Eres el Peregrino Número

Buscador de Temas del Camino de Santiago

sábado, 23 de julio de 2016

OTUR/OUTUR: DEL CONCEJO DE VALDÉS AL CONCEJO DE NAVIA (ASTURIAS)


Otur/Outur desde el Camino
Las Cabornas
Al oeste del concejo de Valdés, una vez dejada atrás Luarca/L.luarca, su capital, el Camino Norte atraviesa la parroquia de Santiagu emprendiendo la ruta a Navia, pero antes recorreremos la parroquia valdesana de Otur/Outur, a la que entramos, luego de cruzar la carretera nacional N-634, por La Fervencia, yendo luego al barrio de Las Cabornas, desde el que tenemos una buena vista de esta rasa costera, entre el camín real, al pie de las sierras litorales, y el mar


El Camino pasa por entre las casas esparcidas a lo largo de las laderas que bajan del monte La Queimadona, El Picu Bustrilde y El Penón, en la Sierra de Panondres


Más al oeste reconocemos el Picu Faru (251 m), a cuya izquierda pasaremos enseguida para bajar al concejo de Navia por Barayo y Villapedre. El topónimo faro hace referencia a faro, pura y simplemente. En tiempos ancestrales en esas montañas se prendían hogueras para guiar a los navegantes, o bien simplemente estas alturas eran en sí mismas una referencia geográfica que los orientaba, bien por su forma o por alguna característica peculiar, por ejemplo peñas o rocas, sobre todo si son de color claro, como sería este el caso, cuarcitas blancas


El occidente astur y el oriente gallego, así como el oeste leonés está sobre grandes vetas auríferas que se extienden desde la costa hasta bien entrados en el norte de Portugal. Las minas de oro se explotaban desde la remota antigüedad y pudieron ser la causa fundamental de la conquista romana, pues fue con el Imperio cuando se aplicaron las técnicas extractivas más evolucionadas e intensas para la época. Al cabo de un siglo o siglo y medio fueron dejando de trabajarse, no por agotamiento del filón sino porque dejaba de ser rentable. 


Estas minas parecen ser el motivo de la existencia de tantísimos castros en este sector de costa, protegiendo abrigos naturales y ensenadas, como es el caso de El Castiecho, entre la playa de Vil.lar o de Otur/Outur y la de El Castro. Las comunicaciones y el comercio por mar fueron durante siglos, prácticamente hasta la construcción de las actuales carreteras, bien entrado aquí el siglo XX, más rápidas y rentable que las terrestres, con apenas caminos de carros, pues mayormente eran de herradura, para las caballerías y por supuesto andando


El Camino es bastante llano. Además de las carreteras se arreglaron y ampliaron los caminos vecinales, que junto con la concentración parcelaria ayudaron a la mecanización del campo, especializándose en pastos y algunos forrajes (principalmente maíz) para suministro de carne y leche a los mercados crecientes de los grandes centros urbanos e industriales, transformándose elpaisaje


Los hórreos son supervivientes de la antigua sociedad cerealística que dedicaba buenos terrenos para plantar trigo, maíz, escanda, cebada, etc. para consumo familiar, moliéndose en los molinos y haciéndose el pan en casa, yendo algún excedente a los mercados locales. Con las mejoras de las comunicaciones esa labor se hizo innecesaria pues se suministraba pan a diario desde las tahonas de las villas, dedicándose el espacio a pastos o a productos como patatas, lechugas, tomates, huerta en general, para suministro también de los grandes mercados


Seguidamente llegaría a esta costa otra potente industria: el boom del turismo. No fue hasta mediado el siglo XIX cuando los avances médicos fomentaron los baños de mar y sol. Antes las costas y playas no tenían el mismo predicamento, incluso se veían como lugares insalubres, donde iban a parar los detritus de las poblaciones, e incluso durante siglos peligrosos, lugares solitarios y de desembarco de piratas, invasores, malhechores, contrabandistas. Por eso los caminos costeros salvo tramos muy concretos y excepcionales suelen ir un poco por el interior, rara vez por primera línea de costa, aparte por supuesto de buscar trayectos más directos que la sinuosa orografía costera


Pioneros de los usos residenciales fueron los indianos con sus casas, mansiones y quintas de recreo, como es el caso aquí de Villa Rosita, en la antigua Carretera de Galicia, actual N-634: es una quinta construida en 1915, obra del arquitecto Julio Galán Carbajal y del constructor Cantera (del vecino Vil.luir) para el indiano Ángel García Fernández, quien nació en esta parroquia en 1.877, hijo de los labradores Ángel García y María Fernández. El padre emigró buscando mejor futuro, falleciendo en Cuba a causa de unas fiebres no bien diagnosticadas, por lo que su madre quedó sola con la casa y muchos niños, varios de los cuales hubieron de emigrar, como el que se llamaba como el padre, Ángel García, quien se fue a Rosario (Argentina) en 1891, con solo trece años y siguiendo los pasos de su hermano Ramón


Ángel García se empleó en la tienda del andaluz Antonio Gómez, La Buenos Aires, llegando a dormir el el mismo mostrador, con permiso del dueño. Su trayectoria posterior la explica mejor el blog Casonas de Indianos, basándose en el libro Arte, cultura y sociedad en la emigración española a América, de María Cruz Morales Saro y Moisés Llordén Miñambres:
"En 1.897 adquirieron en traspaso la modesta puntillería “La Favorita”, pero en apenas cinco años se había convertido en un gran almacén. La sociedad “García Hnos. y Cía.” en 1.912 construyó un primer edificio expresamente concebido para las necesidades del negocio y en 1.929 sobre el mismo solar el definitivo que hoy continua. La Favorita por la novedad del negocio, por la imagen y monumentalidad de sus edificios fue todo un hito comercial en Argentina.

No olvidándose de su origen humilde fue un hombre muy generoso tanto en Rosario como en su Otur natal donde donó la escuela, la iglesia y el hospital, además construyó el camino directo hasta la costa.

Dada su gran labor le fueron concedidas las siguientes condecoraciones: Alfonso XIII le otorga la Real Orden de Isabel La Católica, Hermano Mayor de la Archicofradía de Santiago Apóstol y la medalla al Mérito en el trabajo.

