó el lugar


A la derecha Pallares y A Cruz do Lobo, por donde hemos venido


Más lejos, la larga recta de la línea férrea del Ferrol-Gijón, que forma un escarpe para ganar cierta altura, necesaria para pasar su puente. Se divisan incluso algunos edificios de las urbanizaciones de San Cose de Barreiros



Y este es el gran puente ferroviario sobre el masma, también de tres enormes arcos y robustos pilares. Más allá las plantaciones de eucaliptos de A Pena Marela


Tras la curva, bajamos un poco y vemos la N-642 a la derecha


Los peregrinos que hayan optado por tomar el camino por el puente nuevo pasarían por una vereda peatonal a la derecha de la carretera y, luego, siguiendo la Ruta do Cantábrico se encaminarían hacia Foz, donde, por recomendar algo, podrían enlazar con el Camiño de San Rosendo para ir a la Ermita do Bispo Santo y, de allí, a San Martiño de Mondoñedo. Cruzar la N-642 aquí para enlazar con este camino por el que vamos nosotros nos parece más peligroso, en mitad de una curva que en la recta antes del cruce de acceso al Parque Empresarial de Barreiros, en medio de una curva sin visibilidad, a no ser que se instalasaen alguna de las preceptivas soluciones de las que hemos hablado antes: paso subterráneo o paso elevado, porque la del semáforo tampoco aquí lo estimamos conveniente dado el citado problema de la visibilidad, pero bien, los técnicos pueden sin dua aportar las necesarias soluciones en el paso del Masma


Talmente al llegar al lado justo de la N-642 tomaremos en este cruce la carretera local a la izquierda


Es la LU-152, que nos lleva a la capilla y núcleo principal de A Espiñeira


Es el pequeño valle que forma el Rego da Baesta al desembocar aquí en el estuario del Masma


A Espiñeira, seguimos nuestro trayecto por la parroquia de Vilaronte, a un paso ya de San Martiño de Mondoñedo, la catedral más antigua de España... o de todo el sur de Europa















































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