No se puede olvidar a quien le acompañó en su activísima vida, a "Doña Rosa", su esposa que fue la única persona que le podía hacer sombra en cuanto a ayudar se refiere. Cuando ella murió en 1957, ya no fue nunca el mismo. Murió en junio de 1.960"

Efectivamente, como era costumbre, la casa lleva el nombre de la mujer, Villa Rosita, Rosa Zanchi, bien parece ser que de forma permanente vivían caseros y el personal de mantenimiento y cuidado, algunos familiares de los dueños, los cuales vivieron en realidad la mayor parte del tiempo en Argentina, incluyendo los años de la guerra civil, donde parece ser estuvieron aquí alojados algunos refugiados


En el blog Asturias por descubrir, Alejandro Braña publica Las vidas de Villa Rosita, con más información y fotos de época, en las que se plasma la fiesta que se organizaba cuando venían los propietarios. Las fotos las tenía Angelita García, hija de los dueños, siendo proporcionadas por su nieto Alejandro Yacono. Arquitectónicamente se adscribe al modernismo influenciado por las trazas de las casas estilo alsaciano


Un poco más a la izquierda, está la gran nave de los muebles de madera de Ramón Pérez, que casi tapa desde aquí la iglesia parroquial de San Bartolomé, donación como hemos del indiano Ángel García


Con su gran torre-campanario neogótica, que recuerda a otras de la zona hechas en la misma época, se trata de la reedificación completa de un santuario anterior, más modesto, del siglo XVIII, hasta entonces se sabe hubo un priorato benedictino, pues la parroquia pertenecía al antaño poderoso monasterio de San Juan de Courias, en Cangas del Narcea. En la Gran Enciclopedia Asturiana, voz Otur, tomo 20, se dice:
"La iglesia parroquial es una obra historicista de principios de este siglo (el XX) con influencias del gótico europeo. Tiene planta de cruz latina, pórtico y torre a los pies, rematada ésta en un aguzado tejado"
A lo lejos vemos Los Chanos, bosques que ocultan los barrios de Sabugo y Vil.lar, en el camino a la playa


En el camino de la playa está también el Camping Playa Otur, otra posibilidad de alojamiento, si bien algo distanciada del camino pero cercana al arenal. A lo lejos El Pedrón, promontorio que separa esta playa de la de Barayo, al oeste, un cabo donde han sido localizados varios túmulos, otra señal del poblamiento antiquísimo de estos lugares. Y es no son los únicos, también están los de Las Grandas, Sanguniento, Pena Antigua y La Carbayosa


Desde aquí vemos otra de las donaciones de Ángel García a su pueblo, las antiguas escuelas, en el barrio El Piniel.lu. En Analfabetismo en el primer tercio del siglo XX: la creación de escuelas en Valdés (Asturias), sus autores, Patricia Suárez y Trinidad Suárez, escriben:
"La mayor parte de los niños y niñas acudían a la escuela andando varios kilómetros, de manera que la ausencia de ésta en un radio de más de seis kilómetros impedía de forma tajante la escolarización de la población. Las familias vivían al pie de las tierras que cultivaban y que les daban de comer, en el mejor de los casos en caserío propio o bien en las casas en las que servían como criados o bajo el régimen de aparcería. Los niños constituían mano de obra muy necesaria, sobre todo en determinadas épocas del año, período de siembra y de cosecha ... (...)"

"Respecto a la edificación de una gran parte de las escuelas unitarias construidas en el primer tercio del siglo XX, cabe señalar que presentan un diseño prácticamente idéntico, compuesto por un cuerpo central, que normalmente acogía la biblioteca, y dos alas, una destinada a niños y otra a niñas, dotadas de amplios ventanales a ambos lados (tres o cuatro dependiendo del tamaño de la misma) dando un conjunto alargado que proporcionaba mucha luminosidad. Es el caso de las escuelas de Muñás, Carcedo, Ferrera, Brieves, Villanueva, Silvamayor, Barcia, Cadavedo, Otur o Paredes... (,,,)"

"En términos generales, cabe destacar la aportación de los emigrantes para construir escuelas (Lombardero Rico, 2013). Participaban tanto los más favorecidos por la fortuna como aquellos más modestos, que a través de colectas enviaban lo que buenamente podían. Así, un elevado número de escuelas se levantaron con el dinero de estos emigrantes, especialmente antes del advenimiento de la Segunda República, momento en el que el Estado tomó conciencia de la importancia de la educación y estableció un plan de construcción de escuelas sin precedentes"


Las escuelas son ahora el Colegio Rural Agrupado Pintor Álvaro Delgado, dedicado, como otros de la zona que aprovechan las antiguas escuelas rurales, a este gran pintor que plasmó en sus obras buena parte del paisaje de la costa occidental asturiana


Hórreos y paneras con vivienda o bodega (en el sentido de almacén) debajo son la tónica predominante en la arquitectura popular, así como los tejados de pizarra: Las bodegas podían ser casetas de enseres, cuadras, gallineros, vivienda o dependencias de la misma, etc.


Las palmeras guardan el recuerdo también de aquellos antiguos indianos, cuyos gustos influyeron también en la arquitectura y los paisajes mismamente hasta nuestros días


Entramos ahora en el barrio de Carral, un topónimo muy significativo pues está vinculado al camino, quiere decir precisamente camino de carros, como debió ser este camín real en sus buenos tiempos


Establo de piedra pizarrosa en mampostería, pero con piedra de cantería en esquinas y vanos


Desde Carral, más vistas del pueblo e iglesia. En el inventario parroquial de Gutierre de Toledo en 1385 esta parroquia aparece denominada como Santa Olalla de Otur. La fiesta grande es de todas maneras Santa Rita, en mayo, que se celebra en este campo de la iglesia. El pueblo ya fue lugar de parada para los viajeros de la antaño, pues es reseñado como Otier, "a dos leguas de Luarca", por Antoine de Lalaing en su crónica de la peregrinación que realizaron él y otros dos caballeros flamencos tras separarse del séquito de Felipe El Hermoso en su viaje a España de 1501, pues fue donde durmieron el 28 de febrero de 1502. También lo cita el peregrino picardo Guillaume Manier más de dos siglos después, por lo que habría se ser una parada y paso importante

Fue párroco don José Antonio García Siñeriz, fallecido en febrero de 2021, Un "hombre que siempre ayudó a los demás", titula el artículo que le dedica el 25 de ese mes en La Nueva España Ana M. Serrano:
"Son días tristes para San Bartolomé de Otur y Santiago de Arriba, en Valdés. Las dos parroquias despiden a quien fue su párroco durante casi cincuenta años, José Antonio García Siñeriz, fallecido el martes en el hospital comarcal de Jarrio. José Antonio García, natural de Boal, vivía en este concejo con sus hermanos tras jubilarse en 2019. Pasó las últimas décadas en la casa rectoral de Otur y es “parte de nuestra historia”, resalta la expresidenta de la asociación de vecinos y catequista María Asunción Iglesias. “Casó a matrimonios que hoy son abuelos”, cuenta.
José Antonio García era una persona muy querida y siempre atenta a las necesidades de sus fieles. Cuentan en Otur que era habitual que hiciera una pregunta “¿Alguien necesita ayuda?”. Le gustaba la discreción y siempre prestaba ayuda “sin que se supiera”. En el pueblo le recuerdan también por colaborar activamente en asuntos alejados de la iglesia, pero sociales y muy importantes para ampliar o mantener la calidad de vida de los vecinos. Por ejemplo, ayudó a poner en marcha la traída de agua 
Pese a la paulatina pérdida de población de los pueblos del occidente asturiano, el párroco fallecido siempre tuvo fe en la zona rural. En Otur y Santiago le rendirán homenaje en las respectivas iglesias el próximo domingo. A las 10.30 horas en Santiago y a las 11.30 horas en Otur. Más adelante y siempre que la pandemia lo permita, se celebrará un funeral en Otur. 
Los restos del querido párroco descansarán para siempre en Boal, el lugar al que quiso volver tras su retiro. Ayer los pésames llegaron de distintas partes de Asturias porque el religioso fue coadjutor en San Martín de Moreda (Aller) entre 1961 y 1962, regente y económico de San Pedro de Villayón y su filial Santa María de Oneta entre 1962 y 1969; encargado de la parroquia de San Bartolomé de Parlero de 1962 a 1972; párroco de San Bartolomé de Otur desde 1972; consiliario comarcal de juventud agraria y rural católica femenina del Occidente en 1972; arcipreste de Luarca entre 1985 y 1988; párroco de Santiago de Arriba desde 1986; y administrador parroquial de Santa Marina de Puerto de Vega y Nuestra Señora de la O del Vidural de 2005 a 2006"

En Carral, un preciso ejemplo de arquitectura rural soberbiamente restaurada: es la Casa del Priorato, sede del citado priorato benedictino que aquí existió hasta el siglo XVIII. En Arqueología de la arquitectura monástica en Asturias: San Juan Bautista de Corias, su autor, Alejandro García Álvarez Busto, muestra un documento del Libro de gastos, fechado a 30 de septiembre de 1708, que dice:
"Obras y reparos de la Casa de Otur -Gastó el Padre Torre en la portada que se hizo en la Casa de Otur quinientos y veinte y ocho reales. Y en componer la celda donde se pone la escanda y hacer un poco de cerca junto a Casa, veinte y ocho reales. En todo quinientos y cincuenta y seis reales". Domingo 17 de julio de 1707: "Obras de Otur -Según carta que dio el Padsre Torre, gastó en diez brazas de pared y una puerta que se hizo en la huerta de Otur, ciento y quarenta reales"

Más tarde, con la Desamortización de Mendizábal a mediados del XIX, fue vendida en subasta pública. Fue en el año 1845, según leemos en el Atlas de Asturias de Ediciones Nobel, cuando se ofrecía como "casa ex-priorato con todas sus oficinas, entradas y salidas, más un huerto de hortalizas, un prado y un monte". Hace unos años ha sido restaurada, parte ha sido dejado con carga y parte con piedra vista. Llama la atención su portalón central con corredor encima


Empezamos a bajar dando vista al oeste al Faru, donde está el túmulo de Pena Antigua


A la derecha los silos de la fábrica de piensos La Oturense, célebre por sus piensos ecológicos. Abajo las casas de la carretera N-634 en La Pedrera, La L.lañada y Riumayor, donde está la nave del supermercado Mercarural de Campoastur, cooperativa agraria y supermercado. De la Oturense Escribía Ana M. Serrano en el periódico El Comercio el 16-9-2006, con motivo de un preciado galardón:
"La cooperativa La Oturense es única. Única en el occidente y en toda la región. Pero sólo lo saben los que trabajan en ella y los clientes que desde hace cinco años se benefician de una de sus producciones más singulares y de las pocas que hay en España: los piensos ecológicos. Pese a que todavía no han llegado a publicitarse lo suficiente, esta sociedad limitada compuesta por 800 socios y cuyas instalaciones principales se encuentran en el enclave de Otur, en el municipio de Valdés, fue pionera en toda la región en esta iniciativa. Empezó a trabajar lo ecológico cuando se produjo su 'boom', a finales de los noventa.
Dos clientes de Tapia de Casariego y la aventura de producir algo diferente fue lo que animó a la dirección de La Oturense a fabricar estos alimentos para animales sin utilizar abonos, plaguicidas o insecticidas. «Fue una aventura», destaca una de las responsables del departamento de producción ecológica, Fina Álvarez. 
Empezaron a fabricar estos piensos en 2001. Para ello utilizaron unas viejas instalaciones de la empresa que se habían quedado obsoletas. La cooperativa produjo aquel año 130 toneladas de pienso ecológico para «un puñado» de clientes que, poco a poco y con el paso de los años, fue creciendo hasta alcanzar, en la actualidad, el medio centenar 
Ahora cuentan con la distinción de ser la única fábrica que produce piensos sin química de toda la región y de las pocas de esas características que hay en la cornisa cantábrica. Tras estos últimos años de trabajo, su producción ecológica ha logrado hacerse un hueco en el volumen de ingresos de esta sociedad limitada: supone el 3% de los beneficios, una cifra que, aunque discreta, nunca hubieran imaginado el principio. «Cuando iniciamos esta aventura contábamos los sacos de pienso a repartir», comenta Fina Álvarez. Sin embargo, el crecimiento ha sido «espectacular», según juzga. 
En el primer trimestre del año fueron 450 las toneladas de pienso ecológico que se vendieron y, si se compara la producción de 2001 con la de 2005, la diferencia es notoria: el incremento ha sido del 91%. La promoción del desarrollo sostenible y la cada vez más pujante publicidad institucional para consolidar los productos ecológicos ha formado parte de esta evolución y ha sido uno de sus principales detonantes. 
Ahora, en La Oturense tienen clientes de toda Asturias, pero también de dos comunidades limítrofes: Galicia y Cantabria. De hecho, la mayor parte de las empresas que reclaman los piensos ecológicos proceden de Galicia, donde solamente hay una fábrica dedicada a este tipo de alimentos para animales. Pese a ello, los piensos convencionales, más baratos, continúan siendo pujantes. Al año, se producen 54.000 toneladas, frente a las 1.800 de pienso ecológico 
No obstante, la cooperativa dice estar dispuesta a apostar por este producto que la hace diferente en toda Asturias. De momento, sólo ha explotado mercados nacionales pero, en vista de la buena acogida que tienen sus productos en Galicia, baraja promocionarse en Portugal. «Tal vez sea el salto definitivo», concluye Fina Álvarez"

Por su parte, la nave de Campoastur, que se ve desde lejísimos, pertenece a esta cooperativa nacida de la unión de varias cooperativas asturianas:

Campoastur es una cooperativa agraria, con servicios integrales en el medio rural, que nace de la fusión de varias cooperativas del Principado de Asturias.
Tiene su domicilio social en Gijon, c/Siglo XX, y su domicilio fiscal y administrativo en c/Rio Mayor (Otur – Valdés) 
La cooperativa tiene por objeto la producción, transformación y comercialización de los productos obtenidos de las explotaciones de sus socios, la prestación de servicios y suministro de bienes o materias primas, la fabricación de productos para suministrar a sus socios, así como la realización de todo tipo de actividades y operaciones encaminadas al mejor aprovechamiento de las explotaciones agropecuarias de sus socios, la mejora de la población agraria y el desarrollo del medio rural, así como atender cualquier otro fin o servicio que sea propio de la actividad agraria o ganadera, o estén relacionados con ella.

En esta bifurcación entraremos en el barrio de Pedre: vamos a la izquierda, siempre la pie de la ladera de la sierra


Concha en la fachada de la casa del cruce que nos lo advierte


Dice la tradición que aquí hubo una posada de peregrinos, tal vez fuese donde se hospedaron algunos romeros-cronistas, como Antoine de Lalaing y Guillaume Manier


Unos metros más adelante pasaremos un puente sobre un arroyo, de los varios que nacen en las estribaciones de la sierra y desembocan en la playa. Aquí entramos en otro de los barrios o lugares de la parroquia El Palaciu


El arroyo es El Regueiru la Pasadina y hace de límite de estos barrios


El Palaciu sin duda hace referencia a alguno de estos grandes caserones


Un pequeño canal en la cuneta del camino lleva hacia el riachuelo las aguas sobrantes


Aquella es la casona que da nombre al lugar


Encrucijada: seguimos de frente dirección oeste


El mojón con su concha nos lo indica, la flecha amarilla pintada en el poste telefónico nos lo confirma


En este tramo vamos a tener más referencias de interés, sobre todo abajo a nuestra derecha, de la carretera a las playas


Allí, en medio de la foto un establecimiento hostelero y hotelero de honda historia: Casa Consuelo,  fundada en 1935 como tienda-bar y casa de comidas por el matrimonio de Ramón y Consuelo con el nombre de La Mercantil, pero que se popularizó con el nombre de ella, que era además la cocinera, por lo que no es de extrañar que, 30 años después, se oficializase su nombre como Casa Consuelo, allí, en el kilómetro 511 de la N-634


A la muerte de Consuelo sus hijos Álvaro, Roberto y Ramón García López, junto con las aprendices, que algunas serían sus esposas Araceli, Merce y Mary, además de Isolina, continuaron con el negocio, donde hay parada de la línea regular de autobuses ALSA y está cerca del apeadero del tren. Está considerado uno de los paraísos de la cocina asturiana, donde han parado numerosos viajeros, visitantes, turistas, peregrinos, amantes de los buenos guisos, gentes de aquí y acullá, entre ellos famosas personalidades. En 1981 abrieron hostal y salón para 300 comensales, llamándose Casa de Comidas y Camas. Luego se construyeron dos grandes comedores, así como una bodega, esta en los bajos del hotel. En el excelente blog Miss Maridajes se puede encontrar un amplio reportaje con fotos y textos muy recomendar, que entre otras muchas cosas dice así:
"Por este comedor han pasado múltiples personajes históricos; desde Severo Ochoa, Calvo Sotelo, Corín Tellado, hasta Ricky Martín y diversos personajes del mundo artístico, del fútbol, y por supuesto de la gastronomía, reflejados en su libro de honor. Han recibido numerosos premios y reconocimientos a lo largo de la historia, a nivel nacional como no es de extrañar, y se han convertido en todo un referente en la gastronomía asturiana. Realizan el prestigioso certamen“ La gastronomía y la pintura”, reconocido como patrimonio cultural de Asturias. 
Y la historia sigue….

Álvaro se casa con Mary, heredera de los secretos de su suegra Doña Consuelo, nada más y nada menos, quien gusta de las recetas de antaño: potes, guisos, pescados a la plancha, elaborados con cariño, el cual se sigue transmitiendo a pesar de su fallecimiento 

Y desde entonces hasta hoy, Casa Consuelo es un sitio legendario con solera y con un sabor muy embriagador. 

Al entrar por el bar, nunca imaginarás lo que te va a esperar…. 

Sentarse cerca la vitrina que cubre una de sus paredes con senda colección de botellas, será el primer paso para enamorarte… 

Las cremosas verdinas con marisco, un plato de cuchara que no debes perderte, así como la fabada. Las percebeslas almejas a la marinera, y el salpicón de marisco; a base de bogavante, langostino y centollo, con huevo cocido picado, sin cebolla, ni pimiento para rellenar, y su punto exacto de vinagreta. 

Siempre respetando la materia prima, el rodaballo es … para ponerle un piso, y me falta probar sus cortes de carne que seguramente estarán de locura. 

De la bodega, ¿qué se puede decir?  

AGE Bodegas Unidas 1928, D.O.Ca RiojaViña Tondonia 1890,Bodega López de Heredia, D.O.Ca RiojaVega Sicilia único 1938, D.O. Ribera del Duero, Viña Albina 1970, D.O.Ca Rioja, Marqués del Riscal 1970, D.O.Ca Rioja, Viña Albina 1987… reliquias auténticas,en perfectas condiciones con tantos y tantos años de historia! 

De postre, la crema de arroz con leche y la tarta de manzana finísima.

Este rincón del Occidente asturiano, guarda muchos secretos …

Varias visitas me han hecho enamorarme de Casa Consuelo, tanto por su cocina, su regia bodega, y por supuesto del trato recibido por parte de Alvaro padre, hijo y Mon..."



En abril de 2018 fallecía Araceli López, dedicándole este hermoso obituario Belén G. Hidalgo en su artículo, publicado el día 25 de ese mes en El Comercio, dando esta noticia:
"La gastronomía asturiana ha perdido una de sus mejores guisanderas: Araceli López, cocinera de Casa Consuelo. Falleció el lunes, a los 71 años, dejando un legado de más de medio siglo a cargo de los fogones de todo un referente de la cocina tradicional asturiana y de la hostelería de la región. Araceli López llegó a Casa Consuelo como aprendiz y se empapó de la sabiduría de quien más tarde se convertiría en su suegra, Consuelo López. De Consuelo, fundadora del emblemático restaurante, aprendió al arte de la cocina local que pasa de generación a generación y que su suegra sofisticó con las técnicas aprendidas de aquella cocinera francesa de una adinerada familia luarquina con la que trabajó.  
 En 1969, Araceli recogía el testigo de Consuelo, con el imponente reto de mantener la cocina de siempre y elevarla al más alto nivel. «Fue una gran guisandera, que supo mantener esa cocina tradicional asturiana con muchos guiños al Occcidente», ensalzaba el crítico gastronómico, Carlos Maribona. De todas las recetas de Araceli López, Maribona destaca como «míticos» el pote, las verdinas con marisco o los escabeches «que los bordaba». El crítico recuerda su última visita a Casa Consuelo: «Seguía por allí, a pie de cañón, vigilando», apunta tras aclarar que en la actualidad es su hijo, Álvaro García, quien ha tomado las riendas del negocio que echó a andar allá por 1935. «Siempre ha sido la referencia para toda la comarca. Allí paraban los turistas, los veraneantes, los autobuses, los comerciantes... Siempre trabajó muy bien», concluye Maribona, manifestado su penar por la pérdida de Araceli"

Podemos encontrar infinidad de referencias, artículos, reportajes, comentarios, historias, estudios, dedicados a esta institución asturiana que es Casa Consuelo. Nos encanta el de Carlos Maribona en ABC blogs del 12-8-2020: Casa Consuelo, del guiso a la carne:

 Nunca he tenido muy claro si CASA CONSUELO es una casa de comidas o un restaurante de carretera. Probablemente las dos cosas, aunque desde que se abrió la autovía del Cantábrico la N-634 se ha convertido en una carretera secundaria. Lo que no es obstáculo para que mucha gente se desvíe de la autopista para hacer un alto en el camino en esta veterana casa fundada en 1935 en Otur, muy cerca de Luarca. Desvío justificado porque este es uno de los mejores restaurantes de cocina tradicional de Asturias. Mérito de los hermanos García López, Mon, Álvaro y Roberto, este último ya fallecido, y mérito especialmente de Mari, la mujer de Álvaro, una enorme guisandera que estuvo casi medio siglo al frente de la cocina de esta casa, hasta su inesperada muerte hace dos años. Si tienen ocasión de hacerse con su recetario no dejen de hacerlo. Ella bordaba el pote, el pastel de verduras, las verdinas con marisco, la sopa de patata, los escabeches, el bonito en rollo, y tantos y tantos platos de la cocina tradicional asturiana aprendidos de su madre. 
Desde la muerte de Mari, el protagonismo en la cocina lo ha tomado su hijo Álvaro, quien mantiene la carta tradicional que dio fama a la casa pero, consciente de que hay que avanzar, ha incorporado dos nuevos elementos que refuerzan la oferta de Casa Consuelo: las carnes a la parrilla y el atún rojo. No abundan en Asturias los buenos asadores de carne, y mucho menos en el Occidente de la región. Tampoco es habitual encontrar buenos cortes de atún rojo en los restaurantes, más centrados, como es lógico, en los pescados del Cantábrico. Álvaro junior ha visto ahí un buen nicho para desarrollarse, apostando por la calidad en ambos terrenos. Carnes de primer nivel, de distintas procedencias, y atún rojo de categoría. 
Así, en mi última visita, pude probar un magnífico morrillo de atún y una chuleta de retinta estupenda. Bien logrados los puntos en ambos casos. Sin renunciar, claro, a lo de siempre. El salpicón de bogavante, que sigue siendo uno de los mejores de Asturias, o un lenguado descomunal de tamaño y de calidad. Para beber un Gran Reserva 904 de 2010, un clásico que, como todo en esta casa, no decepciona. Ojo a la espectacular bodega que manejan, donde pueden encontrar cosas buenas a precios muy interesantes. 
Ahora, en temporada, el escabeche de bonito es otro fijo, como lo es el de verduras, y como lo siguen siendo los pescados y los guisos, con la sopera al centro de la mesa: desde la fabada hasta las verdinas con marisco. Además, como es una casa de comidas, se sirven al mediodía menús baratos y contundentes. El servicio, formado por camareros que llevan muchos años en la casa, es especialmente eficaz. Profesionales de sala que toman comandas, sirven soperas, cambian platos y limpian mesas con una velocidad que ya quisiera ver en otros muchos sitios. Ese es uno de sus secretos. 
Y por si todo esto fuera poco, que no lo es, la familia García es también mecenas del arte. Ellos convocan y patrocinan el certamen La Gastronomía en la Pintura, que lleva ya diecisiete ediciones y al que se presentan pintores de toda España. Eso les permite tener una de las mejores pinacotecas gastronómicas que existen, con las obras de los más destacados pintores asturianos. Algunas de ellas pueden verlas decorando las paredes de los dos comedores. 
Gran trabajo de una gran familia que, además, son buena gente. Larga vida a Casa Consuelo"

 No muy lejos volvemos a ver la escuela (a la izquierda de la foto)


Más a la izquierda y en la N-634, no muy lejos de Casa Consuelo, el bar  Casa Marino y Hotel El Rocío


Seguimos camino hacia los barrios de La Casona, El Rel.lón y Los Romedios


El túnel de El Rellón, en la autovía, atravesando el monte, bajo El Penón, La Pena Muyer y el Picu Bustrilde


Y luego la gran trinchera entre los montes de Faro y L'Infernón, este a la izquierda, a donde subiremos desde Los Romedios



A nuestra derecha La L.lañada y La Barraca, al pie del Monte Faru. A la derecha seguimos viendo la nave de Mercarural de Campoastur en las inmediaciones de Penedo Gordo, al sur de Sabugo


Y esta es una foto del mismo lugar en verano con el maíz ya crecido en los campos


Llegamos ahora a otro de los barrios de Otur/Outur: La Casona


Aquí también un riachuelo marca el paso de un barrio a otro


El Regueiru la Pedrera, también llamado de La Casona, otro de los que nacen en las estribaciones de la sierra


También aquí es posible que alguno de estos antiguos caserones de nombre al lugar


Corrada o delantera de la casa, cerrada a los fríos vientos del norte, con entrada al camino por el sur


Seguimos avanzando en dirección a otros barrios de esta parroquia


Cruce y de frente, todo llano y en recto


El monte y Pico Faro nos sirve de referencia: al otro lado está el concejo de Navia


Estos son los campos en primavera, recién plantados de maíz


La Queimadona, monte que baja de La Pena Muyer y El Picu Bustrilde


Allí están los túneles de la autovía, que ya no vemos, junto a los que pasaremos muy cerca


Barrio de El Rel.lón, pronunciado El Retsón, y las montañas que separan Valdés de Navia


Hórreos quintanas, naves ganaderas y la rasa litoral con los pinares cercanos a las playas y los acantilados


Como en todos los pueblos, las casas tienen nombre, alguno muy antiguo. No en vano en el blog de La Mochila de CopaAl, leemos en el artículo Otur, donde las casas tienen nombre:
"¿Qué pasa en este lugar, donde ponen nombre a las casas? Casa Chocolate, Casa Vapor, Casa Gallina, Casa Priorato…. nombres que generación tras generación se heredan y que en la memoria de sus habitantes llega a perderse la razón de su nombre. Donde cada una de ellas, tras sus ventanas y puertas, se esconden historias increíbles y sorprendentes que me hubiera gustado escuchar, “cosas de casas”.   
Esta tierra da personalidad a sus gentes. Escuchar a Socorro, la abuela centenaria (101 años), observar su semblante que me transmite serenidad y paz. Sus ojos nos miran con curiosidad, como queriendo seguir escuchando y aprendiendo de los demás. Nos ofrece una caja, en su interior contiene bombones, es su ofrecimiento de bienvenida. A su lado hay otra caja, ella enseña orgullosa su contenido, es la medalla honorifica por cumplir 100 años.  Gracias Socorro por transmitirnos tanta vida. 
Momentos, atenciones, calidez, amabilidad, hospitalidad y familiaridad son las emociones que me llevo de estas tierras y de sus gentes"

Y hablando de casas, también esta, grande y con cubierta de pizarra a cuatro aguas, tiene un larguísimo corredor y está bien protegida del aire del norte


Llegamos a esta bifurcación y seguimos ruta, a la izquierda


Las casas se extienden a lo largo del camín real, que durante siglos fue el más importante de la costa cantábrica y ahora es una vía pecuaria más y de comunicación local, si bien recuperada y señalizada para el paso de peregrinos


Al Norte una gran panera, con altos faldones, protege también la quintana de los vientos fríos que viene del mar


En esta otra vemos un peculiar cabazo con cubierta a cuatro aguas y lo que perece una chimenea


Y este es un ejemplo de la casa-bloque tan característica de la arquitectura rural de la comarca


Seguidamente una quinta con jardines


Cruce y de frente por el camín real


De frente otro de los barrios de la parroquia: Los Romedios


El camino es predominantemente llano. Hemos de recordar que a veces estos caminos del norte, aunque fueron los primeros, llegaron a ser empleados muchas veces como caminos de vuelta. Muchos de los romeros que iban a Santiago por las rutas de la meseta regresaban por aquí para venerar las reliquias de la catedral ovetense de San Salvador, siguiendo el dicho que a firma que "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al Señor"


Este es el caso del citado peregrino francés, concretamente picardo Guillaume Manier, cuyo periplo es así resumido por Ignacio Iñarrea Las Heras, de la Universidad de La Rioja:
"En agosto de 1726, Guillaume Manier, sastre francés de 22 años, natural de Carlepont (Picardía), decide emprender, en compañía de otros tres jóvenes de su mismo pueblo, una peregrinación con destino a Compostela. Los motivos que le llevan a ello no son precisamente muy piadosos, ya que trataba con este viaje de eludir la responsabilidad de pagar una deuda (...)

El recorrido que completó hasta España puede perfectamente considerarse como uno de los más frecuentados por los peregrinos franceses, sobre todo a partir del final de la Edad Media y hasta el siglo XIX, en que se produce la decadencia del fenómeno del culto compostelano. Tomando París como primera etapa de importancia, siguió el trazado de uno de los cuatro grandes caminos de peregrinación francesa hacia Santiago: la llamada vía turonense, situada al oeste del país vecino. Algunas de las ciudades más dignas de mención de esta ruta, por las que Manier pasó, fueron Orleáns, Tours, Poitiers o Burdeos. Más al sur, al llegar a la localidad de Lesperon, abandonó la vía turonense (aunque no dejó de pasar por Dax) para seguir la llamada ruta de la costa. Ésta le habría de llevar a Bayona, San Juan de Luz y, ya en territorio español, Irún. Desde aquí continuó por la ruta que desde hacía siglos conducía a los peregrinos hasta Burgos, donde se incorporaban al Camino Francés tradicional. Por lo tanto, tuvo que atravesar tierras guipuzcoanas y alavesas. Pasó por lugares como Rentería, Hernani, Tolosa, Segura, el puerto de San Adrián, Vitoria o Miranda de Ebro. Bien es cierto que no dejó de desviarse hasta Santo Domingo de la Calzada, sin duda atraído por el prestigio del milagro del gallo y la gallina. De hecho, incluye el relato de este prodigio (1890: 53-55). Desde aquí llegó hasta Compostela pasando por localidades como Burgos, Carrión de los Condes, Sahagún, León, Astorga, Ponferrada, Cacabelos o Portomarín"

Y luego prosigue relatando su paso por Asturias... y por Madrid:
"La continuación del viaje de Manier, una vez terminada su estancia en Compostela, le llevó hasta Asturias. Allí pudo conocer Oviedo, importante etapa de la peregrinación jacobea, aunque también tiene su propio interés como lugar de culto la catedral de San Salvador, por el valor de las reliquias que se conservan en su Cámara Santa. Desde Asturias se dirigió después a Madrid, previo paso por León, nuevamente, y por Valladolid. Desde la capital española inició el regreso hacia Francia. Pudo visitar entonces, entre otras localidades, Alcalá de Henares, Soria, Ágreda, Tudela o Pamplona. Hizo la entrada en su país por Roncesvalles, para luego pasar a Dax, Bayona, Burdeos. Saintes es la última ciudad que menciona en su relato (en enero de 1727), con lo que cabe suponer que el tramo final del viaje hasta su pueblo natal fue el mismo que el que tuvo que hacer en sentido contrario al comienzo de su aventura y que nada le pasó que fuera digno de mención. Manier recogió su periplo en un relato al que puso por título Voyage d’Espangne. No llevó a cabo su redacción hasta 1736. Tras un lapso de tiempo tan prolongado, es lógico pensar que para la realización de este trabajo no se fiaría solamente de su memoria, sino que también se serviría del apoyo escrito constituido por las anotaciones que fue tomando a lo largo de los cuatro meses que duró su peregrinación. En ellas recogió tanto sus experiencias personales como los nombres de las ciudades y pueblos españoles y franceses por los que pasó. Es curioso comprobar lo enormemente detallado del itinerario que fue anotando, así como las grandes deformaciones que llega a hacer de los topónimos españoles. De todas formas, esto sirve por sí solo para demostrar la plena autenticidad de su experiencia viajera, así como su curiosidad y sus deseos de conocimiento"

Pasando sobre otro regueiru nacido en la sierra entramos en Los Romedios dando vista a Casa Pinón


Con el agua del arroyo trabajaba la molienda El Molín de Pinón. Arriba en lo alto El Penón (359 m)


Cruce y a la izquierda


Pasamos junto a la entrada de la citada Casa Pinón


Concha xacobea en el portón


Subimos ligeramente, pues empezamos las cuestas hacia las montañas


Y en este cruce seguimos todo recto de frente hacia arriba, entre las casas


Y así pasamos junto a la capilla de Santa Isabel y San Miguel, con su campo de romerías


Lo cierto es que no hemos hallado información de su historia y características, si bien parece uno de esos santuarios dieciochescos reformados a lo largo del tiempo


Subiendo hacia aquellas casas del fondo, nos dirigimos al Col.láu Sangunientu, siguiendo la cuesta, junto a los campos de Turulaspa


Verdísimas praderías en la cuesta a aquel grupo de casas en lo alto, en plena ascensión a ese collado


Aquí el camino perderá el asfalto en plena cuesta, justo al llegar a este corbertizo


Señalización en una de sus paredes: la concha peregrina


Seguimos subiendo junto al cabazo. Este es de un estilo un tanto diferente a los que vimos por aquí. Más ancho y con cuatro pegollos o pilares de base en cuenta de las bodegas y cepas que suelen tener otros. La cubierta, esa sí, es de pizarra a dos aguas y las paredes de ladrillo con orificios para la entrada de aire


Esta casa campesina, que vemos desde arriba, tiene una gran cubierta de pizarra con teja rematando sus aristas y cumbreras. Fijémonos en el horno tradicional, la forna o fornu. Aquí al ganar altura tenemos una preciosa vista de gran parte de la parroquia


Dejando atrás las casas la cuesta se empina


Mirando atrás vemos los barrios que acabamos de pasar, a lo largo del camín real y bajo las faldas de la sierra


Acabamos la subida al lado de este prado


Bifurcación y a la derecha, junto a este tendejón


 Un nuevo paisaje se abre ante nosotros en El Col.lau Sangunientu


Y ya tenemos la Autovía del Cantábrico a nuestra izquierda, y de frente el Picu l'Infernón, de 314 metros de altitud, sobre el monte Pegueiru. En este paso hubo combates en la Guerra Civil, en un vano intento por detener a la columna gallega que había entrado en Asturias


Ahora nos toca bajar a la vaguada del Regueiru L.lameirón o Ríu Mayor para volver a subir pista arriba


El río pasa aquí canalizado bajo la autovía y bajo nosotros, pues pasamos sobre él por este puente


Pasado el puente subimos La Barraca


La Barraca recibe este nombre por ser donde hubo antaño una barraca que hacía las veces de venta caminera, o al menos esa es la tradición que ha llegado a nuestros días


Atrás, al sur y a lo lejos Penas Rubias o Picu'l Cordel (595 mts.)


En La Barraca llegamos a la carretera AS-37, que habremos de cruzar. Fijémonos en el mojón


Al otro lado sigue el camino: ahí hay otro mojón


Sigue ahora aún un poco más de cuesta al pie de las casas. Se supone que si La Barraca fue en origen un refugio caminero debería de estar más o menos aquí


Si ya la palabra venta, o posada, a veces definía a una simple cuadra o tendejón donde la gente dormía donde y como pudiese, la barraca sería algo por el estilo. Es muy posible que se tratase de un abrigo para arrieros y pastores, tal vez también algunos peregrinos, si bien estos solían buscar alguna institución de acogida hospitalaria dedicada a ellos y a los pobres, como la existente en Navia


Salimos a esta pista asfaltada y seguimos a la derecha, ante el Monte Faro, inconfundible con sus antenas


La subida va acabando al pasar junto a estos chalets con terreno, en un enclave residencial


A la izquierda otra vista del Picu l'Infernón. El topónimo, más que con el infierno bíblico, con lugares peligrosos, dificultosos, tétricos, malos, umbríos, a veces por su profusa vegetación, o los roquedos


Llegamos así enseguida a las últimas casas de La Barraca


Y continuamos de frente, todo en llano


Por esta pista pedregosa en la ladera sur del Monte Faro volvemos a dejar el asfalto


Este collado es el paso natural secular entre estas montañas, empleado desde la más remota antigüedad


Bajo Picu l'Infernón vemos otra de las porfundas "tajadas" de la autovía, que también ha aprovechado este paso


La pista es ancha y cómoda de caminar, en algún texto se dice fue en origen una vía romana, si bien esta sin duda aprovechaba este estratégico "pasillo natural". Más cerca de la costa el paso era entonces más dificultoso para vadear el río Barayo, que se torna relativamente ancho y profundo en su desembocadura, donde forma además dunas con bastante vegetación y meandros


Bifurcación: tomemos el ramal de la derecha, que sube un poco. Las obras de la autovía trastocaron en su momento el trazado caminero


El camino es muy ancho, fue ampliado para el paso de camiones con materiales durante esos trabajos viarios


Pista de zahorra, muy clara, en la que la luz del sol se refleja casi como un espejo


Viene ahora otro repecho bajo los pinares de la derecha


A nuestra derecha la cima del Monte Faro, con sus 251 metros y su antena asomando sobre el pinar


A nuestra izquierda de nuevo L'Infernón y laderas del Monte Pegueiro


Aquí vemos muy bien el peñón rocoso y puntiagudo de su cima


Si bien muy transformado, tal vez ese intrincado roquedo fue lo que le dio nombre en su día, mal sitio para meterse cualquier pastor buscando alguna cabra extraviada


  Bifurcación: nosotros seguimos subiendo, a la derecha


Allí se termina la cuesta arriba. Sigamos fijándonos en la blancura de la zahorra de esta pista abierta en la ladera de la montaña


Abajo a la izquierda la autovía: apreciamos la profundísima trinchera excavada en lo que fue uno de los últimos tramos inaugurados de esta autovía


Y así, ya en lo alto de la cuesta sobre el desfiladero, un nuevo paisaje se ofrece ante nosotros: el concejo y la cuenca del Navia, otro hito caminero del Camino Norte en Asturias, a un paso ya de Galicia, normalmente a dos o tres jornadas caminando, dependiendo de la ruta que usemos a partir de las que se nos irán ofreciendo a partir del paso del Porcía, un poco más al occidente de Navia, entre El Franco y Tapia


Por aquí abajo, tapado por la autovía, pasa el río Barayo, frontera de concejos, donde funcionaron hace tiempo los Molinos de Sandalio. Este río nace en la Sierra de Panondres y Pico del Can, estando su recorrido cubierto de frondosa vegetación. Es de corto recorrido y desemboca en la playa de su nombre


Aquí empezaremos a bajar. Los eucaliptos, al crecer, pueden taparnos estas vistas, verdadero balcón asomado a este sector de la costa más occidental de Asturias


Según bajamos y vamos en dirección norte contemplamos los campos de la rasa costera naviega al otro lado de la desembocadura del Barayo en las cercanías y alrededores del importante puerto pesquero de Veiga o Puerto de Vega


El el interior la autovía serpentea y pasa el viaducto sobre El Bao, aquí mismo abajo a la derecha de la foto,, hacia donde iremos ahora en prolongado descenso, parroquia de Villapedre o Vil.lapedre (pronunciado Vitsapedre). Más allá las praderías de Pozacos y El Chombo la Veiga y lo lejos al fondo a la izquierda Vil.labona, parroquia de La Polavieya


En El Bao, abajo, entraremos en el concejo de Navia tras pasar sobre el río Barayo, frontera con Valdés, por la N-634. El Camino es visible a la izquierda de la foto, dirigiéndose a Villapedre, cabeza de la parroquia, con todos sus barrios y lugares extendidos por la campiña


En primer término es el barrio de Villainclán o Vil.leirán, por donde llegará el Camino hacia el centro de la parroquia


Allí a la derecha vemos el campanario de la iglesia parroquial de Santiago de Villapedre, templo mayormente tapado desde aquí por Villa Auristela, quinta de indianos que es ahora hotel rural. Más a lo lejos Piñera o Piñeira, en la ruta hacia Navia, la capital del concejo


Más a la derecha, más barrios y lugares de Villapedre: La L.laguna, L'Arruxil, La Pedrosa, Tox, Barzana, El Coutu, Cabrafrigal, Vil.laiz, El Barbeitín, La Pena, La L.lamiel.la...


 Si nos fijamos tal vez podamos reconocer las escuelas


Bordeando la falda oeste de la montaña sigue la bajada, viendo ahora, al norte, otras poblaciones naviegas muy importantes


Antes de ellas, el río Barayo forma un profundo surco en este valle boscoso, El Pozu Faro, intensamente plantado de eucaliptos que se extienden también falda arriba del Monte Faro


Allí primeramente está Tox, que pertenece a Villapedre, pero lo que más destaca frente al mar es Veiga/Puerto de Vega, cabeza de la parroquia del mismo nombre, importante e histórico enclave pesquero que fue antaño también comercial y ballenero, y donde trabajaron en sus buenos tiempos hasta diez conserveras


Allí fue donde falleció el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos en 1811, en su muy triste regreso a Asturias, abrumado tras años de reveses gubernativos, agravados con los desastres de la francesada, regreso descrito así en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes por Álvaro Ruiz de la Peña:
"Los días de Jovellanos están contados. Una vez instaurada la Regencia, en los primeros días de 1810, expresa su deseo de instalarse en Asturias. Embarca en Cádiz, junto a su amigo el marqués Camposagrado, el 26 de febrero y llega al puerto gallego de Muros el 6 de marzo, en medio de una furiosa tempestad. Su estado de ánimo se derrumba cuando se entera de la presencia de las tropas francesas en Asturias, reflejando su profunda tristeza en carta que escribe a Lord Holland el 8 de marzo: «la primera noticia que nos dieron fue la de estar Asturias ocupada por los franceses. Un rayo del cielo no habría herido más fuertemente mi corazón. No ciertamente por el entero naufragio de mi pobre fortuna, sino porque siempre me había consolado en tantas desgracias como llovían sobre mí, la idea de que si España perecía, Asturias sería la última en recibir el yugo. Todo, pues, pereció para mí; ya no tengo ni bienes, ni libros, ni hogar, y ni siquiera tengo patria, que tal nombre no quiero dar a una pequeña porción de país donde ni se defiende con rabia y furor la libertad, ni con justicia y gratitud el honor y el decoro de los que tanto han trabajado por ella». Jovellanos tiene que esperar en Galicia a que los franceses sean expulsados de Gijón, meses que aprovecha para dar a luz la citada Memoria. Cuando al fin logra entrar en Asturias, después de diez largos años de ausencia obligada, el recibimiento que se le tributa es memorable, pero la fortuna, siempre adversa en los últimos años de su vida, no le permite reposar en su querido Gijón porque éste es reconquistado por las tropas francesas, lo que le obliga a embarcar otra vez rumbo a Cádiz. Una fuerte tormenta obliga al pasaje a refugiarse en el pequeño y pintoresco abrigo de Puerto Vega y allí, el 28 de noviembre de 1811, enfermo de pulmonía, fallece Jovellanos"
La localidad además es cuna de linajudas estirpes, destacando la del Marqués del Marcenado, uno de cuyos principales miembros fue D. Álvaro de Navia Osorio y Vigil, autor de las Reflexiones Militares, estudiadas por Federico El Grande, Napoleón y en West Point. pero por lo que más destaca es por ser  uno de los más bellos y pintorescos puertos de pescadores asturianos, no en el mismo camino pero sí relativamente cercano a él y que sin duda merecería una visita, máxime si vamos a pernoctar en las inmediaciones y tenemos tiempo y fuerzas. Especialmente factible para los bicigrinos


El puerto no lo llegamos a ver pero sí la ermita de L'Atalaya, construida en 1613 sobre otra más antigua del siglo XV, donde está la santa del lugar, patrona de los pescadores (a la izquierda de la foto ante el mar). Justo debajo, en Tox, asoma entre las casas la torre almenada del Palacio de Tox o de los Castrillón, que empezó a construirse en 1570 aunque no se dio por concluido hasta 1770


En Tox  reconocemos asimismo la ermita de San Pedro (en medio de la foto)


Sigue la bajada por esta enorme pista cincelada en la montaña


Ahora vemos más campos verdes junto al mar, y unas casas que recortan su silueta entre el verde de la rasa marina y el azul del Cantábrico


Es Vigo, que pertenece a la parroquia de Veiga o Puerto de Vega, cerca de El Castro, otro de los muchos recintos fortificados de la Edad del Hierro en esta costa. Vigo está en el acceso a las pequeñas playas y calas de Asterio, Canares y El Pariso


Por ese litoral, desde Barayo, discurre hasta Navia la famosa Travesía de la Costa Naviega, pegada al mar. El topónimo, que comparte con otras localidades asturianas y gallegas, tiene su origen en el latín vicum, poblado sin fortificar


Seguimos cuesta abajo y vemos, también a lo lejos, un espolón que se adentra en el mar


Es La Punta los Anaos o del Cuerno de Vigo, que cierra al oeste la desembocadura del río Barayu, en la playa de este nombre, reserva natural y divisoria entre los concejos de Navia y Valdés como hemos dicho. Es un monumento natural de gran belleza al que también podemos acercarnos en el caso que nos sea factible. El topónimo parece un derivado de Bao, del latin vadum, paso o cruce del río


De la Playa de Barayo o Barayu vemos solo una mínima parte, justo la parte más occidental, en la desembocadura, destacando sus altos acantilados


Sigue la larga bajada por las plantaciones de pinos y eucaliptos


Curva pronunciada para perder altura rápidamente


Las arboledas se extienden por los campos de la franja litoral. En días muy claros se divisan las montañas y buena parte de la franja litoral hasta Navia y más allá, la tierra de Entrambasauguas, el Navia-Eo, que tuvo diversas denominaciones a lo largo de la historia, el Antiguo Concejo de Castropol, Honor de Suarón, Tierra de Ribadeo (que no obstante no abarcaba a la actual Ribadeo gallega), extremo de la Diócesis de Britonia... territorio de obispalía de la mitra ovetense que pasó a la corna en el siglo XVI y se conformó en los actuales concejos con las reformas liberales del siglo XIX


Más vistas de Tox y Puerto de Vega/Veiga, donde se dice estuvo además la primer aduana de Asturias, de la que se cuenta que en el siglo XVIII recaudaba incluso más que la gijonesa, prueba de la pujanza comercial del muelle, que fue incluso fortificado a finales del siglo XVI, dados los acechantes peligros de flotas enemigas y corsarios


En Tox seguimos reconociendo su almenado palacio (en el centro de la foto) y en Puerto de Vega/Veiga L'Atalaya o La Telaya, con su capilla (derecha de la foto), cuya imagen mariana original podría ser obra de un taller inglés y sale en procesión durante la romería de Las TelayasLa custodia durante todo el año el Mayordomo, el marinero de más edad, que la recibe de su antecesor el 9 de septiembre)


Y seguimos bajando por este gran desmonte abierto para esta pista por la que antaño circulaban los camiones para las obras de la autopista, asegurando la ladera del monte sobre ella. A lo lejos la Serra de Abredo, ya en Coaña, buena referencia visual pues al norte de ella, bajo sus faldas, seguirá el camino rumbo oeste una vez cruzado el río Navia



Más cerca las praderías de El Mucheiru, El Payarón, El Molín, El Chombu La Veiga... y a lo lejos la autovía


Los pinares y eucaliptales, siempre presentes, abundan más en los metros finales del descenso. Aquí la pista se estrecha un poco


Atención, veamos el mojón, continuamos bajando por este sendero a la derecha, abandonando la pista


Aquí sí se estrecha bastante el camino entre la vegetación, pero un caminante pasa bien


Aunque tal vez alguna vez, en algún momento, hayamos de apartar algún toxo con nuestro palo, bastón o bordón, pues crecen fuertes y rápido


En la espesura continuamos los últimos metros del descenso desde la montaña


Empiezan a abundar los guijarros, morrillos y regodones, mojados por el agua de algún manantial, que forma una riega


Luego parece que la senda tiende a ensancharse un poco...


Y es cuando estamos a la vista de la carretera N-634, la cual, mucho antes de la autovía, ya transformó este histórico itinerario del camín real a su paso por el lugar


Así en el libro El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, publicado en 1994, leemos:
"... las interrupciones del Camino provocadas por las obras de la N-634 y su reciente modificación hacen dificultosos rehacer en la actualidad este tramo, por lo que es recomendable seguir la antigua nacional, a nuestra izquierda, hasta las casas de El Bao y Barayo...

Y efectivamente, al llegar a ella, iremos a la izquierda


Así cruzamos aquí el puente sobre el río Barayo, apenas visible oculto en la foresta pero cuyas aguas quizás oigamos cayendo en torrentera


Así entramos en el concejo de Navia, en El Bao (de vadum, precisamente paso del río, reclacamos). Antes hubo un puente medieval, sustituido por el actual, así como una histórica malatería u hospital de leprosos, donde iniciamos nuestros primeros metros de Camino por el concejo naviego




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!